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David Mendoza Vega
from Límites
David Mendoza Vega
LA LECCIÓN
Como de costumbre, jugando, pretendo enseñarle algo a mi sobrinito. Esta vez quiero que piense en el gentilicio. -¿Cómo se le dice a una mujer que es de
Bogotá?- le pregunto. -Mujer- responde. -¿Pero cómo se le dice a una mujer de Bogotá para distinguirla de una mujer de, digamos,
Medellín?- insisto. -Pues, una mujer y otra mujer- resuelve con infinita sabiduría a sus cuatro años de edad.
ACERTIJO
Soy el límite. No existo realmente. Al menos, no puedo existir por mí mismo. Separación, infinitesimal, de los opuestos; En mí termina Lo Uno y nace la Otredad.
Soy lo imposible, lo contradictorio. Ser y no existir. Cortar por inacción. ¿Y, acaso, es posible abarcar la diferencia entre el Uno y la Nada?
Soy la razón de lo múltiple. Soy la proporción irreal, asimetría. El referente y lo recorrido.
Soy la ficción, la esencia del significado. Soy el espacio entre lo que se toca. Mi crimen: No ser uno, ni ser lo otro.