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Imágenes en cerámica
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Las representaciones más comunes y mejor conocidas de la Deidad Principal Lambayeque se encuentran en la cerámica. Su rostro a menudo ha sido descrito como una máscara297 con las cuatro características mencionadas líneas arriba. De hecho, en la mayoría de representaciones en cerámica sólo aparece el rostro de la deidad. En raras ocasiones, los ceramistas lambayeque modelaron un animal con el rostro de la deidad (fig. 8), o moldearon una figura completa parada o sentada (figs. 5, 6 y pág. 11 O). Cuando sólo se representa el rostro de la deidad, éste aparece en el gollete de una vasiLa con base pedestal y un asa. Aunque algunas vasijas exhiben una coloración rofiza a causa de su cocción por oxidación, generalmente se trata de vasijas negras y bruñidas. Este tipo de vasija ha recibido una variedad de nombres, pero la denominación más conocida es la de "huaco rey\ 98. ¿Qué es lo que hace que las representaciones de la deidad en la cerámica sean únicas? Primero, exhiben una serie de líneas incisas que salen de los ojos. Tales
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Fig. 6. Botella escultórica representando a la Deidad Principal Lambayeque de pie sobre un edificio. Museo Arqueológico Brüning, Lambayeque.
Fig. 7. Botella escultórica y pictórica. Nótese las cabezas del Dragón o Felino Lambayeque que flanquean al rostro de la divinidad. Museo Nacional de Arqueología, Antropología e Historia, Lima.
Fig. 8. Botella escultórica que representa a un personaje zoomorfo con el rostro de la Deidad Principal Lambayeque. Museo Arqueológico Brüning, Lambayeque.
Fig. 9. Pieza escultórica que representa el rostro del Dragón o Felino Lambayeque. Museo Arqueológico Brüning, Lambayeque. líneas a menudo se conocen como "lágrimas" o "lacrimales" y también aparecen en las imágenes de las deidades huari y tiahuanaco. En la iconografía lambayeque estas "lágrimas" son tan complejas y esti I izadas que constituyen una ·verdadera decoración facial. Zeval los299 ha registrado más de cincuenta variedades de estas marcas. Su estudio ha m9strado que las líneas, que podrían representar pintura facial o tatuajes, brotan de los ojos, recorren las mejillas y frecuentemente se proyectan hacia las orejas y debajo de la boca, poco antes del mentón (figs. 3, 5 y pág. 11 O).
Las orejas puntiagudas se cuentan entre los rasgos más recurrentes en el rostro de la deidad cuando la imagen de ésta adorna una vasija de cerámica. Como ya se ha mencionado, el ángulo de las orejas y el hecho que sean puntiagudas sugiere que se trata de orejas de felino. Esto sería coherente con los ojos en forma de coma que también se habrían derivado de un modelo felínico300. Sea cual fuere la inspiración, es claro que los observadores percibieron las representaciones en cerámica como manifestaciones de entes sobrenaturales.
Las orejas de la deidad generalmente exhiben decoración. Esta decoración, que ha sido hallada sólo en piezas de cerámica, consta de una borla de dos a tres partes que pende sobre los hombros de la vasija. La borla pudo tener diferentes significados simbólicos. Pudo tratarse de una metáfora de las olas, lo que sugiere una fuerte asociación con el mar. En la mayoría de casos, el rostro de la deidad se encuentra incorporado en el gollete de las vasijas (fig. 7). Cuando esto sucede la deidad exhibe una vincha y no el típico tocado semilunar que caracteriza a los personajes con carácter sagrado. La Deidad Principal Lambayeque frecuentemente es acompañada por adornos pequeños debidamente aplicados. Estas decoraciones tridimensionales pudieron ser modeladas y añadidas a las vasijas, o pudieron ser parte original del mismo molde que dio origen a las piezas. El adorno más usual es el que aparece a cada lado del rostro de la deidad. Se trata de la cabeza de un felino mítico de hocico cuadrado, la boca abierta, una larga lengua saliente y unas orejas inclinadas hacia delante (figs. 7, 8, 9). Se ha sostenido que esta representación sería un "dragón", pero Shimada sostiene, y yo estoy de acuerdo con él, que la cabeza
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Fig. 10. Vasos de metal tipo qero. Colección Jan Mitchell, Museo Metropolitano, Nueva York.
T Fig. 11. Cuchillo tumi. Nótese el tocado semilunar y las "alas" de la Deidad Principal. Museo Nacional de Arqueología Antropología e Historia, Lima.
recuerda al "Animal Lunar" mochica con el que comparte las mismas características301. Aunque la Deidad Principal Lambayeque aparece asociada a diferentes adornos aplicados, esta cabeza de felino es el único elemento secundario que ocupa un lugar especial flanqueando el rostro de la deidad. Otros adornos aparecen a mayor distancia, sobre los hombros o el asa que conecta el cuerpo con el gollete de la vasija (figs. 7, 8). Se trata de una serie de aves o felinos representados de forma naturalista. Las aves son un elemento muy recurrente en la iconografía lambayeque, y están presentes desde las fases más tempranas del estilo. Shimada sostiene que inicialmente el rostro que se representa sobre el gollete de las vasijas de cerámica exhibe una nariz en forma de pico de ave302, sugiriendo que la deidad y el ave se encontrarían estrechamente relacionados. Posiblemente se trate de dos tipos de aves: uno de hábitat terrestre, quizá una paloma30y y el otro una especie de papagayo. Se vislumbra aquí una diferencia entre las iconografías lambayeque y chimú, ya que en ésta última predominan las representaciones de aves marinas en lugar de las terrestres.
En las vasijas de cerámica, la Deidad Principal está a menudo acompañada por figuras humanas en posición horizontal, que parecen estar flotando o volando (fig. 7). Algunos investigadores han sugerido que se trata de nadadores relacionados con el mito de Naymlap, a pesar de que la leyenda expresa claramente que Naymlap y su séquito arribaron sobre una flota de balsas y no nadando. Otra posibilidad es que se trate de la representación de seres volando, lo que sí está sugerido por el mito304. Estas imágenes aparecen de cuerpo entero o sólo como rostros, con evidentes variaciones en su tocado.
La mayoría de las botellas con representaciones de la deidad, los llamados "huacos rey", cuentan con una base-pede~,tal alta, de forma cónica y decorada con figuras geométricas moldeadas, muchas de las cuales representan signos escalonados. Este motivo que aparece con frecuencia en las iconografías mochica y tiahuanaco puede ser interpretado como símbolo de la pirámide escalonada. La deidad de la Portada del Sol de Tiahuanaco, por ejemplo, está parada en la cima de una plataforma escalonada.