Periodismo, arte y literatura
“A pesar de mis recuerdos que dulcificaban mi ser pasé un día amargo, algún pensamiento agolpaba mi alma era un fantasma que venía y quería separarnos para siempre, rogué que no sucediera así. Sólo tu nombre me consoló entre tanta soledad y tristeza, esperé de tarde, más la noche cubrió estos pesares que amargan mi cabeza”.
2 Narrativa
La Playa
De: Omar Robles T. La dejé en la playa con el cuerpo desnudo. Cubrí su sexo con una toalla; sencillo fue convencerla que la amaba, después se entregó a mis besos y luego a mi cuerpo. Cuando ya no había nada más que hacer en la arena, la cubrí con la toalla. La asfixié. Ahora que la marea sube su cuerpo será llevado por el mar y más allá quién sabe. No la veré nunca más. Fue lindo ser su último amante, qué pena que haya muerto en esas condiciones; pero la vida es así, fue ella quién supo que yo era el que vendía marihuana en la playa. Así es, su amor le valió la vida. Que desaparezca de mi vista su cuerpo, para largarme. Tal vez maté al único amor que tenía. Soy un tonto. Pero vale más el amor o la vida, creo que la vida, pero sin amor no soy nada. Ya no está en el horizonte, me largo antes que recuerde la primera vez que la vi en la universidad. No quiero recordar nada de ella, ella murió. Fue una venganza, sí fue una venganza, ella me delataría, ahora estaría en la cárcel; hice bien, no me arrepiento. Tal vez dejarla que se fuera desnuda y no cubierto su sexo con mi toalla favorita ahora es muy tarde. Llegaré a mi casa y compraré los primeros boletos a Miami. Asunto arreglado, me largaré. Chau amor, lo hiciste bien, mejor que la primera vez en la carpa. Ya no estás, lo sé pero tu recuerdo me persigue. Tal vez estoy arrepentido. Si le decía que se callara por nuestro amor, seguro aceptaba, pero ¿si después me chantajeaba? No quiero seguir pensando, ya estoy rumbo a mi casa y no recuerdo nada de verdad. ¿Qué pasó con mi toalla?
Narrativa 3
[Microficciones]
De: Daniel Gonzáles R.
Mesías Cuando A asesinó a B, su hermano, contra todos los patrones de la lógica, B resucitó. Entonces A mandó a C, su hijo, a perdonar los pecados del mundo.
Deducción Ellos, después de reflexionarlo un poco, le dijeron: “Tú no puedes ser Dios”. No se hizo problema alguno: creó otra civilización.
Involución. El niño no pudo escapar, tuvo que aprender del mundo: vivir en él. Se vio contribuyendo con el avance histórico de la humanidad… Tarde se percató de que lo arrastraba a su fin.
Progreso Abortarás a cambio de prosperidad, le susurró el mundo entero. Fijó su objetivo, construyó un mundo propio: creó un imperio que debía transmitirse por generaciones. Luego, con la cultura que dejara; a través de sus hijos, también movería las riendas del mundo. Estas cavilaciones la retornaron a su anciana existencia, y a pensar en su descendencia, aquella que no alcanzó a tener.
4 Narrativa
Constancia Soy el que desea cambiar el sistema, soy el mal. Eres quien mantiene las cosas cono están, eres el bien. Estoy junta a un dios perdonador y hago todo conforme a su voluntad, soy el bien. Creo en el mismo díos pero lucho contra otros que también creen en él, soy el mal. Somos los agresores, intentamos dominarlos porque si avanzan nos dominarán a nosotros, somos el bien. Soy el que quiere a su familia y quien vive dentro de los parámetros de la cultura, soy el bien. Realizas actividades no convencionales pero interesantes para ti pues te permiten ser feliz, aunque esto signifique no estregarte como deberías a los tuyos, eres el mal. Soy el que no entiende ni es entendido en este mundo; tengo gustos que no se dicen en público pues herirían susceptibilidades, soy el mal. Quiero hacer lo que se me plazca y no escuchar lo que diga este bien o este mal: ¿quién soy? Agradecimiento a: Director: Franklin Angeles Zambrano Coordinador: Luz Shuan Espinoza Impresión: Francisco Díaz Nieto
Ivanna N. Daniel Gonzáles R. Luís Apolín M. Manuel Cerna Omar Robles T.
Fotografía: Franklin Angeles Z.
“Vivir es un reto que hay que responder, problema que resolver y definición que renunciar” Francisco Gonzáles 365 Mantras
6 Narrativa
Por fin sucedió, Viejo
De: faz
Salió con júbilo tremendo, saltando, entorpeciendo la verdad del silencio hospitalario. Y las bisagras, en el trabajo de soportar el vaivén de las verticales hojas de la puerta blanquecina de la UCI, ensordecieron en su propio rechinar hasta dormitar. “¡Murió! ¡Murió!”, festejó ante las miradas absortas de galenos, enfermeras y las gentes. Su rostro se encendió como nunca; su cabeza se vio trocada en un farol de regocijo. Cuando llegó a la sala de espera no tuvo a nadie más que al silencio para anunciarle la noticia. “¡Murió Papá!”, gritó hasta llenar de agujeros el vacío, hasta no explicarse. Y no se supo. “Por fin sucedió, Viejo, por fin…”, lloró cual anciano; no se atrevió a secarse las lágrimas; creyó que valían la pena. Santiguándose, agradeció a la imagen de Cristo incrustado en un rincón. “Ha terminado su historia”, se dijo y, con el corazón tamborileando se atrevió a pensar, por última vez en el cuerpo de Papá transformado por el tiempo en piltrafa, en sus achaques y sus dosis médicas. Entonces gimió. Se incorporó para meditar en la forma de reedificarse.
Poesía
7
TEORÍA BÁSICA del mediodía
De: Luís Apolín M.
Recuerdo Cuando dijiste que la vida Se nos iría como el saludo de dos amigos Que se enteran que jamás partieron para siempre. Que todo sería como una posibilidad remota y Cruelmente vaga Que el amor se nos iría Antes de darle las buenas noches. Recuerdo que solías ser Como una oración que se niega todos los días Como una balada Lenta, dolorosa y limpia, Como las manos de una mujer Que han dicho ‘no’ Como los labios de una mujer Que han dicho ‘no’ Como tú, cuando dices ‘no’, Y luego retumbas... furiosa. PORTADA Texto: Francisco Gonzáles “Meditación”, Asterisco Nº 10 Fotografía: Franklin Angeles Z.
FotografĂa: Franklin Angeles Z.
Te espero; como ayer, destruyendo siempre lo mejor de mis obras y mis dĂas, sin pensar en tu abandono, ni desprecio que muestras cual bella ofendida que a otro ya su amor le convida.
Te espero; sin rencor, sin palabras, sin vacío, con blancas paredes y oscuro techo, el piso que tiembla, la puerta que espía, pero con esa fe de siempre tenerte aunque sea sólo para poder verte. Asterisco Nº 10 “Espera” Francisco Gonzáles (1922 - 2006)
10 Poesía
(Del Cuaderno Azul)
Tren inmóvil
De: Manuel Cerna Estoy en época de sequía, de vida en poco. Agua. Vidrio cae de mi corazón. Llueve. Es así como la lluvia sin saberlo acelera el desconsuelo. Nada afuera, nada adentro. Es grande el presentimiento. ¿Quién soy?
me pregunto.
Debo ser algo en alguna parte. Me respondo si puedo ser trébol y ofrendarme rocíos o un trozo de piedra en la aceleración del ocaso para estallar ventanas y no quede nada de mí en tan drástico universo. Anochece.
Poesía
El tren pasa frente a mí inmóvil sin boca sin ofrenda en donde papá lee un periódico y madre celebra sus próximos vómitos. Llueve. Es así como el río sabiendo recibe todo desconsuelo. Estoy en época de ausencia. Agua. Vidrio vuelve a mi corazón.
“Todo momento es bueno para empezar una obra, no perdamos la ocasión”. Francisco Gonzáles 365 Mantras
11
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Poesía
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(Del Cuaderno Rojo)
De: Manuel Cerna Andrea se contempla (vegetativa) no la he visto por largo tiempo ni sé de su tristeza inmóvil yace en color oviducto que cuelga anónimo derritiendo desiertos relatos por donde arqueados cuervos comen helado frente al viejo cementerio y sostienen el póster de la siempre Andrea beata de mármol de abismo asexuado donde descansan los que perdieron su nombre en la ciudad del tráfico Andrea se mira (obsesionada) ¡es tan suave su piel! en lo poco de yerba a solas me ha pedido hacer el amor pero es difícil sacarla
Poesía 13
de su inmovilidad Andrea de mármol de sed de abismo impenetrable sólo queda embarrarnos de mirada y atonicidad conformándome en ser el espejo donde ella se contempla
“Preferimos el ruido y no el silencio que nos obliga a meditar”. Francisco Gonzáles 365 Mantras
14 Poesía
(Del Cuaderno Amarillo)
Últimos días
De: Manuel Cerna espejo mirándose a sol de humo ensañándose a libro inversión de cópula letra espacio apagado naranja bíblica pincel ropa elixir desnudo (espejo acusándose) mesa obstruida sobre cubos cincos extorsionándose ochos desnudos a cuerpo perfume loción seca en pan bestia derramada en miga encuadernada a grito a silencio migrando ascendiendo sed ventana suicidándose dedo piedra caída pélvica puerta frente a cuerpo profesando abrazos invisibles descendiendo a gota más allá sin haber visto detrás prósperos vacíos esfinge noche brebaje a desierto húmedo espejo culpándose gimiéndose autoreflejo
Poesía
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Celaje (La Nube)
De: Ivanna N.
Naciste impalpable. Naciste lejano. Naciste raro. Tu nombre ¿cuál nombre? El nombre que dio mis ojos. El nombre que escogió mis nervios. El nombre que comparó el algodón en el cielo. El nombre que, a sabiendas, evaporó el agua de pez y sal y fue a parar en el claro azul eterno . Intangible. Evaporado. Ligero. Extraño. ¿Cómo el viento se detuvo ante mi frente? Te descubrí imponente. Sereno, claro, en el azul del mediodía o el atardecer de otoño inesperado; gris, violeta, marino; día ordinario. ¿Qué eres? Delicada sombra vaporosa, que lejos tu ausencia se desvanece, propagándose el odorante éter. Cierro los ojos cansados; mañana y siempre volveré a verte.
Año III. Nº 06 Enero, 2007 Comentarios y escritos: email: a_grietas@hotmail.com a_grietas@yahoo.es Teléfonos 22-01-04 42-95-42
Huaraz - Perú