26 de junio del 2019. Actividad en clase. Evidencia de videoconferencia “La gestión educativa en el siglo XXl” -
Joaquín Gairín Sallan.
Cuadro de concentración de datos. ¿Qué es? La gestión educativa es primordial en la consecución de los objetivos institucionales. Esta debe ser vista como medio y soporte de las actividades académicas en lugar de ser un estorbo o subordinar lo último a lo primero. Sin embargo, en la práctica esto es lo que sucede. ¿Para qué queremos los centros educativos? Se comprometen en formar ciudadanos con valores y una preparación técnica. La construcción de la ciudadanía fomenta la difuminación de los límites de competencias entre la familia y la escuela, la ciudadanía como estructura de poder, lo democrático, social, paritario e intercultural. La necesidad de una gestión escolar que integre a todos los actores para garantizar el éxito del proceso y del año escolar. Esto es: el trabajo colectivo como complemento de un buen trabajo en el aula y con los escolares. ¿Qué hacen? Políticas muy instrumentalistas y tecnocráticas, actuaciones que contradicen los principios supuestamente asumidos. ¿Cumplen la función para lo que fueron concebidos? Si cumplen, se estará formando verdaderos ciudadanos y originando cambios con impacto en la sociedad. Si no cumplen, no cumplen con su objetivo o función por lo que es muy probable que no piensan en el ciudadano en formación, sino en intereses generales que determinan factores externos como el contexto socioeconómico, las necesidades de los trabajadores y orientaciones organizaciones internacionales, así como también entorpecen lo académico y lo subordinan a lo administrativo y normativo, los centros cuentan con autonomía autolimitada, por lo tanto, desintegración o poca integración de los docentes y burocratización de todos sus procesos. ¿Se podrá cumplir esta función? Hay que considerar ahora lo que se debe hacer para que las instituciones educativas cumplan su objetivo cívico. El cambio solo podrá darse si estamos integrados al momento de insertar pequeñas mejoras y aportaciones que provengan de procesos reflexivos y no de rivalidades, intrigas y miedos a colaborar con ideas. El cambio es, por tanto, el resultado de la “suma de muchos elementos”. ¿Qué hacer para cumplir la función? A través de mejoras que son constantemente analizadas, evaluadas y reemplazadas por otras más apropiadas. Para lograr la efectividad de un cambio
es necesario que este proporcione un desarrollo curricular, organizativo, comunitario y profesional. Verse a sí misma como un fin y no como un medio supeditando todo a las normativas, la eficacia y la eficiencia estamos ante el umbral de los límites de la misma, que en todo caso han sido autos impuestos. Una gestión escolar de este tipo, fin y no medio, se convierte en un proceso mecánico, sin alma, y que no considera a las personas que participan del mismo como lo más esencial. ¿Cómo podemos incidir en ellos para que se logren los cambios necesarios? La gestión debe apoyar lo académico implementando cambios curriculares que conduzcan al uso de metodologías de enseñanza-aprendizaje activas donde se incorpore el estudio de casos. El uso al máximo de los recursos educativos disponibles y los aprendizajes más recientes sean enlazados constantemente con los previos haciendo el proceso más significativo. Además, se reforzar el trabajo de los docentes y valorarlos en su justa medida como agentes de cambio ya que sin las personas no se dan los cambios; aportar más recursos y promover capacitaciones, la colaboración, una diversidad conciliada en métodos y personas diferentes, y el aprendizaje a partir de errores. Es necesario humanizar la educación planteándonos las cuestiones conceptuales, metodológicas, operativas y de la profesión o vocación. Es decir, qué tipo de diversidad es aceptable y que tipo de uniformidad queremos sin perder la coherencia. Otras alternativas al problema, de acuerdo al Dr. Gairín, comprenden: ver las ideas como fuerzas de cambios y orientarlas a la acción. fortalecer la ciudadanía. renovar la formación, reestructurar los centros educativos y promover nuevos modelos A modo de conclusión. En conclusión, una gestión escolar adecuada es aquella en la que: * Las organizaciones no se encuentran centradas en sí mismas sino en la sociedad. * Se planifica para el futuro partiendo de un contexto o realidad concreta. * Se promueve el cambio constante; d) las personas son consideradas como los elementos y agentes de cambios más importantes. * Se crean espacios de reflexión y progreso para conciliar el modelo social (la sociedad), educativo, de centro educativo y de organización y gestión. Se está, pues, delante de un modelo de gestión comunicativo, con perspectiva y participativo.