La agricultura urbana es una idea confusa, quizá por la lejanía que estos dos conceptos parecen
tener de acuerdo a percepciones tradicionales: la ciudad y el campo como escenarios opuestos, el
agricultor estereotipado que no encuentra lugar entre el concreto. Sin embargo, la necesidad de
agrupar estos dos mundos en un mismo espacio es hoy, más que nunca, imperante en la transformación y creación de las nuevas urbes.