Marcela V. Torres
por Lic. en Economía de la Universidad Nacional de Córdoba. Magíster en Administración Estratégica de Negocios de la Universidad Nacional de Misiones.
El turismo es uno de los sectores económicos más dinámicos del mundo.
turismo
En los últimos años ha tenido, en la mayoría de los países, un crecimiento superior al de otras actividades económicas y un peso preponderante en la economía de los mismos. La importancia que tiene la actividad turística en todo el mundo es lo que nos lleva a preguntarnos si este crecimiento es controlado y manejado adecuadamente. En la medida que así sea, podrá aportar beneficios socioeconómicos para el país en términos de ingreso de divisas, generación de empleo, desarrollo económico; así como propiciar una conciencia colectiva de cuidado y preservación del patrimonio natural y cultural. Contrariamente, si es descontrolado, puede afectar negativamente el ambiente natural y cultural, dada la estrecha relación que tiene el turismo con su ambiente. El volumen excesivo de flujo de turistas y la intensidad de uso de los atractivos puede generar sobrecarga y degradación, sobre todo en aquellos destinos que adquirieron el carácter de masivos, como pueden ser la playa, los parques nacionales o las visitas a algunas áreas protegidas. Por tal motivo, es necesario tender hacia un modelo de desarrollo sostenible que armonice el crecimiento con la conservación del patrimonio natural y cultural, y que fomente que el desarrollo de la actividad turística se relacione con la capacidad de sustentación de los recursos existentes. De esta manera, la sostenibilidad turística se transforma en la única vía para que los actuales y futuros turistas disfruten de los paisajes, aprendiendo a valorarlos. El turismo sostenible está basado en los principios básicos de la Declaración de Río de Janeiro sobre Medio Ambiente y Desarrollo (1992), por cuanto reconoce el estrecho vínculo existente entre la actividad turística y la protección del entorno.
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sostenible--- un nuevo desafio La Organización Mundial del Turismo, define al desarrollo sostenible del turismo diciendo que “atiende las necesidades de los turistas actuales y de las regiones receptoras y, al mismo tiempo, protege y fomenta las oportunidades para el futuro. Se concibe como una vía hacia la gestión de todos los recursos de forma que puedan satisfacerse las necesidades económicas, sociales y estéticas, respetando al mismo tiempo la integridad cultural, los procesos ecológicos esenciales, la diversidad biológica y los sistemas que sostienen la vida” Por lo tanto, el objetivo fundamental del turismo sostenible es perdurar en el tiempo, obteniendo la máxima utilidad pero protegiendo los recursos naturales, preservando la cultura y respetando la población local. En la Argentina, el desarrollo de la actividad turística sostenible es un concepto nuevo que requiere un cambio en la cultura organizacional y un cambio de paradigmas. Sin embargo, tanto el sector privado como el sector público ligados a ésta actividad están trabajando para fomentar la sostenibilidad de la misma. Las 13 áreas protegidas que han sido declaradas Reservas de Biosfera por el Programa de la UNESCO “El Hombre y la Biosfera”, los humedales argentinos, algunos de los cuales han sido incluidos en la lista de Sitios Ramsar, los proyectos de playas y balnearios de calidad, el Plan Federal Estratégico de Turismo Sustentable de la Secretaría de Turismo de la Nación, así como las acciones llevadas a cabo por organizaciones privadas en sitios de gran riqueza natural y cultural, son un ejemplo de ello. En el presente la actividad turística pretende ser una actividad socialmente responsable y turísticamente sostenible que busca minimizar los impactos que dicha actividad tiene sobre los ecosistemas, procurando asimismo conservar la cultura y tradiciones del destino. Es por ello que las organizaciones privadas y públicas se convierten en actores esenciales, bien como instituciones directamente ejecutoras o como instituciones inductoras e influyentes sobre todos aquellos actores involucrados con la actividad turística.
Es necesario comprender que todo gasto tendiente a conservar, preservar y proteger el ambiente natural y cultural debe ser considerado como una inversión recuperable a largo plazo y como una estrategia tendiente a proteger la atracción turística, pieza esencial para que exista la actividad. En la medida en que se incorpore la necesidad de cuidar, proteger y preservar el patrimonio natural y cultural del destino turístico, estaremos favoreciendo las prácticas socialmente responsables y la sostenibilidad a largo plazo no solo turística sino del medio ambiente como un todo. --