FOTOGRAFÍA Y DRONES - Miguel Merino Arias by Juan Carlos González Pozuelo

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En la primera parte del libro, el lector encontrará desde un análisis en profundidad de los drones actuales, cómo escoger el dron adecuado, cómo aprender a volar, o las herramientas y técnicas utilizadas para encontrar buenas localizaciones fotográficas. La segunda parte se dedica en su totalidad a todos los aspectos fotográficos: desde un recorrido en profundidad por la técnica fotográfica, seguido de un verdadero tratado sobre la composición fotográfica.

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El libro también aborda algunas técnicas especiales como la fotografía HDR (de alto rango dinámico) y los panoramas, para después sumergirse en el vasto campo del tratamiento digital de los archivos fotográficos con Lightroom. Esta parte termina con catorce proyectos fotográficos, una sección eminentemente práctica, para que el lector pueda aprender a aplicar todo lo desarrollado anteriormente.

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FOTOGRAFÍA Y DRONES Miguel Merino Arias

Miguel Merino nació en Roma donde cursó estudios de fotografía y en 1980 se traslada a Madrid donde realiza la carrera de Ciencias Económicas y Empresariales en ICADE. Inicia su carrera profesional en una agencia de publicidad. Después de doce años de actividad decide retomar una de sus pasiones iniciadas en la adolescencia: la fotografía. En 1999 funda MSTUDIO.ES y en la actualidad es un reconocido fotógrafo, especializado en el campo de la arquitectura e interiores y fotografía publicitaria de alimentación e industrial. Es el autor de la obra Fotografía de producto y publicidad publicada en esta colección. Su pasión por la fotografía le ha llevado a investigar y desarrollar otros temas como la fotografía aérea con drones, otra de sus grandes pasiones.

www.fotografiaydrones.com

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Miguel Merino Arias

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Fotografía y Drones es un libro que nace de la pasión por la fotografía aérea de su autor, y también por la ausencia en el mercado de una obra en esta materia que sea completa y rigurosa. El lector podrá realizar un apasionante recorrido desde lo básico hasta el nivel de experto, y descubrir con asombro cómo se ve el mundo desde el aire. Pero, sobre todo, podrá vivir la ilusión y la gran satisfacción de realizar sus propias fotografías de calidad, utilizando las técnicas de los profesionales.

FOTOGRAFÍA Y DRONES

EL PROYECTO FOTOGRÁFICO PERSONAL

Con la participación de:

Como continuación de este libro, el autor ha creado una página web en la que el lector podrá encontrar nuevos contenidos —artículos sobre técnica fotográfica y tutoriales sobre edición digital— así cómo nuevas fotografías, noticias del sector y mucho más... Te invitamos a que la visites y te des de alta para ser el primero en recibir estos contenidos.

Índice 8 | Cómo leer este libro 11 |

Introducción

73 |

Metereología

74 | ¿Es importante la meteorología? ¡Sí! 74 | El viento

12 | Un poco de historia

76 | La lluvia

14 | ¿Este libro es para mí?

77 | La niebla

21 | Sobre este libro

78 | La nieve 79 | Las tormentas solares

25 |

El equipo

80 | Volar con temperaturas extremas 81 | La altitud

83 |

42 | Motores y variadores (ESC) 43 | Sistemas de visión y de anticolisión

Aspectos legales

99 |

Localización

44 | Regreso al punto de origen (RTH): ¡Estás a salvo! 45 | Accesorios interesantes 48 | ¿Cuál es el dron adecuado para mí?

59 |

Aprender a volar

115 |

Técnica fotográfica

116 | El mundo en 3D 118 | La exposición 124 | Otros ajustes de cámara 126 | La luz: donde reside la magia

6|7

135 |

Composición

205 |

136 | Cómo vemos: el ojo humano y el cerebro

Proyectos fotográficos

142 | Los atractores visuales

206 | Objetivo

143 | La disposición espacial

207 | Los datos de vuelo

148 | Los elementos de la composición

208 | Estructura de los proyectos

158 | Perspectiva y altura

211 | La isla secreta

215 | Viaje a lo desconocido

161 |

Otros elementos compositivos

Técnicas especiales

174 | Alto rango dinámico (HDR) 175 | Panoramas 178 | Efecto ‘tilt-shift’ 179 | Efecto ‘pequeño planeta’

183 |

Tratamiento digital

280 | ¿Y ahora qué? 280 | Web especializadas 282 | Concursos

285 |

Recursos ‘online’

286 | Foros de discusión 288 | Webs de noticias y blogs 289 | Organismos públicos

El equipo

cruzan en la espalda y el pecho. Así distribuye el peso del CR y lo sujeta de una manera más firme y cómoda. Lo utilizo siempre y lo recomiendo sin dudarlo: ocupa poco espacio, es barato, se ajusta en pocos segundos y es un elemento de seguridad y comodidad indiscutible.

¿Cuál es el dron adecuado para mí? Una vez visto los elementos principales que componen un dron —y como funciona cada uno de ellos— vamos a ver en detalle varios modelos de drones y compararlos, para que puedas tener una base sólida a la hora de escoger el dron que más se adecúa a lo que quieres hacer (fíjate que he escrito adecúa”). He escogido seis modelos de DJI, que abarcan un espectro muy amplio de necesidades para un fotógrafo, desde un modelo básico, a uno avanzado. Como este es un mercado muy dinámico, cuando leas estas páginas puede que hayan salido otros modelos. No obstante, esta información te seguirá siendo de gran ayuda pues te proporcionará los criterios que tienes que utilizar a la hora de escoger un modelo u otro. Los tres criterios más importantes que diferencian un modelo de dron de otro son: (1) la cámara fotográfica (2) el peso y el tamaño del mismo lo que condicionará su portabilidad, y (3) la autonomía de vuelo. Luego están otros

Mavic Air

Mavic Pro/Platium

Mavic 2 Pro/Zoom

factores —como por ejemplo, los sensores de visión o anticolisión— que son, para un fotógrafo, claramente secundarios. Aunque son útiles, nunca serán criterios decisivos. He escogido los seis modelos de DJI que son de mayor interés para un fotógrafo (Mavic Air, Mavic Pro, Phantom 4 Pro/Advanced/V2.0, Inspire 1, y las dos recientes incorporaciones: el Mavic 2 Pro y el Mavic 2 Zoom). He omitido el Spark porque —hasta ahora— no puede guardar los archivos fotográficos en DNG (RAW), un parámetro que considero básico para un fotógrafo. Además, la diferencia de precio con el Mavic Air (tiene el mismo sensor) es pequeña y las prestaciones bastante superiores, por lo que he considerado como modelo base a este último. Por el lado de gama alta, he omitido el Inspire 2 pues es un dron más orientado a la producción profesional de vídeo que a la fotografía (aunque, evidentemente, sus cámaras son muy adecuadas también para la fotografía) y además, lo que ganamos en calidad fotografica, lo perdemos en portabilidad y la diferencia de precio es sustancial. Como veremos, al Inspire 1 podemos acoplarle una cámara con sensor de 4/3”, frente a un sensor APS-C que se puede utilizar con un Inspire 2 (más sobre este punto en la página 54).

48 | 49

CUADRO COMPARATIVO DE SEIS MODELOS DE DJI: PARÁMETROS PRINCIPALES

MAVIC AIR

MAVIC PRO

MAVIC 2 ZOOM

MAVIC 2 PRO

PHANTOM 4 PRO/ADV/V2.0

Sensor cámara

1/2.3”

1”

4/3"

Resolución

12 MP

20 MP

20,8 MP

Óptica (*)

24 mm

28 mm

24-48 mm

28 mm

24 mm

85°

78,8°

83°-48°

77°

84°

f/ 2.8

f/ 2.2

f/2.8-11

Ángulo visión Apertura Obturador

(****)

Electrónico

Mecánico (**)

Electrónico

8 - 1/8.000 s

8 - 1/2.000 s

8 - 1/8.000 s

430 g

735 g

905 g

907 g

1.388 g

3.060 g

168x83x49

198x83x83

214x91x84

290x290x196

438x451x301

683 cm3

1.364 cm3

1.635 cm3

16.483 cm3

59.458 cm3

21 min

27 min

31 min

30 min

18 min

Formato

JPEG y DNG (RAW)

Peso Tamaño (***) mm

INSPIRE 1 (X5R)

Volumen (***) Autonomía

(*) Focal equivalente en 35mm (**) También electrónico (***) Con los brazos doblados (****) Depende de la óptica que se ponga.

En este primer cuadro, he incluido los parámetros principales de interés para un fotógrafo (cámara, peso, tamaño, y autonomía).

Phantom 4 Pro/Advanced/V2.0

Inspire

SENSORES CMOS En este apartado tenemos tres opciones: 1/2.3”, 1” y 4/3” (no incluyo el sensor APS-C de la cámara X7 porque solo se puede acoplar al Inspire 2). En mi opinión, el sensor de 1/2.3” está justo en el límite del mínimo exigible, en términos de resolución, rango dinámico y nivel de ruido. Es el sensor que incorporan las cámaras compactas actuales: ofrecen una calidad muy aceptable, pero en términos de calidad fotográfica, tienen bastantes limitaciones, y en cuanto amplías la imagen, se aprecia ruido y un limitado rango cromático y lumínico. El ideal sería el de 4/3” (el sensor que encontramos en muchas cámaras sin espejo) pero, en el Inspire 1, esto viene a cambio de un peso, tamaño y precio elevados, motivos suficientes para descartarlo como opción para la gran mayoría de fotógrafos (salvo que se necesite una cámara con objetivos intercambiables). La opción intermedia es el sensor de 1”: tiene un 55% de la superficie de uno de 4/3”, (el de 1/2.3” solo tiene el 12,5%). Mi experiencia personal con este sensor es buena: tiene un rango dinámico y un nivel de ruido aceptable (claramente mejor que en un sensor de 1/2.3”, y no tan alejado de uno de 4/3”). No obstante, con este sensor es recomendable utilizar —siempre que se pueda— ISO 100, pues el ruido aparece muy rápidamente en cuanto se incrementa.

Estos son los seis modelos de drones de DJI

Técnica fotográfica

LA CALIDAD DE LA LUZ La explicación anterior nos da la clave sobre cuál es el factor principal —hay otros, pero no tan determinantes— que decide la calidad de la luz: es la posición del sol en el cielo. Verano

Otoño / Primavera

Invierno Puesta de sol

Amanecer

Amanecer y puesta de sol

La calidad de la luz (color e intensidad), así como la longitud de las sombras, depende de la posición del sol en el cielo, y a su vez ésta depende de la hora y del día del año.

1.000

2.000

3.000

Mañana y tarde

4.000

Cielo nublado

Cenit

5.000

6.000

7.000

8.000

9.000

La posición del sol determina: • • •

La intensidad de la luz El color de la luz La longitud de las sombras

Pero la posición del sol en el cielo depende de: • •

La hora del día El día del año

LA POSICIÓN DEL SOL En el siguiente cuadro he incluido la posición del sol (para una latitud media de 40°) a las 12h y a las 16h, el día del equinoccio de primavera y de otoño y el día del solsticio de verano y de invierno. Posición del sol en diversos días y horas (latitud 40°) Solsticio Invierno

Equinoccio Primavera

Solsticio Verano

Equinoccio Otoño

13,30h

26,1 °

49,4 °

69,3 °

49,1 °

17,00h

7°

26,2 °

51,6 °

34,4 °

Del cuadro se desprende que la posición del sol en el cielo varía enormemente dependiendo de la hora del día y del momento del año (algo que ya sabemos, pero quizá no conozcamos su magnitud). “La posición del sol determina la calidad de la luz: su intensidad, color y la longitud de las sombras” Destacan varias cosas: como era de esperar, en los equinoccios, la posición solar máxima es parecida. En el solsticio de invierno, la posición máxima del sol (26,1°) se produce a las 13,20 h. Esa misma posición solar se produce a las 19,15h en el solsticio de verano, ¡casi 6 horas más tarde! La conclusión es que lo que llamamos luz de media tarde ¡es muy distinta según el día del año!

128 | 129

LA INTENSIDAD DE LA LUZ La intensidad de la luz solar también depende de la posición del astro en el cielo. Esto se debe a dos motivos: por una parte, a medida que el sol se aleja del cénit, la superficie radiada aumenta (debido a la posición oblicua del sol; es el mismo principio por el que las sombras también aumentan su tamaño). Sin embargo, el flujo de energía se mantiene constante y, por tanto, al repartirse la misma cantidad de luz en un área mayor, la luminosidad general, disminuye.

En profundidad Cuando un haz de luz solar, con una sección de 1 m2, alcanza el suelo durante el solsticio de verano (a una latitud de 40° N) la luz se reparte sobre un área de 1,04 m2, mientras que durante el solsticio de invierno lo hace sobre un área de 2,24 m2, es decir, ¡más del doble! Según la ley inversa del cuadrado, al duplicarse la superficie irradiada, la intensidad lumínica disminuye a un cuarto: 2 x superficie = ¼ intensidad lumínica

22 diciembre

2,24 m2

21 junio

1,04 m2

Esta fotografía la tomé a las 17.30 h de un 24 de enero. La altura del sol en el cielo era de 9,5°. Para tener la misma posición solar cinco meses después (el 24 de junio), tendría que esperar hasta las 20.45h.

Composición

La fotografía es un lenguaje visual, y, al contrario de las lenguas escritas, es internacional. Y como todo lenguaje, tiene sus normas ortográficas y gramaticales que tenemos que conocer para poder comunicarnos. A lo largo de la historia, el ser humano ha ido relizando descubrimientos tanto en el ámbito de las matemáticas y las ciencias, como en el de las artes creativas, que ha aplicado a estas últimas, con éxito. Como no se trata de inventar la rueda, vamos a realizar un breve —¡pero intenso!— recorrido histórico, para aprender aquellos conocimientos que han llegado hasta nosotros y que nos pueden servir de inspiración o como punto de partida, a la hora de componer una fotografía. “Lo que vamos a ver no son reglas: son sugerencias e ideas que nos ayudarán en nuestro camino” No se trata pues de reglas (yo huyo de los academicismos, a menudo muy alejados de la realidad) si no de sugerencias e ideas, que nos ayudarán en este —hermoso— recorrido.

Cómo vemos: el ojo humano y el cerebro Para entender y aprender el arte —¿o la ciencia?— de la composición, primero tenemos que entender cómo funcionan nuestros ojos y nuestro cerebro. Las cámaras fotograficas son una aproximación al ojo humano. Por ello, podemos encontrar paralelismos entre sus distintos componentes: la óptica (el cristalino), el diafragma (la pupila), el sensor (la retina) y el procesador (el cerebro). Vamos a ver las similitudes y diferencias entre ambos.

Cristalino = Óptica

Pupila = Diafragma

Retina = Sensor

Las cámaras fotograficas son una aproximación al ojo humano. Por ello, podemos encontrar paralelismos entre sus distintos componentes.

Procesador = Cerebro

EL OJO HUMANO Y LA CÁMARA En primer lugar, conviene señalar que el funcionamiento del ojo humano se apoya sobre el ordenador más sofisticado y potente que existe en nuestro planeta: el cerebro humano. Lo que vemos, es el resultado de lo que el ojo ha captado, junto a lo que el cerebro ha procesado. Muestra de este trabajo en equipo —del ojo y el cerebro— es el hecho de que el ojo humano, en realidad, ve el mundo al revés e invertido, como en un espejo (igual que una cámara de banco óptico). Es el cerebro quien se encarga de corregir la imagen en los dos ejes. De hecho, los recién nacidos ven el mundo sin corregir (este es el motivo por el que, a menudo, miran en dirección opuesta al movimiento que intentan seguir).

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Otro ejemplo es lo que sucede en fotografía de arquitectura: si inclinamos la cámara hacia arriba para fotografiar un edificio alto, las líneas verticales, convergen. Y es lo mismo que le sucede al ojo humano; solamente que el cerebro se encarga de corregir —en parte— la distorsión. Finalmente, otro ejemplo muy cercano a todos los fotógrafos es el balance de blancos: el cerebro lo realiza constantemente —sin que nos demos cuenta— adaptándose a las cambiantes dominantes de color. “El cerebro realiza constantemente un balance de blancos, sin que nos demos cuenta” Lo que vemos, es en realidad un flujo constante de información cambiante, que el cerebro va procesando constantemente, ensamblando imágenes para generar una visión del mundo que nos rodea. Es un proceso muy complejo y sorprendente.

El tándem ojo-cerebro es un prodigio de la naturaleza: el ojo capta la señal y el cerebro, la interpreta, le da sentido.

Por ejemplo, aunque la visión conjunta de los dos ojos produce un campo angular de unos 130°, en realidad el área en el que —en un momento determinado— el ojo está enfocando, es de tan solo 0,5°. El resto de la imágen, permanece borrosa (de forma progresiva, a medida que nos acercamos a los bordes). Todo esto sucede de forma rápida y continua, y es por este motivo que no tenemos la sensación de que esto se está produciendo. EL OJO HUMANO EN CIFRAS Hay cierta controversia respecto a la distancia focal del ojo humano: unos autores hablan de 16-18 mm aunque parece que hay más consenso con otra cifra: 22-24 mm, cuyo valor exacto depende de factores como la distancia del ojo al sujeto, la edad y la salud del individuo. Cuadro con los principales parámetros del ojo humano Distancia focal

22-24 mm

Apertura

f/3.3 a f/16

ISO

1-800

Rango dinámico

10.000:1

Velocidad de obturación

1/100 s

Tamaño del sensor

2,25”

Tamaño fotodiodos

2-6 micras

Resolución

130 MP

Eficiencia cuántica

15%

El ojo humano en cifras: un objetivo de 22-24 mm, con una apertura variable de f/3,3 a f/16, un ISO de 1 a 800, un sensor de 2,25” y un rango dinámico de 10.000:1. ¡Una formidable cámara fotográfica!

Otros elementos compositivos

Por tanto, es un factor que, en última instancia, se decide siempre en la fase de edición, pero es importante que lo intentes visualizar durante el encuadre, para adelantarte a posibles problemas posteriores.

16:9 4:3 El formato nativo de los sensores de las cámaras de los drones analizados es 3:2 (1,5:1) y es el que recomiendo utilizar, pues las otras dos opciones disponibles (4:3 y 16:9) suponen descartar —y por tanto, perder— una parte de la resolución total disponible en el sensor. Salvo que haya una razón muy concreta para hacerlo, el reencuadre —o cambio de formato— es preferible hacerlo a posteriori, en la edición digital.

En esencia, la elección del formato no es más que una prolongación del proceso de encuadre, pues lo que hacemos en esta fase es excluir elementos que no nos interesa que aparezcan en la imagen (y que no pudimos descartar durante la toma, debido al formato fijo del sensor). Los puristas defienden la idea de que hay que adaptarse siempre al formato de la cámara y, por tanto, que no hay que recortar la fotografía. En mi opinión, es una idea absurda pues una fotografía es el resultado final de un proceso —que no concluye con la toma— y que incluye la edición de la misma. En la época química, se hacían en el laboratorio muchas de las cosas que hacemos hoy en digital, solo que ¡de una forma mucho menos precisa y sofisticada! Además, la mayoría de los grandes fotógrafos de todas las épocas lo han hecho, en mayor o menor medida. Por último, esto limitaría enormemente tu capacidad creativa y expresiva, sin ninguna razón válida. Por tanto, yo soy un firme defensor de variar el formato durante la edición, pues es un potente elemento visual en una fotografía.

La orientación vertical —a la derecha— es visualmente interesante: concentra la atención en la carretera, conduciendo la mirada desde abajo (a la izquierda) hacía arriba (a la derecha). Tiene más fuerza que la horizontal (izquierda), pero ambas son interesantes. Como dato curioso, ambas tienen la misma relación de aspecto (4:3) pero la vertical es invertida (3:4). A pesar de ello, la versión horizontal parece más cuadrada que la vertical.

Esta fotografía tiene el elemento principal vertical (la carretera). Sin embargo, funciona perfectamente tanto con un encuadre horizontal como vertical. La elección de un formato u otro depende de lo que quiera enfatizar: la orientación horizontal me permite incluir más contexto (el bosque nevado), pero a cambio de restar peso visual a la carretera.

L A ORIENTACIÓN El formato horizontal es como ven nuestros ojos. Nos resulta más fácil mover la cabeza de izquierda a derecha que de arriba a abajo. Decidimos la orientación de una fotografía, en principio, según la predominancia de elementos horizontales o verticales. Por ejemplo, un paisaje, con un horizonte, es esencialmente horizontal. En cambio un retrato —de cuerpo entero— de una persona o un edificio alto, son intrínsecamente verticales. No obstante, este criterio se puede invertir a veces: por ejemplo, una fotografía vertical de paisaje, otorgará más importancia al primer plano, mientras que una fotografía horizontal de una persona, incluirá el contexto. El formato horizontal transmite estabilidad, mientras que el vertical es más dinámico.

EL FORMATO CUADRADO Y EL PANORÁMICO Una vía intermedia es el formato cuadrado. Es utilizado con poca frecuencia, pero es excelente para enfatizar la simetría y el equilibrio. En este caso —a diferencia de los otros— la mejor posición para el elemento principal es el centro de la imagen, normalmente cubriendo gran parte del encuadre. Una variante del formato horizontal es el panorámico (muy raramente utilizado en vertical). El más utilizado es el 16:9, que se visualiza muy bien en

164 | 165 El formato cuadrado —poco frecuente— enfatiza la simetría y el equilibrio. La mejor posición para el elemento principal es el centro de la imagen.

los monitores modernos. A mí, personalmente, es uno de los formatos que más me gustan. Este formato permite un recorrido horizontal de la mirada más amplio y pausado, enfatizando el movimiento izquierda-derecha (más instintivo) que el arriba-abajo. En la fotografía de paisaje, acentúa la horizontalidad de la escena, dejando fuera de ésta, un poco de cielo y de primer plano —que no suelen aportar casi nada— para primar el contexto lateral, donde suele haber más información interesante, aunque no conviene que los extremos contengan mucha información (nuestra visión periférica es peor). Los formatos panorámicos más extremos —obtenidos mediante el ensamblado de varias tomas— son más complicados de visualizar y de interpretar. Como suelen contener mucha información, la mejor forma de

Esta fotografía tiene una proporción de 2,5:1. Es probablemente el formato panorámico más extremo que utilizo. Más allá de esta proporción, visualizar correctamente una imagen se convierte en algo difícil. No obstante, en este caso, dicho formato es producto de un reencuadre, —no del ensamblado de diversas fotografías— pues quería enfatizar el contexto lateral (el contraste de la arena con el mar) más que la verticalidad de la línea de la costa. Por último ¿detectas algún detalle que te llama la atención? (una pista: abajo, en el centro…)

Proyectos fotogrรกficos

214 | 215

Viaje a lo desconocido Quietud. Y blanco. Blanco por todas partes. La montaña y los árboles aguantaban, pacientes, un manto blanco que se extendía hasta el horizonte. Y quebrando la armonía blanca, había una solitaria y sinuosa carretera, como una negra herida en la montaña, que conducía a otros confines, otros paisajes, a otras sensaciones.

Proyectos fotográficos

LOCALIZACIÓN Era invierno y había nevado copiosamente en los últimos días. No tenía duda: debía buscar paisajes nevados e invernales. ¡Y rápidamente! Pues la nieve duraría poco. Estuve buscando —como siempre, en Google Earth— localizaciones interesantes en la Sierra madrileña. Mi idea era reflejar el contraste entre el blanco de la nieve, y el negro de una carretera, a ser posible, sinuosa. Para ello, debía buscar una zona alta y boscosa, con carreteras visualmente atractivas.

A unos 1.300 metros de altura, esta era la vista que encontré en Google Earth: amplias zonas de bosque, quebradas por carreteras sinuosas. ¿Qué aspecto tendrá con nieve? me pregunté.

Localicé varios puntos a lo largo de la sierra que parecían tener un buen potencial visual, y los guardé en GE. Siempre existe el factor sorpresa, pues hay que tener en cuenta que la fotografía de GE —tomada por un satélite— probablemente se realizó en una época del año, hora del día y condiciones climáticas muy distintas a las que te vas a encontrar cuando llegues. Además, la resolución de las fotos a niveles bajos de altitud, es bastante escasa, por lo que solo vemos una aproximación de lo que realmente nos encontraremos. Nos tenemos pues que imaginar cómo será… PREPARACIÓN Y VUELO Cuando llegué a la zona, me di cuenta que había menos nieve de lo que esperaba. Fui subiendo con el coche por la carretera hasta llegar a los 2.000 metros de altitud. ¡Qué paisaje nevado se fue revelando!

Este es el lugar en el que pude parar y desde el que despegué para hacer este vuelo. La nieve cubría casi por completo los árboles, creando un fuerte contraste con la carretera.

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El primer problema con el que me encontré —muy habitual— es la ausencia de zonas dónde parar y aparcar el coche (las había buscado previamente en GE, pero como había nieve, no eran transitables). Esto me obligó a continuar por la carretera, más allá del punto previsto, hasta encontrar un lugar donde parar y aparcar con seguridad. El segundo problema fue encontrar un punto de despegue seguro. Como todo estaba cubierto de nieve, no fue fácil (recuerda: electrónica y agua ¡no son buenos amigos!). Este tipo de parajes tiene una dificultad añadida: la visibilidad del entorno es menor debido a la altura de los árboles, por lo que estaba limitado en cuanto a distancia y posición del dron, si quería mantenerlo siempre a la vista. El vuelo estuvo muy localizado, debido al problema de visibilidad causado por los altos árboles (la distancia máxima del punto de despegue alcanzada fue solo de 75 metros). La duración del vuelo fue corta: 8’19” en los que recorrí 483 m. Debido a la altitud, este es un escenario típico en el que la velocidad del viento varía enormemente entre la superficie y unas decenas de metros de altura. Según los datos grabados por el dron, a nivel del suelo había un viento de unos 4 km/h. Sin embargo, a 120 metros de altura, el dron resistió rachas de hasta 36 km/h (lo máximo recomendado por el fabricante). Es muy importante tener en cuenta estos fuertes gradientes de viento y no alejarse demasiado del punto de despegue, para evitar problemas a la hora de volver. Una manera de comprobar si la situación de viento es asumible para el dron —aparte del anemómetro, que se usa en tierra— es subir el dron verticalmente hasta unos 30-50 metros y dejarlo en vuelo estacionario unos segundos, para

Esta fue otra variante de composición que realicé. Incluía un elemento nuevo: el contraste del bosque verde (zona superior derecha) frente al bosque nevado. Me gustó mucho, pero finalmente elegí la otra imagen, porque me pareció una composición más equilibrada.

Proyectos fotográficos

comprobar si se mantiene sin dificultad en posición, o si por el contrario, se produce una deriva del mismo, en cuyo caso conviene aterrizar cuanto antes. TÉCNICA FOTOGRÁFICA La composición que buscaba debía incluir laderas de montaña con bosques nevados, y una carretera. Por ello experimenté con distintas opciones de su posicionamiento. Finalmente, encontré más equilibrada y visualmente atractiva la disposición simétrica de los elementos: la carretera —en el centro— divide en dos partes iguales la imagen. La verticalidad —y sinuosidad— de la carretera, le aporta movimiento, hacia arriba. Ambos sujetos (bosque nevado y carretera) generan un fuerte contraste visual (tanto cromático, de textura y de iluminación), siendo este uno de los elementos clave de la fotografía.

DATOS TÉCNICOS • Dron: DJI Phantom 4 Advanced • Cámara: sensor 1”, 24 mm (equivalente) • Exposición: 1/200 s, f/5, ISO 100

TRATAMIENTO DIGITAL Este es el archivo DNG sin ningún ajuste. Lo primero que destaca es la falta de color (es casi monocromático): solo hay blanco y tonos celestes en la nieve. Por tanto, el color es un parámetro que tendremos que tratar. Por otra parte, falta contraste y negros puros (se aprecia no solo en la imagen, sino claramente en el histograma: hay un hueco en el lado izquierdo) especialmente en la carretera.

En el archivo DNG original, destaca la casi total ausencia de color (es casi monocromática). Además, faltan —como es habitual— negros. Ambos aspectos serán la base del tratamiento digital a realizar.

Respecto al encuadre, la línea sinuosa de la carretera es vertical (no está torcida) y divide la fotografía en dos partes, que es lo que pretendía, aunque no de manera exacta. Por ello, he recortado ligeramente el lateral izquierdo, y algo menos, el derecho. Así consigo dos cosas: por una parte, ofrezco una mayor simetría, ya que la mitad de la imagen coincide —tanto arriba como abajo —con la carretera, y por otra parte, elimino ese pequeño claro en el bosque (arriba a la izquierda) sin árboles y con rocas visibles, y el árbol seco (abajo a la derecha), que al estar en los bordes, llaman la atención. En la siguiente fase, realicé los ajustes generales: en los parámetros básicos, reduje los Negros (-11) y aumenté la Claridad (+37), para potenciar el contraste y saturación generales, y también aumenté bastante la Intensidad (+40). Este último parámetro lo utilizo muy poco, y menos con valores altos.

218 | 219

En este caso lo utilicé —excepcionalmente— porque me sirvió para aumentar, de manera selectiva, la intensidad de ese precioso azul celeste que teñía suavemente la nieve en sombra (recuerda: la temperatura de color en las sombras es siempre más fría). En esta imagen funcionó bien porque no había otros colores dominantes (pero no es lo habitual).

Un ajuste que utilizo con poca frecuencia es Intensidad. Sin embargo, en esta fotografía me permitió aumentar —de manera selectiva— la saturación del azul celeste, apenas visible en la nieve, pero crucial en la composición final.

En el panel HSL, realicé ajustes de Tono y de Saturación, en tres colores: naranja, amarillo y azul. Los valores positivos del naranja (+52) y del amarillo (+100) son los responsables de transformar el color de los árboles en un verde más vivo y fresco. Dado que los colores estaban muy poco saturados, incrementé la saturación de los tres colores, para darles más presencia en la imagen. Finalmente, utilicé dos Pinceles de Ajuste: uno en la carretera, para dos cosas: quitar la dominante de color (-100 Saturación) y oscurecerla (-0,70 Exposición y -25 Negros), y otro en el bosque (-50 Borrar Neblina) para incrementar el microcontraste y la saturación. De esta manera he conseguido aportar color a una imagen muy desaturada y, además, que sean colores que den vida y frescura a la imagen; y por otra parte, he conseguido destacar el otro elemento principal de la fotografía: la carretera (más oscura y contrastada).

AJUSTES REALIZADOS EN LIGHTROOM • Reducción de los Negros (-11) • Aumento de la Claridad (+37) para incrementar el microcontraste • Aumento de la Intensidad (+40) para saturar el azul celeste de la nieve. • En el panel HSL: variación del Tono y Saturación del Naranja (+52 y +14) del Amarillo (+100 y +53) y del Azul (-14 y +40). Los cambios en el amarillo son los responsables de conseguir el color verde de los árboles. • Pincel de Ajuste: (1) en la carretera, oscurecer (-70 Exposición) y disminuir los Negros (-25), y (2) en el bosque, Borrar neblina (-50) para incrementar el microcontraste y la saturación.

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