MARTES, 8 DE JULIO, 2014
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LA SOCIEDAD DE LA MASCARILLA
Amor a presión José Daniel Espejo
S
Seguro que han oído alguna vez la frase «en este país lo que hay que hacer es trabajar más y dejarse de historias». Se le suele añadir la coletilla «tenemos que competir con los chinos». A continuación aparten la cara, porque estas cosas se rematan con un aromático regüeldo. Pero, ¿tiene esto pies o cabeza? Es obvio que cualquier colectivo humano, por ejemplo un país, debe trabajar para sobrevivir y desarrollarse. ¿Y ya no tiene que hacer nada más? Bueno, pues dice Perogrullo que sí. Que tiene que hacer otras cosas también. Reproducirse. Criar a los pequeños. Cuidar a los ancianos y a los enfermos. Realizarse y
Miguel Mesa del Castillo ARQUITECTO
Murcia, 1965 «Vivo con tres personas adorables en Murcia, en un apartamento precioso rodeado de parques. Desde hace más de veinte años me dedico a la Arquitectura, soy muy afortunado porque siempre he trabajado en lo que más me gusta. La Arquitectura no son sólo los edificios fetiche, como el Arte no es sólo lo que se pone en las rotondas».
Lujos privados Texto Nieves B. Jiménez Foto Miguel de Guzmán
Cómo, cuándo, dónde
La resistencia «Estudié Arquitectura en la Universidad Politécnica de Madrid y, al terminar, me fui a vivir diez años a Roma donde hice todo tipo de trabajos relacionados con mis estudios: becado en la Sapienza, contando metros cuadrados de travertino en el Palacio de la Cancillería, colaborando en varios estudios y montando un despacho con amigos. De vuelta a Murcia he sido arquitecto asociado en el estudio Adhoc y ahora trabajo ocasionalmente por mi cuenta. Las aulas me apasionan, me dedico casi exclusivamente a la investigación y a la docencia en la Universidad de Alicante, en el área de Proyectos Arquitectónicos, un espacio de conocimiento extraordinario donde he tenido la inmensa suerte de ir a parar después de dar tantas vueltas. Allí, con el apoyo de un equipo de compañeros increíbles, hice mi tesis de doctorado sobre arquitectura y resistencia. Mi proyecto más reciente ha sido Olla Gitana, para la Sala Verónicas. En mayo pasado colaboré en la realización de la Fan Riots Polivagina para el festival SOS .».
2014 AÑO INTERNACIONAL DE LA AGRICULTURA FAMILIAR Más información: http://www.fao.org/
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disfrutar de la vida. Y preocuparse por los que tienen menos suerte. César Rendueles, en su imprescindible Sociofobia (Capitán Swing, ), basa su boceto de proyecto de izquierda en la transición de la sociedad de mercado a la sociedad de cuidado. Una donde las personas no son ángeles autosuficientes provistas de tarjeta de crédito. Una donde todos necesitamos y entregamos ayuda, apoyo y seguridad. Si quieren comprobar en qué dirección estamos avanzando, piensen en el famoso pleno de Toledo donde se iba a hablar de menores enfermos de cáncer. O en esos niños a quienes el comedor escolar de verano
estigmatizaría. O en esa supuesta insostenibilidad de la tercera edad a que se refería Christine Lagarde. O en el desahucio de una familia con un bebé de veinte días. Y es que dice Perogrullo que las políticas que nos están infligiendo exigen tragar una cantidad inmensa de sapos. Uno por cada abuso como los que acabo de mencionar. Muchos, muchos sapos. Y claro, es lo que tienen los sapos. Que repiten. Suelo apartar la cara cuando hablan los que mandan. También estoy pensando en pasarme a la mascarilla. ¿Sí o qué?
«Agradezco mi educación, pero me gustaría deshacerme de ella» Siendo genéticamente exactos sólo tengo el de código murciano. Mi padre era alpujarreño y mi madre es murciana, hija de murciano y cántabra. Reclamo el orgullo periférico, nuestra condición de territorio lateral y nuestro acento de sierra mecánica. El acento es algo que no me preocupa nada, a veces me parece que habría que defenderlo más, me esfuerzo en mantenerlo sin convertirlo en chascarrillo. Me siento muy a gusto en Murcia pero mis últimos años los he vivido repartiendo diez de ellos en Madrid, diez en Roma y ocho en Murcia. Es un triángulo con el que me identifico territorialmente. Vuelvo mucho a Madrid, a Roma menos de lo que me gustaría, aunque cada vez que regreso es como estar en casa. Roma es una ciudad maravillosa que soporta el lastre de su belleza y de su historia. El retrato de Paolo Sorrentino en La grande bellezza me parece muy acertado: una ciudad bellísima que oculta una realidad llena de falsedad, de cobardía y de superficialidad pero al mismo tiempo un lugar lleno de magia y de posibilidades. Disfruto con mi trabajo. Por eso no diferencio entre días laborables y festivos, pero como casi todo el mundo que no vive solo, reservo esos días para estar en casa y dedicarnos un poco de tiempo unos a otros. Aprovecho para leer todo lo que puedo. Los desfiles de moda me parecen algo fascinante. Me interesan las construcciones del cuerpo y sus respuestas sociales (polémicas como las formas de los patrones, las tallas, las disfunciones alimentarias, el género…). Me gustan Martin Margiela, Alexander McQueen y John Galliano (aunque me repugnen sus proclamas racistas cuando está colocado). Moda y Arquitectura plantean debates parecidos: la manera de relacionarnos, de comunicación, de construir una imagen pública. Me encanta discutir, pero no soporto ninguna clase de violencia, ni siquiera la dialéctica. Estaría bien revisar unos acuerdos mínimos para poder discutir y reclamar la cortesía, el debate amable y la conversación dialógica como forma política. El buen gusto me parece un concepto de naftalina, como de teoría estética decimonónica que acarrea una montaña de prejuicios, Un instrumento de dominación que
impulsa segregaciones y jerarquías sociales. El buen gusto es algo que está regulado y establecido por las clases culturalmente hegemónicas y, por tanto, forma parte de las estructuras de poder que mantienen a la sociedad estructurada entre ricos y pobres, cultos e incultos, garrulos y gente bien, etc. Me interesa mucho más lo ordinario, o mejor dicho ‘la ordinariez’, porque es una herramienta con un enorme poder de desarticulación de lo que está normalizado. Cuando aparece de manera inesperada y molesta está muy cerca de la mala educación. Yo agradezco mucho mi educación pero muchas veces me gustaría poder deshacerme de ella. La Arquitectura es una pasión, pero no me acuerdo de por qué se me ocurrió estudiar Arquitectura. En mi familia son casi todos médicos, aunque uno de mis tíos es arquitecto y me ayudó mucho a empezar en esto. ¿Mis arquitectos favoritos? Cedric Price, Lina Bo Bardi, Chip Lord y Rem Koolhaas, pero también se aprende mucho de la arquitectura que no tiene autor, he visto casas okupas maravillosas por las que no ha
pasado ningún arquitecto titulado. La arquitectura forma parte de asociaciones de muchas más cosas, como las comunidades de afectos o los modos de resistencia cotidianos; las relaciones sociales se configuran gracias, y en parte, a la asistencia de tecnologías como la arquitectura que las hacen posibles. Esto era Olla Gitana, una arquitectura de comunidad que estaba construida con instrumentos poco habituales en las cajas de herramientas de los arquitectos, como la comida o el arte de la conversación, pero también con madera, hierro y cables de acero. Un lujo: tener tiempo para leer. Tengo devoción por los libros y creo que ser lector es un trabajo muy serio. Ni siquiera sabría elegir mis escritores favoritos, a voleo: VilaMatas, Bolaño, Philip K. Dick, Foster Wallace, Houellebecq, Gombrowicz, Pasolini... Yo no sé salir de una librería sin comprar nada, es un poco patológico. En Murcia, además, hay una escena literaria increíblemente buena y muy activa. Menos algunos cantautores cargantes me gusta casi todo tipo de música, pero diría que la electrónica actual Post Dubstep, Future Garage, IDM, Deep House, etc. es lo que más me apetece oír últimamente. Me quedaría con Kieran Hebden y con Burial, aunque no tengo ningún problema si se trata de escuchar guitarras y baterías, soy fan incondicional de Yo la Tengo y Nick Cave. No utilizo un perfume en especial. De vez en cuando una persona que me quiere mucho me regala y lo utilizo hasta que se acaba. Luego sigo con la de los niños, me recuerda olores familiares y antiguos. La política me apasiona, pero quizás por eso me parece tan insoportable la vida política española (y la europea). Creo que la emergencia de propuestas como Podemo, PartidoX o Guanyem Barcelona pueden abrir la puerta a otras formas de entender la política y a otra manera de ser ciudadanos. Curiosidad. Entre los materiales descartados de La Grande Bellezza distribuidos en YouTube hay una falsa entrevista a un viejo director de cine un poco cebolleta que acaba dando un consejo: «Tened respeto por vuestra curiosidad», y explica que el abandono de nuestra curiosidad es una tragedia provocada por la pereza y el conformismo. Igual es esta la clave.