Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en Educación Preescolar. Quinto Semestre.
Ensayo: ¿Qué hacer para promover un aula inclusiva?
Curso: Educación Inclusiva. Docente: Dra. Claudia Lizbeth Soto Casillas
Integrantes del equipo:
Nallely Carrillo Menchaca. Jaqueline Rodríguez Ibarra. Ana Karla López Gallegos. Erendida Rodríguez Cervantes. Maria Fernanda Rocha Villagrana. Lorena Montsserrat Pérez Rodríguez.
Fecha de entrega: 1 de noviembre de 2020. 1
ÍNDICE 1. INTRODUCCIÓN………………………………………………………………….3 2. DESARROLLO…………………………………………………………………....4 2.1. Cinco formas de promover la diversidad y educación inclusiva en el salón de clases. ……………………………………………………………………… 6 3. 4.
CONCLUSIÓN……………………………………………………………………..9 BIBLIOGRAFÍA……………………………………………………………….…10
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Introducción. En el presente trabajo se hablará acerca de cómo podemos crear una cultura inclusiva en el aula, pero también frente a la sociedad. Se expondrán algunos pasos que podemos tomar en cuenta y seguir, para lograr que la inclusión esté presente en cualquier aspecto de la vida cotidiana ya sea social, escolar, personal y laboral. ¿Sabías que en Zacatecas sólo el 13.7% de la población de 18 años o mayor se siente discriminada? Estos datos lo hacen formar parte de los estados con un porcentaje bajo en discriminacion junto con Durango (15.4%), Nayarit (13.1%), Nuevo León (14%) y San Luis Potosí (14.4%); Pero a pesar de que este porcentaje es bajo aún seguimos escuchando frases o vemos sucesos que demuestran la mala información que existen en el tema de inclusión, podemos ser espectadores pero otras veces nos toca ser víctima de estas conductas. Es necesario que la sociedad comience a tomar en cuenta los puntos que se presentan en este documento para que sus prácticas discriminatorias vayan en declive y con el tiempo desaparezcan, logrando que nuestras aulas sean inclusivas y sean el cimiento para obtener aprendizajes significativos en los alumnos.
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Desarrollo. Un lugar de trabajo inclusivo hace que la diversidad funcione, es decir, la inclusión es el requisito para el funcionamiento de un aula diversa e implica la integración plena y satisfactoria de un grupo de niños diversos en un lugar de trabajo. Una cultura inclusiva indica que existe un ambiente en el que se cultivan el respeto, la equidad y el reconocimiento positivo de las diferencias, y la respuesta social e institucional a la discapacidad no impide que se dé una experiencia de empleo positiva. De cualquier modo, las culturas verdaderamente inclusivas van más allá de la presencia básica o testimonial de alumnos con discapacidad. De hecho, están basadas en políticas y prácticas formales e informales.
La cultura inclusiva en la escuela depende en gran medida de visualizar que la convivencia y el aprendizaje con alumnos diversos es positivo para todo el alumnado. Uno de los pasos para lograr la inclusión en la escuela es promover el respeto a lo diferente. El cambio fundamental debe producirse en el desarrollo de actitudes inclusivas. Es necesario que se suprima la distancia entre el “yo” y el “otro” y se transforme en “nosotros”, donde los alumnos conviven como miembros de un mismo grupo a pesar de las diferencias o bien, que dichas diferencias no sean reconocidas pasando desapercibidas más no desatendidas. Esto refiere a que para que las personas “diferentes” sean tratadas como iguales hay que deshacerse del concepto para incluir, aceptar y simplemente tratar como igual al prójimo.
Uno de los factores que afectan a los estudiantes y centros educativos suele ser la presencia de grupos criminales, pandillas, así como la disponibilidad de armas en los alrededores. Los efectos son un sentimiento de inseguridad que a la larga se refleja en ausentismo y deserción. Algunas familias se ven obligadas a trasladarse a otro lugar, lo que provoca que los alumnos abandonen la escuela, muchas veces a mitad del ciclo escolar, sin posibilidad de continuar sus estudios en otro centro educativo y finalmente ven truncadas las oportunidades de insertarse al mercado laboral o bien de emprender.
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Crear una cultura inclusiva es un reto. Se necesita la participación activa de todos los "actores" del proceso educativo: profesorado, alumnado y familias. Para conseguir resultados positivos es crucial la actitud de todos. Se debe fomentar el sentido de pertenencia, de solidaridad, de cooperación. Así como implementar estrategias que satisfagan las necesidades de quienes cuentan con menos recursos o posibilidades físicas, cognitivas, económicas, etc., acondicionando las herramientas que se emplearán para que todos aprovechen los recursos de una misma forma. La inclusión en un sistema educativo de calidad significa no solo reconocer a los grupos marginados y vulnerables, sino también a desarrollar su potencial. “Un sistema educativo es de calidad cuando presta atención a los grupos marginados y vulnerables y procura desarrollar su potencial”, explica la Unesco refiriéndose a la educación inclusiva. De hecho, más adelante se detallan los focos de la agenda de educación al 2030, para lograr esta calidad, que pone especial foco en la eliminación de las disparidades de género y en el acceso igualitario a todos los niveles de enseñanza, tomando en cuenta a las personas en situación de discapacidad y las diferencias de género. La Organización Mundial de la Salud estima que el 15% de la población mundial está integrada por personas que poseen alguna discapacidad y en América Latina la cifra alcanza el 12%. En Chile, según el Primer Estudio de Discapacidad, realizado en el 2013, existen más de 2 millones de personas que viven con alguna discapacidad, lo que significa que cada tres familias en el país hay un discapacitado y de ellos sólo un 29% ha conseguido insertarse en el mundo laboral. Dentro de este contexto, educar a la población sobre los distintos tipos de discapacidad y sobre cómo hacer de la inclusión parte de nuestro día a día, BASF empresa química líder a nivel mundial- realiza permanentemente durante todo el año actividades destinadas a educar a niños y adultos para que acepten, respeten y aprovechen las diferencias que de forma innata poseen las personas, para así construir una sociedad mejor.
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Entonces, es importante preguntarnos ¿cómo podemos lograr una educación inclusiva y traspasar los paradigmas sociales y culturales históricos? Colegium, empresa multinacional líder en el desarrollo e implementación de sistemas de gestión educativa sugiere 5 formas de promover la diversidad y educación inclusiva en el salón de clases. 1. Incentiva el respeto por la diferencia: El respeto en las aulas se impulsa mediante las diferencias de cultura, lenguas, costumbres, género y discapacidades evitando así prejuicios y estereotipos. Los profesores deberían inculcar una sana convivencia entre todos los miembros del grupo y proponer metodologías más efectivas como dinámicas y ejercicios que permitan incluir cada una de las características de los integrantes, promoviendo así una participación más responsable y potencializando, los valores y características inherentes de cada estudiante. 2. Promover un ambiente saludable en el aula: Un contexto positivo puede tener un efecto favorable en los estudiantes, quienes se sentirán más motivados y con una mejor actitud hacia el aprendizaje. Es importante hacerlos sentir bienvenidos a clase sin importar la diversidad de personalidades, esto sin duda incrementará su sentido de pertenencia y, por consiguiente, el ambiente y la convivencia será más saludable entre profesores y alumnos. 3. Transmitir y fomentar la confianza en cada uno de los alumnos: Sin duda, cada individuo es diferente –ya sea en sus creencias, valores, cultura, preferencias, etc.– por ello, promover la confianza de los integrantes del grupo es vital, ya que potencializa las competencias de cada uno, fortalece su autoestima y permite mejores habilidades de expresión, mayor seguridad y confianza. Sin duda, esto logra personas más exitosas y tolerantes y menos vulnerables ante problemas comunes como el bullying. Una excelente herramienta para los profesores es la campaña gratuita #YoCuidoMiHuella, la cual busca promover que los niños y adolescentes hagan un uso responsable de sus redes sociales y aprendan a configurar la privacidad de sus datos al navegar por Internet.
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4. Invitar a los estudiantes a participar en actividades sociales y culturales: De esta forma, los estudiantes tendrán una integración positiva mediante el trabajo en equipo y el desarrollo personal, los alumnos desarrollarán más la tolerancia y aceptación de las diferencias entre ellos. 5. Dedicar más tiempo para educar: Los profesores deberán dedicar más tiempo para transmitir su conocimiento, desprendiéndose de los libros de textos y adoptando herramientas digitales para la automatización o simplificación de tareas administrativas y académicas en los centros escolares. dejando así más tiempo para la participación en el aula y que la educación sea más inclusiva y sana. Claramente como sociedad debemos apuntar a que la inclusión sea parte de la normalidad del diario vivir de las personas en todo ámbito, desde contar con la infraestructura adecuada en todo el país hasta abordar la discapacidad en los programas de educación de nuestros niños de manera global con el objetivo de reducir los prejuicios sociales que ésta tiene. Si tempranamente educamos a los niños en estas temáticas, no hay duda que lograremos una sociedad más tolerante y respetuosa de las diferencias. Así pues, al integrar a personas con alguna discapacidad al mundo laboral estamos mejorando su calidad de vida, al permitirles desarrollarse profesionalmente, como también su incorporación impacta positivamente en los equipos de trabajo, imponiendo desafíos colectivos que generan como resultados a nivel humano, el fomento de la tolerancia y la aceptación de las diversas capacidades. Con todo lo antes mencionado, podemos afirmar entonces que crear una cultura inclusiva en la escuela es una necesidad y un factor determinante para educar en valores y asegurar un futuro digno y prometedor a su alumnado, algo beneficioso para todos y no solo unos cuantos. Entendiendo que, en un mismo centro escolar, coexisten diferentes formas de ver y actuar, y que, por ende, no es posible hablar de una sola cultura escolar, sino más bien de varias subculturas (Stoll y Fink, 1999). Lo que suele caracterizar a estas culturas es la presencia de tensiones y contradicciones entre distintas visiones de cómo hacer las cosas, antes que el consenso y la homogeneidad.
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Lo que resulta necesario subrayar es que, precisamente, el hecho de la existencia de desacuerdo de opiniones, propósitos y valores, es una valiosa oportunidad para pensar desde nuevas perspectivas. Nuestra propuesta es que los procesos de reflexión conjunta y discusión que pueden derivar de posiciones diferentes, pueden contribuir a que avancemos hacia prácticas más complejas, y con ello, más inclusivas. Así que no todos seremos iguales dentro de una cultura escolar, es por eso que debemos de valorar nuestras diferencias y echar manos de ella, para producir las técnicas satisfactorias y como se ha estado diciendo apremiantes para todos, veamos estas diferencias como oportunidades y no como barreras.
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Conclusión. Las aulas inclusivas parten de la premisa de que todos los niños pertenecen y pueden aprender en la escuela ordinaria. Esta filosofía postula la diversidad como una fortaleza dentro del aula, ya que ofrece a todos sus miembros mayores oportunidades de aprendizaje. La escuela debe valorar las diferencias como una buena oportunidad para mejorar el aprendizaje. La escuela es una institución que no debe hacer distinciones a la hora de acoger a todo tipo de alumnos en condiciones de igualdad. Los maestros, por su parte, tienen el desafío de crear aulas inclusivas donde los estudiantes de todos los orígenes se sientan representados y bienvenidos. ¿El objetivo? Ofrecer las mismas oportunidades a todos, pero huyendo del uniformismo. La diversidad nunca es un problema. La diversidad, sea del tipo que sea, es un elemento positivo en nuestra sociedad y, por lo tanto, también en el aula, ya que enriquece la manera en que los alumnos perciben los problemas sociales y, lo que es más importante, cómo los afrontan y resuelven. Los docentes deben contar con la capacitación y formación adecuada para conseguir aulas realmente inclusivas. Por eso, su función va mucho más allá de saber transmitir conocimientos. También es importante ser flexible, empático y saber conectar con los demás. Además, es fundamental la observación para saber detectar posibles problemas. En la práctica, será necesario conjugar estos aspectos con una variedad de recursos y estrategias para dar respuesta a diferentes necesidades
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Fuentes de información. 5 formas de promover la diversidad y educación inclusiva en el salón de clases. (2019, 20 junio). MBA & Educación Ejecutiva | MBA & Educación Ejecutiva AméricaEconomía. https://mba.americaeconomia.com/articulos/notas/5-formas-depromover-la-diversidad-y-educacion-inclusiva-en-el-salon-de-clases ADNPolítico. (2018, 7 agosto). ¿Cuáles son los estados donde más se discrimina en México? ADNPolítico. https://politica.expansion.mx/mexico/2018/08/07/cualesson-los-estados-en-donde-mas-se-discrimina-en-mexico M. (2016, 1 diciembre). Claves para lograr sociedad inclusiva | RSE | Pacto Global Chile.
Pacto
Global
ONU
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Empresas
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Desarrollo
Sostenible.
https://pactoglobal.cl/2015/las-claves-para-lograr-una-sociedad-mas-inclusiva/ Méndez, A. (2019, 12 septiembre). 11 buenas ideas para fomentar la inclusión en el aula
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Guiainfantil.com.
https://www.guiainfantil.com/educacion/valores/11-buenas-ideas-para-fomentar-lainclusion-en-el-aula-con-losninos/#:%7E:text=Busca%20juegos%2C%20actividades%20y%20lecciones,como %20la%20colaboraci%C3%B3n%20entre%20ellos.&text=Hacer%20que%20los%2 0ni%C3%B1os%20propongan,destaque%20y%20se%20haga%20conocer. https://es.scribd.com/document/310079607/pautas-para-crear-una-culturainclusiva-en-la-escuela Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado 2012, Educación inclusiva iguales en diversidad. http://www.educatolerancia.com/wp-content/uploads/2016/12/m4_ei.pdf Margarita Abascal y Verónica Spross de Rivera. (2016). Consecuencias de la carencia de políticas de inclusión. 26 de octubre del 2020, de REDUCA Sitio web: https://www.reduca-al.net/noticias/consecuencias-de-la-carencia-de--856 10
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