Entrevista en el marco del seminario dictado en la ciudad de Córdoba.
“La seguridad social es uno de los frentes de pelea permanente entre el Neoliberalismo ortodoxo y todos los sectores sociales mayoritarios” BERNARDO KLIKSBERG:
¿Por qué Escándalos Éticos, su nuevo libro, y qué significa hablar para los trabajadores? No hay otra palabra que escándalos para describir cosas como las siguientes: en este momento, en el mundo hay posibilidad de producir alimentos para 9000 millones de personas. En el mundo hay 6600 millones de personas gracias a los cambios tecnológicos en agricultura y en la industria de alimentación. Hay 1020 millones de personas que se mueren de hambre. ¿Y cómo lo vamos a llamar a eso?: Escándalos Éticos. Esto no tiene que ver con la producción de alimentos. Hace tres años atrás la producción de alimentos a nivel mundial fue la cosecha mayor de toda la historia del género humano y ese mismo año murieron 5 millones de niños por hambre. Tiene que ver con la equidad, con el acceso a los alimentos y con la especulación salvaje de los mercados de alimentos. Los especuladores de Wall Street, ahora se dedican a especular a futuro con el precio de los alimentos. El mundo está en condiciones de dar agua potable a toda la población. Hoy se puede producir agua potable hasta desde la basura porque hay métodos que se han desarrollado y en el mundo hay actualmente 900 millones de personas que toman agua contaminada y que no tienen agua potable de ningún tipo. Cuando el gobierno del Presidente Kirchner inició su mandato, se encontró con que este país, la Argentina, que es un país absolutamente rico en posibilidades de agua, toda América Latina es un tercio de todas las aguas limpias del planeta tierra, se encontró con que la empresa nacional del agua, que tenía una gran tradición, había quedado reducida a dos secretarias y dos máquinas de escribir. En la década de los ’90, la liquidaron, la destrozaron, como destrozaron gran parte de todo el sector público. La desmantelaron y casi la mitad de la población del Gran Buenos Aires no tenía agua potable. Gracias al gobierno del presidente y al gobierno de Cristina, hoy en día esas cifras han cambiado radicalmente, y el país tiene una política del agua, una empresa poderosa que incluso está asesorando técnicamente a otras empresas públicas de agua en América Latina. ¿Cómo llamar a eso de que 900 millones de personas, no tengan agua? Cuando la gente no tiene agua, toma el agua que puede conseguir y hay dos millones de niños que mueren por año por