Dr. Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso
UNIDAD DE CÓRNEA Y CRISTALINO DEL INSTITUTO OFTALMOLÓGICO FERNÁNDEZ-VEGA
“Es imprescindible que la cirugía de cataratas se adapte a las necesidades concretas de cada paciente” “Se trata de una de las patologías oculares más frecuentes, que se ha convertido ya en la primera causa de ceguera reversible en el mundo” Elena CASERO
Los avances tecnológicos, la investigación médica y el aumento de la esperanza de vida han hecho evolucionar también las necesidades visuales de los pacientes. Patologías oculares asociadas a la edad como las cataratas o la presbicia –frecuentes a partir de los 55 años– se resuelven hoy de forma segura y eficaz mediante la cirugía de cristalino. “Gracias a esta cirugía logramos excelentes resultados, devolvemos a nuestros pacientes una adecuada visión funcional a cualquier distancia y con máxima calidad”, señala el Dr. Luis Fernández-Vega CuetoFelgueroso, oftalmólogo de la Unidad de Córnea y Cristalino del Instituto Oftalmológico Fernández-Vega. –¿Qué es la catarata y qué síntomas presenta? –Se produce por el envejecimiento natural del ojo, que provoca una opacidad progresiva y una pérdida de la transparencia normal del cristalino. Entre sus síntomas más frecuentes, que se suelen apreciar con claridad a partir de los 70 años, encontramos la visión borrosa, la dificultad de ver bien por la noche, los halos de luz, el desvanecimiento de los colores, o la visualización de puntos negros. También se puede sufrir una doble visión o no distinguir de forma correcta el contorno de los objetos. –¿Y la presbicia? –En este caso, a partir de los 45 años los pacientes experimentan dificultad para enfocar los objetos de cerca, tienen la sensación de que las letras de un texto “bailan” o están borrosas, sufren dolores de cabeza al fijar la vista en la lectura durante mucho tiempo y notan fatiga ocular.
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La intervención de cataratas es ambulatoria, con anestesia local, rápida y segura
Visión borrosa, dificultad para ver de noche o halos de luz son algunos de los síntomas más frecuentes
El doctor Luis Fernández-Vega Cueto-Felgueroso. | Foto cedida a LNE
–¿Cuál es la incidencia de la catarata en España? –Se trata de una de las patologías oculares más frecuentes, que se ha convertido ya en la primera causa de ceguera reversible en el mundo. En nuestro país se realizan en torno a medio millón de operaciones al año para esta patología. La cirugía de catarata es hoy una cirugía ambulatoria, que se realiza con anestesia local de manera rápida y segura. La alta incidencia de estas cirugías ha promovido un gran desarrollo de la innovación en este campo, lo que ha propiciado la aparición de herramientas que facilitan la labor del cirujano y aumentan la seguridad para los pacientes.
–¿Cuáles son los últimos avances en su tratamiento? –El láser de Femtosegundo es el tratamiento más eficaz contra las cataratas por su gran precisión y seguridad. Concretamente, cuando se trata de abordar casos más difíciles y especiales. Se basa en un tipo de luz infrarroja muy potente, que en millonésimas de segundo es capaz de reproducir con gran exactitud las microincisiones diseñadas por el cirujano en el ordenador. Ahora, con el femtoláser, esta intervención se ha simplificado notablemente. El Instituto Oftalmológico Fernández-Vega ha sido pionero en la incorporación de este avance tecnológico y en la pu-
blicación de numerosos artículos en prestigiosas revistas científicas internacionales, demostrando la predictibilidad, eficacia y seguridad del uso de esta técnica. En general, las innovaciones en este ámbito se están orientando a personalizar el proceso quirúrgico para adaptarlo a las necesidades concretas del cirujano y el paciente y reducir, aún más, los riesgos durante este procedimiento. –¿Considera que los pacientes tienen unas expectativas realistas en cirugía de corrección de la presbicia? –Cuando un paciente se enfrenta a una intervención quirúrgica, y más aún cuando se
trata de una cirugía refractiva, suele tener grandes expectativas. Es nuestra labor orientarle, explicarle de forma realista qué resultados puede esperar del procedimiento y personalizar las opciones de tratamiento en función de sus características y necesidades. Tenemos a nuestra disposición herramientas muy avanzadas que pueden mostrar una buena previsión del resultado final, por lo que se convierten en grandes aliados a la hora de establecer una buena comunicación médico-paciente. –¿Qué tipo de lentes intraoculares existen para corregir la presbicia? ¿Cómo decidir cuál es la adecuada para cada paciente? –En una misma cirugía podemos corregir la presbicia, el astigmatismo, la miopía o hipermetropía y eliminar las cataratas. Los avances en este sentido son enormes. El procedimiento de la cirugía de cristalino requiere de varios pasos. Una vez examinada la visión del paciente, estudiado su ojo anatómicamente y valorado sus necesidades y expectativas, debemos analizar las alternativas que podemos ofrecerle. Las lentes intraoculares correctoras de la presbicia cuentan con avanzadas tecnologías y materiales que permiten ofrecer una calidad de imagen de alta resolución a todas las distancias: lejos, intermedia y cerca. En los últimos años, se han incorporado novedosas opciones que abren las posibilidades a la hora de determinar el modelo más adecuado para cada caso. Las podemos clasificar en dos categorías: lentes multifocales y lentes de visión extendida continua. Los implantes multifocales corrigen la mayoría de los defectos refractivos a todas las distancias y ofrecen un rendimiento alto de la visión sin necesidad de gafas y una corrección óptica estable a lo largo del tiempo. El índice de satisfacción de los pacientes con estas lentes es superior al 95 por ciento, refiriendo algunos de ellos halos y deslumbramientos leves. También contamos ahora con una nueva clase de lente intraocular de visión extendida continua, cuya tecnología ofrece la posibilidad de prescindir del uso de gafas para, prácticamente, todas las actividades diarias. Estas lentes proporcionan un rango de visión completo y continuo, desde lejos hasta el cerca funcional, y un nivel de molestias visuales muy bajo, similar a una lente monofocal. Es posible que se necesite una gafa para actividades de mucho detalle como leer un prospecto, pero no para actividades habituales del día a día. Por todo ello, la clave es la personalización y la correcta elección de las lentes en cada caso.