sombras
La
<<
clavícula del
hechicero
“Habiéndose solicitado de Lucifer el cumplimiento de la promesa que me había hecho al invocarle entre la tempestad y sobre la cima de la montaña, me entregó un libro escrito en caracteres hebreos sobre pergamino virgen…”. Juan José Revenga Fotografías Lorenzo Fernández Bueno y Juan José Revenga
on estas inquietantes palabras a modo de introducción comienza El libro de San Cipriano, manual básico de hechicería y magia usado desde el principio de los tiempos. Un libro que he buscado entre los polvorientos estantes de las librerías más antiguas del mundo, entre la miseria y la suciedad,que es donde se hallan los verdaderos tesoros en papel escrito. Pero como el destino muchas veces se burla de nosotros,de forma increíble,cuando menos lo esperaba –y por supuesto sin buscarlo–, este preciado ejemplar cayó en mi manos.
C
El extraño viaje Llevaba ya muchos días de difícil camino atravesando los desiertos de la costa peruana. El paisaje era monótono como mi vida en esos últimos días. Pero algo que se aprende con el tiempo y la experiencia es que cuando todo parece perdido y tenemos la sensación de que el tiempo pasa demasiado lento durante el largo viaje que nos llevará a nuestro destino, nos topamos de frente con lo inesperado. Nunca podré olvidar aquel cúmulo de “causalidades” que nos llevaron hasta un hechicero que trabajaba la magia negra de aquel modo tan duro y difícil, como pocas veces había visto. El brujo, aunque con recelo, aceptó recibirnos en su casa, un lugar ecléctico como pocos. Su habitación estaba presidida por una especie de altar que ocupaba más de la mitad del habitáculo. En aquel reducto sacro no faltaba de nada: desde fotografías de monseñor Escrivá de Balaguer hasta amuletos de dudosa y maléfica procedencia, el agua florida siempre presente, un cuadro del sagrado corazón de Jesús y sobre todo, lo que me dejó boquiabierto: un libro sin cubiertas y papel amarillento que parecía se iba a deshacer al tocarlo.Tenía el lomo de color rojo sangre, ins-