Cultura y La Responsabilidad Social Empresaria
Es notorio como, con el transcurrir del tiempo, se va abandonando la (pre) concepción, diría tradicional, dominante del pensamiento generalizado durante mucho tiempo, que circunscribe la cultura al “cultivo de las bellas artes”. Su expresión, generación, producción y consumo parecían estar reservados inevitablemente a los sectores ilustrados de la sociedad. Sin embargo, manifestaciones artísticas de los sectores más populares fueron emergiendo y lograron conquistar un lugar distinguido y representativo de todo un pueblo y en distintas épocas. Rápidamente cualquiera podría enumerar ejemplos elocuentes, en el género musical al menos: la ópera, el jazz, el tango, entre otros. Componentes indiscutibles de la cultura popular, que marcaron a fuego las respectivas identidades nacionales.
por Leandro M. Iglesias administrador general del Teatro Argentino de La Plata
Ha quedado demostrado, hoy en día, que el hecho de relacionarse de algún modo con las disciplinas artísticas, desde el simple consumo cultural como espectadores interesados, pasando por el aprendizaje y práctica de cualquiera de los géneros artísticos -aún cuando el fin sea sólo el entretenimiento-, dota a quienes los cultivan, de recursos personales invalorables para impulsar cualquier cambio en su propia realidad social. Mantener un vínculo con alguna expresión cultural, indiscutiblemente logra despertar la imaginación, promover y desarrollar la sensibilidad, estimular la reflexión y el espíritu crítico, incentivar la creatividad, fomentar el pensamiento abstracto, fortalecer la autoestima, ayuda a tomar conciencia de la propia dignidad e identidad, entre otros. Existen innumerables experiencias exitosas y contundentes, que permiten confirmar a la acción cultural como un instrumento irremplazable de integración social, considerando que no sólo es primordial para estrechar lazos y socializar a los integrantes de una comunidad, arraigar su origen común sobre la base del propio patrimonio cultural histórico, sino también por ser capaz de promover la concepción compartida de un futuro mejor posible para todos. En el mismo sentido, resulta innegable la influencia que se puede ejercer con las prácticas culturales, sobre el comportamiento individual y social. En este caso asociadas con la educación, pueden estar orientadas a generar cambios en las conductas sociales, a través de actividades que promuevan la participación, el diálogo, la consideración y el respeto al otro, el bien común, como también contribuir a cimentar la identidad colectiva. En definitiva intervenir en la construcción, recreación, valoración y consolidación de la ciudadanía. Con esta ampliada visón desplegada, si bien la participación del estado en el ámbito cultural resulta indispensable e irrenunciable para el sostenimiento y desarrollo cultural de la población, el aporte empresario lograría profundizar, multiplicar y acelerar cualquier efecto de los mencionados y en algunos casos poner en marcha proyectos innovadores. Considerando la profunda y definitiva influencia que los programas para el ámbito cultural, pueden ejercer en el desarrollo social de una comunidad, estamos sin lugar a dudas, frente a una alternativa de participación para cualquier empresa comprometida con su medio y socialmente responsable. Romeo y Julieta genitti / teatro argentino
TEATRO ARGENTINO DE LA PLATA
Aún frente al riesgo de resultar apresurado, entiendo indispensable adoptar una definición de cultura más amplia, que permita ponderar sus reales y potenciales posibilidades como promotora, inspiradora e incitadora de los procesos de desarrollo social de un país.
Fondos de Inversiones Culturales En el año del Bicentenario argentino, la Fundación del Teatro Argentino firmó un convenio marco con Fonres S.A. con el objetivo de trabajar en la formación de nuevos polos culturales que alberguen al arte y a sus creadores y permitan brindarle al público un nivel de excelencia. En este marco, Fonres S.A. desarrolló cuatro Fondos de Inversiones Culturales bajo la figura de un fideicomiso. Esto les da a las empresas la posibilidad de sumarse a uno de los principales teatros líricos de América Latina mediante un programa de RSE de Vanguardia a través de un aporte económico por medio de certificados contables -que pueden ser incorporados a sus balances-. //
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