Los Niños Verdes de Woolpit

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Los niños verdes

de Woolpit

Normalmente, cuando se hace referencia a la presencia de extraños hombres “verdes”, a la mente nos vienen los green men de la mitología pagana celta que tan prolíficamente fueron representados en catedrales y abadías del gótico más recargado. Pero hay otros; y ésta es una de esas historias, tan romántica, como singular…


os más conocidos son los que jalonan las paredes ocres de la mítica y ecléctica capilla de Rosslyn, a pocos kilómetros de Edimburgo. Lo cierto es que a día de hoy poco se sabe de su función, y menos aún por qué los maestros canteros de la Edad Media decidieron tallarlos, a modo de mensaje encriptado, en templos cuya finalidad distaba mucho del paganismo que éstos portaban. Sin embargo la historia que ahora traemos a colación nada tiene que ver con estas misteriosas figuras pétreas. Los niños verdes aparentemente existieron, y así quedó reflejada su presencia en las crónicas de la época; esa misma en la que se empezaba a dejar de lado a un beatífico románico, y se erigían a los cielos las imposibles bóvedas de crucería del gótico. Los investigadores británicos Lionel y Patricia Fanthorpe se sumergieron en uno de los casos más legendarios y singulares de todos los tiempos. Decían así: “La recogida de la cosecha enWoolpit en el siglo XII era un trabajo duro y monótono que los campesinos de la localidad tenían que realizar bajo el Sol abrasador con la única ayuda de sus hoces y guadañas.Entonces,los campesinos recibieron con agrado una inesperada y extraña diversión: un niño y una niña se dirigían caminando torpemente hacia ellos. No ha-

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bía nada extraño en esto; era frecuente ver a los niños en los campos de la Edad Media ayudando a sus padres en el trabajo, o llevándoles agua y comida. Pero estos niños eran verdes. Su piel, su pelo, sus ropas… todo en ellos era verde. Los campesinos dejaron de trabajar inmediatamente y rodeando a los niños decidieron llevarlos al pueblo y entregarlos a Sir Richard de Caine. Los niños verdes hablaban un idioma que nadie comprendía, pero por señas indicaron claramente que tenían hambre. Sir Richard y sus vasallos fueron amables y generosos con ellos, les ofrecieron todo tipo de manjares y bebidas, pero los niños no probaron bocado a pesar de que era obvio que estaban hambrientos. Uno de los antiguos cronistas, William de Newburgh –cuyo manuscrito en latín está registrado con el número 3.875 en la colección Harleian del Museo Británico– describe en detalle la reacción de los niños ante las judías verdes. Al parecer las conocían y las aceptaban como alimento, pero no sabían extraer el grano de las vainas, hasta que un considerado aldeano les mostró cómo hacerlo. Entonces las comieron vorazmente. William especifica que lo que más les gustaba a los niños verdes eran la médula de las judías, lo que resulta muy extraño.

Según las conversaciones de este cronista y las de Ralph, abad de Coggeshall, los niños se fueron acostumbrando a la dieta humana y poco a poco perdieron prácticamente todo su color verde. Fueron bautizados cristianamente, pero el niño murió a los pocos meses.Su hermana,sin embargo, asimiló perfectamente la alimentación habitual de su nuevo entorno y perdió el color verde por completo. Durante un tiempo sirvió en la zona y el pío abad Ralph la describió como ‘un tanto descuidada y caprichosa’.A pesar de –o tal vez debido a– su comportamiento graciosamente desinhibido, se casó joven y vivió una larga y feliz vida con su marido y sus hijos en King’s Lynn, en Norfolk. Existen otras versiones que afirman que vivió en un lugar llamado Lenna, que bien podría tratarse de otra ortografía medieval de Lynn. El análisis de los hechos, tal y como William y Ralph los presentan, sugiere un alto grado de autenticidad: los niños estaban aturdidos, asustados y llorando cuando aparecieron en el campo donde se recogía la cosecha; iban de la mano como muestra de apoyo y consuelo mutuo; no parecían comprender lo que los segadores les decían cuando les encontraron pero así y todo hablaban su idioma perfectamente al cabo de unos meses, lo que quiere decir que se encontraban


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