La Tormenta Perfecta

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"La Tormenta Perfecta" es la segunda parte de "La Calma Después de La Tormenta", pero mejor. Este volumen reúne por primera vez TODA la obra gráfica de Rodrigo Salinas hasta la fecha. Por estas páginas transitan sus trabajos en publicaciones independientes como Kiltraza, Mercado Negro, Calabaza del Diablo, La Momia Roja, Ojo de Vidrio, Blanco Experimental y La Nueva Gráfica Chilena, entre los años 1994 al 2011.

     Supercifuentes, El Justiciero —por Hervi—

¡Ay Tierra! —por Hervi—

Una Novela Ecuestre: La Verdadera Historia de Ratoncito —por Rodrigo Salinas—

Las Crónicas de Maliki Cuatro Ojos —por Marcela Trujillo—

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Salinas, ganador dos veces del premio Altazor, miembro del equipo de 31 Minutos y del Club de la Comedia, es un dibujante versátil que se pasea con soltura por el humor absurdo y la melancolía. Salinas se burla de todo, de la idiotez de los lugares comunes, de la reconciliación en polvo y de los políticos y artistas que buscan ser tomados en serio. Sin duda, una obra que será referencial para los futuros creadores de historietas.

Nació en 1975. Estudió en la Facultad de Artes de la Universidad de Chile. Se inició en el fanzine experimental “Kiltraza” (1997) donde se desempeñó como editor y cantante semi desnudo en la "Sonora Kiltraza". En el 2000 fundó el colectivo artístico La Nueva Gráfica Chilena (LNGCh) y autogestionó sus historietas: “Rata Galdames Land”; el polémico “Arturo Prat is Not Dead”; “Los Viajes de Massachusets”, incluida su obra más importante: “La Isla del No”, un descarnado retrato sobre la “tranSIsión” democrática chilena. Su primera aventura televisiva fue la revolucionaria serie infantil “31 minutos” (2003) para la que creó diversos personajes, ganando su primer premio Altazor como guionista del exitoso programa. En el 2005 recopiló parte de su trabajo de historieta en el libro: “La Calma Después de la Tormenta”, volumen con el que obtuvo su segundo premio Altazor. En 2007, creó el programa de animación experimental: “Experimento Wayapolis” para TVN. El mismo año, junto a sus habituales colaboradores, produjo su primer mediometraje “La Represa”. Su historieta "Les Aventures de Dicap & Quimantú" fue compilada en el volumen "Dessine-moi le Bonheur", editado por Dargaud en Europa (2008). Su gran personaje mediático nació el año 2008 en el programa de humor “El Club de la Comedia”. Se trata de Ratoncito, un malvado roedor que en el 2010 obtuvo su propia novela gráfica “Una Novela Ecuestre: La Verdadera Historia de Ratoncito”, publicada por Feroces Editores, grupo editor del que Salinas es miembro fundador. Mas Información en www.google.com



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la tormenta perfecta | Rodrigo Salinas

la tormenta perfecta Obras completas de Rodrigo Salinas una publicación de feroces editores – chile ©2011 guión y dibujos rodrigo salinas

www.feroceseditores.cl edición: Rodrigo Salinas M., Rodrigo Dueñas S., Carlos Reyes G. textos: Carlos Reyes G. y Vicente Plaza diseño: Manuel Córdova M. realización gráfica: Tamara Elgueta producción ejecutiva: Beatriz Salinas M. gestión de imprenta: Verónica Ortega (Muro) impresión: Andros

Todos los temas fueron compuestos por Rodrigo Salinas entre 1994 y 2011, con con excepción de “L’Uomo Nuovo”, creado conjuntamente con Rodrigo Adaos y la ilustración doble de“La Isla del No” (Páginas 192-193 ), creada íntegramente por Hernán Vidal, Hervi. Este libro también contiene diseños de Rodrigo Dueñas en "Arturo Prat is Not Dead", Juan Pablo Díaz en "Los Viajes de Massachussets", Rodrigo Lagos en "El Reyno del Si" y Tamara Elgueta en todo lo demás . Todas las partes de este libro pueden ser fotocopiadas y anilladas. Si su avión se cae en la cordillera, puede utilizar este libro para hacer fuego. isbn: 978-956-8808-06-8 registro de propiedad nº: 130287

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Este libro es para Salvador, Laura y Titi. Por salvarme del naufragio.

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la tormenta perfecta | Rodrigo Salinas

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fotografĂ­a por sergio freire

la tormenta perfecta | Rodrigo Salinas

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VOLANTE DE CREACIÓN Por Vicente Plaza Vicente Plaza, Vicho es un mítico dibujante de los locos años ochenta. Entre sus mejores trabajos se cuentan las historietas:"Sistema", y "Concierto", publicadas en la legendaria revista "Trauko". Es creador del personaje "El Gato Vicente", investigador de cine y de narrativa gráfica, además de editor de los libros "Monos serios" y "Monos chistosos".

editorial para niños en Chile muy conservador, Rodrigo habla a chicos inteligentes, a niños reales. Sus otros cómics (para todo público, por decirlo así) se inscriben en esta tendencia contemporánea que ya desde los años 90 en Chile contamina lo infantil con marcas de histeria, neurosis y cinismo, propios del mundo adulto, pero aún en ellas, se ve la belleza del trazo espontáneo, de las expresiones, de la composición gráfica, de las texturas y las tramas fotomecánicas.

unque se diga que el alma de nuestro querido guatón se nutre y respira más desde el cómic y el humor gráfico que desde los otros terrenos a los cuales con naturalidad se ha ampliado, yo lo veo como alguien que habita y existe en la creatividad por sí misma y que encuentra el modo de expresarse completamente a través de ella. De lo contrario, se moriría. Capacidad envidiable, digámoslo. Su creatividad se une a la franqueza de aceptar la condición cínica en la que (o de la que) todos medramos luego de que los horizontes épicos se cerraron.

Ese mundo creo, es en el que vemos su Arturo Prat, su Massachusets, su Winnis y me parece que también su Novela ecuestre, la historia del ratoncito, que en la TV es aún mucho más perverso. Quiero decir, entonces, que si pudiéramos ver las cosas sin las etiquetas o marcas exigidas de épocas y modas, de contextos obligados, etc., guatón no puede evitar dibujar con una comunicación infantil muy natural, incluso dibujando “feo” y para adultos. Aunque hay que reconocer que en la creación de su personaje Meoprén (Inspirado en Marco Enríquez Ominami) lo impulsa un ánimo sangriento creo yo, un dibujo desordenado y grotesco, un presentimiento desesperado, de por qué no, de que ya no había caso y de que la derecha ya estaba a las puertas del poder.

Me parece que si, como comediante de la tele, usa el sarcasmo sin contemplaciones, gusta a un público que también ya va sincerándose sobre su propio cinismo. En cuanto “dibujador” y narrador gráfico siempre hay además en su trabajo, elementos de belleza y gracia, en el sentido de amabilidad en la gráfica y en los textos. Más allá de su muy actual uso de referencias y citas, de sus metáforas, del uso de signos y logos, creo que siempre aparece en él lo infantil. Esa referencia, si se quiere, a los estilos de dibujo infantil que atenúan esa pasión intertextual. A estos aspectos de sus trabajos (a algunos de ellos en realidad) quisiera referirme aquí sin pensar que necesariamente sea una novedad decirlo.

Finalmente planteo, por mi propia cuenta y riesgo, esa condición natural de comunicar ciertas cosas más permanentes que las afiliaciones de época y tendencias a las cuales los artistas siempre somos adictos, y es que guatón tiene una cualidad: siempre habla de Chile, desde Chile, desde el lenguaje y el hablar chileno, y por qué no, incluso desde una manera de dibujar y de hacer humorismo gráfico que si bien no se inventó históricamente acá, sí ha sido desarrollada de modos característicos. Por eso Salinas, como editor independiente, publicó primero a Hervi y pronto republicará “La Chiva” y ya tiene en sus planes "El Pato Lliro" de Christiano.

¡Marcel Duchamp, Marcel Duchamp!, cantaba y bailaba en su cumpleaños junto a la sonora Kiltraza, dejando clara una manera de entender la cultura como un montón de cosas hechas que los artistas recomponen de mil maneras tratando de provocar la imaginación de un mundo agotado. Para abundar, recordemos que en la foto de su entrevista en The Clinic posa junto a una caja de leche que no dice Soprole sino “Salinas”. Pero me permito verlo desde otro lado menos exultante, aunque nada oculto, del que vale la pena hablar. Por ejemplo, en una portada de aquel mismo y famoso fanzine Kiltraza (Invierno de 1997) apreciamos que incluso en lo contracultural y sin censuras, Rodrigo hace una ilustración como para niños, de inspiración definitivamente amable. Esto lo demuestran por supuesto sus trabajos posteriores, como Perro con chaleco, sin hablar del popular 31 minutos. Quisiera comentar que siendo el campo

Yo le diría con desparpajo, para finalizar este breve texto, que no olvide publicar a los que igual que él, no sólo hacen (hicieron) humor dirigido a los adultos, sino que quisieron (y quisieran) dibujar para el maravilloso mundo de los niños.

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la tormenta perfecta | Rodrigo Salinas

Afiche de Lanzamiento. Bodega Feroces Editores, Esmeralda 759, 15 de abril de 2011, 19:00 (Por confirmar)

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¿EL TEXTO DEFINITIVO? Por Carlos Reyes G. Carlos Reyes G. es en realidad la fachada de Carlos Lechuga. Sin importar su nombre, el aludido es comunicador audiovisual, docente, guionista de historietas y editor independiente.

Salinas no es una estrella, pero casi. Podría vivir en el mundo alterno de la tele, pero no. “La fama es emífera… -dice Rodrigo– ahora estoy trabajando en un programa de TV que es exitoso y se ve mi rostro. También tuve la suerte de trabajar en un programa quizás mucho más exitoso que El Club de la Comedia que se llamaba 31 Minutos, pero estaba detrás de un títere, entonces no me veía. Y cómo en el club mi cara es visible, se genera una cuestión extraña, te saludan y la gente te transmite su cariño y su rabia en la calle”.

esde mediados del 2010 y durante una serie de suculentos y costosos almuerzos, iniciamos unas largas conversaciones grabadas con Rodrigo Salinas. La idea era que, a petición suya, lo entrevistase in profundis para realizar un texto que él ha catalogado como de “análisis definitivo sobre mi trabajo” para ser publicado aquí, en su nuevo libro compilatorio. Como es común en los amores y odios de Rodrigo, este deseo también tuvo el carácter de “extremo”, de obsesivo. Salinas cree ingenuamente que soy el único capaz de enfrentar la tarea de recorrer su trabajo en la narrativa gráfica local y me lo ha recordado en cada llamada y cada mail que me ha enviado en los últimos meses, pidiéndome la entrega a tiempo de estas palabras. Salinas supone que soy capaz de ello no sólo porque que conozco su trabajo desde que él era un estudiante de Arte, sino también porque a lo largo de todos estos años he escrito varias veces sobre su obra en fanzines, sitios webs, libros y revistas.

Me atrevería a declarar que Salinas es hoy el dibujante más mediático de Chile, aunque su público habitual no sepa que él es un narrador gráfico. Por eso cuando lo veo acosado gentilmente por gente que lo reconoce en la calle y le pide autógrafos, o cuando los fans se fotografían con él usando sus siempre prestos celulares, me pregunto… ¿Esa señora y su hijo, aquella joven pareja o tal vez aquellas estudiantes nerviosamente risueñas… conocen la verdad? ¿Sabrán que este personaje se siente más un dibujante de historietas, que una figura televisiva?

Mientras redacto estas líneas me detengo por un momento a pensar y llego a la conclusión de que creo que Rodrigo tiene razón. He seguido su largo trabajo de amor por la narrativa gráfica y todas sus derivaciones. Lo he visto mutar de gordo a flaco, mantenerse así por un tiempo, volver a ser gordo y después subir nuevamente de peso, como si nada hubiese pasado. Lo he visto disfrutar de igual modo estando en un set de televisión o sentado por horas realizando el solitario y anónimo trabajo del dibujante. También lo he visto gozar cuando vende sus revistas en una feria de fanzines. He notado su fascinación casi infantil por una revista de un autor a quién recién ha descubierto y sé cuánto disfruta de sus absurdas performances, siempre llenas de un humor tan personal como hilarante. El mismo tipo de humor que lo arrastró a una serie de trabajos televisivos que lo han situado como una reconocida figura catódica desde 31 Minutos, Experimento Wayapolis y El Club de la Comedia, pero también lo he visto siempre, y pese al éxito, en las mismas ferias y presentaciones de historietas que hasta hace poco arrastraban un público minoritario, si lo comparamos con las “importantes” cifras del people meter televisivo.

“Para mí, estar en ferias es por lo que hago fanzines -confiesa Salinas-. Te traen unos sánguches y uno come en el stand y entra la gente y pregunta ¿Y ustedes quiénes son y qué hacen? Y hay que explicarles el proyecto. Yo creo que estas ferias al final son para encontrarse con los amigos. Con la poca plata que uno recauda en estas ferias, siempre termina comprando fanzines de los demás. Claro, porque uno se pone al día con lo que está haciendo ‘Kiltraza’, ‘Grieta Garvo’, ‘Informe Meteoro’, la Melina o se compra la cajita de ‘La Ronckanblus’. En el fondo… invirtiendo en revistas. Quizás a los únicos que les interesan las revistas, sea a los que hacen revistas. En el fondo por eso estamos todos acá. Aquí no hay una editorial que venga con nosotros y no hay una voz por un altoparlante que diga: Se encuentra el dibujante firmando sus ejemplares en la feria del libro ¡No! Esta güeá es pura autogestión”.

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la tormenta perfecta | Rodrigo Salinas

The Ended Art Show

Stickers de Massachusets

El texto que sigue y que ustedes están leyendo (¿Porque lo están haciendo verdad? Mi deseo es que lo lean meticulosamente antes de pasar a la parte entretenida de las páginas de historieta) repasa toda la obra gráfica de Rodrigo Salinas. Hemos dejado fuera esta vez su obra televisiva, la realización de sus cortos audiovisuales y su reciente largometraje “La Represa”. El objetivo del presente texto es hacer un recorrido por todos sus trabajos en narrativa gráfica e idealmente ofrecer pistas y claves de lectura, destinadas a entender mejor su obra aquí recopilada. Mientras escribo, sé con certeza que es una tarea destinada al fracaso. Claro, porque cuando hace semanas atrás realizamos estas entrevistas, él ya me estaba contando sobre los nuevos y delirantes proyectos que venía mascullando. Mientras ustedes están leyendo este libro, de seguro que ya habrán nacido y muerto nuevos dibujos, historias, personajes y fanzines en Rodrigolandia. Conozco su prolífica autogestión creadora y sé que este texto pretendidamente totalizante, jamás será, afortunadamente, el definitivo.

dibujo simple… la escuela del menos dibujar, la de Hugo Pratt. Cuando después caché que en la historia de los comics citaban a Pérez Castillo como el precursor del estilo Pratt, más me llamó la atención. Me interesa mucho el proceso del dibujo y curiosamente cuando yo empecé a rayar, mi mamá me dijo, “ah, pero si Jorge Pérez Castillo era hermano de tu tía Nina”, y ahí se me cerró. Me gusta mucho el dibujo simple, los bocetos, porque es el momento más libre que tiene el dibujo antes de que se empiece a llenar de reglas. Después uno empieza a perfeccionarlo y de repente, en esa perfección, se llega finalmente a un virtuosismo penca… como Raúl Di Blasio”. El trabajo autoral de Rodrigo está lleno de citas y alusiones a sus obsesiones que siempre resultan evidentes a los lectores habituales de su obra: “Generalmente, las cosas que cito, son las que realmente me gustan. No puedo dejar de hacerlo. Ahora más grande, me he calmado un poco. Forma parte quizás del comienzo de lo que uno hace. Uno siempre parte tocando canciones inspiradas en alguien. Yo me he demorado mucho en limpiar esas referencias de cosas que vi cuando chico y que me gustaron mucho. Por ejemplo, mi obsesión con los Muppets recién se cerró cuando hice 31 Minutos”.

Lo que Salinas y muchos otros amamos de la historieta, la narrativa gráfica, el tebeo, los quadrinhos, la bande dessinée, el manga o el comic (me he referido ex profeso a este trabajo en tan diferentes términos, para aclarar que se trata en definitiva de muchos nombres para un mismo arte) es que se necesita tan poco para ser realizado: Lápiz, papel y una mente afiebrada como la de Salinas. Mente a la que desde ahora los invito a conocer a retazos y en primera persona.

Uno de los personajes más queridos por el dibujante es Mario Kreutzberger. Cuando le pregunto por qué el personaje de Don Francisco es tan importante para él, responde con rapidez: “Una de las razones por las que hago televisión es por que yo veía a Don Francisco en ‘Sábados Gigantes’. Aunque uno sabe que el mundo de la tele es falso, que está todo armado y que todo es escenografía, se veía que él lo estaba pasando bien haciendo televisión. Algo que se ha perdido hoy. Mientras más caro es hacer televisión, más se pierde esa frescura que tenía Don Francisco. Por eso me gusta hacer los gags de El Club de la Comedia, porque nosotros todavía grabamos en los pasillos del canal. Y eso es algo que ya se perdió. Me gusta eso. Los sábados eran extraordinarios. En Kiltraza dijimos una vez, hagamos una

Los Maestros Rodrigo Salinas está repleto de influencias que le encanta explicitar cada vez que puede. Hervi en el humor; Themo Lobos en la aventura; Disney en las fábulas; Carlos Nine en la experimentación gráfica y Jorge Pérez Castillo en la simpleza del dibujo, son sólo algunos de sus mentores. “Con Jorge Pérez Castillo –confiesa Salinas- me hizo sentido un tipo de dibujo que era el que a mí me gustaba. El dibujo relajado, feliz, el

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¿el texto definitivo?

El Elefante Metafórico, Kiltraza

El Fin de la TranSIción

tiva gráfica, sintió que lo suyo estaba cerca del arte académico y pasó por la universidad, padeciendo allí el escarnio de ser un dibujante figurativo. Similar experiencia a la de otros autores como Clamton, Félix Vega, Vicho, Daniela Gallardo, Cristina Arancibia y Marcela Trujillo, por mencionar únicamente a un grupo menor de una larga lista.

portada buena…, pero ¿a quién ponemos? ¡a Don Francisco! Era obvio… Es una admiración genuina, no es una burla. La alegría y el entusiasmo de esa época me gustan, aunque también era una época heavy. Yo leí el libro del Gato Gamboa Un viaje por el infierno, Ilustrado por Hervi y editado por la revista Hoy, y en una parte, al Gato Gamboa lo llevan preso y se encuentra en una bomba de bencina con Don Francisco que lo reconoce y le dice: ¿Gato qué haces aquí? Don Francisco logró que lo desataran y le dio un pan y una bebida y conversaron dentro de lo que se podía hacer. Ahí no había cámaras. Es un tipo derecho”.

“Tuve el choque cultural de ser dibujante y llegar a la Universidad de Chile donde era mal visto dibujar –recuerda Salinas–. Tuve dos choques fuertes: Primero, darme cuenta que la historieta no era arte según las lógicas de ellos y de que había una manera artística, correcta de dibujar. ‘Usted tiene que dar valor a la línea’, me decían. Me hablaban de una serie de cosas que yo no entendía. Y un día caché que lo que tenía que hacer era cargar menos el lápiz y cuando empecé a cargar menos el lápiz… ¡me empecé a sacar puros sietes! Para mí la línea correcta era la línea continua, pero la línea correcta de los artistas es una línea ‘discontinua’ y con intención ‘poética’. Era otra estética, otra ideología con la que yo choqué un poco y lo que hice fue alcoholizarme, resistirlo y salir lo antes posible de allí. Tuve que tener doble vida. Fingía. Hacia los dibujos a lo artista”.

Una Profunda Influencia: La Chiva y La Firme Rodrigo es un admirador del equipo de creadores de las revistas “La Chiva” y “La Firme”, publicaciones de fines de los años 60 y comienzos del 70. “La Chiva” fue el primer hito de la producción autogestionada e independiente de la historieta y el humor gráfico de la época. El emprendimiento editorial fue liderado por un equipo de lujo: Alberto Vivanco, su hermano Jorge, alias Pepe Huinca, Hernán Vidal, Hervi y José Palomo. El staff se completaba con un nutrido grupo de colaboradores como Eduardo de la Barra, que firmaba como Jecho, Renato Andrade, que lo hacía como Nato, y aportes esporádicos de Osvaldo Salas, Themo Lobos, Ponka, Néstor Espinoza y Ricardo González, más conocido como Ric.

Humor y Dictadura Rodrigo Salinas nació en 1975 y vivió su infancia y parte de su adolescencia bajo la bota castrense, por ello no oculta su repulsa hacia la clase militar y especialmente a la dictadura de Pinochet y sus esbirros que derrocaron el gobierno de la UP de Salvador Allende, convirtiendo a Chile en un verdadero campo de concentración, tortura, muerte y pobreza. “Yo nací el 75 –dice Salinas- súper cargado con los nombres que me pusieron. Rodrigo, por el fundador del Mapu Obrero Campesino y Salvador, por Allende. Recuerdo que cuando chico mi papá me explicó por qué me llamaba así… como que me dio una misión. Crecí con la sensación de que había injusticia y que eso tenía que cambiar algún día”.

“Mi papá tenía unas revistas La Firme y cuando me las mostró yo quedé rayando. Había visto un dibujo funcional o una historieta de aventuras que servían para entretener, pero cuando vi eso dije: ah, pero… esta historieta también sirve para combatir a los milicos… qué increíble que se puedan transmitir ideas políticas y particularmente mis ideas políticas en historietas que parecían como para niños”.

Un Pésimo Estudiante Salinas, como todo joven dibujante, ante la carencia de lugares que se dedicasen a la enseñanza y práctica del arte de la narra-

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Themo Lobos®

Superman 1®

Salinas no oculta su admiración sin límites por todos aquellos humoristas gráficos que se quedaron en el país y que desde la trinchera del dibujo se mofaron de los asesinos, incluso en los momentos más oscuros de aquellos años: “Me acuerdo de un suplemento que se llamaba La Cacerola que era de la revista Cauce y que eran puros chistes contra Pinochet. Era todo lo que no se podía decir abiertamente. Para mí todos esos dibujantes que pusieron su trabajo contra la dictadura son héroes. Todos. Yo ahora me río de la farándula en Canal 76… ¿Y qué malo me puede pasar? Que Patricia Maldonado me coma… pero arriesgar la vida dibujando contra los milicos, eso es otra cosa. Quizás por eso uno se siente un poco en deuda o quizás por eso quise ser dibujante. Uno se transforma en un güeveador todo terreno. Cuando se te atraviesa alguien le tienes que dar ¿Y cómo le vas a dar? Soy dibujante. Siempre he dicho: Yo puedo aceptar dibujo versus dibujo, pero no dibujo versus cárcel o disparo”.

a su hijo? Y al día siguiente me llamó la jefa y me dijo: Carola me contó todo… tú acá haces los monitos no más. Y ahí me picó algo… no pues, yo tengo opinión. Eso lo hemos hablado harto con Christiano (se refiere al humorista gráfico Christian Gutiérrez, creador del Pato Lliro y editor de la revista de opinión gráfica ‘La Momia Roja’). El lápiz es un arma, es tu manera de combatir. No hacemos monitos no más. Cuando yo vi La Firme por primera vez, quedé pa` dentro, porque eran dibujos bonitos, pero con temas súper revolucionarios. Era el programa de gobierno de Allende. Es lo que tiene Hervi, no es un tipo que hace monitos, no está ilustrando un texto, está dando una opinión”.

El Dibujante Virgen El púber Salinas de aquel entonces sueña con publicar en las revistas de la nueva e irreverente historieta chilena que conoció a fines de los años ochenta y comienza a dibujar bellas y complejas acuarelas adolescentes: “Yo le llamo mi época virgen, porque era virgen. Tenía como una energía acumulada que me hacía poder dedicarme toda una semana a hacer una acuarela. Podía estar pajeándome literalmente, me demoraba. A las mujeres que me gustaban les regalaba acuarelas. Realmente era un pobre güeón”.

En diversas ocasiones Salinas se ha dibujado a sí mismo destruyendo una pared utilizando sólo un lápiz para la titánica tarea, metáfora del dibujante enfrentado al poder con la única arma posible, su arte: “Ese dibujo tiene mucho que ver con Jorge Pérez Castillo. Lo hice para una exposición (Salinas se refiere a ‘Winnis’, exposición que se montó entre el 8 de junio al 8 de Julio de 2006 en la galería Gabriela Mistral). Tiene que ver con los dibujantes. Uno es dibujante y siempre se dice… ah, éste hace monitos nomás. Yo siempre he pensado que el lápiz es un arma, que es una manera de hurgar en la historia. De reconstruirla. Una vez en el diario La Nación, yo estaba haciendo mi primera pega de caricaturista. Las periodistas me pasaban los textos y yo hacia las caricaturas y un día tuve que hacer una sobre una mamá que había perdido a sus hijos al llevarlos a ‘Colonia Dignidad’. Lo leí y no podía hacer nada chistoso con eso. Traté de hacer una ilustración y no una caricatura. Leí el texto y la periodista era súper pesá y escribía en la nota: Oiga, y usted cómo tan tonta para pasar así a su hijo. Yo fui y le dije, oye ¿cómo tratas así a esta señora? Ella es la víctima. ¿Por qué no tratas así al güeón que secuestró

En los dibujos que realiza por aquellos años siempre están presentes: la figura de un caballero feudal –que no es otro que él mismo- el de una princesa atrapada en una torre -la bella joven deseada y que no quiere ser salvada- y por último el consabido y feroz dragón -verdadero amor de la doncella–. “Era súper ahueonao –aclara Salinas-. Era el rescate en vano de la niña ¿y para qué? Era una idealización del amor porque yo era virgen, insisto. Me enamoraba hasta de las feas. Yo era sólo un acuarelista y los otros tipos eran unos dragones bacanes. Después en Kiltraza hice Abdón Cifuentes y luego Las marraquetas al viento en que hablaba del amor. Después hice una serie de trabajos con las cosas que nunca existieron como los ovnis y el amor. Era como mi segunda etapa. En la primera etapa era virgen,

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¿el texto definitivo?

La Firme, Hervi

Fundación, LNGCh

Estampilla Checa®

el underground gráfico e historietístico de los 90. Sin un peso en los bolsillos, Kiltraza forjó su leyenda a punta de publicaciones fotocopiadas y luego impresas en pequeños tirajes y con un sistema de venta por mano, a la medida de sus lectores incondicionales. Antológico es el número Kiltraza Cero, cuyas portadas se hicieron con materiales del piso de la sala Agustín Siré del departamento de teatro de la Universidad de Chile. En la actualidad, el grupo continúa realizando híbridas publicaciones como Kiltraza manual de sistema que se realizan habitualmente a partir de convocatorias abiertas a diseñadores, artistas visuales e historietistas.

después de perder la virginidad, vino el desamor y para que no fuera tan cebolla ni deprimente, lo hice con humor. Era como las canciones de la Radio Imagina”.

Kiltraza: Revolución en Alto Contraste Ya avanzada la década del 90 los conglomerados como Zigzag, que dominaron el país editorial en las décadas precedentes ya habían dejado de existir. Las historietas prácticamente habían desaparecido de los kioskos y los jóvenes autores se encontraban atomizados, sin esperanzas de publicación, después del oasis que significaron las revistas ochenteras como “Ácido”, “Trauko”, “Bandido”, “Matucana” y “Beso Negro”, por mencionar sólo algunas. Pero la creatividad busca su camino en medio de la sequía y los años 90 será el tiempo de los colectivos artísticos (Ergocomics, Kiltraza, Sinhuesos). El grupo Kiltraza es uno de los mejores ejemplos de libertad creativa de aquellos años. Producían una revista homónima de gráfica experimental que fusionó arte, ilustración, humor, poesía y narrativa gráfica, universo fronterizo en que Salinas se encontrará a total gusto. Kiltraza fue un proyecto creado por “Rodrigo Adaos en su liceo, junto a Flavio Montenegro” -recuerda Salinas- “Yo vi un cartelito que decía… se necesitan colaboraciones para revista experimental. Cuando llegué a Kiltraza encontré un mundo nuevo, un mágico mundo sin colores, de alto contraste”.

Rodrigo recuerda con cariño el encuentro con su compinche creativo, Rodrigo Adaos: “Participé en un encuentro de alumnos en la casa central y ahí Kiltraza tenía un stand. Yo expuse unas acuarelas y ellos estaban exponiendo cómics y ahí conocí a Adaos. Después me lo encontré en el centro una vez y me dijo que mandara algo, y yo le pasé unos grabados. La primera vez que me publicaron fue en la Kiltraza Roja. "Lo entretenido es que yo ayudé a organizar ese lanzamiento –recuerda Salinas–. Hicimos una lagartija gigante de papel maché y la llevamos por el centro, hicimos una procesión por el centro con el Lechuga como predicador”. La delirante procesión se paseó por la Piojera, la Plaza de Armas, el Paseo Ahumada y terminó en la Facultad deTeatro de la Chile con un concierto del grupo “El Alambique Veloz”, liderado por otro ícono under de la época: Gorlac.

El grupo incursionó en la gráfica experimental dejando un puñado de notables publicaciones. Grabaron discos con la hilarante música de Sonora Kiltraza, mojaron la camiseta en su homónimo club deportivo y desarrollaron pantagruélicas performances dominadas por el azar y el humor junto a la recurrente presencia de Carlos Lechuga, su actor fetiche y maestro de ceremonias habitual. Kiltraza es todo un mito que aún hoy cuenta con un nutrido grupo de seguidores. La agrupación artística (que continúa viva hasta ahora, siempre liderada por Rodrigo Adaos) ha producido en su larga vida una serie de publicaciones tan irreverentes como imprescindibles para entender

“Fue muy entretenida esa época porque nos juntábamos casi todos los días de la semana. Yo sentía que no había un lugar donde podía hacer las cosas que me gustaban. Y cuando encontré a Kiltraza sentí que podía hacer más que historieta. Podía hacer gráfica experimental, publicaciones, organizar lanzamientos. En el fondo había varios niveles de ideas para desarrollar. Hacíamos música, performances, pero lo que más me gustaba hacer eran las revistas. Sentía que quería hacer eso, editar”.

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Superman 2®

Detalle instalación, Winnis

Winnis

publicar y que uno mismo tenía que hacer las revistas en que quería publicar. Este sistema de autogestión se formalizó. Si tú ves ahora, actualmente todos nosotros seguimos haciendo lo mismo. Nunca llegó esa industria que nos acogería. Siguió siendo autogestión y fuimos perfeccionando eso”.

Salinas aprende en la acción lo mejor y lo peor de gestar a pulso una publicación propia: “Aprendí a trabajar en grupo y también pasé por las dificultades de trabajar en colectivo y que tiene ese efecto reality en que normalmente la gente termina peleándose. Es bien desgastador en ese sentido. Lo que más recuerdo de esa época era que las cosas no resultaban, sistemáticamente, era terrible”.

El Fin de la Experiencia Kiltraza

La calidad técnica de la impresión barata de Kiltraza es deficiente y sólo es superada por la frescura y la potencia del trabajo de los miembros del colectivo. Kiltraza se imprimía en una imprenta para boletas, de matriz de papel –recuerda Salinas–, no podías pensar que iba salir bien impresa una acuarela. Me gustó mucho trabajar para el formato y replanteé mi trabajo. Me di cuenta que no funcionaban las historietas porque la revista tenía que ser más dinámica y funcionaba mejor de a una página. Podía hacer cuatro páginas de cómic o bien, desarrollar cuatro ideas distintas. Era un híbrido, cada página cambiaba, era distinta a la otra. Estéticamente, Kiltraza era caótica, pero elegante. Tú veías las matrices que armaba Adaos para llevarlas a la imprenta y eran perfectas. Éramos súper ordenaditos y quizás no se notaba por la impresión”.

Poco antes del quiebre del colectivo, Adaos y Salinas perpetraron un proyecto que comenzó como una broma irónica pero que ya prefiguraba el cisma por venir. La publicación se llamó: La acantostega rebelde. Salinas recuerda que el origen del proyecto radicó en que “Con Adaos sentíamos que Kiltraza ya no era lo mismo e hicimos una revista contra Kiltraza, o sea, contra nosotros mismos. Para mi gusto fue mejor que Kiltraza en su momento. Era una revista que tenía todo lo que Kiltraza había dejado de ser”. Por aquel entonces Salinas y Adaos viajaron a Europa gracias a que éste último debía asistir a un festival de diseño teatral en el viejo continente. En el viaje, la historia de complicidad creativa entre ambos comenzó a deteriorarse, no sin antes quedar plasmada en el canto de cisne que se llamó L’ uomo Nuovo. “Ese es el peak de nuestro trabajo en conjunto con Adaos. Fue una historieta hecha a cuatro manos en Europa y hasta ahí llegó nuestra dupla creativa. Fue entretenido trabajarla. Inventamos la historieta entre los dos, de repente uno dibujaba, el otro entintaba. Adaos tenía una tía monja en Italia. Vivíamos en un convento, teníamos mucho tiempo libre y hasta grabamos un disco de Sonora Kiltraza: Tristeza Kiltraza. La editamos allá, las mismas monjitas nos ayudaban a fotocopiarla y corchetearla. Hicimos once ejemplares que mandamos a Chile. Fue el último trabajo en conjunto que hicimos”.

No obstante, Kiltraza fue una escuela y un verdadero shock para el joven Rodrigo Salinas que pudo darse cuenta que “había gente que sí estaba haciendo historieta, pero historieta experimental. Me llamó la atención, sobre todo el trabajo de Adaos que siempre estaba al servicio de la revista. Conocerlos fue la oportunidad de publicar cosas extrañas. Había un deseo de experimentar y más encima una precariedad gráfica… no había plata, tenía que ser matriz de papel, tenía que ser alto contraste, era un desafío. Llegué a una revista de verdad, la mejor escuela”.

La erosionada convivencia del grupo hizo que Salinas sintiera el deseo imperioso de abandonar el colectivo para emprender rumbos propios. Para él la experiencia Kiltraza había llegado a su fin: “La misma razón que me hizo creer en Kiltraza, fue

Esta actitud respecto de la autogestión es la bandera de lucha editorial que Rodrigo enarbola hasta hoy casi como un axioma: “Me di cuenta que, en el fondo, no había ningún lugar donde

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¿el texto definitivo?

Jorge Pérez Castillo®

Themístocles Lobos®

Anonadamiento General, Hervi®

revista, por eso cada página es distinta”. La elección del personaje no es gratuito y hay suficientes razones para explicar su presencia en las páginas de Salinas: “Lo que me gusta de Arturo Prat es lo mismo que en general me gusta de los héroes como el Hombre Araña y es la imagen del héroe derrotado. A Arturo Prat no lo recordamos por un triunfo, sino por una derrota. Fue un triunfo moral. Me gusta más la imagen de Arturo Prat como civil y me gusta su acto suicida”. Salinas hace una pausa pues ha llegado el momento de las confesiones: “desde chico mi papá quería ser marino y yo desde chico me sabía la arenga de Prat. Por otro lado los milicos para mí son lo peor, pero a Arturo Prat no lo considero un milico, como que está en otra categoría, casi como un santo”.

la que me hizo dejarla. Para mí era muy bueno hacer estas páginas sueltas, pero de repente me dieron ganas de contar historias más largas y eso fue lo que hice con Arturo Prat is Not Dead”.

Arturo Prat: Vivito y Coleando El primer trabajo realmente importante después de su separación de Kiltraza llega en el año 2001. Salinas publica su primera historieta experimental como solista. La portada minimalista exhibe una bandera chilena con colores trastocados y sin título. En el interior, el lector desprevenido se encuentra con páginas de historieta, ilustraciones, fotografías de personajes de plastilina y páginas de periódicos apócrifos. La inofensiva e hilarante publicación aparece como titular de LUN, en el momento en que el diario empieza recién a perfilar su entrada en las ligas de la descerebrada y bien pagada farándula criolla. Como resultado el periodista logra sacar cuñas de “Molestia en la armada por comic de Prat”, sin que ningún miembro de la institución hubiese leído el trabajo. La noticia ya está inflada y se convierte sin quererlo en el primer trabajo mediático de Salinas y con tan sólo un tiraje de 500 esmirriados ejemplares. Pero… ¿De qué se trata exactamente Arturo Prat is Not Dead?

Salinas está en proceso de crecimiento y trabaja sobre la idea del acierto/error: “Muchos de estos trabajos eran sólo ejercicios, yo quería ver cómo quedaban impresos. También era una época en que no había la certeza de que las cosas quedaran bien impresas. Recuerdo mucho que uno iba con miedo a un imprentero”. El trabajo de producción de esta obra marca el comienzo de un nuevo sistema de trabajo: “Todas esas páginas enormes de historieta me producían fatiga -confiesa Salinas- Yo sentía que los personajes no me quedaban iguales, con la llegada de un diseñador, en este caso, Rodrigo Dueñas, me di cuenta que podía trabajar los dibujos en distintos originales, después escanearlos e ir armando las páginas”. Habiendo descubierto al fin un método eficaz, Salinas comienza a utilizarlo de aquí en adelante: “El trabajo del dibujante debe ser liberador, no esclavizante. Yo necesito pasarlo bien dibujando y por eso siempre he trabajado con diseñadores. Yo hago todos los dibujos por separado y después armo las páginas”.

“Plantea la absurda idea de que Arturo Prat no muere, -explica Rodrigo entre risas- sino que se cae de “La Esmeralda” y después trata de explicarle a todo el mundo que está vivo y nadie le cree. Era una comedia de equivocaciones y eso a la armada no le gustó nada”. El contenido de la publicación es caótico y abre las puertas al contrapunto visual con una gran variedad de texturas y estilos de dibujos diferentes que conviven perfectamente. Salinas explica así esta variedad visual: “Algo que me quedó de la época Kiltraza es que yo nunca pienso en viñetas, pienso en revistas. En todas las publicaciones que he hecho de ahí en adelante, siempre pienso en el total. O sea, el que cada página sea distinta a la otra, me importa más a que se parezcan entre sí. Estoy más preocupado de cómo se va a ver toda la

Por primera vez el joven dibujante comienza a conocer las posibilidades y problemas que la impresión offset puede ofrecerle y

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Carta Gant "La Tormenta Perfecta", 2010

dibujante es una maratón. Quizás antes tenía más energía o tiempo, pero no tenía la calma que tengo ahora. De hecho ayer hice algo que no había hecho nunca: dibujé una página entera ¡Entera! Y me quedó igual. Uno tiene la capacidad, que no la ocupe, eso es otra cosa. En el libro hay cosas que publiqué en medios independientes y cosas inéditas. Encontré bocetos e ideas que ahora desarrollé, historias de una o dos páginas que terminé. Me di el tiempo de cerrar ideas simples, cortas que quería hacer. Privilegiando sobre todo el ritmo del libro. Me encanta no perder esa libertad de no saber qué viene en la siguiente página. Esta va a ser La Tormenta Perfecta. Todo va a salir bien”.

penca porque decía que ya estaba todo hecho. Si transmites eso, lo único que generas es algo estéril. Desde que él dijo eso apareció internet y un montón de cosas más que demostraron que no tenía razón. No podemos negarnos a que otro mundo es posible".

Las Tormentas Los dos libros recopilatorios del trabajo de Salinas, el primero de ellos editado por Aplapac en el 2005 y éste que tienes entre tus manos, publicado por Feroces Editores, tienen títulos que aluden a lo mismo: la noción de tormenta. La explicación que Salinas da al respecto es ilustrativa: “Mi primer libro recopilatorio se llama La Calma Después de la Tormenta y ahora éste se titula La Tormenta Perfecta. Cuando hice el libro anterior, yo no sabía que venía algo. Todo estaba demasiado en calma. Y vino la tormenta, y quedó la cagada. Pero como toda tormenta… pasó y vino la calma otra vez y con ello, la felicidad. Ahora tengo la distancia y la tranquilidad que me dan mi familia y sobre todo mi hijo Salvador para decir: resistí una tormenta. Siento que estoy cerrando muchos capítulos de mi historia. Reordenando bocetos y cosas que antes nunca habría publicado porque sentía que eran como heridas abiertas. Ahora en un contexto de historia me suenan súper bien. Se ven bien. En un momento cuando la estaba pasando mal estuve tentado de ser más literal sobre mi separación matrimonial, pero ahora siento que no. También estuve tentado de cambiar el final de La Isla del No por un desenlace feliz. Creo que es bueno darle tiempo a las cosas. Hay en este nuevo libro mucho boceto integrado. Me di cuenta que lo de Kiltraza siempre estuvo a medio camino entre la historia y las ilustraciones y que este libro funciona así también. De repente hay historias que se abren, como cuando Massachusets se intoxica y empieza a alucinar y lo que vemos son sólo imágenes de su delirio. Algo bueno de ser dibujante y de contar historias es que, mientras te acompañe la mano para dibujar, puedes hacerlo mejor ahora que antes. Creo que voy a contar mejores historias a los 50 años que ahora. La pega de

Para la escritura de este texto se utilizaron varios platos de comida exótica, litros de bebidas espirituosas, grabaciones de entrevistas inéditas, conversaciones somnolientas y charlas públicas realizadas entre Carlos Reyes G. y Rodrigo Salinas, amén de artículos publicados por Reyes en diversos proyectos editoriales independientes y en artículos web para el colectivo artístico www.ergocomics.cl. Todo ello realizado entre los años 2000 y 2010.

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