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CÓMO MEJORAR LA CALIDAD DE VIDA A TRAVÉS DE LA LIBERTAD VISUAL

Siempre a la vanguardia de las técnicas y novedades que ofrezcan la mejor solución para sus pacientes, el Instituto Fernández-Vega es referencia mundial en el cuidado de la salud visual. La cirugía dirigida a prescindir de las gafas y lentes de contacto ha permitido, además, cambiar el día a día de las personas a través de su libertad visual. Un área en la que el Instituto siempre ha ofrecido soluciones adaptadas a cada paciente con innovación y personalización en los tratamientos.

El doctor Luis Fernández-Vega Cueto- Felgueroso, recientemente distinguido en Milán como uno de los oftalmólogos jóvenes más destacados de Europa por su trayectoria en implantación de lentes ICL, nos aclara la realidad de esta técnica que se ha aplicado ya en más de dos millones de casos en el mundo, miles de ellos en el propio Instituto.

¿Qué son las lentes ICL y para qué sirven?

Las Lentes de Colámero Implantables, ICL por sus siglas en inglés, son lentes que se introducen dentro del ojo sin eliminar el cristalino, entre éste y el iris. Se usan en cirugía refractiva.

Se trata de una técnica distinta al láser excímer - que lo que hace es ablacionar capas de estructura de la córnea-, o de la cirugía del cristalino - que sustituye a éste-.

Estas lentes son capaces de corregir hasta 20 dioptrías de miopía, 8 de hipermetropía y 5 de astigmatismo. Además, gracias a su nueva versión, que incluye una óptica mejorada para ayudar en visión de cerca, puede implantarse en pacientes miopes con presbicia hasta los 55 años.

¿Cuáles son sus ventajas/beneficios frente a otras técnicas para no depender de gafas o lentillas?

Al ser de colámero, un material biocompatible, posibilitan una cirugía mínimamente invasiva porque se implantan a través de una pequeña abertura en el ojo. Por ello, el tiempo de recuperación es corto y el procedimiento es reversible durante toda la vida del paciente, ya que es una cirugía aditiva, no sustitutiva.

Además, estas lentes preservan, a diferencia de otras técnicas, el cristalino y la córnea para el futuro y permiten al paciente realizar todo tipo de actividades, obteniendo una gran calidad visual.

¿Para qué tipo de paciente están indicadas?

Para aquellos pacientes que presentan algunas ametropías (miopía, hipermetropía y astigmatismo) que no pueden operarse con láser.

Como experto cirujano oftalmólogo y cuidador de la salud visual ¿Por qué recomienda las lentes ICL a sus pacientes?

Además de las ventajas que acabamos de comentar, no hay que olvidar que estamos hablando de un tipo de implante ocular que ha venido a aportar una gran seguridad, fiabilidad y comodidad en la cirugía refractiva para aquellos pacientes en los que no es recomendable el empleo de técnicas fotoablativas (mediante láser).

También pueden utilizarse como procedimiento terapéutico cuando existe una diferencia de graduación importante entre ambos ojos (anisometropía) o como rehabilitación visual después de realizar un trasplante de córnea.

Sin duda estamos ante una técnica innovadora que aporta calidad de vida de manera accesible y segura a sus usuarios y en la que tenemos mucha experiencia, ya que la usamos en el Instituto Oftalmológico Fernández-Vega desde hace más de 20 años.

¿Cuáles son los miedos más frecuentes de los pacientes y qué les dice?

Toda cirugía plantea inquietudes al paciente en torno al procedimiento, riesgos y consecuencias de la misma. A todo paciente apto para la cirugía con ICL le explicamos cómo se realiza la graduación, la intervención quirúrgica y el postoperatorio, detallando cada una de ellas, así como beneficios y contraindicaciones.

Hay pacientes que se preguntan si son aptos para esta cirugía, por lo que realizamos estudios completos previos que conllevan una evaluación oftalmológica en la que vemos, por ejemplo, si la distancia entre la córnea y el cristalino permite colocar la lente con garantías.

La experiencia nos dice que, en los 20 años de historia de las ICL han demostrado una buena tolerancia y calidad óptica, además de su reversibilidad.

La cirugía en sí dura unos cinco minutos por cada ojo y el postoperatorio es muy cómodo para el paciente, ya que no es doloroso.

Además, pronto se alcanza buena agudeza visual.

Por último, ¿Qué es lo más frecuente que le dicen sus pacientes tras ser operados con las Lentes ICL ?

Los pacientes suelen afirmar que deberían haberse animado antes y que la sensación de levantarse por las mañanas “viendo”, es única. Sin duda la mejora de la calidad de vida a través de la libertad visual que ofrecen este tipo de intervenciones, es la sensación plenamente compartida por quienes deciden dar este importante paso.

Desde el Instituto llevamos años tratando de avanzar en el desarrollo de las nuevas técnicas de cirugía refractiva para corregir la miopía, la hipermetropía y el astigmatismo e incorporando todo equipo de diagnóstico y tratamiento que sea necesario para poder ofrecer a cada paciente, tras un exhaustivo estudio, la mejor solución para su caso.

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