1. LOS INSTRUMENTOS DE VIENTO-MADERA EN GENERAL: CARACTERÍSTICAS ORGANOLÓGICAS Es difícil proponer una definición lógica y convincente de lo que llamamos instrumentos de madera, ya que los instrumentos de madera se han construido de otros materiales diferentes de la madera, y las flautas hoy en día se fabrican de metal. La sección de madera de la orquesta sinfónica se divide en cuatro familias; Flautas, flautín (flauta en sol). Oboes, corno inglés (oboe de amor, heckélfono). Clarinetes, clarinete bajo (clarinetes en mi bemol y en re. corno di bas setto). Fagotes, contrafagot.
EL USO DE LA LENGUA Un sonido se comienza por un súbito ataque de la lengua; este acto rápido es necesario para superar la inercia de la lengüeta o de la columna de aire. Un sonido de viento no puede tener un arranque imperceptible, como el ataque gradual de una cuerda por las cerdas, pero pueden hacerse algunas variaciones en el ataque, tales como pronunciar dii en vez de tu, o htu. El sonido se termina al volver la lengua a su posición original. Cuando no hay ligadura u otra indicación sobre las notas, cada nota se articula con tu. Con la práctica, estos ataques se pueden repetir con considerable rapidez, aunque no durante períodos largos de tiempo, ya que la lengua debe descansar; si se quiere un staccato hay que poner un punto sobre las notas de la partitura, y los ataques se harán lo más incisivo que se pueda. Cuando se exigen articulaciones demasiado rápidas en las que la lengua repite la silaba tu, se utiliza la fórmula tu, ku, tu, ku; a esto se llama ataque doble. Esto es fácil de hacer con la flauta, pero aunque el oboe, el clarinete y el fagot necesitan utilizarlo, no es para ellos un método del todo satisfactorio. En un ritmo ternario rápido, todavía se puede utilizar otra fórmula: tu tu ku, tu tu ku o a veces tu ku tu, tu kutu llamado ataque triple. Algunos compositores han exigido como efecto especial el trémolo que se consigue arqueando la lengua como para pronunciar la erre española o italiana. Se le da normalmente el nombre alemán de Flatterzunge que traducido seria «vibración de la lengua», y es más fácil de practicar en la flauta que con otros instrumentos de la orquesta.