LA ETICA EN LA FORMACION CIUDADANA Y SUPERIOR
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INDICE INTRODUCCION
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ETICA Y MORAL
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ETICA Y MORAL EN LA UNIVERSIDAD
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VALORES
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VALORES EN LA UNIVERSIDAD
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ETICA, MORAL Y VALORES EN DOCNETES UNIVERSITARIOS
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LECCIONES APRENDIDAS
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CONCLUSIONE
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E-GRAFIA
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INTRODUCCION
Hablar actualmente de la educación y más aún en el campo universitario es hacer referencia a los cambios de la tecnología y el impacto de la globalización en el mundo educativo. La formación que se le brinde al profesional de la educación debe partir de la realidad circundante y responder a las necesidades que éstas implican. Tomando en cuenta que la educación es la fuente de los valores donde se aprenden las grandes virtudes y su importancia consiste en que el hombre logre su propia autodeterminación como persona. Además, es necesario ver a la universidad como la generadora del potencial humano que se necesita para la transformación y desarrollo de la sociedad. La gran demanda y diversificación que se presenta en los momentos actuales en la Enseñanza Universitaria es debido a la toma de conciencia de la importancia que tiene este tipo de Educación para el desarrollo de la humanidad en las diferentes esferas de la vida, esto hace que las instituciones tengan el gran compromiso de crear programas que estimulen la creatividad y la solución de problemas. Por otro lado, el tercer milenio es sinónimo de adelantos culturales pero de crisis en la educación y de todo un conjunto de instancias como son el sistema de valores éticos en todas las áreas.
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CONCEPTUALIZACION DE ETICA Y MORAL
L
a ética se relaciona con el estudio de la moral y de la acción humana. El concepto proviene del término griego ethikos, que significa “carácter”. Una sentencia ética es una declaración moral que elabora afirmaciones y define lo que es bueno, malo, obligatorio, permitido, etc. en lo referente a una acción o a una decisión. Por lo tanto, cuando alguien aplica una sentencia ética sobre una persona, está realizando un juicio moral. La ética, pues, estudia la moral y determina cómo deben actuar los miembros de una sociedad. Por lo tanto, se la define como la ciencia del comportamiento moral. Claro que la ética no es coactiva, ya que no impone castigos legales (sus normas no son leyes). La ética ayuda a la justa aplicación de las normas legales en un Estado de derecho, pero en sí misma no es punitiva desde el punto de vista jurídico, sino que promueve una autorregulación. La ética puede dividirse en diversas ramas, entre las que se destacan la ética normativa (son las teorías que estudia la axiología moral y la deontología, por ejemplo) y la ética aplicada (se refiere a una parte específica de la realidad, como la bioética y la ética de las profesiones).
Respecto
a los autores fundamentales en el estudio de la ética, no puede obviarse al alemán Immanuel Kant, quien reflexionó acerca de cómo organizar las libertades humanas y de los límites morales. Otros autores que analizaron los principios éticos fueron Aristóteles, Baruch Spinoza, Jean-Paul Sartre, Michel Foucault, Friedrich Nietzsche y Albert Camus.
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LA ETICA Y LA MORAL EN LA UNIVERSIDAD
Las universidades y su profesorado están abiertos a la innovación, al pensamiento crítico, al progreso y a la búsqueda de rigor y de verdad, pero a la vez son conservadoras, cuidan la tradición y no arriesgan en sus estilos de hacer y de ejercer la docencia. Parece como si las cualidades que caracterizan las relaciones entre las generaciones de nuevos estudiantes y las del profesorado senior, es decir, curiosidad, respeto, crítica, denuncia y diversidad en las formas de entender el mundo, fueran también las que identifican esta tensión entre innovación y tradición, que en sus más nobles acepciones han caracterizado a las mejores universidades a lo largo del tiempo. A las universidades y a los universitarios no nos faltan estímulos que nos orienten hacia el cambio; lo que nos falta es voluntad de cambio y garantía de que éste contribuirá a la mejora. Tal falta de nitidez sobre lo que es “mejora” en el mundo universitario genera prudencia ante los cambios en general, y en especial ante aquellos que no conllevan de forma clara más ayudas o recursos al profesorado para la promoción de la investigación o de la calidad en la docencia. Entre estos cambios podemos ubicar aquellos que pueden derivarse del proceso de incorporación de acciones orientadas a la formación en valores o de aprendizaje ético en el mundo universitario. Si bien es cierto que cada vez se insiste con mayor frecuencia en la importancia de incorporar elementos éticos en la formación de profesionales y en el ámbito de la investigación, aún queda mucho por andar si de verdad el objetivo no se limita a la formación deontológica del futuro titulado sino a contribuir en la mejora de su formación personal en sus dimensiones ética y moral. Las innovaciones y los cambios, sobre todo cuando no es obvio el perfeccionamiento que comportan, pueden alcanzarse mejor mediante la persuasión y la implicación en proyectos compartidos que mediante la exigencia normativa. Sin embargo, la incorporación de cuestiones éticas y la modificación o creación de condiciones que hagan posible que el escenario de aprendizaje universitario también lo sea de aprendizaje ético, requerirá sin duda algún establecimiento de pautas o de un marco normativo. Avanzar hacia un modelo de universidad que comparta la conveniencia de incorporar en sus programas de formación contenidos de aprendizaje relacionados con valores y actitudes, requiere que en cada titulación se establezcan objetivos terminales referentes a lo ético y lo moral en sus diferentes etapas.
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Por todo ello, la integración de la formación ética en la universidad requiere un cambio en la cultura docente del profesorado. Sin embargo, esta necesidad, la de una formación ética, no es compartida aún por toda la comunidad universitaria. La universidad está preocupada por diferentes cuestiones que vive como necesidades urgentes, y que le hacen perder a veces la capacidad de distinguir entre lo urgente y lo importante. Son necesarios más argumentos que ayuden a convencer a aquellos que aún no lo están, y que contribuyan a la promoción de actitudes y acuerdos en el profesorado orientados a la creación de una cultura docente en la universidad capaz de generar una mejora de la calidad y una forma diferente de entender la tarea docente del profesorado, que incorpore no sólo la preocupación sino la dedicación a la formación ética del estudiante. Es posible que estemos viviendo una de las décadas más ricas en la aparición de necesidades sociales y de exigencias de adaptación dirigidas al mundo universitario, y de forma especial al profesorado.
La preocupación por la integración de la dimensión ética en la formación universitaria es una de estas necesidades, y no puede abordarse de forma aislada. Tampoco puede confundirse ni debe identificarse con una “ética aplicada” relativa a la profesión del futuro titulado o titulada. Es más que eso, aunque obviamente debe incluir también la formación deontológica del estudiante. Sólo por medio de un cambio en la cultura docente del profesorado y de la institución universitaria será posible tal integración ética. El tratamiento pedagógico de lo ético en el ámbito universitario no es sólo cuestión de una modificación en el plan de estudios o de la incorporación de una nueva materia. Es, sobre todo, un cambio de perspectiva en relación con lo que hoy representa lograr un buen nivel de formación universitaria, y con lo que debería significar el compromiso con lo público de una universidad que pretende formar buenos profesionales y buenos ciudadanos y ciudadanas.
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¿Debe la Universidad enseñar ética?: En relación a si la Universidad debe educar valores morales además de saberes técnicos y científicos, se conocen tres modelos, que surgieron a lo largo del tiempo, de acuerdo al énfasis con que las universidades desarrollan dos funciones diferenciables: educación-humanización versus instrucción-profesionalización. En la actualidad se entiende que debiera superarse el dualismo educación/instrucción, humanismo/profesionalismo. "El cambio más importante de las nuevas demandas de la educación es que ella deberá incorporar en forma sistemática la tarea de formación de personalidad. El desempeño productivo y el desempeño ciudadano requieren el desarrollo de una serie de capacidades que no se forman ni espontáneamente, ni a través de la mera adquisición de informaciones o conocimientos. Las formas institucionalizadas de educación deben, en síntesis, formar no sólo el núcleo básico del desarrollo cognitivo, sino también el núcleo básico de la personalidad" (Juan Carlos Tedesco). La educación moral es una materia inevitable. Como quiera que sea se enseñan valores. Por consiguiente es necesario atender la educación moral como se atiende la historia, la ciencia, la política, las artes y la educación física. La universidad debe ayudar a que los estudiantes sean humanos y no asaltantes, asesinos y corruptos. "La tarea actual de la universidad está doblemente complicada. Por una parte tiene que encargarse de muchos elementos de formación básica de la conciencia social y moral de los jóvenes que antes eran responsabilidad de la socialización primaria llevada a cabo en el seno de la familia. Y todo esto debe conseguirlo con los métodos modernos de enseñanza, más distanciados y menos afectivos que los del ámbito familiar, que no pretenden sugestionar con identificaciones totales, sino con un acercamiento crítico e intelectual" (Savater). Modos para la enseñanza de la Ética en la Universidad: Asumiendo que las universidades pueden y deben conscientemente formar éticamente a sus alumnos, el siguiente paso es determinar de qué modo. En este orden, se encuentran distintas posturas en cuanto a cómo debe enseñarse la Ética para que resulte efectiva: a) Directa vs. Indirecta: La enseñanza de la ética en la universidad ocurre siempre de forma indirecta y a veces de forma directa. Algunos sostienen que la ética no puede enseñarse de modo temático, como cualquier otra asignatura, sino que debe ejemplificarse en la organización del centro educativo, en las actividades estudiantiles, en las actitudes del maestro, así como impregnar de moralismo cada una de las materias. Sin embargo, otros manifiestan que es evidente que no basta con una enseñanza teórica, que necesita completarse con la acción, pero en el fondo todas las asignaturas se enfrentan con dificultades parecidas.
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b) Transversal vs. Disciplinar: Dentro de la enseñanza Directa de la ética, se utilizan dos modelos para trabajar los contenidos. Uno es el modelo transversal y otro es el disciplinar. c) De acuerdo a José R. Bello S. se conocen al menos tres modalidades para la enseñanza de la ética en la educación superior, a saber: –Práctica social: Comprende un lapso de realización de trabajo social como condición de graduación –Aprendizaje-servicio: Prácticas asignaturas (voluntaria)
sociales
durante
la
carrera
asociada
a
–Modelo educativo integrado: Ética y Responsabilidad Social como parte integrante del diseño curricular.
CONCEPTUAIZACION DE VALORES
Los Valores Morales son todas las cosas que proveen a las personas a defender y crecer en su dignidad. Los valores morales son desarrollados y perfeccionados por cada persona a través de su experiencia. Por lo general los valores morales perfeccionan al hombre, en cuanto a las acciones buenas que realice, como: vivir de manera honesta, ser sincero, y ser bondadoso, entre otras.
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Aun así, escoger los valores morales es una decisión netamente de la persona y no está obligado a ejecutarlo, es decir, cada persona es dueña de sus elecciones, y está en su juicio decidir si opta por ellos o no, sin embargo elegir y tomar acción sobre estos, tendrá un efecto de calidad extra en cada persona.
LOS VALORES EN LA UNIVERSIDAD
La educación de los valores en la educación superior en los profesionales de la salud, en este momento actual así como es una exigencia social, igualmente confronta vicisitudes por el hecho de tener que partir de la realidad existente. La autoestima en sus niveles más bajos debido a la crisis material y espiritual agobia a todos. La creatividad convirtiéndose en picardía debido, unas veces a la viveza natural y otra motivada por la necesidad. La ética convertida "en cuanto hay para eso" o "yo voté por usted", es entre otras desventajas, el marco referencial donde el docente debe ser el salvador de esta catástrofe moral. Con el fin de facilitar la
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labor educativa, se presentan a continuación diversas formas metodológicas para afrontar los mencionados problemas y cumplir así con el espíritu de la ley que pretende el logro de hombres capaces de superación ante las más grandes dificultades. (4Guadalupe, M. Educar en Valores. Ed. Paulinas, Colección Vivir 1. Caracas, 2000, p 121) A raíz de la experiencia como catedrático, los valores que deben fomentarse en la educación superior son: amistad, creatividad, libertad, alegría, autoestima, igualdad, humildad, respeto, dignidad, sensibilidad. Uno de los valores a fomentar sería también la sabiduría, necesitamos sabios, vivir sabiamente no significa saber muchas cosas, sino saber vivir en plenitud, dando significado a la totalidad de la existencia. La sabiduría no procede en el cultivo solamente de las capacidades mentales o la acumulación de conocimientos, tampoco de las habilidades corporales. La sabiduría procede más bien de despertar las múltiples inteligencias que nos permitan conocer y conocerse para vivir conscientes. San Agustín afirma "el ser humano suele tener una gran estima por el conocimiento de las cosas, pero no sin duda más los sabios que anteponen a esos conocimientos de sí mismo". La sabiduría sentenciada por Agustín en el siglo IV es la interioridad del hombre, es allí donde me descubro, donde habita la verdad del hombre. En la medida que nuestros docentes interioricen su caminar en esa medida ayudarán a sus alumnos a ser hombres y mujeres capaces de interiorizar para ser plenos. En otro valor es la verdad, no vive en la verdad quien simplemente acepta y cree determinadas formulaciones de la misma. Como tampoco vive en la ley quien solo vive bajo su peso. La verdad es algo externo al hombre: es una realidad viviente y actuante en el corazón de cada corazón. Vive verdaderamente quien, en consecuencia, es coherente con su propio misterio interior. Quien es fiel a la verdad, cuya voz se deja oír en la honestidad y la transparencia de la propia interioridad, es simultáneamente fiel a sí mismo. Quien vive, concientemente o inconcientemente, divorciado de su propio proyecto de vida personal, se traiciona a sí mismo, no vive, se deja vivir. Uno de los retos de la educación consiste en discriminar o distinguir la felicidad del placer. Son muchos los que confunden felicidad con suerte o alegría. Muchos son los que esperan ser felices, porque quienes le rodean son buenos o agradables. La felicidad verdadera, en cambio, es un valor irradiante del corazón: no depende de la clase de retos con que la vida rodee al hombre, sino de localidad de la propia
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respuesta interior a los mismos. Educar en este valor es ayudar al educando a descubrir el propio secreto para responder al odio con amor, con paz a la violencia, a la incomprensión con comprensión, a las tinieblas con la luz y con el bien y al mal. Cuando hoy se habla de amor, generalmente, se entiende sintonía erótica. El amor que sostiene San agustín por ejemplo, es el amor del alma de persona a persona. Es la sintonía de dos personas que se funden en una sola. Su fundamentación está en la similitud de convicciones, sentimientos, gustos, apreciaciones, modos de ser y conducirse. Se trata de un amor altruista, desde este sentido las personas va a orientar su proyecto de vida, su profesionalidad desde un sentido más convincente. La Trascendencia es un valor clave en las personas para que sean plenas. Quien desconoce a Dios verdadero, se construye falsos dioses. Hay muchas personas que internamente son un desastre y difícilmente pueden alcanzar éxito, y menos aún mostrarse bondadosas y serenas. Estos valores nos marcan un camino por recorrer y un proyecto de vida para acentuar mas nuestro crecimiento y aportar al sistema educativo y al país. Para que la educación a nivel superior parta de una educación en valores.
Cuando el docente como persona y educador, se percata de la gran misión que tiene entre sus manos, la educación adquiere una nueva connotación y es cuando toma un nuevo sentido, el docente se considera con una misión a cumplir, se acaban los discursos y se comparten las propias vivencias. Esta manera de vivir la educación, de debe estar enmarcada en una normativa, cuyo conocimiento se supone, en quien está inmerso en una verdadera formación docente, ya que las leyes y normas
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contienen en sí misma la filosofía que sustenta al sistema educativo y determinan los valores que configuran el perfil deseado. Cada día la sociedad demanda con más fuerza a las Universidades, la formación de profesionales competentes. La calidad en la formación del profesional depende no sólo de los conocimientos y habilidades que desarrolle en el currículum universitario sino también de los intereses y valores que regulan su actuación profesional. El amor a la profesión, la responsabilidad, la honestidad constituyen valores esenciales reguladores de la actuación de un profesional competente.
VALORES A RESALTAR EN LA EDUCACION SUPERIOR La formación de valores constituye un problema pedagógico complejo solamente comprensible a partir de un análisis psicológico de la naturaleza del valor en su función reguladora de la actuación humana. En su conceptualización psicológica el valor debe ser analizado teniendo en cuenta su naturaleza objetiva-subjetiva. El valor en tanto significación de un hecho es al mismo tiempo objetivo y subjetivo ¿Quién atribuye significado? El ser humano. Por tanto el valor como significado atribuido tiene una naturaleza subjetiva toda vez que existe individualmente en los seres humanos capaces de valorar; pero al mismo tiempo tiene una naturaleza objetiva en tanto constituye parte de la realidad social e histórica en la que se desarrolla el ser humano. En este sentido los valores tienen además de una existencia individual, una existencia supraindividual toda vez que forman parte de la realidad social como relación de significados entre los hechos de la vida social y las necesidades de la sociedad, e histórica como sistema de valores oficialmente instituidos en una sociedad concreta. La comprensión de la naturaleza objetiva-subjetiva del valor es fundamental para su educación. Tanto los valores más trascendentes para una sociedad como la igualdad, la justicia, la solidaridad, como los valores más específicos, por ejemplo, en el orden profesional, el amor a la profesión, la responsabilidad, son reflejados por cada persona de manera diferente en función de su historia individual, de sus intereses, capacidades; quiere decir que no siempre los valores jerarquizados oficialmente por una sociedad como los más importantes (existencia objetiva del valor) son
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asumidos de igual manera por los miembros de la sociedad (existencia subjetiva del valor). Esto ocurre porque la formación de valores en lo individual no es lineal y mecánica sino que pasa por un complejo proceso de elaboración personal en virtud del cual los seres humanos, en interacción con el medio histórico-social en el que se desarrollan, construyen sus propios valores. Este hecho tiene implicaciones importantes en el orden pedagógico, sobre los cuales nos detendremos más adelante, toda vez que nos permite comprender que la formación de valores en el currículum universitario no se limita a un proceso simple, lineal y homogéneo de transmisión de información del profesor al estudiante, donde el estudiante es un ente pasivo en la recepción de significados, sino que se produce en un proceso complejo de comunicación entre profesores y estudiantes, en el proceso de enseñanza-aprendizaje, donde el estudiante asume una posición activa en la apropiación individual de los significados para la construcción de sus valores.
Actividades Curriculares para lograr una buena educación valores 1.Los valores como formaciones motivacionales de la personalidad se forman y desarrollan a lo largo de la vida del ser humano en un complejo proceso educativo en el que intervienen la familia, la escuela y la sociedad. 2.El estudiante universitario se encuentra en un período de desarrollo de su personalidad, la edad juvenil, que constituye un momento de tránsito de la niñez a la adultez, en el que tiene lugar la consolidación del sistema motivacional y cognitivo que orienta su actuación, al lograr la regulación de la misma, sus formas más complejas de expresión en la autodeterminación. Por ello la educación de valores adquiere en este período una importancia extraordinaria ya que es en este momento que existen mayores posibilidades para la consolidación de valores que funcionan con perspectiva mediata, posición activa, reflexión personalizada, flexibilidad y perseverancia en la regulación de la actuación. 3.La educación de valores en el Centro Universitario es responsabilidad de todos los docentes y debe realizarse a través de todas las actividades curriculares y extracurriculares que desarrolla el Centro pero fundamentalmente a través del proceso de enseñanza-aprendizaje. 4.La educación de valores en el estudiante universitario se realiza en el contexto de su formación profesional, es por ello que la calidad de la motivación profesional constituye un factor de primer orden en la educación de valores del estudiante universitario.
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En este sentido las investigaciones demuestran que una motivación profesional sustentada en sólidos intereses profesionales puede actuar como elemento rector en el desarrollo de la personalidad del estudiante universitario y en particular en el desarrollo de valores morales y culturales asociados a la actuación profesional
LA ETICA, LA MORAL Y LOS VALORES EN LOS DOCENTES UNIVERSITARIOS
Formación psicopedagógica de los docentes universitarios. Para nadie es un secreto que el docente universitario es un especialista en su profesión pero carece de formación pedagógica. Esta generalmente es adquirida a través de la educación de postgrado y no siempre de forma sistemática. Por tanto es imprescindible que el docente universitario reciba la preparación psicopedagógica necesaria para diseñar, ejecutar y dirigir un proceso de enseñanza-aprendizaje que propicie la educación de valores.
Desde el rol como docentes, se debe promover el desarrollo de valores positivos y de una autoestima equilibrada, implementar programas de charlas, conversatori os, talleres y otras actividades encaminadas al logro de los aspectos previamente descritos. En los contenidos temáticos de algunas de las asignaturas que integran el plan curricular, trabajar profundamente todo lo relacionado a los tópicos indicados, especialmente en ética profesional y otras temáticas propias del área de las ciencias sociales. Desde su
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profesión, cada docente debe impulsar a los alumnos y las otras personas a actuar de forma ética, siendo uno de lemas que orienten su accionar el que actuar de manea ética puede ser la diferencia entre vivir bien de manera sosegada y tranquila, o ir a parar a la cárcel. Esto es importante para alertar que la ética profesional manda un desempeño apegado al código de ética de la profesión que se ejerce y cuando se salen de esa normativa, las consecuencias pueden ser funestas. Todo esto indica que esta disciplina, es la garantía de una vida mejor y que las actuaciones profesionales están regidas por normas que requieren ser cumplidas al pie de la letra, ya que las faltas éticamente cometidas luego tienen una implicación social y legal para quien comete la falta o violenta el código. El docente debe actuar en todo momento apegado a las normas éticas de su profesión, ya que este es modelo a seguir por sus alumnos. En tal sentido Alexei (2005) expresa que ¨ La ética profesional del maestro tiene una gran tarea en la sociedad, ya que es la responsable de la formación de las nuevas generaciones ¨ (p.2). Del mismo modo considera que la ética pedagógica estudia el carácter de la actividad moral del pedagogo y las relaciones morales en el medio pedagógico. Por otra parte ésta ética refleja la necesidad de una sólida preparación del docente para impartir clase con calidad. De aquí que el desempeño profesional independientemente del área que se ejerza requiere ser guiado por los principios y valores éticos fundamentales en las profesiones. Al entender de Angulo y Acuña (2005) ¨ La ética es el ideal de la conducta humana, orientando sobre lo que es bueno y correcto, ésta se consolida cuando se internalizan las normas sin que exista presión exógena para su cumplimiento. La ética de un profesional, se gesta desde su formación, por ello el docente debe actuar en esta etapa de forma correcta, y para realizar esta labor tiene que conocer de ética y de cómo debe ser su comportamiento como docente (p.1). El profesional y más si es de la educación, debe desarrollar su trabajo basado en valores y principios éticos, ya que como guía moldea el comportamiento a través de su actuar, siendo modelo a seguir y en este sentido requiere de una sólida formación, de un perfil adecuado y de unos principios básicos que les permitan vencer cualquier problema que se le presente. Guzmán (2004) dice que el educador debe cumplir con cuatro principios éticos que son: a) preparación intelectual y moral de alta calidad, b) respeto máximo por los derechos de los estudiantes, y una conducta personal intachable. Esto indica que para ejercer como educador, se requiere de unas condiciones específicas y que no basta con tener conocimientos o poseer un título académico, sino que va más allá de eso; se requiere de una conducta y formación puramente ética. Es posible que esto lleve a reflexionar, sobre la realidad de los profesores universitarios de manera particular los de nuestro país República Dominicana, quienes en una cantidad considerable no tienen en cuenta las normas éticas para ejercer su rol docente, ya que en muchos casos los alumnos se quejan amargamente porque estos profesores abusan de su poder, utilizan tráfico de influencia, sobornan o se dejan sobornar. Esto va en detrimento de sus alumnos, de su clase profesional y de las
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instituciones para la que laboran, porque las misma son valoradas en función de lo que hace ese docente en particular y en el caso de los alumnos muchas veces abandonan los estudios porque se frustran ante tales acciones . Esto conlleva que la gestión universitaria ejerza un mayor control de las acciones del docente en el aula y de su manejo ético/ pedagógico.
En el rol de miembro de la comunidad educativa o social, debe compartir la responsabilidad con los demás miembros de la misma, ya que un líder que no tenga en cuenta la participación de todos sus miembros en las labores de planificación y ejecución de las tareas comunitarias o laborales, resulta anacrónico y fuera de la realidad, porque la participación genera compromiso. Los miembros se identifican y hacen suyos los objetivos comunes, sienten la responsabilidad de sumarse al logro de las metas, asumen los retos y disfrutan los logros juntos. La participación es garantía de efectividad. Para que un equipo logre sus metas, debe responder a los criterios establecidos para teles fines, y uno de ellos es que todas las acciones que se ejecuten sean de manera eficiente, y esto solo se puede lograr si todos asumen este reto como algo propio. Según Gairín (2007) “la gestión de calidad hace referencia a la implantación de procedimientos que tienen la calidad como pilar fundamental de la organización, entendida esta como un proceso de gestión integral e integrada de todas las actividades de una organización, con el objetivo de satisfacer las expectativas sociales y de los usuarios, sean estos internos o externos”. La gestión es referida a un conjunto de acciones que se realizan para alcanzar una meta, independientemente de si esta se ejerce en una empresa, organización escolar, religiosa, familiar o comunitaria; de tal modo que el dirigente comunitario o laboral debe aplicar estos principios al memento de dirigir la comunidad o su área de acción . Además de lo anterior debe formar parte como miembro de los gremios profesionales a los cuales
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corresponden sus profesiones: ADP y CODOPSI, CODIA, CMD, Colegio de Contadores; a la Asociación de Mujeres Comunitarias, Asociación de Egresados de sus instituciones formadoras, Asociaciones de Padres y Madres, entre otras.
En este sentido se puede decir que la Nación es un elemento que forma parte de la identidad de todo ciudadano, ya que es el lugar en donde nace y posiblemente desarrolla toda su vida, por lo cual debe tener amor y respeto hacia ella, ponerla en alta estima en cualquier lugar que se encuentre, ya que sus actuaciones pueden afectar o no la imagen de la Nación a la cual pertenece. Una persona con ética tiene alta estima de su país y bajo ningún concepto actúa de forma reñida por la ley, para no perder sus derechos como ciudadano y en esa misma manera cumple con sus deberes, respeta los símbolos patrios y actúa de acuerdo a las normas establecidas. De igual modo tiene una idea globalizada del mundo y se desarrolla en base a una educación multicultural e intercultural, respetando las demás culturas y conservando las propias, no se deja influenciar por las transculturaciones, ya que el amor a su patria es más grande que cualquier otro estímulo que pueda recibir. El docente universitario debe ser un profesional con un alto nivel de ética, para desempeñar una función efectiva y que no riña con las normas sociales e institucionales. En tal sentido Fernández y Hortal (1994) expresan que ¨ Es preciso conjugar la libertad de cátedra con el carácter propio del centro universitario, ya que no todas las formas de ejercer la profesión, son compatibles con una visión moral confesional. Es de desear un dialogo interdisciplinar entre los profesores para que en la medida de lo posible y deseable, los alumnos no reciban en las asignaturas propias de sus carreras, criterios opuestos a los que se les transmiten en las asignaturas de formación ¨. (p.160). Esto indica la gran responsabilidad que descansa sobre los docentes del nivel superior, y si la universidad no da seguimiento y monitorea el trabajo de los docentes, puede darse el caso de que los profesores universitarios ejerzan una práctica totalmente fuera de lo establecido ética y profesionalmente. Para que un docente actúe de manera ética debe estar formado en valores, para que de este modo actúe apegado fielmente a lo establecido por los códigos de ética institucionales. Al entender de Madé (2002) la importancia de que los docentes universitarios estén formados en valores es primordial, ya que según él, estos deben poseer unas actitudes personales inherentes a su función educadora, para alcanzar el éxito profesional; tener una actitud que les permita asumir un auto concepto ajustado y positivo, una disposición para enfrentarse a situaciones que impliquen conflictos de valores, auspiciar y asumir el trabajo en equipo y
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habilidades para crear el clima escolar en el que los estudiantes se aborden interactivamente como seres iguales. (p.231). Al decir de González (2005) ¨El profesor universitario ha de ser para sus estudiantes un modelo de actuación personal y profesional, un ejemplo que estimule a sus alumnos en el proceso de su construcción como persona, en el ejercicio de la profesión. Esto implica necesariamente el desarrollo del profesor como persona moral. Para ser modelo hay que ser coherente, tiene que mostrar correspondencia entre lo que dice y hace¨. Si se toma en consideración esta opinión, es de entender que la función del docente conlleva un alto grado de cumplimiento de la ética.
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LECCIONES APRENDIDAS
En la sociedad actual en la que estamos viviendo es necesario que no se forme solo profesionales, sino también personas integras, que posean ética, moral y valores, debido a que esto puede ayudar en gran manera a la sociedad en la que vivimos.
La ética, la moral y los valores es algo que debemos tomar de nación, sin duda la base fundamental de toda persona en materia de estos temas es la familia, al inicio de la vida de una persona es importante inculcarle esto para que sea una persona que aporte en sociedad.
Es necesario que las universidades creen programas en los cuales se incluyan, debido a que muchas instituciones no tienen un programa específico para desarrollar a las personas que están formando profesionalmente.
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CONCLUSION
Vivimos en una sociedad donde se echan a un lado los valores y la integridad, por ello es indispensable que cada uno de los seres humanos debe saber los valores que ha aprendido a lo largo de su vida, para ponerlo en práctica en un momento determinado.
La posibilidad de normar las conductas profesionales surgen cuando las personas con un determinado fin común, deciden establecer un conjunto de pautas de obligada observancia, a objeto de preservar su honorabilidad, honradez y objetividad, entre otros.
El fenómeno moral es una creación exclusiva del hombre. La posibilidad de disertar sobre normas, costumbres y formas de vida que se presentan como obligatorias, son valiosas y orientan la actividad humana. Está claro que los códigos de Etica Profesionales no pueden suplir la responsabilidad de la decisión personal., pero un código tiene que aspirar a ser verdaderamente regulador, y debe proteger el interés público.
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E-GRAFIA
http://definicion.de/etica/#ixzz4IkDrHzCr http://www.oei.es/valores2/monografias/monografia03/reflexion02.htm http://www.enduc.org.ar/enduc4/trabajos/t110-c23.pdf http://profesionaleson.eu/wp-content/uploads/2013/07/etica-en-organizacionesexito-profesionales-on-580x333.jpg https://blogs.deusto.es/master-informatica/wp-content/uploads/2015/10/nube.jpg http://www.actaodontologica.com/ediciones/2008/1/importancia_formar_valores_e ducacion_superior.asp http://www.psicologia-online.com/articulos/2010/09/liderasgo_profesional.shtml : http://www.monografias.com/trabajos89/valores-eticos-educacionuniversitaria/valores-eticos-educacion-universitaria.shtml#ixzz4IkmlI4CM
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