1ª clase – 15 de agosto de 2016 – 1ª Parte -
EPOCA MODERNA – El período de la Historia conocido como la Época Moderna es aquel que se ubica entre la Edad Media y la Edad Contemporánea. Si bien su comienzo fluctúa entre las opiniones de distintos historiadores que se inclinan por dos eventos tales como la caída de Constantinopla en manos de los turcos (en el año 1453) o el descubrimiento de América por parte de los europeos (1492), su finalización es más fácilmente distinguible y se considera tradicionalmente al año del inicio de la Revolución Francesa (1789) como hito final de este período. Normalmente entonces, la Historia Moderna se ubica entre los siglos XV y XVIII. Una de las características principales de la Época Moderna es el paso del pensamiento teocéntrico (todas aquellas teorías y razonamientos filosófico-teológicos centrados en Dios) al antropocentrismo (conjunto de ideas que ponían al ser humano como centro del Universo). Es a través del antropocentrismo, que el hombre moderno recurrirá a los valores racionales, científicos y realistas para comprender el mundo en el que vive, dejando de lado la religión o los valores teocéntricos como elementos centrales de su vida. Además, para muchos pensadores, la Época Moderna fue el primer momento de completa unidad entre las civilizaciones de todo el planeta ya que los navegantes europeos llegaron a unir y conocer la mayor parte del mundo que se desconocía hasta el momento. Muy profundos cambios marcarán a este período y entre los cuales debemos mencionar primero que nada, el desarrollo del Humanismo y del Renacimiento en el ámbito cultural (sistemas de pensamiento y artístico respectivamente que tendrán nuevos intereses y objetivos a la hora de representar el universo); el avance científico, que permitirá al ser humano crear nuevos instrumentos de navegación, de ingeniería y hasta de comunicación (como la imprenta); el desarrollo de teorías sobre la redondez de la Tierra y sobre el lugar de nuestro planeta en el Universo (que será alrededor del Sol y no viceversa como solía creerse hasta el momento); el cuestionamiento hacia las religiones establecidas (a través de fenómenos como la Reforma o el nacimiento de nuevas religiones tales como el anglicanismo, el calvinismo o el protestantismo); el establecimiento del sistema económico capitalista basado en la razón y en el poder del individualismo. También tuvieron un importante lugar en este período el nacimiento de los Estados nacionales que comenzaron a formarse, sustituyendo a las monarquías medievales de poder atomizado. Surgirán entonces grandes gobernantes que se caracterizaron por concentrar todo el poder y que buscaron unificar territorios, administraciones y capacidades.
Características de la Época Moderna: La Época o Edad Moderna, a pesar de su corta duración, fue la más sorprendente y brillante de las épocas históricas, en lo concerniente al adelanto material e intelectual. - El sentido Antropocéntrico de la vida. La naturaleza y el hombre, fueron, en la Edad Moderna, los objetivos centrales de los estudios científicos y literarios, así como de la admiración por todas las ramas del arte. Mientras que en la Edad Media, la vida era considerada como un tránsito en el que se buscaba el camino verdadero hacia la felicidad eterna (el cielo), en la Edad Moderna, especialmente en el Renacimiento, el hombre, sin dejar de ser religioso, busca su felicidad terrenal, en esta vida. Hay una concepción antropocéntrica de la vida. El hombre es capaz de…. quiere vivir plenamente, persiguiendo la fortuna, buscando la fama y el triunfo en el mundo terrenal.
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El carácter individualista del hombre moderno. La concepción antropocéntrica, hizo del hombre moderno un tanto egoísta, con un comportamiento individualista. Siendo la riqueza y la fama el objetivo del hombre moderno, la competencia se hizo inevitable, lo cual permitió que alcanzaron esta meta, hombres de gran talento.
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El Encumbramiento de las Monarquías Absolutistas. La decadencia del Feudalismo, la inestabilidad económica y los problemas sociales de la época, fueron los intereses comunes que le dieron unidad a todas las clases sociales, para apoyar la monarquía, como un posible remedio para todos sus males. Fueron los burgueses ricos, cultos y con ambiciones políticas, los que apoyaron, con todos sus recursos, al encumbramiento de las monarquías. - El Progreso artístico, literario y científico. Al impulso de los renacentistas, los grandes descubrimientos geográficos y el auge económico de las monarquías, se desarrollaron notablemente las artes, las letras y las ciencias. Pero fueron los siglos XVII y XVIII, los que experimentaron un progreso intelectual asombroso, especialmente en las ciencias y la Filosofía. Como ejemplo de este progreso intelectual tenemos a los filósofos y enciclopedistas franceses, que con sus ideas avanzadas de libertad, Igual y fraternidad, prepararon el advenimiento de la Edad Contemporánea, previa a la Revolución Francesa.
Algunos de los personajes más importantes de la Época Moderna podemos citar a Cristóbal Colón, Galileo Galilei, Carlos V, Felipe II, Luis XIV, Martín Lutero, Juan Calvino, Johannes Gutenberg, Enrique VIII, Nicolás Copérnico, Hernán Cortés, Francisco Pizarro, Leonardo Da Vinci, Miguel Ángel, Sandro Botticelli y muchos otros. https://www.youtube.com/watch?v=TaU2IRl-nFY
ORIGEN DE LA BURGUESÍA Y EL CAPITALISMO Este grupo social, cuyo origen se remonta a la Europa feudal, se convirtió en germen de un nuevo mundo con el desarrollo del capitalismo. Dicha transformación culminó entre los siglos XVII Y XIX, por medio de las revoluciones burguesas. Junto con campesinos y artesanos, los burgueses formaban parte del Tercer Estado, grupo no privilegiado de la Sociedad Estamentaria que regía en Europa desde la Edad Media. Los grupos de privilegio eran la nobleza y el clero. Estos dos grupos basaban sus privilegios en la tenencia de tierras, el no pago de impuestos y el cobro de los mismos. En la Sociedad Estamentaria la pertenencia al grupo dependía del nacimiento, y por ello no existía prácticamente la movilidad social. En el mundo Moderno de los siglos XVII y XVIII fue cada vez más evidente la relación entre los cambios en la organización económica de una sociedad y los cambios en su organización política. A lo largo de su historia, cada sociedad va realizando diferentes actividades económicas y el trabajo de los hombres se va organizando en forma también distinta. Siempre, en las sociedades antiguas y también — aunque por medios distintos— en las del mundo moderno, fue necesario que la autoridad política asegurase la realización de las actividades económicas, la producción de un excedente y la acumulación de una parte de las riquezas producidas. Por esto mismo, los grupos sociales que tienen el poder económico en cada sociedad se proponen asegurar que la autoridad política garantice sus intereses. A partir del siglo XVII, con el desarrollo de las nuevas actividades económicas, como el comercio y la industria, los burgueses adquirieron poder económico y acumularon riquezas. Por primera vez, tuvo poder económico un grupo social —los burgueses— diferente del que durante siglos ejerció el poder político: la aristocracia terrateniente. Desde entonces, para los burgueses quedó planteada la necesidad de producir cambios en la organización política de la sociedad para asegurar sus intereses económicos. Originalmente, el término burguesía calificaba tan sólo a los habitantes de las ciudades (burgos) de la plena Edad Media, derivando más tarde hasta englobar a una clase social caracterizada por su actividad económica no agrícola. Para los marxistas, esta clase social era la dominante en el modo de producción capitalista,
poseedora de los medios de producción, gracias a lo cual podía acumular las plusvalías generadas por el trabajo asalariado de los proletarios. La teoría sociológica, desde M. Weber y W. Sombart, contempla a la burguesía como el grupo social que, animado de un espíritu nuevo, donde priman el individualismo, el esfuerzo personal, la innovación y el afán de lucro, transforma el mundo feudal en el que nace, hasta lograr la plena implantación del capitalismo y el estado liberal. De todas formas, este grupo social no constituye un grupo homogéneo, sino se dan grandes diferencias entre una alta burguesía, compuesta por los capitalismo dueños de los medios de producción, que rigen la vida política y económica y una pequeña burguesía de profesionales liberales, empleados medios y pequeños propietarios y comerciantes . La expansión mercantil europea desarrollada a partir del siglo XVI, con el descubrimiento y colonización de nuevos y vastos territorios ultramarinos y la apertura nuevos mercados, proporcionó unas inmensas posibilidades de enriquecimiento burguesía. Pero el mantenimiento de las estructuras tradicionales le impedía un papel social y político acorde con su poder económico. A partir del siglo XVI se produjo también un cambio de mentalidad, con la difusión de nuevas ideas: el humanismo, el racionalismo e incluso la ética protestante (especialmente en su versión calvinista), transformaciones ideológicas, filosóficas y culturales que encuentra culminación en la Ilustración, que tuvo en la burguesía a su principal valedora beneficiaria. Se santificó el afán de lucro y el éxito en los negocios, como signo del divino y como contribución a la prosperidad general. El individualismo y la igualdad entre los hombres se elevaron a la categoría de dogmas, contradiciendo los privilegios estamentales que impedía a la burguesía desempeñar un papel destacado en la vida pública.
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