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Entrevista con un campeón: Rubén Espinoza

Rubén Espinoza y sus recuerdos de la Copa Libertadores de América 1991

Rubén Espinoza fue uno de los pilares fundamentales de ese equipo de CSD Colo Colo campeón de la Copa Libertadores de América en 1991, titular en los 14 partidos del certamen, con 5 goles marcados en la ruta hacia la cima del continente, siendo muy recordadas sus conquistas de tiro libre a Barcelona en Guayaquil y a Universitario de Lima en el Monumental.

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Conversamos con el ídolo albo Rubén Espinoza para rememorar esta verdadera epopeya jamás igualada hasta el día de hoy por el fútbol chileno. Una grata conversación con un referente del Eterno Campeón, con uno de esos gladiadores que nos llevaron a conquistar la “Novia de América”, la cual les pasamos a compartir en las siguientes líneas:

¿Qué recuerdos tienes de aquella pretemporada del 91 en La Leonera?

R: La pretemporada fue muy especial, sobre todo porque había una persona muy especial en el aspecto motivacional como Marcelo Oyarzún, que tuvo un rol muy valioso junto al “Yeyo” Inostroza, pero en especial Marcelo Oyarzún, quien imprimía toda esa capacidad de liderazgo, toda esa capacidad de motivación, porque la verdad de las cosas es que fue una pretemporada dura. Se desarrollaban entrenamientos 3x1, es decir, entrenábamos 3 veces al día en 3 días seguidos y descansábamos 1 día, donde volvíamos a Santiago a compartir con la familia, y después 3 días más y 3 veces al día. Fueron entre 20 y 30 días involucrados en la concentración con trabajos muy intensos, y donde en la parte futbolística teníamos que recorrer muchos kilómetros de trayecto. Íbamos a entrenar a Los Lirios, teníamos que salir de La Leonera y tomar la calle, en ese tiempo no existía ni carretera ni autopista, y eso implicaba mucho tiempo de recorrido, 1 hora para ir a entrenar, pero eso no era impedimento por la alegría y motivación que imprimía toda la gente del cuerpo técnico, entonces fue bien especial, el ambiente fue muy grato, a pesar de que nos sacaban la mugre, terminábamos muertos en esas 3 veces al día de entrenamiento durante 3 días, que nunca bajaron, todo lo contrario. Ahí como que se mentalizó en el mensaje que enviaba Marcelo Oyarzún y el cuerpo técnico de poder obtener el objetivo, que era la Copa Libertadores.

¿Ustedes desde un principio tuvieron en su mente el objetivo de ganar la Copa Libertadores o se fue dando en el camino?

R: CSD Colo Colo siempre tiene el objetivo de salir campeón, la obligación siempre es salir campeón. Todo campeonato en el que participe CSD Colo Colo tiene que salir campeón, la gente te lo pide, el hincha te lo pide. CSD Colo Colo por ser un equipo grande tiene la obligación, por último, de llegar a instancias finales, las puedes ganar o puedes perder, pero tienes que luchar por ese objetivo, y en esa

pretemporada como que se mentalizó, se capitalizó, se posicionó el tema de la Copa Libertadores, pensando también que el año anterior nosotros habíamos tenido un golpe muy duro.

Justamente respecto a ese traspié en el año 1990 frente a Vasco da Gama, ¿Compartes que en el fondo ese golpe fue a la larga el impulso que permitió ganar la Copa Libertadores al año siguiente?

R: Más que haber sido un impulso, aquello del año 1990 fue un fracaso que nos dolió mucho, sobre todo de la forma en que ocurrió frente a Vasco da Gama, en donde muchos pensábamos que ese era el equipo para llegar a instancias mayores, no te quiero decir que íbamos a salir campeones ese año, pero sí creíamos que teníamos plantel para llegar a disputar una final. La frustración fue muy grande, y normalmente de las frustraciones tú tienes que sacar enseñanzas, botar las cosas negativas y sacar las cosas positivas y fortalecerte, y un poco eso fue lo que hicimos, pero fue parte de nuestra enseñanza, fue parte de nuestra madurez, porque fue un golpe muy duro. En lo personal fue muy duro, porque fui la persona que tuvo participación directa en ese tema, de vivir las dos caras de la moneda, en el partido mismo me tocó convertir 2 goles, y en la definición a penales me tocó perder el penal más importante, entonces fue un golpe duro que uno le sacó provecho, y esas enseñanzas se fueron capitalizando en el año 1991.

En aquella oportunidad tras esa eliminación el Estadio Nacional quedó en un silencio absoluto, da la impresión que nunca antes ni nunca después se produjo un silencio similar, ¿Cierto?

R: Lo que pasa es que ese CSD Colo Colo era de gusto transversal, tenía también hinchas de otros clubes (sin mencionar), porque era un CSD Colo Colo bien especial, era un CSD Colo Colo bien apegado a la gente, muy relacionado con la gente, muy participativo con la gente. La gente participaba en los entrenamientos nuestros, y siempre estábamos dispuestos a una fotografía, a un autógrafo, a tener esa cercanía. De hecho, CSD Colo Colo ES UN CLUB SOCIAL, entonces por eso éramos un equipo muy transversal.

¿Cómo recuerdas el desarrollo de la fase grupal?

R: Nosotros ganamos el grupo en el que estábamos junto a Deportes Concepción, Liga de Quito y Barcelona de Guayaquil. Era una época en que en un grupo se juntaba al campeón y al vicecampeón de dos países, en este caso de Chile y Ecuador. En ese tiempo Barcelona de Ecuador era un equipo muy fuerte, su entrenador era Miguel Ángel Brindisi, eran muy potentes. No fue fácil ganar el grupo. Antes se hablaba mucho de que el fútbol de Ecuador era inferior al nuestro, pero en el fútbol las diferencias tú las tienes que marcar dentro de la cancha en el juego y en el resultado, y eso fue lo que hizo CSD Colo Colo, estábamos tan convencidos de lo que estábamos haciendo que se le faltó el respeto a todos los rivales, porque nuestro objetivo era otro, nuestro objetivo no era ganar el grupo, nuestro objetivo era la Copa Libertadores.

La llave de octavos de final frente a Universitario de Lima fue muy complicada, ¿Existía aún ese fantasma del año anterior?

R: Para mí ese fue el partido más difícil, el más complejo, el más complicado, porque todos hablan del partido con Boca, pero el partido con Boca no fue el más complicado, fue friccionado, fue un partido luchado, fue un partido de Copa Libertadores, pero el más difícil futbolísticamente fue el partido con Universitario. Nos empataron faltando 14 minutos y eso implicaba ir a definición por penales, y volvían a aparecer los recuerdos del año anterior, entonces eso lo hizo mucho más complejo y difícil, había una presión extra, pero faltando creo que 6 o 7 minutos le cometen un penal al “Pato” Yañez y pudimos resolver el tema, pero aun así no quedamos exento de riesgos, ya que en el minuto 90 González metió una pelota que Daniel (Morón) sacó milagrosamente de la línea.

Y después vino un rival en el papel mucho más poderoso como Nacional de Montevideo, pero aquí en el Monumental se logró una victoria muy contundente que prácticamente sentenció la serie, ¿Cómo recuerdas esa llave de cuartos de final?

R: En Copa Libertadores normalmente hay que aprovechar la condición de local, y creo que una de las facetas más importantes de CSD Colo Colo ese año fue aprovechar la condición de local, nosotros terminamos invictos jugando de local, y eso es un gran mérito, con un porcentaje creo que de 22 o 23 goles a favor y 5 o 6 en contra creo, no lo recuerdo exactamente, pero fue alto, de local ganamos todos los partidos. Sacamos una diferencia por nuestro rendimiento, yo creo que Nacional tampoco se lo esperaba, fue un partido redondo, perfecto y con una ventaja grande, pero también esa ventaja estaba relacionada al juego con el que marcamos una diferencia. Pero esa diferencia hubo que ir a ratificarla a Uruguay, y nosotros sabíamos que si en 90 minutos pudimos hacer 4 goles allá ellos también podían hacer 4 goles o más en 90 minutos, siempre y cuando nosotros lo permitiéramos, y fue un partido difícil, jugamos en una cancha muy mala, que la mojaron, era un barrial, no estaban las condiciones para jugar fútbol, pero sí eran las condiciones propicias para ellos, porque era un juego de mucha fuerza, muy aguerrido, de juego aéreo, y así sacaron ventaja y ganaron 2x0, pero fue un partido difícil, todos los partidos de Copa Libertadores son muy difíciles.

¿Y cómo recuerdas esa llave de semifinales frente a Boca Juniors con todo lo que pasó también con los incidentes?

R: Nosotros en La Bombonera hicimos un partido correcto, a excepción de los primeros 20 minutos, donde Boca nos marcó de penal, pero en general perfectamente nosotros podríamos haber sacado un empate en Argentina, y esa era la confianza que teníamos para el partido de vuelta, teníamos un buen nivel en casa, estábamos con mucha confianza, nunca dudamos de que podíamos ganarle a Boca, todo lo contrario, era cosa de tiempo, nosotros teníamos esos 90 minutos para marcar diferencias. De hecho, cuando estábamos 2x0 en Santiago y ellos nos convirtieron el 2x1, nunca nosotros nos colocamos nerviosos, al contrario, seguimos en lo nuestro convencidos que realizando nuestro juego obtendríamos el premio del tercer gol, y así sucedió. Lo otro ya es una cuestión extra deportiva que no es

responsabilidad de nosotros, pero el triunfo fue muy importante, porque nos permitió de nuevo meter a CSD Colo Colo en una final de Copa Libertadores.

¿Cómo recuerdas ese partido final de ida en Paraguay donde muchos dicen que con ese 0x0 de visita se ganó la mitad de la copa?

R: La gente se recuerda de ese resultado pero no mucho del trámite del partido, el cual fue complejo, porque tuvimos más o menos 25 a 30 minutos en que nos estuvieron bombardeando centros, y una de las características más fuertes del equipo paraguayo era ese, entonces fue muy difícil mantener nuestro arco en 0, y ahí es donde apareció también una actuación importante de Daniel Morón cortando centros, y ya con el transcurrir del partido fuimos un poco tomando confianza, porque el terreno del Defensores del Chaco era muy malo y no se podía jugar, entonces tuvimos que cambiar nuestra manera de enfrentar el juego, quizás con muchos más pelotazos que con trazos largos, porque la cancha no te daba como para jugar un fútbol atildado, pero lo importante era sacar un resultado, incluso perdiendo por una diferencia mínima hubiese sido importante para nosotros, lo mismo que nos sucedió contra Boca.

¿Y cómo viviste ese partido final decisivo acá en el Monumental aquel 5 de junio de 1991?

R: Mucha gente después de ese empate en Paraguay decía que la copa ya se había ganado, ¡Mentira! La copa se ganó cuando se produjo el pitazo final, porque recién ahí tú marcaste la diferencia en la cancha. Mucha gente se acuerda del 3x0, pero en los primeros 20 minutos Daniel Morón tuvo dos mano a mano con los delanteros paraguayos, ¡Claro!, después se produjo un resultado contundente y nadie se acuerda de esos mano a mano, pero también fueron parte del juego. El campeón del año anterior había sido precisamente Olimpia y ellos entraron en la segunda o tercera fase, entonces no tuvieron que hacer un mayor esfuerzo, el desgaste lo teníamos nosotros, pero eso no fue impedimento, a esa altura jugando de local y con nuestro público, a estadio lleno, creo que era el momento de ratificar el buen rendimiento que habíamos tenido durante toda la Copa Libertadores. Además, en la final nos encontramos con muchos jugadores lesionados, jugadores expulsados, con una alineación atípica, pero el plantel era tan especial, que aun así los que entraron en posiciones diferentes cumplieron y ayudaron a lograr el objetivo.

Tras el pitazo final y la premiación, durante la vuelta olímpica tú fuiste el primero del equipo que acercó la copa a la gente, ¿Cómo recuerdas ese momento?

R: Me acuerdo de eso, sí. Ese momento se debe a la frustración que tenía de que los equipos del atlántico normalmente te decían “La copa se mira pero no se toca”, entonces eso era una frustración y un desafío, que en ese momento le decía a la gente que la tocara, porque en ese momento, en el año 1991 se podía tocar la copa, entonces ya no iba a ser más eso de que no se podía tocar, por esa razón hice participar a la gente, al hincha, para que pudieran tocar la copa y demostrar que desde ese momento sí se podía mirar y tocar.

¿Cuándo iremos a ganar de nuevo la Copa Libertadores? ¿Qué crees que falta para volver a lograr algo así?

R: La Copa Libertadores, como lo ha mostrado el tiempo, no es un tema fácil, es apetecida por todos los equipos, es cosa de ver las inversiones que hace River, Boca, el mismo Flamengo que es el último campeón, ellos contratan a los mejores jugadores, se ha trabajado en el tiempo, lo que es muy difícil ahora hacerlo, por el tema de que los jugadores están un par de meses en los clubes y ya existe el interés a nivel internacional, y eso hace muy difícil también para los técnicos poder armar un plantel que pueda mantener una idea de juego, entonces son muchos argumentos: Las contrataciones, los planteles, el tiempo de trabajo, se pueden juntar muchas cosas. Es parte del análisis que tienen que hacer los clubes para poder luchar con equipos que son poderosos a nivel sudamericano, están los equipos argentinos y brasileños que invierten mucho para poder ganar este campeonato sudamericano y después ir por la Intercontinental, además, este torneo le da una valorización extra a los jugadores y a la institución. Va a pasar mucho tiempo, creo yo que va a pasar mucho tiempo para volver a ganarla, porque para eso hay que invertir, hay que trabajar, porque no hay otra receta: Buenos jugadores, buen plantel para poder luchar en un campeonato internacional en que te encuentras con los mejores. Es muy difícil lograrlo de un año para otro, sobre todo para equipos chilenos, es muy difícil. CSD Colo Colo empezó a trabajar para la Libertadores de 1991 en el año 1986, se demoró 5 a 6 años en lograr el objetivo.

No puedo evitar llevarte a la coyuntura actual de CSD Colo Colo, ¿Tú crees que vamos a salir de este mal momento?

R: Yo pienso y creo que sí se va a salir. Uno no encuentra las palabras para explicar el momento de CSD Colo Colo y donde está hoy, porque a CSD Colo Colo es muy difícil verlo ahí en esa posición, porque CSD Colo Colo no está acostumbrado a eso, entonces es extraño, pero yo creo que la única forma de salir de este momento es aunar criterios todas las partes, colocarse de acuerdo, dejar los intereses personales de lado, y luchar por un mismo objetivo, y ese objetivo es CSD Colo Colo. Hay momentos que CSD Colo Colo ha tenido buenos rendimientos en los partidos y otros en los que ha sido superado, pero no me cabe la menor duda que van a salir adelante, se reforzó y esperamos que los refuerzos puedan estar a la altura de lo que realmente se necesita como club.

Ya mejorando el nivel y saliendo a flote, ¿Alcanzará como para meterse a una copa internacional?

R: Yo prefiero que se vuelva a retomar el tema futbolístico, porque no puedes pensar en lo que está adelante si resulta que está más cerca lo que está atrás, entonces, primero hay que salir de esa posición, volver a retomar las confianzas, volver a retomar el nivel futbolístico, y después pensar en otras cosas. El ir ganando partidos te va a ir dando confianza, te va a permitir escalar en la tabla de posiciones y quizás pensar en otros objetivos, pero el primer objetivo hoy es salir pronto de la posición actual.

Rubén, ya para ir terminando y agradeciéndote por habernos atendido y conversar con nosotros, quisiera llevarte de nuevo al año 1991 y al tema de las cábalas, se dice que el equipo era muy cabalero, ¿Tú tenías también alguna cábala?

R: No, no mucho. Yo soy una persona muy creyente y normalmente rezaba, lo mío era la fe por un tema de familia. Había otros compañeros que tenían sus cábalas, se las respetaba, pero lo mío era la fe, para todo orden de cosas, fe en que el de arriba te pueda ayudar, en que te proteja de las lesiones y ese tipo de cosas, porque lo demás es un tema futbolístico del trabajo que tú puedas realizar, el cómo entrenes es cómo más o menos tú te vas a mostrar en un partido, como tú entrenas es como juegas. Pero muchos jugadores tenían sus cábalas y eso se respetaba.

Rubén, muchas gracias por tu tiempo que has dedicado para conversar con nosotros.

R: Al contrario, muchas gracias a ustedes y un gran abrazo a todos los amigos de la Filial Maipú.

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