-Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho”-
Licenciatura: Educación Preescolar, 2do semestre.
Materia: Observación y análisis de prácticas y contextos escolares.
Alumno: María Fernanda Rocha Villagrana.
Tema: Crónica. “Comprando el silencio con un beso”.
Fecha: 10 de abril del 2019. Comprando el silencio con un beso. El día lunes 25 de marzo del presente año acudí a la tercera jornada de observación y ayudantía en la cabecera municipal de Calera de Víctor Rosales en el estado de Zacatecas, fui asignada en el Jardín de Niños “Federico Guillermo Augusto Froebel”. –Yo estaba muy emocionada y nerviosa a la vez ya que no sabía cómo sería el personal y los niños que cursan en dicho plantel-. Sin embargo directora y docentes de esta institución nos recibieron amablemente asignándonos a cada una de nuestras compañeras el grupo en donde estaríamos los tres días durante la jornada, ya que cada una de mis compañeras ya teníamos asignado grupo. Posteriormente me dirigí al salón de clases del grupo de 2° “B” a cargo de la docente Nancy Karina Flores Bernal, en donde me presentaron y los alumnos me dieron un recibimiento muy cálido. Después de la presentación frente al grupo, la mañana de trabajo transcurrió sin contratiempos, este día se trabajó el campo de lenguaje y comunicación, donde los alumnos identificaban el nombre propio, manejándolo con un juego parecido “en busca del tesoro”, luego de ello la docente escribió el nombre de cada alumno en su libreta correspondiente y luego, los niños remarcaran con pintura y su dedo índice cada una de las letras, por cuestiones de tiempo, llegó la hora del receso, en donde esta hora es la más amena y divertida para los niños y niñas. Llegó el fin del recreo y termina la euforia natural en este espacio de solaz, concluye dicho receso exactamente a las 11:45, me encuentro dentro del aula esperando a que todos los niños llegaran y poniendo algo de orden, y a los dos minutos la docente entra al salón de clases con una lata de espuma. Y pensé: - De seguro un niño la debió de traer en el receso jugando y la maestra se la quitó porque no está permitido llevarlas al Jardín-. En ese momento que llega la maestra y les dio la indicación de que continuaran realizando la actividad, de pronto vi que se acerca a Illian, un niño inquieto, que siempre requiere de estar ocupado realizando alguna actividad ya que si no es así recurre a molestar y/o golpear a sus compañeros. El niño atendió la indicación y con toda tranquilidad comenzó a realizar la actividad. De pronto la maestra seguía con la espuma en mano y a cierta distancia le oprime para que saliera la espuma, encontrándome yo cerca del escritorio escuché el ruido que hace la lata al salir la espuma y veo el momento exacto de cómo le cae en los ojos a Illian, el resto del grupo también observó lo que la maestra hizo pero ellos comenzaron a reírse, y burlarse de dicho suceso, Illian sintió la burla de todos y de la maestra, por lo que se metió debajo de la mesa a llorar. –Yo no supe que hacer, me quedé estupefacta, lo único que hice fue intentar acallar al resto del grupo porque no era un hecho para ridiculizar, sabía que lo que había hecho la
maestra estaba mal-. La maestra siguió burlándose y al ver que Illian ya estaba llorando, le dijo que se levantara y se limpiara con la playera que portaba él. -Eso te pasa para que veas lo que sienten tus compañeros cuando tú los golpeasdijo la maestra. Illian no paraba de llorar pues le había entrado a los ojos y sentía ardor. La maestra lo estrujó del brazo y lo llevó al baño a enjuagarse, dejando al grupo “realizando la actividad", cuando regresa del baño observo que el niño se encontraba todo mojado de su playera y con uno de sus ojos todo rojo, irritado de dicha espuma. –De verdad que estaba yo muy asombrada de lo que había hecho la maestra, no encontraba una razón por la cual había hecho esa maldad, de pronto quise dirigirme con illian a abrazarlo pero al conocer la actitud de la maestra no fui convencida de hacerlo. Enseguida, la maestra le pidió al grupo que guardara silencio y continuaran con la actividad, a Illian no le quedó de otra y siguió trabajando, sin embargo faltaban cinco minutos para la hora de la salida y por ende los niños no terminaron la actividad, así que la maestra les solicitó que tomaran sus mochilas del casillero e hicieran una fila atrás de la puerta para esperar a sus papás, Illian se encontraba formado en la fila todo triste y angustiado, cuando de pronto dieron el toque de salida y comenzaron a llegar los papás, mientras la maestra entregaba a los niños, me acerque a Illian y para corroborar lo sucedido le pregunté que quien le había echado espuma en los ojos, el cual me contestó que la maestra. Por casualidad tardaron en llegar por Illian y por algunos de sus otros compañeros y ahí fue el momento donde la maestra intentó hacer pasar por desapercibido dicha maldad, sacándole tema de conversación preguntándole si su mascota ya estaba mejor, que si le daba medicamento para que se aliviara, logrando su objetivo e illian comenzó a platicarle, cuando de pronto llegó su papá y la maestra le pidió que se despidiera de beso, cosa que no lo hizo con ningún otro alumno.