Guion de cortometraje

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Benemérita Escuela Normal “Manuel Ávila Camacho” Licenciatura en Educación Preescolar Tercer Semestre.

Guion de Cortometraje. ¿Realmente existe la inclusión en las escuelas?

Curso: Educación Socioemocional. Docente: Ana María Frausto Venegas. Integrantes del equipo: -

Erendida Rodríguez Cervantes. Jaqueline Rodríguez Ibarra. María Fernanda Rocha Villagrana. Ana Karla López Gallegos. Lorena Montsserrat Pérez Rodríguez.

Zacatecas, Zac. 28 de enero de 2020


10 de diciembre del 2019 Guion. ¿Realmente existe la inclusión en las escuelas?  Reparto: Actor 1: Jaqueline Rodríguez: Andrea. Actor 2: Fernanda Rocha: Anita. Actor 3: Karla López: Carolina. Actor 4: Montsse Pérez: Mama. Actor 5: Erendida Cervantes: Directora. Extras:   

Guardia Manuel. Alumnos de la Licenciatura en Educación Física. Alumnas de la Licenciatura en Educación Preescolar.

Escena 1. “La gran final”. Se desarrolla un viernes en un juego de basquetbol en las canchas de la escuela donde todo va bien, Andrea (Jacky) sin ningún problema juega y convive con sus compañeros (El juego incluirá un grupo de Educación Física, será la final y además de que estará en tensión, la porra estará apasionada con lo que está sucediendo, y se entregará un trofeo que Andrea moverá con entusiasmo). Al terminar celebra el triunfo con la porra y su equipo. -

Porra: Gritos y alboroto.

Luego de la celebración Andrea se despide de todos sus amigos que la apoyaron: Extra: ¡Excelente partido Andrea!


Extras: ¡Si no inventes, con la última canasta que metiste diste el gane al equipo! Andrea: ¡Gracias por las porras! Espero y este sea el primero de muchos. (Al finalizar todos se despiden entre si y se disponen a ir a sus casas). Durante el transcurso a la salida, al bajar las escaleras, Andrea se enfrenta a un trágico accidente que le cambiara la vida. (El trágico accidente es que cae por las escaleras) Comienza a gritar. Andrea: ¡Ayuda! ¡Ayuda! (entre llanto y gritos). Al escucharla gritar el guardia de la puerta principal se sorprende ante el grito de auxilio, se dispone a ayudarla y llama a los servicios de emergencias. Guardia: ¿Te encuentras bien? Andrea: No me puedo levantar. Guardia: llama al 911. Escena 2: “Nuevos retos”. El lunes por la mañana llega Andrea a la escuela en silla de ruedas, se encuentra con la sorpresa de que no puede llegar a su salón de clases ya que no existe ninguna rampa que de acceso a las instalaciones. En ese momento llega Anita (Fernanda) y ve la dificultad que tiene para entrar a la escuela por lo que le ofrece su ayuda. Andrea: ¿Y ahora cómo demonios le hago? Anita: Por dios Andrea que te paso, déjame ayudarte (La traslada al salón de clases). Escena 3: ¿Me ayudas o me discriminas?


Llega al salón y todos la miran con asombro, encontrando dificultades para adaptarse a la infraestructura del salón de clases y su travesía por la escuela apenas comienza cada vez se enfrentaba a retos mayores, uno de ellos fue Carolina (Karla) a quien no le agrada la idea de tener una compañera como Andrea haciendo comentarios que la agreden y la hacen sentir mal y por si esto fuera poco incita al grupo a hacer lo mismo. Algunas alumnas preguntan: ¡Andrea ¿estás bien?! Andrea (con actitud grosera y enojada): ¡nooo! Escena 4: “La cruda realidad”. Ante esto, Andrea ya no quiere asistir a la escuela porque le es difícil trasladarse en las instalaciones además se siente excluida y no encuentra su lugar ahí. Ella le dice a su mamá (Montsse) lo que ocurre, en su desesperación por no tener apoyo por parte de los directivos y compañeros por lo que decide ya no ir a la escuela, su mamá le dice que busquen una solución, pero ella se niega, finalmente su mamá la convence y van juntas a hablar con la directora de la escuela para ver qué solución puede dar a la situación. Andrea: me están excluyendo mis compañeras no me aceptan, las instalaciones no me permiten moverme con libertad, a las autoridades no les importa. Mamá: tendremos que buscar soluciones iremos a donde tengamos que ir para resolver esta situación. Andrea: ya no quiero más lastima lo mejor sería resignarme o simplemente ya no asistir. Mama: no vas a ganar nada teniendo esa actitud, debes ver las cosas buenas y estar agradecida de que estas vivas, mañana a `primera hora iremos a la institución a hablar con las autoridades. Andrea: Asciende con la cabeza y cara triste.


Escena 5: Todo tiene una solución, ¡no te cierres! Se reúne la mamá de Andrea con la directora de la institución (Erendida) para plantear la situación y llegar a un acuerdo que dé solución. Se comienza con la construcción de una rampa y pláticas para sus compañeros y la escuela en general sobre la concientización, empatía y respeto a este tipo de situaciones. Mama: buenos días ¿puedo pasar? Directora: adelante, ¡bienvenida! ¿A qué se debe su visita? Mama: (la mama de Andrea contextualiza a la directora sobre la situación que atraviesa). Estoy en busca de respuestas quiero soluciones para Andrea. Directora: (consternada por los comentarios de la mama): para ponerle fin a esta situación propongo gestionar una rampa y realizar talleres donde se con concientice sobre este tipo de situaciones, creando ambientes de empatía y respeto. Reflexión:

Es importante

adecuar las instituciones para

las diferentes

necesidades de sus alumnos, no solo se trata de ubicar la rampa también se deben buscar lugares estratégicos que den un fácil acceso a todas las áreas escolares. Sin dejar de lado la importancia de tratar con los alumnos temas como este para que antes de que se presenten situaciones como la anterior o similares, aprendan a apoyar y actuar correctamente en lugar de menospreciar a la persona que padece de alguna necesidad educativa especial. Fundamentación. De acuerdo con la Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad de las Naciones Unidas, “las personas con discapacidades incluyen a aquellas que tengan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales (como de audición o visión) a largo plazo que, al interactuar con diversas barreras, puedan impedir su participación plena y efectiva en la sociedad, en igualdad de condiciones con los demás”. Uno de los sectores más vulnerables es el


comprendido por las personas discapacitadas, que en México ascienden a 5 millones 739 mil 270 (INEGI, 2010). Los estudiantes con discapacidades son propensos a ser excluidos a lo largo de toda su vida no sólo en el ámbito educativo sino también en el social (Molina, S. y Christou, M. 2009), “En 2018 se contabilizaron 7.7 millones de mexicanos con alguna discapacidad, de las cuales 54.2% corresponde a mujeres y 49.9% son adultos mayores, reveló el Instituto Nacional de Estadística y Geografía” (INEGI). “Ese número equivale a 6.7% de los 115.7 millones de personas de cinco años y más que habitan en el país, de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica” (ENADID) 2018. Los resultados mostraron que Zacatecas, con 10.4%; Tabasco, con 9.8%, y Guerrero, con 9.4%, son los estados con mayor prevalencia de población con discapacidad. Por otro lado, la OMS afirma en sus reportes que la discapacidad es parte de la condición humana, es decir, casi todas las personas conviven con una discapacidad de manera temporal o permanente en algún momento de sus vidas. Estas consisten en una deficiencia, limitación o restricción para realizar actividades y resulta de la interacción entre la persona que convive con ello y los factores contextuales. Muchas veces las barreras del entorno evitan su participación plena y efectiva en la sociedad en igualdad de condiciones con los demás. “La educación es una herramienta que puede contribuir a lograr un mundo más seguro, más sano, más próspero y ambientalmente más puro, favorece el progreso personal, social, económico y cultural, la tolerancia y la cooperación internacional, y es por ello, una condición indispensable” (UNESCO, 1990). Hace más de medio siglo las naciones de la tierra afirmaron en la Declaración Universal de Derechos Humanos que “toda persona tiene derecho a la educación” (UNESCO, 2008) sin embargo, pese a los importantes esfuerzos realizados por los países de todo el mundo para asegurar el derecho a la educación para todos, siguen existiendo desigualdades para acceder a ella, incluso en los países más desarrollados.


La inclusión de personas con discapacidad significa entender la relación entre la manera en que las personas funcionan y cómo participan en la sociedad, así como garantizar que todas tengan las mismas oportunidades de participar en todos los aspectos de la vida al máximo de sus capacidades y deseos. Stainback (2001a, p 18) afirma que: “La educación inclusiva es el proceso que ofrece a todos los niños y niñas, sin distinción de discapacidad, raza o cualquier otra diferencia, la oportunidad para continuar siendo miembro de la clase ordinaria y para aprender de sus compañeros, y juntamente con ellos, dentro del aula”. La discapacidad motriz afecta a una población muy heterogénea.

Incluye

diagnósticos muy diversos que obedecen a múltiples causas y pueden ir o no acompañados de trastornos asociados de carácter sensorial, cognitivo, lingüísticos o conductuales.

Incluso los alumnos que comparten un mismo diagnóstico

pueden necesitar apoyos diversos y con diferentes grados de intensidad. En este sentido podemos destacar que la UNESCO (2001) en su documento Understanding and Responding to Children’s Needs in Inclusive Classrooms. A Guide for Teachers enumera nueve recomendaciones con el nombre de Nueve reglas de oro para la inclusión. Estas recomendaciones son fruto del análisis de escuelas inclusivas de todo el mundo y abordan un rango importante de aspectos a tener en cuenta: 1. Incluir a todos y todas las estudiantes 2. Comunicarse 3. Controlar el aula 4. Planificar las clases 5. Planificar teniendo en cuenta cada persona (planes individualizados) 6. Dar ayuda individualizada 7. Utilizar ayudas o recursos materiales 8. Controlar el comportamiento


Para concluir, la inclusión es esencial para un desarrollo óptimo de las personas con alguna capacidad diferente y la concientización es parte fundamental para lograr una convivencia optima de respeto, empatía y tolerancia, eliminando las desigualdades, para trabajarla es necesario que desde edades muy tempranas no se haga notar alguna diferencia hacia las personas con diferentes capacidades si no que sean vistas como parte de nuestro entorno, de esta manera eliminando la distinción hacia ellas, para que sean vistas e inclusive incluidas como parte de la sociedad. Para lograr escuelas inclusivas se requiere de hacer un cambio en el paradigma educativo, desde de la integración como la igualdad de oportunidades, así mismo impide eliminar aquellas barreras que impiden la participación de los estudiantes en el aprendizaje, aceptando y valorando las diferencias individuales.

Bibliografía. United Nations. United Nations Convention on the Rights of Persons with Disabilities. Article 1 – Purpose. Available at Molina, S. y Christou, M. (2009). Educational inclusion and critical pedagogy. Teoría de la Educación. Educación y Cultura en la Sociedad de la Información, 10(3) 31-55. INEGI (2010). Censo de Población y Vivienda, cuestionario ampliado. Población con discapacidad. México Stainback, S. (20001a) L’e educación inclusiva: definicio, context i motius. Suports, 5 (1), 18-26.


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