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CAMPEONES DE LA INCLUSIÓN

Hasta 2020 había gente que decía que [la virtualidad] no era una forma para desarrollar procesos educativos, pero este año se demostró que sí”

SUSAN FRANCIS

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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA

CLAVES PARA EVITAR LA DESERCIÓN

•Elaborar guías de trabajo que orienten al estudiante durante su trabajo autónomo en casa.

•Planear, preparar y desarrollar estrategias sincrónicas o asincrónicas de mediación para el aprendizaje.

El documento de la UNESCO indica que en ALC el porcentaje de hogares con conexión a internet apenas alcanza el 45%, en tanto que las tasas de líneas móviles son extremadamente elevadas y superan, en muchos casos, la cifra de una línea por persona. Esto es una oportunidad que las IES deberían aprovechar, centrando sus esfuerzos en soluciones tecnológicas y contenidos para su uso en dispositivos móviles.

Ante la brecha digital se debe generar como política prioritaria el acceso universal a internet en el sector educativo y conjuntamente, con el uso de diseños pedagógicos adecuados y con docentes calificados, se puede brindar una instrucción virtual de calidad, menciona el Instituto Latinoamericano y del Caribe de Calidad en Educación Superior a Distancia (Caled), en un documento enviado a Forbes.

La imposibilidad de que el sistema económico se mantuviera robusto ocasionó que, al disminuir las becas, las familias con alumnos favorecidos por este incentivo tuvieran un impacto profundo en su economía: “El traer a los estudiantes a la universidad nos estaba haciendo olvidar el contexto socioeconómico, político y cultural en que nuestros estudiantes se encuentran, y la crisis lo puso en evidencia”, afirma Francis.

La pandemia ha representado un despertar para el sector educativo, que no había experimentado mayores cambios en lo últimos 200 años y que se encontraba dominado por la rigidez de instituciones educativas y de sistemas regulatorios y de acreditación que deberán repensarse rápidamente para adaptarse a los cambios del entorno, enfatiza Ricardo Greco Guiñazú, presidente del Grupo Educativo ADEN.

TRANSICIÓN A LA VIRTUALIDAD

Para las IES que estaban familiarizadas con el trabajo remoto ha resultado un cambio manejable, pero las que poseían una actividad presencial se han enfrentado a un gran reto en cuanto al cambio de enseñanza y a su capacidad financiera.

De manera especial, las universidades privadas se han visto afectadas por la disminución de su matrícula a causa de la situación económica, lo cual impide que los alumnos con

•Identificar las condiciones de acceso en recursos tecnológicos y conectividad de los estudiantes y comunicar a las autoridades dichas condiciones.

•Planificar la retroalimentación oportuna a los estudiantes.

•Asegurar una reorganización del calendario dando mayor flexibilidad, pero garantizando el bienestar y los procesos de enseñanza y aprendizaje.

•Fortalecer programas de retención escolar y sistemas de detección oportuna de estudiantes con ausentismo.

Fuente: Caled

PUNTO DE PARTIDA

•Perfil del estudiantado: es necesario conocer al alumnado para orientarlo a aprender en esta nueva situación y atender sus problemas en la medida de lo posible.

•Organización: hay que adaptar la carga de trabajo al nuevo contexto.

•Interacción: una buena educación en línea es la que permite interacción entre los estudiantes y el docente.

•Materiales: utilizar recursos relevantes; es mejor usar pocas herramientas que sean efectivas.

•Acompañamiento y seguimiento: es importante ser claros, transmitir serenidad y positividad, y guiar al estudiantado.

•Evaluación: que sea formativa y continua para observar el proceso del estudiante.

•Docentes: es recomendable trabajar colaborativamente, porque se crean sinergias que facilitan la solución de los retos.

Fuente: UOC

menores recursos puedan continuar con sus estudios, aunque las instituciones han brindado las posibilidades para que sus estudiantes accedan a becas, descuentos o facilidades de pago a través del financiamiento de su matrícula, explica el Caled.

En el caso de ADEN Bussiness School, que venía desarrollando cursos en línea desde hace 10 años, la emergencia sanitaria la encontró con un portafolio de más de 70 programas. “Cuando la oferta académica presencial se derrumbó, pudimos sostener al alumnado en modalidad online e incluso duplicar la matrícula”, dice Greco Guiñazú.

Agrega que el mayor cambio en el ámbito de la educación se está produciendo gracias al e-learning y a todas las plataformas y aplicaciones que han surgido para su implementación, por lo que a causa de la pandemia ya no se ve peyorativamente, sino que ha ganado prestigio.

Francis coincide: “dejamos de cuestionar la virtualidad, hasta 2020 todavía había gente que decía que no era una forma para desarrollar procesos educativos, pero este año se demostró que sí y que tiene grandes ventajas sobre algunas otras formas presenciales”.

Sin embargo, el reporte de la Unesco señala que el cambio no ha sido recibido muy positivamente, en parte porque el contenido que se ofrece no fue diseñado en el marco de un curso de enseñanza superior a distancia, sino que intenta paliar la ausencia de clases presenciales con clases en línea sin mayor preparación previa.

La curva de aprendizaje para una incorporación eficiente de la tecnología y para una adaptación pedagógica es muy pronunciada y requiere de apoyo externo, porque debe ser un esfuerzo compartido entre universidades, gobiernos y agencias de acreditación, asegura Carles Sigalés, vicerrector de Docencia y Aprendizaje de la UOC.

Para apoyar al profesorado, esta escuela puso en marcha un ciclo formativo de docencia no presencial de emergencia para los países de América Latina. Asimismo, trabaja, en colaboración con la Secretaría General Iberoamericana (SEGIB), en capacitación docente online de los cuadros profesorales de la región, y desde 2019 tienen una alianza con la Universidad Práctica de Honduras, para formar a sus profesores.

“La experiencia de estos meses puede ser la semilla para la transformación definitiva de los sistemas educativos presenciales, no para convertirse en instituciones en línea, sino para incorporar, haciendo un uso apropiado de las tecnologías, espacios de no presencialidad en la formación presencial”, opina Sigalés.

Para el aseguramiento de la calidad debemos enfocarnos en la capacidad institucional, la capacitación y preparación académica de los docentes, el modelo de enseñanza-aprendizaje, las estrategias de cooperación y colaboración institucional, y la investigación y la vinculación con la sociedad, indica el documento del Caled.

UNIVERSIDAD POSTPANDEMIA

El futuro y el presente pasan por la instrucción virtual. El nacimiento de nuevas instituciones educativas completamente digitales y la conversión de otras en centros híbridos que imparten de forma presencial y por medio de la red hacen presagiar que será el momento de la consolidación del e-learning, dice Martínez Samper.

Para el Caled, muchos de estos avances se consolidarán una vez superada la crisis, por lo que es posible que estemos ante un escenario de innovaciones educativas sorprendentes, aunque también podría existir la posibilidad de retornar a la normalidad con las clases presenciales, sin que las IES ni el personal involucrado consideren algún beneficio u oportunidad del involucramiento en la modalidad remota.

“Es fundamental entender que el contexto de aprendizaje ha cambiado y que nada es igual, por lo tanto, no se puede pretender continuar haciendo lo mismo”, afirma Sigalés.

Para Francis, de la UCR, la universidad postpandemia es la universidad que va a hacer las cosas diferentes, a nivel educativo va a haber una transformación en las arquitecturas pedagógicas, y las instituciones entenderán que sus actividades están enfocadas en función de la permanencia estudiantil.

TRANSICIÓN HACIA EL CIBERESPACIO

LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA SE CONFIGURÓ CON VELOCIDAD PARA DAR EL PASO A LA EDUCACIÓN EN LÍNEA, LO QUE INCREMENTÓ SU MATRÍCULA DE ESTUDIANTES.

LLas instituciones de educación superior (IES) en Centroamérica tuvieron que reinventarse para hacer la transición a la modalidad online. Para la Universidad de Costa Rica (UCR), el cambio implicó una importante inversión tecnológica, capacitación docente y una reestructura de la gestión institucional para garantizar la continuidad de sus alumnos. Cuando esta escuela pública empezó a operar en línea, el ejercicio fue abrupto y complejo, sin nodos orientadores, y rápidamente tuvo que incorporar elementos planificados para implementar tecnologías, comenta Susan Francis, vicerrectora de Docencia. Que las clases estuvieran pensadas para la presencialidad implicó un gran reto, porque no había infraestructura tecnológica para abordar el distanciamiento social en Costa Rica, sólo la Universidad Estatal a Distancia (UNED) tenía la infraestructura necesaria.

Lograr que los estudiantes tuvieran cobertura y siguieran con su proceso implicó un alto costo de inversión, no sólo en plataformas tecnológicas que permitieran la virtualidad, sino también en equipos para aquellos que no tenían acceso a internet.

“La prioridad fue la permanencia del estudiantado, lo que se evidenció en los números del ciclo que inició en agosto, donde la matrícula aumentó en alrededor de 4%”, subraya Francis.

La primera inversión que hizo la UCR fue destinada para ampliar la memoria de las plataformas y comprar licencias de videoconferencias. Asimismo, implementaron un conjunto de pilotos de laboratorios virtuales, y generaron acompañamiento docente y directivo.

Después distribuyeron chips para conexión a internet y tabletas. La colaboración con el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) permitió la distribución de chips y el abaratamiento del costo de internet; incluso, cuando los estudiantes ingresan a dominios UCR el acceso es gratuito.

Francis señala que la universidad no tuvo aumento salarial en 2020 y el dinero que estaba destinado a ello se dirigió al fortalecimiento de las becas y a la compra de tabletas y chips: “El monto de inversión fue alto y en términos de presupuesto para el próximo año podría representar un déficit si no abordamos bien la gestión financiera”.

Las áreas de capacitación se dedicaron a acompañar y dar insumos a los docentes de acuerdo con su perfil, adicionalmente se generaron materiales como videos, tutoriales y manuales en torno a cómo quería usar la virtualidad cada uno de los docentes.

En tanto que la gestión institucional se trabajó en tres premisas: flexibilización, proximidad y reflexión educativa. “Una gestión más sistematizada es más fluida y permite tomar decisiones más articuladas y mejor fundamentadas”, opina Francis.

De cara al futuro, las IES postpandemia tendrán que desarrollar procesos pedagógicos más asociados a la parte estudiantil y “dejar de pensar en aquella cuestión acartonada que tenían, porque las universidades estatales están llamadas a la inclusión”, concluye la académica de la UCR.

4%

AUMENTÓ LA MATRÍCULA DE LA UNIVERSIDAD DE COSTA RICA EN AGOSTO DE 2020

BLINDAJE TECNOLÓGICO

PARA VOLVERSE MÁS ATRACTIVA, LA EDUCACIÓN EN LÍNEA TENDRÁ QUE TRANSITAR HACIA MODELOS PEDAGÓGICOS ACTIVOS, EXPERIENCIALES, VIVENCIALES Y LÚDICOS.

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