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Narrativa
Abrasar
Monserrat Torres
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Tomaba la mano de mi madre mientras ella prendía fuego a un cuaderno, para después lanzarlo al montón que yacía en el patio de la casa, el hogar que nunca más volvería a ver, y que incluso días después de ese suceso no recordaba cómo era.
Mi único recuerdo es el fuego, tan bello y misterioso, reclamando cada objeto que le pertenecía a mi padre y que devoraba impavidamente. También recuerdo que el rostro de mi madre brillaba, en sus ojos podía reconocer la misma furia de aquel incendio que nació de la infidelidad de mi padre, que la acompañó por muchos años, y que sólo lograba apaciguarse cuando me dejaba tirada en el suelo sollozando. Para al día siguiente reaparecer con mayor fuerza, abrasar mi cuerpo, como el fuego de aquel día calcinaba todo.
Sé que no tenía miedo, como ahora, porque ella tomaba mi mano con fuerza. —Vámonos.
Salimos a la calle, sólo con un par de maletas y una caja de cartón.
Y eso es todo.
No tengo recuerdos sobre mi infancia, sólo aquel día en que perdí el cariño de mi madre y a mi padre.
El fuego y la furia es todo lo que quedó en mí.
Nacida en la periferia al norte de la Ciudad de México. Estudió Literatura Dramática y Teatro en la unam. Seducida por las bibliotecas, empezó a trabajar en ellas como realizadora de talleres de lectura para niños y posteriormente para mujeres. “Las diosas de cada mujer” es uno de sus talleres más extensos, a través del cual creó un espacio donde las asistentes pudieran acercarse a la literatura de escritoras latinoamericanas y compartir sus miedos, inseguridades y problemáticas que se viven al ser mujeres en la ciudad. Actualmente se encuentra escribiendo su primer libro de cuentos, sobre la casa de su infancia, al cual pertenece “Abrasar”.