Llanura amorosa, diosa del misterio, concubina del silencio, el sol te baña en luz cuando amanece el día y en la hora del crepúsculo deposita su amoroso ósculo de colores en el verde esmeralda de tus sabanas, para confundirse en la quietud augusta de la noche, vigilada desde el infinito, por la luna de la esperanza celosa.
Fragmento del poema “Amanecer llanero” Getulio Vargas Barón, escritor y político