GUANAJUATO, Legados y Tesoros Patrimoniales MAYO 2022

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El ambiente Cultural de Guanajuato, va en aumento y sobre todo en lo referente al cuidado y conservación del Patrimonio de todos los Guanajuatenses, se empiezan a hacer esfuerzos -aunque aún aislados- por parte de algunas entidades oficiales. Grupos de entusiastas ciudadanos empiezan a organizarse con el fin de apoyar causas en defensa de algunos notables ejemplos de arquitectura, zonas arqueológicas, zonas de biodiversidad y algunas más relacionadas con el paisajismo propio de algunas regiones. Sería deseable que aumentarán día a día, las decisiones tanto oficiales como de particulares, por la preservación y conservación de todos los entornos patrimoniales, porque de ello dependen en mucho, los llamados atractivos visuales en todos los Pueblos y Ciudades del Estado de Guanajuato.

Editorial

Y si hablamos de esos “atractivos visuales”, los podemos convertir en turísticos y esa actividad de inmediato genera buenos dividendos a cada Población, esto quiere decir que: se puede llegar a la explotación adecuada, consciente, controlada, organizada, de todas las características de fisonomía y belleza de cada Pueblo y Ciudad del Estado, sin perjuicio del mismo Patrimonio como tema principal del atractivo turístico. Hoy todavía no se hace consciencia entre los prestadores de servicios turísticos y autoridades, que se debe preservar y conservar al patrimonio, como un tesoro -que además les produce enormes ganancias, pues se lucra con el patrimonio de todos- y ese tesoro debe mantenerse en óptimas condiciones. No es lo mismo explotar el turismo, que explotar al turista, que es finalmente lo que se viene haciendo desde hace ya muchos años, en que se dieron las condiciones de apertura de esos atractivos visuales, para atraer nuevas fuentes de ingresos a los Pueblos y Ciudades que tienen en resguardo decenas de lugares con ejemplares históricos y artísticos del Patrimonio Cultural de todos los Guanajuatenses.

PORTADA: Colaboración especial:

Mina de Guadalupe fotografía: Arq. Manuel Federico Chowell Zepeda Mil gracias

Un abrazo cordial Emilio Romero Balandrán

Escríbanos a: legadosytesoros@gmail.com



Contenido ¿Por qué CONSERVAR EL PATRIMONIO?

7

Elementos que conforman el PATRIMONIO CULTURAL

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Albarelos en el SANTA FE DE GUANAJUATO

25

En el Guanajuato de ayer Caminando al Colegio

29

El Monumento al Pípila Una historia oculta

35

Agentes nocivos que destruyen el Patrimonio Edificado

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LVII ANIVERSARIO TUNA DE ORO DE GUANAJUATO

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Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda



¿Por qué conservar el Patrimonio? Emilio Romero

Desde tiempos inmemoriales, los ancestros en diferentes oportunidades se dieron a la tarea de ir creando poco a poco, diversas manifestaciones tanto materiales como inmateriales, dando nacimiento a las diversas bases de la Cultura de los Pueblos y aquellas manifestaciones llegaron hasta nuestros días convertidas en lo que llamamos Patrimonio Cultural y por sencillo que nos parezca, aquellas bases fueron fundamentales de todo acontecer del antaño y se traslapan hasta la actualidad con una gran dosis de vehemencia histórica-social-cultural de la que no podemos abstraernos tan fácilmente.

Aquellos inicios fueron hilándose con los cientos de años, dentro de las costumbres, qué hacer, formas de vida y otras creaciones que, en consecuencia, conforman el hoy cultural de todos los Pueblos. Ante ello, es necesario que parte de nuestra actividad diaria, le sea dedicada al fortalecimiento de la preservación y conservación desde todos los puntos de vista, pues es innegable el alto beneficio que nos ofrecen las actividades que realicemos en este sentido. Las actividades creativas de aquellos ancestros son complejos de enseñanzas, usos y costumbres, reglas de convivencia, reglas -


Peralta localizado en la parte norte del cerro de Peralta, en la comunidad de San José de Peralta, municipio de Abasolo, Guanajuato. El sitio contiene una veintena de edificios distribuidos de manera dispersa. La mayoría presenta una plataforma rectangular que contiene en su interior una sencilla plaza, por lo cual, tradicionalmente se les conoce como edificios “con patio hundido”.

sociales y de comportamiento, reglas educativas, tradiciones de pensamiento social y cientos de aplicaciones más, que se suman a miles de creaciones artísticas, arquitectónicas y constructivas. El Patrimonio Cultural es pues, una amalgama de miles de ingredientes que se resumen en la formación cultural de los Pueblos, es su esencia, es su identidad y con ello se hacen únicos, valiosos, reconocidos, en el contexto mundial. Con ese sentido en mente, es vital que los Pueblos consideren ese bagaje de consideraciones que les dan identidad y fomenten entre sus grupos sociales el cuidado y respeto a todo el Patrimonio Cultural.

Es vital finalmente, que los Pueblos se consideren como custodios y portadores de los valores que les dan esa definición de identidad que los hace únicos. CONSIDERACIONES GENERALES Habrá que recordar que en nuestro País, se considera Patrimonio Histórico, todo lo edificado, usos y costumbres y otros valores de sustento histórico, hasta el año de 1900; de esa fecha en adelante, se define como Patrimonio Artístico - Muchos ven al Patrimonio como algo viejo, polvoriento, ruinoso, olvidado, sin valor real, estorboso; estas apreciaciones se dan con mayor frecuencia en ejemplos del Patrimonio Histórico, en consecuencia, estas definiciones permiten de manera clara comprender que, en realidad podemos considerarlos como “ejemplos de historia materializada” o historia tangible, que


Plazuelas tenemos a la vista, que podemos entender y casi tocar con las manos. Don Juan Carlos Márquez Villora, Arqueólogo e Historiador define para su análisis lo siguiente: 1. El Patrimonio Histórico es un legado que permite establecer vínculos. 2. El Patrimonio Histórico es de todos, común, colectivo y propio. 3. El Patrimonio Histórico posee un importante valor de identidad. 4. El Patrimonio Histórico es limitado, no renovable, vulnerable y frágil. 5. El Patrimonio Histórico, además, es necesario, valioso y útil.”

Fue el primer sitio arqueológico abierto al público en el Estado de Guanajuato: El centro Ceremonial se ubica al sur de la Sierra de Pénjamo, al píe de tres cerros denominados Los Picachos. Destacan siete edificios construidos de manera dispersa y comunicados entre sí por una serie de amplias calzadas y largas veredas. Destacan una abundante presencia de petrograbados que la dan su característica.

Podemos percatarnos de una manera sencilla de mostrarnos definiciones que vienen a ayudarnos para comprender la verdadera importancia que representa en general lo que llamamos Patrimonio. Esa herencia que tenemos en custodia y que día a día, requiere de nuestros cuidados, de nuestros esfuerzos por preservar aquellos trozos de la historia de nuestros antepasados y que los Pueblos que no lo hacen, atentan directamente contra aquellos legados y tesoros patrimoniales, que les dieron razón de ser, les dieron identidad y les vinculan profundamente con sus raíces más profundas.


Lectura, que muchos se empeñan en “interpretar”, cosa que pienso muy lejana para lograr la comprensión exacta. El Misticismo Nahua primigenio, esta integrado por muchísimas variables, viviencias, interacciones y sin fin de otras apreciaciones; tiene además ingredientes que les permitieron comunicarlos a manera de “metáforas” que por cierto, alejados como estamos en la actualidad de esos conceptos, nos es terriblemente difícil poder comprender a cabalidad. Esta manera de comunicar, los llevó a la simplicidad -cosa igualmente difícil de lograr- pues si nos remitimos a su escritura, podemos encontrar glifos de una gran sencillez, comparada con nuestro alfabeto, solo que, con una gran dosis metafórica. Es por ello que menciono la importancia de hablar Nahuatl para poder leer gran parte de los llamados códices de estas Etnias. Tendremos que remitirnos nuevamente al Códice Boturini para comentar que: Debemos otorgar mucho más crédito a aquella cultura, del que mezquina

Plazuela de la Compañía Me referiré a lo que considero más importante en la tesis de Don Juan Carlos Márquez Villora: “El Patrimonio Histórico es limitado, no renovable, vulnerable y frágil”, porque es justo ahí donde está el secreto para entender la preservación y conservación con todos los esfuerzos necesarios en el tema Patrimonial. En principio debemos considerar los enormes cambios que han sufrido desde la creatividad, la apreciación, la mentalidad, los métodos constructivos, entre otros cientos de aspectos, más lo que llamamos “Mano de Obra”, que finalmente nos ayuda a centrar el tema, en la preocupación de las razones y habilidades de los miembros de una sociedad para realizar edificaciones o construcciones que conforman al Patrimonio Histórico, con pensamiento creativo y costumbrista, las diferencias entre los materiales antiguos y ac-

tuales, las habilidades manuales de los constructores, los conceptos de durabilidad, entre miles de detalles adicionales, que al tamizarlos, nos encontramos en la encrucijada de las consideraciones que limitan cualquier realización. En la actualidad nos hemos enfrascado en realizar obras para dar cabida a otros elementos de uso diario, justificados por la “movilidad”, la “apariencia”, la “correspondencia”, los “servicios”, la “tecnología” entre muchos conceptos más, sin percatarnos de lo poco duradero de las obras en sí mismas, porque “sabemos” que al siguiente día, necesitaremos de otras más adecuadas a la modernidad que vivimos; en sí, somos consumidores de lo desechable.


Museo Gene Byron “El Patrimonio Histórico es limitado”, sí, porque no se repetirá, no se podrá construir nuevamente, no se darán las condiciones para rehacerlo porque es ÚNICO e IRREPETIBLE. “El Patrimonio Histórico no es renovable”, no, porque tanto el ambiente, como los materiales, como la mano de obra, como el mismo pensamiento creativo, no lo pueden realizar, porque sería una copia mal hecha. “El Patrimonio Histórico es vulnerable”, sí, por que no hay manera de regenerarlo físicamente y es atacado a diario por diferentes agentes nocivos que van desde el mismo ambiente en que se encuentra hasta las acciones humanas, tengan contacto o no directamente con él.

“El Patrimonio Histórico es frágil”, sí, porque tiene años de construido y por ser vulnerable ha sufrido las inclemencias del ambiente y humanas; por tanto se destruye fácilmente. El Patrimonio en general es tu identidad, es la de todos, es la sangre de otro color que recorre tus venas, es tu pensamiento, es tu educación, es tu forma de integrarte a la sociedad nacional y global. Una parte preocupante respecto a la preservación y conservación del Patrimonio Histórico, la encuentro en las divisiones de pensamiento, razonamientos y apreciación de las personas convertidas en autoridades, que fincan sus opiniones más en su persona que en consideración de todos los demás y -


Acueducto de Pastita se alejan de lo que creen menos importante, dejándolo en un vacío caótico. Miles de ejemplos de lo anterior se pueden encontrar en muchos de nuestros Pueblos y Ciudades donde se han destrozado ejemplares que no volverán a existir más.

Habría que recordar que es común que los exámenes se pasen y se obtengan títulos, en base a copiar respuestas, robo de respuestas, trampas “estudiantiles”, pago de regalías y compra de maestros y sinodales.

En México es común que los “profesionales” le den más valor al “título académico” que a sus propios conocimientos y preparación profesional, ocultando por detrás de aquel título su poca o nula experiencia, o el altísimo valor de egolatría que esto les causa para nunca reconocer que les faltan conocimientos y habilidades, no se les escuchará decir “no lo sé, voy a investigar”. Por otra parte, se pondera mañosamente, el “titulo” como bandera y llave para abrir puertas e imponer criterios para escalar peldaños sociales y políticos.

Claro que existen los verdaderos profesionales que significativamente se pueden contar con “los dedos de las manos” o por ser “garbanzos de a libra”, por todas sus cualidades, por su probidad, sus habilidades, su experiencia, su capacidad. Lástima que no podamos tener de ellos, en cada instancia gubernamental, en cada oficina encargada del Patrimonio, en cada Municipio, en cada monumento histórico y tengamos que batallar, pelear, arañar apoyos y recursos para tratar de cuidar lo nuestro.


Jardín de la Reforma Es inverosímil que los diferentes sectores en el ámbito gubernamental se den “colocaciones” por amiguismos, compadrazgos, politiquerías y otras circunstancias ajenas por completo a la propia función pública. Claro que todo ello afecta de manera tajante a los temas de preservación y conservación Patrimoniales que se puede decir, se mantienen de manera humillante ante los escasos recursos de que se puede disponer y se hace “moda” ir a pedir recursos para proyectos de conservación a instancias mundiales, para luego aplicarlos en banalidades y derroches.

Ante tales circunstancias la preservación y conservación patrimonial, sufre las terribles consecuencias del descuido, el abandono, dando nacimiento a las ideas de cosas viejas, inservibles, polvorientas, estorbosas, que la población empieza a asumir como hechos que se resumen en frases como: “Si tú no lo cuidas, por qué he de hacerlo yo?”, con las terribles consecuencias. Respirar y estar preparados para el engrandecimiento, rescate, preservación y conservación del Patrimonio Histórico, nos debe dejar buenos resultados, sabiendo que al poco tiempo, tendremos más sitios y monumentos rescatados con toda la belleza, grandeza y valiosa aportación al contexto del Patrimonio Cultural.


San Gabriel de Barrera

Sería deseable que aumentarán día a día, las decisiones tanto oficiales como de particulares, por la preservación y conservación de todos los entornos patrimoniales, porque de ello dependen en mucho, los llamados atractivos visuales en todos los Pueblos y Ciudades del Estado de Guanajuato.

Y si hablamos de esos “atractivos visuales”, los podemos convertir en turísticos y esa actividad de inmediato genera buenos dividendos a cada Población, esto quiere decir que: se puede llegar a la explotación adecuada, consciente, controlada, organizada, de todas las características de fisonomía y belleza de cada Pueblo y Ciudad del Estado, sin perjuicio del mismo Patrimonio como tema principal del atractivo turístico.

No olvidemos que cada piedra, muro, cantera, fierro y otros elementos que conforman el Patrimonio Histórico son parte integral de lo que al fin será la Riqueza Cultural de un Pueblo. Y por otra parte, la cooperación, concordancia de ideas y objetivos, los planes de rescate, de preservación, de conservación, deberán ser precisos, sin cortapisas, contundentes, fuera de politiquerías absurdas de los que ven “beneficios” propios, fuera de esas “candilejas oficiales” que solo iluminan a unos cuantos y cometen desprecio a los verdaderos valores universales.


Elementos que conforman el PATRIMONIO CULTURAL Emilio Romero


PATRIMONIO NATURAL El Patrimonio Natural está formado por todo aquello no realizado por el humano, es producto de la naturaleza: Flora, Fauna, Hidrología, Orografía, Oceanografía, Ecosistemas, de una región, ciudad, Estado, País. En ese conjunto de conceptos naturales, mucho tiene que ver, el medio ambiente que se propicia para cada región y los ecosistemas que se han creado a lo largo de siglos de evolución natural, Pueblos y Ciudades están insertos en éstos y se hace necesario hacer todo lo posible para su preservación y conservación. Las acciones humanas son causantes de severos daños a los ecosistemas que en el menor de los casos sufren cambios bruscos en su entorno, hasta propiciar un deterioro constante del medio ambiente en general, la

basura, los hidrocarburos, la degeneración, el pésimo uso del suelo, la deforestación, la generación de cientos de contaminantes de toda clase, producen cambios radicales en los entornos y provocan además la invasión de faunas nocivas para las regiones, sobre todo donde la actividad humana esta en crecimiento constante. Por ello han nacido la Zonas Protegidas para dar algunos paliativos a la naturaleza de poder regenerarse de alguna manera, pero las consecuencias de la actividad humana, es completamente depredadora y zonas no protegidas, crecen de manera alarmante día a día.


PATRIMONIO EDIFICADO Esta formado por todos los bienes inmuebles representativos de toda la evolución histórica de una comunidad y se considera desde sus primigenios asentamientos además de su correlación o zonas de influencia. En México, se estableció que el Patrimonio es histórico, hasta el año de 1900, posterior a esa fecha se le denomina Patrimonio Artístico. Por lo tanto, toda edificación en el territorio nacional hasta 1900, es Patrimonio Histórico y representa para muchos de nosotros, pinceladas de la historia de nuestros Pueblos y Ciudades representadas desde las antiguas edificaciones ceremoniales, complejos y ciudadelas prehispánicas, pasa por la arquitectura religiosa hasta edificaciones civiles con hermosos ejemplares a lo largo y ancho del territorio nacional y son reconocidas como:

Ciudades Patrimonio, Pueblos Mágicos, Ciudadelas y Conjuntos Prehispánicos. Es el Patrimonio con mayores daños, tanto por efectos naturales como por acciones del humano y fauna nociva y además es el patrimonio al que se causan más destrozos, por las intervenciones de manos no profesionales, por programas de modernidad citadina y cientos de causas más. En su gran mayoría, estos recursos patrimoniales, no cuentan con la protección debida y esperada. Por lo general inmersa en “programas oficiales” elaborados desde un escritorio, archivados por años y durmiendo el sueño del olvido.


BIENES INTEGRADOS Son aquellos elementos artísticos o de artes aplicadas, que constituyen la ornamentación arquitectónica y visual de las edificaciones: todos los elementos que “visten” de manera artística tanto las fachadas, pórticos exteriores e interiores de cuanta edificación esté catalogada dentro del Patrimonio Edificado. Por su naturaleza podrán ser de índole escultórica, pictórica, o ambas y se consideran cientos de detalles que van desde las esculturas religiosas, esculturas civiles, frescos, artesonados columnas, pilastras, púlpitos, fuentes, altares, retablos, balaustradas, herrerías, arte en fierro, arte en moldeado, campanas, reliquias, arte de cantería, entre otros más.

Estos elementos deben estar expresamente catalogados, inventariados y contar con sus propias fichas o cédulas de identidad, a fin de contar con la mayor información posible sobre sus orígenes, estilos, manufactura y otras consideraciones de valor artístico y económico a fin de su propia identidad, permita en caso de rescate, restauración, intervención, manipulación, preservación y conservación, un trabajo adecuado que evite daños irreversibles a cada elemento. Las autoridades deberían tener levantamientos e inventarios de cada uno de estos elementos porque son el valor agregado a las edificaciones catalogadas.


PATRIMONIO URBANÍSTICO

Esta constituido por las estructuras urbanas que dan identidad a cada Pueblo y Ciudad. Se considera muy puntualmente a todos los conjuntos urbanos de especial importancia como: Los Barrios, Plazas, Jardines, Parques, Calles, Callejones, porque son referencias únicas de la personalidad de cada espacio. Se consideran además dos conceptos de suma importancia: El Paisajístico y el Ambiental, que conforman el entorno donde están inmersos aquellos conjuntos urbanos y en sumatoria global, le dan el carácter de identidad, personalidad, impacto visual y los hacen únicos.

Estos elementos son también muy frágiles, porque cualquier cambio o adición/ supresión, los perjudica notoriamente y les hace perder partes de su personalidad, dejando despojos irreversibles. Este Patrimonio, sufre constantemente la inducción de intervenciones por parte de la autoridad, con el menosprecio a su propio carácter y va dejando secuelas de perdida de identidad e integración al contexto de los Pueblos y Ciudades. Igualmente las acciones civiles, el comercio ambulante, las prestaciones de “servicios comunales” mal entendidos, perjudican enormemente éste Patrimonio.


BIENES MUEBLES Se consideran todos los objetos, que poseen valor especial para la comunidad que va desde lo histórico, lo simbólico, lo afectivo, que pertenecen a los conceptos de identidad, memoria y personalidad de la comunidad misma.

Desde hace cientos de años, esta rapiña nociva, ha centrado sus peores quehaceres en la desaparición de objetos del Patrimonio Cultural de muchos Pueblos, mismos que podemos encontrar en otros países y lugares muy alejados de su origen.

Son elementos artísticos, artefactos culturales, artefactos significativos, piezas históricas, piezas artísticas y artesanales, que dieron y dan claras respuestas del desarrollo histórico de una comunidad y su interacción con otras.

Prueba de ello, lo constituyen los cientos de objetos del Patrimonio Cultural de los Mexicanos, que no se pueden recuperar porque “pertenecen” a colecciones particulares o a Museos y archivos extranjeros que poco les interesa repatriarlos por el valor histórico y económico que les representa tenerlos en su poder.

Estos elementos están sujetos a una depredación constante por parte de malos ciudadanos en base al robo, al pillaje, para lograr beneficios económicos de nula justificación.


PATRIMONIO DOCUMENTAL Lo conforman todos los documentos que constituyen los acervos históricos como fuentes de comprobación de hechos históricos o memorables, son testimonios y evidencias del paso histórico de una comunidad al permitir relatos de la misma, de sus formas de pensamiento, de su creatividad y razones, en el contexto del espacio-tiempo que habitaron y las circunstancias que vivieron en comunidad y por cada miembro de aquella. Este Patrimonio se manifiesta en diferentes soportes y formas, mostrando incluso la creatividad de las comunidades al paso del tiempo. Todos aquellos documentos fueron creados por individuos y tienen el valor adicional de la facilidad para su consulta.

Miles de documentos, conforman hoy los acervos tanto institucionales oficiales como privados y permiten dar certeza a los cientos de páginas de historia que se escriben a diario, pues manifiestan claros puntos de partida para la investigación histórica y sociológica, Etnográfica, con miras a enriquecer conceptos y relaciones entre los miembros actuales de la comunidad. Al ser tangible, se producen acciones de veracidad, testimonios, evidencias, que permiten la realidad etnográfica de la comunidad misma.


PATRIMONIO INTANGIBLE Son todas las manifestaciones que se constituyen en importantes referencias culturales al ser rasgos característicos de la identidad de las comunidades. Los grupos sociales tienen sus propias formas de comunicar los Usos y Costumbres, que les son propias, que comparten con otros grupos y que los hacen diferentes al mismo tiempo.

Todo ello, se puede percibir por otros grupos sociales y causa el reconocimiento de identidad única o diferente, por lo general es mucho más notorio en la especial manera de comunicar sus celebraciones, ritos, fiestas populares, las interacciones de sus miembros en sitios de colectividad: mercados, ferias, santuarios, u otros espacios donde la comunidad se concentra y produce prácticas culturales colectivas.

Estas manifestaciones son populares y van desde, la forma de sus vestimentas, formas de expresión, lenguaje característico, arraigo costumbrista, uso y disfrute del entorno gastronómico.

Algunos grupos sociales de características únicas, sufren los embates de la modernidad y están en constante riesgo de perder incluso: lengua, usos y costumbres, sociabilidad y relaciones de carácter étnico.


Volteando la mirada a un análisis de mayor profundidad, podremos mirar con preocupación la enorme fragilidad de cada uno de los elementos que conforman el Patrimonio Cultural de los Pueblos, que en variadas ocasiones piden a gritos, el rescate, preservación y conservación pero de manera constante, continuada. Es increíble que ante tanto valor histórico, etnográfico, social, natural y -por qué no- económico, tengamos tantos incidentes adversos, provocados por las autoridades, o por ciudadanos dedicados a entorpecer trabajos y proyectos de preservación y conservación, que benefician totalmente a todos los miembros de una comunidad

y estos beneficios son inmediatos, pues aparte de la salvaguarda de todos y cada uno de esos elementos, producen recursos y ganancias económicas a los Pueblos que aman, ejecutan y desarrollan una vigilancia extrema en el cuidado de sus bienes patrimoniales. Si tu Patrimonio es un tesoro, por qué entonces lo mantienes, sucio, descuidado, a punto del colapso, no sería mejor mantenerlo limpio, cuidado, esplendoroso y de manera tal que te de orgullo -y no vergüenza- mostrarlo a tus visitantes y adicionar a esas bellezas, información histórica y etnográfica real y como su anfitrión, solicitarles el respeto debido a los tesoros que les estás mostrando.



Albarelos en el Santa Fe de Guanajuato de antaño El Botiguer, pronto se convirtió en personaje ilustre e indispensable en la vida cotidiana de las comunidades más o menos urbanizadas de la época y sus servicios eran muy solicitados. Con el tiempo y la aparición de las “medicinas de patente”, su actividad poco a poco entró en desuso por varios factores. Las “Boticas” fueron quedando relegadas frente a las “Farmacias” y algunas boticas ante tal presión, pronto cambiaron de giro comercial, dejando para siempre sus tradiciones e historias escritas entre los muros y anaqueles de sus locales comerciales.

Para muchos Pueblos y Ciudades del Guanajuato de los siglos XIX y XX, fueron de suma importancia los incipientes servicios médicos que eran ofrecidos por personas capacitadas en la experiencia, algunas por su altruismo y otras más por sus estudios en la materia, diplomadas o tituladas en Colegios y Universidades de esos años. Otros de esos servicios se encontraban en la oferta de medicamentos –todos preparados bajo pedido y solicitudes de los médicos- para tratar las enfermedades, en base a personajes estudiados entre la química, la física y la medicina -ciencias esenciales para la actividad-, conocidos como “Boticarios”.

En el Guanajuato de mitad del siglo XX, era ya muy famosa la “BOTICA SANTA FE”, así conocida por muchos años la Farmacia Santa Fe, cuyo propietario fue el muy reconocido y estimado Dr. Don Carlos Torres, recordado cariñosamente como “El Pollo Torres” y es de éste personaje y su Botica Santa Fe, que surgió el interés por descubrir en sus anaqueles o “BOTAMEN” y armarios, uno de los elementos más notables y esenciales entre otros más, para la realización de la vieja actividad de Botiguer!!. Prácticamente desconocidos para el resto de los mortales, los ALBARELOS o BOTAMENES –por extensión lingüística- de origen persa por allá del siglo XII, su nombre proviene de Al-baraní –vaso para drogas- es un recipiente cilíndrico, elaborado en cerámica porcelanizada y finamente esmaltado por dentro y por fuera, de unos 15 cms. en su diámetro exterior –para poder asirlo fácilmente- algunos fueron con tapa de pergamino y después su tapa fue del mismo material cerámico-. Cumplían la función de contener y conservar sustancias sólidas y viscosas, como fuentes bási-


cas de los medicamentos preparados por el Botiguer, ésta herramienta fue el envase “por excelencia” de toda botica y el elemento principal del “BOTAMEN” o estantero o anaquel de la botica misma. Cita Don Luis Marcos Morales, farmacéutico de profesión que: “Llega al sur de Europa a través de las zonas de influencia musulmana como objeto de lujo y poco después empieza a fabricarse en dichas zonas para uso interno y de exportación, convirtiéndose en las primeras piezas de cerámica de uso exclusivo farmacéutico del continente. Los alfares más importantes, y los primeros en comenzar a producir albarelos en Europa, estaban en España (Manises, Paterna, Teruel, Talavera de la Reina, etc). Se fabricaban de distintos tamaños, llamándose los más pequeños pildoreros, pues se usaban para guardar píldoras. También en Italia hubo relevantes alfares, como los de Faenza y Urbino. Incluso algunos autores apuntan que el origen de la acepción latina de al-baraní es italiano (albarello), pero otros afirman que el origen es Español.

A partir del S.XV los albarelos ya están ampliamente difundidos por la Península Ibérica, Francia e Italia. Durante este siglo y el siguiente se realizan las piezas más importantes y con las decoraciones más hermosas. En el S.XVII la calidad ya no es la misma y empieza a primar la practicidad, llegando la misma a su culmen en el S.XVIII. En este siglo el uso del albarelo se generaliza en las farmacias, pero con diseños mucho menos elaborados, predominando sencillos albarelos de color azul o verde.” Fin de la cita. El destino y el tiempo, a partir de la producción y masificación de los medicamentos a la mitad del siglo XX, se encargaron de presionar aún más a la actividad del Boticario y eso repercutió en la fabricación de Albarelos hasta llevarla al siniestro total. Hoy, aquellas finísimas piezas de porcelana, decoradas suntuosamente y muchas rotuladas, incluso en la parte inferior del recipiente muchas llevan el “sello” de la Botica a la que pertenecieron y aún desconocida su histórica función por el grueso de la ciudadanía, están en colecciones privadas y por su enorme calidad, llegan a tener una enorme valoración en monetario.


Regresando a los BOTAMENES de la tradicional FARMACIA SANTA FE del recordado Dr. Don Carlos Torres, su hijo Marco Antonio Torres Morales, tuvo a bien conservar lo que su Padre tenía en uso y ha podido rescatar de otros sitios, aquellos Albarelos tan estimados, para integrarlos a su propia colección que, con gran orgullo conserva para la posteridad. Sería magnífico que algún día, se pudiese coordinar una exposición-exhibición en uno de los Museos más prestigiados de la Ciudad Capital, para que la ciudadanía en general, conozca y disfrute admirando estos bellos, finos e históricos utensilios de aquellas tradicionales y únicas BOTICAS DEL SANTA FE DE GUANAJUATO.

Investigación y Texto: Emilio Romero Balandrán Abril de 2022 Fotografías: Las fotografías que acompañan este texto fueron compiladas de internet. Como imágenes ilustrativas de los Albareles utilizados en los siglos XIX y XX en Europa.



En el Guanajuato de ayer: Caminando al Colegio Mirtea Elizabeth Acula Cepeda

Me traslado a la ciudad de Guanajuato, en la década de 1940, apenas mediando el siglo pasado y se viene a mi memoria una serie de imágenes, iniciando por las matutinas, cuando salía temprano para ir al Instituto La Salle; cada día, al retorno, buscaba una ruta diferente, pues la curiosidad infantil guiaba mi paso por la hermosa ciudad novohispana de Guanajuato. Desde la calle de Pósitos, que en los primeros años del siglo XVII se le conocía por la calle Real y por esta calle se trasladó la Virgen de Santa Fe de Guanajuato, antes Santa Fe de Granada a la parroquia, ahora basílica colegiata, construida en el año de 1671 y donde se venera una escultura de la Virgen María y el niño, misma que fue tallada en Granada antes de la conquista árabe en España y permaneció oculta en una cueva hasta que Isabel la Católica recobró ese reino para la corona de Castilla y que su bisnieto, el emperador Felipe II, regaló al pueblo minero de Guanajuato, uno de los más grandes reales mineros, según me platicaba Mustafá. Temprano en la mañana, desde la casa “de las bolas”, donde vivía y luego supe que en ese domicilio nació Diego Rivera, una ruta era bajar por el Baratillo a la Av. Juárez, porque en ese sitio había mucho que observar, luego cruzaba corriendo la Plaza de la Paz, frente a la cual se erige la hermosa basílica, para llegar a tiempo al Teatro Juárez, donde dos salesianas esperaban en las escalinatas a la parvada de infantes que iban llegando.


En el Teatro Juárez se celebraban los festejos del colegio, de fines de curso o día de la madre, principalmente, entre bastidores, el alumnado esperaba su turno para aparecer ante el público, integrado por los padres, autoridades educativas y otras personalidades que la dirección del Instituto La Salle había invitado, por ahí guardo una fotografía, en ella aparezco vestida de mucama y con zapatos de charol negro, menciono el hecho porque todas las niñas calzaban zapatitos blancos, pero yo, quizá un tanto rebelde nata, pensé que los de una mucama debían ser negros y así me presente. También, el teatro funcionaba como cine y muchas películas las vi desde un palco… quizá me sentía muy importante, pues la perspectiva era mejor desde la luneta. ¡Ah! En esa luneta, cubierta de tablado tuvo lugar una recepción, baile muy elegante, con motivo de la visita del presidente Miguel Alemán Valdés en 1949; el hermoso vestido de mi madre estaba bordado en negro sobre seda de color

buganvilia; muchos años más tarde, una de mis hermanas lo llevaría a la boda de mi otra hermana. Un poco más tarde, abordaríamos un camión que llegaba al pie de las escalinatas del Teatro y nos llevaría al Instituto, ubicado frente a la Presa de la Olla; en sus aulas cursé el preescolar o párvulos y los primeros años de primaria. El camino nos llevaría por la plazuela de San Francisco, a un costado se encontraba una casa de huéspedes, donde había pernoctado el Lic. Benito Juárez e irrespetuosamente un día me acosté en la cama donde él durmió, por supuesto el regaño no se hizo esperar; luego del paso del Campanero, estaba un cine y enfrente el cuartel, así como otros referentes históricos; seguiría avanzando por la calle Carrillo Puerto y la esquina donde dobla, frente al Instituto Montes de Oca, estaba un grupo de pequeñuelos y después de que subían el vehículo continuaba su marcha, hasta la siguiente parada, en el Jardín de las Educadoras, no sé si es el nombre correcto o


así le llamábamos. A paso tardo, subiría hasta la Presa de la Olla y a través de ese recorrido, el chofer iba haciendo altos de vez en vez, para que abordaran los niños y las niñas de distintas edades, que impacientes esperaban su paso. Recuerdo a las dos profesoras que con cierta dificultad imponían el orden, dada la hiperactividad natural las desafiaba constantemente. Ese camión era del transporte público, un propietario era el señor Salvador Aguilar, quien tenía un acuerdo con el Instituto para dar ese servicio. En tanto avanzaba por la ruta, podía contemplar las hermosas casas y los vetustos edificios virreinales, como el que actualmente aloja a la Escuela Normal Oficial de Guanajuato, una antigua edificación estilo neoclásico del siglo XVII, de elegante fachada en cantera rosa, que coexistió como Hospital Civil consecutivamente y posteriormente Colegio del Estado. De esos vehículos y de la inquietud natural de la infancia, que imponía una ardua tarea a la vigilancia constante de las profesoras para ser mesurada, un suceso lamentablemente inolvidable ocurrió a bordo del camión número cinco; el hecho lo vivimos una tarde, cuando retornando del Instituto La Salle, bajando por la calle Carillo Puerto, el vehículo tuvo que orillarse al extremo de su derecha, para dejar paso a un carro que subía; entonces la calle del Padre Belaunzaran aún no existía, por ahí corría un río, el cual podía verse desde las ventanas ubicadas en la parte posterior de las casas o del Instituto Montes de Oca, así que prácticamente era, por aquellos años, la única vía. Pese a la prohibición de asomarse por las ventanillas o de levantarse del asiento, un niño llevaba la cabecita fuera del camión gozando sentir el fresco aire en su cara, pero en el momento que se orilló el vehículo, aunque disminuyó velocidad, la cabeza del niño chocó con fuerza en contra un poste y murió al instante, yo iba en el asiento posterior y…

dejo a su imaginación la triste escena que presenciamos. Después de ese horrible suceso, la chiquillería no quería subirse y gritaban: ¡En el camión asesino, no! Nunca olvidare los paseos a la Presa de San Renovado o las caminatas a las que nos llevaban en excursión las monjas lasallistas, en la parte posterior del Colegio donde estaba, no se si aún esté, una escultura de la Virgen, a la que le cantábamos, el estribillo de: La Virgen de la Cueva, que llueva, que llueva. En el patio de recreo los juegos de beisbol mixtos, en equipos del niños y niñas, lo cual sería un choque cultural cuando llegué a Colima, donde en otro colegio, las monjas nos prohibían a las niñas jugar con los niños. Esto, culturalmente es interesante, porque evidencia las diferencias en educación y tabús en los estados de la República, que por aquel tiempo eran notables y para una niña significan cambios de conductas y estereotipos de género; de ahí la expresión choque cultural, no es tan sencillo adaptarse a nuevos contextos. Esto vale un comentario, referente a la importancia de contextualizar los estudios sociales, en -



este caso los de género, pues no es lo mismo una región de México a otra, existen diferencias notables, que aún eran bastante acentuadas a mediados del siglo XX, cuando las comunicaciones no eran tan rápidas como son en la actualidad. Se me dificulta llegar al punto final, porque aún bailan en mi mente los gratos recuerdos de los años que viví en ese paraíso, que parece extraído de la historia virreinal mexicana, no fueron muchos, pero dejaron honda huella en mi formación, así que desde lo más profundo de mi corazón agradezco a mis padres y a la vida haber vivido en esa hermosa ciudad, la fortuna de haber conocido muchas personas que permanecen vivas en mi memoria y cuyos nombres evito para no dejar ninguno en el aire, si puedo decir, que he gozado cada vez que he regresado en viajes de placer o de trabajo, siempre es grato estar en Guanajuato.

Nota del Editor: Tuve la oportunidad de conocer a la Maestra Mirtea Elizabeth Acuña Cepeda, por una afortunada coincidencia de la vida. En una video-conferencia estuvo de invitada y charló de su paso por el SANTA FE DE GUANAJUATO de los años 40, compartió en esa ocasión una fotografía -abajo a la izquierda- que la retrata con su mamá, su hermano y un tío, fuera de la “casa de las bolas” que años más tarde fuera mi casa por 20 años. Aquella fotografía es muy parecida a una de mi familia, mi madre y mi padre, más una tía, capturada en noviembre de 1948. Ante tal jugarreta de la vida y con un viaje a Colima en diciembre de 2021 a visitar a familiares, me atreví a llamarle para provocar un encuentro y una charla, que afortunadamente se concretó y revivimos experiencias en aquella casona de la Calle de Pósitos nº 47, hoy, Casa Museo de Diego Rivera. Una curiosa coincidencia de ambas familias, ambas vidas... qué bueno que somos aún testigos de un pasado de finales de la década de los años 40 del siglo pasado.



El Monumento al “Pípila” . Una historia oculta Emilio Romero Balandrán

… “He estudiado la escultura desde hace 25 años, habiendo ingresado a la Academia de Bellas Artes, en la ciudad de México, el año de 1911 y he realizado una amplia labor que no me corresponde calificar a mí, pero que existe en la República y en el extranjero. Nunca he pretendido ostentarme como ingeniero o arquitecto y justamente por ello, dada la magnitud de la obra escultórica que concebí y en prueba de la honradez que me caracteriza, he allegado para ejecutarla, la experiencia de ingenieros de valía que han colaborado conmigo estrechamente en el estudio técnico de aquellos problemas, que por su índole, están mejor capacitados que yo para resolverlos. Tengo el orgullo, además, de haber nacido en esta ciudad y por ese hecho y en memoria de mi padre, Don Carlos Olaguíbel y Arista, a quien multitud de personas que viven, lo recuerdan perfectamente, pues colaboró en el gobierno de Guanajuato que encabezó el general Manuel González, y es por lo que he consagrado al monumento a “El Pípila” toda mi experiencia, todos mis esfuerzos y tengo depositada en él la ilusión más cara de mi vida artística y sentimental”. Escultor Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig En respuesta a una carta publicada en el semanario “El Noticioso” de Guanajuato, donde se le hacían diferentes acusaciones.


Semblanza Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig Noveno hijo del matrimonio de Doña Eugenia Rosenzweig Georgevits (1862-1928) y Don Carlos Olaguíbel Arista (1847-1907) Diputado y escritor, nació en el SANTA FE DE GUANAJUATO del año de 1896. De su biografía poco podemos recolectar, sin embargo existen datos que lo acercan con mucho al arte de la escultura, pues su experiencia fue ganada “a pulso” en el recorte de su vida de altibajos. Participante con 14 años en la revolución de 1910 y se tiene registro de su paso por la Escuela Nacional Preparatoria y con posterioridad y por su buena influencia liberal se inscribe en la Academia de San Carlos -que tenía alianza con la Asociación de Artistas Independientes de Nueva York- y se hace notorio su desenvolvimiento artístico con aquella corriente liberal que muchos artistas de la época pregonaban. Existen registros de su ingreso a los Estados Unidos de Norteamérica por allá de los años 1917/1918. En aquella estancia trabaja como ayudante de escultura con Gutzum Borglum de cuya creatividad surgieron las famosas escultural de rostro de los cuatro Presidentes los Estados Unidos: George Washington, Thomas Jefferson, Abraham Lincoln y Theodore Roosevelt esculpidas en el Monte Rushmore. Con aquellos altibajos y poca información, no podremos precisar su regreso a México, pero, lo que sí puedo decir, es que, aquella enorme experiencia en labrar peña directamente sobre trazos de enormes dimensiones, con todas las herramientas y utilerías requeridas, no cualquier

mortal acomete tal empresa y por ello pienso, se forma su carácter de artista escultor, para realizar obras de dimensiones enormes fuera de un contexto “normal” . En su carrera por aquellas tierras fue: Jefe de Clases de Dibujo del Ministerio de Educación, por siete años, Inspector de Artes Plásticas en las misiones culturales del país, por tres años, y finalmente, Inspector de la enseñanza de Artes Plásticas en Primarias y Normales de México por tres años; incluso fue el fundador y director del periódico “Pulgarcito” como órgano del Ministerio de Educación Pública Nacional de los años 1924 a 1932. Miembro del Círculo de Escultores de la Ciudad de México y miembro de la Liga de Artistas y Escritores Revolucionarios de la ciudad de México, poco antes de crear su modelado y contrato para realizar el conjunto escultórico del Pípila en el año de 1939.


Por lo anterior y ante la escasa valoración de su trabajo, propiciada por el desconocimiento de su interesante currículum y de aportaciones artísticas de muchos ciudadanos, tanto a nivel nacional como Guanajuatense, es que de pronto –como siempre- surgieron voces inconscientes y nada enteradas para denostar, cuestionar, empobrecer y muchas veces lapidar, el trabajo de este artista Guanajuatense que, lo único que persiguió fue: cumplir con un proyecto artístico representativo de un importante personaje histórico, convertido en un monumento real a la memoria de aquel minero que propuso una forma de acceder a esa fortaleza casi infranqueable de la Alhóndiga de Granaditas, donde el “enemigo gachupín” se pertrechaba. Conjunto escultórico que dedicó a su padre Don Carlos Olaguíbel y Arista como cumplimiento de su contrato signado para ser el ejecutor de tal empresa.

Hoy en su memoria y trabajo, más, el de otros personajes que le apoyaron, la ciudadanía del Santa fe de Guanajuato de la actualidad, todavía no comprende a cabalidad tal importancia y sus limitaciones se pueden notar, en el salvaje deterioro del sitio. Ese lugar que en la actualidad es uno de los más notorios “atractivos turísticos” de la ciudad, ahí donde se instalaron y colocaron cientos de sueños artísticos, personales, gubernamentales por ocupar el mejor lugar y convertirlo en el BALCÓN, para admirar en toda su valía la propia HISTORIA DEL SANTA FE DE GUANAJUATO!! Investigación y Texto: Emilio Romero Balandrán Abril de 2022 Fotografías: Las fotografías que acompañan este texto fueron compiladas de internet.


¿Por qué en la cima del Cerro de San Miguel? La historia misma de la ciudad de Guanajuato nos acompaña a través de los siglos y nos deja conocer que la antigua ciudad tenía tres vías de acceso: una por la parte norte viniendo por el Mineral de la Valenciana, otra por la parte poniente, viniendo del Mineral de Marfil y la tercera igualmente, que además comunicaba con la Calzada de Carreras y los caminos de mulas hacia los Minerales del oriente de la ciudad y justo en ese punto de confluencia, existió una Garita de acceso que estuvo a espaldas del Cerro de San Miguel. Este Cerro además contaba donde hoy es parte del mirador del Monumento al Pípila, con una pequeña planada que era el basamento de la Cruz de Humilladero. La Cruz de Humilladero, fue un elemento muy importante que, por cuestiones religiosas, era colocada justo en la entrada o salida de las ciudades más importantes. Ahí los viandantes podían hacer sus rezos al entrar o salir de la población y la comunidad se sentía protegida de los males que la pudiesen atacar al considerarla como un símbolo de protección divina. Además de ser el Cerro más cercano a la cañada donde la ciudad se estableció, sus laderas al norte, llegaban hasta prácticamente el centro de la ciudad y desde éste, al alzar la vista a la cima de ese cerro, bien podía verse la Cruz de Humilladero como elemento de protección divina acompañando la vida pública de todos sus habitantes, tal como ahora podemos mirar el Monumento y su mirador. La Cruz de Humilladero o “Crucita” como le llamaban los pobladores de la ciudad, era un elemento ornamental muy sencillo, pero que cumplía con los cánones específicos de aquellos ornatos:

En su basamento, el área que la circunscribía era más o menos plana, adecuada para que varios viandantes pudiesen estar cerca de ella al mismo tiempo. Justo por Usos y Costumbres, aquel espacio comenzó a ser utilizado por algunos pobladores, como sitio para dirimir reyertas de todo tipo y los terribles duelos a muerte -al principio con el uso de espadas y luego se utilizaron las armas de fuego- se dieron en varias ocasiones y circunstancias causando la muerte a varios caballeros de la época.



El trazo de aquella “planada” fue aprovechada para la construcción de toda la obra civil que finalmente concretó el hoy conocido Monumento al Pípila y los miradores que el área dispone como elemento ornamental y de utilidad pública. Inicio de los trabajos en el Cerro de San Miguel. El 15 de enero de 1939, dan inicio los trabajos de desmonte, limpieza y adecuación del sitio donde sería edificado el monumento a “El Pipila” obra escultórica de DON JUAN FERNANDO OLAGUÍBEL ROSENZWEIG, artista escultor nacido en Guanajuato, Gto., el año de 1896 y fallecido en la ciudad de México en 1976. El proyecto fue también apoyado por el Arquitecto Vicente Mendiola Quezada y por el Escultor Joaquín Gutiérrez Ocampo y su familia, que lograron recrear el original propuesto por Olaguíbel, como una alegoría interpretada del personaje de la Independencia de México, el Pípila, aquel valiente minero que, según la crónica histórica, incendió la Puerta norte de la Alhóndiga de Granaditas el 28 de septiembre de 1810. Ampliar el terreno y en tres grandes niveles del mismo colocar los cimientos en el centro del nivel superior al elemento de sustentación de la escultura y las orillas adornarlas con grandes barandas sin dejar en símiles acabados los pasamanos de dos escalinatas a cada extremo del monumento. Una obra civil que ocupó a decenas de operarios, unos cincelando las canteras, otros colocando y dando forma a todo el conjunto. Con respecto a la efigie del personaje, se pregonaron dos versiones que el tiempo se ha encargado de ocultar hasta casi perderse entre las mismas canteras que lo constituyen:

Don Rafael Rangel Hurtado, Gobernador del Estado de Guanajuato 19381939, observa el modelo original del Pípila. La primera menciona que, tal diseño de la figura, estaba ya elaborado como personaje para otro fin alegórico, esto, considerando la época de su creación. Años de un nacionalismo profundo impulsado por el gobierno de Lázaro Cárdenas y que el escultor trabajaba influenciado por el momento nacional –la obra de la Fuente de Petróleos es el ejemplodonde los trabajadores petroleros, mineros, acereros e industriales eran el prototipo de mexicano que mostraba todo su recio carácter y personalidad. Esa misma influencia se puede notar en otros artistas y otras corrientes de la época.


adecuación de cemento –que no cantera, como el todo- parece sí, algo postizo o un pegote por su color y material, además de que no sale de una tea o antorcha, como la versión histórica nos narra, sino que sale de entre los metacarpos de la mano derecha del personaje. Por lo anterior, se rumoraba o criticaba que, tal original fue concebido para otra representación escultórica. Nunca sabremos la realidad en este caso, lo que sí sabemos, es que tal alegoría, trajo para el Guanajuato de inicios de la década de los años 40, un especial conjunto que pronto se convertiría en el gran mirador desde donde atisbar para admirar la belleza de la ciudad industrial. La explicación de la “flama” por Don Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig

Escultor Don Joaquín Gutiérrez Ocampo y familia, encargados de esculpir las canteras que forman el monumento al Pípila en su taller. 1938-1939. “Este puño si se ve” sería la conseja retratada en la pieza, la expresión facial denota enojo y poderío, los volúmenes del cuerpo, dan cuenta de la reciedumbre física del personaje y el brazo derecho levantado en señal de protesta, fuerza y acción amenazante. A tal obra así modelada, solo le fue agregada entre los dedos del puño de la mano derecha, unas flamas para dar la idea de un fuego listo a encender los ánimos y que aquella puerta norte de la Alhóndiga de Granaditas cayera estrepitosamente convertida en cenizas. Esa

El mismo Olaguíbel expresó y ahora recuerda en sus palabras el Maestro Víctor Gutiérrez, nieto de Don Agustín Gutiérrez Ocampo: La antorcha de la independencia es la luz que nos guía en el camino, pero la flama en sí, surge del dolor íntimo de los Mexicanos en su lucha por la emancipación. El Pípila vencedor levanta la flama en su brazo derecho siendo el hombre la antorcha, mientras su brazo izquierdo descansa sobre la loza salvadora que portó en su espalda. Nuestro héroe triunfador nos da un grito de fortaleza donde a través de los tiempos y las generaciones nos recuerda que: “…AÚN HAY OTRAS ALÓNDIGAS POR INCENDIAR” La otra versión fue incluso anotada como crónica en las Efemérides Guanajuatenses de Don Manuel Sánchez Valle de septiembre del año de 1940 –pág 137-, donde se puede leer:


“Aclara el periódico minero “22 de abril” a “El Noticioso” de Guanajuato, que Isidro Rodríguez, exjefe de veladores de los fundos mineros que explota actualmente la Sociedad Cooperativa de Producción Santa Fe de Guanajuato, muerto en riña a fines de agosto último, que no sirvió de modelo al escultor Juan F. Olaguíbel para la estatua a “El Pípila” que se haya en el cerro de San Miguel de aquella ciudad.” Como fuese, una vez concluido e inaugurado el 5 de febrero de 1940, por el Presidente de la Asociación de Constituyentes Don Manuel Cepeda Medrano, además, con una lectura de su escrito para la ocasión sobre la vida del héroe, de la pluma y talento de Don Fulgencio Vargas, aquel conjunto escultórico y su amplia plazuela, cumplió algo más que ser un ornato para la ciudad, hasta convertirse hoy, en la mejor ventana al Santa Fe de Guanajuato desde donde admirar su ancestral estructura, su imponente belleza y su singular señorío.



Don Rafael Rangel Hurtado, Gobernador del Estado de Guanajuato 1938-1939, justo al lado de la cabeza elaborada en cantera del monumento al Pípila. Don Juan Fernando Olaguíbel Rosenzweig escultor y director de la obra. Don Joaquín Gutiérrez Ocampo escultor en cantera de la obra final. Retrato de grupo de operarios y participantes en la construcción y edificación del Monumento al Pípila, que en el año de 1939 dieron al SANTA FE DE GUANAJUATO, uno de sus mejores y principales atractivos: LA VENTANA MAGICA AL GUANAJUATO DE HOY Y SIEMPRE!!_


Agentes nocivos que destruyen El Patrimonio Edificado.

NUBES DE TORMENTA Y MERCADO HIDALGO. Fotos y Textos: Emilio Romero


La Lluvia es una bendición, pues el agua que se derrama en todas latitudes, es la gran promotora de vida al ser la culminación de todo un fenómeno atmosférico. De inmediato se sienten sus benéficos efectos que son captados por seres animados e inanimados y pudiésemos decir que hace “florecer” todo lo que toca. La lluvia que moja suelos, laderas, montes, igualmente moja edificaciones y manifestaciones de la acción humana y ahí, la humedad se enseñorea por varios meses y pronto se convierte en un enemigo del Patrimonio Edificado que no esté protegido contra esa inclemencia de la temporada. Los problemas reales de la temporada de lluvias sobre nuestras poblaciones, radica en la casi nula prevención contra la humedad y las precipitaciones con granizo por el -

alto riesgo en que ponen al Patrimonio Edificado que indefenso, recibe anualmente a la temporada lluviosa, con poco a nula protección. La mayoría por no decir todas la edificaciones del Patrimonio, están construidas por piedra, calicanto, adobes, ladrillos, maderas, canteras y fierro, que en esa temporada de inmediato acusan diferentes tipos de cambios en sus estructuras. Estos cambios van desde la misma temperatura ambiental al cambio brusco a la baja que la lluvia, granizo y humedad les provocan. Todos empiezan a sufrir esos cambios en su constitución que se muestran como: desmoronamiento, oscurecimiento, ataques de bacterias, hongos, moho, que finalmente les hacen perder su solidez, resistencia, elongaciones, que las ponen al borde del colapso.


Con infinidad de estudios en la materia, se hacen esfuerzos por conseguir los mejores materiales que sirvan de protección aplicada, a todos aquellos elementos que forman una edificación de esta naturaleza. Estos esfuerzos deberán aplicarse al inicio de cada año, a fin de evitar en lo posible, que la temporada de lluvias afecte sustancialmente a las propias edificaciones. Sin confiar mucho en lo dicho en las “etiquetas” del fabricante de ese tipo de productos, que mencionan “años de garantía” en su durabilidad, es necesario mantener una constante vigilancia de carácter técnico para cada edificio del Patrimonio, esté catalogado o no, con la finalidad de dar certeza y oportunidad a que las protecciones ayuden a mantener lo más sano posible a la edificación, aportando la seguridad de que se mantendrá más años en el porvenir de una comunidad.

Hoy la combustión de diferentes derivados del petróleo y otros agentes dañinos, se suman a un todo y provocan la llamada “Lluvia ácida” aún más perjudicial porque se adiciona a los contaminantes a los que se ven expuestas todas las edificaciones, produciendo reacciones químicas quizá imperceptibles -por ello más preocupante- pero que van minando la solidez de los materiales y la consecuencia lógica es su derrumbe. Consecuencia también del cambio climático, es la fuerza e intensidad de las lluvias en determinados momentos y mucho más cuando se suman a lo anterior las fuertes granizadas, golpean con fuerzas desmedidas a los edificaciones Patrimoniales -se conocen ejemplos de granizo que han roto cristales, techumbres, canteras y otros- provocando infinidad de daño en sus estructuras.


MONUMENTO ALEGÓRICO A LA PAZ Deterioro y falta de mantenimiento preventivo a lo largo de 119 años.


MONUMENTO ALEGÓRICO A LA PAZ Efectos de daños. Agentes de todo tipo se ciernen sobre el Patrimonio Edificado y pocas personas se percatan de ello; las autoridades no lo analizan ni lo mencionan, ni se dedican, ni lo consideran, porque hacer programas de mantenimiento y adecuación del Patrimonio no es de su interés, no son obras “de relumbrón”, no les deja “dividendos y ganancias”, mientras tanto el Patrimonio sufre y se desencaja, se desmorona y se debate entre la permanencia, la durabilidad, aunque se vea y esté todo sucio y descuidado. El estado de indefención de mucha parte del Patrimonio en nuestros Pueblos y Ciudades, se debe primordialmente a la poca atención de las entidades creadas para esa función, luego se agregan las acciones de la fauna nociva, los agentes quími-

cos y su cadena de consecuencias... en suma, se consideran decenas de agentes dañinos, que van destruyendo poco a poco, cuanta obra edificada se encuentran. Punto aparte y uno de los peores, son los actos de vandalismo cometidos por algunos ciudadanos, que en la mayoría de los casos y sin sentido alguno, se empeñan en destrozar, manchar, pintar, grafitear, cuanto elemento está a su alcance, demostrando su escasa educación y respeto por algo que es de toda la comunidad. Pueblos y ciudades tienen en su “haber” cientos de ejemplos que se suman a otros para dejarnos saber de una problemática con muchos puntos de partida.


Otro elemento que puede estar en esta clasificación de “Agentes Nocivos”, está en el concepto de la explotación del turismo, que no es lo mismo que “explotar al turista”, porque en ello, el visitante pierde el respeto por los sitios y lugares que visitará o visitó, ésta sensación los lleva a cometer actos incluso de índole moral que se manifiesta con gran facilidad. Grafitis, recuerditos, orines, manchas, suciedad, destrozos, se significan de manera alarmante, cuando los turistas llegan a un sitio sucio, descuidado, lleno de basura, donde se percibe la falta de autoridad y se pueden

hacer desmanes a diestra y siniestra, en sus “propias narices” sin que ocurra absolutamente ninguna sanción Ante todo, el Patrimonio Cultural, sufre de estas y otras calamidades en perjuicio de todos. Habría que recordar que, todos los elementos que lo conforman, se nos han dejado en custodia y es nuestra responsabilidad mantenerlo, preservarlo y conservarlo para estar orgullosos de esos Legados y Tesoros Patrimoniales.


LVII ANIVERSARIO

TUNA DE OROPrimera DEparte: GUANAJUATO Emilio Romero Balandrán


Se cumplen cincuenta y siete años de vida musical de la TUNA DE ORO de GUANAJUATO desde su primera aparición pública en el año de 1965, con un repertorio estudiantil, festivo, alegre que se fue modificando al paso de los años y buenos músicos integrantes hasta llegar a ejecuciones plenas de calidad interpretativa abordando un repertorio de música clásica de mayor complejidad, que la han colocado como el mejor grupo en su género. Aparición de este tipo de grupos musicales: Con mayor relevancia desde los años de 1840 en México, Colegios y Universidades, tuvieron las llamadas “Estudiantinas” como grupos formados desde las cátedras de música y era común que dentro de su instrumentación, se pudiesen mirar: salterios, bajos, guitarras, violines u otros instrumentos de cuerdas y de aire. Habremos de recordar que: como divertimento, mujeres y hombres hacían por aprender o ejecutar variados instrumentos y que la música era desde tiempos inmemoriales, una forma de expresión artística muy común entre las sociedades. Prueba de ello, son las magistrales composiciones de decenas grandes y reconocidos creadores. Aquella práctica era entonces muy común entre aquellos interesados en convertir sus pasatiempos en música y que se formasen todo tipo de grupos: orquestas de varias decenas de integrantes, hasta pequeños grupos y con ello, diferentes géneros musicales que llenaban su participación grupal. Para el caso del SANTA FE DE GUANAJUATO, aquellas expresiones musicales vertidas desde grupos estudiantiles, no fueron ajenas a las épocas del siglo XIX haciendo su aparición varios grupos que lograron cierto reconocimiento.

Existen registros que apoyan la existencia de esos grupos, entre ellos, una pieza fotográfica del año de 1926 que retrata a la “ESTUDIANTINA DEL COLEGIO DEL ESTADO DE GUANAJUATO” donde podemos notar la instrumentación que utilizaron. Muchos detalles podemos obtener de la lectura de esa pieza en especial: En primer lugar, su pertenencia, que mantiene un significado y formalidad en cuanto a la acogida de una Institución Académica desde la que, se obtenían los apoyos necesarios para mantener su integración grupal. Su vestuario: propio de las diferentes corrientes de siglos anteriores y prácticamente haciendo copias fieles de grupos más reconocidos que venían de una “tradición Estudiantil” de diferentes Colegios y Universidades Nacionales y Europeas. El “tocado”, “cofia” o “gorro bicornio” que portaba el emblema de la “cuchara y el tenedor”, como una extensión de una “leyenda tradicional” llamada “LOS SOPISTAS” que fueron grupos de estudiantes en extrema pobreza que se mantenían con alimentos de la beneficencia y que podían obtener de sus cánticos y música ejecutada gratuitamente. Bajo la condición de un “intercambio” previamente concre-


tado. Aquellos Sopistas comían “las sopas” en pequeños puestos de benefactores. La instrumentación: que se utilizaba de manera muy sencilla, para acompañar más bien, las coplas, tonadas, composiciones, pasacalles y demás, de un repertorio jocoso, estudiantil, alegre que vertían en cada presentación, a fin de lograr el agrado de los escuchas. La Facultad de Arquitectura de la ya Universidad de Guanajuato, hizo su aparición en el año de 1961. El pie de la foto, explica perfectamente el momento.


Entre las fechas y los años, muchas veces se pierden o confunden los datos.

mía de la ciudad y la vida tranquila de sus habitantes.

Formada la Estudiantina de la Universidad, se confrontan sus integrantes, entre los que estuvieron tanto el Maestro Don Isidro Carrillo como sus alumnos y otros más que la abandonan y pronto se crea otro grupo, con la intensión de seguir haciendo música. Se intenta un nuevo repertorio, solo que, seguía integrado por ejecutantes de mandolinas, guitarras, violín, acordeón y voces que, se sentían cómodos con las canciones ya aprendidas.

Por otra parte, en la misma ciudad se vivían tiempos diferentes: calle y callejuelas, prácticamente oscuras, poca oferta de servicios, una economía muy maltrecha y “causas y efectos” de todo aquello. Así que ante todo ello, bien le hacía a un grupo de chicos estudiantes, encontrar formas de expresar sus intereses y pasiones musicales y románticas.

Bajo los ensayos, ideas, conjeturas, propuestas de sus integrantes, se planteó la necesidad de hacer lo posible por “sonar” diferente a lo anterior. Recordemos que: Sonaba por 1963/64, música de tríos que entre boleros y no, que iba de salida en el gusto de la gente; igualmente sonaba el rítmico Rock and Roll de Elvis Presley y traducciones muy caseras de artistas mexicanos: Enrique Guzmán, Cesar Costa entre otros y por otra parte se estaba permeando algo llegado de Inglaterra que bien a bien no se comprendía del todo pero que sonaba diferente, causal de una aceptación del grupo de los Beatles. Solo que, había un gran hueco entre aquellos géneros musicales que por obvia razón no se integraban al ambiente recién nacido que se pretendía, concebido por la fisono-

El sonido del grupo fue interesante y pronto hubo la oportunidad de “actuar” para el Gobernador del Estado de Guanajuato, Lic. Juan José Torres Landa y en esa ocasión, su esposa, quedó encantada con aquel grupo de chicos que al interpretar su repertorio, logró su atención, interés y cariño. Al poco tiempo tomó la decisión de apoyar en lo necesario a sus integrantes y obsequió una buena cantidad de recursos para que el grupo pudiese comprar un vestuario e instrumentos que harían falta. Corrían los primeros meses del año de 1965 y ya LA ESTUDIANTINA DE ORO DE SANTA FE DE GUANAJUATO, tenía en sus activos, un novedoso vestuario e instrumentación para su camino musical que, hasta la actualidad, le ha conferido colocarse como el mejor grupo en su género.





Para el año de 1966, se buscaba con afán encontrar mejores sonidos musicales y por fin se descubren dos sonidos desconocidos para sus integrantes: El sonido agudo y cantaor de la Bandurria y en su contra-parte, el sonido grave y dulzón del Laúd, que brinda ricos acentos y contrapuntos. Nos dimos a la tarea de localizar esos instrumentos y por fin, en la ciudad de México y en específico la Casa Veerkamp, tienda de instrumentos musicales, hizo lo mejor posible y nos consiguió en España 4 ejemplares de cada instrumento, con el objetivo primordial de hacer el cambio entre la Mandolina -de origen italiano- y con un sonido dulzón que poco tenía que ver en las interpretaciones musicales que se pretendían abordar. Es anécdota que: ya con aquellos Laúdes y Bandurrias en la mano, no se tenía ni la más remota idea de su afinación y por otra parte, nadie vendía las cuerdas que esos instrumentos utilizan; para el momento, fue otro atorón en los objetivos que, pronto solucionamos pues la misma Casa Veerkamp comenzó a dotarnos de esos implementos que tienen un enorme consumo en cada presentación del grupo.

Pronto, el repertorio musical se hizo más elocuente, de mayor complejidad instrumental, se requerían verdaderos ejecutantes. Ante tal condición, se aumentaron los ensayos, la atención en cada integrante y el requisito de contar con un director musical, que apoyara el montaje de arreglos musicales especialmente creados para el grupo. Por ello, fueron invitados a integrarse al grupo un par de talentosos jóvenes en las personas de Pablo Roberto Diemecke y su hermano Enrique Arturo Diemecke provenientes de la Orquesta Sinfónica de Guanajuato y como arreglista a Jesús González. Una vez lograda su aceptación, aquellos integrantes se complementaron de inmediato al sonido del grupo, dándole un impulso enorme en la mejoría de la calidad interpretativa. Se integraron al repertorio, piezas orquestadas de complejidad mayor y los arreglos fueron más espectaculares, el sonido fue de una calidad excepcional y el grupo estaba listo para acometer cualquier requisito y presentación en los mejores escenarios del mundo - otro sueño estudiantil, que desde la fundación del grupo, fue acariciado- se prentedía ser sencillamente LOS MEJORES!!



Se abrieron muchas oportunidades para presentaciones musicales del grupo. La primera se dio con un contrato entre el Hotel Real de MInas con su dueño Don Cosme Vera y la Estudiantina de Oro, que trajo mucho éxito en todos sentidos. Ya con un repertorio mucho más elaborado un contrato con el Hotel Castillo de Santa Cecilia y su dueño, Don Ricardo Orozco, es que el grupo, tuvo además de recursos económicos, otras responsabilidades musicales y con ello en puerta, más la experiencia adquirida en aquellas presentaciones en el Salón Rojo de ese Hotel, los ánimos y los objetivos fueron creciendo. Fue así, que se determina participar en el Primer Concurso Nacional de Estudiantinas, del que, a través de varias instancias mensuales, el grupo fue caminando con efectividad musical, alcanzando la esperada final de aquel concurso. Mención aparte requiere tal experiencia, solo baste decir que, se obtuvo un honroso segundo lugar, pues el primero ya estaba más que otorgado. El comentario de aquella experiencia, nos hizo más fuertes y se fijaron objetivos más amplios y ambiciosos, que llevaron al grupo a los mejores escenarios de México y fuera de sus fronteras.


Aquel Primer Concurso Nacional de Estudiantinas, trajo al grupo un reconocimiento nacional de su trabajo musical y con ello, decenas de contratos para presentaciones en otros tantos eventos que poco a poco se fueron haciendo masivos. Ferias estatales, teatros, eventos, fueron incrementando el calendario musical del grupo y los rigores de la responsabilidad por mantener muy en alto la calidad musical del mismo. Se iniciaron intercambios culturales con diferentes ciudades de México y fuera de este, con las ciudades hermanas del Santa Fe de Guanajuato, entre ellas, la ciudad de Ashland en el estado de Oregon. Aquel intercambio, fue el motor inicial del hoy famoso Festival Internacional Cervantino pues, tiene su propia historia debido al respeto ganado por la Tuna de Oro, en los foros en los que tuvo sus presentaciones musicales. En ocasiones, ante éxitos como ese festival, pronto salen paternidades muy alejadas de la realidad, por ello, esta historia merece una mención aparte.


El solo soñar e imaginar que aquel grupo, tenía suficiente calidad musical para presentarse dignamente en cualquier escenario del mundo, pronto trajo la idea de que “algún día se presentaría en el mejor teatro y escenario” el CARNEGIE HALL de la ciudad de NEW YORK. Entre muchas metas y objetivos, aquellos sueños bordados a mano y sabedores de esa calidad que nos caracterizaba, fue que emprendimos vuelos de enorme trascendencia artística que catapultaron al grupo al sitio que buscamos afanosamente. Al terminar uno de aquellos largos ensayos musicales, me fui a tomar un café a un sitio que me agradaba mucho, tenía una chimenea y su decoración era muy “mediterránea” -algo que mucho me atrae-, y estando ahí con algunos de mis -

compañeros, entre la charla y la bohemia, hicimos algunas tonadas que llamaron la atención de algunas personas... entre ellas estaba Mark Ross, un productor musical de la ciudad de Nueva York que, ante la impresión tan grande que aquellas tonadas de causaron, se acercó a preguntar de qué se trataba, por qué se cantaba así, con esa calidad musical y... Pronto habíamos firmado un contrato para participar como “Embajadores Musicales” en la SEMANA DE MÉXICO EN NEW YORK del año de 1969 y entre los planes se dio la oportunidad de nuestra presentación en el Carnegie Hall, entre varios sitios importantes más; recuerdos imborrables del camino andado a través de 57 años de actividad artísitco-musical de la hoy TUNA DE ORO DE GUANAJUATO!!


Aquel carácter, calidad, orden, sueños, voluntad, presencia, permanencia, han acompañado al grupo que hasta hoy, es más que reconocido dentro y fuera de México y por derecho propio, ganado a pulso en aquellas interminables batallas musicales, horas, días y meses de ensayos y presencia musical de un repertorio incomparable, la TUNA DE ORO es un perfecto referente de que, LOS SUEÑOS SON POSIBLES y SE CUMPLEN!

En la fotografía: Emilio Romero Director General, Pablo Diemecke Primer Violín, Enrique Diemecke Segundo Violín, Isidro de la Peña Primer Laúd, Ismael Garnica Segundo Laúd, Rogelio Arzola Tercer Laúd, Jesús González Director Musical, Pedro Castillo Primer Bandurria. Septiembre de 1969 Carnegie Hall, escenario al que muy pocos artistas nacionales y extranjeros han llegado. Por ello estamos orgullosos de por vida, en haber contribuido de manera entusiasta y con gran calidad a la promoción de nuestro querido Guanajuato



Un recuerdo muy afectuoso a mis queridos hermanos, compañeros fieles de muchos y rotundos éxitos:

José Manuel Prieto Romero—Pandero 1ª Voz Salvador Santacruz Urdiales—Pandero 2ª Voz Antonio Estrada Dávalos—Solista 1ª Voz Bandurria Salvador Estrada Dávalos—2ª Voz Antonio Aguilar—Contrabajo 2ª Voz Juan Barrera—2ª Voz Sergio Ruiz—2ª Voz Isidro de la Peña –1º Laúd Ismael Garnica—2º Laúd Rogelio Arzola –3º Laúd Rodolfo Covarrubias—1ª Bandurria Pedro Castillo –2ª Bandurria Jaime Horta –3ª Bandurria Bartolomé Calderón – 4ª Bandurria José Guadalupe Hernández –Solista 1ª Voz Agustín Pérez Cruz—Guitarra 2ª Voz Alfonso Pérez Cruz—Guitarra 2ª Voz Rogelio García Espinoza - Guitarra Miguel Angel Luna - Guitarra Armando González Peralta—Guitarra Pablo Roberto Diemecke—1º Violín Enrique Arturo Diemecke—2º Violín Jesús González—Director Musical—Arreglista Emilio Romero Balandrán—Director General—Guitarra, Solista 1º Voz











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