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Economía
las calles y una populosa vida conventual. Esplendor material y misticismo, lujo y renunciación, aparecían entonces como las dos caras de una misma moneda.
Seis virreyes ocuparon el mando supremo durante ese lapso. La mitad de ellos vinieron promovidos desde la Nueva España siguiendo una tradición inaugurada en 1551 por el segundo virrey, Antonio de Mendoza. Semejantes ascensos revelan la primacía jerárquica ejercida por el Perú con respecto a México, dentro de la estructura imperial de estos años. Una primacía.basada, ante todo, en el flujo de riquezas provenientes del antiguo territorio del Tahuantinsuyu.
El Perú, provincia y reino rico y poderoso, donde se hallan ricas minas de plata y oro (Figs. 2, 3) y azogue y plomo y estaño y cobre, abastecida de todo género de sustento. Tierra rica y abundante de ganado y todas suertes de sustento y aves y pescados 2. En estos términos describía Pedro de León Portocarrero el virreinato del Perú a inicios del siglo XVII. Su testimonio no era exagerado. La economía colonial de esos años ofrecía un aspecto ascendente y próspero. Gracias a la labor del virrey Francisco de Toledo (1569-1581), quien dictó medidas para una mejor producción en Huancavelica y Potosí, la minería pasaba por una época de alza. A la introducción de nuevas técnicas para la extracción y refinamiento del mineral vino a sumarse el masivo suministro de mano de obra indígena mediante el régimen de la mita. Potosí representaba el 70% de la producción de la plata del Perú en el último cuarto del siglo XVI y, desde 1581 a 1660, el Perú proporcionó dos tercios de las importaciones españolas americanas de plata3.
Internamente la economía colonial había evolucionado hasta convertirse en casi autosuficiente. La agricultura de los valles de la costa y de la sierra, desde mediados del siglo XVI, se venía desarrollando notablemente, de manera que
LIBRO GENERAL
DELAS REDVCIONES
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CON l'B?Vlt.2010. En Lima por Antooío Ric2rdo. Aéo de M.D.XCVll.
el Perú había dejado de importar masivamente productos agrarios de España y México. A su vez, el auge de la producción minera trajo consigo un considerable intercambio de productos regionales. Las ciudades mineras y las comerciales se convirtieron en centros de consumo de productos agrícolas 4.
La producción vitivinícola mostró una fuerte expansión. Hacia finales del siglo XVI, se había desarrollado ·de tal manera que los vinos, aguardientes y vinagres del Perú se consumían hasta en México. El cultivo de la vid se desarrolló en los principales valles de la costa a pesar de las restricciones me. tropolitanas
5. 2. LIBRO GENERAL DE LAS REDUCIONES. Antonio Ricardo, Lima 1597.
3. MAPA DE LAS REGIONES AURIFERAS DEL PERU D. Mendezio, autor. A. Ortelius, cartógrafo. 1574. Grabado sobre papel, 34 x 22.5 cm. Colección Embajador Antonio Lulli Avalos .
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• 'i;,, .. ·t.._, 4. PUERTO DEL CALLAO EN EL SIGLO XVII
1867.
Grabado sobre papel. Lima. Apuntes históricos, descriptivos, estadísticos y de costumbres, Manuel Atanasia Fuentes, París.
El desarrollo de la agricultura -traducido .en grandes volúmenes de vino, azúcar y harina de trigo-estuvo acompañado por la producción de obrajes textiles y talleres de manufactura de vidrio, la elaboración de cueros e incluso la fabricación de pólvora. Al mismo tiempo prospera la construcción naval y se multiplican los oficios artesanales en las principales ciudades. De otro lado, como es conocido, las exportaciones americanas estaban conformadas esencialmente de plata. Estas provenían de los impuestos ( quinto, almojarifazgo, alcabala, etc.), de caudales privados conducidos por los emigrantes y, en su mayoría, del capital que financiaba el comercio trasatlántico 6. El período de máxima exportación transcurrió entre los años 1580-1630. Fue seguido de una brusca caída, de tal manera que en 1650 las remesas oficiales se igualaron a las de un siglo antes. Según Margarita Suárez, dentro de este movimiento general el virreinato del Perú se mostró más "saludable". De la producción total enviada a la metrópoli entre 1576 y 1625, el Perú aportó el 57% y subió en el quinquenio 1626-1630 a 79%. Las exportaciones peruanas aumentaron de 16.2 millones de pesos en 1621-1625 a 19.5 millones en 16261630. Pero en 1646-1650 el Perú sólo participaba con 9.1 millones, y siguió bajando hasta alcanzar niveles críticos en las primeras décadas del siglo XVIII. Esta tendencia -sostiene Suárez-también se ve reflejada en el comercio atlántico. En la década de 1621-1630 el Perú aumentó su tráfico. A partir de 1630, el Perú ostentará el 51.2% del comercio con España, pero irá bajando gradualmente en términos de tonelajer La reducción en los envíos, más que reflejar una crisis en la producción minera, traduce una tendencia a gastar la mayor parte de los ingresos públicos peruanos en el propio virreinato 8. Los caudales privados fueron empleados en el comercio con México que, a pesar de las prohibiciones, se mantuvo a lo largo del siglo XVII. El tráfico interregional también se vio favorecido con esta inversión de capitales. En 1590 existían de 35 a 40 navíos mercantes surtos en el Callao (Fig. 4); un siglo