GUANAJUATO -LEGADOS Y TESOROS PATRIMONIALES - junio 2017

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de

Guanajuato

legadosytesoros@gmail.com


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onsejo Editorial

Emilio Romero Balandrán Dr. Angel Humberto Arcos García Emilio Romero Balandrán Director General Lic. Alicia Oriz Silva Director Recursos

Legados y Tesoros Patrimoniales del Estado de Guanajuato, es una revista digital con edición mensual, con Registro en Trámite del mes de enero de 2017. Con edición digitalizada para equipos de cómputo y sus periféricos por Fast Print Gto, empresa de Publicidad. Los artículos, ensayos, investigaciones, gráficos, textos e imágenes, son responsabilidad de los autores y no reflejan el criterio del Consejo Editorial.

ditorial

El ayer, no es solo el tiempo pasado... el ayer tiene muchos ingredientes y para nosotros, el ayer está constituido también por los Legados y Tesoros que nos fueron dados en custodia por nuestros ancestros. El ayer también nos motiva a escudriñar en los viejos anales de nuestra historia, para descubrir esos legados y tesoros, estudiarlos, analizarlos por todos sus rumbos, a fin de encontrar en todos ellos, los por qué, los cómo, los para qué. Tan solo de imaginar a cualquiera de nuestros antepasados, tratando algún tema, escribiendo algún texto, dibujando algún plano, construyendo algún edificio, dando alguna cátedra, describiendo alguna danza, escribiendo en pautado alguna música, es clave para encontrar las respuestas, para conocer de dónde venimos. El ayer es pues, bagaje cultural que corre por nuestras venas, que se pudiera definir como la cadena del ADN intelectual que unido a las tradiciones, nos permiten hoy día, convivir y ser parte de las culturas de pueblos y ciudades, donde nos desarrollamos. Es menester entonces, crecer dentro de esos recursos culturales, aprisionarlos en nuestros sentidos, darles vida cotidinamente, difundirlos y promocionar sus valores, compartirlos en cadenas de explosiva enseñanza, para que más y más personas dentro de las comunidades, los perciban, los disfruten, los acojan y los conviertan en los nuevos Legados y Tesoros que aportarán a las futuras generaciones.

Un abrazo cariñoso Emilio Romero Balandrán legadosytesoros@gmail.com


Contenido PLANOS Y MAPAS DE GUANAJUATO

TRADICIONES Y LEYENDAS MEXICANAS

7 19

RESUMEN DE PROGRAMAS DE TV

27

Por las.....BIBLIOTECAS EL PUENTE DE TEPETAPA

29

Joyas de la Historia JUVENTINO ROSAS

33


GENTE DE GUANAJUATO DON LUIS CALVILLO VEGA - MUSTAFÁ -

GENTE DE GUANAJUATO JUAN BAUTISTA MORALES EL ACERVO FOTOGRÁFICO DE GUANAJUATO PETER SMITHERS LOS 46 DE GUANAJUATO DON FULGENCIO VARGAS ORTIZ

47 59 63 79


SanbernabĂŠTres B&B

El entorno donde podrĂĄs vivir y respirar el antiguo ambiente tradicional de Guanajuato...


Planos y Mapas de Guanajuato Por Emilio Romero

La historia de Guanajuato, se inicia como ciudad industrial, pues la fuente principal de su explosivo crecimiento fue la Minería. Desde los primeros hallazgos hasta la implementación de todo lo necesario para realizar labores de extracción, beneficio, producción y comercialización de la riqueza de estas tierras, trajeron por consecuencia un acelerado crecimiento de la ciudad que funcionaba muy acorde a la industria minera. Pocos Planos o Mapas se conocen de la ciudad de entre los años de 1570 a 1750 pues casi siempre se le integraba a planos generales de la zona de lo conocido como la Nueva España, que se dividió en varias regiones.

Encontrar gráficos de aquella época se hace complicado pues hemos podido conocer que varias piezas no se encuentran juntas o en un solo lugar, casi todo esta y/o pertenece a diferentes acervos, incluso en otros países, haciendo que la labor de investigación tenga mayores dificultades. Nos ocuparemos esta ocasión, de los Planos y Mapas que hemos localizado, con la finalidad de compartir con ustedes, parte de esos acervos que mantienen en resguardo tan significativos documentos. El primero y más estudiado por diferentes investigadores y estudiosos de los temas patrimoniales es el conocido Plano de Don José Gabriel Rozuela Ledesma y seguiremos con otros más.

Carta Topográfica y Perspectiva para la Inteligencia del Reparo - GUANAJUATO por DON JOSÉ GABRIEL ROZUELA LEDESMA en el año de 1750. Fuente: Sociedad Mexicana de Antropología - Mediateca I.N.A.H.


Carta Topogrรกfica y Perspectiva para la Inteligenc GABRIEL ROZUELA LED Fuente: Sociedad Mexicana de An


cia del Reparo - GUANAJUATO por DON JOSÉ DESMA en el año de 1750. ntropología - Mediateca I.N.A.H.


El Guanajuato de los años 1730 a 1750, ya acusaba gravísimos problemas con el azolve del Río de Guanajuato, generados por la industria minera en sus procesos de Beneficio a los metales. El cause del río de Lectura, que muchos se empeñan en “interpreGuanajuato recorre profundas cañadas de la tar”, cosa que piensotodas muylas lejana para lograr la comzona y lasexacta. Haciendas de Beneficio fueron situándose a prensión lo largo de su recorrido, porque encontraban fa El Misticismo Nahua primigenio, estamayor integracilidad operaciónvariables, al tener elviviencias, agua que requerían y al do por de muchísimas interacciones mismo tiempo tirar los desperdicios de los procesos. y sin fin de otras apreciaciones; tiene además ingredien tes que les Guanajuato llegócomunicarlos a contar con 76 haciendas para permitieron a manera de “mabeneficiar poralejados lo mismo, todos los sobrantes táforas” quemetales, por cierto, como estamos en la acde esos trabajos fueron a parar al río de la ciudad, hatualidad de esos conceptos, nos es terriblemente difícil ciendo que en poco más de 160 años, todo el recorrido poder compreder a cabalidad. natural del mismo, acusara problemas el azolve. Esta manera de comunicar, loscon llevó a la sim plicidadHabrá que recordar también, que pues ese río, se -cosa igualmente difícil de lograrsi nos nutre de varios pequeñospodemos riachuelos de las diferentes remitimos a su escritura, encontrar glifos de cañadas y en temporada de lluvias, se convierte en un una gran sencillez, comparada con nuestro alfabeto, gigantesco y brioso río,dósis que ha causado a lo largo de la solo que, con una gran metafórica. historia de la ciudad, inumerables inundaciones to Es por ello que menciono la importanciacasi de hadas consecuencias catastróficas, por ser de una blarde Nahuatl para poder leer gran parte de parte los llamados hidrología muy complicada y de explosivo crecimiento códices de estas Etnias. en la temporada lluviosa. Tendremos que remitirnos nuevamente al Códice Boturini para comentar que: Debemos otorgar mucho más crédito a aquella cultura, del que mezquina

Esta problemática llevó al ayuntamiento del año de 1750 a crear una Comisión para estudiar y encontrar soluciones que ayudasen a paliar el grave problema. La imagen al calce, ilustra la problemática del azolve y los pocos espacios que había ya para la circulación de las aguas broncas del Río de Guanajuato. La comisión que presidían los regidores Velasco y De La Torre, iniciaron algunos trabajos referentes con tan poca fortuna, que llamó la atención de Don José Gabriel Rozuela Ledesma, ciudadano español oriundo de Toledo y residente en Guanajuato, quien consideraba inútil la limpieza del río en las formas y gastos que se habían generado, incluso les advertía de muchos más gastos y el fracaso de la encomienda. Rozuela presenta sus propuestas al final de aquel mes de julio acompañadas de un Plano, donde deja constancia del Guanajuato de esa época con detalles muy precisos del cómo eran la mayoría de las edificaciones, sus calles, sus espacios y sobre todo el cause del Río de Guanajuato; dos décadas después, ese río era “encajonado” con recios muros.


Guanajuato en 1785

Después de lo propuesto por Rozuela, se inicaron los trabajos para construir sendas bardas de contención a lo largo de todo el cause del río de la ciudad, con bastante lentitud fueron surgiendo primeramente, diferentes niveles de las calles y edificaciones a las orillas del cause, al mismo tiempo, se incrementó la necesidad de hacer más puentes para uso de la población con el fin de cruzar entre los lados del río, algunas edificaciones se vieron afectadas y quedaron enterradas. El Plano arriba mostrado, se realizó en 1785 y muestra parte de aquellas soluciones de la época, señalando precisamente el cause del río, sus meandros, sus puentes, los cerros y montes; casi sin importancia, se hace referencia al caserío de la ciudad. “La Real Audiencia Gobernadora quedaba en espera del informe acerca del remedio que convendría tomar para que se diera a las aguas del Río una mejor dirección y libertad; se evitara el costo que ya no podían soportar las rentas públicas de esa ciudad y el peligro de las inundaciones a que siempre esta expuesta, así como que se dispusiera la limpia de dicho río”. A la derecha se ilustra muros y azolve del río.


Guanajuato en 1786

“Es un plano muy esquemático de la ciudad de Guanajuato, vista desde lo alto del Cerro de San Miguel. Aunque poco elaborado, la técnica de representación es buena, algo habitual en el siglo XVIII, y se señala la indicación del Norte mediante una estrella y la posición exacta de Guanajuato “Situada en 267 grados 30 minutos de longitud y 22 grados 50 minutos de latitud, en el signo de Virgo”. El tipo de escritura utilizado sitúa la confección del plano en el último tercio del siglo XVIII. La ciudad se nos presenta no con el trazado en cuadrícula propio del Renacimiento, sino con una estructura que responde a población que, sin planificación previa, va creciendo a medida que se incrementa el número de sus pobladores. Los accidentes geográficos principales, como montes, sierras, río, se destacan bien, y en el casco urbano, junto a las tres calzadas (de Pastita, alta y de marfil) ocupan un lugar preferente en el dibujo los edifi-

cios religiosos, empezando por la iglesia parroquial en el centro de la ciudad. En la cartela explicativa del plano, figuran 14 números, correspondientes a otras tantas instituciones eclesiásticas, salvo las dos últimas que corresponden a las casas reales y caja real ya la alhóndiga pública. Pero al dibujante se le olvidó poner en el plano la mayor parte de los 14 números, pues sólo llega a16, que corresponde a la iglesia de San Juan. La mayor riqueza de Guanajuato residía en sus minas de plata y oro, que se señalan con detalle: Mina de Valenciano, de Mellado, de Rayas, de Serena, y en el angula inferior izquierdo la nota: Es el más rico Real de Minas de Nueva España”. Bibliografía de esta página: Texto e imagen : Mediateca I.N.A.H.


Guanajuato por los cuatro rumbos 1816

“La cartografía de Nueva España en la Real Academia de la Historia durante el virreinato de Juan Ruiz de Apodaca (1816-1821). En la escala gráfica faltan los números de la línea recta graduada. Orientado con lis en rosa de ocho vientos. Relieve por montes de perfil y sombreado. Manuscrito dibujado a plumilla en tinta de bugalla, iluminado a la aguada en verde, gris, azul, amarillo, rojo y sepia. En la parte superior derecha, a la altura de Durango, en la provincia de San Luis Potosí, figura un medallón ovalado con corona sobre nubes y efigie de una santa con hábito monjil portando una cruz y un ostensorio (?). En la parte superior izquierda, cartela con título, un paisaje con herramientas y sacos de mineral extraídos de las minas; el tronco de un árbol sostiene un rectángulo con el título. Ámbito geográfico: Mapa de la provincia de Guanajuato. Figura el Río Grande con sus afluentes y la Sierra de Guanajuato. Límites: al N. las provincias de Zacatecas y San Luis de Potosí; al S. la provincia de

de Valladolid; al E. la de México y al O. la de Guadalajara. A la izquierda incluye amplia nota explicativa fechada en Méjico el 1 de diciembre de 1816, sobre la historia de la provincia de Guanajuato, que es “el mayor Real de Minas de la América Septentrional y ciudad erigida en 8 de diciembre de 1741 Capital de la Provincia del mismo nombre...”. En el texto se detalla el tipo de administración y los principales servicios de las ciudades de Guanajuato, Celaya y Salvatierra, y de otras villas y pueblos, señalando su distancia en leguas desde la capital. A final dice: “Por todo lo expuesto q.e en 478 leg. quadradas comprenden en esta superficie la Provincia de Guanaxuato, tres ciudades, quatro villas, veinte i nueve pueblos y tres congregaciones” Bibliografía de esta página: Texto e imagen : Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España


Plano de algunos puntos de las inmediaciones de Guanajuato en 1817

“Manuscrito firmado por P. B. B. y fechado en 1817. Copia Digital. Real Academia de la Historia : 2010 Memorias de la RAH, t. X, 1886, nº 73, p. 847; Manso Porto, Carmen, Cartografía histórica de América. Catálogo de manuscritos (Siglos XVIII-XIX), Madrid, Real Academia de la Historia, 1997, 43, p. 53

Orientado con lis en rosa de cuatro vientos. Relieve por sombreado. Indica caminos desde Guanajuato. En la parte superior derecha tabla de signos convencionales, localizando ciudades, minas, pueblos, haciendas y ranchos. Manuscrito dibujado a plumilla en tinta china, iluminado a la aguada en gris, azul, naranja, rosa y amarillo. Al verso anotado a lápiz: “Nº 73”.Donado a la RAH por su correspondiente Fernando de Gabriel y Ruiz de Apodaca (Memorias de la RAH, t. X, 1886, nº 73, p. 847)” Bibliografía de esta página: Texto e imagen : Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España


Carta Topográfica de dos Provincias, del Reyno de Nueva España [Guanajuato y Michoacán] (1817)

“Memorias de la RAH, t. X, 1886, nº 52, p. 846; Manso

Porto, Carmen, Cartografía histórica de América. Catálogo de manuscritos (Siglos XVIII-XIX), Madrid, Real Academia de la Historia, 1997, nº 42, p. 52 En la parte inferior central escala gráfica con recta graduada de 7,8 cm y medida de 15, sin indicar el tipo empleado. Toponimia abundante. Señala caminos. Manuscrito dibujado a plumilla en tinta china, iluminado a la aguada en gris y amarillo. Leves roturas y manchas en los bordes. En la parte inferior izquierda cartela ovalada con título y fecha, que pende de un lazo con inscripción: “Dedicado al Exmo. Sor. Virrey Don Juan Ruiz de Apodaca. Viva el Rey”. Sumario: ]. Ámbito geográfico: Carta topográfica de las provincias de Guanajuato y Michoacán. Límites: al N. las provincias de Zacatecas y San Luis Potosí, al S. “Parte del país que corresponde a Tierra Caliente” y al O. el reino de Nueva Galicia. Indica el Río Grande y las lagunas de Chapala y otras menores. En la provincia de Michoacán, dibujo del “Cerro de Cooporo que fortificaron los rebeldes” Al verso anotado en tinta sepia: “Prov.a de Valladolid N.E.” y a lápiz: “Nº 52”. Donado a la RAH por su correspondiente Fernando Gabriel y Ruiz de Apodaca (Memorias de la RAH, t. X, 1886, nº 52, p. 846”

Bibliografía de esta página: Texto e imagen : Ministerio de Educación, Cultura y Deporte de España


Plano de Guanajuato 1785

Para la construcción de algunos Puentes de paso del Río Guanajuato, se elaboraron estos proyectos, que muy bien nos permiten tener una idea clara de cómo era el río, sus meandros y su importancia. Arriba: Flaqueado en ambos lados por el perfil de unos puentes, el de la izquierda sin nombre y el de la derecha es el puente de la entrada al Real Marfil, también podemos observar el arroyo llamado Tepetapa que abarca gran parte del poblado; ahora bien con gran colorido se aprecian las haciendas, caminos, montañas y demás construcciones, por ejemplo: el puerto de Pardo, la calzada de Nuestra Señora de Guanajuato, el cerro de la Bufa, el pueblito de Rocha y las haciendas: de Flores, de Bustos y del Cantador. Secuencia del anterior. Abajo: Comienza en el puente que desembarca en la calle de Bethlen, el quel podemos encontrar del lado izquierdo junto a las haciendas del Capitán Mendizabal, de San Hipólito y de Pardo; en el centro veremos las haciendas del Cantador, de San Nicolás, además del arroyo de Tepetapa;por último en el lado derecho se puede apreciar a las haciendas de San Pedro, de Rocha y de Degollado, el puente del Ojo de Agua; así como un cuartel, la casa de Mara y una mojonera de la cuadra de Rocha. Secuencia del anterior.

Plano de Guanajuato 1785


Río de Guanajuato, sus meandros y recorrido. Diseño del Puente al Barrio de Marfil

Los Planos y Mapas aquí mostrados fueron una recopilación de diferentes acervos e ilustran determinadas características de la ciudad de Guanajuato y su entorno; por otra parte, la importancia que le consideraban al Real de Minas más importante de la Nueva España.

Bibliografía: H.Ayuntamiento de Guanajuato 2015-Universidad de Guanajuato - Dr. Arturo Parra Moreno - Plano de ROZUELA. Archivo General de la Nación - Ambos Planos en esta página y textos en cursivas. Mediateca I.N.A.H. - Imagen y textos en cursivas. Ministerio de Eduación, Cultura y Deporte de España - Mencionados en las páginas que corresponden.

Diseño del Puente de Nuestra Señora de Guanajuato


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Don Rubén M. Campos en su despacho biblioteca-1925

Tradiciones y Leyendas Mexicanas Rubén M. Campos Por: Alison Schacht

Nacido el 25 de abril de 1876, este Guanajuatense se destacó como escritor, poeta, novelista, musicólogo y folclorista, entre otra disciplinas que abrevó con enorme pasión. Impulsó de manera exhaustiva el inicio del estudio del folclore de manera sistematizada. Recordemos que para aquellos años, de finales del siglo XIX, se reunían en pequeños grupos los talentosos investigadores, historiadores, escritores, poetas, músicos y Don Rubén no se quedaba atrás, fue muy amigo de Don Luis G. Urbina, Don Nicolás Rangel y el aún joven Don Manuel M. Ponce.

En aquellas tertulias apasionadas y llenas de lecturas y música con la producción más reciente de cada autor, pronto Don Rubén fue teniendo la atención y regocijo de sus colegas y amigos, que se referían a sus producciones como llenas de encanto, propuestas literarias y enriquecedoras. Autor de: “dos volúmenes de poemas, La flauta de pan y Las alas nómadas -1922-; las novelas: Claudio Oronoz -1906-; El Bar; las monografías: Chapultepec. Su leyenda y su historia -1919-; Tlahuicole -1925-; Aztlán, tierra de las garzas -1935- : Ya dentro del campo de la in-


Don Rubén M. Campos -centro y a su izquierda Don Luis G. Urbina descienden del Ferrocarril - 1910 -

vestigación literaria musical nos dejó: El folklore y la música mexicana. Investigación acerca de la cultura musical de México de 1525-1925. Obra integrada con cien sones, jaralces y canciones del folklore musical mexicano cuyas melodías están intactas. Ilustraciones de tipos, escenas y paisajes pintorescos de antaño y retratos de músicos mexicanos -1928- ; El JoUdore literario de México. Investigación. acerca de la producción literaria popular de 1525-1925. Copiosa recolección de adivinanzas, anécdotas, canciones, tradiciones, versos callejeros, villancicos -1929- ; El folklore musical de las ciudades. Investigación acerca de la música mexicana para bailar y cantar. Obra integrada con 85 composiciones para piano cuyas melodías están intactas -1930-; La producción literaria de los aztecas: compilación de cantos y discursos de los antiguos mexicanos tomados de viva voz -1936-; Tradiciones y leyendas mexicanas -1937-, y numerosos artículos en los Anales del Museo Nacional de Arqueología e Historia,

institución de la que fue miembro hasta sus últimos días y en otros periódicos. Fue uno de los últimos representantes de la bohemia de chambergo y corbatón.” Como podemos conocer, la basta obra del Guanajuatense abordó variados temas y caminos literarios, musicales y de investigación histórica, que le laurearon significativos reconocimientos en el ámbito intelectual de las primeras décadas del siglo XX. Es tiempo de compartir con ustedes queridos lectores, algo de la obra de Don Rubén M. Campos y lo haremos reproduciendo algunos de sus textos, recopilados de su obra: “Tradiciones y Leyendas Mexicanas” de 1937, en los que se mencionan tradiciones y leyendas de Guanajuato. Bibliografía : Texto en cursivas e imágnes: Mediateca I.N.A.H.


Quanax-huato - Lugar de la Colina de las Ranas - E. Romero - 2014

El origen de la voz “GUANAJUATO” Rubén M. Campos

Extrañará sin duda a muchos de los habitantes de la región en que se halla la ciudad de Guanajuato, la estructura de este nombre que se diferencia de los nombres geográficos que rodean el rico núcleo de minerales, que fué en otro tiempo el abastecedor de España, cuando España era la primera nación de Europa, y del que durante 300 años salieron barras argentíferas y pesos acuñados en cantidad bastante para henchir el cuerno de la abundancia y regarlo sobre el orbe. La tradición cuenta que los primeros indios que subieron sobre las crestas de las montañas guanajuatenses, vieron dos peñascos que sobresalían en una arista de la montaña y afectaban vagamente la forma de dos batracios, por lo cual, tomando aquel hallazgo como un símbolo, diéronse a esculpir los monolitos cuidadosamente para perfeccionar la forma de dos ranas que poco a poco fueron adquiriendo la real apariencia de las dos enormes deidades que para los toltecas eran el símbolo de la resurrección de la vida, puesto que cada año al terminar la estación pluvial, las ranas aparentemente mueren y se desecan; y al volver la estación pluvi

al, poco a poco vuelven del sopor en que yacen, toman la frescura de la carne viva, sacuden su sueño, se desperezan, se mueven, y un bello día vuelven a cantar proclamando su resurrección. ¿Cuántos años duró la ciclópea tarea de dar vida a los enormes batracios esculpidos en pórfido indestructible, que pueden verse a lo lejos desde el pie de la montaña? Nadie lo sabe; pero hay que presumir que si los toltecas adoraban a la rana, fueron los toltecas quienes iniciaron por lo menos la ciclópea escultura, y dejaron a las razas que poblaron después la región, un monumento simbólico de la supervivencia de la vida después de la muerte. En conmemoración a aquel prodigioso esfuerzo de una raza que sin conocer el cincel de hierro esculpió las dos deidades toltecas, el lugar que se fundó en el núcleo de minerales argentíferos fué llamado y se llamará hasta que desaparezca del haz de la tierra, Cuanaxuato, lugar de ranas, cuyo nombre se escribe actualmente: Guanajuato.


Callejón de Carcamanes - Luis Calvillo Vega - Mustafá - 1930

Los Carcamaneros Rubén M. Campos

En ocasiones las leyendas nacen de acontecimientos que la comunidad sigue con atención; otras tantas, esos acontecimientos se desatan y comienzan a ser parte de una narración, luego se les adicionan ingredientes que nada tuvieron que ver en el suceso y al final se piensa que así fue la realidad y con el paso del tiempo se crea la leyenda.... CARCAMAN o “cubilete”, dejamos que nuestros lectores saquen sus propias conclusiones.

Entren y vayan entrando, vayan todos apostando, con cinco se sacan seis y con seis se sacan diez.

Entren, niñas bonitas, vayan entrando, al ir ganando se va pagando y al ir perdiendo se va recogiendo.

En los cerros se dan tunas y en las barrancas pitayas, y en las bocas de las viejas anidan las guacamayas.

Vengan y vayan poniendo que estoy, preciosas, perdiendo.

Marcela de los infiernos : el que vive con Inés no es naranjo y tiene cuernos: dime, Marcela, ¿quién es?

Entre el as, el dos, y el tres, pongan al as, sin cautela, mientras me dice Marcela si no es naranjo, lo que es.

Del cielo cayó una palma rodeada de campanitas, para coronar las madres que tienen hijas bonitas.

Vamos, niñas bonitas, vamos entrando; ya que fuimos perdiendo, vamos ganando ....

En el mar está una palma verde, verde hasta la punta; si usté se llama no quiero yo me llamo masque nunca.

Se va y se tira y no hay reclamo, si usté gana yo el dedo me mamo.

Adiós, me despido ingratas porque no quiero su trato. ¡Ah qué indinas son las ratas que quieren comerse al gato!


El personaje popular por excelencia en las ferias populares era el carcamanero. Se instalaba en cualquier rincón que dejaran libre las instalaciones de los grandes jugadores, entre los fruteros, junto a los vendedores de birria o las vendedoras de buñuelos: dondequiera barría un pequeño lote de cuatro metros cuadrados, colocaba sobre el suelo su frazada, y sobre ella ponía las cartas de la baraja del as al seis, siete, sota, caballo y rey, en alineación correcta a lo largo de la frazada; junto a él, un montón de monedas de plata y de cobre que era el pequeño “monte”, y en el centro, en el lugar de honor, el carcamán, que era un cubilete de cuero, y los tres dados; el cubilete boca arriba, para que todos vieran que no tenía doble fondo y se jugaba limpio. Atraía a toda la gente la inagotable verbosidad del carcamanero, que era un perfecto pelado de cabellera lacia que le colgaba sobre la cara y arrojaba hacia atrás de una cabezada; de camisa blanca abierta en el pecho, calzones embarrados en las piernas y un patío, que era un mandil de tela blanca triangular, fajado a la cintura por una faja roja de muchas vueltas; estaba sentado en cuclillas sobre el suelo con una pierna replegada contra el pecho, para manejar el carcamán revoloteando los dados dentro y dando tres golpes con el fondo del carcamán en la mano izquierda antes de soltar los dados que se regaban sobre la frazada, a fin de que el pequeño círculo de jugadores pudiera ver cuáles cartas eran las más propicias y poder jugarlas. El carcamanero siempre tenía a su lado, disimulado entre el corrillo de las gentes que le rodeaban, “un palero”, individuo que mientras el carcamanero se fingía distraído volviendo el rostro a otra parte, levantaba un poquito el carcamán para que las gentes vieran la jugada en los dados, por lo cual todos se apresuraban a apostar a las cartas que habían visto, y cuando el carcamanero, una vez hecho el juego, levantaba pulcramente el cubilete para que todos vieran que no tocaba los dados, aparecían otros números y todos perdían, naturalmente, y entonces el estafador con el antebrazo barría todas las monedas regadas sobre el tapete. El carcamanero, indiferente, volvía a agitar entre sus dos manos el cubilete de cuero a veces orlado con cascabeles, 182 echando dentro los tres dados de los cuales uno teníalos colores rojo y negro, otro tenía marcados puntitos negros del uno al seis y el otro los correspondientes al siete, sota, caballo y rey. Algunas veces el carcamanero, para no desalentar a los jugadores, les dejaba ganar un juego, pagaba las apuestas de las tres cartas favorecidas y recogía las de las otras siete; y como había también los colores rojo y negro, pagaba la apuesta correspondiente al color que salía y recogía las apuestas al otro color.

Jugadores de Naipes - Mathieu Le Nain 1607-1677-

Pero lo que sostenía la popularidad del carcamanero eran las coplas que decía incesantemente, sin dejar de hablar un momento, pues ya hemos dicho que su verbosidad era incomparable. Los versos más soeces, las coplas más procaces que nadie podía impedir y que eran saludadas con grandes carcajadas por la gente de trueno que circundaba al carcamanero, eran la delicia de la plebe, que se dejaba desplumar con tal de seguir las coplas del pelado que giraba en torno los ojos inquietos y escudriñadores, para ver si entre el público había algún policía disfrazado, y si no lo había, lanzaba coplas de verdadero lépero, y sí maliciaba que alguien le pudiera delatar cambiaba las coplas por otras que aunque picantes eran menos indecentes, como las que copiamos aquí para dar una idea de la literatura del carcamanero El carcamanero era un vagabundo que recorría todas las ciudades e iba de feria en feria, recogiendo centavos y llevando una vida mísera en un libertinaje perpetuo, sin rey ni roque, con la circunstancia de que nunca lo metían a la cárcel porque era habilísimo para defenderse en un trance apurado, y cuando se veía en grave peligro soltaba una copla que hacía reír a la autoridad y quedaba libre, pues era un improvisador y un humorista con facilidad sorprendente para improvisar coplas populares. Este tipo ha desaparecido de las grandes ciudades y solamente se le ve en los pequeños pueblos, siempre rodeado de gentes del pueblo a las que embauca, estafa y divierte.


Juan José de los Reyes Martínez Amaro -El Pípila-Winfield Scott 1908 - Mediateca INAH

La hazaña del Pípila en Granaditas Rubén M. Campos

Hoy se conoce que fueron varios hombres los que trataron de incendiar la Puerta norte o Principal del edificio de la Alhóndiga de Granaditas aquel 28 de septiembre de 1810. Lo notable es que en aquellos terribles momentos del asedio del ejército Insurgente, seguramente nadie estuvo haciendo notas o escribiendo el hecho; por otra parte los fusiles de los realistas, no funcionan empinados porque se les sale la bala de plomo. Dejemos entonces que siga la leyenda....

La tradición ha guardado por muchos años el nombre de Juan Martínez, conocido popularmente desde 1810 con el apodo de “El Pípila”, que quiere decir totol o guajolote hembra, y que se le aplicaba probablemente por su aspecto exterior de largo cuello y su andar desgarbado; el hecho es que el barretero, después de su hazaña, desapareció de la escena en la guerra de la Independencia, o porque perdió la vida en uno de tantos encuentros, o en alguna secreta venganza por su acción temeraria. o porque ningún historiador se ocupó de tan insignificante personalidad anónima, como es la de un barretero. El hecho es que la musa popular ha recogido piadosamente los pormenores de la hazaña de “El Pípila”, que pueden concretarse en unas cuantas líneas para consignar la heróica proeza que todavía hoy es el orgullo de los mineros guanajuatenses, y que se cantó en corridos del tiempo de la Insurgencia. Juan Martínez “El Pípila” era un muchacho gue fué barretero de la hacienda de beneficio de metales que aun hoy trabaja con el nombre de Mellado, y su labor consistía en extraer a golpes de zapapico las piedras del mineral, sin tregua ni descanso más que para dormir unas cuantas horas; y en tan ruda tarea su alma iba acumulando el odio a los esclavistas y a los capataces que obligaban a los infelices mineros a trabajar, quisieran o no quisieran, sin poder apenas respirar ni tomar aliento en aquella faena abrumadora. Por tanto, la noticia de la insurrección de Hidalgo en el pueblo de Dolores cayó como bomba en los minerales, y todos los barreteros tiraron las piquetas y abandonaron las labores para tomar parte en la lucha por la libertad, pues a ellos más que a nadie les convenía emanciparse y sacudir las cadenas oprobiosas de aquel trabajo de esclavos y de bestias. En estas circunstancias presentóse Hidalgo con sus hordas ante la ciudad de Guanajuato, y después de los episodios que ha consignado la historia, puso cerco al castillo de Granaditas, fortaleza inexpugnable que les era imposible tomar a los insurgentes, porque no poseían ningún medio de ataque capaz de forzar las puertas ni escalar los muros, y en estas condiciones caían a montones, acribillados por la metralla que desde las azoteas y por ventilas y almenas hacían llover los sitiados. En lo más terrible de aquel asedio, después que las fortificaciones de la ciudad habían sido deshechas y que sólo faltaba la toma del castillo para proclamar el triunfo definitivo de los insurgentes, codiciosos de las riquezas que guardaba la fortaleza en la que todos los habitantes ricos habían depositado sus tesoros acumulados, como en el lugar más seguro, de la ciudad argentífera.


Un momento para la historia -El Pípila- foto: tuul.tv

El 28 de septiembre de 1810, después de inútiles tentativas de asalto, don Miguel Hidalgo pedía a la multitud que buscara hachas y barras para derribar una de las puertas del sólido edificio; y todos le decían que era una tarea imposible porque era ir a una muerte segura; cuando salió de entre la multitud un muchacho, el barretero Juan Martínez; “El Pípila “,el cual después de decir “yo lo hago”, se dirigió a la tienda que todavía existe cerca del castillo llamada “La Galarz;a” y que se encuentra en la esquina de la calle de Pócitos y de la subida a la calle del Terremoto. Allí se proveyó de unas rajas de acote, de aceite de abeto y de brea; luego salió, y de la acera de la calle arrancó con sus manos y ayudado de un puñal, una laja, losa de regulares dimensiones, y colocándola sobre sus espaldas, cubierto así desde la cabeza y con el cuerpo doblado, fué acercándose, llevando en una mano las rajas de acote encendidas y en la otra el bote de aceite inflamable y la brea. La lluvia de balas y metralla de los españoles que defendían el castillo cayó como una granizada sobre el heroico muchacho, que agazapado

y cubriéndose lo mejor que podía, llegó hasta el muro después de abrirse paso por entre los asaltantes que se habían convertido en espectadores; y en la puerta de la alhóndiga que ve al cerro del Cuarto, derramó primero sobre un lugar de la madera el aceite y la brea y luego aplicó el acote encendido, y esperó hasta que el fuego se comunicara a la madera lubricada, la cual empezó a arder inexorablemente. Viendo aquel éxito “El Pípila” se retiró andando siempre doblado y resguardándose cuidadosamente de la lluvia de metralla y balas; mientras que la multitud delirante de entusiasmo lanzaba estruendosos vivas y nutridos aplausos al barretero; solamente se esperó que la puerta ardiendo permitiera lanzarse al asalto al dejar abierta una brecha, y la chusma se precipitó lanzando alaridos de triunfo por el boquete abierto a tomar el castillo donde corrieron ríos de sangre, pues toda la guarnición fué pasada a cuchillo y la plebe se entregó al saqueo más desentrenado, como primer cobro de los tesoros de que había sido despojada, enriqueciendo a los esclavistas con el trabajo de millares y millares de trabajadores de las minas durante tres siglos.


Un balcón a GUANAJUATO - Monumento al Pípila -

“Aún hay otras Alhóndigas por Incendiar” - Monumento al Pípila - E. Romero 2014


EspacioGUANAJUATO TV #MiCanalConSentido

Legados y Tesoros Patrimoniales de Guanajuato

Participación del Maestro Jorge Enrique Cabrejso Moreno - Urbanismo de Guanajuato -

Resumen de los programas 15 a 17 Con el interés primordial de ofrecer televisión de contenido cultural, Espacio Guanajuato TV Canal 26 y la producción del Programa LEGADOS Y TESOROS PATRIMONIALES DE GUANAJUATO, han realizado una labor de acercamiento a los televidentes de una agenda preparada con programas que cumplen los objetivos de hablar del Patrimonio Cultural de Guanajuato. Los programas 15 y 16 contaron con la enorme participación del Maestro Jorge Enrique Cabrejos Moreno, talentoso investigador que nos ilustró con respecto al Urbanismo en la ciudad de Guanajuato.

Propuso una tesis realmente interesante y nos mostró que sus investigaciones se integran y contienen evidencias claras de aplicación como sucesos históricos para la ciudad. Con todo el material que nos presentó, es muy posible reescribir la historia de Guanajuato, porque dentro de sus investigaciones y descubrimientos urbanísticos, se puede hilar perfectamente para encontrar los cómo, los por qué y para qué. Una inolvidable participación del Maestro Cabrejos que nos dejó un enorme cúmulo de importantes datos para comprender a la ciudad.


El Maestro Cabrejos nos explica la conformación entre las Haciendas de Beneficio de Metales y la formación de las viviendas para los trabajadores de aquellas haciendas.

En el programa 17 charlamos y analizamos la edificación de Puentes sobre el Río de Guanajuato con la finalidad de descubrir los momentos históricos de cambio en la fisonomía citadina. El hermoso Puente de Marfil - 1880 Colec. particular -


El Puente de Tepetapa por su gran extensión y diseño arquitectónico es único en México J. Francsico González García

- Se descarta que el Arquitecto Tresguerras haya construido el puente. -Lo construyó el jalisciense Juan de Dios Pérez. -Considerado como una verdadera joya de la arquitectura. -Su construcción costó 48,566 pesos

Impregnado de tradición e historia y envuelto en un ambiente evocador, se levanta orgulloso el puente de Tepetapa y considerando su enorme extensión de más de 30 metros, lo convierte en uno de los monumentos más importantes de México. Su riqueza arquitectónica es motivo de admiración de los visitantes de la culta ciudad de Guanajuato. No existe duda alguna, estimado lector, que el puente de Tepetapa es digno de toda alabanza, máxime que está considerado como una obra rara y cargada de perfección en todo México precisamente por


Parte posterior del Templo y Convento de San Diego de Alcántara...ca.1960 Puente de Tepetapa desde el Río de Guanajuato - Colecc. Particular - 1940 - ambas fotos

Debido a las frecuentes inundaciones que fueron el flagelo de los moradores de Guanajuato, capital en el año de 1782 se elevó el nivel del conjunto religioso incluyendo también el templo de San Diego, quedando bajo tierra su nivel original. Luego de transcurrir casi 80 años y precisamente cuando el Presidente de México Benito Juárez declara propiedad de la nación los bienes de la iglesia, don Encarnación Serrano ex jefe político de la ciudad, adquirió el convento por una cantidad no muy significativa y a partir del 19 de julio de 1861 comenzó la demolición del Convento de San Pedro de Alcántara, ante el malestar de los religiosos y los lugareños.

Posteriormente dio inicio la construcción del Hotel del Emporio, lugar donde actualmente se encuentra el imponente Teatro Juárez y conforme a los datos que nos revela el Maestro Marco Fabricio Ramírez Padilla, el hotel alojaba también en su segundo nivel una imprenta a cargo del Señor don José González y en su planta baja se instalaron dos importantes oficinas, “Diligencias Generales” y “Agencia de Negocios”.

Pero ahora, estimado lector, centrémonos en la parte medular de este artículo, resaltando que la demolición del templo se inició justamente el día de la celebración del santo patrono del Convento, San Pedro de Alcántara, causando sin duda alguna molestia por el talento de su constructor don enorme Juan de Dios Péenrezlosoriginario cuevanenses que en aquel entonces formaban la de la ciudad de Lagos de Moreno, Jaciudad de Santa Fe y Real de Minas de Guanajuato, por lisco. lo tanto este sacrilegio, como fue considerado, desencadenó sobre lasesta personas queaportación, de alguna Perouna antesmaldición de proseguir con modesta manera estuvieron involucradas en la destrucción del es menester precisar que el monumental puente que templo. se extiende en una longitud de más de 30 metros y una

altura de 25 metros aproximadamente, se comenzó a construir La maldición quedese1830 hizobajo sentir tras allanardel el el 18 de enero la inspección suelo sagrado de los frailes dieguinos, casi de manera Procurador don Luís Urbina. inmediata se manifestó luego de desplomarse inesperadamente la enorme del templo, a más Fue así que se erigecúpula el puente con dosmatando arcos sostenidedos unaendocena de trabajadores bajo sus escombros. Más su centro por un robusto pilar con su corresadelante y estando en funciones el Hotel del Emporio, pondiente espolón, con el propósito de cortar el ímse empezó a detectar que de manera extraña y alarmanpetu de la furiosa corriente del agua, pero en el mes te se enfermaban seriamente sus huéspedes y algunos de mayo del mismo año se advirtieron la aparición otros morían a causa de algún accidente inexplicable de una serie de fisuras en su construcción, revelando y sorpresivo, pero siempre coincidía que esas personas evidentemente que la obra se había construido con que enfermaban o fallecían, días antes se habían alojauna serie de errores en los cálculos arquitectónicos. do en el hotel en referencia.


Hotel del Emporio...ca.1862 Puente de Tepetapa desde el Río de Guanajuato - Colecc. Particular - ca. 1895 -

Debido a lo anterior, el 26 de junio de 1830 se considera necesario derribar el puente con la consecuente pérdida y un mes después llega a nuestra bella ciudad don Juan de Dios Pérez, destacado maestro de obras procedente de Lagos de Moreno, Jalisco y a partir de esta fecha se hizo cargo de la magna obra, descubriendo oportunamente que los primitivos cimientos se habían fincado en la arena, por lo cual tuvo que corregir toda esta serie de fallas, lográndose la construcción del puente de Tepetapa que hoy por hoy cruzamos a diario los guanajuatenses.

Asimismo, el maestro José Arenas asegura en su trabajo, que afortunadamente conservo, que luego de concluir la construcción de la espléndida obra de los guanajuatenses, contraviniendo el precepto laguense, surgió un segundo cartel refiriendo lo que a continuación les comparto: “…. el puente se hizo en Guanajuato y pasamos por abajo….”. También el historiador cuevanense nos aclara que definitivamente la obra no le corresponde al destacado arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras, como se ha divulgado en distintas publicaciones, ya que el fallece el 18 de agosto de 1833 a los 88 años de edad, siendo imposible que un anciano emprendiera tan gigantesca obra.

El historiador José Arenas Sánchez, por su parte, en una de sus brillantes investigaciones, advierte que Otro dato muy revelador surgido de este estudio y que efectivamente el constructor de este colosal puente nos ofrece el Maestro Arenas, es que la obra que nos fue Juan de Dios Pérez y agrega que al inicio de la ocupa fue concluida el 16 de diciembre de 1835, dos obra se fijaron carteles publicitando lo siguiente: “….. años después de ocurrido la defunción de este genial éste puente se hizo en Lagos y se pasa por arriba…”. arquitecto que proyectó el increíble palacio del ConHotel del Emporio...ca.1862 de de Casa Rul que se localiza en la plaza de la Paz de


Plaza de San Diego y Calle de Sopeña...ca.1862 Puente de Tepetapa - Colecc. Particular - ca. 1912 -

esta capital y además se le atribuyen otras relevantes obras llevadas a cabo en San Luís Potosí, San Miguel el Grande, Celaya, Salvatierra, Salamanca, Irapuato y algunas ciudades del vecino estado de Jalisco. Concluye el maestro Arenas afirmando que Guanajuato también se pudo haber llamado “La ciudad de los puentes”, pues tan sólo él ubicó a más de 80 y algunos de ellos se abrían en forma de abanico para sostener caprichosas bóvedas y efectivamente el historiador tiene toda la razón, ya que si nos venimos caminado desde la presa hasta la estación pasando obviamente por la calle Belaunzarán, identificaremos una gran cantidad de puentes que sostienen la investigación de nuestro estimado y recordado maestro Arenas. Debo añadir que este domingo por la tarde visité esta bello monumento y pude identificar una placa que reza lo siguiente: “Dio principio su construcción el 18 de enero de 1830 y se terminó el 16 de diciembre de 1885, habiendo costado 48,566 pesos, 6 reales y 3 octavos”, y si mi estimado lector, leyó usted

muy bien, esta cantidad parece surguida de un cuento de ciencia ficción escrito por don Julio Verne, pues hoy en día cualquier construcción rebasa cifras alarmantes. Tuve también la oportunidad de contemplar detenidamente el monumento que es único en la república mexicana y más allá de sus fronteras, tanto por la parte de arriba como por la misma calle subterránea y debo reconocer que es una obra maravillosa y sigue de pie, firme y sólido como una roca, de verdad estimado lector lo invito a que realice el mismo recorrido y valore el puente que la historia nos legó.

Plaza de San Diego y Calle de Sopeña...ca.1862


JUVENTINO ROSAS y la Música Popular de su época. ( 1880-1890) Rubén M. Campos


JosĂŠ Juventino Policarpo Rosas Cadena - Mediateca I.N.A.H. -1883-


Violín y Partituras de José Juventino Policarpo Rosas Cadena - Mediateca I.N.A.H. -1930-

La popularidad que ha tenido durante mas de 50 años el vals Sobre las Olas, de Juventino Rosas, hoy universal, nos brinda la oportunidad de hacer un breve preludío de la música mexicana que floreció hace medio siglo, y que es interesante porque no estuvo contagiada por ninguna influencia extraña. El repertorio de música A. Wagner y Levien, de la ciudad de México, fundó el año de 1887 una publicación mensual con el nombre de La Aurora, que envió a toda la República; y a la sola aparición del prospecto en que invitaba a todos los músicos populares a componer música, de todos los ámbitos de nuestro país acudieron multitud de composiciones musieales que revelaban una labor entusiasta, hecha por gusto, por el placer de componer, como es un placer íntimo para el escritor escribir, y para el pintor pintar. Evidentemente que no brotaron esas composiciones musicales exabrupto, no más porque había una oportunidad de publicarlas; sino porque aquellos músicos componían por el placer de componer, y si había la oportunidad de publicar, tenían derecho a aprovecharla para hacer participar a su país del placer que gozaban sus conterráneos en el lugar donde vivían.

La sanción de que una composición es bella no la da el músico que la compone, aunque hay músicos mediocres que gozan con su mediocridad, sino el auditorio que la escucha, y animado por esa aceptación unánime, puede el músico comprobar que su obra es bella, y enviarla a una casa editorial con la seguridad de que será publicada Este fué el caso de las ediciones Wagner y Levien, que distribuídas en toda la República, despertaron un interés vivísimo en los músicos, quienes se apresuraron a escribir para piano composiciones que habían escrito para pequeña orquesta, anotación en la que eran duchos por integrar ellos las orquestas que a veces dirigían, y porque conocían a menudo prácticamente todos los instrumentos cuyos efectos y extensión no ignoraban, puesto que los tocaban y no pocas veces los dominaban, es decir, los tocaban a la perfección. No conociendo la escritura polifónica en el pianoforte, sus versiones para piano eran pobres de armonización desplegada, y se concretaban a reducir los contrapuntos de la orquestación a una sencilla melodía cantante, acompañada de una segunda voz y de la acentuación


monorrítmica binaria o ternaria, que no era desdeñada por los grandes maestros en las composiciones de movimiento raudo, como en los valses de Chopin. La revelación de los estilizadorcs del vals y de la mazurka en la época romántica -Chopin, Brahrns, Liszt, Tausi- llegó muy tarde a la capital mexicana, donde hasta 1890 fueron tocados los valses de Chopin, muerto en 1849, en el Conservatorio Nacional; y los Lieder en forma de vals de Brahms, compuestos en 1867, no son conocidos sino por músicos cultos de hoy. En cuanto a los valses vieneses de Lanner y Strauss, tocados con una orquesta mexicana por el músico austriaco Sawerthal, traído por Maxirmiliano, no pasaron de los bailes de la corte imperial y no pudieron ser oídos en las ciudades lejanas del interior del país, por la falta de comunicaciones en aquella época, y menos en las poblaciones pequeñas donde no había pianistas que tocaran reducciones para piano, de la música vienesa entonces en boga. De dónde, pues, tomaron sus modelos de buen gusto los compositores populares mexicanos? Es éste un curioso problema que es necesario plantear, aunque no lo resolvamos. Es interesantísimo hacer notar que Vicente Cordero, de Guadalajara, sin más que las nociones rudimentarias que le diera su maestro don Clemente Aguirre -todo artista necesita de un maestro, aunque sea en sus rudimentos- haya compuesto melodías tan exquisitas como El borrachito, El catrín, La casada, que aparecen en mi libro El folklore y la música mexicana y que fueron tocados y cantados en nuestro país durante muchos años. Cordero compuso muchas piezas bailables, entre ellas el vals Amame; las mazurkas Felisa, Soñé y lloré; las polkas Isabel, Caricias de amor, Yo quiero bailar, Maria; el schottisch Entre Flores y otras, todas con el delicado numen del músico. Luis G. Araujo, de Salamanca, poseía también una concepción delicada de la belleza melódica, que si hubiera tenido otros medios de expresión hubiera perdurado. Sus schottischs Un Recuerdo a Salamanca, El Canto del Cisne y Beldad de la Luna, son melúdicamente muy hermosos. ¿,Qué importa que un movimiento rítmico pase de moda, como el de shottisch, aunque sea tan bello en su identidad con el fado portugués si un lector de música puede en cualquier momento del tiempo encontrar una belleza melódica en una página que se guarda como un recuerdo de una época?. Toda producción intelectual está condenada a morir; pero una página de música subsiste a pesar de que haya pasado de moda, si es una página de arte. Y aun cuando mueran, hay que recordar que estas piezas populares llenaron una época de nues-

tra historia musical. Otros compositores populares muy del valor de aquéllos, como Genaro Codina, de Zacatccas, que compuso las danzas Lola, Ensueño, Sonrisa y Llanto; el vals Primavera de la vida; las mazurkas Una confidencia y Alma Querida. VictorioM. del Oro, de Durango, fué autor de las mazurkas En ti Pienso y Luisa, el vals Primavera y Juventud y las danzas Lupe, Tu mirarla, Vivir y Amar, que gustaron mucho. Tomás León, de México, compuso bellas mazurkas, las polkas Siempre Alegre y La Azucena, las danzas Dáme tus Ojos y lo pensaré, el vals Amistad, que es tan bello como los más fam osos valses, y el nocturno Las gotas de rocío que todos nuestros pianistas de la época la tocaron. Francisco J. Navarro, de Celaya, compuso lindas piezas que fueron popularísimas, como la danza María y el schottisch En Esta imagen representa la integración de dos temas en el silencio de la noche, además de muchas otras. Ignauna sola figura: cio Tejada, de Lagos, fué un compositor muy popular La Virgen Dolorosa cuyo atributo es el puñal cuyas composiciones como las mazurkas Gemidos del que atraviesa su pecho, con la Stabat Mater que aparece alma, Todo por ella, y los valses Mecido por las Hajunto a la cruz. La variante iconografía en el uso del das y Entre Violetas, fueron tocados dondequiera, así color de la vestimenta de esta Virgen, se inicia en la secomo tantas otras obras del mismo autor. Hubo mugunda mitad del siglo XVIII. En este caso María porta chos compositores populares en esa época: Apolonio túnica blanca en vez de color de rosa, pero mantiene el Arroyo de Anda, cuya mazurka Dentro del Alma le dió manto azul oscuro. fama; Casimiro Alvarado, Emiliano Correa, Emilio Escandón, Rosendo García, Pedro N. Inclán, Francisco de P. Lemus, Angel Viderique, Fernando Villalpando, Tiburcio Sauceda, Vicente Méndez, Teófilo Pomar, Velino M. Preza, Miguel Planas, Eduardo Tornel, Trinidad Moreno, Isaac Calderón y tantos otros que alcanzaron la publicidad aunque apenas publicaron unas cuantas composiciones. Los músicos Felipe Villanueva, Ernesto Elorduy y José de Jesús Martínez, que compusieron bellísimas danzas y bellísimos valses, surgieron más tarde. Los nombres de los compositores inéditos se han perdido y sus obras se han extinguido. Otros gustos, otros bailes han sustituído a aquéllos, y las estaciones difusohan abierto a nuestros ras de radio Esta representación deriva demúsicos modelospopulares arcaizanlos inmensos horizontes del arte mundial, así los tes en los que la figura de la Virgen se agigantacomo y los anfonógrafos les símbolos llevan modelos en todos los géneros de gelitos con los pasionaros se acomodan simémúsica, menos los bailes que la lamoda archivó tricamente a susen lados. Se ve arriba Sábana Santapara que sustituirlos por los que privan hoy. pende de la cruz. La presencia de los ángeles pasionarios Pero de sucede a veces que de una literatura y la postura la Virgen son semejantes a varias musiobras cal queda alguna composición esencialmente popular que con este tema se pintaron en el Siglo XVIII. La Virparaviste resistir al tiempo, al través de las modas que van gen túnica roja, manto azul oscuro y un solo puñal y vienen. esa composición en de la elementos literatura musical en el pecho.YSe encuentra rodeada relaciomexicana, es el popular vals Sobre las Olas, de Juventinados con la Pasión de Cristo, presentados a la Virgen no Rosas. músico fué acaso el más humilde de toda María porEste cuatro ángeles; destaca entre ellos un "ánla pléyade de compositores enumerados. gel-Verónica", que porta el paño con el rostro de Cristo


El autor de esta obra enriqueció la escena integrada a la composición dos Violín de aJosé JuventinoyPolicarpo Rosas - Mediateca I.N.A.H. -1930-Magángeles quey Partituras flanquean la Virgen las figuras deCadena San Pedro, San Juan y María dalena. Esta pintura tiene la novedad de presentar a María sin el puñal clavado en el de la bohemio dellacompositor en sus primeros años de lu No tuvo de niño musical, no ser la de pecho. Esteeducación detalle la acerca a laa advocación Virgen de Soledad y las represencha: “Juventino Rosas llegó a México en 1875, tocando rudimentaria de su padre que sin saber solfear le puso el taciones de este tema durante el siglo XIX. violín en las manos, según la frase de los músicos popu- en el “ante”, costumbre tradicional que se perdió para lares. Nació en el antiguo pueblo de indios de Santa Cruz, siempre en México y que consistía en vender “ante colidel Estado de Guanajualo, de una familia de músicos, mote”, un dulce sabroso, en una especie de barquillo emcomo son casi todas las familias del pueblecito lírico, el pavesado con banderitas de colores y guirnaldas de pa25 de enero de 1868, y desde ñino fué traído a México. pel picado, que uno de los vendedores traía en la cabeza Desde que empezó a locar empezó a componer, y la fa- mientras cantaba y con las manos percutía una pandecilidad que tenía para concebir melodías se tradujo en reta, y los que lo acompañaban cantaban y tocaban un facilidad para fijarlas en el pentagrama, así como para arpa y un violín, formando un conjunto agradable. Nintocarlas en cualquier instrumento. Esta afirmación no guno de los famosos violines de los fabricantes europeos es exagerada. El autor de estas líneas conoció y trató du- de que hacen gala Sarasate o Kreisler poseía Juventino, rante cinco años en la ciudad de León, a tres excelentes que tocaba un violín de pino de la sierra; su hermano músicos del pueblo de Santa Cruz, don Simón García, Manuel punteaba la guitarra y su padre Jesús Rosas el padre de don Jesús García, y don Daniel Sámano, pa- arpa. Era, pues, de una familia de músicos, como casi dre del pianista don Miguel Sámano. Los tres primeros todos lo son en Santa Cruz de Guanajuato, músicos catocaban todos los instrumentos musicales y don Jesús llejeros, especie de rapsodias que improvisan en las pla· García era, aclemás, un compositor intuitivo, autor de zuelas. Además de Manuel y Juventino tuvieron Jebellas danzas que todavía hoy se recuerdan con agrado. sús Rosas y Paula Cárdenas, una niña que se llamaba Un conterráneo de Juventino Rosas, don Juan Patrocinio. La miseria, causa corriente de emigraGalván, envió en 1909 una correspondencia a El Im- ción, determinó el éxodo de la familia Rosas hacia la parcial de México, con los siguientes detalles de la vida capital, centro de atracción de todos los puntos del


terruño. La familia emprendió el viaje a pie, sola- Para que no rehusara Juventino la invitaciónmente la madre iba en burro. De paso daban audicio- le propusieron y aceptó ser maestro de primeras lenes en los sitios de tránsito para ayudarse en su viaje. tras y de música en Cuautepec, pues hahía tenido Llegaron a México en julio de 1875, tocando que aprender la instrucción primaria para ingresar el ante, y más tarde lograron tocar con los hermanos al Conservatorio, y en torno de él se formó un grupo Elvira en música para bailes, cuya escoleta se hacía en de músicoos adolescentes a quienes instruía, y que la calle de Donceles. Juventino vivió en los Baños del aprendieron con la facilidad de transmisión con que Padre, situados en la calle de la Amargura, que anta- había aprendido Juventino en Santa Cruz, de oído, y ñio fué un lavadero y cuya vetusta vecindad se conser- que es general en nuestro país en los pequeños lugava aún. Mientras tocaba en el grupo de cuerda, guita- res donde ha habido un maestro primitivamente, corrra, arpa y violín, al derredor del “ante”. Juventino para no en Paracho, Cocula, Jarácuaro, Silao y tantos otros ayudar a su familia fué campanero de la iglesia de ‘J centros musicales populares. En ese pueblo de Santa Tepito, y después de llamar a los rezos bajaba a cantu- María Cuautepcc, que entonces pertenecía al distrirrear en el coro. De ahí pasó a la vida agitada de la mú- to de Tlalnepantla, y hoy al municipio de Guadalupe sica para baile, entre fiestas y parrandas que costaron la Hidalgo, Juventino Rosas vivió de 1884 a 1887, y allí vida a su hermano Manuel, muerlo a puñalada. Tanto compuso varias de sus obras, entre ellas Sobre las Olas, los Elvira como después los Aguirre, también filarmóni- pues los dos honorables vecinos de Cuautepec ya cicos, prestaron su ayuda a los Rosas. Los Aguirre fueron tados dan testimonio de ello, y presentan documentos asimismo músicos de fama genealógiea en Santa Cruz firmados por las autoridades que dan fe de su aserto. de Guanajuato. Uno de ellos fué violinista de la com- Juventino estaba enamorado de la señorita pañíade ópera de Angela Peralta, y Abel Aguirre fué Mariana Carvajal, hermana de su amigo Fidencio, y maestro de Capilla y tocaba muy bien el órgano, a pesar los amigos supervivientes del músico dicen que miende estar lisiado de un brazo. En 1909 vivía aún en San- tras ella lavaba en el río, Juventino, sentado en el ribata Cruz un descendiente de los Aguirre tan inspirado zo norte, concibió y compuso para ella en su violín el como Juventino, compositor de danzas moriscas al esti- vals Sobre las Olas, que primero se llamó A la orilla del lo de Elorduy, entre las cuales gustaba mucho Mi última arroyo. Esto pasó el año de 1885. En el lugar en que ilusión. Juventino Rosas se inscribió como alumno del Juventino anotó después las melodías del vals, número Conservatorio, donde aprendió a solfear, y ya tocando tras número, en varios días, pues era su sitio preferipor nota era tan buen músico, que pudo ir tocando el do para componer, sus amigos han erigido un pequeño violín con la compañía de ópera de Angela Peralta has- pedestal para una placa de mármol en que se lee: Al ta la muerte en Mazatlán de la diva mexicana. Las com- inspirado Juventino Rosas.-Sobre las Olas -12-2-932. posiciones de Juventino Rosas alcanzaron popularidad El pueblo de Cuautepec es simpático por su tradición. tanto en México como en el extranjero, y merecieron Se cuenta que una águila sobre una piedra (Cuautepen España un elogio de Lucinas de Mari. Las más gus- ce) dió el nombre a aquel lugar de la montaña vecina tadas fueron Te volví a ver, Sueño de las Flores, Car- al Tepeyac, donde los aztecas precortesianos fundaron men, Ensueño seductor y Sobre las olas. En ocasión del un pequeño clan. Una águila arqueológica de piedra, Centenario de Cristóbal Colón, se publicaron algunas que hoy está sobre una cornisa de la iglesia, da testiotras composiciones que fueron acogidas con aplauso”. monio de la leyenda. El pueblo ha crecido desde 1918, Se abre aquí un paréntesis pintoresco en la vida año en que el Presidente Carranza se trasladó a hacer del compositor. Por el año de 1886, abatióse sobre la ciu- personalmente la primera repartición de tierras ejidadad de México una gran penuria, y Juventino, que care- rias que se hizo en la República, con satisfacción decía de lo necesario para vivir y que ya no podía seguir todo el pueblo, que hoy ha ido extendiéndose hacia la su antigua vida de vendedor de ante, porque otros ho- parte baja, donde hay tierras propicias para cultivar. rizontesAhabíanse partir deabierto finalesadel siglo XVIII, con la fundación la Real Academia de las tres Nobles Rosas Artes de su espíritu de dieciséis años, Ladefotografía en que aparece Juventino conSan su Carlos deinvitación la Nueva que España, los cánones estéticos e iconográficos arte religioso un cambio aceptó la le hicieron sus amigos Fidencio violín esenlaelOrquesta Reina,sufrieron y está formada por total, Norcomo se observa en esta imagen la fuera Dolorosa, en una la que las manos de la Virgen ya no aparecen juntas a la alturay Carvajal y Cornelio Cedillo, parade que a pasar berto Carríllo, de Cuautepec, que tocaba el trombón del pecho, sien noelseparadas El color de la eran vestimenta rompe la tradición antigua, simbótemporada pueblo dey abiertas. Cuautepec, de donde queigualmente fué el amigo más con íntimo de Juventino Rosas, que lica, pero noHabía así doshecho de losamistad principales símbolos de la Pasión Cristo-laacorona los clavosque están colocados originarios. con ellos en la capital, lode acompañó NuevayOrleans cuando llevó su orquessobre piedra ante quien no lleva ya el pecho atravesado por un puñal. Iconográficamente no seapuede en unauna vecindad de laMaría, calle del Puente de Leguízamo. ta a los Estados Unidos y después lo indujo darse confundir con la advocación de la Virgen de la Soledad de esta misma época, ya que ésta siempre vestirá de negro.


alta con él en la banda del 4º Regimiento de Caballe- bajo una nariz fina y boca de sonrisa amable, rasgos ría, donde Juventino tocaba el trombón; Jesús Dávila, que le daban una atracción personal reveladora de sus de México, tuerto del ojo izquierdo, que después fue el bellas cualidades de verdadero músico. Ya había comprimer cornetín de la Banda de Zapadores; Juan Gar- puesto entonces algunos bailes que lo hicieron popular, cía, de Amecamcea, que tocaba la flauta; Joselito, el del pero le agradaba tocar las composiciones de sus concontrabajo, cuyo nombre nadie recuerda; José Reina, temporáneos a la sazón en boga, y todas las piezas soque tocaba el bandolón, ciego de nacimiento y en tor- naban con una dulzura y un buen gusto que llamaban no del cual se agrupó la orquesta, y Juventino Rosas. la atención y cautivaban a los oyentes. Ya entonces no Por más de un año el vals Sobre las olas solamente se era el sexteto de instrumentos citados, sino una verdatocó en Cuautepec, y hasta que Juventino Rosas volvió dera pequeña orquesta integrada por unos veinte músia México fué escrito el vals para piano por don Miguel cos y con todos los timbres que daban realce y colorido Ríos Toledano, a quien le gustó mucho y fué el que le a las piezas que se tocaban y cuyo ritmo marcaban los puso Sobre las olas y lo hizo popular con la Banda de timbales. Aún no se conocían en la orquesta los ruiZapadores, de donde pasó a todas las bandas y orques- dos que después vinieron con tanta prodigalidad, y sola tas populares, que se llamaban entonces “música para mente bastaron los timbales con su rumor tolerablebaile”. Actualmente llevan en Cuautepec el nombre de mente agradable para subrayar los acompañamientos. Juventino Rosas, una calle que va al río y una Escuela La suerte premió al novel compositor y director Primaria Superior, y en la casa de don Fidencio Carva- de orquesta, pues don Santiago Vega, rico propietario jal una placa recuerda que allí vivió el compositor, don- de fincas urbanas que en su juventud tuvo el orgullo de se instalara el pequeño Museo Juventino Rosas, que de ayudar pecuniariamente a la cantante Angela Peralta hoy está en la Escuela, y cuya joya fundamental es un para que fuera a estudiar el bell’canto en Italia, pudo exviolín que fué comprado en el Repertorio de Wagner pensar en su vejez los gastos necesarios para que Juveny Levien para que en él tocara Juventino Rosas, quien tino Rosas organizara una orquesta numerosa, y fuera lo vendió al dejar el pueblo, a don Fidencio Carvajal, a los Estados Unidos durante la Exposición de Nueva que es el actual propietario, según testimonio de todo Orleans, a dar a conocer por primera vez la música el pueblo. El violín tiene una hermosa forma, está bar- mexicana ejecutada por una buena orquesta. De regrenizado de color claro con un barniz indestructible, y so de los Estados Unidos, en cuyas grandes ciudades adentro tiene la siguiente marca: Antonius Stradivarius fué su orquesta muy aplaudida, Juventino Rosas se lanCremonensis Faciebal Anno 1723 A. T. S. Después de zó a la vorágine de la vida mexicana, como todos nuesla información dada por la Prensa de México, de que tros artistas, y esto motivó que descuidara su carrera ese violín fué perdido por el gran violinista Pablo de de músico director de orquesta, y fuera aislándose para Sarasate al partir de México, no hay semana que no no integrar sino pequeños grupos orquestales, como al vaya algún violinista a sonarlo en Cuautepec y que no principio, pues sin duda hallaba más placer en que sus haga grandes elogios de su sonido purísimo, de su so- composiciones fueran tocadas por otros y aplaudidas noridad y de su afinación. Pero el violín que existe en por todos. Desde un principio gustaron mucho las obras Cuautepec fué comprado en 1885, antes de que vinie- de Juventino Rosas, y la casa editorial de Wagner y Lera Sarasate en 1890, y hay que respetar el testimonio vien publicó los schottischs Lazos de amor, El sueño de pueblo sobrea la adquisición. carácter jovial las flores, Salud y Pesetas, polkasdeOjos de un La devoción la Virgen de losEl Dolores surge en el siglo XIII Julia, y es difundida por la Juventa; orden delas Siervos la y emprendedor de Juventino Rosas le dió la primacía negros y Carmela; las danzas Juanita, No me acuerdo, Bienaventurada Virgen María. Iconográficamente, esta advocación se caracteriza porque puede presentar a la Virentre compañeros, aun cuando dehacen cono-alusión Quéa los bueno; y los valses durante Ilusiones Josefina, gen consus uno o con siete puñales en el acabaran pecho, que dolores sufridos su juveniles, vida. La tradición cerlo, y a los 16con años yapuñales era director pequeña Amelia, Carmen, seductor Sopor presentarla siete surge de en una el siglo XIV, peroAurora, en el arte de la Eva, Nueva EspañaEnsueño prevaleció el gustoy de orquesta que tocaba en los Baños del Factor o del Amor bre las olas. Este último vals fué el que le dió fama, pues la representación de uno solo, el cual simboliza la profecía hecha por Simeón en la presentación de Jesús en el de Dios, además de tocar dondequiera que había una si bien todas sus otras composiciones eran tocadas en templo. o campestre. El compositor popular Mi-sentada nuestro país, ende lostres pianos y por las pequeñas fiesta urbana Don José Joaquín Magón representó a María y rodeada personajes: San Juan, orquestas, quien la guel Lerdodurante de Tejada, que de erasumuy en aquella el vals las olas, tuvo la fortuna de traspasar acompañó la Pasión Hijo,joven San Pedro, de hinojos, conSobre las llaves de oro y plata que cuelgan de su nuescinépoca, se hizo presentar con Juvcntino Rosas, cuya ortras fronteras y de ser tocado en las pequeñas y grandes tura y, atrás de él, María Magdalena. En todos los rostros hay un rictus de dolor. A los pies de la Virgen aparecen las de mañanas los clavos, domingos en losde Baciudades europeas y americanas. que subrayar que elquesta cáliz, tocaba la corona espinasde y los símbolos la Pasión de Cristo utilizados ya en la Hay iconografía mariana ños del AmorXV. de Dios, y lo pinta como un joven muy no decimos norteamericanas, sino americanas, pues en desde el siglo simpático, de ojos negros de y mirada bigote negro Todos los que pasays por el camino atended y ver si hay En la parte inferior la obra viva, aparece la leyenda: dolor que se yguale a my dolor.


la América Central y en la América del Sur, el vals de Juventino Rosas ha sido tan popular como en los Estados Unidos del Norte. En algunos países han aparecido, en diversas épocas, ediciones de ese vals firmadas por otros nombres; pero hoy se sabe dondequiera que el autor verdadero es Juventino Rmas, y la popularidad de que ha gozado en varios países quiere decir que las mayorías de todos los países tienen idéntico gusto melódico, cuando una melodía sencilla hace vibrar su sentimentalidad. Fué en es la época turbulenta de su vida cuando Juventino Rosas tuvo una aventura que estuvo a punto de ser trágica al volver de los Estados Unidos, donde conoció a una bellísima norteamericana que quiso ser su esposa y que se paseaba con el mexicano, quien la respetó caballerosamente, hasta que al fin se despidieron y se separaron. Pero al volver a su tierra se encontró con que su amigo Trinidad Moreno, compositor popular de piezas de música tan bellas como la mazurka Tarde azul, habíase enamorado de una muchacha llamada Aurelia que había sido amante de Juventino Rosas y que al partir para los Estados Unidos prometió esperarlo y serle fiel. Juvenlino fué a buscarlos para pedirles cuentas, y entonces Trinidad Moreno, que amaba al compositor fraternalmente, le presentó un revólver para que lo matara por haberle hecho traición, y Aurelia se hincó pidiéndole que la matara a ella, porque ella era la culpable. Juventino se emocionó, les dijo que vivieran felices, los perdonó y se alejó, para llevar una vida de vorágine en la que fué perdiendo su salud y su fama de compositor popular. La vida de artista de Juventino Rosas fué fecunda en episodios pintorescos. Su conjunto orquestal rivalizó con las orquestas populares de su tiempo. La Orquesta Sinfónica de México estaba en formación. Solamente existía la Orquesta del Conservatorio para los actos oficiales y más tarde aquélla se concretaría a dar una temporada de conciertos cada año. Así es que a las fiestas mundanas iban a tocar pequeñas orquestas que gozaban de popularidad como la Orquesta de Juventino Rosas, pues las orquestas de los teatros, como la del Teatro Principal, que duró muchos años, solamente tocaban en ellos. Pronto el vals Sobre las Olas fué el vals por excelencia popular de su tiempo. “El vals triste y vulgar del mexicano, que hablaba poco y suspiraba mucho”, según la expresión del poeta argentino Leopoldo Lugones, y que fué compuesto en el pueblo de Cuautepec, donde brota un hermoso riachuelo que yo he visto, por lo que Juventino Rosas llamó primero a su vals A la orilla del arroyo, como hemos dicho

tenía el don de hablar a cada alma, ya sea juvenil o en el otoño de la vida, de tristezas o de alegrías, de esperanzas o de recuerdos, con la sencillez de la ingenuidad expresada en melodías dulcísimas, y éste fué el secreto de su popularidad. Pronto aparecieron ediciones del vals hechas en otros paises, y es curioso recordar un episodio de la edición que más tarde hiciera en México la casa editorial Otto y Arzoz, que alegó que era un vals universal que podía reproducirse dondequiera, puesto que no era propiedad de nadie, y entonces la casa editora Wagner y Levien puso en sus escaparates, encuadrado en un marco, el documento por el que constaba que Juventino Rosas había recibido de dichos editores la cantidad de dieciocho pesos por la cesión de la propiedad de su vals Sobre las Olas. El azar hizo que Juventino Rosas se diera de alta como músico en la banda del 4º Batallón, y recorriera buena parte de la República enrolado en el servicio militar. Coincide esta época de su vida con la visita que hicieron a México el violinista Pablo de Sarasate y el pianista Eugenio d’ Albert, que dieron una serie de conciertos en el Teatro Nacional, y se ha dicho hace poco que el primero había perdido un violín Stradivarius que ha sido encontrado en el pueblo de Cuautepec, donde pasó su adolescencia Juventino Rosas. Ese violín bien pudiera ser uno de los muchos que llevan la firma apócrifa de Stradivarius, pues el violín Stradivarius que tocaba Sarasate era de la eorona de España; la reina Isabel ll lo había facilitado al grande artista para que lo usara durante su vida, y a la muertc de Sarasate volvió a la corona y pertenece hoy a la República Epañola. Pronto pudo Juventino Rosas darse de baja en el ejercito y ya libre aceptó formar parte como primer violín en la Orquesta Italo-mexicana, organizada por el maestro Bancuilli, que partió para la Isla de Cuba, donde Juventino, enfermóse gravemente en Batabanó y la orquesta se disolvió. Hay un detalle desgarrador en estas postrimerías de su vida. Sintiendo que su fin se acercaba, su más ardiente deseo era venir a morir a México, y para lograrlo copió cuidadosamente, con mucho trabajo porque estaba agotado por su enfermedad, en una efímera convalecencia, la última pieza que había compuesto, y confiado en el renombre de que gozaba en México, escribió a Louis David, jefe del Repertorio Wagner y Levien, que le hiciera la gracia de enviarle quinientos pesos para poder repatriarse, y que ya en México, se dedicaría a componer piezas hasta reintegrar el préstamo; y aquel judío le contestó que “revisada su cuenta en el Repertorio, todavía estaba debiendo seis pesos noventa centavos”


El joven: José Juventino Policarpo Rosas Cadena - Mediateca I.N.A.H. -1890-

Felizmente un cubano de corazón, don Isidro Albayna, miembro del sindicato de esponjeros del Surgidero de Batabanó, visitó en el Sanatorio El Rosario y cuidó con cariño a Juventino Rosas, hasta que éste murió el 13 de julio de 1894. Más tarde, a propósito de la fiesta que celebró el Museo Nacional de México el 21 de febrero de 1931 para recibir el último violín de Juventino Rosas, traído por don Vicente Garrido Alfaro y cedido galanamente por don Isidro Allbayna, El Mumdo de La Habana publicó las siguientes líneas de una entrevista celebrada pocos días después con el doctor don Félix Duarte, Director de la Escuela Primaria Superior de Batabanó y que reproducimos en seguida: “En una conferencia que pronuncié en la Escuela República de Cuba de México, aludí al arribo a las playas cubanas, ya enfermo, herido de muerte, de Juventino Rosas, el inspirado composítor e intérprete mexicano, autor del famoso vals Sobre las Olas que ha dado la vuelta al mundo y que han oído en todos los países, convirtiéndose en música popular, e incorporando muchos de sus ritmos a la composición local. Estaba ahi el poeta Carrido Alfaro, quien sugirió la posibilidad de que fuese reintegrado al seno de la patria mexicana el violín de Rosas, como antaño habían sido devueltos sus restos gloriosos.


“Yo sabía quíén era el guardador de la preciada reliquia. Conocía la devoción con que era cuidado en su casa, el sitio de honor que tenía en aquel hogar humilde de posición, pero de elevada preeminencia espiritual. “Querría despojarse de su tesoro el feliz poseedor? Para el fin que nos proponíamos, seguramente que sí. En tal forma lo anuncié al señor Garrido Alfaro y éste convino en visitar nuestro país. Aquí volveríamos a hablar sobre la posibilidad asentada. En efecto, el desprendimiento del señor Albayna hizo posible la realización de todos aquellos bellos proyectos, llamados a constituir un eslabón más en la cadena de afectos que une a los dos países. “Y en un alarde memorable, con la asistencia del señor Embajador de México y de las autoridades de Batabanó, se llevó a cabo la entrega del violín. “Yo estoy empeñado en escribir la historia de Batabanó. Tal apasionamiento me ha llevado a la posesión de documentos muy interesantes. Entre otros, conservo la colección del periódico local La Opinión, donde se han publicado datos valiosos en relación con la muerte de Rosas. Este llegó al Surgidero formando parle de la Orquesta Italo-mexicana, a fines del mes de junio de 1894. El día 28 de ese mes, Manuel Torres, Alcalde de Barrio, solicitó su ingreso en la Quinta de Salud El Rosario, de la cual era Director el doctor José Manuel Campos Martínez. Le correspondió a Rosas el número de ingreso 1,465, ocupando la cama número 15. El Director lo asistió en la sala de distinción, rodeándose de las mayores atenciones al enfermo, que padecía de un agudo ataque de mielitis, cuyos progresos eran alarmantes, al extremo de fallecer el día nueve, a las cinco de la tarde, del mes de julio. Dió cuenta del fallecimiento en el Registro el practicante de farmacia don Francisco Herrera Santana, quien expuso la filiación del desaparecido: Juventino Rosas y Cárdenas, hijo de Jesús y Paula, 28 años y natural de la Villa de Santa Cruz, México. Por disposiciones del Alcalde y Vice Presidente del Centro de Pescadores y Artesanos, ségún rezan los papeles de la época, se dispensaron los mayores honores al cadaver. Un grupo de señoritas concurrió al sepelio. Se le ofrendaron infinidad de coronas de flores nauturales y de biscuit. l.os habitantes de la pequeña población costera volcaron su ternura sobre el cadaver de aquel pobre joven, venido del país hermano para alegrar la monotonía de sus veladas, y que en lugar de conquistar aplausos, desdc su atril de la orquesta, había encontrado la muerte.

“Hasta el año de 1909, aquellos restos durmieron el sueño de la paz en el centemterio de Batabanó. En ese año fueron trasladados para la patria mexicana, en una ceremonia de que participó nuevamente e Sr. Torres, antaño Alcalde y en esa fecha Agente Consular de España. “De Juventino Rosas sólo quedaba el recuerdo de su muerte y el instrumento de su gloria. De aquella juventud pujante, caída en la encrucijada de la muerte, cuando menos lo esperaba quedará la historia transmitida como una tradición pueblerina de padres a hijos, y la satisfacción de haber cumplido con nuestro deber de cubanos, haciendo verdadera obra de fraterno panamerinismo, con 1a devolución de la presiada reliquia.” “Y como interrogáramos al señor Albayna sobre los motivos que lo indujeran a cuidar con tanto amor del violín, y prestarse después a desprenderse de la valiosa alhaja histórica, nos responde: “Yo recordaba siempre la acogida cordial que México había dispensado a nuestro Heredia, colmándolo de honores. Me parecía que en mi condición de cubano había una gran responsabilidad histórica, y que en mi humilde persona, Cuba, en parte, estaba llamada, si no a pagar esa deuda de gratitud -porque para las obligaciones del espíritu no hay moneda corriente- al menos devolver con otra una obra de ternura”. Reciente está la ceremonia que se efectuó en el Museo Nacional de Arqueología, Historia y Etnografía para recibir el violín de Juventino Rosas, y que fué presidida por el doctor Alejandro Cerisola, Subsecretario de Educación, a quien acompañaron el Jefe del Departamento de Antropología, ingeniero José Reygadas Vértiz y las autoridades del Museo y se recitaron versos de Rubén M. Campos, se leyeron discursos y se tocó y se can tó el vals Sobre las Olas por un orfeón y una banda militar, separadamente. Pero lo que va olvidándose y hay que recordar, es la traslación de los restos de Juventino Rosas, de la tierra cubana a la tierra mexicana, para que en ella descansaran definitivamente. La Sociedad Mexicana de Compositores, que se había fundado en 1909, tuvo la idea de traer los restos, y ayudada por el popular periodista Miguel Necoechea, logró fllH~ el Gobierno Cubano vina con agrado la iniciativa; obtuvo del señor gerente del Ferrocarril de Veracruz su propio carro de lujo y trasladóse a Veracruz una comisión integrada por Emesto Elorduy y Miguel Lerdo de Tejada, por la Sociedad Mexicana de Compositores; Salvador Pérez, por la Sociedad Felipe Villanueva y Carlos Serrano, por la Secretaría de Educación Pública.


Entierro en México de José Juventino Policarpo Rosas Cadena - Mediateca I.N.A.H. -1909-

Las autoridades Cubanas, por su parte, delegaron al señor doctor don Carlos Manuel Garcíaa, para que trajera a Veracruz y entregara los restos, ceremonia que se efectuó en la casa del Sr. García, quien dijo un elocuente discurso que contestó el maestro Elorduy, muy emocionado. Concurrieron a la ceremonia las primeras autoridades y distinguidas familias de la ciudad; en los intermedios las bandas tocaron composiciones de Juvetino Rosas y en medio del entusiasmo popular el vals Sobre las olas. y los niños del Hospicio Zaragoza cantaron sentidos trozos musicales. El carro lujoso del tren, una vez recibidos los restos, sirvió de capilla ardiente, y por él desfiló toda la noche el pueblo veracruzano, pobres y ricos, para reverenciar los restos, que estahan encerrados en una urna de cristal, la que estaba adentro de otra urna de mármol. Cuenta Miguel Lerdo de Tejada que un obrero alijador del puerto, al tocarle su turno de desfilar, levantó en sus brazos a un niño de ocho años y le dijo en alta voz: “Mira, hijo, los restos de un hombre del pueblo, de humilde condición como nosotros, que supo distinguirse para honrar a su Patria y a quien hoy le tributamos los honores debidos”. Al amanecer fueron despedidos los restos por las autoridades del puerto y numerosas personas, y en la travesía fueron honrados con manifestaciones populares. En Orizaba el poeta Rafael L. y Carvajal habló y depositó sobre la urna ofrendas florales. En el Fortín, grupos de señoritas distinguidas depositaron coronas y ramos de flores, y en casi todas las demás estaciones numerosas personas esperaban descubiertas el paso del tren, y varias comisiones subían a depositar ofrendas florales que llenaron el carro. A las siete de la tarde llegó a la capital el tren de Veracruz, que conducía en el carro especial los restos del compositor y la comisión que los acompañaba, y fueron recibidos por otra comisión de compositores representada por Julián Carrillo, Manuel Berrueco y Serna y muchos otros, y al entrar el tren en la estación las Bandas de Artillería y de Policía ejecutaron cada una, a su vez, la marcha fúnebre de Chopin. Jamás se ha visto una muchedumbre tan copiosa, pues se calcula en unas tres mil personas que llenaban los andenes del patio de la estación, la plaza y las calles adyacentes, en su mayoría integrada por las clases populares, entre las que era muy amado Juventino Rosas. Una vez organizado el desfile, a cuyo frente iban las comisiones del Conservatorio, de las Escuelas Superiores, de las Sociedades Artísticas Literarias y Musicales, los músicos de todas


las bandas de la plaza, y por último los miembros de la Comisión de la Sociedad de Compositores que rodeaban la urna que contenía los huesos, llevada en hombros de cautro de sus miembros, se dirigió el cortejo al Teatro del Conservatorio, donde fueron depositados los restos y las Bandas de Policía y Artillería tocaron el vals Sobre las Olas. A las ocho de la noche dió principio la velada en el teatro del Concervatorio, ante numerosísima concurrencia que se desbordaba a la calle y a los patios, y en ella, además de un poema escrito por e1 poeta José F. Elizondo y de bellos números musicales fue leida la siguiente oración funebre de Juventino Rosas, escrita por el autor de estas líneas: “El artista que hoy tardíamente glorificamos era el alma popular de nuestra raza; era un cancionera obscuro que ritmaba el alma de la patria. Para él no se abrieron las aulas en su niñez, sino el cielo donde gorjean las aves. Estudió el concierto polifónico de las músicas de la naturaleza, de la cual formaba parte, y, por tanto, él era solamente una voz, una melodía, un canto fresco y sonoro, desnudo de las galas del contrapunto, pero dotado de una juventud inmortal. Al lado de los polifonistas él era una nota errante y melancólica, perdida en el infinito del arte. Pero esa nota era de oro, y al lado de los polifonistas ha corrido el mundo, haciendo inmortal el nombre de Juventino Rosas. En las ciudades latinas, en las ciudades eslavas, eorno en las ludescas, dondequiera que se vive, dondequiera que se goza, dondequiera que se sueña, dondequiera que se ama, se escuchará esa bella invitación al vals que se llama Sobre las Olas. Dondequiera que se vive, porque ese canto es vida y alegría, gorjeo y alborada; dondequiera que se goza, porque es exploción de placer y burbujeo de champaña, embriaguez de juventud y risas de oro de sirenas; dondequiera que sueñe, porque lleva la nostalgia de América y la pensativa tristeza de una raza vencida a la que tenemos el orgullo de pertenecer y el honor de rehabilitar; dondequiera que se ama, porque ese canto es de amor y surgió de un corazón adolescente cuando era bueno y puro, cuaudo no había sido manchado ni sacrificado por las miserias de la vida. Nos congregamos a honrar al pueblo mismo porque honramos a un hijo del pueblo. Esta manifestación única en honor de un artista popular, es la recordación de que amamos lo bello en su primitiva candidez, de que cultivamos ese amor en sus más sencillas manifestaciones, porque sabemos bien que los arroyuelos van a formar la ríada cuando el caudal sea bastante fuerte y raudaloso. El alma popular la forman

los romanceros y los trovadores, los músicos melodiosos, que sin más tesoro que su inspiración franca y libre, componen los bellos lemas de las futuras sinfonías. Después vendrán los pulimentadores, los artífices cultos qne bucearán en busca de esas perlas para engarzarlas en joyeles preciosos. Lo esencial es que existan las perlas. Las nuestras duermen todavía, esperando que vengan los magos, los evocadores que, como Crieg en Noruega, Dvorak en Bohemia, Cacle en Dinamarca, Granados en España, “los cinco”, Borodine, Rimsky Korsakow, Balakirew, Cui, Moussorgski, en Rusia, hagan la música nacional, el rebuscamiento de los cantos populares para pulirlos, engastarlos y realzarlos en oro cual si fuesen piedras preciosas. Pero eso vendrá más tarde. Somos un pueblo joven, necesitamos aún de los creadores de esa musa popular, alentarlos, amarlos, comprenderlos, estimarlos, no dejarlos emigrar y morir en la desgracia, ser para ellos lo que la creación para el pájaro que canta, que el árbol que le da el abrigo, el trigal la mies madura, el arroyuelo el agua del ciclo, el sol el calor, para que, como la flor del campo, “no trabaje ni hile” y, sin embargo, vista con más esplendor que Salomón, según la expresión del Nazareno; para que sea alegría de la tierra madre, cascabeles jubilosos del placer del vivir, caracoles sonoros que guarden el murmullo del oleaje humano, ecos vibrantes de las músicas de las esferas celestes, quejas vivientes de los pesares de los hombres, canción para alegrar el viaje en el camino de la muerte. Todo eso fué ese cancionero cuyos huesos repatriamos hoy en un impulso popular de piedad, en un deber tardío y generoso que nos hace ofrecer una sepultura patria a los huesos del desterrado. Fué un desterrado de la felicidad en vida, un pobre obrero del arte que alegró, sonoro y vacío como su violín, las bodas del prócer mientras el prócer se congestionaba. Y huyendo enfermo y huraño del festín de la vida, donde su música se evaporaba embriagadora como el champaña, peregrinó en busca del espejismo de la felicidad, que cuando va alcanzarse huye más lejos. ¡Inútilmente! Juventino Rosas, heredero de la fatalidad de dos razas fusionadas en un solo dolor, era el espectro viviente del infortunio, era el bohemio olvidado de sí mismo, arrebatado en el turbión humano, a la merced de todas las injusticias, porque la vida es lucha, y para que haya vencedores fuerza es que haya vencidos. No pidáis demencia para los antílopes necesarios a la voracidad humana.


Exhumación de los restos de Juventino Rosas - Mediateca I.N.A.H. -1939-

Para que sean salvos preciso es que huyan ligeros como el viento al través de la estepa. No quedará entonees al alcance del puma hambriento sino el deleitoso olor de la presa en salvo. Pero el artista era un soñador indolente y atávico. Representación genuina de nuestros cancioneros incultos en su arte, y tan profundamente despreciadores de la gloria y de la fortuna como pródigos de su vida, pasó efímeramente en la tierra como una cigarra sonora que exhala su alma en su canto, que vive de rocío, ebria de sol y primavera, extraña a la laboriosidad que fabrica panales y construye ciudades, divinamente asordada con la música de sus élitros para no oír el rumor de las alas del tiempo, sin más misión que labrarse con su propia vida una mortaja de la que surgirá una ninfa para metamorfosearse en un nuevo hemíptero canoro. Nos lo representamos perseguido por la miseria, despreciado y olvidado, pero nos olvidamos de que él vivía de sus sueños. La naturaleza puso en los artistas ese divino consuelo de vivir de ensueños, de vivir la vida de su arte, ajenos a la vida arrolladora que los desecha o los arrastra. Ese artista obscuro que veis pasar insomne por la calle va soñando una melodía que la humanidad no escucha como él, cual si un geniecillo alado la vertiera en su oído para inundar su alma de estrellas. Y así pasó Juventino Rosas por la tierra, confortado con un bálsamo que los demás hombres no saben, orgullosos de sus triunfos de audaces, merecer de los dioses. El artista trae consigo una fuente perenne de consuelo y de renacimiento a la esperanza. Y esa divina fuente fué la que brindó su murmurio y sus linfas puras al compositor desgraciado. A su dulce frescura ignorada y conocida por él tan sólo, pudo atravesar ledamente el sendero florido, porque a su paso los abrojos se apartaban, menos crueles que los hombres, y las gramíneas daban su olor para alegrar al pobre músico. Como en el Canto del cisne de Tolstoi, “era el mejor y el más feliz”, mientras la nevasca de la vida caía sobre su sueño como un sudario libertador. .. Corriendo los años, un grupo de artistas, sus hermanos, los compositores mexicanos, como un homenaje fraternal al que fué pobre y luchador como ellos, gestionarían la repatriación de sus huesos, y un antillano culto, representante de la educación cubana de las Bellas Artes, iría en nombre de la joven República a entregar los restos de Juventino Rosas para que vinieran a reposar en la tierra madre. De Juventino Rosas no queda sino ese puñado de cenizas .... Pero su alma flota y vive en su música melodiosa, en la alegría sempiterna de la vida que recogió en su espíritu abierto como una flor para que fuera fecundado con el sagrado polen del arte, y derramara su fragancia en notas áureas, arrulladoras del sueño de los tristes que se levantarán de tu sepulcro, ¡oh músico ignorado y gozado en tu música padecedora y bella!, dondequiera que se vive, dondequiera que se goza, dondequiera que se sueña, dondequiera que se ama, porque tu música es amor y consuelo y embriaguez y deleite, y traspasará las fronteras y las distancias en las alas de la gloria sobre los años, sobre los vientos, sobre las nubes, sobre las nieves, sobre las brumas, SOBRE LAS OLAS....” Bibliografía: ANALES DEL MUSEO NACIONAL DE MEXICO 6a ÉPOCA- TOMO I - 1945 -



Un artista bohemio promotor de la belleza de GUANAJUATO DON LUIS CALVILLO VEGA - MUSTAFĂ Por: Emilio Romero


Dionisia Martínez de Vega - Abuela - Pilar Vega de Calvillo - Madre -13 octubre 1909-

El primer gran promotor de las bellezas de Guanajuato gracias a su empeño constante, versátil, artístico y bohemio, a su calidad de amigo de muchísimos personajes de la historia de la ciudad misma, así como de personajes de la vida nacional e internacional para aquella época; deberíamos recordarle con agradecimiento y respeto los hoy orgullosos habitantes de Guanajuato. Dos frases que convirtió en lemas de vida para todo su trabajo artístico, siempre lo acompañaron para así dejar constancia para la historia: “ARTS MEA VITA” - El Arte es mi Vida- ; y “Mi Cámara dirá las Bellezas de mi Terruño”…. MUSTAFÁ. Don Luis Calvillo Vega– Nace en el Mineral de Valenciana en el mes de Agosto de 1893.

Con la publicación en “La Revista de Revistas” del día 18 de octubre de 1925 pág. 24 del artículo “El Tipo más Curioso de la Provincia” con la narración de la pretensión de Don Luis Calvillo por generar algunos espectáculos para recabar fondos para el Rescate y Restauración del Teatro Principal por aquellos días muy destruido; Mustafá siempre demostró su amor y cariño por el terruño al grado de producir unas pequeñas lamparitas en cuya pantalla piramidal, colocaba sus fotografías en placas translúcidas para cumplir con el objetivo de: al iluminarse se podían ver hermosas tomas de diferentes lugares de la ciudad. Estas curiosas lámparas las obsequiaba a sus amigos y conocidos, recordándoles siempre visitar Guanajuato la ciudad de encantos vivos. “Mi Cámara dirá las Bellezas de mi Terruño”.


Fotografías de Luis Calvillo Vega - MUSTAFÁ -Publicación “México Al Día -1936-

Fotografías de Luis Calvillo Vega - MUSTAFÁ -Publicación “TODO” -1938-


Fotografías de Luis Calvillo Vega - MUSTAFÁ -Publicación “SUCESOS PARA TODOS” -1948-

Mustafá es una suerte de bohemio, actor, humorista, pero también un enamorado de su tierra, un artista de la lente, un observador y también entre otras cosas más, un excelente y ameno conversador que siempre estuvo al pendiente por cultivar los buenos amigos. Mustafá luchó por atraer a la ciudad a personalidades tanto artísticas como políticas, siempre en la promoción de los encatos de Guanajuato, al grado de lograr por ejemplo que se filmara en locaciones de la ciudad, la película Bugambilia de 1944; otro logro que se debe a su incesante promoción, fue su amistad con Don Eulalio Ferrer, hasta el grado de convencerle para iniciar el hoy conocido Museo Iconográfico del Quijote, espacio para el disfrute de todos los Guanajuatenses.

Los hombres pasan por la vida, algunos dejan las huellas de su paso y cuando a otros esas huellas les son interesantes, se replican sirviendo de inspiración. A Mustafá se le recuerda en la ciudad, como aquel bohemio extrovertido y sin fijarnos bien, muchas de las fotografías de Mustafá, circulan por diferentes medios, adornan muros de hoteles y restaurantes, al igual que de oficinas, con el silencio de su propia narrativa y la admiración de dejarnos mirar aquel Guanajuato de antaño. Mustafá murio a los 92 años en la pobreza total, cuando ya no tuvo fuerza para continuar y lo consumió la tristeza de tener que dejar de hacer fotografía; cerró los ojos, dejando un legado muy importante.


Hidrante Callejรณn de Moyas Luis Calvillo Vega - MUSTAFร -1936-


Teatro Juรกrez - Luis Calvillo Vega - MUSTAFร -1930-


Autorretrato La Cabecita - Luis Calvillo Vega - MUSTAFĂ -1936-


Callejรณn de la Barranca - Luis Calvillo Vega - MUSTAFร - 1940


Río de la Alameda - Luis Calvillo Vega - MUSTAFÁ- 1940 -


Mustafรก Actor - BUGAMBILIA - Luis Calvillo Vega - MUSTAFร -1944-


El Excéntrico Mustafá- Luis Calvillo Vega - MUSTAFÁ -1948-


Callejรณn de Mexiamora - Luis Calvillo Vega - MUSTAFร --1948-


“El Gallo Pitagórico” obra política que defendió la libertad y los derechos del pueblo. J. Francsico González García Pláceme consignar en este importante espacio la notable trayectoria y personalidad de don Juan Bautista Morales, insigne guanajuatense de cuna muy humilde, honesto, educado en la escuela de la adversidad y autor de su obra clásica “El Gallo Pitagórico”, ejemplo de sátira y literatura política en contra de la tiranía, corrupción y despilfarro del Presidente de México Antonio López de Santa Anna. Su pluma polemizó con los más destacados escritores del partido conservador, sin duda, Bautista fue un periodista nato, hombre reposado con lo personal, pero al mismo tiempo combativo en lo político. Desde el año de 1821 colaboró sin tregua alguna con los siguientes diarios: El hombre libre, La gaceta, El águila mexicana, El monitor, Los debates, El demócrata, El constituyente, El republicano y esencialmente con el Siglo XIX. Fue un incansable defensor de la independencia de nuestro país, no solamente con sus certeros artículos, sino también como colaborador del General Guadalupe Victoria, a quien acompañó formando parte del ejército “De las tres garantías” en el año de 1821. Durante el siglo XIX cuando sus notas políticas de oposición hicieron época, sufrió intensas persecuciones, sobre todo por sus ataques en contra de la dictadura del Presidente Santa Anna.

Don Juan Bautista Morales 1788 - 1856


Erasmo Luján y el Gallo Pitagórico - 1844

En repetidas ocasiones fue encarcelado, pero lejos de aminorar su valor, siguió siempre adelante en favor de la democracia y como prueba de lo anterior voy a referirme a lo que escribió don Guillermo Prieto, destacado poeta y creador de cuadros de costumbres, en su obra intitulada “Memorias de mis tiempos” donde resalta que el Presidente de México Antonio López de Santa Anna, mandó llamar a nuestro personaje para amonestarlo y reconvenirle por sus escritos fulminantes. No obstante lo anterior, don Juan Bautista, le dijo con marcada resolución “…. yo he de seguir escribiendo como hasta hoy, tenga usted muy presente, que cuando comencé esta tarea, me convencí de que en lo más que puede parar es en cuatro velas y un petate….”. Pero ahora centrémonos en la obra política “El Gallo Pitagórico” escrita principalmente para atacar el mal gobierno de aquella lejana época, su autor Juan Bautista, comenzó a publicarla a partir del año de 1842 en forma de una columna de crítica política en el periódico “El siglo XIX” y sus severos artículos se continuaron hasta finales del año de 1844.

Debo precisar que el éxito alcanzado por el cuevanense tras sus brillantes aportaciones, dio honor al periodismo y nunca eludió la responsabilidad de sus producciones, todo lo contrario, su propósito fue luchar en contra de todas las tiranías, incluso sus artículos fueron publicados en el año de 1845, en una extraordinaria recopilación que llevó a cabo el reconocido impresor don Ignacio Cumplido, con excelsas litografías de Joaquín Heredia, Plácido Blanco y Casimiro Castro. La Universidad Nacional Autónoma de México en 1940 igualmente lanzó una nueva edición de la obra de Bautista. De esta manera, la columna política que formó el guanajuatense en el periódico “El siglo XIX” se sostuvo contra viento y marea por espacio de varios años y le significó a Bautista persecuciones y penalidades sufri das en distintas prisiones, pero su firme consecuencia de sus principios y la invencible energía de su carácter, jamás lo doblegaron, siendo un verdadero ejemplo perenne de nuestro periodismo.


Los Soldados - 1844

Los Abogados- 1844


Los Periodistas - 1844

das en distintas prisiones, pero su firme consecuencia de sus principios y la invencible energía de su carácter, jamás lo doblegaron, siendo un verdadero ejemplo perenne de nuestro periodismo. En otro ángulo de su vida y con el imperativo de nuevos y más amplios horizontes, nuestro valioso personaje, nativo de este caleidoscopio lugar, donde se respira la sana alegría del buen vivir y el espíritu se eleva ante la contemplación de esa estampa de extraordinaria belleza, se entregó fervientemente al estudio de la jurisprudencia en el Colegio de San Ildefonso de la ciudad de México. Sus estudios superiores los pudo culminar gracias a la beca que le concedió el Marqués Juan Francisco de Castañiza, connotado catedrático, rector y singular bienhechor de este centro de estudios superiores. Años más tarde se le nombra Magistrado de la Suprema Corte de Justicia y en el año de 1830 la Cámara de Diputados lo designa el Presidente de la Suprema Corte de Justicia.

¿Pero sabía usted, amable lector, que el creador de “El Gallo Pitagórico” alcanzó la gubernatura del Estado de Guanajuato?, en efecto, así sucedió en el año de 1845 y aunque sus administración fue breve, pudo intensificar la instrucción pública y definitivamente se distinguió en todo momento por su honestidad y plena sencillez. Don Juan Bautista Morales, murió el 29 de julio de 1856 en la Villa de Guadalupe muy cerca del Tepeyac, pero su obra sigue vigente como un verdadero ejemplo de un destacado periodista, político y ser humano. No me cabe la menor duda que Guanajuato es un rico filón de oro puro de grandes e inolvidables personajes que han dado lustre a la localidad, la ciudad encantada y por tal razón seguiré compartiéndoles figuras de este temple que el tiempo ha olvidado. Litografías: Originales de: Plácido Blanco, Joaquín Heredia y Casimiro Castro en la Imprenta de Ignacio Cumplido.


Un artista Inglés en GUANAJUATO SIR PETER SMITHERS Por: Emilio Romero


Sir Peter Smithers - 1949 -

Sir Peter Smithers nació en el Reino Unido el 9 de diciembre de 1913, se convirtió en Oficial Naval Voluntario en 1937 hasta su retiro en 1958. Durante la segunda Guerra Mundial, se le asoció con trabajos de la inteligencia británica siendo amigo y colega de Ian Fleming quien lo ayudó a formar su carrera diplomática. El Obituario del periódico Financial Time, sugiere que Smithers fue quien inspiró a Fleming el personaje de James Bond, en la información que se conoce de Sir Smithers, fue un talentoso espía británico y se conoce parte de su vida en aquellas labores de inteligencia. Quizá se perciba algo de aquella forma de vida, en su propia imagen. Sir Peter Smithers fallece a la edad de 92 años en la memoria de los Ingleses, deja ese recuerdo muy al estilo James Bond, en nuestro recuerdo queda su legado Fotográfico de México.

En la década de los años 40, estuvo en México como Agregado Naval de la Embajada Británica en México; por esos años realizó un extenso registro de sitios arqueológicos, construcciones religiosas y civiles del periodo colonial así como de paisajes y puntos de interés de diferentes Estados de la República, entre ellos el Estado de Guanajuato. Su trabajo de registro fotográfico, fue casi todo realizado en base a diapositivas a color que tuvo a bien obsequiar en donación al Gobierno de México toda su colección de fotografías de nuestro País en el año de 1997 y han entrado al sistema de la Mediateca del Instituto de Antropología e Historia.

Imágenes de Mediateca I.N.A.H. - 1951 -


Sir Peter Smithers Fallece a los 92 aĂąos

PanorĂĄmica de Guanajuato - 1951 -


Campanario del Templo de la Compaùía - 1951 -


Templo de la Compañía - 1951 -


Templo de San Francisco - 1951 -


Templo de San Diego - 1951 -


Basílica Colegiata de Nuestra Señora de Guanajuato - 1951 -


Puerta Norte de la Alhรณndiga de Granaditas - 1951 -









Sección de los Municipios Esta sección estará preparada para publicar historias, ensayos, investigaciones, gráficos, fotografías y demás producciones que los ciudadanos deseen compartir con nuestros lectores.

Fulgencio Vargas Ortiz. El más grande de los hijos del Jaral Por el ARQ. JOSE EDUARDO FERREL PLAZA

Fulgencio Vargas Ortiz nació el 10 de octubre de 1875 en el entonces llamado Jaral del Valle, sus padres fueron el señor Ramón Vargas Procel y la señora Candelaria Ortiz. La ruta de sus estudios comenzó en una escuela local donde curso las primeras letras por mano de su tía Isabel Ortega. Los días de niñez para Fulgencio se obscurecieron al caer enferma su madre, etapa que poco después llevo a la señora Ortiz a encontrar una anticipada muerte: “Huérfano de los solícitos cuidados de mi madre, seguí creciendo y creciendo en la casona lóbrega. Yo era niño, en verdad, pero era un niño de natural tímido y modesto, poco participaba de las diversiones y contentamientos que la niñez singulariza… Y cuando agobiado por la desilusión, buscaba en la lectura lenitivo a mis ensueños truncos, los libros eran para mi como personas grandes cuyo lado tenía yo que ser grande también.” La tristeza tiene su pausa cuando el pueblo es visitado por un hombre sencillo llamado Eleno Flores, que junto con su compañía viajaba por distintos estados de la república para hacer de su estancia una diversión de los espectadores.


La estación Jaral del Valle (hoy Jaral del Progreso) se edificó sobre la línea del antiguo Ferrocarril de Salamanca al Valle de Santiago, por medio de la concesión número 96, la cual estableció en primer lugar un decreto fechado el 30 de agosto de 1888 que autorizó al español José Domenech, la construcción del citado Ferrocarril pudiendo extenderse hasta el Jaral. Sin embargo, marzo de 1892 reformó la de con el decreto La rutadel de25losdeestudios continuo después la cesión anterior, autorizando la prolongación de dicha instrucción primaria. El pequeño Fulgencio viajo a la vía hasta ligarla Morelia con eldeFerrocarril ciudad vecina deen Celaya, seguido su trasladoNacional e ingreMexicano. so al seminario diocesano donde estudio en la ciudad de Morelia ParaMichoacán un 16 de septiembre de 1889, fechavisitas en quea con sus intermitentes se conmemoró el LXXIX aniversario de la iniciación de su tierra natal. la Independencia de México, se inauguro el servicio de tranvías, tracción animal, sobreRamón vía férrea en elnuevaramal Por esos días su padre se casó Salamanca-Jaral, pasando por el Valle, Lo anterior, damente, dando a luz a la niña Angelina; en tanto Fulgendas las gestiones hechas por Autoridades Federal, cio prosiguió sus estudios en ellas Convento de Santa MaEstatal y Municipal de aquella época; (General Porfirio ría de Gracia, principalmente en la materia de Lengua Díaz, José Bribiesca y Benitolos Patiño, Castellana y Latina durante años respectivamente), de 1889 a 1892, y quince años después los valentilleros de siempre dando continuidad a sus visitas(trabajadores al pueblo natal vía), sustituyeron la vía angosta por ancha y el 19 de en épocas vacacionales, empapándose de las labores del mayo 1904 la Compañía Nacional de México, inaucampodeque su padre le enseñaba.

gura la circulación del ferrocarril Salamanca-Jaral, siendo presidente de la República el mismo General Díaz, Gobernador del Estado, Lic. Joaquín Obregón González y Jefe Político el Sub Teniente Francisco Reyes “El Jefe Reyes”. La primera locomotora de vapor que rodó en el Bajío, fue armada en Salamanca, Gto., por el ingeniero Ernesto Barton, técnico de de nacionalidad inglesa, quien “El desempeño las tareas agrícolas durante residiendo esadeciudad, casó con doña Luisita la zafra de en caña azúcar,seaprovechándome de lasMovareno, dirigió algunas obras para el ferrocarril de Guacaciones que se iniciaban y concluían en las primeras najuato. alboradas del año.” La llegada del ferrocarril a Jaral, causó gran admiración y finalmente fue nació un éxito, mientrasretoño los mayores satisfaEn 1891 el segundo del matrimocían susu curiosidad viéndolo de cerca, a los niños se les nio de padre, Ramón. prohibía, porque la gente del pueblo decía que era una “culebra de fierro se comía él ferro Dos años que después llegoa la el gente”. tercer Con retoño, Clecarril a Jaral del Progreso llegaron los nuevos inventos, mencia quien llegaría a ser conocida y recordada por el la radio, y facilitódula sertelégrafo, maestra la debicicleta, canto, piano, porlas sumodas participación comercialización la cañateatral criollay más y el piloncillo, rante décadas en eldeámbito aún por suque soentonces eran la industria principal en la región. bresaliente voz. Los jefes de la estación jugaban un papel importante en el poblado del Jaral, el primer jefe de estación


fue don Juan Damiceno. El tren llegaba al Jaral dos veces al día, por la mañana a las 8 a.m., y por la tarde a las 3 p.m., al primero lo apodaban como “ La Burrita” y al segundo como “ El Balazo”, debido a que el primero era de carga (más pesado) y el segundo de pasajeros (más liviano), para llegar a la estación del tren había que pasar por la calzada Juan de Dios Peza, esta era de terracería, solamente se contaba con una banqueta empedrada por dondepor circulaban los peatones, Fulgencio su parte inicio un nuevoviajeros trayectoy cargadores que auxiliados de un mecate en “mecapal” que duro cinco años, dispuesto a cursar la preparatoria quienes cargaban en la espalda los bultos llegaban en el Colegio Primitivo y Nacional de Sanque Nicolás de por “Express” o equipaje de algunos viajeros, de estaHidalgo, además de los cursos profesionales de la farmación al centro habíacomo servicio público de burros con “cacéutica. Teniendo maestro al célebre doctor Mimuca” (silla de madera atravesada al lomo del animal)” guel Silva, Fulgencio se separó de las aulas michoacanas chispas” (cajóndecon varas, sombra y un soloa asiento) por cuestiones salud personal regresando su lugar “bogues” y “carretas” (con sombra y doble asiento, jade origen, donde dedico los días a las labores del campo lados por briosos corceles, elegantemente ataviados y que había aprendido y desarrollado con su padre. mozo de riendas. Al Ferrocarriles Nacionales de México En pasar 1899 de establece la botica de Guadalupe en ala Ferrocarriles Mexicanos, se suspendió el servicio esquina de la calle Hidalgo y Porfirio Díaz, frenteen al este ramal y otros más, quedando en el abandono los jardín principal, donde se levantó un eje bohemio y de edificios de las estaciones y con ello las vías férreas y amistad que le hiso compartir y aprender. señalamientos.

El día 29 de marzo del 2008, se retiran los rieles y durmientes, terminándose con esto la esperanza de que algún día volviera a restablecerse este servicio. Como mudos testigos quedaron un edificio, en regular estado, así como algunas señales en forma de cruz, con el letrero “Cuidado con el Tren” y una que otra casa donde vivían los “valentilleros”, que trabajaban en la conservación de la vía. La construcción la estación siguematrimonio allí, la que En 1900, el 4 de de octubre, contrajo fuera una de tantas obras de finales del siglo XIX, cuancon Carlota Procel, quien también residió en la ciudad do Morelia, aquella modernización del país hechallegado por Don Porde tenía cuatro años de haber a Jaral, firio Díaz hizo cubrir buena parte del territorio naciopara esas fechas ya no contaba con ninguno de sus panal de vías férreas, sigue en pie, ya sin un verdadero uso dres. pero conservando su estilo tan característico en todo el Bajío. La joven pareja tuvo tres hijos y comenzó su La construcción la estación vida conyugal en la casadeubicada en la está calleregistrada Hidalgo, por el Instituto Nacional de Antropología e historia casas que desde hace décadas fue dejada al olvido con(INAH) con el número 110180010001 en la Ubicación servando hasta estos días una placa conmemorativa. ferroviaria AC-0036. Fundó en su pueblo Jaral la primera imprenta (1903) y los primeros periódicos “La Voz del Jaral “y “Renacimiento “, voceros éstos donde publicó artículos de visión independiente y composiciones poéticas de


los años moceriles. Fue también, en la segunda de las publicaciones citadas donde efectuó franco y leal campaña política conforme a los postulados de la revolución encabezada por Francisco I. Madero. Con motivo de la celebración del primer centenario de la Guerra de Independencia, editó en Barcelona, España, su primer libro “La Insurrección de 1810 en el Estado de Guanajuato “, con prólogo de don Luís González Obregón y juicio crítico de don Juan de Dios Peza, inolvidable literato éste a quien el profesor Vargas debe su iniciación en la carrera de las letras y sus primeras colaboraciones en periódicos de la capital de la República, de Centro y Sudamérica.

Al comenzar el año de 1912, y aceptando el reiterado convite de su amigo y correligionario, Lic. Víctor José Lizardi, Gobernador de la sazón del Estado de Guanajuato, fue a la metrópoli de dicha entidad federativa con los puestos de segundo Subdirector del Colegio del Estado y Catedrático de Literatura de Preceptiva en el 63 mismo. Fue Diputado en la Legislatura local, de 1912 a 1914, como candidato de varios partidos contendientes, Logró ensanchar la jurisdicción de su tierra nativa y que se elevara a la categoría de ciudad la antiquísima población de Yuririapúndaro.


Alejado desde entonces de la política militante, consagróse por entero a labores educativas y al estudio especial de procesos geográficos históricos del territorio guanajuatense. Desempeñó en varias ocasiones, el cargo de Secretario del Colegio del Estado y la Secretaría General de la Dirección de Estudios Superiores y temporalmente la jefatura de la misma Dirección. Impartió, desde 1912, varias cátedras en aquél benemérito Instituto, tales como las de Farmacia, Física, Geografía, Historia General y Patria, Lengua Nacional, Francés, latín, Etimologías, Greco-latinas, Biblioteconomía, Literatura Española y General. Se graduó de Bibliotecario Técnico (1925) en la Escuela respectiva dependiente de la Secretaría de Educación Pública y fundó los primeros cursos de Biblioteconomía en el Colegio del Estado (1926) y en la Escuela Normal para maestros, donde también profesó algunas asignaturas. También impartió, en el Colegio del Estado, las cátedras de Segundo Curso de Español, Literatura Española, General y Mexicana. Rehusó nuevas asignaturas por quebrantamientos de salud y exceso de trabajo intelectual. Tuvo a sus órdenes la Dirección de Bibliotecas Públicas y fue Jefe del Departamento de Acción Social, Intercambio Universitario y Bibliotecas, cuya oficina desde 1933, proporcionando buena copia de noticias de índole variada a los gobiernos federal y local, centros docentes del país y extranjeros, sociedades científicas, agrupaciones de obreros y campesinos, personas particulares,

etc. En representación del Gobierno del Estado y de la Dirección General de Estudios Superiores, asistió a numerosos Congresos: de Escuelas Preparatorias, de Universidades, de Bibliotecarios, de Geografía, Panamericanos, etc.. Obtuvo primeros premios en varios concursos científicos y en juegos florales. Marco Histórico Jaral del Progreso 64 Perteneció el profesor Vargas, como miembro activo , a la Sociedad Mexicana de Geografía y Estadística, a la Academia de Ciencias “Antonio Alzate”, a la Academia Mexicana de Historia, a la academia Nacional de Historia y Geografía, a la Asociación de Bibliotecarios Mexicanos, al Centro de Estudios Históricos “Genaro Estrada”, con carácter de miembro honorario, al Centro Guanajuatense de Ingenieros ya la Sociedad “Amigos de San Miguel de Allende”, y más tarde a la Academia de la Lengua como miembro corresponsal. Su obra literaria fue abundantísima; 44 libros y folletos, 16 obras inéditas y 184 publicaciones periodísticas en la capital de la República, Centro y Sudamérica, y su vida un verdadero apostolado de la juventud guanajuatense. Ya jubilado por el Estado durante la Administración del extinto Abogado José Aguilar y Maya y por invitación y amistad a él, siguió colaborando como historiador consultivo, hasta poco antes de su muerte.


El maestro Vargas murió el 13 de febrero de 1962, a los 87 años de edad. Con estas palabras fue despedido por Erasmo Mejia Avila: “Sépanlo bien los estudiantes de hoy, que no oyeron hablar del maestro, ni lo conocieron: el Colegio del Estado, hoy Universidad, al morir Fulgencio Vargas perdió en él a uno de sus hijos más grandes y más queridos”. Bibliografía. Ramírez, Javier, Voces y miradas de una época, editorial Pagina seis, 2012 Ramírez, Florencio Cronista de la ciudad de Jaral del Bibliografía: Progreso, colección de monografías municipales de SCOP, Reseña histórica YGuanajuato estadística de 2010. los ferrocarriles de jurisdicción federal; desde agosto de Guanajuato, 1837 hasta octubre de 1894, México, Imprenta y lit. dede F. las DíazJaras, de León Sucesores, Sociedad Anónima, Ramírez, Javier, Jaral el Valle editorial pá1895. gina seis, 2016 Ramírez, Florencio Cronista de la ciudad de Jaral del Progreso, colección de monografías muhttp://www.ugto.mx nicipales de Guanajuato, Guanajuato 2010. Ramírez, Javier, Voces y miradas de una época, editorial Página seis, 2012 http://elsenordelhospital.blogspot.mx/2011/10/breve-historia-de-la-burra-el-tren-de.html


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