formagro
BOLETร N
IDMA
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Tiempo de cambio Ministerio de Educaciรณn
Ministerio de Agricultura y Riego
BOLETÍN
formagro
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Boletín de Formagro # 3, Mayo 2017 www.formagro.org
Dirige y coordina la ejecución del proyecto Formagro por un período de cinco años (2015 - 2020) Av. Afranio Mello Franco 341 Jesús María, Lima 11
Contenidos Editorial:
3 Un año y medio de proyecto Nota:
Asegura la ejecución regional del proyecto Formagro en Áncash Jr. Ramón Castilla 430 Huari, Áncash
6 Ancash: Fortaleciendo la resiliencia
del productor agropecuario andino frente al cambio climático
11 IDMA Asegura la ejecución regional del proyecto Formagro en Lima Calle Juan Fuentes 250 Urb. La Calera, Surquillo, Lima
El proyecto Formagro se implementa en coordinación con el Ministerio de Educación y el Ministerio de Agricultura y Riego; además, cuenta con el apoyo nanciero del Gobierno de Canadá.
Este boletín es editado por: Asociación SUCO Av. Afranio Mello Franco 341 Jesús María, Lima 11 Diseño, Maquetación e impresión: MANTARAYA SRL Calle 28, Nº 151, Independencia, Lima 28 Hecho el Depósito Legal en la Biblioteca Nacional del Perú Nº 2016-13152 Los invitamos a enviar sus comentarios y contribuciones al correo: comunicacion@formagro.org Se imprimieron 300 ejemplares
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Nota:
Lima: La resiliencia como capacidad para superar la adversidad Nota:
15 La propuesta de gestión ambiental de Formagro
Entrevista:
medidas del Ministerio de 19 Las Agricultura y Riego para reactivar la pequeña agricultura Nota:
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IEST Antonio Raimondi de Yanama: Nuestro lema es conocer nuestro entorno para valorarlo
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Estrategias de adaptación y resiliencia del agricultor andino frente al cambio climático
Entrevista:
EDITORIAL:
UN AÑO Y MEDIO DE PROYECTO Productor de Lima y facilitadora de Formagro durante un acompañamiento técnico en campo. Foto: Carlos Ly
El 25 de febrero celebramos un año desde el lanzamiento del Programa de Formación Agraria y de Apoyo al Emprendimiento Juvenil en el Perú - Formagro. Iniciamos el programa con el objetivo de crear oportunidades para las y los jóvenes y sus familias. Esta propuesta nace de varios años de trabajo en las regiones Lima y Ancash, junto a nuestras contrapartes IDMA y ALLPA, observando la importancia de la agricultura familiar para el desarrollo rural y la seguridad alimentaria, siendo a través de esas familias productoras que más de 80% de la población peruana pueden alimentarse.
El proyecto busca reforzar la formación técnico profesional a través de módulos de extensión realizados con una metodología aprender-haciendo, en alianza con las instituciones educativas locales, a las que buscamos fortalecer para que se encarguen, en el futuro, de implementar estos módulos de extensión. En setiembre del último año iniciaron las clases de los primeros módulos. Reunimos en las sesiones de aprendizajes a jóvenes interesados en la actividad productiva y miembros de familias productoras. Los temas: manejo agroecológico de plagas, pastos y forrajes,
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emprendimiento sostenible, crianzas de cuyes y producción de hortalizas sostenibles fueron elegidos a través de un diagnostico participativo realizado a cada provincia del proyecto. El trabajo con instituciones educativas locales permitió a los y las jóvenes que viven en zonas más alejadas tener acceso a los cursos de formación. Las sesiones fueron prácticas y dinámicas y se reforzaron con el acompañamiento técnico en campo y pasantías que proporcionaron más elementos útiles para la mejora productiva. Así mismo, se entregó a las familias insumos para poder implementar una producción de buena calidad, mejorando y diversi cando la producción regional. Finalizada esta primera etapa, podemos señalar que la cantidad de jóvenes que postularon a los módulos de extensión son una muestra del interés concreto que existe en la población del campo por aprender sobre temáticas productivas. Complementariamente, el nivel de participación y la motivación de los jóvenes durante el desarrollo de los módulos, comprueban los bene cios de una metodología de enseñanza lúdica y practica sobre las temáticas productivas. Esta observación, que hicimos en el último año, confronta un pensamiento global difundido que a rma que la población juvenil no está interesada por quedarse en el campo y trabajar en el rubro agropecuario. Es cierto que hay un gran desafío en relación a una población juvenil que sale del campo para ir a las ciudades costeñas, pero creemos que este no es el único camino para que encuentren oportunidades. Vemos que cuando se ofrecen cursos dinámicos, cortos y basados en sus realidades, se despierta un fuerte interés en ellos de aprender y de crecer para buscar la forma de vivir felices en el campo, desarrollando nuevas oportunidades. En noviembre pasado, recogimos los testimonios de este primer grupo de jóvenes
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Productoras participando en un módulo formativo.
participantes del proyecto en un video que recoge su experiencia con Formagro y sus sueños de cómo se ven en el futuro. El vídeo fue presentado en un evento de celebración anual del proyecto, contando con la presencia de algunos y algunas jóvenes protagonistas del video, quienes vinieron a hablar con las autoridades locales del MINEDU, MINAGRI, la cooperación canadiense y otros aliados, sobre sus necesidades y cómo ven el desarrollo rural. Pueden encontrar los videos a los links siguientes:
Vídeo de la intervención: http://bit.ly/2p4zcQF (subtitulada al francés http://bit.ly/2qtTVhI y al inglés http://bit.ly/2qu9Xbn) Versión resumida de dos minutos: http://bit.ly/2qGbRFj Video Formagro - Región Ancash: http://bit.ly/2oTRrw7 Video Formagro - Región Lima: http://bit.ly/2oXv3lD
Joven graduada del curso Producción agroecológica de pastos y forrajes andinos, realizado en alianza con el Instituto de Educación Superior Tecnológico Público Jatum Yauyos. Foto: Carlos Ly
En los últimos meses, el proyecto ha vivido, junto con el país entero, la crisis relacionada a las lluvias, dejando una parte de la población, sobre todo en la provincia de Huarochirí, en situación de emergencia sin acceso a víveres, agua y alojamiento. La mayoría de estas familias, que participan en el proyecto, perdieron sus producciones y vieron dañadas sus chacras y la promesa de los ingresos familiares relacionados a la venta de sus productos agropecuarios. Esta situación es un resultado claro de los Cambios Climáticos y sus efectos negativos para el medio ambiente. Frente a ello, el proyecto busca rescatar saberes y técnicas tradicionales ancestrales para disminuir la dependencia a una tecnología que dañe el medio ambiente, pero también buscar la forma de adaptar la agricultura familiar a la situación actual. En ese esfuerzo, dedicamos este tercer número del Boletín Formagro al desarrollo
ambientalmente sostenible y la adaptación al cambio climático.
Los próximos pasos Ingresamos a una etapa de impulso a nuestra propuesta formativa, con el inicio de nuevos módulos de extensión que fortalecen la transferencia de la metodología de enseñanza a nuestras instituciones educativas aliadas en Lima y Ancash, la misma que ponemos al servicio de la reconstrucción del agro nacional. Así mismo, en el marco de la implementación del Plan Nacional de Educación Ambiental y de la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar, queremos impulsar el debate sobre el futuro de la Agricultura familiar en nuestro país, y de manera especial, promover la participación activa de las jóvenes y los jóvenes en este debate, a través, entre otros eventos, del I Foro Regional de Agricultura y Ganadería Familiar Andina que realizamos a nes de mayo en Huaraz.
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NOTA:
Áncash:
FORTALECIENDO LA RESILIENCIA DEL 1
PRODUCTOR AGROPECUARIO ANDINO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Callejón de Huaylas. Foto: Carlos Ly
El impacto del reciente fenómeno “El niño costero” sobre la región Ancash dejó 8 personas fallecidas, 4 desaparecidas y 24,178 afectadas. Los daños se concentraron en sus provincias costeñas. Casma, Huarmey y Santa reportaron 559 hectáreas de cultivo destruidas y 936 hectáreas afectadas; así mismo, 2,727 kilómetros de canales de riego destruidos y otros 507 kilómetros afectados2. Como señala Pedro Estrada, coordinador de Formagro en Ancash, el impacto del fenó-
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meno en la zona de intervención del proyecto —las provincias alto andinas de Huari, Yungay, Fitzcarrald, Huaylas y Bolognesi— fue desigual: “Las lluvias en la sierra de Ancash, han sido más altas de lo previsto, [1] Resiliencia es la capacidad de un sistema, comunidad o sociedad expuestos a una amenaza para resistir, absorber, adaptarse y recuperarse de sus efectos de manera oportuna y e caz, lo que incluye la preservación y la restauración de sus estructuras y funciones básicas (Estrategia Internacional para la Reducción de Desastres, 2009 http://bit.ly/2pe6tJ0) [2] INDECI, reporte del Centro de operaciones de emergencia nacional, actualizado al 11 de abril de 2017.
pero sin llegar a ser catastró cas. Incluso en algunos casos han sido favorables; por ejemplo, para la producción de Kiwicha del callejón de Huaylas, que normalmente tiene poca agua, ahora tiene buen volumen de agua. De manera parecida con la ganade-ría, las lluvias han permitido tener muy buenos pastos y buena producción de leche. Pero, por otro lado, también las lluvias traen enfermedades a las plantas, que perjudican su productividad; igual con los animales. Los cultivos tradicionales de secano, especialmente en Conchucos, si se han visto bastante dañados, pues por siglos se han adaptado a un régimen de lluvias más o menos estable, el exceso de ellas las daña drásticamente.”
En nuestra zona de intervención, al inicio del proyecto, el 90% de los productores y las productoras utilizaban fertilizante y pesticidas químicos en sus parcelas, en su mayoría, sin adecuada asesoría sobre su uso. Este número es un re ejo de la realidad de los productores y las productoras de toda la región. Pedro Estrada nos ilustra este punto: “La dependencia de pocos productos y sobre todo de insumos químicos es un gran reto. El mercado ofrece masivamente productos agroquímicos y no hay una información estatal que maneje el tema; los comerciantes de productos agroquímicos funcionan como referentes técnicos locales, con el claro sesgo a su favor.”
Los principales retos al hablar de cambio climático Estos eventos nos llevaron a preguntarnos ¿qué prácticas de nuestras productoras y productores contribuyen al deterioro del medio ambiente o disminuyen su capacidad de resiliencia frente al cambio climático? Así mismo, ¿De qué manera Formagro contribuye a una actividad productiva ambientalmente sostenible? Las problemáticas Agroquímicos El uso indiscriminado de productos químicos en la actividad productiva emerge como uno de los principales problemas. Como señala la Organización de las Naciones Unidad para la Agricultura (FAO), los productos y residuos agroquímicos que no son absorbidos por las plantas, pueden contaminar los cursos de agua y las fuentes de agua subterránea. Así mismo, los insecticidas, herbicidas y fungicidas, además, reducen la biodiversidad al destruir hierbas e insectos que sirven de alimento a diversas especies de pájaros y otros animales.
“La dependencia de pocos productos y sobre todo de insumos químicos es un gran reto”.
El agua Los productores de las zonas alto andinas de Ancash, en su mayoría, no están preparados para resistir una sequía. La encuesta inicial del proyecto reveló que solamente 4% de ellos acceden actualmente a reservorios de agua y 22% cuentan con una fuente de agua permanente —bofedales, puquiales u ojos de agua— siendo, por tanto, extremadamente dependientes de las temporadas de lluvias.
[3] FAO, Agricultura Mundial: hacia los años 2015/2030 (Informe resumido http://bit.ly/2pb74KV). [4] Encuesta inicial del proyecto, aplicada a 101 familias de las 4 provincias de intervención del proyecto.
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ancestrales de las comunidades y las enriquece con las nuevas tecnologías productivas, para preparar a las productoras y productores frente a los procesos de cambio que vivimos. En colaboración con instituciones educativas locales, brinda módulos de capacitación y acompañamiento en campo a la población joven. Los módulos promueven el enfoque de 5 sistema agropecuario familiar multifuncional, que complementa actividades agrícolas y pecuarias para promover el consumo local y la seguridad alimentaria. Manejo natural de plagas Bartolomé Trujillo tiene 36 años y vive en la comunidad de Ampas. Su participación en el módulo de producción de hortalizas orgánicas, organizado con el CETPRO Antonio Raimondi de Huari, le permitió mejorar su producción y aprovechar al máximo sus recursos. Sistema de riego artesanal - Distrito de San Luis, provincia de Carlos Fermín Fitzcarrald. Foto: Carlos Ly.
Al respecto, como señala Pedro Estrada, en un contexto de uctuación entre lluvias intensas y sequías prolongadas “Es preocupante la falta de un plan regional ni local de adaptación”. El manejo de los residuos sólidos En su mayoría, los productores y las productoras no disponen adecuadamente de sus residuos sólidos —basura—, quemando, enterrando o botando los residuos en su parcela, sin implementar ningún mecanismo especí co de reciclaje. 16% de las parcelas se ubican cerca de un desagüe y 13% cerca de un botadero.
La propuesta de Formagro Frente a este panorama, Formagro promueve una actividad agrícola ambientalmente sostenible. Revalora las prácticas y técnicas
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“Anteriormente solo producíamos en pequeñas cantidades y manejábamos inapropiadamente nuestros cultivos. Desperdiciamos nuestros insumos de la zona (estiércol, plantas silvestres, etc.) por falta de conocimiento; sin embargo, ahora gracias a lo que hemos aprendido en las clases aprovechamos al máximo (…) Ahora ya no tenemos la necesidad de comprar los productos químicos para abonar, ni para controlar los insectos que nos hacen perjuicios, gracias a lo que hemos aprendido, preparamos nuestros macerados ecológicos utilizando las hierbas amargas para combatir todo tipo de plaga existentes en nuestro biohuerto”.
[5] Un sistema agropecuario, se de ne como “el conglomerado de sistemas de ncas individuales que en su conjunto presentan una base de recursos, patrones empresariales, sistemas de subsistencia y limitaciones de la familia agropecuaria similares; y para los cuales serían apropiadas estrategias de desarrollo e intervenciones también similares.” (FAO, Compendio Sistemas de Producción Agropecuaria y Pobreza http://bit.ly/2pEp4Rd)
Corte de pasto para ensilado. Provincia de Huari. Foto: Carlos Ly
Majadeo La práctica del majadeo, técnica ancestral que consiste en hacer dormir a los animales sobre la parcela a cultivar o sobre los pastos en descanso, para que realicen una fertilización orgánica, y que, según datos de Formagro, al inicio de la intervención solamente era practicada por el 38% de las familias productoras. Juan Malvas Gonzales, de 56 años, productor de la comunidad de Tashta, desde su juventud practica el majadeo en sus cultivos de papas, ocas, olluco y chocho, prescindiendo de los fertilizantes sintéticos. Hace 6 años, transformó su ganadería tradicional de subsistencia en una ganadería familiar comercial —para producir leche y queso— y adaptó la técnica de majadeo a sus pastos, logrando producirlos de manera sostenida aun en la temporada seca, lo que le permite producir y comercializar quesos todo el año.
“Ahora ya no tenemos la necesidad de comprar los productos químicos para abonar, ni para controlar los insectos que nos hacen perjuicios” Cosecha de agua Con relación al manejo del agua, se promoverá activamente su almacenamiento, como señala Pedro Estrada “El proyecto maneja la actividad de implementación y manejo de microsistemas de riego tecni cado artesanal, bajo el enfoque de cosecha de agua, que básicamente rescata y profesiona-
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liza saberes ancestrales en el manejo sostenible del agua”. De ello ya se tienen algunos pilotos. En Huari, unas 30 familias ganaderas han implementado pequeños reservorios de arcilla (30 a 60 m3), en las que almacenan el agua de pequeñas ltraciones y las utilizan bajo la tecnología de riego por aspersión. Estas actividades, se complementan con la promoción transversal de políticas ambientales, que promueven activamente la disposición adecuada de los residuos sólidos.
La agricultura familiar frente al Cambio Climático Ante la pregunta ¿el productor y la productora son conscientes del proceso de cambio climático? señala Pedro Estrada: “Si, son conscientes a medias. Sabe que el clima está cambiando, pero no sabe la ruta del cambio, ni las consecuencias futuras; tampoco las formas como hacerle frente”. Incrementar su conocimiento y preparación frente a futuras ocurrencias es nuestro reto.
Los accesos al mercado Las intensas lluvias producidas entre los meses de marzo y abril destruyeron en la Región Ancash 670 kilómetros de carreteras, 191 kilómetros de caminos rurales y 60 puentes. Se aislaron pueblos y separó a las familias productoras de sus mercados, afectando severamente su economía. Frente a ello, Formagro fomentan la valoración y el consumo de la producción local, promoviendo espacios de comercialización como “Eco ferias” y aprovechando las festividades locales. Así mismo, se acompaña el desarrollo de una marca colectiva local llamada “Parque Nacional Huascarán”, que agrupe a los productos de la zona de in uencia del parque que cumplan con características de sostenibilidad e inclusión.
Manejo de hortalizas en camas altas. Foto: Carlos Ly
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NOTA:
LIMA: LA RESILIENCIA COMO CAPACIDAD PARA SUPERAR LA ADVERSIDAD Una mirada local sobre la experiencia de Callahuanca, provincia de Huarochirí - Duvert Ventocilla Cavello
Familia afectada por los huaicos, distrito de Callahuanca, provincia de Huarochirí.
A nivel nacional y en provincias como Huarochirí y Yauyos en la Región Lima, hemos sido testigos los últimos meses de la capacidad que tiene la naturaleza para alterar, de un momento a otro, proyectos de vida a nivel familiar y comunitario. Se estima que los costos para recuperar la capacidad del País a un estado anterior a las lluvias del presente año superarán los 3,000 millones de dólares, dinero que bien pudo contribuir a políticas de desarrollo, pero tendrá que ser invertido en programas de recuperación y reconstrucción. Es en este contexto que debemos detenernos y re exionar sobre la vulnerabilidad del país, sus causas y la importancia de realizar una
gestión del riesgo como parte de la política pública. Con este propósito, el último 3 de mayo en la región Lima el IDMA organizo el Foro “Gestión de riesgo y reconstrucción productiva en escenarios de cambio climático”. El evento se llevó a cabo en el auditorio de la Municipalidad distrital de Lunahuana y contó con la presencia de actores sociales y autoridades públicas directamente vinculados con los sucesos de los primeros meses del año. Organizaciones como PREDES, una institución especializada en la gestión del riesgo, la Agencia Agraria de Cañete, La Municipalidad de Lunahuana, La Municipalidad de Santa Eulalia y la Comunidad Campesina de
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Foro “Gestión de riesgo y reconstrucción productiva en escenarios de cambio climático”. 3 de mayo del 2017, Lunahuaná, Cañete, Lima.
“Es importante identi car las condiciones de vulnerabilidad en las que nos encontramos, tomar las medidas para gestionar la condición de riesgo que genera la vulnerabilidad y con ello evitar la presencia de desastres.” Callahuanca, también estuvieron presentes, facilitando la re exión y el análisis sobre la necesidad de gestionar el riesgo. En principio es importante, conforme se con1 cluyó en el evento que “no todo fenómeno natural produce desastres... y que debe entenderse que los desastres son daños y pérdidas que sufre una comunidad, ciudad, región o
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país como consecuencia de fenómenos y/o procesos naturales o sociales que impactan sobre condiciones vulnerables” (Juvenal Silva, PREDES). En tal sentido, es importante identi car las condiciones de vulnerabilidad en las que nos encontramos, tomar las medidas para gestionar la condición de riesgo que genera la vulnerabilidad y con ello evitar la presencia de desastres. Estas re exiones son básicas para comprender que en la naturaleza también aplica el concepto de resiliencia ecológica2. Por ejemplo, un cauce de río al que se le va quitando espacio por diversas acciones principalmente de origen antrópico, en algún momento va demandar su espacio a efectos de restablecer su equilibrio natural.
[1] Foro “Gestión de riesgo y reconstrucción productiva en escenarios de cambio climático”. IDMA 3 de mayo del 2017. Lunahuana - Cañete. [2] Comprendida esta como la capacidad que posee un ecosistema para recuperar su estado inicial ante una eventual modi cación de su espacio.
El impacto del fenómeno y la respuesta de la población Comunidades como San Pedro de Casta y Callahuanca en la Provincia de Huarochirí fueron quizás las poblaciones más afectas en la sierra de Lima por los últimos acontecimientos. Las 38 y 180 familias3 afectadas en el primer y segundo caso respectivamente, vienen recuperándose de las pérdidas económicas que afectan directamente su capacidad de desarrollo.
“… el jueves 16 de marzo, tres meses que venía lloviendo, entonces los huaicos por sí solos ya se veían venir, entonces ese día quien habla estuvo en Barba Blanca, el anexo de Callahuanca que prácticamente ha sido borrado del mapa en un 95% [las casas]… en Callahuanca hubieron también cantidad de huaicos, luego en Chauca, igualmente todas las quebradas se activaron… en total han sido afectadas 40 hectáreas de Chirimoya… igualmente al día siguiente de esto hubo una respuesta inmediata de nuestra comunidad campesina Callahuanca, conjuntamente con los comuneros, ganaderos y población en general para apoyar al anexo de Barba Blanca con lo poco que se pudo recaudar en víveres y ayudar a limpiar parte de lo que estaba [cubierto] por el barro… Además, la iniciativa de todas las autoridades en conjunto, llámese el Sr.
El relato anterior, brindado por el productor Emilio Cuellar, da cuenta del impacto de los huaicos, de la capacidad de respuesta por parte de la población y de la importancia que tiene en esos momentos la presencia y liderazgo de las organizaciones e instituciones locales. Ello bien podría señalarse como una capacidad de resiliencia comunitaria5, para recomponerse colectivamente para transformar la situación adversa.
Las acciones de respuesta Actualmente, en el distrito se llevan a cabo jornadas de trabajo comunitario (faenas comunales) para rehabilitar, principalmente, los canales de riego y las cabeceras de agua para las parcelas familiares. Callahuanca, zona productora de chirimoya y palta, está recomponiéndose y aplica a nivel colectivo e individual esta capacidad de ser resiliente a los desastres. El IDMA, a nivel institucional y en el ámbito de intervención del Proyecto FORMAGRO, convocó a una campaña de movilización social en Lima, la misma que tuvo buena respuesta y ha permitido canalizar ayuda no sólo a las poblaciones como Barba Blanca en Callahuanca sino también a varios distritos de la zona, gracias a la colaboración por parte de varias instituciones y personas individuales. Por su parte, SUCO realizó una campaña de recolección de fondos a través de las redes sociales en Montreal, que han sido destinados a la refacción de las captaciones de agua y sistemas de riego de dos localidades en los distritos de San Pedro de Casta y Callahuanca.
Alcalde, presidente, sub prefecto y también el juez de paz, inmediatamente con toda la población, la reacción fue transportar las cosas a un sitio tranquilo donde se llevó a todos los damni cados…” 4
[3] 38 familias, en el anexo de Cumpe. IDMA, equipo zonal Huarochirí - Proyecto FORMAGO, marzo 2017. [4] Testimonio de Emilio Cuellar Salinas Vicepresidente de la Asociación de Productores Agropecuarios Santa Rosa de Callahuanca. [5] Entendiendo está como una capacidad que posee un grupo humano o una población en particular para recomponerse ante una adversidad o un desastre.
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Cuadro 1: Acciones de apoyo realizadas a nivel de IDMA en el ámbito del proyecto FORMAGRO Jornada
Lugares
Fecha
En coordinación con:
Kg (aprox)
1º
San Pedro de Casta
22 marzo
Se canalizó ayuda de estudiantes Universidad Nacional Federico Villarreal (alimentos y agua).
800 kg
2º
Callahuanca
23 marzo
Se canalizó ayuda de Caritas (alimentos, agua, útiles de primera necesidad).
1300 kg
3º
Santa Eulalia, San Antonio de Chaclla
24 marzo
Se canalizó ayuda de Caritas y Congregación Religiosa Hermanas de Jesús Pobre (alimentos y agua).
1000 kg
4º
Callahuanca, San Pedro de Casta
30 marzo
Se canalizó ayuda del colegio ALEP de Corrillos, estudiantes de la Universidad Ruíz de Montoya, amigos y colaboradores de IDMA.
3000 kg
5º
San Antonio de Chaclla
7 de abril
Se realizó acción conjunta con la Asociación Nacional de Productores Ecológicos – ANPE (Víveres y ropa).
500 kg
6º
Apoyo a la IIEE Santa Rosa de Callahuanca
13 de abril
Colegio ALEP (kits de limpieza, Leguía, papel higiénico, champo, jabones, pañales, etc.).
1000 kg
6 jornadas
4 distritos
6 días
7600 Kg
Cuadro 2: Detalle de equipos e insumos entregados por SUCO Lugar Anexo Cumpe, Distrito de San Pedro de Casta
Equipos e insumos entregados l l
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Distrito de Callahuanca
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Bene ciarios
02 sistemas de paneles solares para atender emergencias 2.5 Km de manguera de 3" (pulgadas), mangueras de riego de una pulgada (polietileno) 20 bolsas de cemento para refacción de canales de riego Linternas para trabajo nocturno Alimentos no perecibles para las faenas comunales
20 unidades productivas de familias afectas por los huaicos
01 panel solar para atender emergencias 3.5 km de mangueras de riego de una pulgada (polietileno) 20 bolsas de cemento para la restauración de las acequias principales Linternas para trabajo nocturno Alimentos no perecibles para las faenas comunales
35 unidades productivas de familias afectadas
NOTA:
LA PROPUESTA DE GESTIÓN AMBIENTAL DE FORMAGRO María Valderrutén, especialista de medio ambiente del proyecto Formagro
Productores de Ancash entrevistados como parte del análisis ambiental para identi car los impactos de las principales actividades de las zonas de intervención. Foto: Carlos Ly
El medio ambiente, junto a la igualdad de género, es un eje transversal de Formagro, lo que demanda que cada una de las actividades que se realicen sean ambientalmente sostenibles1.
Challuá en el distrito de Yanama, Collota en el distrito de San Luis y Pachachaca, Yanagaga, Ampas y Huanchac en la provincia de Huari, en la región Ancash.
Para identi car los impactos de las principales actividades de las zonas de intervención, el equipo de Formagro realizó un análisis ambiental.
En Lima se visitaron los distritos de Lurín, Yauyos, Vitis, Catahuasi, Huayllanco, entrevistando autoridades, líderes y lideresas comunales, obteniendo información sobre los sistemas productivos de la región.
Esta labor se realizó a través de visitas de observación y conversaciones participativas grupales e individuales en las comunidades de Conchup y Tzactza en el distrito de Caraz,
[1] Desarrollo sostenible es aquel capaz de satisfacer las necesidades del presente sin comprometer la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer sus propias necesidades. (ONU http://bit.ly/1uqFnzE)
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Andenería en Yauyos. Foto: Carlos Ly.
Principales hallazgos En general, ambas regiones presentan las mismas problemáticas en cuanto a los temas ambientales: l
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Una preocupación general por el recurso del agua. Esta proviene de los Nevados y las lluvias, y en los últimos años su ciclo y disponibilidad ha cambiado, lo que genera trastornos en los cultivos y la crianza de animales. El uso excesivo de agroquímicos, que se agrava por la falta de conocimientos precisos por parte de los y las agricultoras en cuanto a las cantidades de fertilizantes, plaguicidas y herbicidas (sintéticos) que deben utilizar, o las cantidades de vitaminas y vacunas que deben ser suministrados a los animales.
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La limitada disponibilidad de semillas locales, que genera dependencia comercial e incrementa el riesgo de perder la riqueza genética local. Afecta la seguridad alimentaria y pone en riesgo la actividad productiva, salvo en el caso de algunos cereales andinos y tuberosas, cuyas semillas se seleccionan luego de la cosecha.
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La ausencia de prácticas de disposición adecuada o reutilización de residuos sólidos ni líquidos en las chacras.
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Respecto a la comercialización, existe diferencias al interior de las mismas regiones, entre las zonas cuyas actividades son de subsistencia y por lo tanto no hay un ujo importante de comercio, con aquellas que participan activamente en ujos comerciales.
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En el aspecto de formación, la mayoría de instituciones formativas y CETPROS de ambas zonas de intervención, no cuentan con un currículo que contenga al Medio Ambiente como un tema transversal o actividades ambientales constantes que generen hábitos sostenibles.
Sin embargo, a pesar de la tendencia a utilizar productos químicos, aún se siguen realizando prácticas ancestrales que son sostenibles, como el majadeo, la rotación de cultivos, el uso de terrazas, el descanso de la tierra y otros.
La propuesta ambiental de Formagro A partir de estas visitas y con la información complementaria y el apoyo de los equipos de ALLPA e IDMA, se elaboró el Plan de Gestión Ambiental de Formagro (PGA). El PGA busca garantizar la sostenibilidad ambiental de las acciones que se realizan en el marco del proyecto dentro de los tres ejes de ejecución: Formación, Producción y Transformación/Comercialización.
Tanto en los módulos de formación, como en los sistemas de producción se promueve la agroecología y se busca sensibilizar a las productoras y los productores y otros actores y otras actrices del proyecto frente a la realidad del cambio climático, poniendo en valor sus prácticas y saberes ancestrales y promoviendo medidas que les ayuden a adaptarse ante los cambios en el clima, así como mitigar sus actividades contaminantes. En la transformación/Comercialización se busca fomentar la producción limpia, teniendo en cuenta el Ciclo del Vida del Producto. Así mismo, se promueve la organización de productores y productoras para fomentar los Sistemas de Garantía Participativos (SGP)2 y la creación de espacios locales agroecológicos de comercialización.
Medidas de adaptación al cambio El PGA promueve métodos de producción ambientalmente sostenibles, por ejemplo, la
producción de pastos asociados —que permiten resistir mejor a las sequías, ya que se disminuye la erosión de los suelos— o la implantación de cultivos (preferiblemente nativos) más resistentes a las plagas. Así mismo, se rescatan las técnicas ancestrales no invasivas con el medio ambiente. Se impulsa la mejora o creación de reservorios y microsistemas de riego e cientes, para garantizar la accesibilidad permanente al agua. Al respecto, se destaca la construcción de pequeños reservorios e instalación de microsistemas de riego en Huari y la mejora del sistema de la red de captación de agua para riego del IESTP de Matucana.
[2] Un Sistema de Garantía Participativo (SGP) Es un procedimiento desarrollado a través de la relación directa entre la organización de productores/as agroecológicos, el consumidor y las instituciones públicas y privadas, que garantizan el origen y la condición de los productos orgánicos destinados a la comercialización y consumo en el mercado interno. (http://bit.ly/2phsrPj)
Vivero municipal de Yanama (Ancash) con 6,000 plantones de aliso y 20,000 de quenual para la implementación de sistemas agroforestales.
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Se busca reducir el uso de agroquímicos promoviendo prácticas agrícolas amigables con el medio ambiente. Foto: Carlos Ly
De manera complementaria, se promueve la creación de reservorios de semillas, por su contribución al mantenimiento de la diversidad genética de los sembradíos. Así mismo, sirven como suministro de semillas en caso de malas cosechas o destrucción de los sembradíos por inundaciones, sequías, plagas o enfermedades. Con relación a la comercialización, se plantea fortalecer el consumo de los productos locales y el fomento de las cadenas de abastecimiento que prioricen las mismas zonas de producción, a través de las ferias locales.
Medidas de mitigación de impactos Se busca reducir el uso de agroquímicos promoviendo prácticas agrícolas amigables con el medio ambiente, la silvopastura y agroforestería, junto a la diversi cación de la producción y la promoción de cultivos asociados.
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Así mismo, a través de la promoción de ganado vacuno de mejor calidad, criado con técnicas sostenibles, se buscar reducir las emisiones de metano, principal gas de efecto invernadero.
Otras medidas En cuanto al trabajo realizado con las instituciones educativas, el PGA impulsa la puesta en práctica de las políticas de estado en materia ambiental. En particular del Plan Nacional de Educación Ambiental (PLANEA), promoviendo que las instituciones formativas y CETPROS de nuestro ámbito de intervención cuenten con sus planes ambientales, los integren a su currículo y desarrollen actividades que contribuyan a generar hábitos sostenibles en la población. Complementariamente, se plantea promover la gestión por cuenca hidrográ ca, involucrando a todos los usuarios y usuarias de una fuente en su gestión.
ENTREVISTA:
LAS MEDIDAS DEL MINISTERIO DE AGRICULTURA Y RIEGO PARA REACTIVAR LA PEQUEÑA AGRICULTURA Entrevista a Edson Seopa Ruiz, director de la Dirección Agrícola del Ministerio de Agricultura y Riego
Ingeniero Edson Seopa Ruiz, Director de la Dirección Agrícola del Ministerio de Agricultura y Riego.
Las pequeñas unidades productivas familiares, según los datos del Censo Nacional Agropecuario (2012), representan el 97% de las 2.2 millones de Unidades Agropecuarias que existen en el Perú y brindan trabajo al 83% de los 3.8 millones de trabajadores agrícolas. El impacto del fenómeno “El niño costero” se dejó sentir, principalmente, sobre las pequeñas unidades productivas de la costa norte, Lima e Ica.
Conversamos con el director Agrícola del Ministerio de Agricultura y Riego, ingeniero Edson Seopa Ruiz, sobre las medidas para insertar a estos productores y productoras a la actividad económica y fortalecer su capacidad de respuesta ante futuros fenómenos. Conocedores que desde el ejecutivo se han dictado normas y medidas extraordinarias para la reactivación productiva agraria
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¿Cuáles de estas acciones bene ciarán a las pequeñas unidades productivas? ¿Cómo serán bene ciadas? El Decreto de Urgencia 0071 de este año, justamente trata de reactivar al agro peruano afectado por las intensas lluvias e inundaciones. Establece tres principales medidas, que en sí están enfocadas al pequeño agricultor [y la pequeña agricultora], principalmente por el impacto que ha habido en estas intensas lluvias de los meses de enero, febrero y marzo. Tenemos el programa de “Promoción de Cultivos Temporales”, cuya idea es apoyarlos con insumos (semillas o fertilizantes) y/o servicio de maquinaria agrícola, valorizados en mil soles por hectárea. Cuando se habla de la Costa, se piensa erróneamente en grandes productores, pero no necesariamente es así (…), pues hay mucha pequeña producción, la tenencia de la tierra está atomizada; entonces tenemos productores y productoras de menos de una hectárea, inclusive un cuarto de hectárea, que han sido afectados y perjudicados por el fenómeno climático de los últimos meses, y la idea es reactivar la economía de dichos pequeños productores. Estamos hablando de reactivar con cultivos como maíces de grano duro, todas las menestras que existen en la zona, a los que vamos a apoyar con semilla, fertilizantes y el servicio de maquinaria agrícola antes mencionados. Hay un programa de “Recuperación de Plantaciones de Frutales”, en ese programa también se atiende con insumos. En este caso, no se entregan semillas sino plantones, fertilizantes y servicios de maquinaria agrícola valorizados en mil quinientos soles por hectárea (…) y tenemos también el bono de emergencia, que es un aporte de mil soles por hectárea afectada, que buenamente lo podrán utilizar para complementar a los otros dos programas antes mencionados. En todos los casos [para acceder a ellos] habrá un
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empadronamiento previo para veri car que tengan al menos el 50% de daño. Aquellos que tiene 50% a más de daño, son los que estarían cali cando para este apoyo. Para el acceso a estos bene cios, actualmente están en proceso de empadronamiento de personas bene ciarias ¿quién lo lleva a cabo? Buscamos hacer un trabajo descentralizado. Se coordina con Gobiernos Regionales de las zonas afectadas, para que se encarguen de los empadronamientos, a través de sus direcciones regionales agrarias, lógicamente, acompañados por nosotros, a través de nuestras o cinas descentralizadas como Agroideas, Agrorural, Senasa e Inia, para darles el soporte. Sin embargo, ellos hacen la gestión; y en el caso del bono, están facultados de tener el apoyo de las juntas de usuarios de riego o de los comités de regantes, porque ellos son los que tienen registrados a la población productora de la zona. ¿Existe algún requisito de titulación de tierras para acceder a estos programas? Conocemos que hay personas que no tienen, por alguna razón, la propiedad titulada, pero si tienen un certi cado de posesión, tienen una constancia de conducción de predio, un documento que demuestra que están, y para eso justamente es el papel de la junta de usuarios, porque también tenemos el caso de personas que se dedican a la agricultura, sin tener tierra, alquilando. Son pequeños productores [y productoras] también, no podemos taparnos los ojos a esa realidad, ellos también pueden acceder, siempre que tengan la constancia de pago de agua, o de la conducción del predio o del contrato de arriendo que haya sido dentro de la campaña correspondiente. [1] Decreto de Urgencia que establece medidas extraordinarias para la reactivación productiva agraria y pesquera N°007-2017 http://bit.ly/2hErCLp
Rescate de vecinos atrapados por la crecida del río en el distrito de Callahuanca, provincia de Huarochirí.
El registro lo llevarán las direcciones regionales agrarias, pero a la vez van a ser validados, por la Autoridad Nacional del Agua, Agroideas, o por Agrorural, que van a validar esas chas de empadronamiento, porque saldrán a campo para la veri cación respectiva. ¿A cuántos productores y productoras se estaría bene ciando? En principio, el presupuesto está para atender más o menos 37,500 hectáreas. Estamos hablando de veinte mil hectáreas para bonos de emergencia, unas diez mil para el caso de cultivos temporales y unas siete mil quinientas para el programa de frutales. El padrón [de bene ciarios] es el que nos va a dar el dato exacto.
¿Hay algún tipo de medida o respuesta que sea más colectiva? En realidad, si bien el padrón tiene que ser individual, nalmente se formarán grupos segmentados, para facilitar el trabajo logístico (…), principalmente para la atención con los insumos; y para ello se pide el soporte de los Comité de Gestión Regional, que ya están o cializados, a n que se realice una adecuada selección de proveedores. [El Comité] Lo preside la Dirección Regional Agraria, o Gerencia Regional Agraria, y participan además todos los organismos del MINAGRI que están en las regiones. Entonces, en conjunto ellos deben ver los mecanismos para distribuir los insumos, deben hacer grupos y en este proceso viene muy bien la
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“Esperamos que a partir del 2018 tengamos más consolidadas estas intervenciones, en bien de los productores y productoras del sector, de tal modo que todos podamos tener un Agroprospero, porque AGRO SOMOS TODOS”
se ha tenido con el cambio climático en los últimos meses. Pero en paralelo, SERVIAGRO brindará las tres acciones que dentro de la Dirección General Agrícola estamos implementando: l
En la primera acción se brindará la asistencia técnica para pequeños productores [y productoras], vía los gobiernos regionales; es decir, identi camos las zonas con los gobiernos regionales, que hacen sus propuestas con sus cadenas productivas priorizadas.
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La segunda acción es el desarrollo de capacidades a cooperativas, en el tema organizativo, tributario, administrativo, de gestión empresarial. Adicional a que también les reforzaríamos con asistencia técnica (…), se les proporcionará apoyo en aspectos nancieros, a aquellas que están de algún modo más ordenadas.
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Y la tercera acción es el apoyo a los productores [y productoras] de cultivos perennes como frutales (…) o aquellos que están mejor constituidos y desarrollados en otros cultivos como son los granos andinos, y que ya están insertados en algún paquete articulado de agroexportación y están mejor encaminados. Dicho apoyo será en acompañarlos en el logro de sus certi caciones, por ejemplo, para que tengan una mejor capacidad de negociación por la calidad de sus productos.
participación de las Comisiones de Regantes, porque los comités están organizados por zonas, por tomas, por bocatomas, tienen una estructura de organización enmarcados también por ubicación y super cie geográ ca. ¿La distribución de insumos vendrá acompañada de algún tipo de asistencia técnica? En paralelo, se va a reforzar esta atención con nuestro programa SERVIAGRO, a través de [las y] los asistentes técnicos que se están incorporando al servicio de todas las regiones, vamos a hacer un engranaje de piezas que buscan reactivar el desarrollo del agro. Pensando a futuro, ¿qué han plani cado para preparar a los productores y productoras para estas situaciones extremas? Hay un desorden climatológico que está alterando las condiciones normales de clima. [Frente a ello] Tenemos el seguro agrario catastró co, que está especí camente diseñado para ocho regiones de sierra, hasta el momento, pero que está apuntando al agricultor de extrema pobreza, de subsistencia. Entonces, tenemos ese soporte, el mismo que se piensa ampliar la cobertura a otras regiones, a raíz de esta experiencia que
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Hay un plan, el Plan Agroprospero del Ministerio de Agricultura, que con una visión de desarrollo de 5 años quiere cambiar las condiciones actuales del agro, volverlo un agro más competitivo, que involucra no sólo el apoyo con Serviagro, sino con otros programas, con el n de mejorar la productividad agrícola, impulsar la ganadería, mejorar la infraestructura hídrica con el programa Sierra Azul para la siembra y cosecha de agua; así
como el banco de germoplasma que se van repotenciando para proteger y perennizar nuestra biodiversidad; en n, hay una serie de paquetes tecnológicos, nancieros y de gestión que se están desarrollando en el ministerio en aras de mejorar las condiciones de los pequeños productores y productoras y sin dejar de mencionar que venimos desarrollando la promoción al consumo de nuestros productos nacionales… ¿En cuánto tiempo este trabajo articulado estaría caminado? Hemos iniciado este año, y tenemos que continuar articuladamente con las regiones. Esperamos que a partir del 2018 tengamos más consolidadas estas intervenciones, en bien de los productores y productoras del sector, de tal modo que todos podamos tener un Agroprospero, porque AGRO SOMOS TODOS.
Producción de maíces en Yauyos. Foto: Carlos Ly.
El Plan Agro Prospero Agro Prospero se implementa en el marco del Plan Estratégico Sectorial Multianual del Sector Agricultura y Riego 2015-2021, con el objetivo de lograr un agro próspero e inclusivo incrementando la productividad, competitividad y rentabilidad de la producción agraria, con incremento del empleo, mejora en la distribución de los ingresos, reducción de la pobreza, y contribución a la seguridad alimentaria de los peruanos; en un marco de equidad y aprovechamiento sostenible de los recursos naturales. El plan articula los programas del sector: Serviagro, Sierra Azul, Agro Joven, el Programa de semillas, Programa Forestal, Agrobanco y el Seguro agrario. Así mismo, se articula a las intervenciones de la Cooperación Internacional poniendo énfasis en la producción para el mercado interno, la atención preferente a los pequeños productores, y la focalización en las zonas de menor desarrollo económico y social.
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NOTA:
IEST ANTONIO RAIMONDI DE YANAMA: NUESTRO LEMA ES CONOCER NUESTRO ENTORNO PARA VALORARLO
Instituto de Educación Superior Tecnológica (IEST) Antonio Raimondi Foto: Carlos Ly
“El lema que utilizamos nosotros es: Conocer nuestro entorno natural para poder valorarlo, amarlo, respetarlo y desde luego defenderlo si el caso lo requiere” Con estas palabras Albino Adriano Andagua Roca, director general del Instituto de Educación Superior Tecnológica (IEST) Antonio 1 Raimondi resume la relación de su institución con su comunidad y sus esfuerzos por impulsar una política ambiental. Con el soporte de Formagro, el IEST Antonio Raimondi, ubicado en el distrito de Yanama,
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provincia de Yungay, implementa desde setiembre de 2016 su Política y Plan de Acción Ambiental, cuyos objetivos estratégicos son: l
Transversalizar la educación ambiental en los procesos educativos en el Instituto y la población.
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Lograr que la educación en salud, en ecoe ciencia y en gestión de riesgo,
[1] El instituto brinda las carreras de Enfermería Técnica y Producción Agropecuaria, con un total de 95 estudiantes.
contribuyan a la formación de una ciudadanía ambiental responsable y participativa. A través de estos documentos de gestión, buscan educar a la comunidad estudiantil como promotores del desarrollo local sostenible, con una mirada integradora hacia su comunidad, como se señala en su Plan Ambiental:
“A nivel interno, del instituto, trabajar con los y las jóvenes de las dos carreras que tenemos, como son enfermería técnica y producción agropecuaria, teniendo en
“Las y los jóvenes no se educan sólo como alumnos o alumnas de una profesión especíca, sino como a los técnicos y técnicas integrales que hacen parte de una familia y a su vez de una comunidad en la que sus comportamientos y hábitos pueden contribuir a la conservación y protección de los recursos de los que ellos, ellas y sus comunidades dependen hoy en día. Con la creación de hábitos ambientalmente sostenibles y de conciencia ecológica, se hace frente a los problemas ambientales que directa o indirectamente conllevan a la agudización de los problemas económicos y sociales de la región”.2 Esta visión los lleva a plasmar de manera transversal la conciencia ambiental en su gestión pedagógica, como señala su director:
cuenta el calendario ambiental comunal.” pantanos, la pampa, y luego jornadas de limpieza en las quebradas que existen en la comunidad; invitando a las instituciones como la municipalidad y los centros educativos más cercanos para poder descontaminar estas quebradas. Y luego, algunas campañas públicas, dependiendo de las fechas, a veces tratamos de sensibilizar a la población con algunos pasacalles, salidas con pancartas alusivas al medio ambiente, y nuestra decisiva participación en las caminatas a zonas ecoturísticas para conocer y valorar in situ cada ecosistema altoandino que requiere un adecuado manejo y el uso racional de la biodiversidad existente, en el marco de las semanas turísticas organizada por la municipalidad de Yanama”
[La conciencia ambiental se implementa] “como un eje transversal de las unidades didácticas. En primer lugar, a nivel interno, del instituto, trabajar con los y las jóvenes de las dos carreras que tenemos, como son enfermería técnica y producción agropecuaria, teniendo en cuenta el calendario ambiental comunal. Ya venimos aplicando en los últimos tres años de una manera transversal en todas las unidades didácticas, [en las que] tienen que sensibilizarlos, de acuerdo a este calendario que está para todo el año”.
El interés del instituto por impulsar políticas ambientales no es reciente y nace de su relación con su entorno, al ubicarse dentro del área de protección del Parque Nacional Huascarán. Como señala su director, el insti-
“A nivel externo, hemos venido desarrollando algunas charlas, algunas jornadas cívicas de limpieza del ecosistema Panri tanto al área de
[2] Política y Plan de Acción ambiental del Instituto de Educación Superior Tecnológica (IEST) Antonio Raimondi, 2016.
El instituto y su interés por el cuidado del ambiente
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protegida, buscando unir esfuerzos con las instituciones de conservación. “Lo que queremos es articular con las instituciones de manejo y conservación del área natural, en este caso el Sernanp (…) A nivel de la Municipalidad Distrital de Yanama, siempre participamos en [la elaboración de] los planes de desarrollo concertado, en el cual, siempre insistimos de que el enfoque de medio ambiente se considere, no sólo como una cuestión declarativa, sino también para que se programen proyectos o actividades que tengan que ver mucho con la concientización, la sensibilización de la gente y seguramente también intervenir en algunos lugares para su conservación y protección”.
Las tareas pendientes
Albino Adriano Andagua Roca, director general del IEST Antonio Raimondi. Foto: Carlos Ly.
tuto apoya una visión de desarrollo articulada al entorno donde se ubica. “Nosotros estamos ubicados en la zona de transición del área natural protegida por el estado que es el Parque Nacional Huascarán, colindamos con el parque, y por eso estamos comprometidos a conservar tanto lo que está dentro del área protegida, como también las zonas de transición, para lo cual estamos impulsando un trabajo participativo entre los estudiantes y docentes del Instituto a través del Centro de Investigaciones de la Biodiversidad Andina, con la nalidad de contar con informaciones relevantes sobre el estado de conservación de los ecosistemas frágiles, así como de la ora y fauna altoandina de la zona”. Ese compromiso los lleva a participa activamente en los espacios de gestión del área
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Las acciones emprendidas han tenido, según informa el director, ciertos impactos, sobre todo en la población joven, pero a nivel de la comunidad, el cuidado del ambiente sigue siendo un reto. “[Con relación a los y las jóvenes]… se sienten identi cados cuando hacemos este tipo de actividades; aun cuando a nivel comunal no vemos los resultados, porque siempre se sigue depredando, contaminando, y cada vez más se incrementan los incendios forestales o silvopastoriles, generalmente como una práctica ancestral de los agricultores”. A pesar de ello, es optimista respecto a los cambios que se podrán lograr en la difusión de la importancia de una acción ambiental: “… yo creo que toda esa discusión que se ha hecho a nivel de país con relación a los últimos sucesos naturales, ha ayudado bastante para re exionar y posiblemente tomar medidas, no sólo a nivel de instituciones educativas, sino también de nuestra participación y plani cación a nivel de las comunidades y especí camente de la municipalidad”.
El enfoque ambiental A través del Plan Nacional de Educación Ambiental 2017-2022 (PLANEA), el estado plantea los lineamientos de política pública, para promover una educación y cultura ambiental que permita formar ciudadanos y ciudadanas ambientalmente responsables. El PLANEA incorpora acciones a diferentes niveles y sectores. En el aspecto educativo, propone medidas para que las instituciones educativas de nivel superior técnico y tecnológico incorporen los componentes del enfoque ambiental de manera transversal en su gestión. Una de las metas del PLANEA, es que al 2018 el 1% de Instituciones Educativas Superior Pedagógica, Institutos de Educación Superior Tecnológico y Artística y Centros de Educación Técnica Productiva, logren incorporar de manera transversal en la gestión educativa los componentes del enfoque ambiental.
Componentes del enfoque ambiental:
Componentes de gestión educativa:
Componentes temáticos:
Gestión institucional:
Incorpora el enfoque ambiental de manera transversal en los instrumentos de gestión de la institución.
Gestión pedagógica:
Incorpora el enfoque en el diseño de sus planes, proyectos y cursos.
Educación en cambio climático:
Promueve la mitigación, adaptación y resiliencia de la comunidad educativa frente al cambio climático con enfoques de interculturalidad y género, entre otros.
Educación en ecoe ciencia:
busca reducir progresivamente los impactos ambientales y la intensidad de recursos consumidos por las instituciones y comunidad educativa.
Educación en salud:
promueve el desarrollo de una cultura de salud en la comunidad educativa y sociedad.
Educación en riesgos y desastres:
busca construir una cultura de prevención, adaptación y resiliencia en relación a los desastres naturales.
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ENTREVISTA:
ESTRATEGIAS DE ADAPTACIÓN Y RESILIENCIA DEL AGRICULTOR ANDINO FRENTE AL CAMBIO CLIMÁTICO
Productor de Yauyos. Foto: Carlos Ly
La región andina, altamente vulnerable al cambio climático, concentra el 62.89% de las 2.2 millones de Unidades Agropecuarias (UA) del Perú1. En este contexto, el Estado propone al manejo sostenible de sus recursos naturales como una de sus políticas frente al cambio climático2.
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[1] Censo Agrario, 2012. [2] Es el quinto Lineamiento de Acción de la Estrategia Nacional de Agricultura Familiar 2015-2021, que busca adoptar medidas de gestión de riesgos frente a desastres y eventos climáticos extremos que involucren activamente a los agricultores y agricultoras familiares en la implementación de los mecanismos de gestión ambiental de alcance territorial. (http://bit.ly/2qwPndi)
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Sarah-Lan Mathez es investigadora del Centro Internacional de Investigación Agroforestal (ICRAF) y del Centro para el Desarrollo y Medioambiente (CDE) de la Universidad de Berna en Suiza. Con el ICRAF estudia las prácticas de la población productora andina para adaptarse a su entorno usando los árboles en los paisajes agrícolas. Nos habló del manejo que hacen de sus recursos para adaptarse a este fenómeno y la importancia de que participen en el diseño de las políticas públicas de respuesta ante este fenómeno. ¿Considera que las productoras y productores andinos tienen los elementos necesarios para enfrentar los actuales eventos de cambio climático? ¿pueden adaptarse? Lo que es interesante en los Andes es que es un contexto donde siempre ha habido muchos desafíos climáticos. Los pequeños agricultores y agricultoras, desde varios siglos de una larga historia de interacción con su medio ambiente, han tenido que aprender a manejar esta incertidumbre y esa variabilidad climática para poder cultivar en esas condiciones extremas y a diferentes alturas. Y eso resultó en sistemas de conocimientos bastante complejos, sobre la base de la observación y la experiencia.
incremento de fertilidad de suelos, el control de erosión, la conservación del agua, etc. y eso indirectamente va a fortalecer el sistema de medios de vida, la resiliencia, la capacidad que tienen las pequeñas agricultoras y los pequeños agricultores de hacer frente a retos climáticos y otros. Por otro lado, algunos árboles o arbustos pueden proveer directamente de productos que son importantes para ellos, que pueden ser fruta, medicina, alimento para animales, leña, o incluso madera: alguno de sus productos simplemente para la subsistencia y otros que incluso pueden tener un valor comercial. Esta riqueza de conocimientos locales para adaptarse al cambio climático ¿se están transmitiendo a las nuevas generaciones? ¿cómo es que se trasmiten? De lo que hemos visto, pienso que muchas veces hay un discurso que teme que se están perdiendo los conocimientos, que no pasan de una generación a otra; especialmente en el contexto de cambios de estilos de vida, de urbanización, de migración, etc.; pero lo que yo observé también en otros estudios (…) es que sí, realmente hay una transmisión de conocimientos hacia las jóvenes generaciones.
En mi caso estaba mirando especí camente los árboles, que son interesantes porque pueden cumplir funciones a varios niveles para apoyar en la adaptación. Por un lado, los árboles y arbustos pueden tener un rol de amortiguamiento de los choques climáticos a nivel local o de las parcelas, mediante la regulación micro climática, la regulación del agua, etc.
Entonces claro, a veces se puede perder alguna práctica o algún conocimiento especí co, pero por otro lado también se enriquecen esos cuerpos de conocimiento con innovaciones, con nuevas fuentes de información que pueden venir de la educación formal, de proyectos, de intercambios, y que fortalecen toda esa base de conocimiento tradicional que existía. Y ¿cómo se transmiten? Se transmiten a través
Los árboles y arbustos también pueden tener otros tipos de bene cios ecológicos que directamente van a favorecer la actividad de producción agrícola, en lo que es el
[3] Sarah-Lan Mathez es una de los expositores del I Foro Regional de Agricultura y Ganadería Familiar Andina - Ancash 2017, organizado por Formagro en Huaraz los días 23 y 24 de mayo 2017.
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En los andes se manejan sistemas de conocimientos bastante complejos, sobre la base de la observaciรณn y la experiencia. Foto: Carlos Ly.
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“Es muy importante desarrollar políticas que permitan un enfoque muy participativo y un diálogo con los actores locales” de la observación, del trabajo conjunto, las actividades entre menores y mayores y de la imitación, de la vida en la comunidad. ¿Cómo podemos partir de estos conocimientos particulares para proponer políticas nacionales? ¿Cómo hacer para recoger la diversidad local, pero poder generalizarla? Es realmente un reto en todas partes; pero en especial en contextos de montaña, donde hay una muy gran heterogeneidad, incluso en un pequeño territorio puede haber una variación muy grande de pisos ecológicos, de zonas de
vida, de sistemas de producción, etc. No se puede aplicar una sola receta para todos los contextos, es imposible. Pienso que, a nivel de políticas, primero es importante entender los grandes procesos que están afectando a los Andes y a los sistemas de producción, etc. pero también es muy importante desarrollar políticas que permitan un enfoque muy participativo y un dialogo con los actores locales. Porque los que mejor conocen su entorno —cómo está cambiando y los retos que enfrentan— y que pueden también contribuir conjuntamente con ayuda externa a encontrar soluciones, son los mismos productores y productoras. Entonces yo pienso que ese diálogo es fundamental y en realidad las políticas deberían ir hacia ese sentido, a un diseño colectivo con los pequeños agricultores y agricultoras de medidas especí cas a nivel de distritos, adaptadas a diferentes pisos, etc. Sé que no es fácil de aplicar, pero la realidad lo requiere, es compleja, y no hay una receta que se pueda aplicar para todos los contextos.
Primero es importante entender los grandes procesos que están afectando a los Andes y a los sistemas de producción Foto: Carlos Ly
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