Entrevista Foros del Misterio
FERNANDO J. LŁPEZ DEL OSO “Yeti Yeti” Yeti (Minotauro, 2011)
„eL YETI SER¸A UN PARIENTE MUCHO M˘S PRŁXIMO A NOSOTROS QUE CUALQUIER PRIMATE CONOCIDO‰ Fernando Jiménez López del Oso nació en Madrid en 1974 y se licenció en Biología por la Universidad Complutense de Madrid. Tras sus estudios se inició en el mundo de los viajes de aventura y ecoturismo, diseñando itinerarios especiales para algunas de las agencias más exclusivas. Simultáneamente, comenzó a colaborar con la revista ENIGMAS, fundada por el Dr. Fernando Jiménez del Oso, donde aún hoy es responsable de la sección de divulgación científica. Fue en ese entorno, constantemente rodeado de misterio, donde se despertó en él un gran interés por los enigmas históricos de las civilizaciones antiguas, y donde comenzó a publicar sus primeros artículos. Fundó también en la revista el Club Enigmas, organizando para él viajes con un común denominador: alcanzar aquellos lugares en los que el misterio sigue vivo. En la actualidad ejerce su labor de divulgador científico en diferentes medios, y es director de contenidos del Proyecto Ukhupacha – El mundo interior, en quechua:, una organización de espeleólogos y aventureros españoles que colabora con científicos y arqueólogos de todo el mundo. Es autor de los libros Un viaje mágico por Egipto, El
Templo de la Luna y del ensayo La Sexta Extinción. Ahora, Fernando J. López del Oso, ganador del Premio Minotauro 2009, vuelve con Yeti, una novela llena de acción que, además, nos hará reflexionar sobre nuestro futuro, cada vez más incierto mundo.
¿Es real el Yeti? ¿Qué nivel de inteligencia crees que tendría en caso de ser cierta su existencia y no una mera leyenda? (Celia) Hola Celia. Son las tuyas unas preguntas a las que es difícil dar una respuesta rotunda: hemos de basarnos sobre todo en conjeturas, y en avistamientos que en la mayor parte de los casos han provocado el miedo en el observador, lo que ha podido distorsionar su percepción de los hechos. Pero aún así, vamos a ver hasta donde podemos llegar. Empecemos por la realidad, o no, de su existencia. Cuando empecé a interesarme por el tema del Yeti y a leer sobre él, la primera sorpresa que me llevé fue que no se trataba de algo aislado y anecdótico, reducido a los casos más famosos como el Bigfoot y el Yeti, sino que el fenómeno era mucho más amplio. Se han visto homínidos extraños prácticamente por todos los rincones del mundo, y desde hace siglos -creo recordar que hasta Marco Polo refiere en las crónicas de sus viajes testimonios acerca de dichos seres-. Los avistamientos son coherentes en cada zona: la morfología de los homínidos e incluso rasgos de su comportamiento suelen coincidir una y otra vez dentro de una región, aunque haya años de diferencia entre los encuentros y estos se hayan producido con personas que no se conocen entre sí. Y lo que se describe en esos encuentros es también muy razonable: homínidos de una talla variable, según la zona, y con un cierto aspecto que, ya lo veremos, resulta muy interesante y no es contradictorio desde un punto de vista biológico. Además, hay un elemento en común en la mayor parte de los avistamientos: se producen en zonas rurales, de naturaleza profunda, y en la que la densidad de población humana es también muy baja. Eso es un elemento añadido que le suma verosimilitud. Viéndolo todo en conjunto, yo creo que hay más elementos para pensar que se trata de un fenómeno real, que para creer que es sólo fantasía. Con respecto a la inteligencia, si las huellas que se han tomado se ajustan a la realidad y las descripciones sobre su aspecto y locomoción también, de lo que estamos hablando –en buena parte de los casos- es
de especimenes del género Homo. Y si son Homo, son inteligentes, quizá comparables a nosotros.
No hace mucho se hizo público el descubrimiento de una pequeña tribu en la Selva del Amazonas que nunca había tenido contacto con la civilización. ¿Crees que puede haber más civilizaciones no descubiertas, no sólo en la Selva Amazónica, sino en otras regiones inexploradas del planeta? ¿Podría ser la Antártida una de esas regiones? (jamoroyo) Hola, Jamoroyo. Precisamente ése es uno de los aspectos más sugerentes del asunto, porque a pesar de la percepción que pueda tener el gran público, lo cierto es que amplias regiones de nuestro planeta continúan aún prácticamente sin explorar. No hay que olvidar que no es lo mismo mandar un par de meses una expedición a una zona, que bastante tendrá con tomar nota de lo que encuentre a un par de metros suyo, que llegar a conocerla realmente. Me estoy refiriendo, sobre todo, a bosques tropicales cerrados e impenetrables, como
los de Sumatra, la cuenca del Amazonas, Papúa Nueva Guinea, amplias zonas de África, como la selva del Congo, e incluso zonas de Asia y América del Norte. Para que nos hagamos una idea, de los diez o treinta millones de especies de seres vivos que se calcula que tiene la Tierra, sólo conocemos poco más de millón y medio. Cada día se producen nuevos descubrimientos. Y no me refiero sólo a insectos y a líquenes, sino también a animales grandes como cérvidos o primates. Y en este escenario, una población humana, en el sentido amplio del término humano, que además tratase en cierto modo de pasar desapercibida, podría haber llegado hasta nuestros días sin que la conociéramos. Ojo, sin que la conociéramos los representantes de la ciencia occidental. Otra cosa son las poblaciones humanas “nuestras” que vivieran también en esas zonas naturales. Ahí sí que se podrían producir encuentros con más facilidad. Se producen, de hecho. Con respecto a la Antártida, yo no he estado aún, pero tengo amigos del CSIC que sí han andado de expedición por allí. Mucho frío, ausencia de vegetación, muy poca lluvia... no parece el lugar más probable en el que encontrar una nueva población humana. Además, lo más lógico sería que ésta estuviera en la costa, que se conoce con mucho más detalle que el interior.
“Existen amplias regiones de nuestro planeta que continúan aún prácticamente sin explorar”
El verano pasado aparecieron noticias sobre estudios relativos a la secuenciación del ADN del hombre de Neandertal. Dichos informes concluían que esta rama llegó a convivir con los primeros hombres modernos e incluso que, fruto de esa relación, hubo descendientes. También afirmaban que el hombre actual puede
llegar a tener hasta un 4% del genoma del hombre de Neandertal. ¿Crees que los mitos del Yeti pueden tener como base el contacto con individuos con una proporción del genoma de los Neandertales muy superior al 4% y que pudieran haber permanecido en condiciones de aislamiento extremas? (skyhook) Y tanto que hubo cruzamientos, Skyhook... de hecho, parece que prácticamente todos nosotros, excepto los negros africanos -que como he dicho alguna vez podrían ser considerados como la raza humana pura, sobre todo los bosquimanos de Namibia-, tenemos un cierto porcentaje de genes provenientes de los cruzamientos de nuestros ancestros con los neandertales, producidos probablemente en Oriente Medio cuando nuestros ancestros salían de África. Lo interesante es que no es sólo el tema de los neandertales, sino que es posible que hayamos convivido cinco especies humanas a la vez: nosotros, los neandertales, el Homo floresiensis, el Homo erectus y una nueva especie recién descrita, encontrada en las cuevas de Denisova, en Siberia. ¿Podría ser esto la base de todos o alguno de los avistamientos de lo que hoy describimos como Yetis, en todas sus variantes? Pues en mi opinión, sí. Es posible, como hemos visto antes, que algunos de esos grupos perviviera todavía en algún lugar remoto. Con el tema de la genética, además, hay un fenómeno interesante: los cuellos de botella –como el “efecto fundador” y la deriva genética-, pueden hacer que los supervivientes de un grupo grande no sean representativos del grupo. Es decir, que ciertas características físicas con base genética podrían perderse o exagerarse en el proceso.
"El templo de la luna" hablaba de una de tus pasiones declaradas, las antiguas civilizaciones y sus misterios. Aquí en "Yeti" hablas del mundo de la criptozoología, que tiene que ver con tus estudios. ¿Con cuál de las dos esferas de conocimiento te sientes más identificado, con la historia mítica o con la misteriosa vida natural? (Ukko)
Hola Ukko. Bueno, cada una tiene su porqué y su momento. Me enganché con la historia y con sus aspectos más sugerentes cuando empecé a viajar. Al organizar los recorridos disfrutaba muchísimo estudiando todo eso, que era además la razón de ser principal de los viajes. Ahí empezó todo. Perú me fascinó, y desarrollé parte de sus enigmas en “El templo de la luna”. Egipto es otro lugar al que habré ido más de diez veces, e hice un ensayo sobre él. Y continúo enamorado y estudiando. La criptozoología, o en un sentido literario más amplio, la ciencia ficción de tipo biológico, es un campo que toca muy de cerca mi formación como biólogo, y mi labor de divulgación científica. Quizá por eso, porque veo todos los matices e implicaciones del fenómeno, me resulta tan atractiva. Sería difícil decantarme por una u otra. Creo que ambas facetas se apoyan en cualidades aprendidas: ser curioso, tener la mente abierta, mantener un espíritu crítico y, en la medida de lo posible, estar libre de prejuicios. Además, no creo que tenga por qué escoger: ¡con las aventuras de Julián Curto y Mario Yerro puedo desarrollar, respectivamente, todos los enigmas históricos y criptozoológicos del mundo!
cúmulo de datos, cada uno de los cuales no es definitivo en sí mismo, puede darnos qué pensar; hacernos sospechar de que hay algo ahí más que una simple leyenda, pero no suponen en su conjunto algo tan sólido como para concluir que la existencia del Yeti es real. Piensa además que, como decía Carl Sagan, los grandes descubrimientos deben ir acompañados de pruebas igualmente grandiosas. Es decir: para que la comunidad científica aceptase la existencia del Yeti, poco menos que tendríamos que llevar a uno de la mano. Pero dejo caer también uno de los axiomas de la paleontología, perfectamente aplicable al caso: “Que no hayamos encontrado algo, no significa que no haya existido”. Pues eso...
“Para que la comunidad científica aceptase la existencia del Yeti, tendríamos que llevar a uno de la mano”
Suponiendo que realmente existiera este ser, basándote en tus estudios ¿serías más proclive a situarlo en la zona ChinoTibetana o por el contrario en las densas montañas de EEUU? Es decir, ¿Yeti o Bigfoot? (antero1977)
¿Consideras que existen pruebas realmente válidas, (fotografías, vídeos, huellas, muestras de pelo, heces, etc) para asegurar fehacientemente la posible existencia de un ser de las características del Yeti? (Boni the ripper) Hola Boni. Pues fehacientemente, yo pienso que no. Por un lado, no podemos compensar la “baja calidad” de las pruebas que tenemos, a base de acumularlas. Ese
Pues verás, Antero, precisamente China y Estados Unidos fueron dos de los ejemplos que tomé hace unas semanas en un artículo de la revista Enigmas para ilustrar la ubicuidad del fenómeno. En ambos casos había referencias muy detalladas de avistamientos producidos a lo largo de muchos años -los de Estados Unidos, del siglo XIX-, así como encuentros mucho más recientes, y un punto en común interesante: la existencia de amplísimas zonas naturales en las que la presencia humana es muy baja. Esos tres elementos juegan en favor de la existencia de ambos. En mi opinión, los dos son factibles.
Hay muchas personas que tildan de "leyenda" las historias acerca del Yeti. Sin embargo, de una manera u otra, hay diversas "versiones" en distintos países que parecen tener un nexo común: Un animal pariente lejano del oraguntán, de gran tamaño, con pies grandes, etc. Como biólogo, ¿te inclinas por pensar que estamos ante un ser no descubierto pero que existe, o crees por el contrario que es una leyenda que el hombre "ha modelado" con esas características tan peculariares? (mmurillo1989) Bueno, lo cierto es que yo no comparto la opinión de que estos homínidos sean parientes del orangután. La gran mayoría de los encuentros referidos por todo el mundo describen criaturas antropomorfas con tamaños variables -tomemos por ejemplo el Yeti y el Orang Pendek-, pero con un punto fundamental en común: una locomoción fundamentalmente bípeda. Es muy característico que los testigos se refieran al caminar de los homínidos con adjetivos como “grácil” y “fluido”, y lo comparen insistentemente al andar humano. Eso, y los moldes de huellas en los que el pulgar aparece alineado con el resto de los dedos de los pies, relacionaría muy fuertemente a dichos homínidos con nuestro propio género Homo. Es decir, serían parientes mucho más próximos a nosotros que cualquier primate conocido. También es muy frecuente que aludan al aspecto humano de su rostro; parecido pero... diferente. Por otro lado, es cierto que la mitología es abundante en lo referente a gigantes, habitantes de los bosques, etcétera. Ahí están los casos documentados de avistamientos y demás pruebas circunstanciales, como pisadas, pelos o excrementos, para diferenciar la leyenda pura y dura de lo que puede ser algo más.
Recientemente hemos visto cómo Amban, un gorila de 21 años que vive en un zoo de Kent (Inglaterra) ha mostrado su capacidad de andar como un ser humano, no solo durante algunos momentos del día, sino durante largos periodos de tiempo. Parece que la evolución sigue su
curso natural y pronto ese 1% que, dicen, nos diferencia a los humanos de ellos, acabará por reducirse aún más. ¿Qué opinas de este tema? ¿Realmente podría ser posible que alguna rama de la familia de los simios, llamémosle Yeti o como se quiera, siga sin ser descubierta? (Joker) Gracias por tu pregunta, Joker. Tenía ganas de hablar de Amban. A ver, Amban no anda como un ser humano. Camina erguido de vez en cuando, pero eso es como si a cualquiera de nosotros nos da por imitar el caminar de un gorila, apoyando también las manos. Sin embargo, la forma de sus caderas, la inserciones de sus músculos, las formas y proporciones de sus tobillos y demás huesos de las piernas, todo ello, está diseñado para desplazarse como hacen habitualmente los gorilas. Ahí está su relación óptima entre consumo de energía y movimiento efectivo. Según su cuidador, Amban lo hace así sobre todo por curiosidad, para ver lo que sucede detrás de la valla de su recinto, y para ser también el primero en descubrir cuando les llevan comida. Es, sin embargo, poco más que una excentricidad. Me extrañaría mucho que hiciese algo así en su medio natural. Por otro lado, la función no altera los genes. Que Amban desarrolle esa habilidad, no implica que su descendencia lo haga -a no ser que les enseñe a hacerlo, vaya, pero eso tampoco tiene base genética-. No deriva tampoco, que sepamos, de una alteración genética que haya hecho que Amban, al nacer, tenga una facilidad biológica especial para caminar así -por ejemplo, una mutación en sus tobillos o caderas-. De cualquier manera, la evolución no persigue ninguna finalidad: el destino de los monos no es ser hombres. El destino de los monos es ser los monos mejor adaptados a las circunstancias cambiantes de su ecosistema. Y por lo general, cuanto más tiempo pasa desde que dos ramas filogenéticamente emparentadas -como la de los gorilas y la nuestra- se separan, mayores se van haciendo las diferencias, no menores. Amban, por último, no es el único caso de este tipo. Me suena un chimpancé, que se llamaba Oliver...
Siempre que se habla del Yeti (o del Bigfoot) se hace referencia a un solo especímen. ¿Crees que, en el caso de que realmente existieran, podría haber un núcleo de población lo suficientemente extenso? Aunque si así fuera, es extraño que nadie haya dado con él aún. (Ceridwen) Sin duda, Ceridwen, nos estaríamos refiriendo a una población de un tamaño suficiente como para poder haber llegado hasta nuestros días, capeando problemas como el de la consanguinidad. Un ser eterno o cuasi inmortal se sale ya de la biología... Con respecto a lo de que nadie haya dado con él, bueno, sí que han dado... las personas que viven allí, y que protagonizan la mayor parte de los encuentros documentados. Lo raro sería que un científico que se fuera un mesecito de expedición, lograse toparse con él. Máxime si se trata de seres inteligentes y con muy poco interés en dejarse ver por nosotros. Hay, sin embargo, multitud de referencias de personajes occidentales -a los que quizá por algún prejuicio tendemos a otorgar más credibilidad- que describen dichos encuentros. Uno de ellos del tipo que tú planteas, con todo un poblado. El protagonista -describo el asunto más detalladamente en el artículo de Enigmas que mencioné anteriormente-, no fue sino el famoso coronel P. H. Fawcett, durante una expedición desde Bolivia hacia el Mato Grosso.
Según el título de la novela y leyendo la sinopsis del libro, se sobreentiende que el homínido desconocido que se encuentran los protagonistas en los bosques de Sumatra es el Yeti. Yo opino que sería más correcto hablar del Orang Pendek puesto que es la criatura que suelen ver los nativos de esa zona sur de Asia, de características similares al Yeti, pero a su vez claramente diferenciables. ¿Escogiste el título Yeti por ser más atractivo al lector o es que realmente hay indicios de que una criatura que encaja con su descripción puede vivir en Sumatra? (hurdano)
Estimado Hurdano, me parece a mí que tú juegas con ventaja con respecto a los protagonistas de la novela, menos versados en estas lides criptozoológicas. No es de extrañar que cualquier profano de estos temas que viera un homínido de este estilo, se refiese a él como Yeti, por ser ese el icono más extendido. De cualquier manera, ten en cuenta una cosa: en Sumatra no solo vive el Orang Pendek -hombre pequeño-. ¿Conoces a un homínido, mucho menos visto, que vive en la misma zona y que responde al nombre de Orang Gadang -hombre grande-? ¿Qué relación puede haber entre ambos? Y, ¿por qué se ha visto con más frecuencia a uno que al otro? Por otra parte, creo que coincidirás conmigo en que Yeti, como título, tiene un punto.
“El ecosistema se irá reduciendo hasta desaparecer, y con él las especies que lo habiten”
En distintas y muy alejadas partes del mundo hay leyendas sobre homínidos de gran tamaño y otros animales criptozoológicos y yo me pregunto: ¿En España no ha existido nunca alguna leyenda con animales similares? (eldarc) Hola Eldarc. Pues haberlos haylos, como las meigas, aunque parece que tienen sus reales más aposentados en la leyenda pura que en la criptozoología. Por eso de la importancia de un lugar válido en el que vivir, los lugares en los que dichas leyendas abundan son los grandes bosques del norte de la península, como los de Gerona, o los del País Vasco, en donde el Basajún, según los pastores, aún continúa velando por sus rebaños.
En tu opinión, ¿es probable que el Yeti, como ejemplo de un hominido de gran tamaño, pueda existir en algunas zonas?
En caso afirmativo, ¿Cómo podría afectarle el cambio climático y la deforestación? (moniftb) Como hemos visto, cabe en lo posible que aún pudieran quedar poblaciones relictas de parientes cercanos de nuestro propio género, o quizá de primates más lejanos pero que aún hoy resultan un misterio para nosotros. Este matiz, el de que nos resultan muy poco conocidos, implica que las zonas en las que habitan son aquellas en la que nuestra densidad de población es baja. Dentro de éstas, los lugares más verosímiles son los grandes bosques, desde los tropicales hasta los de Siberia, pasando por los de montaña: son lugares de altos recursos naturales que, además de mantenerlos ocultos, les proveerían de todo lo necesario para su supervivencia. Cómo afectaría el cambio climático a estos lugares es algo a lo que no se puede responder de manera generalizada, pues aunque el calentamiento es global, las alteraciones climáticas serán diferentes en cada uno de los lugares. Sin embargo, está claro lo que sucederá con la deforestación: el ecosistema se irá reduciendo hasta desaparecer, y con él las especies que lo habiten. Esto, desgraciadamente, ya está sucediendo, y es la razón principal que está detrás del fenómeno conocido como “la Sexta Extinción”.
La criptozoología es sin duda un tema muy atractivo e interesante y dentro de ésta el Yeti es uno de sus personajes, por así llamarlo, estrella. Se han realizado numerosas expediciones e investigaciones y todos estamos esperando la prueba definitiva, pero nunca llega. ¿No crees que si no hemos encontrado ya a al Yeti o similares ya nunca vamos a conseguirlo? ¿O es que simplemente no se realizan los esfuerzos necesarios? ¿Qué crees que tendríamos que hacer realmente para darle caza (aunque suene muy mal esto de caza, que se me entienda)? (Maiquel dc) Bueno Maiquel dc, encontrarlo, sí lo han encontrado, sobre todo aquellos que han pasado el tiempo suficiente en su hábitat. Las personas que viven en esas zonas rurales, como agricultores e indígenas, son los que con mayor frecuencia viven los encuentros. También hay occidentales que se han topado con ellos, pero por lo general, tras adentrarse lo suficiente en sus territorios. En Sumatra, por ejemplo, además de los bosquimanos locales -los rimba-, hay dos casos paradigmáticos. Uno, famoso por lo detallado e intenso del encuentro, es el de un holandés llamado Van Heerwarden, en 1923, de cuando Indonesia aún era colonia de Holanda. Nuestro protagonista era aficionado a la caza, y en un rececho, tras más de una hora inmóvil mientras esperaba el paso de un jabalí, notó un movimiento en las ramas de un árbol que tenía a unos metros delante suyo. Se trataba de un Orang Pendek. Estaba, como digo, en lo profundo de un bosque, tras varias horas de jornada de caza, y lo vio después de quedarse durante un largo rato detenido, solo, integrado en la naturaleza. Compara eso con el paso de una expedición de un par de docenas de personas, que probablemente traten de abarcar un territorio amplio y que estén por tanto en movimiento, delatando permanentemente su posición y alejando de sí a toda la fauna local. El otro caso es el de Debbie Martyr, una periodista inglesa que desde hace años reside en Sungai Penuh, Sumatra, colaborando con Flora y Fauna Internacional y con un proyecto propio que
trata de desbaratar los planes de los cazadores furtivos de tigres. En ese escenario, de largas caminatas y estancias en los bosques, Debbie ha logrado ver al Orang Pendek. Es, básicamente, un enfoque distinto: una expedición zoológica normal va a un lugar y simplemente toma muestras y recoge los especímenes que va encontrando, lo cual es distinto de organizar una partida en busca de un organismo en concreto. La posibilidad de que esta última se vaya de vacío, es muy alta.
“Me siento más cerca de los lectores que de los científicos”
escenario muy pocos se atreven a sacar los pies del tiesto y a desmarcarse de lo que viene proyectado desde arriba. Se lo juegan todo. Yo por mi parte, hace mucho tiempo que me desmarqué del establishment, dedicándome a un tema en el que precisamente, tienen tantas dificultades los científicos que se dedican a la investigación. Me refiero a la comunicación, a la divulgación. Comento, amplío y valoro los avances que se producen en las diferentes ramas de la ciencia, sobre todo de la biología, y me siento más cerca de los lectores que de los científicos. Y por supuesto, una vez que crucé la frontera de la narrativa y empecé a escribir novelas, fue como soltar las amarras y navegar en una libertad absoluta.
Aunque se sale un poco del tema del libro, me gustaría saber cómo te sientes al estar dentro de un mundo científico y a la vez tocar temas que se salen un poco de sus limites. Si ya es complicado para una persona como yo intentar tocar cosas que se salen un poco de la normalidad, supongo que a ti se te puede ver un poco como un bicho raro. ¿O por el contrario las mentalidades están más abiertas de lo que puede parecer? (jregidorr) Yo creo que no hay una mente abierta, sino que por lo general desde el ámbito académico se miran todos estos temas con un distanciamiento muy marcado, con un cierto desprecio, incluso. Creo sinceramente que el motivo de esa postura es el miedo. Miedo a ser estigmatizado dentro del mundillo profesional, que visto desde cerca, se parece más a una organización como el ejército de lo que uno podría imaginar: pequeños cotos de poder, relaciones de escalafón muy marcadas, mecanismos de promoción interna rígidos -número de publicaciones anuales, figurar como primer o segundo autor, etcétera-, el concepto de “hacer carrera” y ascender, la asignación o no de fondos para los proyectos, y por supuesto celos, rencillas y rivalidades en todos y cada uno de los estamentos de la profesión. En ese
¿Qué nuevas sorpresas dentro del mundo de la criptozoología nos deparan las selvas asiáticas (Sumatra, Vietnam...)? ¿Crees que pueden existir aún grandes mamíferos por descubrir? (RUGOME) Bueno, Rugome, las selvas tropicales son los lugares con mayor biodiversidad del planeta. Primero porque tienen unas condiciones perfectas para la vida, como una temperatura alta y constante, y una elevadísima disponibilidad de agua. Además, en épocas glaciares, la franja tropical sirvió de refugio a multitud de especies que después se expandieron a partir de ahí y dejaron poblaciones en aquellos lugares. Son bosques, además, muy amplios y frondosos, y en los que la presencia humana ha sido muy baja hasta épocas recientes. Es ahora, con la globalización de los mercados y lo que eso
ha supuesto para la explotación de los recursos naturales de estos países, cuando realmente empezamos a implantarnos ahí de una manera invasiva. En la zona asiática que tu comentas, los descubrimientos son constantes. En el 2009, una expedición de la WWF encontró 145 nuevas especies en el delta del Mekong, entre los que destacaba, por ejemplo, una planta carnívora de siete metros de altura. Afortunadamente se alimenta de insectos. En el nordeste de Myanmar, Birmania, se descubrió en 2010 una nueva especie de primate -ya conocido por las poblaciones locales, of course-, del que se cree que quedan sólo unos 300 individuos. Y en Vietnam, si no recuerdo mal -tendré por ahí el recorte-, hace unos pocos años se encontró un cérvido de buen tamaño, también nuevo para la Ciencia. Así que sí, si no las destruimos antes, esas selvas tropicales aún pueden darnos muchas sorpresas.
extendida en la que las poblaciones indígenas han integrado en su cuerpo de conocimiento todas las experiencias y encuentros que han vivido en sus territorios. Visto así, y porque por lo general los criptozoólogos no suelen tener especimenes concretos entre sus manos, si no indicios que prácticamente nunca son concluyentes, y recopilaciones de testimonios locales, yo les situaría a medio camino entre la zoología y la antropología. El término pseudociencia, además de que no significa nada concreto, me sugiere connotaciones despectivas, por lo que ni lo uso, ni me gusta. Lo digo solo como un comentario, pues entiendo que es de uso común. Te ruego que no lo tomes como algo dirigido a tí.
“Me atrae la criptozoología porque los seres que estudia provienen de las leyendas y el folclore de medio mundo”
¿Tienen tus personajes protagonistas (Julián Curto, Mario Yerro) algunas partes que hayas tomado de experiencias propias? (Boni the ripper)
¿Qué opinas de la Criptozoología? ¿es una ciencia en sí o una pseudociencia? ¿Se estudia en alguna universidad? (Francisella) Hola, Francisella. Pues como hemos comentado antes, la criptozoología no es una disciplina científica al uso. No se imparte en ninguna universidad, al menos que yo sepa, aunque obviamente estudiar la especialidad de zoología de la carrera de biología es un punto de partida estupendo. Reflexiono sobre la criptozoología al final de la novela. A mí me resulta muy atractiva, muy romántica, porque los seres que estudia provienen, mayoritariamente, de las leyendas y el folclore de medio mundo. Esa es, quizá, la manera más
Siempre hay parte de las vivencias, aspiraciones, reflexiones, temores y proyecciones del autor en sus personajes. En los casos de Julián y de Mario, viendo los entornos en los que yo me muevo, pues sí, esa relación es más profunda y fluida. Por ejemplo, en breve iré a una expedición a Namibia, a convivir unas semanas con los bosquimanos. Estoy seguro de que esa experiencia me será muy util para expresar y matizar adecuadamente algunas escenas de las próximas aventuras de Yerro y Curto. Y a veces es al revés: ¡son ellos los que me ponen los dientes largos con sus andanzas, y no me queda más remedio que armar el petate para revivirlas yo mismo!
Imagino el dilema moral que supondrá a los personajes de tu novela encontrarse
con un homínido como el Yeti. Por un lado sientes la necesidad de darlo a conocer a todo el planeta aportando pruebas, pero en el fondo sabes que eso supondría (casi seguro) la desaparición, sino de la especie, sí de su modo de vida. Como biólogo, ¿cuál debería ser el protocolo de actuación ante este hipotético descubrimiento? (hurdano) Este tema que planteas, Hurdano, es uno de los asuntos más profundos que se tratan en la novela. Te invito a que leas allí cómo resuelve ese dilema el personaje que se enfrenta a él. Yo, por mi parte, te diré que creo que hay momentos en los que uno trasciende lo que supone su formación, y ha de abordar las decisiones que tome desde un punto de vista humano, moral. En un ámbito biológico, el hallazgo de una nueva especie incitaría a la captura de algunos especímenes, para estudiarlos en profundidad, y luego habría que tomar las medidas adecuadas para su conservación o estudios posteriores. Claro que, si lo que encontramos es del calibre del Yeti, todos esos protocolos se esfumarían. Estaríamos ante algo de tal calibre, que la tentación de acaparar portadas y de capitalizar todos los estudios -y, por qué no, de patentar todo lo patentable que pudiera extraerse de un ser tan peculiar, y quizá tan cercano a nosotros-, haría que más de uno actuase de maneras que no podría haber ni imaginado.
“Entre lo más valioso que me enseñó mi padre está la facultad de de dejar la mente siempre abierta”
¿Crees que la vida te ha marcado de una forma especial por tener el padre que tuviste? ¿Has sentido alguna vez a tu padre "dirigir" de alguna forma e intervenir en tu vida desde el otro lado? (Mj)
Tocando la fibra sensible, Mj... Pues sí, para mí mi padre fue alguien muy especial. Es curioso, sin embargo, cómo no solo no nos empujó a mi hermano ni a mi a seguir su carrera en los medios de comunicación, sino que más bien trató de desanimarnos. Sabía, yo lo estoy aprendiendo ahora, lo dificil que es desenvolverse en este medio, y también sabía lo apasionante y atractivo que podía resultar para alguien tan joven como lo éramos nosotros. En un principio lo consiguió, y empezamos nuestros estudios, sin relación aparente con estos temas. Sin que supiera muy bien cómo, no había terminado la carrera cuando ya me ocupaba de la sección de divulgación científica de la revista Enigmas, que él dirigía. Después vinieron los viajes. Luego los libros: primero un ensayo divulgativo, La Sexta Extinción, y después Un viaje mágico por Egipto. En aquel momento él ya no estaba aquí. Después empecé con la radio, y con el salto a la narrativa y los relatos cortos y novelas, que no he dejado ni dejaré ya. Ahora, incluso, he empezado a colaborar de manera más o menos regular con el programa de radio La rosa de los vientos, que siempre asociaré a Juan Antonio Cebrián y a mi padre: recuerdo su expresión de ilusión cada vez que llegaba el taxi que le llevaría al estudio, a ese programa que tanto quería. ¿Dirige todo esto él desde el otro lado? No lo creo. Era demasiado amante de la libertad individual como para hacer algo así. Pero cada vez que empiezo un capítulo nuevo, cada vez que abro un libro de consulta, cada vez que me pongo los auriculares en el estudio de radio... él está ahí, a mi lado. Y sonríe. Creo que entre lo más valioso que me enseñó, está la facultad de ser curioso, y de dejar la mente siempre abierta, para que las ideas pasen.
Reconozco que nunca había oído hablar del Proyecto Ukhupacha. ¿Puedes contarnos algo más sobre esa aventura en la que estás involucrado? (Joker) Hola, Joker. El Proyecto Ukhupacha es, literalmente, un grupo de aventureros y espeleólogos españoles que colaboramos con científicos de todo el mundo para ayudarles en sus expediciones. Lo componemos personas de muy diversas disciplinas, aunque son los bomberos y los espeleólogos los que llevan el peso de la parte técnica del proyecto. De una manera muy general, podríamos decir que llevamos a los investigadores a aquellos lugares hasta los que no habían podido llegar. Además, como la Universidad Jaume I de Castellón respalda académicamente al Proyecto Ukhupacha, se realizan convenios marco entre universidades para impartir cursos a los científicos, y que estos puedan luego trabajar con autonomía.
en la selva de Ecuador, ayudando a los biólogos a establecer cámaras y plataformas de observación en árboles que estaban a más de treinta metros de altura. A todos aquellos que queráis conocer un poco más de cerca el Proyecto Ukhupacha, os invito a que visitéis nuestro blog, donde vamos dejando constancia del desarrollo de nuestras campañas: http://ukhupachaonline.blogspot.com/
Mensaje de despedida de Fernando Jiménez López del Oso: Quiero agradeceros a todos la oportunidad de intercambiar impresiones con vosotros. Me ha sorprendido muy gratamente el alto nivel de los comentarios planteados, y creo que de una manera u otra hemos tocado buena parte de los temas que tenía ganas de tratar sobre la novela. Afortunadamente aún sigue quedando mucho ahí dentro para sorprenderos, y para haceros pasar un buen rato. Me gustaría que pudiéramos mantener este contacto que hemos abierto aquí. En mi página, www.lopezdeloso.com, encontraréis los enlaces con mis perfiles en facebook y twitter, y un sistema por si queréis enviarme un correo electrónico. De igual manera, también hay un link con mi blog. Será un placer volver a retomar la charla cuando queráis. Un saludo a todos.
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Hasta la fecha, la mayor parte de nuestros trabajos se han desarrollado en Perú, en el campo de la arqueología, donde tenemos diversos logros. Más recientemente, hemos tenido también la ocasión de participar en un estudio fascinante sobre el águila arpía