Alumna: María Fernanda Rocha Villagrana 5to Semestre LEPREE.
25 de septiembre del 2020. Actividad 1. Crónica de la literatura infantil No recuerdo haber tenido un gran acercamiento por la literatura, fue así como aquel día por la mañana donde desperté mi gusto por la lectura, me encontraba sentada en la silla de la mesa de trabajo, a lado de mis compañeros, demasiado feliz porque nos encontrábamos viendo el tema de la literatura, a mí me encantaba que me leyeran cuentos, y ese día maestra Alicia nos pidió que nos reuniéramos al centro del aula, cada uno de mis compañeros acerco si silla cargándola y colocándola en cierto lugar, cuando ya todos estábamos listos para comenzar, la maestra Alicia comenzó por contarnos aquel cuento que tanto había escuchado, si recuerdo perfectamente que el titulo era “la caperucita roja” es ahí donde llamó mucho mi atención y que aunque tenía a Christopher a mi lado y no podía centrar mi atención en el cuento, me paré y me coloqué a lado de mi maestra, podía escuchar perfectamente su voz, y conforme sus ojos recorrían las letras de aquel cuento mi imaginación eche a andar, atrapándome la lectura, imaginando cada una de las escenas que escuche me trasladé aquel escenario de caperucita roja, y así concluyó con el cuento y yo podía sentir aquellas emociones y sentimientos de caperucita, metiéndome en su papel, luego más tardé la maestra comenzó a realizar unas preguntas, -Realmente no recuerdo exactamente aquellos cuestionamientos que nos realizó, pero si recuerdo que yo aún seguía imaginando a aquella caperucita roja, para mi suerte la maestra tenía un mini teatro y en el receso pedí a mi mejor amiga jugar a ser caperucitas rojas. A partir de ese momento me encantaba acudir a mi biblioteca escolar, pues me gustaba llegar temprano para poder leer alguno de los libros, y a pesar de haber leído ya “caperucita roja” no me aburría de leerla, pues me remitía a su lectura constantemente y cada que lo hacía yo me sentía como aquella protagonista de la historia. Fue así como mi gusto por la lectura despertó, con el paso del tiempo llena mis huecos de conocimiento, y hasta ahora a nivel licenciatura aún sigo leyendo y nunca dejando de aprender y me gusta poder fomentar aquel habito y gusto en los niños preescolares.