GUANAJUATO, LEGADOS Y TESOROS PATRIMONIALES Diciembre 2018

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E

ditorial

Bienvenido el último mes de 2018, año de innumerables acontecimientos que nos llevaron de un lado a otro, sin el menor recato, provocaron muchos sustos y desacuerdos; a veces confrontaciones entre rojos, azules, morados, verdes y otros sin color alguno... Pasados tantos sustos y como siempre, nadie se acuerda de la preservación y conservación del Patrimonio Cultural, que se afecta directamente pues ahí aterrizan cientos de pésimas decisiones, alegatos infructuosos, planes y proyectos fallidos, gastos innecesarios y recortes presupuestales que dejan “temblando y colgado de hilos muy delgados” lo poco que nos queda de ese Patrimonio.

C

onsejo Editorial

Emilio Romero Balandrán Director General Lic. Alicia Ortiz Silva Director Recursos

Legados y Tesoros Patrimoniales del Estado de Guanajuato, es una revista digital con edición mensual, con Registro en Trámite del mes de enero de 2017. Con edición digitalizada para equipos de cómputo y sus periféricos por Fast Print Gto, empresa de Publicidad. Los artículos, ensayos, investigaciones, gráficos, textos e imágenes, son responsabilidad de los autores y no reflejan el criterio del Consejo Editorial.

Las revueltas entre ciudadanos dejan la boca seca, la preocupación en el pensamiento, la tristeza en la mirada, la cabeza gacha y las manos frías, sin el logro de objetivos comunales con la desesperanza arraigada entre la piel desgastada... y el Patrimonio? Un año más que se pierde para mucha parte del patrimonio que sigue y sigue esperando, al igual que muchos de nosotros que miramos cómo se arruinan bellos ejemplares de la riqueza patrimonial, sin que a nadie le interese; de hecho, poco o nada se le asigna para su conservación, porque la élite política está ocupada en salir bien librada en cada trampa y atentado contra los dineros de todos, es mejor enriquecerse que gastar en conservar los tales bienes patrimoniales. Construir, edificar, rescatar, restaurar, preservar, conservar, son tareas difíciles y complicadas que, requieren de arduo trabajo y esfuerzos que muy pocos ciudadanos están dispuestos a realizar. En cambio, destruir es tan fácil que no falta algún “iluminado” político que con alguna simple declaración a los medios, destruya y complique la existencia del Patrimonio Cultural, causándole graves afectaciones a lo que tardó decenas de años en consolidarse. Los “golpes bajos” propinados en contra de la riqueza patrimonial están dados y será labor de unos cuantos el poder ayudar a sanar esas heridas, esperando la siguiente andanada.

Un abrazo cariñoso Emilio Romero Balandrán

Portada: Emilio Romero Balandrán 2018

Escríbanos a: legadosytesoros@gmail.com


Contenido LA CARTONERÍA TRADICIONAL EXPRESIÓN CULTURAL DE MÉXICO Emilio Romero Balandrán

FRAY JOSÉ DE GUADALUPE MOJICA y su Dulce Renunciación. Por Jesús Ibarra

CAMINANDO GUANAJUATO: ANTES Y AHORA Gilberto Piñeda Bañuelos

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EL MAYORAZGO HACIENDA DE JARAL DE BERRIO Emilio Romero Balandrán

LA CAPILLA DE LA MÚSICA ANTIGUA EN MÉXICO Emilio Romero Balandrán

EL ACERVO FOTOGRÁFICO DE GUANAJUATO

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LA CARTONERÍA TRADICIONAL EXPRESIÓN CULTURAL DE MÉXICO “LAS LUPITAS” EMILIO ROMERO BALANDRÁN

FIGURA HUECA ARTICULADA TEOTIHUACAN 200 /650 D.C. - SINAFO - I.N.A.H.

Por miles de años, las civilizaciones contaron con los elementos necesarios para sus juegos o pasatiempos, que los acompañaron durante todos los procesos de su desarrollo y hoy, se consideran parte integral de las Culturas Populares en casi todas las naciones del mundo.

Para el caso de México, estas manifestaciones

han llegado hasta nuestros días inmersas dentro lo que consideramos Cultura de nuestros Pueblos Originales en el rubro de la Cartonería Tradicional. Perdidos en los tiempos inmemoriales nuestros Pueblos, fueron capaces de desarrollar diferentes actividades psicosociales para obtener sus propios juegos y pasatiempos, como actividades lúdicas que fueron par-


tes fundamentales para enriquecer sus Usos y Costumbres, su manifestaciones populares, sus coloridas celebraciones, sus momentos familiares y personales, con diferentes materiales de acuerdo a las épocas que fueron pasando. Así al paso del tiempo, los materiales escogidos fueron producto de diversas experiencias, que les permitieron cosas tan simples como la durabilidad de los juguetes, su colorido, su manufactura. Con las habilidades manuales de decenas de pobladores, fueron surgiendo poco a poco, lugares, sitios o ciudades que fueron dando relevancia a determinadas manufacturas y dejaban notar sus propios estilos, integrando además sus propias expresiones culturales, como reflejos de sus Usos y Costumbres locales, proporcionando así, el enorme tapete de expresiones artesanales que aún es posible localizar por toda la Nación. Dentro de aquellas expresiones populares, figura con gran importancia, la Cartonería como elemento material fundamental para la manufactura de objetos de diverso uso: máscaras, títeres, escudos, cascos y sombreros, armas tradicionales y ... Muñecas!! La historia de las Muñecas de Cartón, es tan vieja como cientos de tradicionales manifestaciones y contiene diversos ingredientes; quizá el más interesante sea el reflejo de aquella sociedad polarizada y definida por “castas” que se impulsó desde la cadenas del absurdo en términos de la supremacía blanca, de los poderosos, de los conquistadores, de aquellos que sin ser mucho, pretendieron serlo todo. En aquel entorno social polarizado, criollos, mestizos, indios, negros, lobos, mulatos y... otros categorizados grupos sociales, vivieron entre penumbras y con sabores amargos, las diferencias sociales a las que fueron sometidos, desde los altos mandos jerárquicos de una organización gubernamental, creciendo y motivando el enorme deseo de la emancipación. Para los siglos XVIII y XIX, aquella necesidad de emancipación era prácticamente incontenible, surgiendo los movimientos de hartazgo y protesta de miles de ciudadanos, hechos que provocaron cientos de enfrentamientos y la convulsión casi generalizada a lo largo y ancho de la Nación Mexicana.

Mientras eso ocurría, la sociedad se daba tiem-

MUÑECA CERA Y TELA MUSEO REGIONAL DE LA ALHÓNDIGA DE GRANADITAS - XIX -


po para otras actividades, entre ellas la diversión de sus hijos pequeños y la suya propia. Surgieron con mayor ímpetu, los juegos de cartas, de dados, las carreras de caballos, las peleas de gallos, las corridas de toros.. y para la familia pequeña: las Muñecas de Cartón entre otros.

Aquellas diferencias sociales eran notorias; mientras en los altos círculos sociales, las muñecas eran de porcelana, cera, madera tallada, adornadas con finos lienzos, pedrerías, entre otros materiales y reflejaban estilísticamente la época, el momento, la moda e incluso las actitudes humanas de poder, riqueza, estatus, hasta la representación de gestos y personalidades copiadas de referentes vivos. Ante la imposibilidad de adquirir muñecas con aquellas características, mucha de la población hacía sus mejores momentos de diversión en la sencillez de las “monas” manufacturadas en cartón que, con la técnica adecuada y en manos de habilidosos artesanos, resultaban más divertidas al proporcionarles ratos de feliz esparcimiento, sin tener en manos objetos tan delicados que se destrozaban fácilmente. Al igual que “ellas” mismas, su nombre se pierde entre las manecillas del reloj... “peponas” y más popularmente como “Lupitas” , estas confecciones se realizaban y aún en día, articuladas, formadas de cinco partes una cabeza y el tronco, dos brazos, dos piernas y para el movimiento, se atraviesa un hilo por el tronco para amarrar ambos brazos y piernas, se trabajan con moldes preestablecidos a los que se van agregando capas de papel cartón, con “engrudos” -pegamento tradicional elaborado con harina y agua- y aprisionando poco a poca aquella pasta de papel sobre el molde; al término y el secado, queda las piezas listas para recibir primeramente baños de pintura blanca, utilizada como base de todo el concepto para luego ir coloreando con los diversos tonos desde la imitación piel, hasta la vestimenta y adornos que cada artesano le confiera al producto acabado.

MUÑECA CERA Y TELA MUSEO REGIONAL DE LA ALHÓNDIGA DE GRANADITAS - XIX -

Las lupitas son populares, sobre todo el los días del Corpus Christy, en las fiestas populares de ferias en decenas de Pueblos y Ciudades que aún conservan tradiciones populares.


Lectura, que muchos se empeñan en “interpretar”, cosa que pienso muy lejana para lograr la comprensión exacta. El Misticismo Nahua primigenio, esta integrado por muchísimas variables, viviencias, interacciones y sin fin de otras apreciaciones; tiene además ingredientes que les permitieron comunicarlos a manera de “metáforas” que por cierto, alejados como estamos en la actualidad de esos conceptos, nos es terriblemente difícil poder comprender a cabalidad. Esta manera de comunicar, los llevó a la simplicidad -cosa igualmente difícil de lograr- pues si nos remitimos a su escritura, podemos encontrar glifos de una gran sencillez, comparada con nuestro alfabeto, solo que, con una gran dosis metafórica. Es por ello que menciono la importancia de hablar Nahuatl para poder leer gran parte de los llamados códices de estas Etnias. Tendremos que remitirnos nuevamente al Códice Boturini para comentar que: Debemos otorgar mucho más crédito a aquella cultura, del que mezquina

PROCESO DE MANUFACTURA DE LAS LUPITAS Y PRODUCTOS FINALES: DON CARLOS DERRAMADERO VEGA - CELAYA, GTO. -

Aún existen lugares donde se elaboran cientos de piezas de Cartonería, entre ellos, Celaya, Gto., que se destaca por su constante participación a través de uno de sus principales exponentes, me refiero a Don Carlos Derramadero Vega y su familia. Don Carlos originario de Apaseo el Grande, ha dedicado mucha parte de su vida en la elaboración de estas piezas de cartonería, que según cuenta, tendrán unos doscientos años en el gusto popular. Además a tenido particular empeño en que partes de su familia, se integre a tales manufacturas, aunque han podido sentir, los avatares de una artesanía que ha perdido mucha de

su popularidad, por diferentes factores, entre ellos, la competencia desleal de los plásticos y productos extranjeros, otra parte, se debe a la poca aceptación popular, porque el producto final, tiene su propio aroma peculiar que muy poco se tolera, en comparación con otros. Tanto las muñecas “lupitas” como otras decenas de productos, tienen esas desventajas comerciales, en las áreas urbanas a diferencia de las rurales, donde siguen siendo muy aceptadas y que se explica porque pocos centros comerciales se sitúan en el medio rural mexicano.


MUÑECAS LUPITAS DE LA CARTONERÍA TRADICIONAL EN CELAYA, GTO. DON CARLOS DERRAMADERO VEGA

Con variados premios y ventas fuera de México, Don Carlos y su familia han continuado -contra viento y marea- realizando su producción y abordando otras artesanías, aprovechando sus habilidades. En general todos los artesanos dedicados a la Cartonería, inician su producción, justo después del término de cada temporada anual de ventas: Semana Santa, Jueves de Corpus, ferias patronales, día de muertos y temporada de posadas. Debemos considerar especialmente las festividades patronales, porque en Pueblos y Ciudades se manifiestan diferentes aportaciones culturales, sobre todo de Danzas de carácter ceremonial

religioso y tradicionales de cada región del panorama nacional. Estos elementos nos exquisitos ejemplares de las tradiciones que ocupan decenas de piezas de cartonería, para su realización, sobre todo las conocidas máscaras utilizadas por las compañías de danza, para lograr caracterizaciones únicas a cada grupo representativo. La Danza como expresión popular es uno de los mejores exponentes de trabajos de cartonería que se realiza aún en varias poblaciones de nuestro México.


Cientos de Grupos dancísticos de carácter tradicional o religioso, son los encargados de proveer diferentes manifestaciones populares a las fiestas pueblerinas, que a lo largo de los días del año, se van dando con pasión y fervor por parte de los habitantes; todas aquellas expresiones tienen por común denominador el uso de máscaras de cartonería o de madera. Aún contra viento y marea, la cartonería sigue existiendo, porque sus productos elaborados son económicos y tienen su propia demanda en muchos rincones de México, que se destacan por el consumo de esos artículos que hacen las delicias de los pequeños.

Para la llamada generación de los 40/60, aún quedan en la memoria aquellos bellos artículos que permitían momentos de diversión, juegos y pasatiempos familiares de antaño: máscaras, chacos, caballitos con carrizos, escudos, títeres y otros muchos productos que surgieron para disfrutarlos día a día, con la misma novedad causada, como si la compra hubiese ocurrido momentos antes. Por aquellos años, los espacios estaban ocupados más bien por grupos de chiquillos jugando en su tiempo libre, plazas, calles y callejones, eran el “patio de juego” de cientos de pequeños con las risas a flor de --


labios, las frases que deberían tener cada juego, sus trucos y triquiñuelas. En las niñas, los juegos con aquellas muñecas de cartón articuladas, haciéndolas casi caminar, jugando a la “comidita”, a “vestirlas” y un sin fin de pasatiempos recreativos que se recuerdan con mucho afecto. Para los niños, aquellos juegos recorriendo las calles montados en un Caballito de Cartón con cuerpo de carrizo, se hacían piruetas simulando enormes corceles y no faltaban los relinchos y sonidos propios de la “caballería”.

... “más el paso de los años, todo aquello ya borró...” dice la canción himno de Guanajuato y tiene razón al mencionar que, aquellos tiempos se fueron palmo a palmo y que las épocas modernas, asentaron duros golpes a las tradiciones más arraigadas en nuestros Pueblos y Ciudades, al enfrentar la magnífica artesanía de la Cartonería Tradicional, con los materiales modernos como el plástico y otros que finalmente producen juguetes, careciendo de aquella personalidad que los tradicionales nos mostraron y que hoy hace que les recordemos con mucho afecto. Imágenes tomadas de Internet



Fray José de Guadalupe Mojica y su Dulce Renunciación. Por Jesús Ibarra


Al sur del estado de Jalisco, casi al pie de los volcanes el Nevado y el Fuego de Colima, rodeado de bosques de pino y encino, mezclándose en las partes más bajas con huizaches, palo dulce y granjenos, se encuentra el poblado de San Gabriel, cuyos alrededores baña el río Jiquilpan y varios arroyos como el Salsipuedes, Las Ánimas o el Ojo de Agua. El ilustre Juan Rulfo, que vivió en San Gabriel, inicia su cuento En la madrugada con este enunciado: “San Gabriel sale de la niebla húmeda de rocío. Las nubes de la noche durmieron sobre el pueblo buscando el calor de la gente. Ahora está por salir el sol y la niebla se levanta despacio... Allá lejos los cerros están todavía en sombras.” En ese pueblo en medio de las montañas, nació el 15 de septiembre de 1896, José Abel Mojica, hijo de

doña Virginia Mojica, madre soltera. Mejor conocido como José Mojica, se convertiría en uno famoso cantante de ópera y actor de cine, que triunfaría en México y Estados Unidos. Sin embargo su contribución más importante fue para la ciudad de San Miguel de Allende, en el Estado de Guanajuato, en donde se convirtió en una figura primordial para el embellecimiento de la ciudad, el fomento al turismo y sobre todo, para la creación del Santuario Hogar Guadalupano Mexiquito, casa hogar para niños en condiciones de calle, que en mayo de 2017 festejó los 50 años de su fundación. La infancia de José Mojica no fue fácil. Siendo hijo de madre soltera, siempre fue señalado por la sociedad de San Gabriel. Teniendo José alrededor de seis años, doña Virginia se casó con Francisco Bracamontes


de oficio zapatero, con quien procreó un hijo, Arnoldo. La muerte de su medio hermano, a muy corta de edad, fue el primer encuentro con la muerte que tuvo José. Su padrastro era alcohólico y durante una borrachera hirió a doña Virginia en la frente, marcando su rostro con una gran cicatriz. El padrastro fue encarcelado y doña Virginia, después de vender sus propiedades, decidió trasladarse a la ciudad de México. Doña Virginia y José salieron de San Gabriel en 1906, cuando José contaba con diez años de edad. Mojica nunca olvidaría la mañana fresca y azul en que dejó San Gabriel, y escribió en su autobiografía: “La madrugada en que salimos de nuestro hogar, mi madre me tomó de la mano y me llevó al sitio del corredor en que mejor se miraban el patio, la silueta de las torres del

templo y el volcán de Colima y ahí, con voz trémula, me dijo: – Dile adiós a tu casa.” En México estudió en el colegio de monjas Sainte Marie y posteriormente en la Escuela Elemental Número 3. Entre 1911 y 1914 estudió agronomía en la Escuela Nacional de Agricultura. En este periodo, como vivía con su madre en la calle de Moneda, a un costado de Palacio Nacional, fue testigo de la Decena Trágica, que culminó con la muerte del presidente Francisco I. Madero. Desde la infancia, José había demostrado gusto habilidades para el canto, con una potente voz, por lo que decidió dejar la Escuela de Agricultura y empezó a estudiar canto con el profesor Alejandro Cuevas, maes-


tro de una generación de los mejores cantantes de México. A base de esforzado trabajo y vocalización, José Mojica consiguió debutar como tenor en el Teatro Ideal, para después participar en la ópera El Barbero de Sevilla, el 5 de octubre de 1916, en el Teatro Arbeu (hoy Biblioteca Miguel Lerdo de Tejada), donde logró su consagración ante el público. Durante la época de la Primera Guerra Mundial, decidió emigrar a Nueva York, en donde comenzó a buscar audiciones, mientras trabajaba como lavaplatos en un restaurante de lujo para subsistir. Logró integrarse a la Compañía de Ópera de Chicago, en donde alternó con figuras internacionales de la ópera como

Mary Garden y Fiodor Chaliapin. Su voz sonaba también en el radio interpretando canciones como “Júrame” de María Grever y “María la O” de Ernesto Lecuona. A principios de los años 30 incursiona en el cine latino de Hollywood y participa en películas como El precio de un beso, El rey de los gitanos y La cruz y la espada, en donde interpretó a un fraile franciscano. A pesar de que su madre fue siempre muy católica, José se había separado de la religión a raíz de algunas ideas anticlericales que le trasmitió un profesor en la escuela primaria. Sin embargo, cuando tuvo que estudiar a San Francisco de Asís, para interpretar al fraile franciscano, su vida sufrió una transformación. Sentía que había llevado una vida intrascendente y superficial. En San Francisco de Asís encontró una nueva luz y tomó una


decisión: dejar su vida de fama por una vida tranquila en San Miguel de Allende, en compañía de su madre. Es incierto el año exacto en que llegó a San Miguel de Allende, pero debió de haber sido alrededor de 1936. Compró la Granja Santa Mónica, ubicada en la calle de Baeza, a un costado del Parque Juárez y la arregló especialmente para su madre, tomando como modelo la casa que habían tenido en San Gabriel. Se convirtió en hermano terciario franciscano. Ayudaba a los niños y a la gente de escasos recursos; junto con sus amigos cantantes como Pedro Vargas, también originario de San Miguel, organizó conciertos a beneficio del pueblo, para lo cual fundó la organización Amigos de San Miguel. Aún no se retiraba completamente del mundo del espectáculo y seguía dando algunos con-

ciertos en el extranjero. En 1940 el destino le dio un golpe fatal al fallecer su madre, lo que le produjo una crisis existencial, la cual sólo logró vencer gracias a su religiosidad. Durante una gira de trabajo, llegó a Cuzco, Perú, y visitó un convento franciscano en dicha ciudad. Después de convivir durante unos días con los frailes decidió convertirse en uno de ellos. Antes tenía que cumplir con la filmación de una película llamada Melodías de amor, en Argentina, cuya música estaba componiendo su gran amigo Agustín Lara, a quien le confesó la decisión que había tomado. Como despedida, Lara compuso para él la canción “Solamente una vez”, que Mojica estrenó en dicha película.


Al terminar de filmar, regresó a San Miguel, donó sus propiedades a sus parientes, y en completa pobreza, regresó a Cuzco para ingresar al convento. Era el mes de marzo de 1942. Después de cinco años de noviciado, José Mojica tomó los hábitos el 13 de julio de 1947, con el nombre de Fray José de Guadalupe Mojica. Por orden de sus superiores, Fray José debía de seguir viajando y dando conciertos, con la intención de difundir la vocación franciscana. Escribió su autobiografía, titulada Yo pecador, igualmente con este propósito, misma que fue llevada a la pantalla en 1959, con las actuaciones de Libertad Lamarque como doña Virginia y Pedro Armendáriz como el padrastro. Para el papel de Mojica fue elegido un joven actor brasileño llamado Pedro Geraldo. En sus correrías difundiendo la vocación franciscana, Fray José regresó a su amado San Miguel de Allende, con la idea de fundar un santuario guadalupano, que sirviera además como casa hogar para niños desamparados. Inició el proyecto, ayudado por el fraile cubano Fray Gonzalo de Jesús, en las tierras de la vieja hacienda de Mexiquito, que le fueron donadas para tal propósito. El 8 de mayo de 1967 nació como asociación civil el Santuario Hogar Guadalupano Mexiquito, cuya inauguración tuvo lugar, unos años después, el 12 de diciembre de 1970, pero aún sin funcionar como casa hogar.

Sin embargo, Fray José no vería su obra concluida. En 1972 enfermó de diabetes, al grado que hubo que amputarle un dedo del pie. Su condición se deterioró rápidamente. Al enterarse sus superiores en Cuzco, enviaron por él. En Perú su situación se agravó aún más y hubo que amputarle la pierna completa, lo cual Fray José aceptó con resignación y entrega a la voluntad de Dios. Jamás volvió a su querido San Miguel de Allende ni a su adorado Santuario Guadalupano. Fray José de Guadalupe Mojica falleció el 20 de septiembre de 1974. Mexiquito permaneció en el abandono hasta que en 1978, las hermanas Dominicas de María llevaron a los primeros niños. El Santuario Hogar Guadalupano Mexiquito, obra póstuma de Fray José, sigue funcionado hasta el día de hoy en San Miguel de Allende, a cargo de cinco hermanas, que tienen a su cuidado a alrededor de 35 niños. Fuentes: Ibarra, Jesús: José Mojica, Dulce Renunciación, Santuario Hogar Guadalupano Mexiquito, San Miguel de Allende, 2017. Mojica, Fray José de Guadalupe: Yo pecador, Editorial Jus, 4ta edición, México, 1974


CAMINANDO GUANAJUATO: ANTES Y AHORA Gilberto Piñeda Bañuelos

En memoria de mi profesor Jesús Gallardo Carrillo (q.e.pd.). ANTES, al finalizar la senda mitad de la década de 1960, un grupo de jóvenes estudiantes de arquitectura caminamos las calles y callejones de la ciudad antigua de Guanajuato al lado de nuestro profesor de dibujo Jesús Gallardo para dibujar a mano alzada las edificaciones históricas del Guanajuato colonial y decimonónico. AHORA, más de cuatro décadas después caminé las calles de Guanajuato aprovechando la investigación gráfica sobre historia urbana de Guanajuato que realicé durante mi año sabático hace cuatro años. Como todos los domingos, desde que llegué me dedico algunas horas del día a dibujar a mano alzada como nos enseñó el profesor Gallardo que nos daba las clases de Dibujo al Natural y Dibujo al Desnudo cuan-

do estudiábamos arquitectura; una práctica que por falta de tiempo, en La Paz, no había podido desarrollar; más bien porque no me doy el tiempo, no lo había hecho de manera frecuente. Como yo siempre busco algún pretexto para ponerme a trabajar en algo, no puedo estar sin hacer alguna cosa para mí importante; desde antes de venirme a Guanajuato al año sabático, por dentro, me hice el propósito, de que aquí en Guanajuato me pondría a practicar el oficio de dibujar, y que no iba a buscar algún pretexto para no hacerlo. Uno de los domingo como a las 11 de la mañana me fui a desayunar a un restaurante en el centro, cerca del Teatro Juárez, justo enfrente de lo que es la antigua Casa de Moneda que funcionó de 1827 a 1900, aunque no sé si el edificio es del siglo XVIII, y desde la mesa, mientras desayunaba me puse a dibujar una ventana de la antigua Casa de Moneda que se miraba a través de la


puerta desde el restaurante; terminé de desayunar y seguí dibujando, mientras me tomaba otro café… estaría como una hora. Cuando salí me fui caminando por la calle de Sopeña y me senté en una banca frente a esta calle, mirando hacia el Jardín Unión frente al Teatro Juárez, aunque no se ven… pero desde ahí, en una “plazoletita” donde hay un frondoso árbol y vendedores ambulantes; atrás de donde me senté se encuentra el Templo de San Francisco, construido en el siglo XVIII. Ahí estuve por espacio de seis horas y me puse a dibujar una vieja casona, que no sé si es del siglo XVIII, que fue precisamente la casa donde vivía, porque ya falleció, del Fundador de la Escuela de Arquitectura en 1959 y que era el director cuando yo estaba estudiando, el arquitecto Víctor Manuel Villegas Monroy, que me dio clases de Historia del Arte y de la Arquitectura… La dibuje sin personas

(porque estaba abarrotada la calle de sopeña, que ahora es peatonal) pero le dejé los cables de teléfono que están colgando (si no dibujé las personas, debía haber quitado los cables… después me arrepentí). No había tenido una experiencia como la que tuve, que en seguida les cuento, pues cuando dibujé el domingo antepasado la cúpula del Templo de Pardo, que está rumbo a Tepetapa, bajando al Jardín El Cantador, estuvo sentada en la misma banca donde estaba dibujando, una niña muy seria que venía de un pueblo cercano, y me estuvo observando las casi dos horas que estuve dibujando, y al final, cuanto terminé le pregunté: “¿te gusta dibujar?..” y me dijo “sí, mucho…”, le pregunte de nuevo ¿te gusta?...” y me dijo “sí, está muy bonito… pero yo no sé dibujar así… Sin embargo, éste domingo, había tanta gente, que fue interminable la cantidad de personas que se acercaron, niños, jóvenes y adultos, fa-


milias enteras, de ahí mismo de Guanajuato, de Puebla, del Distrito Federal, de Jalisco, y de otros estados, pero también extranjeros y extranjeras… Y es que el lugar era muy transitado, o sea “muy turisteado” y pues resultan lógicas las expresiones que les voy a contar, pero no dejan de ser estimulantes…Solo les cuento tres casos, de los muchos: Una familia entera, con un niño muy entusiasmado con el dibujo, pasaron por primera vez cuando estaba empezando a dibujar y se quedaron algunos minutos viendo; el niño, luego, luego, dijo que estaba muy bonito, que se parecía mucho, habían pasado dos o tres horas y volvían de regreso la misma familia, y se volvieron a quedar, ya estaba muy avanzado el dibujo, y el niño sorprendido, no se quería ir, tenía como 10 años… Otro fue un grupo de jóvenes se acercaron y se quedaron a verme dibujar, y uno de ellos me preguntó…”¿A

como los vendes?” “..No.. No lo vendo.. son para mí”, le contesté; me dijo que él estudiaba en la Escuela Superior de Arquitectura de Guadalajara, y dijo que le gustaba mucho el dibujo que estaba haciendo… Otro fue un grupo de jóvenes, una de ellas, fotógrafa, y después de un buen rato que se quedaron a verme dibujar, una de ellas, la fotógrafa me iba a tomar una foto dibujando, sin darme cuenta, y su amigo le dijo: “pero hay que pedirle permiso”… ”No hay problema, le dije, y ya.. hizo varias tomas, algunas de ellas desde la parte de atrás de la banca donde estaba dibujando, seguramente para que apareciera el dibujo y la casona en la misma imagen, no sé... Finalmente paso una familia de México-Americanos, completa, con tres hijos, dos adultos y un adulto mayor, que ese si era “gringo” completo, pasaron de largo, pero el “gringo” se quedó, y llamó a la familia que se le había adelantado, y se quedaron viendo dibujar, y los niños, que les gustaba mucho dibujar, según dijeron


ellos mismos y sus padres lo confirmaron, estaban muy entusiasmados con lo que estaban viendo en el dibujo, y volteaban a verlo y a ver la casona, a buscarle parecido… En estas seis horas que estuve dibujando, muchas personas se quedaron a ver dibujar… Así que fui a comer hasta cerca de las 7 de la tarde, y lo más interesante es que no me cansé absolutamente nada, como suele suceder cuando uno trabaja tantas horas seguidas, me sentí muy bien con estas experiencias, pero aparte, me sentí bien dibujando… Los dibujos se los comparto en esta crónica. Se me pasaba comentarles que durante las horas que estuve dibujando, justo atrás de mí, estaba un señor muy “alburero”, que cantaba sólo canciones de las décadas de 1960 y 1970, Bob Dylan, los Beatles, los Rolling

Stones, etc., y estaba vendiendo discos de la época; y en una de esas, llegan los inspectores municipales, como suele suceder, en todos lados y le dijo que levantara la mercancía y le amenazó que si no lo hacía, se la iban decomisar; en ese momento, suspendí el dibujo y nos pusimos a alegar juntos contra el inspector fiscal, aunque finalmente, el señor me dijo, delante del inspector: “bueno.. mejor lo levanto, pero son unos desgraciados corruptos, como no le quitan lo que se roba el presidente municipal..”, levantó los discos y se fue. Yo estaba terminando de dibujar, ya le estaba dando los últimos detalles, cuando una hora después, llegó de nuevo el mismo señor que había tenido que levantar su mercancía, se puso a un lado de mí, y me dijo … “pero si esta igualito, hasta las piedritas le puso…” …y pues todo esto… para mí… ese domingo en Guanajuato resultó ser no solo estimulante, sino que me dio


un poco de confianza de que el oficio de dibujar a mano alzada sigue siendo algo de mí que había dejado guardado durante muchísimos años, no sé dónde.

GILBERTO PIÑEDA BAÑUELOS Arquitecto de la generación 1967-1971 de la Universidad de Guanajuato, originario de la ciudad de La Paz, Baja California Sur.



SAN DIEGO DEL JARAL DE BERRIO EL MAYORAZGO Emilio Romero Balandrán

Don Juan Bautista María de Guadalupe José Gumersindo Joaquín Miguel de Moncada y Berrio - 1825 - Pintura de Navarrete - Mediateca I.N.A.H.


Los Abogad

Desde tiempos inmemoriales, el Estado de Guanajuato ha tenido influencia principal en la vida de la nación mexicana y fuera de ésta; esta función influyente se ha permeado hasta los confines de otras naciones por diferentes razones, por diferentes épocas y momentos, por sucesos que los habitantes de esa enorme región gestaron en su territorio, contribuyendo a lo largo de centurias con páginas y páginas para el gran libro de la historia de México. Se cuenta que la riqueza e influencia de la que fuera la hacienda más próspera, organizada y rica de la zona norte del Estado de Guanajuato, tuvo tanta prosperidad que al paso del tiempo se convirtió en un ma-

yorazgo de casi cien haciendas, distribuidas desde las afueras de la ciudad de México, hasta las vastas zonas del Estado de Zacatecas, fue conocida como la Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio. Su historia tiene incontables matices, llenos de importantes acontecimientos propiciados por los diferentes propietarios, que dejaron impregnados en sus muros, referentes de sus propias historias, de sus decisiones, de sus querencias, de sus razones, de sus ricos abolengos, de su paso por la vida. La Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio es hoy, un increíble, enorme e importante Mausoleo don-


dos- 1844

de están sepultados: pensamientos, razones, decisiones, amores, imaginaciones, planes, proyectos, deseos, normas, conductas, usos, costumbres, anhelos, fuerza creadora, realizaciones, éxitos, fracasos, aventuras, amoríos, odios, nacimientos y muertes.

Ahí, en ese enorme Mausoleo, están sepultados los años y la grandeza de una estirpe de seres humanos que dejaron su huella en la historia de nuestro Estado, para hoy poderlos reconocer como Legados y Tesoros Patrimoniales de Guanajuato.

La lectura que nos regala por entero en sus muros, en sus proporciones, en sus diseños y arquitectura, en sus espacios, nos deja saber además, de la enorme capacidad de los constructores, de las manos artesanas, de las manos de artistas, de todos cuantos participaron en su edificación a lo largo de los siglos y de la vida de cientos y cientos de personas que la habitaron, desde los propietarios hasta los trabajadores, sus familias, sus descendientes.

Visitarlo, recorrer sus encantos con ojos observadores, proporciona una lectura de enorme belleza y nos remonta a su pasado, a un pasado escrito en nuestra propia historia.


El Caracol - 2017 -


Algunos de los propietarios de la Hacienda de San Diego del Jaral de Berrio: Don Juan Zavala y Ferranga. 1592 Don Prudencia de Ardentía. 1631 Don Juan Ruiz de Zavala y Lois . 1672 Don José de Retes y Ortiz de Largancha y Salazar. 1680 Doña Teresa Francisca de Retes y Paz y Vera. 1687 Don Dámaso Zaldivar y Retes. 1700 Don Andrés de Berrio y Díaz Palacios. 1720 Don José Calixto Miguel de Berrio. 1779 Don Juan Nepomuceno María de Guadalupe José Gumersindo Joaquín Miguel de Moncada y Berrio. 1799 Don Juan Isidro de Moncada y Berrio. 1850 Don Francisco Cayo de Moncada y Fernández de Córdoba. 1910 Don Rutilo Rojas Rodríguez. 1950/55 Don Jorge Guajardo. ¿

Los Silos l - 2017 -


Catacumbas de las Caballerizas - 2017


Escalera Monumental - 2017


Patio interior - 2017 -


Suntuosas decoraciones de antaĂąo - 2017 -


Basílica Colegiata Esplendor de Nuestra de antaño Señora -de2017 Guanajuato - 1951 -


ArquerĂ­a de las Caballerizas - 2017 -





LA CAPILLA DE LA MÚSICA ANTIGUA EN MÉXICO

Los Tiempos Pasados Emilio Romero Balandrán

Estudio Musical del Maestro Armando López Valdivia Guanajuato, México.


Tuve la fortuna de conocer al Ing. Armando López Valdivia, por allá de los años finales de la década de los 60s. del siglo pasado, en aquel Guanajuato que experimentaba sus pasos lentos hacía los cambios estructurales que finalmente se dieron desde muchos ángulos de la vida citadina. Por esos años, la ciudad había pasado de ser netamente industrial a dedicar más sus actividades a la vida estudiantil impulsada por la Colmena Universitaria, como cariñosamente se le llamaba a la Universidad de Guanajuato y todas aquellas actividades que se generaban desde dentro de la Universidad, bien se notaban en su exterior, con planes de enseñanza y academia que se permeaban en toda la vida de la ciudad.

Surgen por esos años, diferentes manifestaciones culturales motivadas por la cercanía y cobertura de la Universidad y por las inquietudes de cientos de chicos estudiantes que deseábamos tener participaciones activas en la comunidad, con variadas actividades dentro del ámbito cultural. Muy pronto nacen oportunidades de expresión artística que nos ayudaban a complementar nuestras actividades diarias, fuera de los deportes, estas expresiones dieron las facilidades para que, decenas de chicos, encontrásemos terreno fértil, para desarrollar la creatividad, las inquietudes teatrales, las musicales, las dancísticas, las plásticas, en un ambiente relajado y sin mayores complicaciones. Pronto se incrementó el número de interesados en las diferentes agrupaciones que permitían y fomentaban las actividades artísticas.


Se refuerza, por ejemplo, el Teatro Universitario con una buena “camada” de actores y actrices salidos de las filas universitarias. Nacen grupos musicales como la Estudiantina y la Rondalla que casi de inmediato, provocan un gran entusiasmo en la comunidad estudiantil por pertenecer a esas agrupaciones y lo mejor de todo, la propia Universidad de Guanajuato, alberga y estructura a estos grupos de manera tal, que bajo su tutela y representatividad prosperan de manera entusiasta hasta convertirse en lo que hoy representan para la Ciudad y la siempre en marcha, Universidad de Guanajuato. En cuanto al “panorama musical” y el “gusto musical” entre los jóvenes y adolescentes de aquellos días, había una gran brecha que nada llenaba; la música de tríos estaba saliendo porque a casi nadie le interesa-

ba y por otra parte los llamados “años del rock” que en esa década hizo explosión, era más bien escuchada por “seguidores de la corriente” de moda y debido a las carencias económicas de miles de estudiantes, muy pocos tenían acceso a la compra de instrumentos y equipos que les permitieran la expresión musical. Justo en esa brecha encontraron acomodo, las festivas canciones estudiantiles, las tonadas de la vieja Europa. Aún recuerdo el montaje y ensayos para interpretar: Lisboa Antigua, Violín Gitano, Tierra de Mis Amores y los arreglos de música clásica especialmente escrita para interpretarse con Laúdes, Bandurrias, Guitarras y otras cuerdas, repertorio de uno de los grupos más representativos de Guanajuato. La Tuna de Oro.


Con aquellos antecedentes en el entorno estudiantil y social del Guanajuato que recién se integraba a la década de los años 70, el Ingeniero Armando López Valdivia encuentra una maravillosa idea por abordar de manera puntual, desde la investigación hasta el montaje musical, localización y técnicas de los instrumentos antiguos y el estudio de partituras escritas que comprenderían desde el siglo XIII hasta el XVII, creando el concepto del Ensamble de Música Antigua LOS TIEMPOS PASADOS, que desde el inicio y fundación causó un enorme interés de la comunidad por encontrar en la agrupación sonidos y propuestas musicales diferentes y poco o nada escuchadas y sobre todo ello, poder atestiguar la puesta en escena de maravillosos y desconocidos instrumentos musicales, propios de las épocas ajenas a la comunidad.

Para el año de 1972 se concreta la idea de la agrupación y se da marcha a su presentación al público, misma que capturó de inmediato a decenas de personas deseosas de seguir admirando el trabajo musical y el interesante repertorio que habían logrado en esos días. El Ensamble de Música Antigua, LOS TIEMPOS PASADOS es hoy un referente del estudio, la investigación, el rescate, la preservación y conservación de decenas de piezas musicales que ocupan uno de los rangos de tiempo más amplio, al contar con repertorio, arreglos y partituras que cubren desde el siglo XIII al XXI, ejecutados con la maestría de todos sus integrantes, siempre bajo la dirección del querido Maestro Armando López Valdivia como fundador e impulsor de todos los éxitos logrados por la agrupación.


46 años en el gusto del público se dice fácil, porque la cantidad no se corresponde con la actividad musical de la agrupación que cumplió cientos de presentaciones a lo largo y ancho de la nación y otras más, representándola en el extranjero, hablan mejor de la gran calidad y aceptación que el público tiene por este maravilloso ensamble de Música Antigua. De su propia historia les comparto párrafos de su folleto de presentación, mismo que utilizan como medio de comunicación con las entidades que se interesan en presentarlos en la escena musical de este especial tipo de interpretaciones:

Hace 46 años el Ensamble de Música Antigua “Los Tiempos Pasados” inició la aventura de recrear el arte musical desde la antigüedad hasta la era actual, con la independencia imaginativa que proponen los instrumentos, donde se desprende la riqueza de su repertorio cuyo reflejo es la insólita mezcla de instrumentos antiguos y modernos; por ejemplo: el Ud árabe y los multifónicos de la flauta traversa, de ahí que cada concierto sea una experiencia irrepetible auxiliados por un arsenal de instrumentos que provenientes de diversas latitudes y épocas. El Ensamble ha actuado en múltiples foros nacionales y del extranjero, cabe destacar sus presentaciones en el Festival Internacional Cervantino, Festival Cervantes en Todas Partes, Jornadas de Música Antigua,


Festivales de Música Antigua, Festivales Internacionales en Estados Unidos, Colombia, Puerto Rico, varios Estados de la Unión Americana, Festival de Shakespeare en Oregón Estados Unidos y los foros más importantes de México. Su versatilidad los ha llevado a interactuar con artistas relevantes como Munir Bashir ( Irak ), Hamza el Din ( Egipto ), Dante Andreo ( Argentina ), Donald Joice ( U.S.A. ), Ars Nova (México ), Scott C. Schwartz ( U.S.A. ), Gerard Edery ( Marruecos ), Camerata Húngara, Grupo Vocal Gregor ( España ), Enric Madriguera ( U.S.A. ), Pilar Rioja ( México ), Nati Mistral ( España ), Grupo Terra Nova Consort (Oregon), Ofelia Medina, (México, Poesía contemporánea y música antigua, “Animal de Escena”), José Antonio Morales “Josefo”(México, Animal de Escena).

Festivales de Música Antigua, Festivales Internacionales en Estados Unidos, Colombia, Puerto Rico, varios Estados de la Unión Americana, Festival de Shakespeare en Oregón Estados Unidos y los foros más importantes de México. Su versatilidad los ha llevado a interactuar con artistas relevantes como Munir Bashir ( Irak ), Hamza el Din ( Egipto ), Dante Andreo ( Argentina ), Donald Joice ( U.S.A. ), Ars Nova (México ), Scott C. Schwartz ( U.S.A. ), Gerard Edery ( Marruecos ), Camerata Húngara, Grupo Vocal Gregor ( España ), Enric Madriguera ( U.S.A. ), Pilar Rioja ( México ), Nati Mistral ( España ), Grupo Terra Nova Consort (Oregon), Ofelia Medina, (México, Poesía contemporánea y música antigua, “Animal de Escena”), José Antonio Morales “Josefo”(México, Animal de Escena), entre los más importantes. Es digno de mencionar su colaboración con el importante director


teatral y dramaturgo Juan Ibañez, con la música original de la puesta en escena de obras como: Siempre es Hoy, Divinas Palabras, Mezcla y Espectáculos de Poesía Contemporánea y Música Antigua. Además de presentaciones en la Casa Blanca, Reunión Cumbre de1981 en Cancún, Los Pinos y para Ministros, Presidentes, Reyes y demás personajes de la política del mundo. Existen nueve discos que consignan la labor del grupo, y dan testimonio del paso de más de tres generaciones de músicos que han aportado su talento dando continuidad a esta aventura. Explorar el pasado incógnito de otros tiempos cuyo mensaje y riqueza no se han extinguido, la aventura esta ligada a la sabiduría eterna, aspiramos a encon-

trar la radiación misteriosa que oculta cada obra. Los Tiempos Pasados representan culturalmente a la Universidad de Guanajuato. Integrantes: Beatriz Eleanor López Wunsch (Mezzo, Instr.) Karla López Wunsch (Soprano, Instr.) Rafael Cuen Garibi (Instrumentista) Alejandro Alcázar López (instrumentista) Juan José Plascencia (Instrumentista) Ramón Hernández Flores (Percusión) Sergio Rico Gutiérrez (Percusión) Jorge Arturo Presa Ortíz (Percusión) Armando López Valdivia Director e Instrumentista)


Instrumentos: Laudes, Vihuela, Vihuela de Arco, Violas da Gamba, Ravel, Mandoras, Dulcimers, Flautas, Orlos, Úd Árabe, Cornamusa, Saz, Violas de Rueda, Rabel, Fidula, Qitra, Guitarra Barroca, Guitarras, Salterio de Arco, Salterio, Shalamei, Darbuka, Náquira, Tambor, Tamborin, Címbalos, Dulcian, Sistro. He llamado al estudio de Música Antigua del Maestro Armando López Valdivia, como “La Capilla de la Música Antigua en México” por la sencilla razón del especial culto a la buena música que siempre ha manifestado el querido Maestro y cuando tienes oportunidad de “estar ahí” de inmediato puedes percibir ese culto y respiras intensamente ese aroma de la creatividad, del talento, de la pasión, amén de las decenas de ejemplares de instrumentos, partituras, libros, piezas --

de todo tipo y relacionadas con todos los legados y tesoros que ahí conviven, uno al lado de otro y ellos con los que tenemos la fortuna de ser sus visitantes. El Ensamble de Música Antigua “LOS TIEMPOS PASADOS”, pasará a la historia musical de la ciudad y principalmente de nuestra Alma Mater, Universidad de Guanajuato, como uno de sus mejores exponentes de la calidad porque ha podido escribir con letras de oro su nombre, en los anales más puros del quehacer y la historia Musical de la ciudad Patrimonio Cultural de la Humanidad.

Emilio Romero Balandrán. diciembre 2018


















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