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Contactos

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Focos

Focos

Contactos abre el cine al resto de disciplinas artísticas y actividades de conocimiento que llamamos ciencias. Esto es especialmente relevante al pensar en el cine documental, que por definición se orienta a la reflexión y al conocimiento, y que comparte con el resto de artes contemporáneas un interés por investigar la realidad. La sección toma su nombre de una de las más radicales y desbordantes películas de la historia del cine español, Contactos (Paulino Viota, 1970), que formó parte del primer Heterodocsias Rewind del festival, en 2010. En esta edición, hemos dado carta blanca a Fernando Gandasegui para una pequeña propuesta de programación de artes vivas —una de las líneas más fértiles de las últimas ediciones del festival, emprendida por la anterior dirección artística de Garbiñe Ortega y continuada con ilusión por nosotros—, e invitado a Bruno Delgado Ramo, Esperanza Collado, Paula Guerrero y Javier Montero a que realicen una serie de acciones e instalaciones. Fernando ha partido de una de las líneas de reflexión de este año, los ríos presentes en una de las dos retrospectivas, mientras que Bruno, Esperanza, Paula y Javier trabajarán en torno a la pantalla como geometría y elemento mínimo del cine. Todo ello ocurrirá en el Museo Oteiza.

Por último, en colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, tendremos el estreno mundial de Aquí no hay nada que comprender, documental en torno a la obra de Elena Asins (19402015), artista madrileña afincada durante mucho tiempo en Azpirotz (Navarra). Además proyectaremos Líneas y puntos (2010), uno de los numerosos vídeos que Asins realizó junto a su colaborador, el compositor Gorka Alda. La pieza ha sido escogida por Gorka para la ocasión.

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Desbordes: otra historia del ojo

Los ojos se nos han hecho de agua. Laia Estruch, Sibina

En Historia del ojo de Georges Bataille ocurre una escena en una plaza de toros, como las arquitecturas teatrales, un lugar desde el que mirar. En la escena, «bajo un sol que enceguecía»1, entre otras coyunturas oculares los espectadores presencian una corrida en la que el toro embiste al torero, volteándolo mientras lo cornea. Uno de los impactos alcanza un ojo, sacándolo de su cuenca, desbordándolo como un río que aumenta su caudal.

En Desbordes: otra historia del ojo afluyen trabajos cuya performatividad rebasa la preeminencia del régimen escópico, la relación de la visión con los acontecimientos, el cuerpo o el territorio, obras cuya iridiscencia abre espacio para la configuración de otras agencias posibles en la mirada de los espectadores. Como un río, este comisariado propone un recorrido que fluye a través de la ligazón entre Aumentar el caudal de un río de Luz Broto, Pigmeus do Mondego de Nilo Gallego y Respiración oceánica de Itziar Okariz con la colaboración de Izar Ocariz.

La propuesta comienza con la intervención de Luz Broto, publicándose en estas páginas dos imágenes parte de la instalación original. El gesto de la obra consistió en aumentar de forma literal e ínfima el caudal del río Segre en Lleida, menguado desde hace un siglo por intereses económicos. Conservando la relación de escalas visuales o volúmenes del proyecto, una de las imágenes remite a la visión furtiva de la manguera escondida de la que brotaba el agua al cauce, mientras que la otra nos muestra la visión aérea del río operando en el territorio con su caudal aumentado pero invisible.

El comisariado sigue por Pigmeus do Mondego, performance de Nilo Gallego que se presentó en Citemor, festival celebrado en Montemor-o-Velho, uno de los contextos escénicos con mayor longevidad y calado de la península. En esta pequeña localidad portuguesa, entre arrozales, serpentea el río Mondego. Río que Nilo Gallego y colaboradores convirtieron en un escenario asombroso por el que transcurría la performance. Río que consiguieron performativizar, transformando al Mondego en un actante sonoro. El vídeo de la obra estará accesible durante la semana del festival en la plataforma web de artes vivas Teatron.

El programa termina con Respiración oceánica de Itziar Okariz, en el Museo Oteiza. En la performance, del cuerpo de Itziar Okariz e Izar Ocariz emana el sonido producido por la respiración Ujjayi utilizada en yoga, sonido que desemboca a través de su aparato fonador al igual que los ríos en océanos. Como las grandes masas de agua, la respiración amplificada de Itziar e Izar lo inunda todo, transportándonos hacia el grado cero de la significación, donde antes que el verbo fue el sonido, un horizonte de imágenes por crear.

Se llama delicuescencia al fenómeno físico por el que ciertos cuerpos absorben la humedad del aire hasta conformar una disolución acuosa y volverse agua. Imaginemos que dichos cuerpos pudieran ser los ojos. Ojos delicuescentes que absorbieran lo que ocurre hasta desbordarse de su cuenca. Espectadores con ojos de agua que recobren la agencia para edificar otro lugar desde el que mirar, otra historia

del ojo. Fernando Gandasegui

Aumentar el caudal de un río Luz Broto

Intervención que trata de descompensar ínfimamente, desde lo furtivo y precario, la incidencia que tienen las grandes infraestructuras en el estado de un territorio.

El proyecto consistió en crear una nueva canalización de agua para desviarla del Canal del Seròs, construido hace un siglo para alimentar una central hidroeléctrica, y devolverla al río Segre, cuyo caudal menguado a su paso por la ciudad de Lleida se encuentra por debajo del mínimo exigido por los estándares medioambientales.

Mientras el canal toma el agua del río y la devuelve al Segre después de recorrer 25 km, esta intervención funcionó como un atajo para devolver al río parte de la misma agua desviada por el canal.

Aunque su incidencia en los volúmenes de los caudales no fue visible, operó a pequeña escala tratando de descompensar (unos 40 l/h) la distribución actual: 60000 l/s para el canal y 2000 l/s para el río. La canalización, construida con mangueras escondidas, funcionó gracias al efecto sifón. El dispositivo permaneció instalado durante siete meses hasta que desapareció.

Aumentar el caudal de un río fue producida en 2014 para Campo Adentro (Centre d’Art la Panera) y forma parte de la colección del MACBA.

Luz Broto es artista y docente en la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Barcelona. Trabaja con el espacio, con el qué hay aquí, atendiendo a la arquitectura del lugar, su entorno urbanístico o posición dentro de un territorio, a su infraestructura o estructura organizativa, a sus normativas, usos y protocolos, y propone mínimas operaciones que lo cambien todo. Ha realizado proyectos de intervención de lugar específico en colaboración con diferentes instituciones y en varios contextos, como Asimilar la temperatura exterior (Secession, Viena, 2011), Aumentar el caudal de un río (Centro de Arte la Panera, Lleida, 2014), Abrir un agujero permanente (MACBA, Barcelona, 2015), Derogar las normas de uso relativas al silencio (Koldo Mitxelena Kulturunea, Donostia-San Sebastián, 2016), Tensar una línea entre dos interiores paralelos (FLORA, Bogotá, 2018) o recientemente Prolongar los pilares (ethall, L’Hospitalet, 2021). Ha recibido becas de producción como Blueproject Foundation, BCN Producción o actualmente la Beca de Artes Plásticas de la Fundación Botín. luzbroto.net

Pigmeus do Mondego Nilo Gallego

Performance realizada en el río Mondego a la altura de Montemor-o-Velho utilizando elementos sonoros del entorno, además de instrumentos de percusión, viento y de difusión electroacústica. Proyecto diseñado especialmente para el festival Citemor con la participación de siete músico-accionistas y la colaboración de diferentes personas de la localidad.

Production María Ordás / Grabación de vídeo Hugo Barbosa, Pamela Gallo, Adán Santiago / Edición del vídeo Raúl Alaejos, Nilo Gallego / Coordinación técnica Citemor Carlos Ramos / Coordinación general Vasco Neves / Production Joana Macias / Dirección Festival Citemor Armando Valente, Vasco Neves

Nilo Gallego es músico, realiza performances en las que la experimentación con el sonido es el punto de partida. En sus trabajos, que siempre tienen un componente lúdico, busca la interacción con el entorno y lo cotidiano. Toca la batería, percusión y electrónica. Además, realiza la creación musical y diseño de espacios sonoros para compañías de teatro y danza contemporánea, forma parte del colectivo experimental de acción Orquestina de pigmeos (junto a Chus Domínguez) y colabora habitualmente con creadores como Silvia Zayas, Alex Reynolds o la compañía Societat Doctor Alonso.

Pigmeus do Mondego son Nilo Gallego, Noemí Fidalgo, Ana Cortés, Raúl Alaejos, Varis Fuertes y Pedro Sousa Coias con la colaboración de los músicos Katsunori Nishimura y Markus Breuss, y la participación de Guilherme Barbosa, José Dias, Pedro Miguel, Mario Neves, Andreia y Jessica, Ignacio Martinez, Saul García, Sinead Conolly, Jessica, Joana, Joí¢o, Mariana, Mariana Pardal, Mariana Vizinha, Rafael Nobre, Ruben, Tiago y el Clube de Canoagem do Infante Montemor.

Respiración oceánica Itziar Okariz con la colaboración de Izar Ocariz

Esta obra se construye a partir de un coro de respiraciones. Ujjayi es un tipo de respiración que se utiliza en la práctica del yoga. El sentido de la palabra es yo victorioso, y normalmente se traduce como respiración oceánica porque esa es la imagen que evoca. La pieza tiene un carácter figurativo, entre el espacio abstracto del sonido de la respiración y la imagen que genera, como si el signo y el sentido estuvieran separados, fracturados.

Itziar Okariz trabaja en el marco de la acción y la performance, poniendo en cuestión las formas de regular el lenguaje y la producción de signos que nos definen. Su obra —performances vocales, actos instantáneos, videos, instalaciones y piezas de texto— examina los vínculos entre arquitectura, territorio, cuerpo, ritual, sexualidad y semiótica. A menudo asociada con las prácticas feministas, el punk rock y la crítica queer de las construcciones normativas de género, Itziar despliega una forma de disidencia estética asociada con el situacionismo. Entre sus proyectos se encuentran: Unquiet Objects, Disjecta, Portland (2021); Respiración oceánica en Moving Words, Rimi Scenekunst, Stavanger; Personae, máscaras contra la barbarie, Els Baluard, Palma de Mallorca; La noche de las ideas, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid (2021); Las Estatuas, Fundación Oteiza, Alzuza (2020); Bodies of Water, 13th Shanghai Biennale, Shanghai (2020); Perforado por, Pabellón de España de la 58 Bienal de Venecia, junto a Sergio Prego (2019); Footnote to a Footnote, Academia Española, Roma; I Never Said Umbrella, Tabakalera, San Sebastián (2018); Una construcción… CA2M, Madrid (2018); Ideorritmias, MACBA Museu d’Art Contemporani de Barcelona (2017); Itziar Okariz, Kunsthaus Baselland, Basilea (2017); Dream Diary, Ars Parcours, Basilea (2017).

A Izar Ocariz le gusta leer, escribir, dibujar y practicar karate. Ambas viven en Bilbao.

Acciones para la pantalla Bruno Delgado Ramo + Paula Guerrero + Esperanza Collado + Javier Montero / Las Synergys

El rectángulo estaba aquí antes de que llegáramos nosotros y aquí seguirá una vez nos hayamos ido. Así pues, parece que una película es, en primer lugar, un espacio delimitado al que [...] nosotros, una gran multitud, miramos fijamente.

Hollis Frampton

Pero si la luz reflejada en nuestros rostros procediera de una ventana, y la imagen proyectada paralelamente a ella se perdiera en la claridad solar del paisaje, si la película se hubiera sostenido en el tiempo durante más o menos una semana y nos encontrásemos allí, observando, a la espera, ¿qué forma cobra entonces la ausencia de la pantalla? Pensamos en el rectángulo que falta y, sin embargo, desde nuestra ubicación y experiencia empíricas siempre vimos un trapecio, muchos de ellos, todos distintos y cada persona, en cada instante, teníamos el nuestro.

Poner en marcha la pantalla, dándole cierta autonomía, podría ayudarnos a confirmar la proposición que expone Isidoro Valcárcel Medina en 9 secuencias sobre la pantalla: la proyección como servidora del soporte sobre el que descansa. En el entorno de proyección, el nivel de atención de la audiencia fluctúa y se matiza según distintos parámetros ambientales, mientras algunos elementos concretos se mantienen, favoreciendo que la atención sea un gesto compartido, un gesto fílmico. Secuestrar la pantalla sería sin duda un elemento disruptor de la atención pero ¿y si el estado de confusión y la necesidad de búsqueda de un soporte para la luz nos devuelve ese gesto compartido?

Bruno Delgado Ramo plantea su trabajo interdisciplinar como investigaciones basadas en la práctica experimental, material y espacial de los medios cinematográficos, en las que las ideas de especificidad, procedimiento o lectura espacial son importantes, llevándole a pensar la filmación y la proyección como procesos lumínicos en localizaciones y contextos específicos. En esta ocasión prepara Acciones para la pantalla junto a Paula Guerrero, Esperanza Collado y Javier Montero como colectivo Las Synergys. La propuesta se ha ideado con la participación del proyecto Gabinete kino~okno que desarrollan desde este colectivo en el Espacio Santa Clara de Sevilla, con el que comparte la indagación sobre las conexiones entre la ventana y el cine.

Proyecto financiado por Ayudas Creación Injuve.

Proyectamos este programa de películas como parte de las acciones que componen la intervención en el Museo Jorge Oteiza. Siguiendo con las mismas reflexiones que animan los momentos más manifiestamente espaciales de la propuesta, con esta serie de películas intentamos trazar distintas hipótesis sobre la experiencia fílmica surgidas de la indagación sensible de la red de conexiones pantalla-ventana y soporte-luz. Bajo esta premisa, cada película nos plantearía una hipótesis. Esta pondría en relación diferentes estados, materiales o acciones vinculadas al instante luminoso que la proyección y la ventana activan. Lejos de establecer un código, estos conceptos, podrían configurar una estructura en la que empezar a sostenerse en una exploración tautológica de nuestras convenciones y usos de la pantalla y la ventana. Aprendemos a habitar la proyección con el bagaje de la ventana. Proyectamos en la ventana la educación sensible que hemos desarrollado sobre la pantalla. Aunque las situaciones de proyección y las ventanas varían (no hablamos de un esquema ideal), nuestro adiestramiento sensible activa ciertos elementos o estructuras perceptivas en ausencia de sus factores intrínsecos. En términos generales reconocemos tres componentes del uso de la ventana implícitos en la práctica de la proyección: el corte (trazado de un campo), el umbral infranqueable (límite que, materializado en el soporte, no está concebido para ser atravesado pero que sostiene la coexistencia de dos espacios divididos) y la irrupción de ondas en un entorno estable (vectores por ejemplo de luz, sonido o viento). El juego de estos tres componentes aviva las tensiones entre lo contenido y lo expansivo, entre el interior y el exterior, o entre la superficie y la profundidad. En términos particulares, cada ventana y cada pantalla motivan factores específicos. Y así ocurre también con el programa.

El orden de las películas podría trazar una secuencia de nociones concretas, una parte de un recorrido por el que caminar sin interrupciones. En primer lugar, el foco, en búsqueda de una figura, entornar los ojos hacia ese instante luminoso del que hablábamos y depositar, a través de él, nuestra atención. Dejamos ese otro espacio en el que nos encontramos, un vacío matizado en sombra, donde nuestro cuerpo está inmerso y sostenido por las condiciones del entorno. Mientras nuestro ojo recibe la luz que refleja el soporte plano, la rígida tela en la que verter la imagen bidimensional tiene la capacidad de transformar el espacio en el que nos encontramos. Un lugar configurado por la luz concentrada y por la ausencia de la misma fuera del límite que implanta el soporte. Al igual que la ventana (hablamos de la ventana que ya no es puerta), la pantalla materializa un umbral que nuestros cuerpos, en principio, no atraviesan. Vemos el viento pero este no traspasa el umbral. Es la interfaz del instante luminoso. El brillo solar que refleja el paisaje, el resplandor del proyector que refleja la pantalla: ambas fuentes de luz tienen una potencialidad cegadora, el destello podría dejar manchas negras o azules impresas en nuestras retinas. Es por eso que elegiremos ver siempre el reflejo, siendo a lo sumo lo único que podemos ver (el reflejo en las cosas), y que planteará persistencias retinianas más suaves.

Constatamos que las películas contienen de manera implícita, en sí mismas y también entre ellas, conceptos que podrían ser antagónicos, como por ejemplo, el más evidente, luz y oscuridad. Pero también buscamos, a través de ellas, otras figuras análogas, como la ventana y la pantalla. Esto nos lleva a comprender, primero, algunos mecanismos de la visión y, en segundo lugar, a reflexionar a partir de estas observaciones de lo cotidiano sobre las convenciones de la

situación fílmica. Bruno Delgado Ramo, Paula Guerrero

Focus I Jenny Okun Reino Unido, 1977, 3 min, 16 mm, color, silente

A Proposal to Project in 4:3 Viktoria Schmid

Austria, 2016, 2 min, 16 mm, color, silente

Windmill II Chris Welsby Reino Unido, 1972, 8 min, 16 mm, color, silente

Room Window Sea Sky Peter Todd

Reino Unido, 2014, 3 min, 16 mm, color, silente

Arequipa Barbara Hammer

EE.UU., 1981, 12 min, 16 mm, color, silente

Window Stan Brakhage EE.UU., 1976, 10 min, super-8, color, silente

Eye Eclipse + 3 Suns + Solar, the blindman eating a papaya + Heat Ray João Maria Gusmao, Pedro Paiva Portugal, 2007-2011, 9 min, 16 mm, color, silente

Programa doble: Elena Asins

Líneas y puntos Elena Asins, Gorka Alda

España, 2010, 5 min, DCP, ByN, sin diálogos

En su obra tardía, Elena Asins experimentó intensamente junto al compositor Gorka Alda en el medio del vídeo. Fue un modo de dar nuevo desarrollo, temporal, a sus investigaciones de larga fecha en torno a la geometría. Líneas y puntos es uno de los veintidós vídeos que se conservan de la colaboración de Alda y Asins, uno de los corpus menos conocidos y estudiados de la artista. Ha sido elegido por el compositor para abrir esta sesión.

Olga Sevillano es responsable de los Proyectos Digitales del Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Se encarga de la coordinación, gestión y desarrollo de la página web del museo y fue ganadora de un premio internacional Webby 2018 a la mejor web de una institución cultural. Javi Álvarez es músico y artista, realiza piezas de vídeo, divulgación y documentales. Ganador de un premio Ondas 2017 con el podcast Catástrofe ultravioleta.

Aquí no hay nada que comprender. Un documental sobre Elena Asins Javi Álvarez, Olga Sevillano

España, 2020, 62 min, DCP, color, español Estreno mundial

Una aproximación a la singularidad de la obra de Elena Asins, que abarca un amplio abanico de formatos y medios, desde la poesía concreta y el dibujo al vídeo, la escultura y la instalación. Un relato coral en el que diferentes voces intentan responder a muchas de las preguntas que formula un arte estricto y exigente.

Película presentada en colaboración con el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.

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