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reportaje
El
ejércitodel
emperador
amarillo
Nuestro director, Lorenzo Fernández Bueno, publica Desafíos a la Historia (Libros Cúpula, 2009), un recorrido por algunos de los episodios más desconocidos y a la vez desconcertantes del pasado. Buen ejemplo de ellos es el descubrimiento de los célebres guerreros de Xi´an y la misteriosa realidad de su gestación. Lorenzo Fernández Bueno lorenzo.fernandez@eai.es
os dos campesinos, mesando sus afiladas barbas como seguro lo hubo de hacer Confucio, reflexionaban sobre el esfuerzo que les iba a costar ascender hasta la mansa cumbre del monte Li. Aquel lugar atraía a los infortunios; todos sabían que bajo la tierra se encontraba la tumba del emperador, y éste no soportaba las cosquillas que le hacían quienes se aventuraban a molestarle, pisando la “piel” sagrada bajo la cual fue enterrado. Ambos, ya entrados en años, llevaban en cada mano dos o tres varillas de sándalo encendidas, desprendiendo un olor tan penetrante que si su finalidad era que el milenario mandatario lo oliera, a buen seguro que lo conseguirían. Sin pensarlo más se pusieron en marcha, y al cabo de unas horas el viento les abrazó desde la cima, acogiendo entre sus brazos a los dos valientes. Pero no había tiempo para remilgos, así que, como si hubieran entrado en un estado de trance, cogieron los aperos que llevaban a las espaldas y empezaron a cavar el suelo. El crepúsculo comenzaba a hacerse notar; no era hora buena para seguir trabajando porque los espíritus del pasado salían de sus rediles, y si les pillaban allí poco bueno era lo que les aguardaba.Conscientes de ello aceleraron el empeño; antes de regresar hacia la ciudad de Xi’an, todavía podían arañar una hora sin sentirse amenazados, porque incienso ya no les quedaba… A punto estaban de abandonar una vez más sus ideas de saqueo cuando el pico de madera rompió una especie de cántaro.Apenas habían horadado en este sector; jamás se les habría ocurrido, porque desde aquí la urbe se atisbaba lontananza, y durante el día no estaban libres de ser descubiertos por otros saqueadores, o aún peor: por los despiadados militares. ¿Qué era aquello? El anciano ladrón, tan anciano como su acompañante y quizá hasta más ladrón que éste, iluminó con la llama el pequeño agujero. El miedo se apoderó de los hombres.A apenas unos centímetros, casi a ras del suelo, unos ojos milenarios observaban sus movimientos…
L
Qin Shi Huangdi, el primer emperador de China Transcurría la primavera del año 1974 cuando fue hallado el primer soldado de terracota, anunciando que tras él vendrían varios miles más. Era el ejército fantasma de la tumba del gran emperador Qin, esa misma de la que las leyendas hablaban, incluso ubicaban en la zona, pero que jamás se había descubierto porque los relatos en torno al mausoleo eran tan fastuosos que más bien parecía que se trataba de leyendas que de algo real. ¿Quién fue este hombre, considerado hoy el fundador de la moderna China? Para saberlo hemos de viajar en el tiempo hasta aproximadamente el siglo V a.C. Por aquel tiempo el gigante asiático se debatía en una lucha constante entre los pequeños monarcas de los estados independientes. Es por ello que esta época es conocida como el periodo de los Reinos Combatientes, que se