LOS HABITANTES DE LAS TIERRAS ALTAS Existen varias teorías sobre el origen del nombre «Macedonia», pero nos basta con la hipótesis que, basada en el término griego que significaría "habitantes de las tierras altas" en referencia a las makednós, sugiere las altas montañas de la zona. Así es: el 80% del país es
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montañoso, y además con una diversidad natural muy bien preservada y protegida, lo que la convierte en una zona emergente para el turismo de aventura, gracias a un puñado de agencias como Macedonia Experience, que tratan de abrir al país a otro tipo de turismo enfocado al deporte en la naturaleza. Para bien y para mal, el turismo no está muy desarrollado en el país, por lo que algunas actividades se realizan en ambientes salvajes en los que no hay asistencia. “Cuando estás en la montaña con clientes sabes que, si pasa algo, estás bajo tu propio riesgo y responsabilidad”, me dice Danko mientras cenamos en un agradable restaurante de Skopje, la capital, la noche antes de comenzar nuestro periplo. “Pero, ¿no es eso la aventura?”, le contesto.
EL MACHU PICHU DE MACEDONIA Los Balcanes son un crisol de culturas y religiones. En una furgoneta cargada hasta los topes nos ponemos de camino al cañón Matka, uno de los grandes atractivos turísticos del país, ya que está a tan sólo 15 kilómetros de Skopje. Aunque me sorprende ver minaretes en prácticamente cada pueblo que atravesamos, pronto me doy cuenta de que responden a la realidad de un
OUTDOOR EN MACEDONIA
EL CORAZÓN DE LOS
BALCANES
Hay lugares en el mapamundi que son como puntos negros en nuestra mente. Países, regiones o zonas que, por distintos motivos, nunca han atrapado nuestra atención como para dedicarle un poco de tiempo a investigar qué hay detrás de esas líneas en el mapa. Ese era mi caso con Macedonia, un país en el corazón de los Balcanes con inmensas posibilidades para el turismo de aventura. ¿Me acompañáis? bTexto y fotos: Fco. Javier Gonzálezc país con una religión mayoritaria de cristianos ortodoxos, pero con un 30% de musulmanes, herencia de la siglos de dominación turca. Un pequeño sendero nos ha de guiar hasta el Monasterio de San Nicolás, donde se encuentra la que es probablemente la escuela de escalada más famosa del país. Atravesamos el río Treska por un pequeño puente antes de comenzar la corta pero dura caminata, con los árboles brillando intensamente con la luz de la mañana. Flores y pájaros. Humedad y sudor. El camino parece enriscarse, y a cada paso se descubren afiladas rocas y bosques frondosos a nuestro alrededor. En algunos puntos panorámicos observamos paredes con escaladores, así como el pequeño monasterio que sirve de faro a nuestro destino. "La escalada está creciendo poco a poco en Macedonia, pero aún nos quedan zonas por descubrir", me comenta Metodi Chilimanov, el segundo guía que se ha unido al grupo, y que nos pide que le llamemos "Meto". En el idílico emplazamiento del monasterio, al que se conoce como el pequeño Machu Pichu de Macedonia, hay varias tiendas de campaña, familias con niños, perros y varios grupos de escaladores revisando su
material. Nuestra llegada coincide con una concentración de escalada en la que reina un ambiente agradable y distendido. Es el lugar perfecto para ello. ¿Listos para escalar? Ver a un grupo de niños me anima. Reflejan la mejor forma de afrontar cualquier actividad ¡jugando! Hay alrededor de 80 vías, tanto de tradicional como deportiva, con grados desde el III hasta el VIII+. La pared más famosa y donde se concentran la mayoría de las vías largas –generalmente de cuatro largos- se eleva con 150 m de roca caliza desde el lago artificial del río Treska en su punto más bajo. “Para nosotros es un lugar muy especial, porque es donde la mayoría dimos nuestros primeros pasos en la escalada”, me dice Meto mientras me asegura al arnés. Hacemos una vía de grado V-, que para mi modesto nivel de escalada es suficiente para recuperar las buenas –y malas- sensaciones: usar las piernas, tomárselo con calma, saber descansar, mirar bien antes de moverse, confiar en los gatos y por supuesto disfrutar de cada pequeño logro, cada pequeño miedo superado. En definitiva: el gratificante ejercicio físico y mental de superar desafíos. “Spanish siesta” me dice sonriendo un escalador local
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as montañas son nuestro mar”, me dice Slobodan Hadzi-Iliev, al que llaman Danko, y que será el guía de montaña de la agencia Macedonia Experience que me acompañará durante cinco días en un viaje multideporte por su país. Efectivamente, Macedonia es un país sin litoral, que limita al norte con Serbia y Kosovo, al sur con Grecia, al este con Bulgaria y al oeste con Albania. Para muchos un punto negro en el mapa, como mucho unido a la amalgama de países balcánicos que asociamos a la trágica guerra que fracturó la antigua Yugoslavia en varios estados. Pero, como escucharía varias veces en el viaje, “la naturaleza no entiende de fronteras”, y cordilleras, ríos, montañas, cañones y lagos siguen conectando todos los países de los Balcanes.
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al verme desperezarme. Sí, la agradable temperatura y el relajante paisaje me han hecho sucumbir a la tentación de tumbarme en la hierba a ver las nubes pasar. Nos ponemos en marcha por un camino que serpentea de bajada entre densa vegetación y numerosos insectos. Una avalancha de árboles desciende frente a nosotros y atrapa mi mirada hasta que en la gran pared veo una cordada que progresa por la vía Otmar (IV+), llamada así en honor del escalador Otmar Hudomalj, que en 1957 murió en el intento de abrir la pared junto con Dragan Trajkovski, quuien tres años más tarde logró y bautizó la vía en su honor. Sin duda es una buena introducción a las posibilidades de la pared, así como otras vías como “Matka – leva varijanta” (V) o “Cigo” (V), u otras ya más complicadas como “Veteranski” (VI-), “Fangova” (VI+) o “Panceva” (VI+) por citar unas cuantas. La pronunciada bajada me hace sentir las rodillas, y agradezco cada sombra que me protege hasta que llegamos al lago formado por la primera presa construida en el país, en 1938, hasta donde nos viene a buscar una pintoresca barca para cambiarnos de orilla hasta la zona recreativa. Toca ponerse los chalecos… ¡y a palear!
naturaleza
la no entiende , de fronteras: montañas, y lagos de los conectando los
ríos cañones siguen países Balcanes
VACACIONES EN CAMBOYA Hay paisajes que confunden. Que no se corresponden con el mapa mental del lugar en el que estás. Y mientras paleo en kayak por las quietas aguas del cañón Matka, rodeado de escarpadas paredes desbordadas de árboles y vegetación, me oigo a mí mismo canturreando un viejo himno punk titulado “Holidays in Cambodia”. Sólo los barcos que transportan turistas a la cueva rompen el silvestre encanto de las vistas, así como las tranquilas aguas por las que nos deslizamos. En apenas 50 minutos llegamos hasta la entrada de la cueva Vrelo, una de las más famosas y visitadas de Macedonia. Localizada en la orilla izquierda del río Treska, la Cueva figuró en la lista de las 77 propuestas de las 7 nuevas maravillas de la naturaleza. Destaca por tener dos lagos subterráneos, así como por la cantidad de estalactitas, sobre todo por la de imponente tamaño a la que se conoce como el “Cono de Pino”. Aunque la exacta profundidad de la cueva es desconocida, se especula que podría ser una de las más profundas de Europa y del mundo. Volvemos a las piraguas antes de que el frío haga mella en nuestros cuerpos mojados de agua y sudor. El cielo amenaza tormenta, por lo que nos planteamos palear de vuelta buen ritmo y sin paradas. Agotados, llegamos al bar justo antes de que comience a llover. La sabrosa comida en un pequeño restaurante local nos reconforta con el esfuerzo de la larga jornada: ensalada de pepinos, queso de cabra, rollos de carne rellenos, champiñones a la plancha y cerveza tradicional. La sorpresa entre los comensales es mayúscula cuando un grupo de ocho gitanos ataviados con trajes negros e instrumentos de viento de todo tipo irrumpen estruendosamente en el comedor. Que suene la música. Que corra el alcohol. Bienvenidos a los Balcanes.
“A las dos de la tarde, todo el mundo se tiene que dar la vuelta”. Nos dice Danko al bajarnos de la furgoneta. Estamos en el pequeño pueblo de Staro Celo, en las faldas de los Montes Šar, una cadena de montañas situada en el noroeste de Macedonia, en la frontera sur de Kosovo, listos para caminar hasta la cima de uno de sus picos más representativos: el Ljuboten, de 2.498 m. El camino es una sección del gran itinerario de trekking “Vía Dinarica” que atraviesa los Balcanes de norte a sur. Asisto a escenas de vida rural en las calles, prados y granjas del pueblo. Vida tranquila y pausada. Una anciana desdentada me grita y, aunque no entiendo lo que me dice, percibo que está de mal humor. Un jeep con motivos cinegéticos llega para acercarnos al punto de partida de la caminata, ahorrándonos unas cuantas horas de marcha ascendiendo a través de densos bosques en los que es fácil imaginarse abundante caza. Comienza a granizar y me entran dudas sobre la conveniencia de hacer el trekking. Aun así nos vestimos y nos lanzamos a por ello, con el grupo con una hora de ventaja por delante de nosotros, por lo que hay que meterle caña. Curiosamente los bosques mantienen colores otoñales, en contraste con las verdes praderas que pisamos y las blancas montañas a las que nos dirigimos. Partimos de 1.500 m. Calculamos 4 horas y media de subida, y quizás un poco menos de bajada. Como
Atardecer en Ohrid, una de las ciudades más visitadas de Macedonia. El turismo activo está poco abriéndose paso en el país, que cuenta con dos grandes ventajas: está muy poco masificado, y los precios son bastante económicos.
siempre, en los 100 primeros metros de ascensión me entran dudas sobre mi estado físico. Paso a paso alcanzamos a los rezagados del grupo, lo que me hace recuperar la confianza en las posibilidades de cima. Meto me acompaña un buen trecho comentándome animado las posibilidades de esquí de montaña y freeride de la zona, alejadas de las masificadas y domesticadas grandes rutas de los Alpes. Los postes blancos y rojos sustituyen las pintadas en las piedras, y sirven de punto de referencia para marcarse pequeños retos que nos animan a seguir progresando. Un cúmulo de amenazadoras nubes de tormenta se retiran, no sin antes asustarnos con varios truenos, y el tiempo extremadamente cambiante nos recuerda el significado de la primavera en la montaña. Ya solo, progreso por nieve hasta cruzarme con un grupo. Sus simpáticos saludos me motivan para el arreón final, aunque dudo cuando uno de los miembros más jóvenes del grupo me comenta el clásico “sólo te quedan 10 minutos para la cima”. Luego sabría que uno de ellos era Zdravko Dejanovic, el único macedonio que ha conquistado tres ochomiles: el K2, Annapurna y Everest. Afirmaba el escritor francés A. de Saint-Exupéry que “el paisaje emerge en el esfuerzo de aquel que recorre sus caminos”. Cada vez hay menos visibilidad, pero mi cabeza ya sólo piensa en la cumbre, aunque cuando me cruzo con el resto de mi grupo que desciende de la cima dudo sobre si continuar a solas en un terreno que
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LOS MONTES ŠAR
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cocina macedónica combina características balcánicas, mediterRáneas y orientales
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LA SALSA SECRETA DE LOS BALCANES “El Rakia es nuestra agua sagrada”, me dice el dueño del albergue Vila Ljuboten mientras me ofrece un generoso chupito del licor similar al brandy que es muy popular en los Balcanes, y en Macedonia casi se podría decir que bebida nacional. El albergue cuenta con varias habitaciones y servicio de restaurante, en el que estamos a punto de degustar algunas de las especialidades locales: Tavche Gravche, judías blancas al horno con verduras y especias; Ajvar, una crema untable de pimientos, tomate, huevo y especias; Tarator, una ensalada líquida hecha con pepino, yogur y ajo; o Burek, un pastel de hojaldre con queso. Lo cierto es que la cocina macedónica refleja el cruce de caminos y culturas del país, ya que combina las características de la balcánica y la mediterránea, a las que añade un toque turco. Si además, los ingredientes son de los huertos del albergue, y se han cocinado a fuego lento, os podéis imaginar el resultado, ¿verdad? En la ciudad de Tetovo merece la pena parar para ver la mezquita Aladzha, conocida popularmente como la Mezquita Pintada, porque sus muros exteriores están inusualmente decorados con pinturas. Fue fundada
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se complica por momentos, en una cresta de terreno mixto que poco a poco se estrecha y en algún punto parece demasiado resbaladiza para hacerse sin crampones. Con cuidado me lanzo a por los últimos metros y finalmente hago cumbre, aunque las nubes no me permiten admirar el paisaje, con Kosovo extendiéndose al norte de estas montañas. Estoy feliz de haber resistido las tentaciones de renuncia. Toca descender con extrema precaución. No estoy acostumbrado del todo a descender pisando nieve sin una tabla bajo mis pies… A los pocos metros me cruzo con Meto, que lo primero que hace es felicitarme de forma sincera y efusiva por la cima. Son las 13:45, quince minutos antes del tiempo límite de cima que me había impuesto Dank. Le pido perdón por haberme alejado solo. Vuelve a granizar. El abanico meteorológico está completo: en un día ha hecho sol y calor, viento, truenos, lluvia, niebla, frío y granizo. Pero a medida que descendemos el tiempo vuelve a mejorar y sólo 20 minutos después miró atrás hacia la cima ¡y está despejada! Poco a poco la pradera le va ganando terreno a la nieve. Flores moradas y amarillas colorean los pastos en los que resisten algunos neveros y brotan pequeños arroyos. La bajada es larga y exigente, pero las bonitas vistas al valle ayudan. Meto me señala Skopje a lo lejos, y me cuenta que estoy pisando una de las montañas nevadas que veía hace unos días desde la terraza del hotel y que anhelaba alcanzar. Ljuboten, de hecho, es la montaña que aparece en el escudo de la capital. Al otro lado del valle una cascada de montaña pone banda sonora a un silencio sólo interrumpido por los pájaros, y ya únicamente la lluvia que nos sorprende en los últimos metros se interpone en el camino al a albergue.
en la orilla derecha del río Pena o río Shkumbim en 1459, y conocida entre los residentes de Tetovo como la Mezquita del Pachá. Curiosamente, en el patio trasero hay una forma octogonal en homenaje a Hurshida y Mensure, las dos mujeres que proveyeron el dinero para su construcción. Continuamos camino hasta el Parque Nacional de Mavrovo, donde haremos noche en el pequeño pueblo de Jance. Al anochecer el muecín realiza la llamada a la oración desde el minarete de la mezquita para convocar a los creyentes, que consigue ensimismarme en un dulce momento contemplativo. Esta noche cenamos y nos alojamos en el Hotel Tutto, con modernas habitaciones y apartamentos, y cuyo dueño es el fundador de “Slowfood Macedonia” además de gran experto en setas, como bien pudimos comprobar. Al amanecer nos vemos rodeados de cumbres con escarpadas paredes con potencial para la escalada en roca. Un caudaloso río recorre el valle, y en lo alto un sendero que conduce hasta el pueblo de Galicknic coquetea con los neveros de las montañas. Es zona de jabalís y osos. “El corazón del Parque Nacional” me dice Danko, “donde está la montaña más alta de Macedonia, el Korab con 2.764 m, que también forma parte de las Montañas Sar".
URSUS SPELEOS Naturaleza, cultura, patrimonio y gastronomía. Macedonia es un pequeño tesoro por descubrir, que además figura entre los países con gente más amigable del mundo. Confirmado.
Los guías son probablemente una de las partes más importante para una experiencia satisfactoria en un viaje de aventura. Llegamos al pequeño pueblo de Slatina, aunque medio abandonado, un grupo de jóvenes
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habitantes los murciélagos… ¡los auténticos locals! La otra opción es la cueva Puralo, para muchos visitantes y espeleólogos experimentados la más bonita (de las que se conocen) en Macedonia. Después de descender un canal de 12 m se llega a un gran hall con variedad de espeleotemas, así como a un río subterráneo. Eso sí, para esta cueva hace falta equipo de progresión vertical además del básico. Antes de partir, un vecino del pueblo nos vende miel de sus colmenas.
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MTB MARIOVO Los guías. Probablemente una de las partes más importantes de un viaje de aventura. Aquí tenéis a Meto, un apasionado del esquí de travesía y freeride enamorado de sus montañas, que no se separó de su sonrisa en todo el viaje. Nos vemos el próximo invierno amigo.
amantes de la espeleología no han dudado en abrir una agencia de turismo activo en la que ofrecen distintos paquetes de espeleo combinada con otras actividades. Es bonito percibir la ilusión de gente joven iniciando un negocio en una zona en decadencia. Precisamente, la agencia Macedonia Experience trata de trabajar con gente local lo suficientemente abierta a un tipo de turismo al que no están acostumbrados en el país. Aleksandar Stojanoski es nuestro espeleólogo guía, y no duda en atender todas y cada una de nuestras dudas con una paciencia infinita. Nos ponemos los trajes, ajustamos los cascos, encendemos los frontales. ¡Listos para explorar! Excitados ante la experiencia, nos introducimos en la cueva Gorna Sltinska. La cueva es perfecta para un primer contacto con los mundos subterráneos. De 400 metros de largo, transcurre por un estrecho pasadizo que da acceso a algunas galerías, con alguna trepada, algún gateo e incluso algún paso con cuerda, pero que se puede hacer de forma tranquila por un novato, y es perfecta para disfrutar de la experiencia y admirar las clásicas espeleotemas (estalactitas, estalagmitas, columnas) así como sus
“Viajar en coche es como ver una bonita película. Hacerlo en bici es como vivirla”. Mario es el joven guía que nos va a acompañar a pedalear por la región de Mariovo, al sur del país. Compagina su pasión por el deporte al aire libre con su trabajo en la Academia de las Artes y las Ciencias de Skopje. Al sur del país, Mariovo es una de las regiones más interesantes de Macedonia para las actividades de aventura. No en vano todos los meses de mayo se celebra allí el Mariovo Outdoor Festival, que durante varios días congrega a amantes del deporte al aire libre para disfrutar de varias rutas y propuestas de distintos deportes: Boulder, trekking, mtb, trail running, pesca, cañones, rafting… En los años 70, Mariovo era la región de Macedonia con más nacimientos. Hoy en día es la región más despoblada, con una media de 50 habitantes por pueblo. Precisamente, esa es la clave de que la naturaleza esté tan bien preservada. Tras el último desvío el paisaje cambia radicalmente respecto a otras zonas del país: aunque el verde sigue predominando y se sigue viendo nieve en las montañas del horizonte, desaparecen los árboles y los bosques, y se sustituyen por bloques de piedra que hacen pensar en las posibilidades de escalada en bloque de la zona. La arquitectura de los pueblos también cambia, con casas de piedra de diseño más homogéneo.
millón de macedonios, ya que además lucharon en ambos frentes. Llegamos al pueblo de Zovik, aislado, quieto, solitario. En su único bar me dan la bienvenida con un buen chupito de rakia. Antes de comer visitamos el famoso puente de piedra que cruza el río Gradeska. A la vuelta una pareja de ancianos sale de su casa y se acerca a saludarme. Hablamos con gestos. Nos sonreímos. Ella sólo ha salido una vez en su vida del pueblo, me dice mi guía. Comparto una Skopsko con él. Brindamos. Nazdravie!
CON QUIÉN
Cómo llegar
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GESTOS, COMPARTIMOS UNA SKOPSKO. BRINDAMOS. NAZDRAVIE! HABLAMOS CON
La pedalada comienza de la mejor forma posible para un inexperto: sobre asfalto y cuesta abajo. Como siempre que monto en bici me pregunto: ¿por qué no lo haré más a menudo? El viento fresco en la cara atenúa el calor, y el placer del descenso y el paisaje me hacen gritar de gozo. Pronto el firme cambia a grava, y tras unas cuantas curvas cerradas llegamos al puente que cruza el río Cerna, el río Negro, que divide la región en dos partes. Es el comienzo de un ascenso mantenido que en los primeros metros me hará suspirar, sudar y acabar por pasarlo realmente mal. ¡Ahora sé por qué no monto tanto en bici! En las bajadas aprendo a cerrar la boca para evitar que las numerosas bestias voladoras entren en la boca. En un momento de la subida mis piernas no dan más de sí y me tengo que bajar de la bici: el cansancio acumulado me ha hecho insoportable el último repecho, o quizás porque utilizo músculos que no están acostumbrados a ejercitarse con intensidad. Además, en el clásico error de novatos me doy cuenta de que cambio demasiadas veces de marchas, hasta que aprendo que es mejor mantenerse en una horquilla de tres cambios. Eso sí, ahora concibo la bicicleta de montaña en dos modalidades muy claras: subida, y bajada. Quizás por eso cada vez valoro más los tramos llanos que progresivamente vamos recorriendo, en los que además puedo levantar el culo del asiento que me parece estar hecho de hormigón armado. Rodeados de montañas de más de dos mil metros, hay restos de la cultura eslava y pagana, ya que estuvo libre del control feudal en el medievo. Además fue zona de frente durante la Primera Guerra Mundial, y todavía se pueden encontrar trincheras en incluso piezas de artillería por la zona. No cuesta imaginarse las batallas en la zona en la que murieron más de un
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fffGUÍAZPRÁCTICAfff Macedonia Experience es una agencia de viajes especialista en deportes al aire libre en distintas zonas de Macedonia. Además de viajes enfocados la práctica de un solo deporte como la bicicleta de montaña, la escalada, el trekking, el kayak, los paseos a caballo o el esquí de travesía, también tiene paquetes multi-deporte y culturales, fotográficos o incluso gastronómicos. Con opciones de viaje desde un día hasta dos semanas, en todos ellos prima el contacto con la cultura local, con especial atención a los alojamientos y gastronomía más auténticos del país. +38975243944 info@macedoniaexperience.com
La compañía Turquish Airlines conecta los principales aeropuertos españoles con Skopje vía Estambul. turkishairlines.com La compañía Wizz Air conecta Barcelona con Skopje sin escalas. wizzair.com
ADVENTURE NEXT BALKANS
Liderado por la Adventure Travel Trade Association (ATTA), la ciudad de Ohrid acogió el pasado mes de mayo el Congreso AdventureNEXT Balkans, en el que 300 representantes del sector de Turismo de aventura (agencias, tour-operadores, guías, empresas de transporte y alojamientos, oficinas de turismo y de desarrollo y medios de comunicación) compartieron conferencias y reuniones y buscaron nuevos caminos para estimular el turismo responsable en los Balcanes. ¡Revista Oxígeno presente! adventuretravelnews.com
macedoniaexperience.com Entre otras muchas opciones de paquetes de viaje, Go Macedonia es la agencia que oferta la posibilidad de disfrutar de la bicicleta de montaña en la región de Mariovo. +38923071265 contact@gomacedonia.com gomacedonia.com
Entra en revistaoxigeno.es para ver un vídeo con las imágenes que trajimos de vuelta de nuestro periplo en Macedonia.