ejes sustentables ´
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desnutricion y alimentacion balanceada Combatir el Hambre y la Promoción de una Nutrición sana, pilares de las acciones de Kraft Foods.
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“Las empresas son un buen vehículo para que los empleados canalicen las ganas de ayudar y colaborar en sus comunidades”. Esta frase pertenece a Pedro López Matheu, director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales de Kraft Cono Sur, que tiene bajo su responsabilidad los programas de RSE de la compañía, entre ellos el de voluntariado corporativo, un programa que atraviesa toda la organización, desde el sector administrativo hasta el personal de planta, acercando niveles jerárquicos y áreas de trabajo. “Generalmente tratamos de orientar a los empleados hacia nuestras acciones principales –combatir el hambre y promover una alimentación y vida saludable”, dice López Matheu y explica que la firma ofrece a sus colaboradores toda la infraestructura para que realicen trabajo voluntario como así también cuatro horas mensuales dentro del horario laboral. Entre algunas de las actividades que realizan figuran: la clasificación de alimentos para ser donados, participación de colectas y diversas tareas administrativas a través de la Fundación Banco de Alimentos; dictado de clases de apoyo escolar en diferentes materias; desarrollo de actividades recreativas y talleres de nutrición; tareas de renovación en escuelas y organizaciones de las zonas aledañas a las instalaciones de Kraft.
La Semana Deliciosa también forma parte del Voluntariado Corporativo. Todos los años, en octubre, la firma convoca a sus empleados a que se comprometan durante siete días en actividades voluntarias. En 2010, por ejemplo, la Argentina sumó 250 voluntarios para jugar, enseñar y cocinar junto a mil niños.
RSE “Kraft es la segunda empresa de alimentos más grande del mundo. No nos podemos desentender del problema del hambre”, afirma López Matheu, al explicar por qué la lucha contra este flagelo, como así también la promoción de una vida sana, son los ejes principales de sus acciones responsables. Para paliar la desnutrición, López Matheu cuenta que trabajan codo a codo con la Fundación Banco de Alimentos donando productos desde 2001 que, a su vez, la entidad distribuye en su red de 500 organizaciones comunitarias. Entre las actividades que realizan junto al Banco de Alimentos, destaca el programa de Recupero de Frutas y Verduras, programa que nació por un reclamo de organizaciones del Banco por falta de víveres frescos. “Sin embargo, muchas de las frutas y verduras totalmente aptas para el consumo van a parar directamente a la basura; se usan como alimentos para chanchos; dejarlos podrirse es más barato que cosecharlos; o simplemente se arrojan porque quedaron afectados por el granizo o son demasiado pequeños para el gusto del consumidor”. Para solucionar esto, el banco ideó un proyecto que consiste en contactarse con proveedores frutihorticolas, armar una red logística para recolectar los productos, reembolsarlos y repartirlos a las entidades; y hacer mermeladas y jaleas para vender y lograr la autosustentabilidad.
“Los hicimos aplicar en un concurso –concurso que ganaron- con distintas entidades del mundo para recibir una donación directa de 150 mil dolares por parte de la Kraft Food Foundation, con sede en Chicago”. En el 2010, a través del programa, se recolectaron 9 mil kilos de frutas y verduras, que abastecieron a mil organizaciones llegando directamente a 150 mil personas. En cuanto a la promoción de una alimentación balanceada y la importancia de la actividad física, desde 2007, Kraft desarrolla una intervención pedagógica en escuelas de Capital Federal y el conurbano norte (principalmente en General Pacheco y San Fernando, donde están las plantas de Kraft y Cadbury, respectivamente, empresa que fue adquirida a principios del 2010). Esta intervención se hace a través de juegos educativos, involucrando a los docentes, que transmiten conocimientos acerca de nutrición y una alimentación equilibrada y que estimulen la actividad física. “Hemos llegado a más de 2 mil niños de entre nueve y 10 años”, resume López Matheu. //
Pedro López Matheu, director de Asuntos Corporativos y Gubernamentales para el Cono Sur de Kraft también habla de la sustentabilidad del
negocio. “Esta sustentabilidad se traduce en reducciones del consumo de agua, energía, la producción de basura. Que nuestra cadena de proveedores no se base en el trabajo infantil, que la basura sea reciclable (el 70 por ciento de los residuos que genera la planta de Pacheco de Kraft es reutilizable); que se reduzcan los accidentes (las fábricas de Villa Mercedes y Victoria llevan un año largo sin accidentes); altos estándares éticos y de calidad; respeto a los consumidores, a la diversidad”, resume y cuenta que debido a sus políticas antidiscriminatorias a nivel laboral obtuvo, en 2008, una distinción del INADI (Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo). Además, explica que Kraft cuenta con una coordinadora de Diversidad e Inclusión que promueve que las mujeres, dentro de la empresa, tengan las mismas posibilidades de desarrollo y crecimiento que los hombres. Incluso, nuestra CEO a nivel mundial es una mujer, Irene Rosenfeld. Esto se completa con un lactario y jardín maternal dentro de planta para hijos de 45 días a cuatro años, de todas las empleadas, independientemente del puesto o sector, que funciona -en distintos turnos- desde las cinco de la mañana hasta las 10 de la noche, donde se les provee de comida, pañales, atención médica y, para los niños mayores, enseñanza de música, arte e idiomas.