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DUDAS DE LOS PACIENTES SOBRE CÓRNEA Y CRISTALINO

Tengo 50 años y hace 25 años me realizaron un trasplante de córnea completo. En la última revisión me han dicho que el trasplante está empezando a “agotarse” y que hay que realizar otro. ¿Hay alguna solución?

En primer lugar, la situación en la que se encuentra es relativamente frecuente. En los trasplantes de espesor total (trasplantes completos o trasplantes penetrantes), después de más de 20 años, las células de la capa más interna de la córnea trasplantada pueden empezar a fallar. Actualmente existen técnicas nuevas que nos permiten reponer sólo las capas dañadas. Dependiendo del tamaño, posición y centrado del primer trasplante, se podría valorar la opción de emplear estas técnicas más modernas, que tienen como principal ventaja un postoperatorio menos molesto y más llevadero, y una menor tasa de rechazos.

Tengo 28 años y 3 dioptrías de miopía. Cuando fui a una revisión oftalmológica con intención de operarme me dijeron que tenía una córnea muy fina y que no me lo aconsejaban. ¿Existe alguna otra opción para mí?

En su caso, deberíamos realizar un estudio completo y personalizado del estado anatómico y funcional del ojo para contestar a esa pregunta. Aunque las técnicas láser son las más conocidas y las más empleadas en los últimos años, existen otras posibilidades para la corrección de la miopía, como son las lentes adicionales que se implantan delante del cristalino y que reciben el nombre de ICL (Implantable Collamer Lens). El hecho de tener una córnea fina nos puede limitar la fotoablación con láser de Excímero, pero podríamos optar por otros procedimientos alternativos que nos posibilitan la independencia de la gafa y nos aportan una buena calidad visual.

Soy diabético y tengo una úlcera corneal desde hace meses que no mejora con tratamiento médico. ¿Existe alguna terapia alternativa?

El tratamiento inicial de este tipo de úlceras neurotróficas es médico. En general, es recomendable asociar también al tratamiento estándar un colirio compuesto por derivados hemáticos (a partir de la sangre del paciente y rico en factores de crecimiento).

Si con esto no se consigue una mejoría, existe la posibilidad de valorar una cirugía de superficie que asocie membrana amniótica y membrana rica en factores de crecimiento (PRGF, Plasma Rich in Growth Factors), también derivada del plasma del paciente.

Este tipo de intervención, se considera una cirugía de regeneración corneal, estando descritos muy buenos resultados en diferentes patologías de superficie como defectos epiteliales persistentes, úlceras neurotróficas con pérdida de sustancia, o úlceras corneales asociadas a enfermedades reumáticas, infecciones, ictiosis congénitas, síndrome de Sjogren, traumatismos corneales, etc…

Tengo 69 años y 3 dioptrías de miopía. Me gustaría operarme, pero me han dicho que tiene que ser con una lente intraocular que sustituya el cristalino, similar a la cirugía de catarata. Las lentes que me tienen que poner, ¿podrían corregirme también la presbicia? ¿Me durarían toda la vida?

Efectivamente, en su caso la mejor opción quirúrgica sería el implante de una lente intraocular que sustituya el cristalino. Actualmente disponemos de lentes monofocales, bifocales y trifocales. En su caso, lo más habitual es que podamos emplear lentes trifocales, que otorgan una mayor independencia de la gafa para la visión lejana, intermedia y cercana. De todas maneras, para poder determinar qué tipo de lente es la más adecuada y personalizar el tratamiento, deberíamos realizar un estudio completo y detallado. Por otro lado, estas lentes que empleamos actualmente tienen unos materiales óptimos y biocompatibles, que no necesitarían ser reemplazados con el paso de los años.

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