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reportaje
El
ño de los boletines A
paracientíficos Parece que ya olvidamos que hubo un tiempo en que no existía internet y que las noticias no volaban a la velocidad de un clic de ratón. Hace años, los que nos movemos en los temas del misterio, gastábamos mucho dinero en sellos de correo, enviándonos cassettes, vídeos y decenas de fotocopias. Los congresos y las reuniones entre investigadores servían, a su vez, para entregarnos en mano muchísima documentación y volver a casa con las maletas llenas… Moisés Garrido Vázquez
ra la costumbre y no había otro modo de mantenernos informados sobre aquello que cada uno investigábamos en nuestras respectivas áreas geográficas, al margen de las escasas revistas comerciales que existían en el mercado, que no siempre se hacían eco de toda la casuística o sencillamente no la difundían, posiblemente porque no era material vendible. Pero en poco más de una década, el mundo ha dado un vuelco tremendo gracias a la red de redes, donde podemos encontrar cualquier dato que busquemos por muy difícil que sea. Hoy podemos acceder con facilidad a audios y vídeos de cualquier rincón del planeta, descargarlos a nuestro PC, intercambiarnos fotos, documentos, emails, etc. Todo ello en un santiamén. Los temas del misterio, antaño marginales, actualmente gozan de una popularidad desmesurada gracias a internet, lo que repercute muchas veces en el tratamiento poco serio y en la falta de preparación de muchos internautas que, a través de webs, blogs y foros, se erigen en divulgadores, por desgracia confundiendo al personal más que despejando sus dudas. Son los riesgos de las nuevas tecnologías, que no ejercen ningún control sobre el manejo de la información. Podemos asegurar que si bien internet nos ofrece grandes ventajas, por otra parte también se ha convertido en una plataforma de la desinformación. Hay mucha basura informativa en la red,propiciada por internautas sin escrúpulos, farsantes, manipuladores y personajillos a los que no interesan estos temas para analizarlos con rigor, sino que los utilizan en provecho propio, recurriendo muchas veces al sensacionalismo más absoluto.Quien busca información en la red, debería tener muy buen olfato para distinguir las noticias veraces de las falaces, y dar con aquellas opiniones contrastadas, máxime en asuntos tan resbaladizos como los relacionados con los enigmas. Si echamos la vista atrás, por ejemplo al año 1995, veremos que hubo un boom de los entonces llamados“boletines paracientíficos”.Eran confeccionados con paciencia y esmero por auténticos estudiosos e investigadores,así como por agrupaciones nacionales, que con verdadero afán por difundir sus investigaciones y actividades, editaban con más ilusión que medios, un montón de folios escritos a
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