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crónica la tinta que nos acompaña Versus tatiana bilbao comida lechón asado música reyno cine ayotzinapa. crónica de un crimen de estado arte minerva cuevas letras francisco goldman diseño el retorno de la serpiente. mathias goeritz escena reincidentes DEl 18 DE JUNIO AL 1 DE JULIO DE 2015 | $0.00 CERO PESOS | AÑO 4 | WWW.FRENTE.COM.MX

¿De qué se ríen los mexicanos? (o la explosión cámbrica del stand-up en México) por Mariana Carrascoza



del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | índice | frente | 3

Índice #161

IMAGEN de portada turco

7 AGENDA

Música, Cine, Arte y Escena

12 CONTRALORÍA

Tras por Abraham Cruzvillegas Obra negra por Julio Trujillo Hoja de observación por Verónica Gerber Bicecci Postales del subsuelo por Luigi Amara Monorama por BEF

14 CRÓNICA

La tinta que nos acompaña por Fausto Alzati Fernández

46 LETRAS

17 VERSUS

Tatiana Bilbao por Cris Winters

Francisco Goldman: “La muerte cambió mi escritura” por Fernando Hernández Urías Las enseñanzas de Sensei por Felipe Rosete Novedades editoriales por Fernando Hernández Urias

20 EN PORTADA

50 ESCENA

¿De qué se ríen los mexicanos? (o la explosión cámbrica del stand-up en México) por Mariana Carrascoza

28 MÚSICA

La desinhibición como una forma de locura por Mayté Valencia Escenas de una vida en pareja por Alejandro Velázquez Mutis por Mayté Valencia

¿Se cumplirá la promesa de Reyno? por Rulo Los Planetas sobreviven incluso a sí mismos por Humberto Morales Cruz El sonido anterior por Emilio Rivaud Nuevos discos, nuevas drogas por Carlos Velázquez Arriba/Abajo por Toni François + Reseñas discos, Flamante y La vara

54 COMIDA

34 CINE

La Zaranda Miravalle Jaguar Ceviche Spoon Bar Latam Grill Barrio Alameda

Otro rojo amanecer por Hugo Lara Chávez Nostalgia jurásica por Gonzalo Lira + Estrenos

38 ARTE

¿Para qué infierno si tenemos la patria? por Santiago Robles y Gabriela Jauregui El golem de la Bienal (Todos los futuros del mundo – el estado actual de las cosas) por Marilú Acosta La Materia escrita, de Gabriel Orozco

42 DISEÑO

Lo emocional según la arquitectura por Cris Winters Perfil: Trista por Cris Winters

Otra disertación sobre el cochinillo asado por Alonso Ruvalcaba Guarniciones Pesca del día El rincón de Burgerman por Burgerman

58 debutantes 60 DETRÁS

Charlyfornication por Carlos Velázquez Mi veldá por WARpig Acné por Gibrán Michel

62 gráfica

Escalera al cielo. Av. Aztecas, Ajusco Coyoacán por Enrique Arriaga

64 maldad ilustrada Se compraaan por Eduardo Salles


4 | frente | índice | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Editorial por felipe soto viterbo Dirección general Gustavo Guzmán

Dirección editorial Raúl David Vázquez | ruleiro@frente.com.mx

editor GENERAL Felipe Soto Viterbo| fsoto@frente.com.mx

editora PRINT Lorena Villa Parkman | lorena@frente.com.mx

EDITORA web Abril Mulato | amulato@frente.com.mx

Editores Agenda Mariana Coppel | mcoppel@frente.com.mx agenda@frente.com.mx

Música Cristina Pérez | cperez@frente.com.mx Humberto Morales | hmorales@frente.com.mx

Cine Roberto Garza | roberto@frente.com.mx

Comida Alonso Ruvalcaba | aruvalcaba@frente.com.mx

Arte Gabriela Jauregui

Letras Diego Rabasa | diego@frente.com.mx

El nombre de la risa

#161

H

ace unos días, el filósofo italiano Umberto Eco dijo en una conferencia de prensa que las redes sociales están dando derecho de palabra a legiones de imbéciles. En cuanto lo dijo, las legiones de imbéciles lo ignoraron (básicamente no saben ni que él existe). En 1980, Eco publicó su primera novela de ficción luego de haber publicado más de una veintena de libros sobre semiótica y estética. El nombre de la rosa —un thriller policial ambientada en el medioevo— tomaba como pretexto un libro perdido: el tomo segundo de La poética, de Aristóteles. Se sabe que el tratado existió y que versaba sobre el arte de la comedia. La novela refiere la desaparición del último ejemplar de esa obra aristotélica y la razón para desaparecerlo: la risa es peligrosa. Fanáticos musulmanes asesinan a quienes dibujaron de modo humillante al profeta Mahoma, y el mundo occidental —mayormente cristiano— se consterna por tanta intolerancia; pero salvo unos cuantos memes con un Yisus buena onda, las religiones occidentales tampoco suelen mostrar, sin temor a la blasfemia, a un Jesucristo carcajeante. Por eso la diplomacia es solemne. Por eso los discursos políticos son una hueva. Por eso las religiones no ríen. A la risa la tenemos relegada tanto como al sexo: ambos descontrolan. Por eso el sexo y sus avatares nos dan risa. Y los pedos. Y las pedas. El mundo cultural, sobre todo en México, también está tieso de solemnidad. Si no es solemne, no le creemos. No hay escritores, hay hescritores. No hay intelectuales, hay hintelectuales (pronúnciese con afectación la letra hache). Pero esos mismos hintelectuales se ponen tremenda guarapeta cada fin de semana con otros hescritores y alegremente ponen la hache al final: escritoresh, intelectualesh. Así es la cultura: solemne y apretada. El artículo de portada de hoy reflexiona sobre la risa a partir de sujetos que a pura prueba y bochornoso error quieren provocar carcajadas. (Y tal como puede el lector imaginar a partir de la imagen de portada de este ejemplar, eso de la risa es un asunto bastante triste.)

En este número

ESCENA Mayté Valencia Salinas| mayte@frente.com.mx

DIRECción DE ARTE Astrid Stoopen | astrid@frente.com.mx

diseño editorial Claudia Cedeño | claudia@frente.com.mx

Mariana Carrascoza Hickman

Periodista de estilo de vida y cultura. Le gusta escribir de gastronomía, tragos, viajes y cualquier cosa que le parezca curiosa o interesante. Ha escrito para Travesías, Gatopardo, Chilango, Must y ahora, Frente. En sus tiempos libres, le gusta viajar, comer, ver series y videos de gatos.

COORDINACIÓN de fotografía Victoria Garza Levy | vicky@frente.com.mx

corrección Paula Bouchot

relaciones públicas Benjamín Ocaranza | benjamin@frente.com.mx

Hugo Lara

Crítico de cine e investigador. Autor de los libros Una ciudad inventada por el cine (2006), Cine antropológico mexicano (2009), Ciudad de cine (2010) y Luces, cámara acción (2011). Fundador del proyecto CorreCamara.com.

Distribución Arturo Hiriart | ahiriart@frente.com.mx Más por más | Presidente Masaryk 169, Col. Chapultepec Morales, Mexico, DF. CP. 11570.

oficina frente Yoali Maya Guzmán | yoali@frente.com.mx

Colaboradores Abraham Cruzvillegas, Julio Trujillo, Verónica Gerber Bicecci, Luigi Amara, BEF, Fausto Alzati Fernández, Ramón Ruiz Sampaio, Mariana Carrascoza, Humberto Morales Cruz, Cucho, Emilio Rivaud, Toni François, Hugo Lara Chávez, Gonzalo Lira, Santiago Robles, Marilú Acosta, Cris Winters, Fernando Hernández Urias, Felipe Rosete, José Velasco, Burgerman, Jesús García, Carlos Velázquez, WARpig, Gibrán Michel, Enrique Arriaga, Eduardo Salles

CONSEJO ADMINISTRATIVO Gustavo Guzmán, Alejandro Romero, Rodrigo González, Miguel Heredia, Jorge Obregón, José Jorge David Vázquez, Raúl David Vázquez, Luis Enrique Wah y Rodrigo Velázquez.

Santiago Robles

Estudió Diseño y Comunicación Visual en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ahora Facultad de Artes y Diseño), de la unam, en la Art Students League de Nueva York y en las Clínicas para la Especialización en Arte Contemporáneo en Oaxaca, UABJO-La Curtiduría. Es socio fundador de Malpaís Ediciones. Es jurado del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (pecda) y cursa la maestría en Artes Visuales con orientación en Arte y Entorno.

LA ciudad DE FRENTE. Periódico de distribución gratuita; de publicación catorcenal. Publicado por La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V. Editor responsable: Felipe de Jesús Soto Viterbo. Número de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2015-011512301400-101. Certificado de Licitud de Título y Contenido: 16454. Domicilio de la publicación: Av. Presidente Masarik No. 169 planta alta, col. Chapultepec Morales. Del. Miguel Hidalgo. México, D.F., C.P. 11570. T 5914 0335. Impreso por: SPI Servicios Profesionales del Impresión. Mimosas 31, col. Santa María Insurgentes. Del. Cuauhtémoc. C.P. 06430. T. 51170100. Los artículos de los autores colaboradores de esta publicación reflejan únicamente la opinión de los mismos y no necesariamente coinciden con la de este editor. D.R. ©La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V., México, 2015. www.frente.com.mx Se prohíbe la reproducción parcial o total de las obras y demás contenidos de esta publicación sin previa autorización por escrito del editor.



6 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

A agenda

TAGDF Del 30 de junio al 2 de julio AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec LUNARIO y CAMPO MARTE Av. Paseo de la Reforma esq. Auditorio Nacional s/n Programa completo: http://www.arca-lab.com Boletos: 5325 9000

Flaming Lips,

invitados de lujo Por Mariana Coppel

El último fin de semana de junio se llevará a cabo el Festival tagdf, evento en el que se reunirán, entre muchos otros, los directores Spike Jonze y Bennett Miller, algunos de los creadores y personajes de la serie Mad Men y The Flaming Lips, quienes ofrecerán un concierto y una charla con su vocalista, Wayne Coyne.

TAGDF

es un festival que conecta la tecnología con la creatividad, el entretenimiento, el arte digital, la música, el cine, la arquitectura, el periodismo, el diseño y la moda. Es un encuentro de buenas ideas que busca sumar adeptos a las industrias creativas, y así convertirse en un laboratorio de proyectos donde la creatividad y la tecnología coman en la misma mesa. Desde que a ARCA, una plataforma dedicada a apoyar y difundir proyectos culturales, se le ocurrió hacer la primera edición del festival, el evento se ha convertido en un referente importante en Latinoamérica. Ha destacado por sus invitados, por la fusión de disciplinas, por la forma de abordar el tema de la tecnología y por un formato que permite involucrarse con personajes que ya llevan un camino tra-

zado en el largo camino al éxito, sobre todo, en la industria del entretenimiento. “El nombre no tiene ninguna razón especial, nos gustó como sonaba y como se veía”, dice Pepe Casanova, uno de los organizadores del festival. “Éste es el tercer año que lo organizamos. tagdf, en términos generales, busca hacer vínculos entre jóvenes universitarios, talentos consolidados y personas que inspiren y que mueven a la industria creativa. El formato de las conferencias no es el típico, pensamos que una conferencia se puede googlear y escuchar por internet. Invitamos a uno o varios personajes para que el escenario sea un lugar de discusión donde se cuentan historias y se comparten anécdotas relacionadas con sus proyectos.” Las conferencias fueron sustituidas por un concepto llamado Encuentros Geniales.

Lo imperdible en esta edición es la charla de los directores Spike Jonze (Being John Malkovich, Where the Wild Things Are, Her) y Bennett Miller (Capote, Moneyball, Foxcatcher). “Irrumpiendo una industria: los rebeldes de Hollywood” es el nombre de este encuentro donde los realizadores discutirán sobre la ruptura de los esquemas narrativos tradicionales del cine y la experiencia que tuvieron trazando su estilo como directores independientes. Otra plática interesante será con el extravagante vocalista de The Flaming Lips, Wayne Coyne, quien se sentará a contestar algunas preguntas: ¿cómo le fue en el Liverpool Sound City de este año?, ¿qué onda con el tatuaje que se hizo con Miley Cyrus?, ¿tras 30 años de carrera, le inspiran las mismas cosas?, ¿qué piensa de los servicios de streaming? Después de la charla, Coyne y su banda darán un concierto donde seguramente habrá disfraces, brillantina, globos, videos y un espectáculo de luces y psicodelia. “From Madison Avenue a Avenida Reforma” es el nombre del evento donde se presentarán Matthew Weiner, creador de la serie Mad Men; Elisabeth Moss, a quien conocemos por su personaje de Peggy Olson; y John Slattery, o el cínico y encantador Roger Sterling. Ellos hablarán sobre el desarrollo de la serie, el extremo cuidado que tuvieron para mantener el espíritu de una época y sobre la experiencia en la caracterización de los personajes. Además de los platos fuertes, tagdf ofrece talleres, mesas redondas y encuentros con creativos mexicanos, por ejemplo: Eduardo Salles, Gabriel Nuncio, Mauricio Rocha, Eugenio Caballero y Reclu, entre otros. “La parte de la feria, que decidimos hacer en el Campo Marte para facilitar el tema del transporte, es una gran oportunidad para conocer lo que está sucediendo en México a nivel creativo”, agrega Casanova. “Hay mesas de discusión sobre periodismo, arquitectura y festivales de música. La idea es que se expongan ideas y dudas a los expertos. Habrá también una sección de diseño mexicano, desfile de modas y una sección donde se repasará la historia de la comedia en México.” La inauguración del festival será a las siete de la mañana. No es un horario cómodo, pero la idea es que la gente vaya ahí a empezar su día y pase las primeras horas de la mañana rodeado de instructores de yoga y nutriólogos; consumiendo café, frutas y comida saludable. Además, Los Amigos Invisibles tocarán para ambientar a los madrugadores.


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 7

Lo mejor de la quincena del 18 de junio al 1 de julio

1 | Maldita Vecindad

2 | Terapia

3 | Fotosíntesis: la gran catástrofe del oxígeno

4 | An Danzas

Mándanos tu evento. agenda@frente.com.mx

1 | MÚSICA

2 | escena

3 | ARTE

4 | danza

MALDITA VECINDAD Después de que la banda reapareció en la fiesta del XV aniversario del Festival Vive Latino, empezó una gira para celebrar tres décadas de historia. Aunque los años de éxito rotundo han quedado atrás, la banda formada por Roco Pachukote, Pato, Aldo y Sax sigue representando al rock mestizo y al ska nacional, y para suerte de todos los pachucos y escatos ya no tan jóvenes que algún día los siguieron, el concierto promete mucho baile y una buena dosis de nostalgia. PALACIO DE LOS DEPORTES Av. Río Churubusco y Añil s/n, Granjas México Sábado 27 de junio, 20 horas De $315-$527

TERAPIA El miércoles 24 de junio se presenta por única ocasión esta obra dirigida por Hugo Villalvazo. Cuenta la historia, o la histeria, de un hombre que llega al consultorio de un psicoanalista con el pretexto de que su madre, que es invisible, se está volviendo loca. Poco a poco, el doctor va descubriendo el hilo negro del drama del personaje: su esposa falleció y atraviesa una profunda negación ante la pérdida. La obra original es de Martín Giner y el elenco está formado por Héctor Berzunza, Roberto Beck, Carlos Medina y Erick Ripoll. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa Miércoles 24 de junio, 20:30 horas $200

FOTOSÍNTESIS: LA GRAN CATÁSTROFE DEL OXÍGENO En la exposición se puede apreciar el trabajo menos conocido del artista Eduardo Abaroa. Incluye videos y esculturas en diferentes técnicas y materiales como oro, palma, cera y algas vivas. El autor muestra relaciones intrincadas entre la industria humana, los vegetales, animales y minerales. La narrativa de la exhibición se compone también de fragmentos líricos, datos científicos y reconfiguraciones de textos. Es el resultado del Programa de residencia artística Casa del Lago y Fundación FLORA ars+natura. CASA DEL LAGO Bosque de Chapultepec. Primera sección Del 20 de junio al 20 de septiembre Miércoles a domingo, de 11 a 17:30 horas Inauguración, 13 horas

AN DANZAS La compañía Danza para Grupos con Habilidades Mixtas, bajo la dirección de Leticia Peñaloza, presenta un proyecto que abraza la diversidad e incluye bailarines con y sin discapacidades. El montaje coreográfico es un viaje dancístico hacia ninguna parte y hacia todos lados. Es un encuentro de mundos diferenciados que coexisten en armonía, y universos que coinciden en el escenario expresando las posibilidades que hay en los verbos ver, oír, pensar, sentir y bailar. TEATRO DE LA CIUDAD ESPERANZA IRIS Donceles 36, Centro Del 17 al 25 de junio Miércoles, jueves y viernes, 20:30 horas | $132


8 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Agenda. Lo mejor de la semana del 18 al 24 de junio Jueves 18

Viernes 19

Sábado 20

Domingo 21

ARTE CUESTIÓN DE LÍNEAS Ilustraciones de Bryan Gallardo. Para el artista, la naturaleza y todo lo que encontramos en ella es una cuestión de líneas. Sus piezas son interpretaciones personales de la anatomía de diferentes especies.

MÚSICA MANZANA JAZZ BAND Esta banda nació entre pláticas de bohemios. Su idea original era juntarse a tocar la música de sus compositores preferidos. Los conciertos pueden describirse como un juego, como una reunión de melómanos que además de saber de música se divierten tocando.

MÚSICA NATALIA LAFOURCADE La cantante veracruzana presenta su sexta producción discográfica Hasta la raíz. Los 12 temas están inspirados en la lírica y la onda romántica de Agustín Lara, a quien homenajeó en un trabajo anterior.

ARTE CUERPOS SUBVERSIVOS PERFORMANCE Y LA OBRA TEMPRANA DE ALEXANDER CALDER Como parte de la exposición Los derechos de la danza, de Alexander Calder, Alex J Taylor, investigador de Arte Norteamericano en Tate Modern, hablará sobre la relación entre el artista y el performance.

TEATRO METROPÓLITAN Av. Independencia 90, Centro 20 horas | $250-$890

MUSEO JUMEX Miguel de Cervantes Saavedra 303, Ampliación Granada 13 horas | Entrada libre

MÚSICA REBEL CATS La banda de rockabilly chilango celebra 10 años de carrera. Durante este tiempo han producido cinco discos, donde además de este ritmo de los años 50 han sonado a hillbilly, rock, doo woop, woogie boogie y R&B.

MÚSICA BERSUIT VERGARABAT Este proyecto del under porteño acaba de cumplir 25 años. Nació a finales de los 80, pero alcanzó popularidad 10 años después cuando lanzaron Libertinaje. Para festejar realizan una gira por Latinoamérica y pisan la ciudad para presentar su más reciente disco.

LA CASA DEL CINE República de Uruguay 52, 2º piso, Centro Martes a domingo, de 12 a 21 horas Entrada libre

CINE JAUJA (Lisandro Alonso, Argentina-Dinamarca-Francia-México, 2014) Jauja es, según los antiguos, una tierra mitológica donde es posible la felicidad. El filme narra la búsqueda de esta utopía y la única certeza en torno a ella: quien trataba de llegar se perdía en el camino.

ZINCO JAZZ Motolinía 20, Centro 21 horas | $60

ARTE MONOMITO La exposición del Dr. Lakra está compuesta por piezas en las que juega con los conceptos del rito y del mito, transformando ídolos a formas herejes y a los paganos en santos.

FILM CLUB CAFÉ Blv. Manuel Ávila Camacho 1695, La Florida 20:30 horas | $35

GALERÍA KURIMANZUTTO Gobernador Rafael Rebollar 94, San Miguel Chapultepec Martes a jueves, de 11 a 18 horas; viernes y sábados, de 11 a 16 horas Entrada libre

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 20 horas | $200

ESCENA UN PROPÓSITO CLARO Idiotas Teatro, bajo la dirección de Jesús Díaz, lleva al escenario la historia de tres marineros embarcados en un viaje para descubrir nuevos territorios. Es una obra que retrata una búsqueda sobre el origen de la desolación.

CINE LA NARANJA MECÁNICA (Stanley Kubrick, Reino Unido-Estados Unidos, 1971) El Film Club Café está homenajeando a Stanley Kubrick. Se trata de una retrospectiva que repasa cronológicamente un total de 13 películas.

MÚSICA SALSERO “Sólo pégate y a moverse” dicta la leyenda promocional de esta fiesta. A la primera edición asistieron más de tres mil amantes de la salsa, y se movieron como si el futuro del país dependiera de los movimientos de su cadera. Tocan Oscar D’León y Rey Ruiz.

TEATRO EL GALEÓN Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, Miguel Hidalgo 20 horas | $30

FILM CLUB CAFÈ Blv. Manuel Ávila Camacho 1695, La Florida Lunes, 20:30 horas; miércoles y viernes, 18 horas | Entrada libre

PALACIO DE LOS DEPORTES Av. Viaducto Río de la Piedad y Río Churubusco s/n 21 horas | $1124

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 19:30 horas | $300-$400

CINE EL OCASO DE UNA VIDA (Billy Wilder, Estados Unidos, 1950) El filme es una reflexión sobre los estragos del tiempo en la alienada industria del cine. Cuenta la historia de Joe Gillis, un guionista desconocido de Hollywood que llega a la casa de una actriz olvidada de cine mudo. CINETECA NACIONAL Av. México Coyoacán 389, Xoco 18 horas | $40


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 9

Lunes 22

Martes 23

Miércoles 24

CINE VALS CON BASHIR (Ari Folman, Israel, 2008) El ciclo Amnestesia de Cineclub Condesa presenta esta cinta donde un hombre tiene una pesadilla recurrente. Con ánimos de recuperar la memoria investiga lo que pasó en cierta etapa de su vida. Las respuestas llegan en forma de imágenes surrealistas.

TALLER MUSEOGRAFÍA, CURADURÍA Y PROCESOS ARTÍSTICOS Para los interesados en conocer los procesos museológicos implícitos en una exposición y los procesos artísticos contemporáneos. Organizado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y el Museo Tamayo. Inscripciones: publicos.tlatelolco@gmail.com.

MÚSICA BUIKA Originaria de Palma de Mallorca, Buika ha experimentado con el jazz, la copla, el flamenco y la música electrónica. En su última producción La noche más larga hace versiones de temas clásicos de Billie Holiday, Abbey Lincoln y Dino Ramos, entre otros.

CCU TLATELOLCO Av. Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco 16 horas | Entrada libre

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 21 horas | $600-$1200

ESCENA IRIS HACE SALA Traducida y dirigida por Violeta Sarmiento, la obra es un viaje interior que lleva al espectador a conectarse con su infancia. Cuenta la historia de la relación de una niña con su entorno, y explora temas como el amor y la muerte.

ARTE UN VIAJE POR EL RÍO AMAZONAS Exposición fotográfica de Gory Peralta. Un viaje gráfico por los paisajes de una selva brava y un río que fluye por lugares insospechados. La aventura comienza en el puerto de Benjamín Constant.

ARTE NOCHE DE MUSEOS Como parte de las actividades de La Noche de Museos habrá visitas guiadas en el Panteón de San Fernando: un recinto de arte funerario y de arquitectura de estilo romántico. Se presenta además el corto Oblicua realidad y la banda Rock a la Mole.

FORO LA GRUTA Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn 20:30 horas $200

CENTRO CULTURAL BRASIL MÉXICO San Francisco 1220, Del Valle Lunes a sábado, de 9 a 18 horas | Entrada libre

MUSEO PANTEÓN DE SAN FERNANDO Plaza San Bernardo 17, Guerrero 19 horas | Entrada libre

MÚSICA HOMENAJE A DJANGO REINHARDT Era gitano, adicto a la música y a pesar de tener problemas en el cuarto y quinto dedo de la mano izquierda, consecuencia de un incendio, inventó un sistema de digitación. El grupo de jazz Los Erráticos hace un homenaje a su música.

ARTE CRAFT THOUGHTS, WOOD SONGS Una exposición del artista francés Theo Mercier, un coleccionista consumado que se llena de objetos provenientes del diseño preindustrial para después clasificarlos y unirlos en collages tridimensionales.

ESCENA ROMEOS El director Fernando Ortiz presenta esta obra escrita por David Gaytán. Narra un secuestro que se convierte en un romance entre la secuestradora y su víctima, situación conocida como el síndrome de Estocolmo. Es una reflexión sobre la capacidad de los humanos de rebasar cualquier límite.

BIBLIOTECA DE LAS ARTES CENART Río Churubusco 79, Coyoacán 17 horas | Entrada libre

CASA MAAUAD Altamirano 20, San Rafael Lunes a sábado, de 10 a 16:30 horas Entrada libre con previa cita

HOTEL CONDESA DF Veracruz 102, Condesa 20 horas | Entrada libre

FORO DE LAS ARTES Río Churubusco 79, Coyoacán 20 horas | $150


10 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Agenda. Lo mejor de la semana del 25 de junio al 1 de julio Jueves 25

Viernes 26

Sábado 27

Domingo 28

MÚSICA SOFÍA REI Su música es una fusión de folklore latino, jazz y sonidos electrónicos. Ha colaborado con músicos como John Zorn y Bobby McFerrin, y presentará un repertorio variado en compañía de Hernan Hecht (batería) y Pablo Reyes (guitarra).

ARTE LA INTUICIÓN DE LA LIBERTAD Una retrospectiva de la obra de Lucinda Urrusti, pintora de origen español que formó parte de la Generación de la Ruptura. La exhibición incluye naturaleza muerta, desnudos, objetos cotidianos, óleos, litografías, cerámica y dibujos.

ESCENA EL REFUGIO La obra escrita por Mario Rendón y dirigida por Enrique Aguilar se sitúa en un futuro no tan lejano donde los embarazos están prohibidos y los rayos del sol son dañinos para los habitantes. Una reflexión sobre lo terrible que puede ser el humano en condiciones de supervivencia.

MÚSICA KUMBIA ALL STARZ La banda texana especialista en cumbia promete ritmos candentes. La agrupación es liderada por A.B Quintanilla, quien mostraba los primeros atisbos de talento en las rolas de su hermana Selena.

ZINCO JAZZ Motolinía 20, Centro 21 horas | $200

MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Pino Suárez 30, Centro Martes a domingo, de 10 a 18 horas | $28

CINE ESTOCOLMO (Rodrigo Sorogoyen, España, 2014) Narra la historia de dos jóvenes que se topan en una noche de fiesta. Las horas siguientes a su encuentro serán decisivas en el futuro de ambos. La noche transcurre entre confesiones, pláticas y juegos sexuales, pero la atmósfera se llena de misterios.

CINE LA SAL DE LA TIERRA Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado se aventuran en un extraordinario documental sobre la obra fotográfica del brasileño Sebastião Salgado. El filme es un viaje por los más bajos instintos de las sociedades y por las bellezas naturales de la Tierra.

CINE TONALÁ Tonalá 261, Roma 19:30 horas | $50

CINE TONALÁ Tonalá 261, Roma 16 horas | $50

FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 19 horas | $200

AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 18 horas | $220 - $1120

MÚSICA PROMETEO La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México presenta este poema sinfónico compuesto por Franz Liszt en 1850. Consta de una obertura y ocho coros con orquesta de acompañamiento. La dirección artística está a cargo de José Areán y en el piano Gonzalo Gutiérrez.

CINE LA DULCE VIDA (Federico Fellini, Italia-Francia, 1960) Marcello es un escritor que se ha tomado un tiempo, y mientras retoma su carrera se deja seducir por las mieles de la burguesía romana. El protagonista va perdiendo piso entre episodios trágicos y fantasiosos.

AUDITORIO BLAS GALINDO Río Churubusco 79, Coyoacán 18 horas | $100

CINETECA NACIONAL Av. México Coyoacán 389, Xoco 18 horas | $40

ARTE HOTEL JUÁREZ Una villa de casas del Infonavit sirvió de escenario para esta pieza de Francis Alÿs. Se trata de un juego de espejos que el artista utiliza para hablar de las situaciones de extrema violencia que se viven en el norte del país.

MÚSICA CHLOE Una noche de música electrónica traída desde Francia. Se presenta Chloe, productora y DJ con un estilo que se mueve en los terrenos de lo sensual y lo oscuro. Su música puede clasificarse como house, y la fiesta pinta para ponerse intensa.

MÚSICA JULIA VARI La cantante de jazz y pianista, reconocida por su calidad interpretativa, presentará en el Lunario una nueva producción discográfica llamada Adoro. En el concierto, que promete canciones cursis y románticas, la acompañará Armando Manzanero.

PASEO RECORRIDO POR EL BARRIO El Centro Cultural Tlatelolco invita a un recorrido por el barrio. Los guías conducirán a los asistentes por las esquinas del lugar que albergó una tragedia. La idea es compartir la riqueza y la historia que guarda el lugar entre sus construcciones.

SALA DE ARTE PÚBLICO SIQUEIROS Calle Tres Picos 29, Polanco Martes a domingo, de 10 a 18 horas | $14

EL IMPERIAL Álvaro Obregón 293, Roma 22 horas | $150

LUNARIO Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 21 horas | $180-$390

CCU TLATELOLCO Av. Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco 11 horas | Entrada libre


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 11

Lunes 29

Martes 30

Miércoles 1

CINE MEMENTO (Christopher Nolan, EUA, 2000) Un investigador de seguros con la memoria dañada desea investigar el asesinato de su esposa, pero los hechos cotidianos desaparecen de su mente en minutos. Para resolver el caso recurre a las notas tatuadas en su cuerpo.

CONFERENCIA REFLEXIONES SOBRE LA ESCENA CONTEMPORÁNEA Impartida por el investigador Rubén Ortiz, la charla toma como base ejemplos de piezas escénicas montadas por grupos hispanoamericanos, para hablar de las genealogías del teatro político y del lugar del espectador en la escena contemporánea.

ESCENA ALGO DE UN TAL SHAKESPEARE Adrián Vázquez dirige y actúa esta obra compartiendo escenario con Sara Pinet. Se trata de una invitación a ser irreverente, de un divertimento creado a partir de la improvisación de algunas de las obras más importantes del dramaturgo británico.

CENTRO CULTURAL DEL BOSQUE Paseo de la Reforma y Campo Marte, Chapultepec Polanco 19 horas | Entrada libre

FORO LUCERNA Lucerna 64, esq. Milán, Juárez 20:45 horas | $250

ESCENA OJALÁ EL AMOR BASTARA Escrita y dirigida por Marisa Gómez. Lisette Cuevas, Pablo Cruz Guerrero y Alejandra Toussaint narran anécdotas de una relación de pareja contemporánea. Es el viaje de una pareja en auto que va recorriendo el camino de su relación.

MÚSICA WEST SIDE STORY La directora mexicana Alondra de la Parra dirigirá a la Orquesta Filarmónica de las Américas durante un concierto sinfónico visual en el que se proyectará la película West Side Story, dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins.

FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 20:30 horas | $250

AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 20:30 horas | $350-$1600

ARTE FELICIANO BÉJAR Componentes esenciales del cosmos como la luz, la transparencia y el reflejo han sido fuente de inspiración para sus creaciones, logrando plasmar en sus piezas escultóricas universos infinitos.

ARTE HEREROS, PASTORES ANCESTRALES DE ANGOLA Una exposición de 62 fotografías que muestran la vida íntima y las costumbres de uno de los grupos de pastores más antiguos de África: los hereros, una población nómada que sobrevivió intacta después de la colonización.

HOTEL CONDESA DF Veracruz 102, Condesa 20 horas | Entrada libre

ARTE DALI DE CADAQUÉS Colección de imágenes del francés Descharnes. Las fotografías muestran la intimidad del artista: en su estudio de trabajo, en un día de campo, leyendo o descansando en su patio. HOTEL INTERCONTINENTAL Campos Elíseos 218, Chapultepec Polanco Lunes a domingo, de 12 a 23:59 horas | Entrada libre

ESCENA LO QUE QUEDA DEL CIELO La obra escrita por Camila Villegas cuenta la historia de una quinceañera que no llega a su fiesta y la búsqueda que emprende Tony, su enamorado, con la ayuda de un tipo que le dará pistas para encontrar a la culpable de la desaparición. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 20:45 horas | $180

CENTRO CULTURAL ISIDRO FABELA Calle San Jacinto 5, San Ángel Martes a domingo, de 10 a 17 horas | Entrada libre

PALACIO DE MINERÍA Tacuba 7, Centro Martes a domingo, de 10 a 18 horas | Entrada libre


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C contraloría

Abraham Cruzvillegas | Tras $$$ Hace unos 30 días, cuando iba a comenzar la presentación de la ópera “Mefistófeles” de Arrigo Boito, basada en la célebre Fausto de Goethe, algunos trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes irrumpieron en el escenario del Palacio de las Bellas Artes, protestando por la reducción al presupuesto de la dependencia donde laboran y portando una pancarta que rezaba: “Expresamos nuestra total inconformidad a los recortes presupuestales que afectan toda actividad artística”. La reacción obedece a que el Presidente de la República ha propuesto un recorte de cuatro mil millones de pesos —unos doscientos cincuenta millones de dólares— al rubro de cultura en la partida presupuestal del gobierno federal, que afectaría no solamente los programas de las principales oficinas culturales del país —el Instituto susodicho y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes— y otras dependencias, como escuelas, librerías, museos, centros culturales, así como los apoyos a creadores, publicaciones, festivales, talleres, sino tam-

bién a los trabajadores que toda la estructura representa. Por otro lado, y de acuerdo con el reporte de Jesús Esquivel publicado en Proceso, las adquisiciones en equipo, tecnología y adiestramiento militar realizadas en un lapso menor a un año —del 21 de abril del 2014 al 17 de marzo del año corriente— por parte del gobierno actual al Pentágono, alcanzan la cifra de mil trescientos cuarenta y seis millones de dólares (más o menos veintiún mil millones de pesos), por lo que han sido calificadas como un hito histórico, al menos por parte de las autoridades a cargo de esas ventas del gobierno de los Estados Unidos, y claro que lo es, pues, al menos desde la firma de la iniciativa Mérida, que representa el financiamiento de estas operaciones a México, las cantidades se han potenciado brutalmente en los últimos meses. Y no sorprende ni es novedad alguna el intervencionismo y la sumisión, ni los acuerdos ni los gastos en plan de seguridad, sobre todo durante los años en que se estableció una guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado —cuantimás en

este gobierno en el que tal conflicto bélico no es “oficial”, como lo fue en el sexenio pasado—, lo que sigue siendo apabullante es el deliberado desinterés en la cultura por parte de los gobernantes, no importa del partido que sean. Si la educación no es un derecho primordial, la producción cultural seguirá siendo cosmética y superficial a los ojos de los administradores, aunque claro que, en términos de la imagen pública del país en el extranjero, siempre se utiliza la creación nacional como estandarte y escudo que “equilibra” el panorama mexicano de violencia, corrupción, autoritarismo y complicidad que cotidianamente se describe en los medios internacionales. ¿Seguirá siendo usado nuestro dinero para comprar armas y entrenar personal que al final terminará trabajando para el que mejor pague? ¿Qué habla mejor del país: sinfonías, poemas, coreografías, novelas, esculturas y ensayos, o cuerpos sin cabezas colgando de puentes? ¿Será que el asesor de las autoridades responsables del presupuesto público es Mefistófeles?

avenida en llamas. Un ir desesperado, un poco suicida y un mucho asesino. Hay que moverse rápido y con extraordinarios reflejos y recursos de sobrevivencia. Con frecuencia para avanzar hay que abrir camino, quitar de en medio cualquier obstáculo, así sea un semejante alelado, un coche cuyos motores padecen un ataque de tos, un zombi desorientado, lo que sea: o tú o yo, y se avanza. Lo mismo en Viaducto Tlalpan. Pesadilla de aprendices, infierno de conductores claustrofóbicos, el Viaducto es la avenida que los habitantes de esta megalópolis nos hemos regalado a nosotros mismos: urgente y candente, exigente y fea, peligrosa y estimulante. Como una droga. Los bólidos se rozan a cien kilómetros por hora, quieren sacar chispas, hay milímetros para maniobrar y poco oxígeno, y aun así se desarrolla una fascinante dinámica en esos tres carriles, como un Tetris histérico de acomodos inverosímiles, casi una danza hiperurbanita en que miles de psicópa-

tas potenciales —nosotros—, con las pupilas dilatadas y los músculos tensos, enchufados al radio y al iPhone, en metamorfosis de cyborgs, programados genéticamente no tanto para odiar al otro como para trascenderlo a como dé lugar, avanzamos. Siempre hay una urgencia atrás, una adelante, una a la izquierda y una a la derecha: en medio queda la ínfima cuadrícula de nuestra convivencia, la tenue red de la movilidad que, por pura necesidad y evolución darwinista, hemos aprendido a navegar como los más fuertes. En la más pura tensión entre el caos y la funcionalidad nos aferramos a nuestros volantes como los Max Rockatanskis e Imperator Furiosas que estamos a punto de ser. Entender esta extraordinaria película que sólo es superficialmente de acción en clave ciudadana puede ser pertinente para aprender a cultivar, además de nuestra furia (que sus buenas cosas tiene), nuestras pausas. Sí, nuestras pausas.

Julio Trujillo | Obra negra Mad Max: Viaducto Road Mad Max: Fury Road, la mejor superproducción del año hasta ahora, ha sido analizada en clave política, sociológica, bíblica, poética, antiutópica, feminista y revolucionaria. Yo quiero hacer una aportación modesta y analizarla en clave chilanga. Me interesa el ritmo trepidante que propone el director y guionista George Miller: se trata, sencillamente, de una persecución perpetua, de una huida en loop. No hay respiro. En la película tuve tiempo de parpadear dos veces y, de haber volteado ligeramente para beber mi frappé de Lechera (sobredosis de glucosa planeada, ahora sé que innecesariamente, para sobreestimular la furia visual) me hubiera perdido un eslabón crucial de esa cadena de acción al rojo vivo. Se huye, en Mad Max, no tanto porque se haya cometido tal o cual osadía, sino por logística: quien se detiene, muere arrollado. La noción de orillarse y dejar pasar el vendaval es risible porque lo que se propone, lo que hay, es un concepto sin orillas: una pura


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Verónica Gerber Bicecci | Hoja de observación

Luigi Amara | Postales del subsuelo

La mirada es un malentendido

Los conspiradores de la mierda

LOCALIZACIÓN: gabinete de gráfica y papel FECHA: hasta el 2 de agosto HORA LOCAL: no aplica CONSTELACIÓN: Museo de Arte Carrillo Gil EQUIPO: imagen tomada de la página web del Museo Carrillo Gil

El mundo que salta por los aires ha terminado por ser un fenómeno estético: las esquirlas y montañas de escombros, el fuego y los cuerpos reducidos a rompecabezas inarmables son el deleite de los medios masivos, que los reproducen hasta la náusea y sin el menor recato, quizá porque de esa manera los desgastan, los neutralizan, los vuelven espectáculo. La explosión es el pretexto ideal para su explotación mediática. Transfigurados en sucesos pop, las urnas incendiadas y los autobuses humeantes se ofrecen una y otra vez a la retina hasta normalizarse, hasta confundirse con el paisaje. La estrategia de Molotov se ha vuelto un sinsentido no porque el espíritu que la anima sea obsoleto o porque haya que intensificar la intensidad de las detonaciones, sino porque promueve la intransigencia del sistema. Más represión, más arbitrariedad y más vigilancia; alicientes preciosos para la policía. Si cada bloqueo callejero convoca un destacamento de granaderos, cada bomba casera justifica un operativo militar. La red de medidas profilácticas, persecutorias, abusivas, bajo el lema: “Es por tu seguridad”, no tarda en hacer de la vida cotidiana algo parecido a un picnic sobre el mantel del estado de excepción. Pero es sobre todo la parálisis creativa de la insurgencia lo que contribuye a su fracaso, y no únicamente porque el consabido entusiasmo pirotécnico de los llamados “anarcos” redunde en el fortalecimiento del uso “legítimo” de la fuerza. La bomba perfecta es la que menos lo parece. La bomba latente, sorpresiva, diseminada en cualquier parte. Las cosas de todos los días —la risa, el baile, el bostezo— pueden estar cargadas de

NOTAS: Hace unos días se inauguró Driving Forces, una instalación de Ernesto Walker (Monterrey, 1982). En la sala hay tres telescopios computarizados alrededor de una mesa. Un mecanismo de engranes, poleas y bandas conecta a los telescopios entre sí y, a su vez, con un armonógrafo (aparato que genera dibujos geométricos a partir de péndulos y movimiento), que está ubicado exactamente al centro, sobre la mesa. Lo más importante: los telescopios apuntan a las paredes y techos del espacio. Uno está programado para observar el sol (cuya extrema luminosidad dificultaría visualizarlo de todos modos), otro está programado para observar la Luna (uno de los objetos en órbita mejor conocidos, por lo que un amateur no podría agregar mucho a su investigación), y el último está programado para observar un agujero negro (que, en realidad, dada su naturaleza opaca, resultaría imposible de distinguir a través de la mirilla). Estas condiciones adversas de observación explican el hecho de que las paredes que obstaculizan a las lentes sea por completo indiferente. Al procesar las coordenadas de observación, los telescopios se mueven para compensar el movimiento de la Tierra y

BEF | Monorama

“mantener visible” su objetivo. Son estos movimientos los que —muy lentamente y a través de las poleas— hacen que el armonógrafo se deslice. El armonógrafo va registrando la actividad de los telescopios con tinta roja sobre una hoja de observación astronómica —que tiene un diagrama general de la bóveda celeste—. El dibujo simula una dimensión distinta del análisis visual, pues es producto del itinerario de los cuerpos que observan, en lugar de un registro de lo que “debería” ser visto. La mirada es un malentendido: suele confundirse de un espectador a otro. La imagen es otro malentendido: suele señalar algo que no está, o que sigue ahí, pero que ya no podemos ver de la misma forma. Los dos diagramas sobrepuestos conforman un mapa enrarecido que reproduce, precisamente, ese complejo y fascinante equívoco: somos incapaces de ver lo que vemos.

dinamita; los actos cotidianos, el arte, hacer cola, incluso la mierda, sobre todo la mierda, rebosan de materia ígnea. Basta encontrar la punta de su mecha para que estallen en la cara de quienes nunca lo esperaron. Basta encontrar esa mecha. Y encenderla. Los dinamiteros de nuestro tiempo no han sabido hallar en la mierda la clave que les permita elevar su indignación a una forma de arte. Después de todo, un proyectil excrementicio deja cicatrices que difícilmente se cierran, y sus efectos son tan plásticos y fotogénicos como los del fuego, la sangre y los hierros retorcidos. En vez de ganarse el repudio unánime por los destrozos cometidos, los anarquistas de hoy podrían desatar un alegre ataque pestilente y nauseabundo, al que de inmediato se le encontrarían un sinfín de connotaciones simbólicas. Estallidos de mierda, cataratas de orina, bombas fétidas con las reservas de nuestra mala digestión, francotiradores de mocos… Se trataría de un estallido quizá infantil, pero imaginativo y contagioso, que además dejaría un saldo blanco en el número de víctimas (aunque no precisamente impoluto…). ¿Quién no festejaría que nuestros gobernantes más impresentables cayeran en trampas de mierda parda y líquida? ¿Quién podría reprimir una sonrisita al enterarse de que los baños de la Secretaría de Gobernación se han convertido en auténticas fuentes brotantes? Pese a que el pudor y el estreñimiento crónico se hayan confabulado hasta hoy en contra de las bodas de la revuelta y la escatología, quizá ha llegado el momento de que, frente al guano en que retoza la clase política, respondamos con cucharadas de su propio chocolate.


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C crónica

La tinta que nos acompaña Por Fausto Alzati Fernández

Hasta hace algunos años, todavía existía la idea (con estigma de por medio) de que quienes más se tatuaban era marineros, putas y criminales. ¿Por qué? Para matar el tiempo, quizá por lo volátil que es la identidad, o tan sólo porque les dio su pinche gana. Fausto Alzati, poeta, escritor y desde hace unos años, tatuador, compara el gusto de marcar la piel con el de externar en cicatrices los símbolos que marcan nuestra psique.

Tengo

preferencias por distintos soundtracks para cada actividad. Como cualquier ser humano moderadamente melómano. Si bien me gusta jalar pesas oyendo rap, escribir escuchando ambient, coger con un poco de cumbia sonidera de fondo, a la hora de tatuar, me regreso al grunge. Y ya no me da pena. Purple, de los Stone Temple Pilots, es mi disco favorito para tatuar. Quizá porque es un álbum que envejece con dignidad, como un buen tatuaje. Pero también porque es un disco que me remonta a los años noventa y, sobre todo, a mi adolescencia. No sólo me recuerda la primera vez que pasé una aguja en mi brazo o la primera vez que le metí la verga a alguien, y las tantas otras primeras veces. Ante todo me revierte al espíritu de mi adolescencia. O, para sonar menos rollero, a mi sensación de estar en el mundo en aquel entonces, durante ese proceso de ortopedia emocional llamado pubertad. Trae a la memoria, y su enredo en el sistema nervioso, aquel vértigo de la melancolía y el efecto psicosomático de creerme incomprendido. Al oír el disco, saboreo esa mezcla de angustia y calentura producto del oleaje hormonal que me habitaba

en ese tiempo. Pero, sobre todo, me remite a ese abierto desafío ante el mundo en el que vivía. Cuando era puber no había celulares, redes sociales y todo ese desmadre. Topabas a quien topabas y cuando salías de casa no estabas perpetuamente localizable. Tampoco exhibíamos en una pantallita cada momento de nuestra experiencia buscando aprobación. Suena a que estoy envejeciendo al remontarme a “aquellos ayeres”, pero va sin amargura, porque así fue. Tal cual. Fue una gran época para ser puber. Para sentirse solo e incomprendido. Fueron buenos tiempos para revolcarse en slams, en conciertos de bandas que ni conocías, para pintar estupideces en alguna pared, para ir a raves, para no llegar a casa en tres días, para vagar por la ciudad, para fajar en los andenes del metro tras fumar un porro a sabiendas de que aún no era ni medio legal, para pintarle dedo a los polis y decirles que sólo muerto te llevaban con ellos, para pasar tardes enteras mirando el techo, para tocar la guitarra, para odiar usar suéteres, para pintarse el pelo de colores y aun ser visto gacho, para discutir trágicamente con tus padres y hacer desmedido uso de la frase “es mi vida”, y para que me corrieran de su casa un miér-

coles por la tarde por llegar tatuado. Eran los noventa. Tenía 15 años. Pero empecé a tatuar mucho después. Tardé. A mitad de mis 30 y ya en una época donde se ha ganado mucho terreno contra el estigma de la tinta. En la prehistoria (antes de que YouTube fuese el eje del mundo y de que la ironía fuese el modo retórico omnipresente), no había tatuadores como tal. Había tipos con algún oficio (zapateros, barberos, etc.), que por las tardes tatuaban a quien se animara en sus casas o en una trastienda. Hablo de los años setenta y ochenta en México. Tampoco era sencillo conseguir una máquina para tatuar, había, prácticamente, que inventarlas. Sin embargo, a la banda le ha gustado llevar tinta en la piel desde que los humanos andamos en dos patas y ninguna complicación ha bastado para impedirlo. En aquellos días, sí, quienes más se tatuaban eran marineros, putas y criminales. Quizá para matar el tiempo, quizá porque no concebían sus cuerpos como castillos de pureza, quizá por lo volátil que es la identidad, quizá porque les dio su pinche gana y ya. Razones para rayarse sobran, tanto como las explicaciones psicosociológicas de por qué lo hacemos. Pero indagar los motivos


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de un rayón resulta tan estúpido como preguntar “¿qué significa tu tatuaje?”. En México empezó a haber tatuadores, como tal, más hacia la década de los ochenta. Pero tampoco les era sencillo rayar. Tatuaban en mercados o en locales que a menudo se veían visitados por policías que, además, les daba por fichar a los clientes. Pero es justo a esa tropa a la que debemos el avance en ese terreno y la oportunidad que tenemos hoy de tatuar o ser tatuados con la misma facilidad de quien va al salón a pintarse las uñas. Vienen a la mente gente de fuera como Le Skuse y toda la banda del Bristol Tattoo Society; pienso en Doc Forest, en Suecia, armando su primera máquina con motores; Horiyoshi III y su esfuerzo por darle un lugar de mayor apreciación al tatuaje en el mundo; y pienso, acá en corto, en el Chino en Tepito, Terror en Tacubaya o la banda que primero abrió Dermafilia, por mencionar algunos nomás. El punto es que se ha ganado terreno, y esta apertura ha permitido un boom del tattoo, y con ello su desarrollo artístico por rutas que antes no consideraba. Por un lado, creo que en 20 años casi todo mundo en las grandes urbes estará tatuado. Por ello decidí enseñarle a mi hija mayor a tatuar, como un oficio. Por eso, y porque se ve genial con guantes rosas de látex. Por otro lado, esta apertura ha permitido a diseñadores y dibujantes de muchas líneas estéticas distintas aportarle ideas a la aguja. Lo que ahora es posible llevar en la piel, antes no era siquiera concebible. Comoquiera, en mi caso el virtuosismo no me llama la atención. Digo, escucho a los Stone Temple Pilots y no a Dream Theater. El virtuosismo, con sus indudables méritos y toda la dedicación y determinación que implica, me llega a parecer una apología más para la neurosis obsesiva. Repetición y refinamiento. Repetición y refinamiento. Y está muy bien, pero tiendo a interesarme más por el trasfondo expresivo de algo, lo que transmite en cuanto a vitalidad, apertura a la experiencia y placer. Cuando empieza a sonar la guitarra que arranca el disco con “Meatplow”, oigo zumbar la máquina en mi mano. Así la afino. La escucho, la vibro con la guitarra, y dejo que ese sonido se convierta en el ancla de mi atención. El ruido en mi cabeza, eso que solemos llamar “pensamiento”, pierde la batalla en el crossfade con las guitarras y la máquina. Sigo la aguja, sus trazos sobre la piel. Y conozco bien la sensación de estar del otro lado de la aguja, quieto, preguntándote por qué chingados estás ahí, otra vez dejando que un imbécil ponga una estupidez en tu dermis de por vida, doliéndote, en vez de ir a dar el rol o pasarla bonito. No sé si sea necesario un grado de sadismo para tatuar, lo que sí sé es que el dolor y el arrepentimiento son partes fundamentales de un buen tatuaje. (Por ello, en segundo lugar de música favorita para tatuar mantengo un empate entre los Stone Roses y Social Distortion.) Pero conozco muchos tatuadores, muy hábiles algunos, que son unos retrasados emocionales. Como la mayoría de las personas

solemos ser. De ésos que en los mecanismos de su psique habita un miedo a que se les caigan sus webitos si resulta que nos llegamos todos a enterar que la vida los vulnera. Yo también soy un tarado emocional, en más de 100 maneras, pero la empatía no me da frío. Cuando el dolor de la aguja, y toda la situación de estar siendo marcado, obliga a la apertura de alguien, ni los guantes de látex me impiden algo de curiosidad sobre su perra existencia en este mundo. Menos cuando veo algunas de las muecas que llegan a hacer. De tal suerte, una cocinera me contó, mientras le marcaba un conejo en el antebrazo, cuán feliz estaba de poder al fin dormir con quien amaba, pues llevaba años teniendo citas con hombres casados que luego le decían “buenas noches” y se marchaban. Vislumbré una tormenta entera recorrer las pupilas de una chica mientras le rayaba unas flores con las que soñó tras la muerte de su madre. No lloraba por la aguja, eso me queda claro. Un celópata me confesó cómo espiaba a su novia y todo su proceso de recuperación. Un gángster sudamericano me amenazó de muerte si le salía mal el tatuaje, me contó su paso por la cárcel. Al terminar me ofreció una onza de coca (que decliné), y protección ante cualquier ofensa de quien fuese. También recuerdo tatuar a un sujeto risueño que tenía toda la piel cicatrizada. A los ocho años le había caído una olla con caldo hirviendo. No lo vi siquiera parpadear cuando la aguja recorría su piel, o los extraños contornos de los injertos. Me gusta mi trabajo. Me gusta marcar la piel. Escribir en ella. Me gusta externar

“Razones para rayarse sobran, tanto como las

explicaciones psicosociológicas de por qué lo hacemos. Pero indagar los motivos de un rayón resulta tan estúpido como preguntar ‘¿qué significa tu tatuaje?”. en cicatrices los símbolos que marcan nuestra psique. Tantas veces en mi vida sólo tatuándome he logrado procesar vivencias que por mucho hablar nomás no se movían. Por otra parte, en mi propia piel no tengo un solo tatuaje del que no me haya arrepentido después. Cada uno me ha llegado a parecer tonto, obsceno y sobrado. Y revivo esa sensación de avergonzarme por mi vitalidad. Pero es sólo la parte final de la cicatrización del tatuaje. Se pasa pronto, porque te chingas, ahí se queda (salvo que quieras ir a quemarte con láser y quedarte con una cicatriz igual de tonta, obscena y sobrada). Es igual que esas partes de tu pasado que te apenan e imaginas que podrías prescindir de ellas y al fin ser bien pinche feliz e íntegro, etc. Pero te chingas y lo asumes como asumes tus errores, tus tropiezos y levantas la cabeza. Ser ridículo no implica perdida alguna para la dignidad. No tiene ningún chiste sobrevivir a los monstruos que te atormentan, si no te puedes ornamentar con ellos. “Kitchenware & Candybars” sigue siendo mi pista favorita de ese disco. Sería perfecta si no tuviese esa rola secreta medio jazzy rara después. Eso sí era pésimo en los noventa (eso y la preocupación por la autenticidad). F

Fausto Alzati Fernández Nació en la Ciudad de México. Tiene más tinta aún en sus cuadernos que en los brazos. Escribe a mano. Es autor de Poemas perrones pa’ la raza (Mono, 2012) y Buda, drogas y pop (Textofilia, 2013). En sus ratos libres tatúa e intenta meditar.



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v versus

“Entiendo la arquitectura como un agente de cambio, ya que puedo afectar la calidad de vida de alguien a través de ella. No es tan claro y directo como un doctor que literalmente te puede matar, pero si exageramos, yo también podría hacerlo si uso materiales tóxicos. Cuando hablo de mejorar la calidad de vida de la gente me refiero a algo más complejo, a la funcionalidad de los espacios, la iluminación, la sustentabilidad.”

Tatiana Bilbao Arquitecta

Como parte de una de las generaciones de arquitectos más prolíficas del país, Tatiana Bilbao ha destacado gracias a su visión socialmente responsable. Sin querer, su figura se ha convertido en la voz de las mujeres en la arquitectura mexicana. Su visión se ha proyectado a nivel internacional en forma de construcciones en China y cátedras en la Universidad de Yale, por mencionar algunos ejemplos. Actualmente, trabaja en un proyecto de casas de interés social, ya que para Bilbao, la arquitectura es una necesidad social, no un lujo. Entrevista: Cris Winters | fotografía: Ramón Ruiz Sampaio


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Hay antecedentes de arquitectos en tu familia. ¿Cómo influyó esto en tu elección de ser arquitecto? ¿Cómo fue tu niñez?

Mi abuelo fue arquitecto. Sin embargo, yo no lo conocí, pues murió mucho antes de que yo naciera. Él era vasco. Por el lado de mi madre tengo familia alemana. Es una combinación explosiva. Ni mi papá ni mi mamá son arquitectos, así que la influencia no es directa, aunque es verdad que tengo tíos y primos arquitectos. Por parte de mis padres nunca sentí presión por dedicarme a algo. Me dejaban ser muy libre. Lo que más me marcó de mi abuelo fue su sentido social, ya que él estaba involucrado en muchas causas. De hecho, llegó a México como exiliado por sus posturas políticas. Crecí escuchando sus historias y esa parte sí tuvo influencia en mí. Mi familia materna también llegó a México por una guerra, entonces puedo decir que le debo mi vida a la guerra. Para los que las viven es difícil verlo, pero la realidad es que hasta las guerras tienen cosas positivas. En cuanto a mi niñez, antes no lo notaba, pero ahora con el paso del tiempo sí puedo ver que mi vocación ya estaba presente aunque no de forma consciente. No es que haya crecido diciendo: “Voy a ser arquitecto”. Lo que sí es que me encantaba hacer casas para mis muñecas y crear estructuras con objetos que había en mi entorno. Luego ya que tenía la casa hecha no me interesaba jugar, lo que quería era construir.

No conociste a tu abuelo, sin embargo, ¿reconoces algo de esa herencia alemana y vasca en tu estética?

Sí. Me considero más mexicana que el mole. Siempre he vivido en la misma zona de la ciudad. Amo Paseo de la Reforma y por eso tengo mi despacho aquí. Crecí a unas cuadras. En cuanto a los recuerdos familiares, la herencia extranjera está marcada en la comida, en las recetas que preparaban en mi casa en el día a día. Otra cosa es que aunque soy muy mexicana, cuando fui, por ejemplo, al País Vasco, entendí muchas cosas de por qué soy como soy. Soy de México, pero al estar allá también tuve un sentido de pertenencia y de sentir que también era de allá. Quizá del lado alemán venga la disciplina. Siempre he creído que hay que hacer las cosas de la mejor manera en que se pueden hacer.

Perteneces a una generación de arquitectos mexicanos particularmente exitosos en el extranjero, como Fernando Romero, Michel Rojkind y Derek Dellekamp. ¿Te ves a ti misma como parte de esta generación?

Por supuesto que me siento parte de una generación. La verdad es un orgullo. Además de colegas somos amigos, somos cercanos. Pienso que todo se lo debemos al contexto. Evidentemente hay mucho talento y disciplina, pero quizá también lo hay en otras generaciones. Lo que sucede es que nosotros nos graduamos de la Ibero en los noventa. Antes de eso, México había tenido una economía muy volátil. Después de esa década hubo una estabilidad económica que no había existido antes, lo cual permitió que se invirtiera mucho en construcción.

Además, en esos años la industria inmobiliaria se puso de moda en el mundo y, por lo tanto, también en México. No me encanta esa parte, pero es una realidad que si algo se pone de moda, la gente lo hace porque “está en tendencia”. Lo copiamos en México porque es lo que vemos. Lo positivo de esto es que la gente estaba dispuesta a invertir en arquitectura. En ese aspecto mis colegas y yo somos afortunados de habernos titulado en ese contexto, pues pudimos subirnos a una ola y proyectar nuestras carreras.

Dentro de ese grupo, eres la única mujer. Eres quizá la arquitecta más exitosa del país. ¿Cómo vives esta experiencia?

Voy a ser honesta. Al principio de mi carrera odiaba que en conferencias, seminarios o entrevistas, siempre surgía la pregunta sobre mi visión como mujer. Me parecía hasta retrógrada, pues sentía que mi sexo era irrelevante en mi profesión. Me daba rabia. Lo detestaba porque en mi opinión tenía y tengo los mismos retos que mis colegas. Igual diseño, boceto, voy a la construcción. ¿Sabes? Finalmente, luego de que siempre me quejaba, mis amigos hablaron conmigo. Me dijeron: “Mira, es una realidad. Eres mujer. Esto te hace diferente por el simple hecho de que hay pocas mujeres que se dedican a esta disciplina. Eres una excepción”. Entonces lo comprendí. Si bien ésa no es mi bandera y no me siento una activista del feminismo, ahora lo vivo de otra manera. He comprendido mi papel. También me he dado cuenta de que la escasez de mujeres en la arquitectura no es exclusiva de México, sino de todo el mundo. Somos pocas las que nos dedicamos a esto. Lo que me sorprende es que aún en mi círculo, que es de gente privilegiada, con acceso a educación, viajes, etcétera, aún hay quien ve mal lo que hago. Hay mujeres que me juzgan por “abandonar” a mis dos hijas (la mayor tiene tres años) o por no dedicarles todo mi tiempo.

Hiciste una mueca al mencionar a las mujeres que te juzgan. ¿Crees que es cierto que la mujer es su peor enemigo?

Tristemente hay algo de cierto en eso. Creo que tiene que ver con que muchas fueron educadas a no cuestionarse y les da pavor salir de su zona de confort. Otras ni siquiera se plantean la posibilidad de hacerlo. Yo nunca he sido del tipo de persona que se autolimita o tiene miedo a hacer las cosas. Sin embargo, estoy contenta con mis decisiones. Tengo gente que me ayuda y me organizo para poder estar con mis hijas a partir de las tres de la tarde. Es cuestión de organizarse. También tengo la suerte de tener un esposo que no se siente intimidado por mi éxito y que me apoya en todo. Es un superpapá. Tal vez la vida de mis hijas no es normal en tanto que no es rutinaria, o que su mamá tiene que contestar llamadas de pronto, pero creo que son unas cosas por otras, tienen el privilegio de viajar por todo el mundo, por ejemplo. El otro día, mi hija que tiene sólo tres años me dijo: “Mamá,

hace mucho que no vamos a París”. Escucharla me dio un ataque de risa. No por presumir, pero es muy simpático ver cómo para ella es normal viajar y no dimensiona que vamos por mi trabajo.

De vuelta a la arquitectura, específicamente al tema de la construcción. ¿A qué crees que se deba que permanezca como una disciplina masculina?

Definitivamente a la obra (de construcción). Es un tema biológico. Nunca seremos igual de fuertes que los hombres, de la misma manera que ellos no pueden dar a luz. Cada quien tiene lo suyo. Pero vaya, son más fuertes. Por algo en los Juegos Olímpicos las competencias no son mixtas, no sería justo. Además, la obra intimida a las mujeres, a mí no. Me alegro cada que llego a una construcción y la plomera o alguien más es mujer. Cada vez hay más, pero seguimos siendo minoría, incluso en las aulas de las universidades.

Tu arquitectura se distingue por su carácter social. ¿Cuál es tu filosofía?

Actualmente, la arquitectura responde a un mundo muy complejo. Cuando construyes en medio de la nada tienes la ventaja de que en cierta manera conquistas el lugar. Lo que hagas estará bien. Ahí la dificultad está en conseguir los materiales o en hacer que sea algo sustentable y adaptado al entorno. En las grandes ciudades donde hay un exceso de todo el reto es distinto: ¿cómo destacas?, ¿cómo te adaptas?, ¿qué aportas a la sociedad? Entiendo la arquitectura como un agente de cambio, ya que puedo afectar la calidad de vida de alguien a través de ella. No es tan claro y directo como un doctor que literalmente te puede matar, pero si exageramos, yo también podría hacerlo si uso materiales tóxicos. Cuando hablo de mejorar la calidad de vida de la gente me refiero a algo más complejo, a la funcionalidad de los espacios, la iluminación, la sustentabilidad.

¿En dónde queda la parte estética?

No estoy en contra de construir cosas bellas, al contrario. Creo que la estética también enaltece la vida. Hay estudios al respecto. Es un elemento importantísimo. Funcionalidad, sustentabilidad y estética deben ir de la mano.

¿Cómo funciona tu proceso creativo y cómo cambia cuando colaboras con alguien?

Mi proceso creativo cambia. No tengo ningún ritual de poner música y sentarme a bocetar ni nada por el estilo. La constante es la investigación. Es importante conocer el contexto. Hago proyectos a la medida, no me gusta imponer que las cosas se adapten a mí. Los materiales que utilizo dependen del entorno. Hago mucha investigación para resolver las distintas problemáticas. Hay veces que aún con eso no sé cómo solucionar algo y otras que el proceso es más intuitivo y que aún antes de investigar ya sé cómo hacerlo y sólo hago el marco teórico para corroborar. En cuanto a colaborar me encanta y lo hago todo el tiempo. En realidad me parece absurdo no entender la arquitectura como algo colaborativo. Se necesitan

muchas mentes. Ésa es su esencia. La idea del arquitecto como un todo poderoso es errónea y en el caso de mi despacho es imposible que sea así, ya que hacemos muchos proyectos muy distintos entre sí.

Has trabajado en distintos países. ¿Cuáles han sido las diferencias o áreas de oportunidad que has encontrado en cada lugar?

Es difícil generalizar porque cada proyecto es distinto. Todo mundo dice que construir en Estados Unidos es muy difícil por todas las reglas, yo ahí no he construido pero casi podría asegurar que España es peor. Hay muchísimas restricciones. En Francia las limitaciones van más por el tema de historia o patrimonio de la humanidad. En China lo más retador fue el idioma, pero fuera de eso me pareció muy similar a México. ¿Planos en una obra? Qué es eso. No es broma, son idénticos que aquí en cuanto a esa informalidad. Yo intento tomar el aprendizaje de cada proyecto e incorporarlo a mis trabajos siguientes.

Ya que tocas el tema de China, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con Ai Weiwei?

Fue un honor que me eligiera para colaborar con él en la Sala de Exposiciones en Jinhua. Más allá de la proyección que le dio a mi carrera lo que más me gustó de ese proyecto fue conocerlo. Es todo un personaje. Como un niño que se la pasa divirtiéndose. No he conocido a alguien igual. Su lado humano fue lo que más me interesó.

La docencia también te ha llevado a otros países. ¿Qué papel tiene en tu vida?

Me dedico a la docencia por necesidad, quizá no una económica. Es un verdadero reto compaginar mis horarios por el tema de los viajes, pero lo hago porque me da un enorme placer. Aprendo muchísimo de mis alumnos. El último fin de semestre en la Universidad Iberoamericana le decía al rector: “Espero que mis alumnos hayan aprendido tanto como yo”. Es que doy clases a gente de maestría, entonces son personas que ya tienen ciertos conocimientos y experiencia. Termina siendo enriquecedor, es un trabajo en equipo. El verano pasado di clases en la Universidad de Yale y también fue algo muy grato.

¿Cuál es el proyecto de tus sueños o el que te falta por hacer?

Ahorita estoy trabajando en un proyecto que siempre había querido hacer: casas de interés social. Lo deseaba mucho. Son viviendas de bajo costo en zonas rurales. Hemos hecho mucha investigación al respecto: más de dos mil entrevistas para conocer las necesidades de la gente. Una de las cosas que encontramos es que no quieren que sus casas se vean como que no están acabadas. Cuando les decimos que si ahorran más hay posibilidad de hacer un segundo piso a mediano plazo dicen que sí siempre y cuando su casa no se vea como que sigue en construcción. Es una cuestión de dignidad. La investigación ha sido clave. También es importante que nos incluyan como arquitectos en este tipo de proyectos. La arquitectura es una necesidad social, no un lujo.


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La finalidad de los estandoperos es hacer reír… Que lo logren es otra cosa. Algo pasa que pocas veces asoma la carcajada y más bien cunde la pena ajena, las ganas de salir corriendo. Aun así, los comediantes del micrófono persisten. ¿Son malos sus chistes o los mexicanos sólo llegamos a la risa ante ese humor ramplón que durante décadas nos han inoculado las televisoras? ¿Ganarán el pastelazo y el albur, o el humor fino? Eso es lo que trataremos de responder en este texto. Que lo logremos es otra cosa.


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n tu muro del feis tu amigo de toda la vida confiesa a sus seguidores lo que tú siempre sospechaste: que es comediante. Anuncia que dará un show de stand-up. La consternación se hace notar enseguida. Sobre todo entre la familia. Alguno recomienda una clínica donde curan esa desviación. Otro habla de la degradación de las costumbres. Con más solidaridad que ánimo, decides ir a verlo a ese bar de la Roma-Condesa sin saber muy bien qué esperar. Lo difícil es predecir cómo saldrás de su gran debut: si secándote las lágrimas de reír tanto (poco probable) o con la manga de la camisa hecha bola de aguantar tanta pena ajena (casi seguro). Te preparas para lo peor. La faena es temeraria: hacer reír a la gente. Si se piensa, es uno de los logros más difíciles de obtener si se intenta voluntariamente (porque todos somos comediantes involuntarios más seguido que no) (a menos que de verdad uno sea insufrible) (muy probablemente tu amigo sea insufrible). Sales del lugar a tomar un poco de aire y agradeces que nunca te haya pasado algo semejante. Piensas que a juzgar por la cantidad de tus amigos que, de ser personas decentes, con un futuro estable, deciden ser estandoperos, te das cuenta de que algo está sucediendo, que hay gente pagando por un boleto, y que nadie está tomando medidas al respecto. Te guste o no, el stand-up mexicano ya está aquí, y es difícil pronunciarlo: estándop.

Es la moda

Héctor García Fue uno de los primeros en practicar stand-up en México. Empezó haciendo risoterapia y tiene formación de clown. Autodeclarado nerd y geek. Tiene 36 años y vive con sus papás. Habla de dinosaurios, cómics y caricaturas, y de lo mal que le iba ligando a chavas en la prepa. | @hectorgsaurio

“Ahora todos quieren ser comediantes.” “Hoy en día cualquiera se sube a un escenario.” “Ser estandopero está de moda.” “Como cuando antes todos querían ser DJ, ahora todo mundo quiere hacer stand-up.” Todas las personas que entrevistamos estuvieron de acuerdo en esto: el stand-up está “de moda”. Usaban esa expresión. Lo que hace seis años era un puñado de soñadores con un micrófono, hoy es un movimiento que, si bien no alcanza el nivel de popularidad que tienen los escándalos de alcoholismo de algunos de los cómicos inflados por los medios masivos de comunicación, ya tiene un número considerable de fans, y sigue un patrón alarmante de contagio. Más inquietante aún: hay amateurs y gente con intenciones de profesionalizar este tipo de comedia. Pero ¿qué es el stand-up? “Es comedia de autor”, dice Héctor García, veterano del stand-up mexicano, si eso existe. Héctor es delgado, alto y de voz modulada. Lleva aproximadamente seis años perfeccionando su show, y aproximadamente el mismo tiempo cultivando un público fiel. Es un tipo que da confianza: un nerd que cae bien al instante. “Creo que ésa es una definición muy puntual [él habla de la comedia de autor, no a definirlo como nerd], porque a diferencia de un monólogo que puede interpretarlo mucha gente, o una obra de teatro, el stand-up viene muy de adentro y de la manera particular de ver la vida. La rutina personal no sería jamás lo mismo si la hace otra persona. Es lucrar con la tragedia de uno.” Básicamente: un tipo (o chica) (o tu amigo) se sube a un escenario, cuenta chistes (llamados beats), uno tras otro, y, si es bueno, parece que los está inventando en el momento y te hace reír. “El stand-up, el mejor stand-up, está cien por ciento escrito. Los mejores estandoperos hacen parecer que lo están creando ahí mismo, tienen esa frescura, pero está escrito”, dice Piolo Juvera, mejor conocido por hacer improvisación teatral —“impro”, que le llaman— y presentarse seguido en bares de la delegación Cuauhtémoc. Piolo estudió improvisación en Second City, la famosa escuela de Chicago de la que salió Tina

Fey. Pero, aclaremos: Piolo no es estandopero. Él no está muy de acuerdo con soltar beats al hilo ante un reflector y con un micrófono, delante de una pared de ladrillos, como reza el cliché neoyorkino. “El stand-up muchas veces es matemático para que funcione” dice “cambiar una frase por otra, probar ritmos y entonaciones. Así de obsesivo es [el cómico neoyorkino Jerry] Seinfeld: en qué entonación lo dice, cómo, cuándo.” La diferencia básica con un cuentachistes tradicional mexicano (llamémosle Polo Polo) es que los chistes son escritos por el comediante mismo, no refritos o reinterpretaciones y, por lo general, surgen de experiencias o vivencias. Son hombres y mujeres que dicen ser tímidos hasta el punto de la parálisis, pero que aun así se juegan la dignidad al subirse a un escenario a contar sus tragedias u opiniones y esperar que alguien las encuentre chistosas. Hay un especial de HBO básico para quien quiera entender un poco más de comedia y de stand-up específicamente, Talking Funny (2011). Se trata de una hora de ver a cuatro de los exponentes más importantes de este rubro discutir y hablar de comedia: Ricky Gervais, Jerry Seinfeld, Chris Rock y Louis C.K. El cuarteto platica sobre las diferentes maneras que tiene cada uno para escribir sus shows, de lo que se permiten y de lo que no, sobre qué consideran cruzar una línea y qué los hace reír. A pesar de ser casi una disertación sobre comedia —hacer reír como algo serio—, es una hora de ver a cuatro de los hombres más chistosos del planeta juntos. Así que aburrido no es. En este especial, Louis C.K. —cuyos shows suelen ser tan políticamente incorrectos hasta el punto que uno llega a sentir culpa de lo mucho que lo hacen reír—, explica: “Yo lo hago parecer como si sólo me estuviera expresando, sacando lo que traigo dentro. Pero en realidad me sé todos los movimientos”. ¿Cuánto se tarda uno en tener un show de una hora? “Un año, aproximadamente”, dice Sofía Niño de Rivera. Sofía luce bien producida. Entre las mujeres comediantes de la escena mexicana, es de las más notables (entre algunas otras exponentes del género se encuentran Alexis de Anda —quien estuvo una temporada en Fashion Police México— y otra que se hace llamar Manchita). Ha tenido shows fuera de México, ha salido en televisión, y pronto aparecerá en una serie de Netflix. “Probar material y ver qué sirve en shows de quince minutos, y así armas un espectáculo más largo”. El riesgo es que si vas a ver a un comediante, te gusta y regresas, te puedes topar con el mismo chiste. —Si vas a ver a Prince, quieres escuchar sus éxitos, no su nuevo álbum —dice Ricky Gervais en el documental de marras. —No necesariamente —interrumpe Chris Rock—. Hubo una época de unos veinte años, que yo sólo quería escuchar lo nuevo de Prince, no sus éxitos. Ahora quiero escuchar las dos cosas. Como audiencia, la única manera de saber si algo te gusta o no, es: probando una y otra vez. Que, es ralmente como el comediante sabe si funciona o no.

A mí me gustaba hacer comedia antes de que estuviera de moda Hoy en día es normal escuchar que alguien es estandopero o que hace comedia, que alguien ha tomado cursos de clown, impro, risoterapia o incluso stand-up. Que tal o tal salen en la tele o van a salir en una película. Hoy en día ser estandopero es cool. Pero hace seis años no lo era. O no en México, por lo menos. Algo pasó en el 2008 que un pequeño puñado de


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“Si tienes un monopolio en medios de comunicación siempre va a ser más barato tener un comediante que cinco comediantes.”

desconocidos (entre ellos y para el público) decidió en ese entonces súbitamente que querían estar parados frente a una audiencia mientras hacían comedia, o por lo menos intentarlo. “Trabajaba en publicidad y era miserable”, dice Sofía Niño de Rivera. “Tomé un curso de clown en el Foro Shakespeare y me enamoré de hacer reír a la gente. Y luego fui a Nueva York y ahí vi un show de comedia de Colin Kane. Nos hicimos amigos y le dije: ‘Quiero hacer eso’. ‘Pues hazlo’, me contestó.” Sofía regresó a México, renunció a su trabajo, vendió su coche y se puso a perseguir su sueño, haciendo al principio un pequeño show en el Foro Shakespeare robándose, por unos minutos, la audiencia de las obras de teatro. Eventualmente, organizó una presentación de stand-up con el propio Kane en el Voilà, y ella fue su telonera. Había empezado. Paralelamente, en otros rincones de la ciudad, experiencias similares sucedían a otros. Juan Carlos Escalante, un tipo agradable y simpático, con voz de locutor de radio juvenil, había estudiado Diseño Gráfico. Y decidió no practicarlo. “Pensé: ‘¿qué tengo que hacer para ser diseñador gráfico?’ No, pues tengo que ganar cero dinero, gastar yo, de hecho, aguantar abusos, explotación, humillaciones.” Escalante, quien forma parte del colectivo de comedia Siete Machos, se reunió con algunos amigos comediantes-en-ciernes y comenzó a presentar un show gratuito en una cafetería de Regina, en el Centro de la ciudad. Luego rentó un teatro, también en el Centro, llamado El Quinto Piso. “Me dije muy chicho: ‘Voy a hacer mi hora’. Sabíamos que había que hacer shows malos para hacer shows buenos. De ahí me jalaron para [el canal de TV] Comedy Central.” Historias similares se repiten constantemente al hablar con estandoperos que comenzaron más o menos al mismo tiempo. Alex Marín y Kall, alias “Esewey” —así, todo junto—, comenzó teloneando el show de cabaret del grupo que se llama Las Reinas Chulas, de quien es parte Marisol Gasé, conductora de El Weso. Gasé y Marín se conocieron en el programa de W Radio, donde él también trabajaba. Héctor García, otro de la misma tribu, también tomó un curso de risoterapia, un curso de impro, uno de comedia y se clavó en el stand-up. Historias así se repiten, así como expresiones de superación personal: “Vi un show y pensé que lo podía hacer”, “me subí a probar, sin saber muy bien qué estaba haciendo.” En el 2015, el stand-up mexicano respira con shows casi semanales, que si bien siguen siendo muy locales o para un nicho muy específico (los mismos comediantes), es innegable el crecimiento de su popularidad. “Yo atribuyo ese crecimiento, en gran parte, a lo que hicimos nosotros”, dice Marín. Marín es grande y malhablado, tiene una voz profunda y anda medio desaliñado. “Porque cuando empecé no había comedy clubs. No es como en Nueva York o Londres. Así que hicimos un micrófono abierto, que es clave en el desarrollo de la disciplina.” Cuando el Ese Wey, o el Esewey, o como sea, habla en primera persona en plural, se está refiriendo a él y a su esposa Leah,

quien también hace stand-up. Continúa: “Empezamos en un bar en Florencia que se llamaba El Rebel. Hacer un micrófono abierto u open mic es abrir una lista y que cualquiera se pueda subir durante cinco minutos. El orden es según vayan llegando. Han llegado amas de casa, oficinistas, comediantes profesionales, lo que quieras. El Rebel era un sótano mojado, húmedo, terrible. Luego mi esposa y yo nos fuimos a hacer stand-up a Londres, a tomar cursos, ver cómo funcionaba. Cuando regresamos habían clausurado El Rebel, y el open mic lo pasaron al Beer Hall. Ahí ya se empezó a volver un desmadre, la gente no tiene orden, güey. Nos lo llevamos al Woko (en la Condesa), donde ahora se hace el open mic más famoso de la ciudad todos los martes. A probar material nuevo”.

El open mic Sentarse en un bar, en medio de comediantes donde los únicos que no lo son están sentados en tu mesa —y es evidente— es una experiencia rarísima. No es lo mismo que pagar por un espectáculo y formar parte de una multitud cómplice de quien esté en el escenario (siempre y cuando éste cumpla con su promesa de sacarte un par de carcajadas). Es más bien como colarte en una fiesta donde no conoces a nadie y no terminas de entender qué pasa. Como llegar antes a la reunión familiar de tu novio sin que nadie te presente. El open mic es el espacio donde los estandoperos van a probar su material nuevo. Como explica Esewey, cada uno tiene cinco minutos para demostrar sus habilidades histriónicas. Crear una historia semicircular o probar una recién creada. “El open mic para comediantes es genial porque vas a ver mucho feedback, pero el público va a ver chistes que se están probando. Te puede tocar lo que sea”, dice García. Es una forma amable de ponerlo. La otra es: “Prefiero ir al dentista que ir a un open mic”, es la opinión de Piolo Juvera. Es importante repetir (por si hiciera falta) que Piolo no hace stand-up. La comedia que él hace es improvisación, lo que quiere decir que, a diferencia del stand-up, no tiene guion, todo se crea en el momento. Que en realidad no quiere decir nada, sólo que es un tipo de comedia diferente. “Los open mic me dan mil ansiedad”, dice Piolo. “Pero es que no hay otra forma de empezar. Los primeros shows de impro los hice en baby showers. Los open mic son un buen lugar para fracasar. Es mucho mejor que anuncien que es open mic, que llegar a muchos shows anunciados por ahí que son igual de amateurs y no te lo dijeron. Y ya pagaste mucho dinero que hubiera estado mucho mejor invertido en una fogata”. El open mic sí es una forma de darse una pequeña embarrada de lo que es el stand-up en México, aunque probablemente no sea la mejor. Nuestra mesa de no comediantes pasó en una noche de las risas ligeras, a carcajadas, a una incomodidad tan profunda que nos sacó del lugar. Pero hay que entender: sí es un sitio que es una prueba. Y para los estandoperos en ciernes no hay dónde más ensayar. Si se va a ir, hay que acudir

Juan Carlos Escalante Fue uno de los primeros en dedicarse al stand-up. Estudió Diseño Gráfico. Comenzó haciendo un pequeño show gratuito en un café de la calle de Regina y luego rentó un teatrito en el Centro. De ahí dio el salto a Comedy Central. Juan Carlos es originario de Acapulco, y muchos de sus chistes hablan de eso. Aunque está intentando hablar más de sí mismo. | @juanescaliente_


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con esa mentalidad. “Estás viendo a 20 comediantes, no todos pueden ser buenos. Se vuelve un show increíble porque ves de todo”, dice Esewey. “Si fueras a ver a 20 comediantes increíbles, entonces cobraríamos carísimo.”

La cara seria de la comedia “Yo creo que los comediantes están siendo muy impacientes en cuanto al trayecto que tenemos que tener todos”, dice Sofía Niño de Rivera. Ella, a pesar de ser de las pioneras del standup mexicano, lleva relativamente poco si se compara con los grandes nombres de la comedia internacional, personajes que llevan más de tres décadas perfeccionando su show. Esto como respuesta a por qué, si se tienen tantas ganas de hacer bien las cosas, el stand-up mexicano (la comedia mexicana en general, en realidad) tiene tan mala fama. Juvera tiene una teoría que sigue un camino similar, si bien no el mismo: “Louis C.K.,

que es el estandopero que todo mundo ama, lleva 30 años haciendo stand-up. Es un tipo muy talentoso, inteligente y honesto. Cuando empezó tenía sólo veinte años e iba a los clubes de comedia y rogaba para que lo dejaran subirse al escenario. Y había güeyes que ya estaban muy cañones en ese entonces. Así que ya había muchos jueces. Imagínate el entrenamiento que tiene este tipo. En México llevamos cinco años de hacer stand-up. Así que falta mucho para tener un buen nivel, pero es algo completamente entendible y normal, nos falta muchísimo. Sí, creo que la gran mayoría del stand-up en México no es divertido y no es de calidad, pero eso es porque falta muchísimo tiempo”. Ésta es una opinión que se comparte por la mayoría de los estandoperos: si bien muchos de ellos han buscado entrenamiento por otro lado, sobre todo los que son considerados como los primeros en abrir este mundo a los mexicanos, se entiende que cinco años para construir una industria como la de la comedia —una industria que en otros sitios, Estados Unidos o Inglaterra, lleva lustros— es muy poco. “Esto es un proceso que toma décadas. Somos inmensamente afortunados los estandoperos mexicanos, porque mucha gente que llevaba seis meses apenas en su escenario ya hizo Comedy Central, porque no hay más gente”, dice Marín. “En Estados Unidos tardan 10 o 15 años, primero se chingan, tienen que hacer 3 o 4 años de open mic, y te vas ganando un lugar. Luego le abres a alguien que ya tiene un show, y después otros tres años donde preparas dónde presentarte y que vaya gente. Y de ahí empiezas a hacer un nombre. Yo aquí a los dos años de hacerlo ya estaba en televisión. No estaba para eso, pero el canal tampoco.” ¿Por qué sólo seis años? ¿Cuál fue el fenómeno que sacudió la comedia mexicana que nos dejó en abandono de improvisación y stand-up? ¿Por qué, si el mexicano absorbe como esponja todo lo que le avienta su vecino del norte, la comedia del tipo Seinfeld no fue una de esas cosas que recibimos? Si vemos estos programas, ¿por qué nunca los imitamos?, ¿qué pasó? Dice Sofía Niño de Rivera: “Sería un estudio antropológico muy interesante. Puedo tratar de adivinar, y creo que es 100% cultural y tiene que ver con el nivel de educación de cada país. En Estados Unidos y Europa tienen un nivel más alto, leen mucho más, tienen más acceso a la información, porque al final somos un país tercermundista. ¿Por qué en México no hay una serie buena? ¿Por qué los mexicanos se tienen que ir a otro país para prepararse? ¿Por qué es difícil hacer cine bueno en México? Yo creo que es cultural y del nivel educativo”. Algo similar propone Juan Carlos Escalante, pero con un enfoque un poco más político: “Mi teoría es que México es una economía centralista y apunta al monopolio. Así que tenemos servicios chafas en muchos rubros. El entretenimiento es sólo uno de ellos. Si tienes un monopolio en medios de comunicación siempre va a ser más barato tener un comediante que cinco. Si la comedia se trata de competir y ver quién es más chistoso, pero ya desde la entrada una corporación selecciona uno o dos, no es terreno fértil para la comedia, sino para gene-

“Como productor te vas a lo seguro: hay que hacer otra empleada doméstica de la cual nos podamos mofar sin darnos cuenta del gravísimo daño social que estamos haciendo, o vamos a hacer otro tipo al que la gente horrible se refiera a él con este término espantoso que es naco. Y la gente se va a reír, porque es como si estuviera entrenada para hacerlo.”

Piolo Juvera Piolo no hace stand-up. Hace improvisación teatral “o impro”. Lleva más de 10 años practicando impro. Estudió en Second City, en Chicago, una de las escuelas más importantes a nivel mundial en este rubro, y fue alumno de iO, escuela de long form. Se presenta seguido en Cine Tonalá. | @piolojuvera


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rar 35 episodios con este comediante y te los chutas. Y que hayan salido cosas buenas de ese sistema es milagroso, lo cual no significa que sea inherente al mexicano, sino que es algo de la política de Estado en México”. ¡Ah!, el gran villano. Quizá no exista un ciudadano de este país que no lo haya pensado alguna vez, independientemente o no, si después se haya encontrado a sí mismo consumiendo un producto de, trabajando para, absorbiendo su programación. Ése-que-no-debe-ser-nombrado. El dinosaurio de las telecomunicaciones. “Los proyectos que he visto de comedia aquí, incluso los intentos de comedia revolucionaria —dice Piolo—, siempre acaban siendo como ‘ay, sí está bien, pero le falta algo, ¿y si le metemos unas viejas en pelotas?’, o ‘pero ella es muy cagada’, ‘sí, pero no está buena, y a él hay que ponerle un bigotote’, y le acaban dando en la madre. Pero justo son también esos dinosaurios de los medios, en general, como México ha producido su tipo de televisión que le ha vendido a todo mundo y no se atreven a arriesgarse porque saben que las primeras veces no serán tan exitosas. Como público y como productor te vas a lo seguro: hay que hacer otra empleada doméstica de la cual nos podamos mofar sin darnos cuenta del gravísimo daño social que estamos haciendo, o vamos a hacer otro tipo al que la gente horrible se refiera a él con este término espantoso que es naco. Y la gente se va a reír, porque es como si estuviera entrenada para hacerlo”. Como Esewey es uno de los estandoperos más políticos actualmente, es de esperarse que su opinión sobre el tema de los emporios televisivos y su bloqueo a la comedia mexicana sea extenso. Y extenso es. “Están todos los ejecutivos, Azcárraga, Bastón, todos esos güeyes que tienen un gusto de la chingada… Ellos no saben, no tienen ese feeling, tienen un gran negocio que tienen que cuidar. Esos güeyes primero se van a ver el box a Las Vegas que ver buena comedia. Y el pedo es que todos son ejecutivos que tienen mal gusto. Pregúntame qué oirá Azcárraga de música, lo que hay a la mano. No es un güey que digas, es un millonario que se la vive viajando a ver qué trae a México y qué propone. Él tiene que mantener un pinche sistema. Tú quieres hacer comedia y stand-up, y te das cuenta de que en la televisión va a estar cabrón que logres algo. Y tienes que lograr la televisión. Y todas esas limitantes de cómo funciona el círculo de la televisión mexicana también son obstáculos. En Estados Unidos casi no producen, compran contenido de productores. Acá tienes que pasar unos filtros enormes para que te dejen generar un contenido. Primero te dan un empleo y vas a hacer lo que yo te diga y a ver si puedes presentar lo que traes en la cabeza, pero seguro te mueres antes de eso.” Hace 20 o 30 años, incluso más, mientras en Estados Unidos y otros países —como Argentina, que es un gran expositor del stand-up— se desarrollaba un género de comedia inteligente, mientras se creaban escuelas como Second City para improvisación, y nacían íconos como Jerry Seinfeld, Richard Pryor y Louis C.K, en México se veían —se continúa viendo— cuentachistes tradicionales muy al estilo de Polo Polo, comediantes que se subían a un escenario a hablar de sexo, viejas y cómo burlarnos de los menos afortunados. Que esto no quiere decir que se haya dejado de hacer. Más bien, era lo único que se hacía. “Había en México, antes de los estandoperos, esta idea de que para hacer comedia tenías que usar pelucas, hacer voces y ser gritón, hacer personajes de estratos sociales totalmente distintos al tuyo, y mofarte del que ya se mofa de la vida. Y no ser nada honesto”, dice Juvera. “La mejor comedia gringa se burla de los poderosos, no de los que están en una situación vulnerable, como en México pasa

“Hay risas fáciles, y

en mi taller (de comedia) eso es imperdonable. No puedes caer en ese lugar común. La risa fácil es lo que te hace un comediante mediocre.”

mucho. Un tipo que hace de mircobusero o bolero, cuando en su vida se ha subido a un camión: una, no se vale, y dos, no es chistoso. Si pongo un programa de comedia en la tele nacional, ya sé cómo va a acabar ese chiste. O sea, usa mucho el albur, que es un lugar común y si lo desmenuzas es ‘yo tengo poder sobre ti siempre y cuando te domine sexualmente’. O sea: ‘yo te cojo’. No sé por qué sería gracioso. La sorpresa es un elemento importante para mí en la comedia. Y la otra es la honestidad.” Por otro lado, está el gran tema de la censura. O de la autocensura, depende de dónde te pares. Si bien hay grandes comediantes, como Las Reinas Chulas, que hacen cabaret con denuncia política, o las rutinas de Alex Marín, quien habla muchísimo sobre política, hay algo de seguridad en burlarte de una figura de poder desde el anonimato de un pequeño teatro o bar. Supongo que es normal. No asumamos que es fácil ponerse en una situación de vulnerabilidad en un país donde decir las cosas incorrectas en público, en un papel, te puede costar la vida. “Estuve seleccionado para el primer equipo de Saturday Night Live, cuando HBO lo quería traer a México. Luego dijeron que se iba a ir al Canal 2. Yo no veo cómo puede haber un snl en Canal 2 y hacer burlas del presidente. No lo veo ni posible ni factible, ni hoy ni en cien años”, dice Juvera. “Ojalá me equivoque, y ojalá se pueda, pero, por otro lado, no conozco en México a alguien como Jon Stewart (The Daily Show), que es muy chistoso, pero además es superinteligente, superculto y que se le pone al tú por tú a cualquier persona poderosa. Pero también el primer mundo es muy diferente al tercer mundo, y aquí es lógico que a uno le dé miedito, te pueden callar muy rápido.”

Sofía Niño de Rivera Empezó haciendo publicidad. Se enamoró del stand-up en una clase de clown. Trajo a un cómico a México y le abrió como uno de sus primeros shows de verdad. Vendió su coche y decidió dedicar su vida al stand-up. Sofía es una de las estandoperas que llevan más tiempo en el medio. Suele tener un show en Cine Tonalá y en el Bataclán. | @sofffiaaa


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Marín opina: “Aquí no nomás es la televisión, sino las autoridades de cultura quienes se ponen necias de que la cultura es sagrada, ‘sólo nosotros podemos hacer cultura, teatro, cine’. Y es una pendejada. La cultura del mexicano es López-Dóriga y las telenovelas. ¿Por qué hay unos güeyes que quieren hacer una microélite refinada del teatro y hay otros güeyes que hacen entretenimiento y no los quieren mezclar? Si son lo mismo. Ahorita la televisión y las telenovelas deberían estar llenas de actores de teatro, pero nunca los van a mezclar. Tendría realmente que haber una simbiosis entre las escuelas de teatro y los profesionales de la escena y la televisión.” ¿Quién tiene la culpa? Es un eterno ellos contra nosotros. La televisión no abre nuevos espacios, pero el contenido teatral es demasiado refinado para salir en este canal de televisión.

Central de comedia La comedia mexicana, no únicamente el stand-up, sino todos los tipos de comedia mexicana, la han tenido difícil. Sin embargo, en el 2012 de repente se empezó a escuchar por todos lados sobre el stand-up. ¿Qué pasó? Comedy Central pasó. El canal de televisión, que ya existía en Estados Unidos, llegó a México ávido de contenido bueno y, sobre todo, nuevo. Muchos de los comediantes que habían estado haciendo stand-up en pequeños teatros y bares de pronto tuvieron ofertas para hacer sus rutinas en televisión por cable. “Llegó VH1

“Somos

inmensamente afortunados los estandoperos mexicanos, porque mucha gente que llevaba seis meses apenas en su escenario ya hizo Comedy Central, porque no hay más gente…” foto: jorge a. lópez mendicidad @La Caja

Alex Marín y Kall Alías “Esewey”. Habla de política y de las situaciones sociales del país. Comenzó trabajando en El Weso, donde escribía guiones y sketches. Cada martes lo pueden encontrar en el Woko, donde organiza junto con su esposa una noche de micrófono abierto para quien quiera ir a probar que lo que él hace es muy fácil de hacer. | @esewey

y luego se convirtió en Comedy Central. Hubo la necesidad de hacer el stand-up más profesional”, dice Marín. “Comedy Central abrió un espacio y nos puso ahí en la pantalla. A raíz de eso, en un canal que se llama Classico TV —que era de Televisa— dijeron, no mames. Convirtieron Clásico TV en Distrito Comedia y lo llenaron de todos los refritos que ha hecho Televisa a lo largo de la historia. Y Adal Ramones hizo un programa que se llama Stand Parados. Eso nos ayudó a explotar y a que nos vieran donde nunca nos iban a ver. Gracias a Adal Ramones y a Comedy Central se dio una explosión importante.” Lo que sucedió después es que el stand-up no sólo se volvió popular, sino medianamente redituable. Y las posibilidades de salir en televisión se volvieron mucho más grandes. El fenómeno de Comedy Central es un arma de doble filo, porque no todo el mundo que sale en la televisión diciendo chistes por 15 minutos tiene algo real que decir. Si bien existen los comediantes profesionales, que escriben, ensayan, depuran y vuelven a escribir, también están los que no. ¿Cómo quitarse el estigma de la mala comedia mexicana si uno prende la televisión y ve a un tipo insufrible diciendo chistes? Si salir en televisión es una validación de que tu trabajo es bueno —para muchos—, y lo que se ve es malo, entonces es hasta cierto punto comprensible que muchas personas aún piensen que la comedia mexicana, el stand-up mexicano, es malo. ¿Cómo saber que esos 30 malos tienen seis meses haciendo comedia? ¿Cómo puede uno enterarse que hay otros seis, diez, que llevan seis años trabajando por ser mejores, si son los menos? ¿Es culpa del espectador? ¿Es culpa de la televisión? ¿Es culpa del estandopero en ciernes? ¿O es un círculo vicioso difícil de escapar? Acaso la necesidad de contenido rápido y casi gratuito abarata y demerita el trabajo de una generación que ha luchado por hacer comedia de calidad. Acaso el brillo que genera en nuestros ojos el prospecto de fama y tener una cámara al frente, a pesar de todo lo que decimos, será nuestro acabose una y otra vez, en éste y en otros ámbitos. “Hay canales de televisión por cable que hicieron programas de stand-up, pero sin ningún tipo de filtro”, dice Piolo. “Algo así como ‘Niños que les urge salir en la televisión, no les voy a pagar nada pero súbanse a hacer stand-up’. Y todos: ‘¡Sí, vamos!’. Sin un ligero control de calidad. Para ellos es material gratis y para los otros, sin experiencia, es salir en la tele, y lo más probable es que el resultado sea deleznable, y lo es. Entonces, la gente que ve el stand-up en la tele dice: ‘Wow, ¿ése es el stand-up? Está horrible’. Y es como ‘No, aguanten, ténganle paciencia, se va a ir decantando, mejorando solito’. Yo creo que se irán quedando los mejores. O los más populares, que no siempre es lo mismo.” Sofía Niño de Rivera —una de las comediantes que se encontraron, de repente, frente a esa cámara de televisión que súbitamente abría nuevas oportunidades— cuenta su experiencia: “Comedy Centeral nos ayudó muchísimo. Sobre todo cuando salió, hace dos años, el primer especial de stand-up, que fue cuando todos se quisieron volver comediantes. Y por ambición y hambre de contenido dijeron: ‘Ya súbanse todos’. Y comenzaron a poner a 40 comediantes el año pasado, y son un chingo. Y se perdió. Sí empezó muy bien, y luego se paró”. Héctor García, quien de los entrevistados es el que casi siempre tiene un ángulo optimista, opina que “por un lado, le dan otra opción al público de ver stand-up, que está muy bien. Pero por otro lado, si la gente si ve algo malo, dice: ‘¿Esto es stand-up? ¡No quiero ver un show de stand-up si


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es eso!’ Pero creo que como buena coladera la gente que no la arme se irá saliendo por su propio peso. Y quedarán los que sí amamos hacer stand-up.”

En México, ¿qué nos hace reír? ¿Cuál es la respuesta, entonces? Hacer buena comedia. Todos los estandoperos entrevistados mencionan, una y otra vez, la honestidad. Ser honesto contigo, con la audiencia, con la historia que estás contando. No contar refritos. No volverte el cuentachistes. Evitar los lugares comunes. “Hay risas fáciles, y en mi taller eso es imperdonable. No puedes caer en ese lugar común. La risa fácil es lo que te hace un comediante mediocre”, dice Sofía Niño de Rivera. “Si me dices un cliché es probable que no me ría —dice Juan Carlos Escalante— porque además consumo demasiada comedia y quisiera que fuera distinto. El público puede ser demasiado o poco exigente y fosilizado en lugares comunes, y el comediante puede aprovecharse de la risa fácil.” Sofía continúa: “La cosa es que como estás muy vulnerable arriba de un escenario y el comediante vive emocionalmente del público, cuando te está yendo mal, te vas por la risa fácil. Me ha pasado: cuando me pongo muy nerviosa empiezo a decir muchas groserías, porque es una especie de escudo contra cualquier inseguridad que estés sintiendo. El chiste es no caer en eso.” En México, ¿qué nos da risa? Siendo realistas, quienes tienen la oportunidad de ir a ver un show de stand-up, de teatro, de improvisación, son la minoría. La aplastante mayoría de habitantes de este país prenden la televisión —no por cable— al llegar a su casa después del trabajo y absorben, casi sin pensar, lo que esté en la programación de ese momento. ¿Está programada la audiencia a no entender los chistes nofáciles, complejos, pensados y estudiados de esta nueva generación de comediantes mexicanos? Las opiniones son radicalmente distintas. Para Sofía Niño de Rivera, si no te da risa, no es culpa tuya, sino de la persona intentando hacerte reír. “No hay nada peor que subestimar al público. He tenido público de todo tipo de niveles socioeconómicos, y yo solita luego me cacho pensando que no lo van a entender porque está medio intelectual, y al contrario. Es más bien culpa del creador, no del que recibe el chiste.” Está la otra cara de la moneda. Quien sí piensa que estamos tan desentendidos con lo que pasa a nuestro alrededor, que para el comediante es difícil ofrecer contenido distinto y que sea aceptado por el público adormecido por el mismo chiste de siempre. “¿Qué es buen contenido y para quién es bueno?”, se pregunta Esewey. “Tienes una masa de consumidores que son los que generan los números que vende Televisa, y tienen un gusto de la chingada. A lo mejor tú traes el nuevo Monty Python y está superincreíble, y la gente no quiere verlo, no le entiende. Y a todos nos ha pasado eso: que quieres hacer chistes un poquito más sustanciosos, y a lo mejor funcionan aquí, pero te vas a otro lado y no. Estás tan acostumbrado al Pepito y al borrachito, que tardan en entender que traes un contenido que tiene mucho valor. Tardan. O sea, no digo que no vaya a pasar, pero se va a tardar un ratote.” “Eso me molesta muchísimo”, dice Juvera. “Hay un discurso de hacer comedia inteligente y no es cierto. La comedia no tiene que ser inteligente ni formadora de una sociedad, a

ti te puede gustar cualquier tipo de comedia. Lo único es que si como audiencia hay una parte de no abrirse a otras cosas, se vuelve un círculo vicioso, porque te abres y vas a un show aquí en la esquina y te tocan tres malísimos, entonces vas a preferir seguir viendo los chistes de Pepito y periquitos borrachos. Estamos en esa época de aprender a andar en bici, en la que te vas a caer y tu papá no te va a querer enseñar. Hasta que haya dos o tres que aprendan y veas cómo se ve andar en bici”. Más allá de una moda, parecería que el stand-up, el cabaret, la improvisación responden a un hambre de reírse de forma distinta del público mexicano. Sí, puede ser que se esté limitando a un área muy específica de la ciudad (aunque muchos se refieren a La Caja Popular, en Querétaro —ciudad, no calle— como uno de los mejores clubes de comedia del país), pero es que también puede que sea el público que tiene los medios para gastarse dinero en un show de comedia y los tragos que vienen implicados. “Sí empezó en la Roma-Condesa, era una onda muy de nicho al principio”, dice Héctor. “Pero ha ido creciendo. Al público mexicano le gusta consumir stand-up, ya saben qué es. Ya estamos en los días en los que el stand-up ya es parte del vocabulario básico del mexicano.” “Tengo mucho optimismo, y no creo que sea iluso”, dice Escalante. “La gente siempre va a querer consumir comedia si es honesta. La chamba de una industria es crear su mercado. Aunque también, tienes un hipster que ha ido a Nueva York y a lo mejor ha visto a Louis C.K. en vivo, y qué bueno que tengan su gusto, pero que también tengan un poco más de inteligencia. Porque este stand-up mexicano y la industria de la comedia mexicana son de todos nosotros. Es una industria que si se dejan va a abarcar a toda la creatividad, a escritores y a quienes deseen entrarle. Mi visión es de algo que va a crecer en grupo.” “La neta, constantemente no me siento optimista (sobre la industria de la comedia mexicana). Es la verdad”, dice Piolo. “Pero me encantaría estar equivocado. Tampoco soy el tipo que destaza a todo el stand-up a priori porque vi uno de esos programas horribles. Es como ‘Aguanten vara, somos muy nuevos. No está podrido para siempre”. “Lo que va a pasar es que se van a dividir los villamelones de los que se quieren dedicar a esto. Creo que el público mexicano está muy receptivo del nuevo tipo de comedia, porque a México le urgía una evolución de comedia. Porque también culturalmente está cambiando el país, y la comedia, al ser una observación cotidiana, a fuerza tiene que ir evolucionando con todo lo demás”, dice Sofía. “Además, yo hablo de cosas que, por lo general, en este país una mujer no dice: no creo en el matrimonio, no quiero tener hijos y hay muchas mujeres que piensan así y no lo dicen porque no pueden. Pero cuando van a mi show ven que hay alguien más que piensa así.” Héctor, el eterno optimista, es… no-pesimista: “Creo que va por muy buenos pasos, estamos en una muy buena época del stand-up en México. Un compañero me dijo que estamos en la explosión cámbrica (que fue la aparición repentina de organismos multicelulares más complejos a principios del periodo Cámbrico), que a mí como nerd me enamoró esa descripción. Porque hay tantas especies ahorita que lo lógico es que se extingan algunas y sobrevivan otras”. Terminas de leer este texto y ese gusanito que te ha acompañado toda tu vida vuelve a molestarte. Te miras al espejo y te imaginas con un micrófono frente a un público alcoholizado. Les cuentas cómo fue la primera vez que tuviste sexo y ellos se desternillan de la risa. Te das cuenta de que es hora de salir del clóset y confesárselo a tus amigos del feis: carajo, también eres comediante.

e d n ó D verlos Cine Tonalá Tonalá 261, Roma. cinetonala.com Bataclán Amsterdam 10, Condesa labodega.com.mx Foro Shakespeare Zamora 7, Condesa foroshakespeare.com Woko Taberna Nuevo León 139, Condesa woko.com.mx Beer Hall Puebla 372, Roma Comedy Central comedycentral.la

Stand Parados esmas.com/standparados


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M música

¿Se cumplirá la promesa de Reyno? Por rulo En el incierto mundo del rock nacional, hace rato que no surge una banda capaz de equilibrar solidez artística con potencial comercial. Podría ser Reyno, que cada vez muestra más posibilidades de convertirse en una banda importante. Su segundo disco, Dualidad, a publicarse en septiembre, es la llave que puede abrirle todas las puertas.

Su

reino es un estudio de grabación en la colonia Roma Sur. Ahí grabaron su segundo disco. Ahí citan a los amigos y a los medios para que lo escuchen antes de que salga a la venta. Ahí también nos reunimos para hacer esta entrevista, un martes en la mañana. Reyno es, nominalmente, un dueto. Christian Jean es el vocalista y guitarrista. Pablo Cantú es el baterista. Dos tipos jóvenes, bien parecidos, carismáticos, articulados, con ganas de romperla, tras muchos años de estar dando batalla dentro del rock nacional. Se formaron como trío, en el 2012. Sebastián Franco (a quien conocimos en Bengala) tocaba el bajo pero se salió hace algunos meses. Ya hablaremos de eso más adelante. De momento, en su lugar está Juan Adolfo Moreno en rol de músico invitado. Se conocieron jóvenes, cuando tenían unos 16 años. Cantú tocaba en Electric Co., un grupo que ganó un concurso importante pero con el cual no pasó nada, y Jean era baterista de Bill, otra banda que sonó pero no repercutió mucho. Se topaban, iban a las mismas fiestas, pero

sin ser particularmente cercanos. Jean se salió de Bill y entró a LeBaron, que ensayaba en el mismo estudio (propiedad de Cantú) en el que estamos charlando. Al mismo tiempo, empezaba a probar suerte como solista, con un proyecto llamado The Abstract Ceremony, en el que él se hacía cargo de componer, cantar y tocar prácticamente todos los instrumentos. Ahí, frecuentándose, se comenzó a armar la sociedad. Así lo explica el baterista: “Había una especie de admiración entre nosotros que a esa edad se expresaba en competencia. Íbamos a los shows del otro y cuando Christian me enseñó esas primeras maquetas de lo que se iba a convertir en Reyno, no dudé en dejar el ego de lado y decirle: ‘Vamos a hacer que tus rolas sucedan porque hay un potencial brutal’. En todo el tiempo que yo llevo con bandas nunca había tenido tantas ganas de participar en algo”.

Más atrás Aunque jóvenes —andan por los veintitantos— los músicos de Reyno son más o menos veteranos. Dice Pablo: “Mi primer show oficial/profesional fue en el Bulldog (el legendario antro de la Ciudad de México) con Ximena Sariñana, cuando tenía 15 años, tras la premier de Amarte duele. Se rompió el baquetón y tuve que tocar todo sin bombo. Ximena me volteaba a ver muy feo, como si lo hubiera hecho a propósito. Lo peor es que eso está documentado en el DVD. Bueno, ésa fue mi primera experiencia, pero siempre estudié música clásica desde que era muy chiquito. A los seis años empecé a tocar el piano y pasé luego por muchos instrumentos. Después tuve un montón de bandas, como seis o siete, hasta que llegué a Electric Co.”. Curiosamente, cuando Cantú dejó la batería de esa banda, su reemplazo fue Jean: Pablo Cantú: No dio el ancho (risas). Christian Jean: Me cansaba (carcajadas). Pablo Cantú: No aguantaba el “tu-pa-tu-pa-tu-pa”.

De regreso a Reyno Poco a poco, el grupo fue encontrando su propia voz. Lo cuenta Cantú: “Pasamos por varios sonidos, intentamos varias cosas. Incluso hubo un


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momento en que yo tocaba el piano y hasta el bajo, como buscando la identidad sonora”. Al final, volvió a su instrumento de siempre, la batería: “Decidimos que lo más importante era ser nosotros mismos y fue lo que definió el sonido”. La formación en trío no fue la primera idea que les pasó por la cabeza, según Jean: “Al principio íbamos a ser más, incluso era como más folk, tenía una ondita más acústica y más vaquera. Íbamos a ser cinco, pero uno de los que habíamos invitado se fue a Europa y otro cuate como que no aportaba mucho. Por eso decidimos quedarnos como power trío”.

El camino al éxito Reyno, desde su aparición, ha dado la impresión de ser un grupo serio, más profesional que prácticamente cualquier otra banda nueva. Pareciera que cada paso esta fríamente calculado, que sus canciones están diseñadas para ser macanazos. En pocas palabras, pareciera que sus integrantes tienen una clara vocación triunfadora. ¿Siempre fueron y han sido ambiciosos? Responde Cantú: “La ambición existía en cuanto a la forma de trabajo, en cuanto a la forma de entregarle todo lo que estaba en nosotros. Es mucha eficiencia y mucho profesionalismo, se trata de no tener esas discusiones de bandas que todos hemos tenido en proyectos que nada más acaban truncando sus propios esfuerzos por falta de claridad. Como que se delegaron bien las responsabilidades y se hizo lo mejor que se pudo”. En cuanto a las perspectivas de éxito de su banda, admite que era algo que intuía que podría a suceder: “Claro que sabíamos que… yo sobre todo, por la parte vocal, sabía que iba a haber éxito. Yo sé que no hay cantantes de este nivel en nuestra escena y de nuestra edad, y yo sabía que era algo que iba a enganchar a la gente con relativa facilidad y creo que así fue”. Se les pregunta si ven a Reyno como su última gran oportunidad para triunfar dentro de la música. Por única ocasión durante la charla titubean al responder. Christian Jean: Híjole, yo sí eh. Sí fue como “tiene que ser esto ya”. Pablo Cantú: No, yo no. Siempre he sido muy necio y en todos los proyectos en los que he estado me he comprometido aunque haya habido muchas deficiencias. Yo creo que ésa es una parte fundamental del éxito: no tirar la toalla. ¿Fue duro estar en bandas que no lograron trascender? ¿Haber hecho grandes esfuerzos sin conseguir mucho?

Pablo Cantú: Fueron logros en su proporción. Cuando teníamos esas bandas pasabas de ensayar en casa de tu cuate y no entender absolutamente nada, a ir a tocar al Bull. Todos esos fueron éxitos en su momento. Por eso creo que la cosa es no dejar de aspirar y de empujar hacia adelante. Eso lo aplico en todo y ojalá nosotros podamos seguir muchos años como banda, pero sólo será posible mientras sigamos sumando. Yo veo a Christian y creo que lo que nos unió es que estamos profundamente locos por la música. Él dice que Reyno iba a ser su última oportunidad, pero seguro lo mismo pensó de LeBaron en su momento y aquí está, intentándolo de nuevo.

Entre bateristas El baterista suele ser el integrante menos respetado de cualquier banda de rock, salvo algunas excepciones notables. Chistes de bateristas sobran. Reyno, curiosamente, está formado por dos músicos que iniciaron ocupando esa posición. Lo de Christian es particularmente sobresaliente, pues en Reyno no sólo es delantero, sino que además se hace cargo de un porcentaje muy importante de las composiciones. No es un paso que dé cualquiera y así explica su afortunada transformación: “Desde chiquito como que le daba más o menos a la cantada pero no así, no me lo tomaba en serio”. ¿Se sorprendió a sí mismo al descubrir su solvencia como cantante?: “De alguna manera sí. Fue algo muy nuevo porque

sí estaba muy acostumbrado a la batería, toda mi vida ése fue mi rol en las bandas”.

Apuntes líricos

Reyno pertenece a una camada de bandas de rock mexicano (y mundial) que han elegido utilizar su lírica para hablar de relaciones y sensaciones personales. A lo social, lo que pasa en Sus nuevos roles ¿Cómo definen Jean y Cantú su relación laboral? ¿Qué pone las calles, en su país o en el mundo, difícilmente se le alude cada quien en Reyno? Dice Cantú: “Creo que Christian pone en sus letras y cuando lo hacen es de manera muy velada, emociones e inquietudes crudas y yo me encargo de ador- prácticamente imperceptible. Les pedimos que nos hablen narlas. Me gusta vestir las canciones y tratar de enfatizar los de las letras más significativas de Dualidad. El encargado de sentimientos. Me es fácil sentir empatía por temas que yo no hacerlo es su autor, Christian Jean: “ ‘Pacífico’, la canción con he vivido y que me platica Chris. Siempre es a partir de algo la que abre el disco, habla del viaje de San José del Pacífico, que él trae. En lo lírico hay que respetar al autor para que se de los hongos y eso. Es una canción que no habla de algo tan mantenga auténtico en su interpretación y yo en lo musical personal, sino de una experiencia de los sentidos y de lo que tengo otras inquietudes que Christian también respeta. Cada es ir a hacer eso a ese lugar, de la consciencia. ‘Blanco y negro’ vez colaboramos más y aprendemos a confiar más en el otro y habla del lado bueno y del lado malo del amor y de las relacioa no meternos en su rollo. Siempre hay más peso suyo en las nes. ‘Fluye’ es sobre el final de algo que es el principio de otra cosa, de cerrar ciclos y de buena onda. ‘Control’ es una rola letras y más peso mío como productor”. como de YOLO: haz lo que quieras, di lo que quieras, libertad Cerca de Zoé de expresión y de acción absoluta. En general, creo que todas Es muy difícil pensar en Reyno sin pensar en Zoé. No sólo las canciones hablan de experiencias y emociones, de cosas abrieron la gira de León Larregui como solista y, posterior- muy humanas”. mente, una de la banda que los llevó a recorrer todo el país Por lo pronto, un adelanto del disco —el tema que le dio su (38 fechas), sino que además son parte del elenco del subsello nombre al larga duración— ya está sonando en la plataformas que Zoé tiene en sociedad con Universal Music, Discos Pano- de streaming y en algunas estaciones de radio. A éste le van a ram. La alianza surgió de manera casual. Un día Jean comía seguir una canción nueva cada 15 días, hasta que aparezca el en un restaurante de mariscos de la colonia Condesa donde disco, en el mes de septiembre. Al menos ésos son los planes también estaba Larregui, que comentó sobre un concierto que de su disquera. iba a ofrecer en el Plaza Condesa. Jean le dijo que quería ser Luego vendrá una gira. Cuenta Jean: “En agosto vamos a telonero, que ya tenía algunas canciones listas. Larregui las regresar a tocar, sobre todo, a los lugares en donde sabemos escuchó, las aprobó y le brindó la oportunidad, no sólo en que tenemos público y nos ha ido bien”. Continúa Cantú: “Tamese concierto, sino durante toda la gira. Luego vino la invita- bién hemos pensado en hacer una gira con un espíritu más ción para firmar el contrato que los convertiría en la primera guerrero: tocar en lugares inusuales en los que quizá no haya banda de Panoram, que editó su primer larga duración, Viaje foros perfectos, pero queremos salirnos de lo común y vivir esa por lo eterno. experiencia de la gira. Yo sí quiero difundir, para obligarme a hacerlo, que va haber una gira grande por lugares chiquitos”. Sobre Dualidad ¿Podrán alcanzar todas las metas que se han puesto? Eso La primera novedad de este nuevo disco, el segundo de su parece, aunque éste es un negocio en el que las predicciocarrera, es la salida de Sebastián Franco: “Fue una cuestión nes no siempre se cumplen, de imponderables, en el que el de vocación —dice Jean—, le interesa estar del otro lado del público tiene la última palabra. Lo interesante es que la banda escenario. Le gusta ayudar a las bandas en su gestión y su se encuentra en un momento clave con un disco de muy buena administración”. Y continúa: “Creo que Pablo y yo ya tenía- factura en las manos. Ya veremos hasta dónde llegan. mos una conexión musical muy fuerte para este segundo disco y por lo mismo ya era muy difícil que alguien más nos aportara algo grande. Ya teníamos todo aterrizado y para Sebas era ya un poco difícil agarrarnos el ritmo en ese tema. Así hicimos el disco; lo bueno fue que se salió en la etapa en la que apenas estábamos seleccionando las rolas y empezando a montarlas”. En lo musical también apuntan contrastes entre sus dos discos. Así lo explica Cantú: “Éste es muchísimo más ambicioso. Son diferentes; no creo que haya discos mejores o peores, eso depende del contexto, de tu estado de ánimo y de un montón de cosas…”. ¿A qué se refiere exactamente?: “Lo que se nota en la producción. Queremos que siempre parezca que nos estamos saliendo de nuestra zona de comodidad y que no estamos intentando hacer un segundo ‘Dos mundos’ [el gran hit de su primer álbum]. La cosa es seguir explorando horizontes y ver qué te dan; eso se nota en este disco porque es mucho más atmosférico que el primero y es menos rock”.


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lo que pensamos y a lo que sentimos. Ésa es la razón por la que nuestra música ha crecido en esa dirección.

El arte de este nuevo disco está hecho a la manera de los cómics, ¿cuál es su relación con este género?

Desde siempre hemos sido lectores ávidos de DC, Marvel y de otras cosas. Esta portada nos ha parecido muy entrañable porque es algo que hace referencia a nuestros gustos.

¿Por qué han terminado siendo sólo cuatro canciones en este EP? ¿Había más?

Los Planetas sobreviven incluso a sí mismos Por Humberto Morales Cruz A Juan Ramón Rodríguez Cervilla todo mundo Han pasado cinco años desde su último lanzamiento, ¿por qué han decidido esperar este tiempo? lo conoce como Jota. Es líder de una banda de Bueno, ha coincidido que algunos miembros del grupo hemos leyenda llamada Los Planetas y autor de algunas iniciado otros proyectos paralelos y eso ha hecho que nuestro de las mejores canciones de rock en español. Nos esfuerzo y tiempo se parta. Desde luego, hemos tenido que tomó la llamada para platicar sobre su nuevo disco dedicarnos a esos proyectos y no habíamos podido concenDobles fatigas y la nueva etapa de la banda. trarnos en Los Planetas para poder armar un disco. Por otra

C

inco años han pasado desde que Los Planetas sacaron su último álbum. Esto es una espera particularmente larga tratándose de una banda que solía sacar un disco (aunque fuera un sencillo) más o menos cada dos años, de manera disciplinada. En el 2012, la agrupación terminó su contrato con Sony Music y a esta separación siguieron declaraciones de Jota pronosticando que no habría grabaciones en los planes de los próximos años. Los Planetas en este último tiempo parecieron disgregarse en otros proyectos musicales como Los Evangelistas, grupo de homenaje a Enrique Morente formado por algunos de los miembros de la banda, y Grupo de Expertos Solynieve, una propuesta de Jota en la que abraza con mayor firmeza sus raíces granadinas. Finalmente, han sacado un nuevo material compuesto por cuatro canciones forjadas en el crisol especial de Los Planetas, ahí donde el rock y el punk se funden con el flamenco y los romances.

parte, también es verdad que, por nuestra historia, hacer un álbum de Los Planetas implica un nivel más alto de exigencia. Hacer este material ha requerido un trabajo intenso y eso, inevitablemente, exige trabajo que no se puede comprimir en pocos meses y, en este caso, ni siquiera en un año o dos.

¿Qué condiciones han sido las que han permitido que al fin este año se concretara la grabación de este EP?

En realidad este EP está compuesto por canciones que hemos grabado en el último par de años o algo así. Son canciones que hemos ido componiendo de manera muy orgánica, canciones que al principio no tenían la ambición de formar un álbum. Luego hemos decidido juntarlas y hacer este EP. Cuando tomamos esa decisión tuvimos que retrabajarlas hasta que quedó el resultado final.

No están más con Sony. ¿Qué cosas buenas y qué cosas malas ha significado dejar a esta disquera?

Terminamos nuestro contrato con Sony y tuvimos una oferta de su parte para renovar esa relación, pero no era ya del toda satisfactoria para nosotros. Otra vez nos convertimos en una banda que estaba por su cuenta. Nos hemos asociado con el sello El Segell del Primavera y ellos se han encargado de toda la parte logística del lanzamiento. Es un sello independiente que nos gusta y por eso hemos decidido que era un buen socio para este EP. Definitivamente tenemos más libertad.

Desde el 2007, con La leyenda del espacio, han apostado por un rock con sabor flamenco. ¿Cómo fue que esa propuesta tomó cuerpo?

Simplemente es el resultado de nuestra indagación de la raíz musical de nuestra tierra. Eso nos ha llevado a investigar a antiguos cantaores flamencos y a escuchar lo que hacían. Nosotros pensamos que incorporar música y sabores de nuestra tierra nos da una compenetración más profunda con lo que hacemos. Esa combinación hace que nuestras canciones sean mucho más personales y que respondan a

Claro, hay varias otras canciones grabadas y muchas otras más que se han quedado sin terminar. Muchas de ellas no están en el disco porque no hemos encontrado la forma de acoplarlas. Así funcionamos nosotros: siempre estamos grabando cosas, las almacenamos y luego pensamos cómo acomodarlas para que formen álbumes. Muchas canciones se quedaron fuera de este EP, pero quizá más adelante salgan en otro proyecto.

¿Dirían que hay un hilo conductor entre los temas del EP?

Pienso que son canciones que abarcan y tienen sentido en referencia a un corto periodo y a las inquietudes y reflexiones que hemos experimentado en ese momento. Fuera de eso, creo que no es un disco clásico porque no tiene un objeto definitivo alrededor del cual orbiten todas las canciones.

Las dos primeras canciones parecieran más cercanas al primer estilo de Los Planetas, más punk, y las otras dos suenan más a flamenco. ¿Hubo una intención, una especie de búsqueda del equilibrio?

En realidad la forma en que absorbimos la influencia de la música tradicional de nuestra región fue bastante progresiva y es un proceso que no ha terminado. En nosotros esa música y nuestra vieja escuela no son una mezcla homogénea y a veces una sobresale más que otra. Todos los días se suman cosas nuevas y creo que eso enriquece de forma bárbara lo que hacemos.

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Canción por canción

Motores de combustión

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Es una mezcla de pop clásico con capas de feedback y de ruido. Es una especie de homenaje a nuestros grupos favoritos. Creo que es una canción bonita y emocionante.

El duendecillo verde En ésta definitivamente hay algo más punk, es más agresiva y directa; menos sutil y más a la cara. Es una canción enojada como las que hacíamos antes, aunque el objeto del enojo esta vez no es una ex novia malvada.

Estadística Es una canción que tiene una letra muy especial porque está compuesta por algunos pedazos de canciones tradicionales españolas y también tiene una parte de una canción mexicana: “Cielito lindo”. Creo que esa combinación tiene sentido en la canción y se traduce en un tema muy pasional que cuadra bien con el sabor flamenco.

Heroína (Bulerías del Torta) Ésta sí es una bulería. Es un homenaje explícito a Juan Moneo Lara “el Torta”, un cantaor de flamenco muy bueno que desafortunadamente falleció hace un año o algo así. Ésta es nuestra versión de una de sus bulerías.

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Cuatro canciones de otros músicos indispensables para Los Planetas

1. “Strawberry Fields Forever” - The Beatles 2. “Ceremony” - New Order 3. “Good Vibrations” - The Beach Boys 4. “Wish You Were Here” - Pink Floyd

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Nuevos discos, nuevas drogas El sonido anterior Por Emilio Rivaud Treinta segundos o menos

D

urante buena parte del siglo XX, las canciones que se vendían como sencillos duraron alrededor de tres minutos, porque ésa era la capacidad de los discos de gramófono. Ciertos avances técnicos en la masterización de las grabaciones y en la impresión de los discos de vinilo permitieron aumentar su capacidad, pero la duración se mantuvo más o menos sin cambios. Con la llegada del CD, aumentó a unos cuatro minutos. Ahí se ha conservado hasta ahora, aunque ya no hay restricciones técnicas que la limiten, porque a las disqueras, a las estaciones de radio, a quienes venden música y a quienes la escuchan les parece que es una duración justa, que no cansa ni se queda corta. En tres o cuatro minutos caben bien una introducción con un gancho pegajoso, un verso, un coro, otro verso, dos vueltas más de coro. Un tema pop no necesita mucho más. Desde luego, no se trata de una regla inquebrantable: muchos sencillos exitosos han excedido esta media. Pero puede decirse que las características técnicas del disco de gramófono, que imponían una clara restricción creativa, ayudaron a definir la forma de las canciones pop. Es muy posible que el streaming sea el modo en que escuchemos música en el futuro cercano. Servicios como Spotify o YouTube no fijan límites para la duración de las canciones. Pero para que el músico reciba una compensación monetaria por parte de estos servicios, un escucha hipotético deberá oír treinta segundos de la canción. Si oye menos la reproducción no cuenta, pero si oye la canción completa la remuneración no crece. Si este músico quiere hacer un buen negocio en esta plataforma, lo óptimo será que componga canciones de medio minuto. Hay quienes predicen que en un mercado musical

regido por estos servicios, el sencillo de treinta segundos sería la norma. Una canción muy ágil, que en ese breve tiempo atrape la curiosidad, encienda el ánimo y deje sembrado el deseo de escucharla de nuevo. Es cierto que cualquier hit –y en realidad cualquier tema pop– puede resumirse en unos pocos segundos. Una muestra de esto la dan los megamixes, esos collages sonoros compuestos por pedazos de los temas más populares. El megamix debe avanzar con rapidez, pero la rapidez no debe impedir que el escucha identifique la canción que está oyendo. Y para eso, basta una línea del coro o una vuelta del estribillo. Aunque el propósito central de este tipo de mezclas es animar una fiesta, también se les puede ver como eficaces resúmenes de las tendencias musicales de un determinado momento. Y podrán ser detestables, pero brindan valiosas técnicas de edición. No cualquier sencillo es susceptible de compresión. Tomemos como ejemplo “Bohemian Rhapsody”, que es un éxito atípico por dos razones: porque dura casi seis minutos y porque no tiene una estructura repetitiva ni un coro identificable. ¿Podría Queen haber resumido “Bohemian Rhapsody” en treinta segundos? Seguramente no: la visión de Freddie Mercury era la de un tema largo, con muchas partes y algo parecido a una trama. Pero alguien avezado en el arte de la mezcla podría hacer una versión breve que funcione. Para componer una canción –o para escribir un texto, editar una película y, en general, crear cualquier cosa– hay que ser capaz de separar lo prescindible de lo necesario. La definición de lo que cae en una categoría o en otra varía en función de los cánones de una época y de un tipo de música. Tal vez el futuro nos depara canciones que sean el equivalente sonoro de un tuit, mucho más emparentadas al ringtone que a la sonata. ¿Habrá tiempo para canciones de mayor envergadura? ¿Hay espacio en un minuto para crear una obra compleja que además sea memorable? Los músicos que se enfrenten al nuevo formato y sus restricciones deberán encontrar la manera de hacerlo.

Por Carlos Velázquez ZII E ZIE (Transrock 3)

L

a evolución de la Banda Cê propició una nueva estética dentro del transrock: la transamba. El deseo de Caetano Veloso de sacar un disco de puras sambas compuestas por él mismo cristalizó en Zii e Zie. Un entrecruzamiento entre el sonido protorock de la Banda Cê y la samba. Con la guitarra de Pedro Sá en primer plano y la voz dulce de Caetano como contrapunto. Zii e Zie (tías y tíos en italiano) es probablemente el producto más elaborado del transrock propuesto por Moreno Veloso (quien vuelve a figurar como productor). Aquí se afirma, en lo ideológico, la posición izquierdista que había esbozado Caetano en Cê con la pieza “O herói”, con “A base de Guantánamo”. Canción dedicada a la prisión estadounidense. Conforme el sonido de Caetano se radicaliza, su postura política se vuelve más visible. Lo rabioso y rockero de Cê se trasladó en Zii e Zie al exponer problemáticas del mundo contemporáneo. Compone “Lapa” a la vida brasileña. “Falso Leblón” trata sobre un drogadicto. Y “Perdeu”, la pieza que inaugura el disco, narra la historia de un niño de una favela condenado a prisión por narcotráfico. Un lamento de casi siete minutos de psicodélica guitarra pedrosáiana. Sin concesiones, uno es introducido al álbum a base de una fuerte carga temática y un riff hipnótico. El diálogo generacional entre Caetano y la Banda Cê se intensifica a través de cierta militancia política. La brecha que existe entre él y sus músicos es superada por lo musical, pero también por lo ideológico. Y la samba, que es el elemento conservador, se ve violentado por el protorock. En “Diferentemente” Caetano afirma: “Diferentemente de Osama (Bin Laden) y Condoleezza (Rice), yo no creo en Dios”. La complicidad entre el pensamiento y la música dota a Zii e Zie de un aura de producto transpolítico. Sin caer nunca en lo apocalíptico. El coqueteo con el rock por parte de Caetano se había producido desde los setenta. Pero nunca se había relacionado con él como lo hizo en A Foreign Sound con el cover a “Come as You Are”. El génesis que desataría el transrock. Que si bien no se había diseñado el concepto, la actitud del transrock está implícita. El empleo del piano Rhodes se intensificó en Zii e Zie. El instrumento refuerza esa atmósfera de psicodelia sesentera que imprime la guitarra de Pedro Sá. La batería marcial al inicio de “Sem cais” al igual que la guitarra de “Lobao tem razao”, uno de los mejores temas del disco, que cuenta con un pasaje de guitarra pesadísima, le otorgan al álbum cierto carácter de marcha. Los temas más que sucederse van marchando. Quizá en alusión al contenido político del disco. Por momentos pareciera que más que a Caetano Veloso estamos escuchado a The War on Drugs en sus lapsos más ácidos. Zii e Zie compite por situarse como uno de los mejores trabajos en la carrera de Caetano. A sus sesenta años ha resultado más transgresor y experimental que en su juventud.


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RO M

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ECORD

Los 10 vinilos más vendidos de JUNIO en La Roma Records:

1 Björk Vespertine xx 2 Jamie In Colour & The Machine 3 Florence How Big, How Blue, 4 5 6 7 8 9 10

How Beautiful Las Robertas Days Unmade Alabama Shakes Sound & Colour Delinquent Habits Delinquent Habits Jim O'Rourke Simple Songs Placebo Placebo Björk Vulnicura Poolside Pacific Standar Time

Álvaro Obregón 200 Bis 1, Roma T. 52642140

La vara

Reseñas At.long.last.A$AP A$AP Rocky RCA Records, 2015

Before the World Was Big Girlpool Wichita, 2015 ¿Quién no ha deseado volver al tiempo en que las cosas eran fáciles? Este álbum es un viaje a ese momento de transición entre la infancia y la adultez en el que uno se da cuenta del mundo. “I thought I’d found myself today” es la línea que abre el disco y que escuchamos decir, aparentemente, a dos niñas de seis años. En realidad, son Cleo Tucker y Harmony Tividad y, aunque no son niñas pequeñas, sí son un par de adolescentes (tienen 18 y 19 años) de L.A. Por eso no sorprende que el tema del álbum sea el paso de la infancia a la vida adulta, como el nombre y la portada anuncian. La música lo confirma: se sumerge en una atmósfera de caja de música, con voces infantiles que se hacen preguntas y recuerdan. Con pocos recursos, el dúo logra dar a su primer LP una gran fuerza emocional. Tiene reminiscencias de punk (Marine Girls), una dosis de grunge de niñas (Veruca Salt) y mucho de canción de cuna. Quizá su fuerza sentimental radica en su sencillez técnica: guitarra, bajo y dos voces, más algún teclado o xilófono ocasional. Música y letras reflejan una visión inocente anuque desilusionada del mundo. La nostalgia de un pasado simple inunda las canciones del disco, en Before the World Was Big las voces claman extrañar la sensación de pararse una al lado de otra con vestidos iguales, mucho antes de que el mundo fuera grande. Antes de Before the World Was Big —lanzado con la disquera Wichita Records y Kyle Gilbride, productor notable dentro de la escena hazlo-tú-mismo de Filadelfia—, Girlpool ya había lanzado un EP homónimo, cuyas canciones también son un reflejo de la adolescencia, pero de una manera más cruda y directa. Igualmente construido con elementos mínimos, aquel EP es más oscuro, más punk, más chillante. Esta vez sus voces se suavizan. Si Girlpool fue una queja, Before the World Was Big es una pregunta inocente que cuestiona la vida de los mayores.

Estamos ante el segundo lanzamiento discográfico de Rakim Mayers, aka A$AP Rocky (ícono del colectivo de hip hop originario del Harlem A$AP Mob). Para este álbum, el antiguo telonero de Drake se alió con el productor Danger Mouse e invitó a colaborar a figurones como M.I.A., Kanye West, Juicy J, James Fauntleroy, Mark Ronson y Rod Stewart. El resultado: una bomba heterogénea con rolas que coquetean con el jazz, el soul, la psicodelia e incluso el folk. SPIN, Pitchfork y The New York Times coinciden al considerarlo un disco desigual. A diferencia de la acogida casi enteramente favorable que tuvo su primer disco Long.Live.A$AP (Polo/ Grounds, RCA 2013), el At.long.last.A$AP ha sufrido golpeteos de la crítica especializada, la cual resume su comentario con un “todo buena vibra, pero poca sustancia”. Aparentemente creen que su eclecticismo se le fue de las manos, aunque hay quienes consideramos la gran virtud de un artista valiente, que no se conforma con seguir los cánones del Top 40 actual. La segunda producción de A$AP, el fashionista con cara de bebé del Harlem, trae un jugoso par de historias detrás. Primero, la muerte por sobredosis de A$AP Yams (ex integrante de A$AP Mob y carnal de A$AP Rocky), que rapea en “Back Home”. La segunda historia es la de Joe Fox, un guitarrista vagabundo a quien A$AP Rocky conoció en Londres e invitó a colaborar. Estas anécdotas se entrelazan para darle vida a rolas donde Rakim Mayers se reconoce como sobreviviente de la violencia, las drogas y el abandono. El álbum alcanza sus mejores momentos en rolas como “L$D”, “Holy Ghost”, “Fine Wine” y “Jukebox Joints”. La abundancia de pasajes tripeados, atmósferas pachecas, sonidos tribales y coros intercalados con la voz down-tempo de un barítono resultan un viaje musical inusual que comparte el poder y la vibra de algunas grabaciones clásicas de Wu-Tang Clan y Gang Starr.

—Cristina Pérez

—José Manuel Velasco

Les Butcherettes: se visten de gala El nuevo material de este conjunto mexicano, llamado Raw Youth contará con un par de invitados de lujo: el gran Iggy Pop y John Frusciante, que, podemos suponer, no tiene mucho que hacer salvo aparecer como invitado en discos ajenos. Produce Omar Rodríguez y se publica el 18 de septiembre.

Duran Duran: hay novedades Después de cinco años de silencio, Duran Duran regresa en septiembre con un nuevo LP, llamado Paper Dolls, en el que contará con la ayuda de Janelle Monáe, John Frusciante y Kiesza. La producción la compartirán Mark Ronson, Mr Hudson y Nile Rodgers. ¿Recuperarán la gloria de antaño?

George Michael: se rehabilita Algunos periódicos europeos han reportado que el cantante se internó en una clínica suiza con el propósito de finalizar su adicción a sustancias químicas. Se dice que el tratamiento tiene un costo de poco más de cien mil dólares. Ojalá le funcione.

Disclosure vs. SBTRKT Cuando Disclosure anunció el título y el arte de su segundo LP, Aaron Jerome, conocido como SBTRKT, hizo pública su molestia con el dueto inglés, señalando las similitudes entre sus portadas y las de ellos, así como las coincidencias en los nombres de algunas canciones. ¿Tendrá razón? Está por verse.

Slayer: rudeza innecesaria En una entrevista ofrecida recientemente al semanario neoyorkino The Village Voice, el guitarrista de Slayer dijo que él no siente que el espíritu del cofundador de la banda, Jeff Hanneman, fallecido hace dos años, esté guiando a la banda: “Jeff es comida de gusanos”, dijo King.


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Moderatto Auditorio Nacional 7 de junio de 2015

abajo

ARRIBA

Por Toni François www.tono.tv


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C cine

Otro rojo amanecer Por Hugo Lara Chávez

El viernes 19 de junio se estrena en un puñado de salas culturales de la Ciudad de México el documental de denuncia Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado, realizado por el veterano Xavier Robles, guionista de películas como Rojo amanecer, Las Poquianchis y Los motivos de Luz.

El

documental Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado resulta una obra necesaria y oportuna sobre los sucesos ocurridos en la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en el estado de Guerrero. La represión policiaca que esa noche sufrieron decenas de estudiantes y que al final resultó en la desaparición forzada de 43 de ellos, fueron hechos que sacudieron —y lo siguen haciendo— a México, y que suscitaron manifestaciones y protestas que se han multiplicado por todo el país. Esta película, dirigida por el escritor y cineasta Xavier Robles, escudriña en los antecedentes, los hechos mismos y las consecuencias inmediatas del sangriento capítulo de la llamada “guerra sucia” en México, una guerra que por décadas ha lacerado poblaciones del país —como Aguas Blancas, también en Guerrero, en 1995, o Acteal, Chiapas, en 1997—, especialmente, aquellas donde las escuelas normales rurales han jugado un papel de revulsivo social y, por lo mismo, han sido blanco de reprimendas del gobierno y el ejército, como en Madera, Chihuahua, en 1965. Éste es el caso de la Escuela Normal de Ayotzinapa y su grupo de estudiantes, masacrado pero oficialmente no encontrado. Para abordar los hechos de Ayotzinapa, Robles se aproxima con su mirada de fuerte compromiso social a una amalgama compleja de corrupción, abuso de poder, miseria, explotación y resistencia social. De esta forma construye, mediante los testimonios de analistas, periodistas, testigos, familiares de las víctimas y estudiantes sobrevivientes de la tragedia, una crónica que transmite con autenticidad el dolor y el trauma que entraña para la sociedad mexicana esa noche.

Robles tiene una trayectoria apegada a los ideales de la izquierda, como lo constata su extensa filmografía como guionista, donde figuran cintas como Las Poquianchis (Cazals, 1976), narración oscura sobre los crímenes de unos proxenetas; Bajo la metralla (Cazals, 1983), historia sobre una guerrilla urbana en el ámbito de la guerra sucia en México; Los motivos de Luz (Cazals, 1986), drama sobre una mujer acusada de asesinar a sus hijos en el entorno de la pobreza citadina; y Rojo amanecer (Jorge Fons, 1988), legendario relato de ficción sobre la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968. El director, en suma, es un idealista que plasma en Ayotzinapa una larga lucha personal: evidenciar los instrumentos institucionales de la represión y la antidemocracia. Estamos frente a una película que asume una posición política clara: la del lado de las víctimas. Las voces que se recogen —del periodista Luis Armando Navarro, del activista Jorge Gálvez, de los estudiantes José y Omar, entre otros— no aspiran a brindar un retrato equilibrado en las opiniones de las partes, sino a remarcar la injusticia y violencia por el lado de las autoridades, el grupo que ejerce el poder, representado por el gobierno municipal de Iguala –los infames José Luis Abarca Velázquez, su esposa María de los Ángeles Pineda, el grupo criminal Guerreros Unidos, la policía municipal y el ejército mexicano— quienes fraguaron esta historia de terror. Pero por encima de esa carga y esa postura ideológica evidente, lo más valioso del documental es que se alza como un filme que sensibiliza sobre el duelo colectivo que supone la desaparición forzada de esos 43 jóvenes. No hay manera de no conmocionarse y solidarizarse


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estrenos

“… construye, mediante los testimonios de

analistas, periodistas, testigos, familiares de las víctimas y estudiantes sobrevivientes de la tragedia, una crónica que transmite con autenticidad el dolor y el trauma que entraña para la sociedad mexicana esa triste noche.

ECO DE LA MONTAÑA Dir. Nicolás Echevarría. Realizado por Nicolás Echevarría, este documental sintetiza un psicoviaje por la ruta del peyote de la mano del maestro Santos de la Torre, artista huichol muy valorado en otras latitudes (expone un mural de chaquira en el complejo del Museo del Louvre, en París) y poco conocido en México. Echevarría (Cabeza de Vaca) retrata, más que al artista, al hombre de conocimiento que viaja por los lugares sagrados de la cosmogonía de los huicholes, como Wirikuta. En otras palabras, Echevarría retrata y viaja con un tlahcuilo. Un trabajo notable sobre un personaje fascinante.

HAGEN Y YO Dir. Kornél Mundruczó. Con: Zsófia Psotta, Sándor Zsótér, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy.

con los padres, las familias y los amigos que sufrieron la pérdida de esas muertes. El significado del rebuscamiento oficial por declararlos desaparecidos, el profundo dolor, para un país cada vez más decepcionado de su gobierno y su clase política, aberrante, codiciosa, cínica. Robles arma su relato con un formato clásico en términos cinematográficos: testimonios a cuadro; aspectos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; escenas de la localidad durante el duelo; breves secuencias tomadas con teléfonos celulares; imágenes de las protestas multitudinarias en la Ciudad de México. Esto consigue articular una descripción veraz de la zozobra y descomposición social, así como del gran descontento ciudadano, como lo reafirman las declaraciones de miembros de la policía comunitaria de Tixtla. Vale la pena decir que estos grupos conforman un fenómeno que se ha extendido por varias regiones de México a raíz de la inseguridad, de la situación de guerra que protagonizan los grupos del narcotráfico y el ejército, de la sospechosa ineficiencia del gobierno federal que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto —y sus antecesores— para contener la violencia, la desigualdad y la injusticia. Es cierto que a este documental le podría faltar la contraparte, la visión oficial: ver a Joaquín López-Dóriga o a Carlos Loret de Mola escondiendo el horror o lucrando con

el morbo y el circo alrededor de Abarca Velázquez y esposa; las vergonzosas posiciones oficialistas; el titubeante discurso del presidente o del procurador, etc., pero Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado es una película imprescindible. Por eso, con toda seguridad, no es una cinta definitiva sobre este tema, al que aún le faltan varios capítulos que los mexicanos vamos a enfrentar, a pesar del esfuerzo institucional y corporativo para que se olvide rápido, para que se le dé vuelta a la página. Ayotzinapa es un expediente abierto que sigue doliendo a México y cuyo significado no ha terminado de definirse. Se verá su efecto verdadero en los años siguientes, como pasó con el 68. Desde el poder, desde los grupos conservadores y hostiles a la acción social, hay muchos que apuestan por el desgaste, por la indiferencia, por dejar que las movilizaciones se agoten a sí mismas, pensando que los marchistas se van a cansar un día. Pero lo cierto es que esto genera una transformación social —nuevos líderes, nuevos activistas, ideales renovados— que no se puede medir en lo inmediato. Xavier Robles y su productora Guadalupe Ortega son cineastas y activistas que pertenecen a una generación mayor —la suya es aquella del 68—, pero capaces de conectar con este documental con un auditorio joven. Esto es un valor que le da más realce a Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado.

En una lectura superficial, ésta es una película conmovedora sobre la relación del hombre con el reino animal. Pero en una lectura de fondo, si le escarbamos un poco, veremos que el húngaro Kornél Mundruczó crea una impresionante alegoría sobre la intolerancia racial en nuestros días. La historia: una nueva ley da preferencia a los perros de raza e impone un impuesto a los dueños de razas cruzadas. En consecuencia, los refugios caninos se llenan de perros abandonados. Lili, de 13 años, lucha por proteger a su perro, Hagen, pero su padre lo suelta en la calle. Éste es el inicio de una revolución canina contra los seres humanos.

LOS INVENCIBLES Dir. Frédéric Berthe. Con: Gérard Depardieu, Atmen Kelif, Virginie Efira, Daniel Prévost. Ésta es una comedia francesa bastante simplona que narra la siguiente historia: el anuncio de un torneo internacional de petanca (juego en el que la meta es lanzar bolas metálicas tan cerca como sea posible de una pequeña bola de madera) organizado por Darcy transforma la vida de Momo, quien siempre ha soñado en convertirse en campeón de este peculiar deporte.


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Nostalgia jurásica Por Gonzalo Lira

Emanada del imaginario cinematográfico de Steven Spielberg, la franquicia Parque Jurásico representa, además de miles de millones de dólares en producción y mercadotecnia, un cañonazo en taquilla a escala mundial. Ahora se exhibe la más reciente: Jurassic World.

P

arece que fue ayer. La fila del cine Pecime llegaba a la esquina y era de noche. Poco se sabía de lo que estaban a punto de proyectar en pantalla porque, a diferencia de ahora, era complicado enterarse de todos los detalles de alguna película antes de su estreno. Eran otros tiempos. Las luces se apagaron y un silencio inmenso antecedió la primera escena en la que apareció Isla Nublar, 120 millas al oeste de Costa Rica, locación de aquel lugar en el que el Dr. Hammond (Richard Attenborough) recibió a los visitantes con la incomparable música de John Williams, antecedida de la legendaria frase: “Welcome to Jurassic Park!”. Inspirada en la novela de Michael Crichton, de la que los productores adquirieron los derechos incluso antes de que ésta se publicara, Parque Jurásico se convirtió no sólo en la película más taquillera de la historia (título que mantuvo hasta que Titanic se lo arrebató en 1997), sino que permanece indeleble en el imaginario colectivo. Seguida de dos desechables secuelas, la historia ( y la mercadotecnia) se encargó de reconocer aquel legendario filme original de Spielberg como uno de los máximos representantes del cine de acción, al mismo tiempo que como un hito en la tecnología detrás de eso que ahora conocemos como cgi (imágenes generadas por computadora). Tomando esto en cuenta, la sola especulación alrededor de revivir la franquicia llevaba más de una década coqueteando con el término “en producción”. No fue sino hasta que Spielberg abandonó la silla de director y se dio el anuncio de que el poco experimentado Colin Trevorrow entraría al quite, que Jurassic World comenzó a ver las luces verdes que tantos fanáticos ansiaban y temían a la vez. La duda principal era ¿se logrará introducir a nuevas y cada vez menos impresionables generaciones a algo tan preciado para tantos sin echarlo todo a perder en el intento? Afortunadamente sí.

Es justo a través de este discurso, el de impresionar y atraer nuevas generaciones al consumo, que Jurassic World se desarrolla en el marco de una época en la que, 22 años después de los eventos de la primera (las secuelas son ignoradas, lo cual se agradece y permite a la historia fluir sin complicaciones), las personas involucradas en el manejo del parque intentan una vez más “ser Dios” a través de la manipulación genética. Esta vez con la intención de reproducir dinosaurios híbridos con tres objetivos principales: deben ser más grandes, más aterradores y hacer que el público corra a llenar el parque para verlos. Pero antes de hablar de los dinosaurios, vale la pena revisar a los personajes humanos, entre los que naturalmente destaca Chris Pratt como Owen, un agridulce empleado del parque que bien podría ser catalogado como un “encantador” de dinosaurios, con un vínculo muy especial entre él y un cuarteto de velocirraptores. Demostrando por qué se está convirtiendo en el rey de Hollywood y en el estandarte del cine familiar de acción y entretenimiento, el Owen de Pratt funciona perfecto como un cínico héroe cuyo conocimiento y valentía solamente son equiparables con su ácido humor y su arrogante exceso de confianza, haciéndolo el perfecto candidato para (se rumora por ahí) tomar las riendas de otra saga conocida como Indiana Jones. ¿Será? Junto con Owen (Pratt) conocemos a Claire (Bryce Dallas Howard), una de las principales encargadas del funcionamiento del parque (que entendemos lleva ya una década operando sin contratiempos) y cuya atención está en todos los aspectos operativos, distrayéndola de la reciente visita de sus sobrinos Zach (Nick Robinson) y Gray (Ty Simpkins), así como de los oscuros intereses que Hoskins (un Vincent D’Onofrio efectivo aunque desaprovechado) y un grupo de villanescos personajes tienen detrás de la ya mencionada manipulación genética de los dinosaurios, aunque con fines militares. Sí, sí, sí, la premisa de Jurassic World poco tiene que ofrecer en el departamento de verosimilitud u originalidad e incluso raya en el ridículo pero, cuando el caos reina, la cosa se pone emocionante. Es precisamente durante el fin de semana que los sobrinos de Claire visitan el parque cuando un descuido, detonado por la creciente inteligencia de un nuevo y peligroso dinosaurio

híbrido de nombre Indominus Rex, pone en peligro la seguridad del parque y de sus visitantes. Es imposible no rendirse a los encantos de Jurassic World. Trevorrow y compañía (aconsejados por Spielberg, que aún opera en el área de producción) logran conquistarnos con personajes que, aun llenos de clichés, son interpretados con convicción por los protagonistas mientras que, en cuanto a la acción se refiere, podemos estar tranquilos: esta nueva entrega sabe mantenernos al borde del asiento apenas escuchamos la legendaria música de Williams, reinterpretada por Michael Giacchino. Si a esto le sumamos un muy tradicional y bien logrado trabajo en el área de diseño y efectos especiales, Jurassic World se convierte en la más efectiva de las tres secuelas que la primera película originó. Un crowd pleaser innegable. Llena de guiños y homenajes no sólo a la película de 1993, sino también a gran parte de la filmografía de quien concibió la saga inicial (se dice que el tiburón devorado por el mesosaurio en la ya famosa secuencia que vimos desde el tráiler es una reproducción de la setentera criatura de Spielberg), Jurassic World también tiene mucho que ofrecerle a nuestra nostalgia. Sin dejar de lado la moraleja de no meterse con la naturaleza, que prevalece desde la primera película, este nuevo capítulo no muestra timidez respecto a los sangrientos y horribles resultados que, en el hipotético caso de ocurrir, tendría un lugar con las características del Parque Jurásico del título. Al mismo tiempo hace un comentario discreto ( y algo cínico pero ¿qué más da?) sobre el capitalismo y los intereses empresariales detrás de la ciencia y el entretenimiento. Ante la imparable ola de refritos que invaden como epidemia las salas, al menos se agradece que la gente detrás de Jurassic World haya decidido imprimir trabajo y cariño en llevar al espectador de vuelta a ese lugar al que tantos ansiaban volver.



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A

FOTOS CORTESÍA: KURIMANZUTTO

arte

Mauricio Marcin Serie hidrocarburos, 2007

¿Para qué infierno si tenemos la patria? Por Santiago Robles y Gabriela Jauregui En fechas electorales, y también a la luz de que, a nivel internacional en las artes, la Bienal de Venecia se ha llamado la bienal “más política” al día, conversamos con Minerva Cuevas (Ciudad de México, 1975) una artista que cuestiona los sistemas de poder económico y político, en México y a nivel global.

A

través de la ironía y la parodia, Minerva Cuevas pone el dedo en la llaga de diversas problemáticas sociales. Su práctica navega entre intervenciones, acciones, performance, diseño, video, fotografía, pintura, entre otros formatos, para señalar la voracidad del capitalismo o la impunidad e indiferencia del sistema político. La investigación constante acerca del panorama social es parte fundamental de su trabajo, para la cual muchas veces utiliza como fuente primaria el acercamiento directo con los ciudadanos de a pie. En esta entrevista nos habla acerca de qué es lo que detona la orientación de su obra, así como casos específicos de distintas piezas, sus implicaciones y cómo pueden incidir en cambios sociales positivos. Gabriela Jauregui: ¿Qué sientes cuando la gente etiqueta tu obra como arte activista o arte político?

Ha sido muy común desde los noventa intentar generar categorías para este tipo de proyectos. Siento que no es necesario crear una distinción o una categoría aparte para proyectos que entran en la producción del arte contemporáneo y arte conceptual. Generalmente, hacer curadurías con pro-

yectos que tengan que ver con referencias sociales o políticas a modo de generar un conjunto creo que se vuelve problemático a la hora de leer esas referencias sociales o políticas. No porque haya una referencia a lo político una obra es compatible con una muestra que pretende relacionarlo con lo social. Sí hay casos de exhibiciones exitosas, me acuerdo de una que estuvo en el Palais de Tokyo que se llamó Hardcore (2003). Para ésa hice la acción de Ronald McDonald en París, y se dio de un modo bastante lógico según las circunstancias y el contexto. Pero después de eso siento que hubo una serie de intentos de reunir obra con referencias de trabajo político que no siempre tiene que ver. Por ejemplo, poner obra que usa la imagen de Bush junto con un proyecto que tiene que ver con un sentido comunitario, mezcla lo político mediático con cosas que están relacionadas con un pacto social, y según yo no es tan compatible.

Santiago Robles: ¿Nos podrías hablar de tu proyecto Donald McRonald?

La primera vez que sucedió fue en París, en esa exposición del Palais de Tokyo, que fue cuando también presenté el mural de Del Monte. Tenía la intención de hacer algo fuera del museo y había pensado en la pieza

de Ronald hacía tiempo. Cuando la propuse, nada más me preguntaron cómo quería el traje, no hubo ningún cuestionamiento en términos de peligros de usar al personaje de la compañía. Encontraron un actor muy bueno que se aprendió los datos que yo le di sobre McDonald’s, todas las prácticas corporativas que tenían que ver con derechos laborales, el tipo de químicos que se usa en la comida, sus relaciones con la milicia, con los bienes raíces... es de las compañías que más propiedades tiene a nivel mundial.

SR: En general, no permite que sus trabajadores se sindicalicen...

En Francia sí, pero finalmente son condiciones laborales muy malas. La parte más terrible es la que tiene que ver con la explotación de los recursos naturales; el Amazonas se está destruyendo, en parte, por las necesidades de materia prima de McDonald’s. En lugar de hacer una protesta o manifestación, el actor lo presumía e invitaba a la gente a entrar al restaurante a darle su dinero.

SR: Todo era hablado, no había volantes. E incluso lo hacía dentro del restaurante...

Sí, entró y habló con uno de los gerentes que se le acercó pero no le dijeron nada. Se formó para comprar una hamburguesa, platicó un poco con la cajera, salió y siguió hablando e invitando a la gente a que entrara. Era un shock para la gente que lo estaba escuchando. El traje del actor estaba alterado, pero era evidente de qué personaje se trataba.

GJ: Marginalizar o encasillar a todos los artistas políticos en una sola exposición o en una sola bienal, como ahora en Venecia, es una manera también de sentir que la institución ya cumplió con su función o cuota de temas políticos.

Sí. Lo político o activista termina convirtiéndose en una categoría que curiosamente surge en el ámbito del arte, pero no


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | ARTE | frente | 39 precio del cacao con el precio del petróleo: son indicadores económicos reales, como el del precio de la Big Mac. Creo que toda la industria que tiene que ver con la alimentación es lo más político o politizado actualmente porque, a final de cuentas, la materia prima de producción viene de los recursos naturales.

SR: ¿Cómo surgió tu interés de trabajar con el chocolate?

Horizon, 2010

GJ: ¿Por qué te decidiste por hacer arte y no enfocaste la acción desde otra disciplina?

en otras profesiones como en la medicina. Si eres médico y tu trabajo tiene que ver con lo social, con clínicas comunitarias, no se te califica como doctor activista. Es un médico con un campo de trabajo y ya. Creo que en el arte cuesta un poco más. Incluso, en una reciente presentación en la que participé en Nottingham, donde se reunió gente que trabaja temas ecológicos, mencionamos que lo que estorba en general es la palabra activismo. Cada quien tiene que tener una practica social según lo que haga. Cada quien tiene sus herramientas y su conexión con lo social. Ahora hay un interés en el cambio climático y ecológico, pero creo que ya es hora de que sea rebasado el término de activismo.

SR: ¿Para ti qué significa intervenir?, ¿por qué intervenir?, ¿qué es una intervención?

Para mí intervenir es prestar atención y reaccionar al contexto político. A lo largo del tiempo, y haciendo proyectos que ni siquiera pretendía que fueran artísticos, supongo que el ejercicio de intervenir como obra artística parte de esa reacción al contexto, de ese prestar atención. Una reacción que involucra después una provocación, ya sea visual, personal, a modo de alterar o llamar la atención a partir de archivos de imágenes o de situaciones inesperadas.

Desde el arte se pueden conjuntar muchas maneras de trabajar de varias disciplinas con formas distintas de aproximarse más libremente al tema que en otros campos. Si eres médico tienes que seguir ciertas reglas, si eres sociólogo, igual, pero en el arte puedes echar mano de muchas otras disciplinas sin seguir sus reglas necesariamente.

SR: ¿Y por qué no solamente hacer piezas visuales? ¿Qué es lo que te interesa de las dinámicas sociales?

Este tipo de intervención o reacción no surge a partir de una necesidad de producción artística convencional. Creo que se liga más a un tipo de estrategia. Algunas de las obras pueden leerse incluso como sabotaje o simplemente como una alteración visual. Siento que eso es parte del motivo original, que es provocar y reaccionar, y entonces evaluar cuál es la estrategia más adecuada. Pero si hay algún mecanismo o práctica burocrática, institucional o corporativa que me interesa subvertir, entonces utilizo la intervención, como lo fue Mejor Vida Corp., con las credenciales o los códigos de barras. Ahí lo indispensable era subvertir, hacer una especie de hackeo.

GJ: Hablando de cómo transformas tus preocupaciones con nuestro entorno histórico, político, social y, recientemente, también ambiental, ¿en qué enfocas tu mirada ahora?

Sigo trabajando con referencias a recursos naturales en relación con lo social, político y corporativo, pero muy en concreto con el chocolate, con la producción de cacao. De algún modo, lo conecto con la serie que hice que tiene que ver con la industria del petróleo: pinturas con chapopote y piezas que usan el chapopote como material (Hidrocarburos 2014). Pero la referencia a esa industria a nivel nacional y la conexión con la industria del cacao está relacionada con el área de cultivo del cacao: Chiapas y, sobre todo, Tabasco que sufrió la influencia de la industria del petróleo y todo mundo se dedicó a trabajar en esa industria y dejó de cultivar cacao. Eso, más los intereses de corporaciones para obtener esas tierras y hacer otro tipo de cultivos, ha ido acentuando la crisis. En la zona hay desde problemas ecológicos hasta narcotráfico. Para mí era importante crear esa conexión de una zona donde la industria del petróleo tuvo tanto impacto, y de allí a evaluar cómo una semilla también puede ser un indicador económico: el precio del cacao en el mercado tiene que ver con intereses corporativos como los de Nestlé. Eso es lo que me tiene más entretenida. Desde aprender cómo funciona el cultivo original, cómo una planta finalmente concentra su sabor a partir de la vegetación que tiene alrededor, hasta los rituales que puede haber en ciertas zonas mayas… de eso a lo que te decía de las corporaciones, cuáles son los agentes principales en ese tipo de negocios. Lo que hago es trabajar también con la producción de cacao nacional que creo que es el más caro a nivel mundial y el más difícil de conseguir. El chocolate que se consume en México no es interno, es de importación, es cacao africano, que es el más barato, mientras que el cacao mexicano es del más caro en el mundo, lo exportan a Bélgica y a Suiza. Por allí encontré una tabla que compara el

Comencé a trabajar con el tema de monedas primitivas. Estuve revisando una colección del museo de etnografía en Frankfurt. Tienen muchos objetos, entre ellos, hay monedas diversas, desde cinturones de plumas de Oceanía hasta la moneda mexicana, y así llegué al cacao, que se utilizaba como moneda. Pero también me interesa la producción agrícola del cacao y que, en general, la agricultura en México es de las cosas más castigadas. En la investigación de la colección etnográfica también terminé interesándome en el canibalismo, específicamente en el cultural, a partir de la situación de por qué coleccionar tantos objetos de culturas distintas, si es para entender al otro o para digerirlo. Así llegué a la idea de hacer una oreja de chocolate; ya tengo un prototipo, pero ahora lo que quiero hacer es un mural, tomar las marcas más conocidas y a partir de eso crear algo visual en torno a la historia de la industria del cacao.

GJ: Cada uno de tus proyectos tiene una estrategia similar: echas mano de un montón de material de investigación, viajas a lugares, utilizas distintas fuentes y disciplinas, pero luego cada proyecto se convierte en una obra con distintas manifestaciones…

Algo que caracteriza mi obra es el tipo de investigación. Mi trabajo en sí puede ser esa investigación y ya la solución formal se puede entender como una traducción visual, que es muy importante, pero que tiene sentido a partir de una posición política que también está presente en la obra. De algún modo lo político es la parte personal y que no niego.

SR: ¿Y cuál es tu postura respecto a lo que está pasando ahora en México?

Lo que está sucediendo en México no es un caso aislado, es una situación histórica que viene de la represión de cualquier sentido de comunidad, en específico, en los pueblos indígenas. En México es básica la defensa de los pueblos indígenas en todos los niveles, desde la agricultura y la educación hasta los derechos humanos y la defensa de las lenguas, pero es algo que se nos ha arrebatado por la televisión y la educación manipulada. Ha habido tantos muertos y desaparecidos, que lo de Ayotzinapa fue como la gota que derramó el vaso debido al momento histórico; el regreso del pri, el tipo de mediatización política electoral. Es una lucha histórica que no me sorprende. Lo único que hay que hacer es seguir luchando por cualquier situación que sea pro cambio social positivo, ya que no son acciones aisladas o instantáneas las que van a cambiar la realidad, sino toda una postura ética y de lucha que tiene que ser permanente. […] Sólo se puede resolver generando acciones que representen la resistencia, que contribuyan al sentido de comunidad.


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El golem de la Bienal (Todos los futuros del mundo – el estado actual de las cosas) Por Marilú Acosta

Deep Sewer, Mexico City, late 1960s, 20th century, The so called “Plano de Cortés”, Mexico Tenochtitlán, 1524 and Venice Map, Joan Blaeu 1704.

M

aravillados, saturados o de llegada reciente, los visitantes de la Bienal se topan con una obra que se esconde frente a sus ojos, donde el olor de las aguas y el sonido de ellas corriendo es más imponente que la propia construcción del Arsenale. “Possessing Nature” es algo que se experimenta con la piel, con los oídos, con el olfato, con ese sentido animal de encontrar agua y con los ojos que ven imágenes proyectadas en agua en movimiento, pero que tardan en decodificarlas en la mente.

* Desde el manantial, el agua corre cristalina, tiene un movimiento que la oxigena, está llena de minerales y microorganismos, es un agua

que da vida. Baja hasta los asentamientos humanos, se transforma y se utiliza en todas las formas imaginables. Recoge los desechos, se aleja de las personas, se vuelve turbia, llena de microorganismos, un agua que da muerte. Esto, sólo es un fragmento del viaje de esta fuerza elemental, porque el planeta tiene macro y micromecanismos que reciben el agua, la limpian, la transportan y la restauran a su origen. Pero algo que parece tan sencillo y cotidiano para la naturaleza, tiene en el mundo de los humanos una licenciatura y distintos posgrados que buscan entender la ingeniería hidráulica de la Tierra.

todos los universos son paralelos y todas las posibilidades están presentes. El Pabellón de México está considerado, según el periódico Corriere della sera, como uno de los diez mejores de esta Bienal, porque rompe con las estructuras tradicionales al recrear la simpleza de la naturaleza con un mecanismo complejo. Utiliza las características de Venecia para transportar la Ciudad de México a la Bienal. Artísticamente expone lo que se quiere ocultar: el drenaje de las aguas de desecho. Los sistemas de drenaje son obras de ingeniería que deberían de mostrarse con orgullo y, sin embargo, sucede lo mismo que con un golem: son tan monstruosos que sus creadores los esconden lejos de las ciudades, por debajo de las avenidas, detrás de falsos plafones. Visitar la Bienal de Arte de Venecia es una decisión personal. Otro tipo de decisión personal es utilizar el propio drenaje interno que poseemos todos. Puede ser una urgencia que postergamos por cuestiones sociales, como cuando estamos en una comida de la cual no nos queremos perder detalle. También puede ser una opción que simplemente dejamos pasar, porque no es el momento adecuado. Sin embargo, la creación de Tania Candiani y Luis Felipe Ortega es tan intrínsecamente natural, que aunque no vayamos nunca a ninguna Bienal, cada que la naturaleza nos llame a desechar nuestras propias aguas, estaremos emulando “Possessing Nature”, bombeando agua desde nuestro corazón, pasándola por los riñones, proyectándose en nuestra vejiga para finalmente soltarlo todo y regresarlo a su origen. Los visitantes reales o virtuales también somos un golem que anda suelto en la Tierra, experimentando el estado actual de las cosas y construyendo todos los futuros del mundo con nuestros desechos. Formamos parte de mecanismos naturales que han sido creados por alguien que nos imagina en su universo. Bien podríamos existir dentro de la mente de Tania y Luis Felipe, o ser parte de uno de los Pabellones de la Bienal de Venecia.

* Partiendo de la idea de que la Ciudad de México y Venecia son ciudades anfibias, Tania Candiani y Luis Felipe Ortega crearon “Possessing Nature” para el Pabellón de México de la Bienal de Venecia 2015, curado por Karla Jasso. Después de meses de análisis, planeación y estructuración, los artistas mexicanos diseñaron una maqueta —mapa que dirige a todas aquellas personas involucradas en la toma de fotografías y sonidos, cálculo de los

foto: Andrea Martínez Y Luis Felipe Ortega

Lanzarse a la aventura de experimentar los pabellones de la Bienal de Venecia es una forma de locura en sí misma. Es ver de una pasada todos los futuros del mundo, a partir del estado actual de las cosas.

mecanismos, construcción y ensamblaje de la pieza final. Ése fue el comienzo, y también lo fue un mapa que traza las andanzas del Pabellón de México en la Bienal: de un palacio aristocrático pasó a ser la casa de un mercader, después a una iglesia, para finalmente acabar en un espacio militar (el famoso arsenal) y así permanecer los siguientes años. La historia de la transformación de la casa es similar a la historia del cambiante mapa de la gran Tenochtitlán, antaño una ciudad con amplias calzadas llenas de agua, pirámides aristocráticas, mercados de trueque y cacao como moneda de cambio, hasta la llegada de los representantes de la Iglesia que logran convertir a los mexicanos en guadalupanos, más que en católicos, para después ser gobernados por variados regímenes militares. El soplo divino que inunda o infunde vida a “Possessing Nature” proviene de nosotros, es decir, de los visitantes a la Bienal; ahí toma vida la obra escultórica, la proyección de imágenes y sonido. En ese momento la obra deja de pertenecerles a Tania y a Luis Felipe, e incluso a Karla Jasso, la curadora del proyecto. En ese momento, el golem se hace presente en la Sala de Armas del Arsenal, entrela-zando la ciudad de Venecia con la Ciudad de México a través de su corazónbomba hidráulica, sus venas-canales, o quizá por las ganas de poseer la naturaleza representadas por la figura misma del golem. La pieza cobra vida de manera intensa y completamente inesperada. El ruido de las bombas hace las veces de corazón que late por sí solo. Las tuberías lloran cuando se saturan las bombas. Y cada instante es distinto, porque el agua de Venecia cambia en todo momento de color, olor y textura. La obra es un golem que marcha y va madurando por segundos. No hay dos proyecciones de imágenes que se vean iguales. De los más de 370 000 asistentes que tiene la Bienal, ninguno lo verá igual, ni poseerá la naturaleza o el arte de la misma manera. Aquí

Possessing Nature, 2015


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | ARTE | frente | 41

La Materia escrita, de Gabriel Orozco

En este número poselectoral, exploramos el lado político del arte sin dejar de lado su capacidad poética. Por eso presentamos, en exclusiva, un extracto de Materia escrita, de Gabriel Orozco, una selección de textos e imágenes de sus cuadernos de trabajo desde los noventa hasta hoy, publicado por Ediciones Era (2014).


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D diseño

Torres crónicas

Lo emocional según la arquitectura Por Cris Winters

El retorno de la serpiente promete ser una exposición nunca antes vista en México de la obra del arquitecto, escultor y pintor, Mathias Goeritz. Su obra arquitectónica se abordará desde la perspectiva de la confrontación. Además, la exhibición abarca su diálogo con otros artistas e incluye obras de Alexander Calder, Joan Miró, Yves Klein, Kati Horna y Germán Cueto.

En

1949, después de una estancia en España, Mathias Goeritz llegó a México. Ahora, 66 años después, el arquitecto, pintor y escultor alemán vuelve a nuestro país por la misma vía. Luego de que alrededor de 130 000 visitantes disfrutaran su legado en el Museo Reina Sofía, en Madrid, la muestra El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional llega al Palacio de Cultura Banamex. “La exposición original surgió por invitación del Museo Reina Sofía. Fue una iniciativa con un tema específico”, explica el curador Francisco Reyes Palma. “Querían una muestra sobre Mathias Goeritz cuyo eje fuera el concepto artístico de la arquitectura emocional (que buscaba crear espacios, obras y objetos que apelaran a la máxima emoción en el espectador). De forma paralela, la Fundación Cultural Banamex quería editar un libro y montar una exhibición. Ambas cosas fueron al margen, pero cuando un asesor se enteró de la exposición en Madrid se decidió a comprar los derechos”, explica Reyes Palma, quien curó El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional con la asesoría de Cristina Gálvez Guzzy. Según él, la muestra —que reúne aproximadamente 500 piezas en diferentes formatos, como pintura, escultura, fotografía, maquetas, dibujos, así como material biográfico y documental— tiene una visión poco explorada, no porque no se haya montado alguna sobre la arquitectura emocional, concepto postulado

por Goeritz en 1954, sino por la forma en que se aborda: desde la perspectiva de la confrontación y la Guerra Fría. “Algo que cubre esta exposición es el concepto de arquitectura emocional como estandarte de guerra”, dice Reyes Palma. “Aunque la arquitectura emocional no siempre se reduce a arquitectura sí fue un edificio la que la disparó: la construcción del Museo Experimental El Eco. Ahí se experimentó con escultura y poesía visual. Hubo formas de expresión novedosas y otras tradicionales como el mural. Sin embargo, estos artistas encabezados por Goeritz estaban en pugna con los pilares del muralismo mexicano. Orozco ya había muerto, pero se mantuvo conflicto con Rivera y Siqueiros, quien siempre fue el más beligerante”, añade. Para lograr la exhibición se hizo un arduo trabajo de investigación, que se apoyó en los archivos de la familia, los cuales contienen, además de la colección familiar, algunos documentos, apuntes y maquetas. La otra fuente fueron los archivos del Hospicio Cabañas en Guadalajara. Sin embargo, esto no agota la información que hay sobre Goeritz, pues Reyes Palma asegura que hay una cantidad enorme de correspondencia suya desperdigada por el mundo. “Cada semana escribía pilas de cartas. Mathias tenía contacto con todas las avanzadas artísticas del mundo”, agrega.


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“Goeritz estaba al tanto de todas las vanguardias. Por ejemplo, escribió ‘El arte plegaria contra el arte mierda’ que era una respuesta a las latas de ‘Mierda de artista’, de Piero Manzoni. Luego cuando Manzoni firmó unos huevos y los presentó como su obra, Goeritz respondió presentando a Inocencia, la ‘verdadera autora de la obra’ que era nada más y nada menos que una gallina.”

Las piezas de El retorno de la serpiente provienen de alrededor de 50 colecciones de distintos países, como España, Inglaterra y Estados Unidos. También incluye elementos sobre su poesía concreta y su poesía visual. “Sucede que su obra grande —como las Torres de Satélite o el Animal del Pedregal— llama más la atención por su carácter monumental. La gente suele olvidarse de su trabajo pequeño que muchas veces circulaba por la vía postal”, dice Reyes Palma, quien explica que en sus agendas Goeritz trabajaba con tachaduras. Cubría de tinta las tareas que ya había realizado y de esas formas de la tinta luego surgían esculturas o grabados. En el caso de la versión mexicana de la exposición, se presenta por primera vez una de sus bitácoras de trabajo. “Este objeto cubre el periodo en que Mathias estuvo en el norte de África en un consulado alemán en Marruecos. De ahí se fue a España. Todo esto fue previo a México. Es un documento muy rico porque incluye fotos de contacto, estas imágenes en cuadritos pequeños que forman un diario de trabajo y se convierten en la construcción que él hacía de sí mismo.” El rescate de apuntes permitió al curador mostrar la creatividad del artista en términos de los vínculos entre la arquitectura y el diseño. “Al hacerlo resulta un creador muy cercano a los artistas actuales que desde la arquitectura se acercan a la producción artística con un lenguaje mucho más complejo que el de la pintura”, comenta Reyes Palma. “Goeritz y su arquitectura emocional son importantes porque han influido en distintos personajes de la arquitectura mexicana. Hay que recordar que después de la Revolución la arquitectura quedó en segundo plano con un grupo muy conservador. Con Mathias la arquitectura se perfila. Tenía una forma de trabajo distinta a la del artista encerrado en su taller”, añade.

Formas negras divididas por una línea roja

Debido a que la exposición recoge la producción total de Goeritz, su horizonte cultural es muy extenso. De ahí la decisión de que la curaduría siguiera un orden cronológico. Además de cruzar la obra de Goeritz con la Guerra Fría y ejemplificar su fuerte confrontación con los muralistas, la muestra habla del panorama cultural mexicano con una visión de guerra a través de las obras y la difusión de las mismas. También abarca su diálogo con artistas en el resto del mundo por lo que la exposición incluye obras de Alexander Calder, Joan Miró, Lucio Fontana, Yves Klein, Kati Horna y Germán Cueto. “Goeritz estaba al tanto de todas las vanguardias. Por ejemplo, escribió ‘El arte plegaria contra el arte mierda’ que era una respuesta a las latas de ‘Mierda de artista’, de Piero Manzoni. Luego cuando Manzoni firmó unos huevos y los presentó como su obra, Goeritz respondió presentando a Inocencia, la ‘verdadera autora de la obra’ que era nada más y nada menos que una gallina. A Goeritz le gustaba el diálogo a través de situaciones chuscas. Sin embargo, es poco claro si el vínculo con las vanguardias europeas era de amor o de odio, pues luego de investigar me parece que estos ‘conflictos’ no eran más que estrategias de promoción, ya que muchas veces las disputas eran entre amigos o artistas representados por la misma galería”, explica el curador. Ya sea que los conflictos fueran un ardid publicitario o un pretexto para hacer más interesante el diálogo, lo que es un hecho es que Goeritz fue un importante promotor cultural que además de inspirar, se dejó influir por otros artistas. Para muestra, el mural que el Instituto Goethe prestó para la exhibición. En él, Goeritz se aleja de sus característicos tonos dorados y oxidados. Otro ejemplo son los vitrales que colocó en la catedral Metropolitana, los cuales tienen influencia de Grupo Zero, el conjunto alemán de artistas que trabajaban con el arte cinético. La exhibición de Goeritz permanecerá en la Ciudad de México hasta septiembre, pues en octubre de este mismo año será trasladada al Museo Amparo en Puebla. Mientras esto sucede, los asistentes capitalinos podrán gozar de la obra multifacética y experimental del artista, y comprender su mensaje emocional y el impacto que tuvo en los espacios públicos del país.

Mathias Goeritz con vía láctea

El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional Palacio de cultura Banamex (Palacio de Iturbide) Madero 17, Centro Histórico Hasta septiembre


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perfil Trista

Diseño de moda Por cris winters

Trista es un nombre recurrente en las semanas de la moda mexicanas. La firma ha colaborado con marcas como Davidoff, y sus diseños han llegado a países, como Colombia, Brasil, España y Japón. Con una línea premium y una de vestidos de novia bajo el brazo, ahora la marca incursiona en el mercado masculino a través de Trista Homme. ¿Cómo surge la marca? ¿Quiénes lo conforman?

La marca la conforma un gran equipo. Somos muchas cabezas en áreas distintas que creen en el proyecto. Yo, José Alfredo Silva, soy el director creativo. El otro diseñador es Giovanni Estrada y juntos creamos Trista. Surgió hace ocho años como una inquietud por desarrollar un proyecto de moda que tuviera una propuesta sólida y una calidad envidiable. Poco a poco, el proyecto se fue gestando, consolidando y ha ido diversificándose. Desde hace casi tres años contamos también con una línea llamada Simple by Trista, así como un área de proyectos especiales. Nuestro proyecto más reciente es Trista Homme. La idea de lanzar una línea masculina fue muy orgánica. Recibimos el año pasado la invitación de una feria en París para participar con ellos y decidimos que era el momento de atacar el mercado masculino. Nos gustó la idea, la analizamos, la estudiamos y definimos el proyecto en todos sus ámbitos (conceptuales, estéticos, comerciales, productivos, etc.). La idea tardó unos seis meses en desarrollarse. Aunque esta línea va dirigida a otro mercado (hombres) el proceso es exactamente el mismo. Sin duda, cada línea tiene sus características en cuanto a mercado, proveeduría, desarrollo, comercialización, comunicación muy particulares, pero la lógica y el sistema de trabajo es igual. Ambas líneas tienen el ADN de la marca y buscan procesos similares de trabajo con materiales de la más alta calidad.

¿Cuál es la filosofía principal detrás de su práctica?

Ser honestos y valorar el trabajo de todas las personas involucradas en él.

¿Cuáles son los principales retos o áreas de oportunidad en la práctica profesional del diseño contemporáneo?

Existen muchos retos. Evidentemente, para un diseñador en vías de crecimiento el principal es mantener el negocio siendo fiel a su filosofía de trabajo, pero existen muchos retos alternos que atañen al mundo actual: la sustentabilidad, la responsabilidad social, el interés por desarrollar la industria local, el compromiso con el cliente, entre otros.

¿Cuál es el principal vicio o desventaja del panorama nacional en cuanto a diseño se refiere?

Existen muchos vicios en el panorama de la moda nacional. Hablar de moda implica la planeación, insumos, desarrollo, producción, comercialización, distribución, comunicación, educación, prensa y un gran etcétera. En todas y cada una de estas áreas existen vicios. Algunos comunes en todo el mundo, otros particulares de la zona; algunos evitan el crecimiento de la industria y otros son fácilmente corregibles. El problema principal, desde mi perspectiva, no son los vicios, sino la falta de planeación conjunta que permita exigirnos, evaluarnos, mejorarnos constantemente y entendernos como una unidad.

¿Cómo describirías el proceso de diseño de la marca, los elementos esenciales de su propia metodología?

¿Quiénes tienen una práctica de diseño –en todas sus variantes– en México que merecen ser reconocidos por el público en general?

Sin duda, el proceso de diseño de Trista se basa en la investigación y en la experimentación continua sobre materiales de altísima calidad. Hay un fuerte trabajo artesanal en cada pieza y, por lo general, cada textil se estudia para transformarse en algo diferente. Nos gusta la delicadeza del detalle.

Soy de la idea de que toda marca o diseñador fiel a su visión, a sus valores, a su filosofía de trabajo, que ama y respeta su profesión y a su gente, merece ser reconocido. Hay tantos proyectos y diseñadores que sólo son juzgados por su resultado estético, mientras que olvidamos a la gente detrás de él.

¿Cuáles son los proyectos por los que es más reconocida la marca/el diseñador?

¿Cuál es un edificio o espacio que cualquier persona en la Ciudad de México debe visitar?

Hemos realizado infinidad de proyectos como una carpeta de investigación de tendencias aplicadas a productos, tendencias de color, desarrollo de exposiciones y hasta vestuario para obras. Sinceramente, no sabría decir cuál es de todos estos proyectos el que más reconoce la gente.

¡Existen muchísimos! El quiosco morisco en Santa María la Ribera, por ejemplo.

¿Cuál sería un proyecto que te gustaría hacer?

Nos encantaría hacer el vestuario para una gran película o una ópera. Todo con el concepto de la marca.



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L letras

Francisco Goldman:

“La muerte cambió mi escritura” Por Fernando Hernández Urias

Luego del éxito obtenido por la novela Di su nombre, el escritor norteamericano Francisco Goldman regresa a las librerías de nuestro país con El circuito interior: el relato de su esfuerzo por retomar el control de su vida y una crónica de algunos de los momentos clave en la historia actual de la Ciudad de México.

I.

Francisco Goldman nació en Boston, en 1954. Su madre era una mujer guatemalteca, católica y de clase media; su padre, un hombre judío, mayor que ella. Pasó gran parte de su infancia como un chico inocente en los suburbios norteamericanos que escribía historias de amor situadas en Nueva York, hasta que viajó a Guatemala, a los veintitantos años. Estudió Periodismo en el Hobart College y en la Universidad de Míchigan. Ha colaborado en diversos medios como The New Yorker, The New York Times, Harper’s, Salon, The Believer, Gatopardo, Etiqueta Negra y The Guardian, entre muchos otros. Además, es profesor de Escritura Creativa en el Trinity College. En 1992 publicó La larga noche de los pollos blancos, por la cual obtuvo el Premio Sue Kaufman a la primera novela de ficción. Le siguieron las novelas Marinero raso, en 1997, y El esposo divino, en el 2004. Las tres editadas por Anagrama, sello que también publicó, en el 2014, el libro de no-ficción El arte del asesinato político. Su obra ha sido traducida a 15 idiomas y, entre otros reconocimientos, ha sido finalista del Premio PEN/Faulkner de Ficción y becario de la Fundación Guggenheim, del Cullman Center y de la Academia Americana en Berlín. Durante la década de los ochenta, Goldman trabajó en Centroamérica como periodista freelance para diversos medios norteamericanos. Por aquella época también realizó sus primeros viajes a la Ciudad de México, un lugar que se volvería determinante en su vida. Ahí pasó mucho tiempo con su ex mujer, la joven escritora Aura Estrada, quien murió en un accidente mientras nadaba en una playa de Oaxaca, justo 26 días antes de su segundo aniversario de bodas. La novela Di su nombre (Sexto Piso, 2012) es resultado de esta experiencia. Se trata de un conmovedor testimonio sobre el amor, la pérdida, el vacío y la lucha que supone encontrarle un nuevo sentido a la vida todos los días. Un viaje hacia lo más profundo de un hombre al que se le pierde el corazón. Ahora, la editorial Turner publica el libro más reciente de Goldman: El circuito interior. La historia inicia en el verano del 2012, cinco años después de la muerte de Aura, cuando el escritor idea un excéntrico plan para superar su duelo y recuperar el control de su vida: aprender a manejar en las calles del Distrito Federal. Para hacerlo más divertido, Goldman dejaba caer su dedo al azar sobre las páginas de una Guía Roji y se imponía la meta de llegar hasta ese lugar manejando. Pero el libro es mucho más que eso. En él, se mezclan algunos de los recuerdos más íntimos de Goldman, varias palabras de cariño para sus amigos, reflexiones en torno a la clase política del Distrito Federal, el retrato de una sociedad joven inconforme (el movimiento #YoSoy132), un recuento exhaustivo de los peligros que enfrentan los capitalinos todos los días, y bastantes instantáneas de una ciudad cruel, caótica y violenta que nunca pierde la esperanza. Un verdadero viaje, ameno y divertido, por la historia reciente de la capital de nuestro país.

II

El circuito interior es un libro difícil de clasificar. En parte, una historia de amor que duele, una colección de recuerdos del DF, una serie de

crónicas sobre la política y otros horrores capitalinos… ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuáles eran tus intenciones al escribirlo?

Surgió de una manera bastante orgánica. Nunca fue concebido como libro. Eso es lo que me gusta de él, que se fue caminando solo pero no al azar. Siempre estuve muy consciente de seguir un estilo y una estructura desde los primeros pasos. En un inicio iba a ser una crónica para el New Yorker. Un texto sobre aprender a manejar en la Ciudad de México. Ese verano del 2012 era crítico en mi vida. Muchas cosas cambiaron. Yo sólo puedo decirte que estaba trabajando al principio con la idea de que iba a hacer esta crónica sólo para la revista, pero fue creciendo. Me gustaba el ritmo y yo tenía mucha energía; yo quería escribir, quería estar trabajando en mi novela. Así que de manera muy terca aproveché para canalizar toda esa energía en ese proyecto.

¿Por qué elegiste adoptar (o trabajar) el duelo como proyecto literario? ¿Había algún propósito detrás de ello?

Yo no veía nada más en mi vida. Hubiera sido imposible escribir sobre otra cosa. Cuando empecé El circuito interior yo ya estaba trabajando en una novela que no tenía que ver con el duelo, pero sentí que tenía que hacer otro libro sobre eso. Di su nombre lo escribí cuando el proceso estaba todavía muy reciente y después me di cuenta de que ya habían pasado cinco años y había cosas que quería contar.

¿Qué consecuencias ha tenido en tu obra y en tu pensamiento la utilización de la escritura como herramienta para elaborar un duelo tan complejo como el tuyo?

Esto suena muy paradójico, pero siento que estos libros (Di su nombre y El circuito interior), como obras literarias, no tienen nada que ver con trabajar el duelo. El duelo es algo que hice con mi terapeuta en mi vida personal. Lo otro es escritura. Para mí, lo más significativo es que trabajé muy duro en la primera novela para lograr un nuevo tipo de estilo, distinto al que había usado en libros anteriores. Más


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íntimo, más transparente, un poco menos vanidoso, texto más personal, en el que te expones, que en uno quizá. Nunca trabajo el duelo con la escritura. Escribo de algo que podría resultarte más distante? Di su nombre es novela porque yo no hice todo lo que sobre las cosas que me suceden, pero no es para descubrir algo sobre mí. Yo no creo que la escritura tenga una tiene que hacer un periodista, ser fiel a cada dato para función terapéutica. Incluso Di su nombre no me ayudó poder llamarlo no-ficción. No me interesaba nada. nada a salir del duelo. Lo empeoró, yo creo. Por ejemplo, si tenía que cambiar una fecha porque le ¿Cuánto te expones cuando escribes y cuánto guardas daba mayor resonancia emotiva, si tenía que mentir, para ti mismo? nunca sobre Aura, pero sobre mí o algo que hice, para Todos guardamos algo, pero no tengo ningún miedo de darle mayor efecto, lo hacía. El circuito interior fue un exponerme. Como le gustaba decir a Bolaño, hay que experimento. Busqué ser muy fiel a la verdad, primero tirarse al abismo, nunca protegerte de ti mismo. Tamporque empezó como crónica. Mientras que Di su nombre bién creo que mi escritura sería muy hipócrita si buscara empezó como ficción. En las primeras páginas, que protegerme. Nunca lo busco, no tengo vergüenza escriya no existen, yo estaba narrando desde la cárcel. Yo biendo. Pero hay secretos que guardo: cosas que sólo son estaba muy enfermo en esos meses e imaginaba que mías y que no hay razón para escribirlas. habían logrado meterme a prisión y estaba narrando ¿Qué descubriste de ti y del DF al escribir este libro? desde ahí. Nada mientras escribía. Cuando viví todas estas expe- En otras entrevistas has dicho que antes tenías la amriencias fue cuando descubrí cosas. Descubrí que puedo bición de escribir novelas muy elaboradas, pero ahora manejar, descubrí risas y carcajadas profundas. Me quieres hablar de las emociones. ¿Qué es lo que más te interesa de ellas? ¿Por qué el puse el reto de entender qué era cambio? lo que hacía tan especial esta ciuEscribo sobre las cosas que Sí. Me interesa crear una forma más dad para mí, por qué me gustaba tanto. Tuve que autoeducarme íntima. Mis primeras novelas estaba me suceden, pero no es para en la política de la ciudad. No se pensando: “¡Ah, qué chingona es descubrir algo sobre mí. Yo no la figura de José Martí! Cómo nos me había ocurrido que la política era un tema tan importante para ver verdades muy distintas creo que la escritura tenga una permite la gente del DF. Me di cuenta de de Latinoamérica y Nueva York. función terapéutica. Y quiero explorar esa contradicción que es parte de la identidad del que tiene parte de mi vida en esta defeño. Que ésta es la ciudad de la novela que va a tener toda esa visión”. Y ahora no hay oposición, que es la ciudad que resiste. Mi ciudad natal, nada de eso. Estoy feliz de haberlo hecho, pero ya no. Boston, tiene un poco de esto. Hay escritores que utilizan la escritura como catarsis, Ahora estoy interesado en tratar de entender qué ha sido para sacar de su sistema alguna inquietud o malestar. de mi vida, porque me siento un poco mal de no haberla En tu caso pareciera que tanto El circuito interior como explotado como debería. He vivido muchísimas cosas y Di su nombre son esfuerzos por no olvidar. ¿Es así o te no lo he tocado. Y algunas cosas son muy difíciles y me sucede al contrario? Si sí, ¿por qué es importante para gustaría tratarlo de una forma más íntima.

ti tener tan presente este suceso doloroso?

¿Cuáles son los aspectos que más te fascinan del DF

No son catárticos. No me imagino a un psicólogo dicién- y cuáles los que más te desagradan? ¿En el tiempo dole a su paciente que haga esas cosas. Yo escribí en ese que has vivido aquí, cuál ha sido la transformación más momento porque no escribir era caer en el abismo. Uno evidente que has presenciado? Todo está en el libro. Primero mis amistades. Es mi vida escribe de lo que está moviéndote en ese momento. No y es la vida que he hecho. Me gusta mucho. Lo hice antes pude haberme concentrado en otra cosa. ¿Cómo hacer para convertir algo tan personal en algo de Aura, con Aura, después de Aura, y ahora con Jovi. universal y atractivo para los demás donde otros se Aquí tengo los mejores amigos del mundo. Los amo. puedan reflejar? Nueva York es una ciudad en la que para tener dignidad No sé. No hay receta. Una buena escritura, ojalá. En tienes que ser rico. Casi tienes que ser blanco-blanco o Aura yo tuve un gran sujeto. Era extraordinaria. Una judío-judío. No me gusta la cultura ahí. Desde que llegué. Y no soy el único que se siente así. Estaba leyendo cosa muy importante en Di su nombre es que nunca me un ensayo biográfico sobre Saul Bellow, quizá mi escridejé llevar por una escala. Yo no estaba tratando de hacer tor gringo favorito, y dice que nunca sintió cariño por una versión positiva de Aura. Yo sabía que ella, con toda Nueva York, que le gustaba Chicago. A mí me gustan su complejidad, era el ser más atractivo que he conocido las ciudades más abiertas, con energía menos definida. en mi vida, entonces compartir eso, me imagino que para Nueva York está tan definido, todo es tan dinero, poder, un lector es interesante. Nunca se me ocurrió esconder éxito, etnia. Tú me dices tu etnia y yo te digo quién eres; partes de su personalidad. Yo quería hacer el retrato más así piensan los neoyorquinos. Para alguien tan mezhonesto, fiel, que se pudiera hacer. Y ahora en este libro clado como yo eso no es muy ameno. Aquí es mucho igual. Si caigo mal, caigo mal. ¿Qué es lo que te parecía más importante de contar más abierto. La vida es mucho más abierta. Hay una esta historia? energía increíble aquí y mucha creatividad. Varias cosas. Yo no puedo separar el contenido de la ¿Qué tanto has cambiado, como escritor, desde la puforma. Para mí la forma en que está escrito es lo más blicación de tu primera novela hasta ahora y qué es lo importante. Y ojalá la forma en que está escrito comu- más importante que has aprendido? nique una experiencia, una manera de ver la Ciudad de Lo más importante que he aprendido es la muerte. México y una manera muy mía de vivir aquí en plenitud. Cuando murió Aura cambió todo. Siempre uno cree ¿La imaginación no se convierte en un lastre que te que conoce la pérdida. Porque tu papá murió o algo así. hace extrañar a Aura aún más? (Lo que hubiera sido…) Mi papá no era el centro de mi vida y tenía 94 años. Yo Sí. Es horrible imaginar qué hubiera sido la vida. Y ahora vi mucha muerte en Centroamérica, pero no era gente tengo el deber y la felicidad de poder imaginar otra vida, que fuera el centro de mi vida. Fue hasta que vi mi vida porque me casé de nuevo. destruida por una pérdida, cuando luché durante tanto Has publicado novelas, textos de no-ficción y ahora este tiempo para aprender a amar y perder a esa persona que par de libros mucho más personales, autobiográficos me había enseñado a amar. Eso cambió mi escritura. Y casi. ¿Cuál es la principal diferencia al trabajar en un ahora sí sé amar.

Novedades editoriales Por Fernando Hernández Urias

Un paraguas. Will Self. Siruela. Madrid, 2015. 328 páginas. 562 pesos. En 1971, el psiquiatra Zachary Busner, empleado del Friern Hospital, se topa con un caso extraordinario que atrapa su atención: Audrey Dearth, una mujer inglesa de clase trabajadora, lleva desde 1918 sumida en un coma profundo. Para despertarla (junto con otros pacientes que comparten los mismos síntomas), Busner recurre a un tratamiento experimental a través de una droga nueva y poderosa. Al mismo tiempo, Will Self nos lleva al pasado para narrar la historia de la familia Dearth, a finales del siglo XIX, antes de la primera gran guerra que conmocionó al mundo entero. Y también viajamos al futuro, hasta el año 2010, cuando Busner ya es un viejo que está a punto de perder la memoria y que recorre Londres en busca de las claves que le ayuden a comprender el caso más significativo de su carrera. La novela, celebrada por la crítica internacional, fue una de las finalistas del prestigioso Premio Booker en el 2012.

Maldita. Chuck Palahniuk. Literatura Random House. México, 2015. 336 páginas. 289 pesos. Tras ocho meses en el infierno, Madison Spencer, la pequeña de 13 años con sobrepeso que protagonizó la novela Condenada, aprovecha el día de Halloween para viajar al mundo de los vivos con algunas travesuras en mente. Pero lo que comienza como una gran aventura, se convierte en una pesadilla cuando la adolescente no consigue regresar a tiempo al inframundo a bordo de su Lincoln Town Car y se convierte en un fantasma, obligada a vagar por la Tierra. A través de un blog, Madison relata las infidelidades de su padre y las complicaciones que supone ser un fantasma, porque atravesar paredes y puertas no es tan fácil como los vivos creemos. Pronto, la pequeña descubre que Satanás está detrás de todo y que tiene un plan que la incluye a ella y a sus padres para “desencadenar el final de los tiempos”. Maldita supone el esperado regreso de un Palahniuk ácido, oscuro, adictivo y divertido.

Jaguar negro. Lucrecia Zappi. Pollo Blanco. México, 2014. 250 páginas. 150 pesos. Beatriz tiene 19 años y estudia Botánica. Por fin, tras varios meses de planeación, decide dejarlo todo atrás (la escuela, sus amigos, su ciudad, su familia) para viajar de São Paulo a Chapada Diamantina, una espectacular región brasileña llena de ríos y vegetación exuberante. A pesar de todos los riesgos que esta aventura supone, la protagonista tiene un objetivo firme: va en busca de su padre, un hombre del que sólo conoce su nombre, José Guerra. Entre varios recuerdos de su infancia y una serie de reflexiones en torno a distintos temas, la protagonista va descubriendo al hombre que le dio la vida y a su familia. Pero además, el viaje le permite descubrir quién es, quién quiere ser, cuáles son las cosas importantes de la vida y que nuestra existencia está llena de riesgos que vale la pena correr. El libro se puede adquirir a través de la tienda virtual de la editorial.


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Las enseñanzas de Sensei Por Felipe Rosete En Kokoro, el escritor japonés Natsume Sōseki explora las heridas que dejan la inquietud moral y el amor. La melancolía de Sensei, uno de los personajes principales de esta obra publicada en 1914, es análoga a la que vivimos todos los hombres contemporáneos. Y tiene ver con todo aquello que hemos perdido en un mundo que ha derribado los antiguos valores a favor del interés egoísta.

K

okoro, el título de la última novela escrita por el japonés El narrador lee el resto de la carta Natsume Sōseki en 1914, es un término que en japonés en el tren que lo llevará a la capital. De puede significar “corazón, mente, alma, sentimientos”. él no se sabe más en la novela, que en La compleja relación entre todos estos elementos que nos este momento se transforma en el tesconstituyen como humanos es precisamente el núcleo de esta timonio y las enseñanzas de Sensei. Su fascinante historia, considerada una de las más grandes obras vida está marcada por una doble traide la literatura japonesa, llena de contrastes, tensión, ritmo y ción, familiar la primera, amistosa la segunda. En ambas impera la ambición: profundas reflexiones. El narrador es un joven originario de un pueblo rural cer- en la primera por el dinero, en la cano a Tokio, ciudad a la que recientemente ha emigrado para segunda por la posesión del objeto del realizar sus estudios profesionales en la Universidad Imperial. deseo: una hermosa mujer. Si en la priEn uno de sus periodos vacacionales conoce a Sensei, un tipo mera él es la víctima, en la segunda es misterioso y taciturno con quien el narrador entabla amistad el victimario. En todo caso, las huellas de ambas serán cada vez más profuny quien se convertirá en su maestro. Como joven que es, el narrador quiere conocer el mundo, das. Su peso irá creciendo más y más descifrar los caminos para adentrarse en él, y sabe que para ello hasta convertirse en algo insoportable. la universidad no es suficiente. En las pláticas con Sensei, en La desconfianza inicial hacia la especie sus caminatas por una ciudad que aún mezcla lo urbano con humana terminará por convertirse en lo rural, en la contemplación de los paisajes y la belleza de la asco, primero respecto a los demás, naturaleza, y sobre todo en las confesiones de su nuevo maestro después hacia él mismo. La paranoia de ver en el otro a un posible traidor habrá de encontrar esa guía. Pero algo extraño le ocurre a Sensei: no trabaja, no tiene un se convierte en una angustia creciente oficio. Pocas veces sonríe. Es una persona aislada del mundo, que se va alimentando de sus incesanque sólo mantiene contacto con su esposa y con el narrador, tes pensamientos. La conciencia de ser y que no sale de su casa, excepto para ir al panteón una vez al él mismo un traidor deviene en una mes a visitar la tumba de un amigo. Ni siquiera los libros lo culpa lapidaria y tiránica. Los secretos consuelan. Tiene asco hacia la humanidad y hacia una sociedad terminan por desvelarse. El destino se japonesa, la del Imperio Meiji, que está en proceso de occiden- consuma según lo ya escrito. talización y en la que el dinero se empieza a imponer como El testimonio de Sensei es el de principio rector de la vida. toda una época. “El dinero lo estropea Esta misma transición es experimentada en carne propia todo. El más moral de los hombres se por el narrador, escindido entre el calor del hogar familiar y convierte en un villano bajo el poder del su solitaria aunque independiente existencia en una de las dinero”, le dice en una de sus charlas a su discípulo. Estropea primeras y más importantes ciudades su vida porque le impide volver a confiar en nadie más. Y esa desconfianza modernas del continente asiático. Muy lo va a hacer ocultar sus sentimientos a su pesar, tras graduarse en la univerSi es una novela sidad, regresa a su pueblo a cuidar de hacia la mujer amada. Lo que a la larga su padre, que padece una enfermedad fundamental de la literatura lo conducirá a un hundimiento mayor mortal, aunque su estado no es del todo japonesa es porque refleja el y, en última instancia, a quedar “enterrado en vida”. Atrapados entre el pasado grave. Por el contrario, parece estar muy y el futuro, los “nuevos hombres”, como animado y enérgico con la presencia de impacto de la occidentalización Sensei, terminan por sucumbir ante la su hijo. La muerte del emperador Meiji de su país en la vida de sus confusión de un mundo que ha derribado y el casi inmediato harakiri del general los antiguos valores a favor del interés Nogi para seguirlo al más allá afectan pobladores, proceso que, antes egoísta. Por eso también en él las muerterriblemente al padre del narrador, o después, fue replicado en tes del emperador y su general tienen un al grado de que a partir de entonces él fuerte impacto. Marcan el fin de la traditambién parece entregarse a la muerte. prácticamente todo el mundo. ción. La melancolía de Sensei, la oscura Su salud se deteriora terriblemente. Sin embargo, el narrador decide regresar a Tokio en ese momento. sombra que se postra sobre él, es análoga a la que vivimos los Ha recibido una larga carta de Sensei en la que se lee: “En una hombres contemporáneos. Y tiene que ver con todo aquello ocasión me preguntaste por mi pasado y no tuve el valor de que hemos perdido: la solidaridad, la amistad, el sentido de responderte. Sin embargo, creo que ahora he alcanzado la liber- lo colectivo, la moral, el honor, la lealtad, el valor de la palabra tad necesaria para hacerlo con toda claridad. Esta libertad, no dada, la honestidad, la confianza en el otro. Su testimonio es el obstante, es circunstancial y podría perderla si espero a que de un ser con los nervios destrozados, carcomido por la duda, regreses a Tokio”. poseído por una fuerza oculta e indomeñable a la que hoy lla-

Kokoro

mamos inconsciente, y a la que, como él, gritamos: “¿Por qué me atormentas? ¿Por qué?”. Como muchos de nosotros a cien años de distancia, Sensei se siente prisionero de sí mismo, de sus demonios, de sus pensamientos. Y no encuentra la salida. Ni el amor logra redimirlo. Si Kokoro es una novela fundamental de la literatura japonesa es porque refleja el impacto de la occidentalización de su país en la vida de sus pobladores, proceso que, antes o después, fue replicado en prácticamente todo el mundo. Por ello, las enseñanzas de Sensei rebasan las fronteras del país del sol naciente; están destinadas a todo aquel que sepa escucharlas. Son una advertencia contra los nuevos principios rectores, viejos ya para nosotros, cuyas consecuencias hoy son más visibles que nunca. Si no queremos acabar como él, hay que intentar, como individuos y como sociedad, seguir un camino distinto. No existe un camino correcto y único, pero hay que aprender de los ya transitados tanto por nosotros mismos como por otros hombres, sociedades y épocas. Quizá un buen comienzo es reconciliarnos con el mundo, aprender nuevamente a mirarlo y contemplarlo, y en su belleza vernos reflejados. Extender, como hace el narrador, nuestras alas imaginarias para volar y deleitarnos con la visión que podamos tener desde las alturas.



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E escena

La desinhibición como una forma de locura Por Mayté Valencia

¿Qué significa la locura?, ¿cuál es la diferencia entre las personas internadas en un psiquiátrico y las que están fuera de él?, ¿no es el teatro un espacio ficcional donde también se despiertan los impulsos, obsesiones y libertades más alucinantes? Reincidentes, de Alonso Ruizpalacios y David Gaitán, explora el tema.

El

público se coloca en un círculo. Son pocos, apenas cuarenta, y entre ellos también están los actores. La disposición recuerda a una terapia grupal donde hay una aparente equidad: todos pueden escuchar y observar a todos. La terapia va dirigida a personas que padecen el síndrome Tourette, aunque en este caso, no se trata de verdaderos enfermos, sino de personas que simulan tener este síndrome para así acceder a todo lo que no pueden o no se atreven a decir. El grupo estancado entre la incomunicación y la indiferencia se convierte entonces en la entrada de una nueva forma de libertad social en la que cada uno de los espectadores está inmerso. “Una de las búsquedas principales es borrar la frontera entre el público y los actores; confrontar los prejuicios en torno a la enfer-

medad mental”, explica en entrevista Alonso Ruizpalacios, quien tras el éxito de su película Güeros, regresa a su disciplina cardinal: el teatro. “Como compañía es algo que hemos hecho bastante y con este montaje lo que buscamos es generar un momento de convivencia íntima con el espectador, por eso hacemos obras donde quepa poca gente. Tampoco es un teatro donde obligamos al público a hacer algo, porque los montajes así, donde te hacen participar a huevo, tampoco me gustan.” Como en su primer montaje, El beso de Antón Chéjov, en Reincidentes, la compañía Todas las fiestas de mañana genera una propuesta en la que el espectador se vuelve un cómplice más. En este caso, con la disposición del espacio, ya hay una participación implícita del público: son pacientes


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“No quisimos hacer un teatro escapista […] el mismo texto plantea ese

cuestionamiento: ¿qué valor tiene hoy hacer ficción de cara a lo que está atravesando al país?, ¿qué puede aportar y qué sentido tiene hacer cosas que podrían parecer divertimentos pequeñoburgueses?”

y se hallan en una terapia, ¿qué los diferencia entonces del otro, del enfermo? “Una de las reflexiones que va ocurriendo es cuestionarse sobre qué es la normalidad y qué es la locura”, explica Ruizpalacios. “Lo interesante es que logramos insertar este pensamiento dentro de un marco político. No quisimos hacer un teatro escapista, o hacer una ficción y desatender lo que está ocurriendo en México hoy en día. Incluso el mismo texto plantea ese cuestionamiento: ¿qué valor tiene hoy hacer ficción de cara a lo que está atravesando al país?, ¿qué puede aportar y qué sentido tiene hacer cosas que podrían parecer divertimentos pequeñoburgueses?”. En este punto, el director cuenta una anécdota en la que el ministro británico Winston Churchill respondió –cuando le pidieron que recortara el presupuesto de la cultura durante la Segunda Guerra Mundial–: “¿Entonces para qué estamos peleando?”. “Estoy muy de acuerdo con eso”, explica Ruizpalacios. “En estos tiempos de emergencia cobra mucho más sentido la continuación de la cultura y de la poesía. Y no nada más me refiero a piezas que estén politizado, sino a todas las manifestaciones culturales. Tiene sentido seguir haciendo lo que hacemos porque que ayuda a sensibilizar a la gente, es un espacio para reflexionar y sentir; y a veces eso es lo que más se necesita en estos momentos.” Reincidentes es una experiencia escénica que surge a partir de los relatos clínicos de Oliver Sacks, neurólogo británico que ha escrito y estudiado diversos trastornos psicológicos. De los libros de Sacks han surgido películas, documentales y óperas, también teatro. La agrupación mexicana parte en específico del síndrome de Tourette, ¿cuál fue el interés de hacerlo? “Es un síndrome muy teatral, hay una especie de posesión en la gente que lo padece”, refiere el director, que escribió la puesta en escena junto con David Gaitán, director y dramaturgo mexicano cuyo trabajo es de los más sobresalientes de la cartelera teatral actual. Una posesión –abandono– tal como la que experimentan los actores al encarnar a ciertos personajes. Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos repetitivos, estereotipados e involuntarios, así como tics vocales o motores, donde algunos de los más graves son golpearse la cara, la coprolalia (decir obscenidades) o ecolalia (imitar lo que dicen otras personas). “Básicamente es una profusión de dopamina en el cerebro y se traduce en un exceso de energía nerviosa. Lo usamos porque fue una manera de adentrarnos en el tema de la enfermedad, los padecimientos mentales y los prejuicios que hay en torno a ellos.” En uno de sus relatos, Sacks describe al Tourette como el síndrome de la desinhibición,

ya que los pacientes poseen personalidades muy frontales: dicen lo que piensan, sin un filtro, en cierta forma, son libres en su propia realidad. “Me pareció que es una metáfora del teatro, que es un espacio de libertad acotado, un lugar donde puedes decir y hacer lo que quieras, comportarte de una forma antisocial o políticamente incorrecta. Asimismo, el síndrome tiene mucho que aportar a la comprensión del comportamiento humano y a esta cuestión de vivir bajo reglas de la sociedad”, explica Ruizpalacios. El espectáculo es azaroso, no lineal, lúdico. Dentro del círculo, por encima de la cabeza de los espectadores se perciben imágenes y destellos vívidos. La búsqueda estética pretende emular, mediante la disposición espacial, musical y el videoarte, el cerebro humano: la cabeza de un touréttico con todas sus interrupciones y excesos de impulsos eléctricos. El escenario, conforme avanza la pieza, poco a poco se va llenando de la basura mental y deshechos inconscientes que los actores arrojan en un desenfadado gesto de libertad y desinhibición. La dirección de los intérpretes (Sophie Alexander Katz, Esmirna Barrios, Raúl Briones Carmona, Francia Castañeda, Pablo Chemor y Leonardo Ortizgris) se inclina por una actoralidad natural y orgánica que, además, implica un gran esfuerzo físico y mental. El elenco corresponde adecuadamente a las exigencias al encarnar las compulsiones, espasmos y contracciones de los pacientes. La musicalización en vivo es otro elemento en el montaje. De acuerdo con Oliver Sacks, las percusiones son el único instrumento que logra calmar a los enfermos. En la puesta en escena, éstas corren a cargo de Diego Espinoza, quien ha tocado con músicos de la talla de Pierre Boulez. La música se convierte en un elemento fundamental para generar una atmósfera onírica y desequilibrada. En cuanto al proceso creativo, Ruizpalacios explica que se trató de un verdadero laboratorio escénico, con cambios y reescrituras a la marcha, dramaturgia corporal, juegos y experimentaciones. Asimismo asistieron al Instituto de Neurología, donde tuvieron contacto directo con algunos pacientes que sufren este trastorno. “Me interesa jugar con la forma, con la metaficción y usarlo como una herramienta para entender mejor la realidad actual, hacerse preguntas”, refiere el director de este montaje en el que vivir y acercarse a la experiencia es esencial. Un teatro que habla sobre sí mismo y cuestiona su pertinencia en el contexto sociopolítico actual; que exalta una libertad utópica en donde todos pueden decir y hacer lo que quieran sin importar la normatividad moral y ética de la sociedad, sin la censura —y autocensura— a la que se vive sometido.

mutis Creadores de la maquinaria escénica Por Mayté Valencia

Félix Arroyo

E

gresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Félix Arroyo es uno de los iluminadores más jóvenes y activos de la cartelera teatral mexicana. Su carrera profesional inició con el pie derecho: como asistente de Alejandro Luna en un montaje de la Compañía Nacional de Teatro. Desde entonces ha trabajado con directores y escenógrafos, como Matías Gorlero, Alejandro Ricaño, Martín Acosta y Mauricio Jiménez.

Has trabajado con personas muy destacadas dentro del diseño escénico como Alejandro Luna. ¿Cuál ha sido el aprendizaje y, a partir de ello, cómo inicias tu propia búsqueda? Con el maestro Luna prácticamente conocí lo que nunca había aprendido en la escuela, ya que nos enseñaban algo más viejo y él desarrolló un método propio y nuevo. Después, Matías Gorlero también me contrató como asistente y su método es completamente distinto a lo de Luna, él es más empírico y Alejandro más teórico. Para mí tener esos dos métodos fue como una maestría en iluminación porque son de los escenógrafos más activos y, en el caso de Luna, es el más importante.

¿Cómo defines la iluminación teatral? Me ha quedado claro que la luz es todo en el teatro. Puede haber teatro de calle, con la luz natural, pero en la oscuridad ya es otra cosa: si no hay luz, no hay nada. Cuando se concibe el diseño escénico —escenografía, multimedia, vestuario, etc.—, se tiene que pensar forzosamente en la luz y así llegar a un punto donde todos los diseños tengan una armonía. La luz te puede tirar una obra, te lleva a un tono, te puede hacer algo aburrido: es el elemento que genera la atmósfera que entra por el ojo del espectador, más allá del texto. La luz es lo que el público decodifica sin escuchar nada, de ésta depende si se entienden o no las escenas donde hay puras acciones.

¿Cómo es tu proceso para crear la luz en una obra? La luz es en lo último en lo que pienso. Primero pienso en el texto, en el tono, en si la obra está bien concebida o no, si el director tiene la misma visión que yo. Casi siempre hago escenografía e iluminación juntas, entonces primero parto del espacio y de la interacción de los actores/personajes con éste. Paralelamente imagino las posibles atmósferas, sin embargo, lo técnico lo resuelvo hasta el final.

¿Cuáles son los retos que tiene el diseño escénico en México? Cuando estudié teníamos un plan de estudios antiguo, ahora ya lo renovaron y entraron nuevas especialidades. Hace poco me invitaron a una plática con los egresados de mi generación y yo dije que estaba a favor de la especialización, pero en contra de la reducción del tiempo de ésta; es decir, creo que una persona que se quiere dedicar a la iluminación teatral debe cursar una carrera de teatro. La especialización debe ir mucho más allá de las herramientas técnicas, ya que eso se aprende con la práctica. Además, la tecnología siempre nos rebasa. Sin embargo, entender el teatro, la dramaturgia, los métodos actorales y las propuestas de dirección sólo se puede hacer en una escuela de teatro. Dice Matías que los que hacemos luz no somos artistas, sino artesanos; y un artesano justo aprende las cosas de la herencia familiar, de la oralidad, porque también la luz es algo muy abstracto y justo esa cualidad es la que obliga a que uno aprenda a dialogar con el texto, con el director y los actores. Si no se aprende eso, no se puede iluminar seriamente.


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Escenas de una vida en pareja Por Alejandro Velázquez

fotos: emilia duclaud

Las preocupaciones de los jóvenes actuales son distintas a las que tuvieron las generaciones anteriores. El futuro pinta un panorama incierto y decadente; parece que el goce personal es más importante que cualquier otra cosa; entonces, ¿para qué tener un hijo? Ésta es la pregunta que, de forma cómica, se lanza al aire en Pulmones.

U

na conversación acalorada en un Office Depot atrae de pronto la mirada de los consumidores; la mayoría de las palabras en este disturbio son muchos “pinches” y unos cuantos “no mames, no aquí”. Triste y paradójicamente risible, en este jaloneo verbal no se escucha a un matrimonio mayor, al contrario, proviene de una pareja muy joven que debate una pregunta que a generaciones enteras parece pesarles: ¿Y si tenemos un hijo? Lungs es una obra de teatro del dramaturgo y director británico, Duncan MacMillan, uno de los escritores ingleses recientes más premiados de la última década. Ha sido reconocido no sólo por su estilo ágil, sino

Pulmones

Foro Lucerna Lucerna 64, esq. Milán, Juárez Lunes y martes, 20:45 horas Entrada: 300 pesos Adolescentes y adultos

también por la variedad de temas que toca, así como la mezcla de géneros que ha procurado abarcar, en los que se aprecia un interés por recorrer distintas épocas, incluyendo un futuro probable. Roberto Cavazos, actor de la recién integrada compañía de teatro La Chinchilla, tradujo esta obra al español mexicano y la bautizó con la traducción literal de la original: Pulmones. La comedia con tintes dramáticos sitúa al espectador en la neurosis de una pareja de adultos jóvenes bien acomodados: una estudiante de doctorado y un muchacho que toca en una banda por las noches. Imaginar tener un hijo provoca preguntas sobre las consecuencias de criarlo, así como los motivos para no hacerlo. Si bien es cierto que la pieza resulta cómica por las incesantes preguntas del personaje femenino y las contrariedades en las que se envuelve la pareja, en ellos se reflejan las preocupaciones de generaciones actuales que se enfrentan ante la incertidumbre de lo que acontecerá en el futuro. La proeza de Pulmones radica en llevar estas preocupaciones al grado de la ridiculez para hacer reír al espectador e invertir la situación paulatinamente conforme las inquietudes y los miedos de los personajes se transforman en tensiones. Para esta puesta en escena Alberto Lomnitz, uno de los directores más importantes para el teatro mexicano actual, propone una estética ágil y minimalista. A partir del uso de dos bancos, dibuja en la mente del público ciertos escenarios ficticios e incorpora un ritmo rápido en las transiciones y el traslado de los personajes por todo el escenario. El director trabajó en colaboración con La Chinchilla y, en entrevista, menciona que fue muy rápida la manera de guiar al grupo, ya que fueron tres semanas de trabajo intensivo

“La proeza de Pulmones radica

en llevar estas preocupaciones al grado de la ridiculez para hacer reír al espectador e invertir la situación paulatinamente conforme las inquietudes y los miedos de los personajes se transforman en tensiones.”

en la Ciudad de México y una semana en la que los actores trabajaron en el extranjero por su cuenta. De acuerdo con Lomnitz, “la obra expresa preocupaciones generacionales que en mi juventud no existían, como la incertidumbre ante un futuro casi apocalíptico. Y estos síntomas los he observado en otros trabajos mexicanos, como el de la compañía Lagartijas Tiradas al Sol”. En el trabajo actoral, Ana González Bello, quien interpreta a Ella, explica que su personaje “está escudado detrás de su inteligencia, pero en realidad es una niña muy sensible, con muchos miedos”; también menciona que es un reto para ella “pasar por una montaña rusa de emocines sin cortes.” El actor Roberto Cavazos, por su parte, desarrolla a Él, otorgándole una personalidad sencilla, la cual contrasta con la complejidad de su compañera. ¿Qué se acabará primero, el mundo o la pareja en turno? Cualquiera que se sienta sofocado por una relación o por el estado de las cosas, en esta obra encontrará un respiro de alivio: sabrá que no está solo. Vale la pena hacer una pausa y respirar hondo.



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C comida

Otra disertación sobre el cochinillo asado Por Alonso Ruvalcaba

El ensayista Charles Lamb, escribió que de todas las delicias de este vasto mundo comestible, el cochinillo rostizado es la más delicada. ¿Cómo descubrió la humanidad este portentoso plato?

¿Un

plato se crea o se descubre? Hay platos que parecen naturales, casi inevitables. Otros parecen haber sido descubiertos por accidente, como las palomitas de maíz, las papas fritas o el lechón asado. La humanidad, dice la divertida Dissertation upon Roast Pig (1823) de Charles Lamb, que dice un manuscrito chino, que durante los primeros setenta mil evos el ser humano comía la carne cruda, arrancándola con los dientes o las uñas del animal aún con vida, “tal como lo hacen en Abisinia en nuestros tiempos”. El manuscrito dice también que el arte del rostizado, “o más bien del asado, su hermano mayor”, fue descubierto de la siguiente manera. Ho-ti, criador de cerdos, salió una mañana al bosque a conseguir bellotas y otros frutos para sus bestias. Bo-bo, el mayor de sus hijos, el más grande de tamaño pero también el más torpe, quedó encargado de la granja; aficionado a andar jugando con fuego (as younkers of his age commonly are, dice Lamb), encendió sin querer un montoncito de paja y esto creó un incendio que pronto se extendió a todas partes de aquella pobre mansión, hasta que la redujo a cenizas. Más triste que la demolición de la granjita, que el padre podría relevantar rápidamente, fue la pérdida de una camada de

nueve cerditos recién nacidos. “Los cerdos de China han sido tenidos en alta estima, como un gran lujo, desde los tiempos más remotos”, anota Lamb, como una invitación al gastroturismo. Mientras el inocente Bo-bo ponderaba con enorme consternación los hechos, sacudiendo las manos entre el humo emitido por aquellos tristes animales, un aroma le asaltó las narices. Un aroma distinto a todos los perfumes que había percibido antes: no se parecía a ninguna hierba buena o mala, a flor alguna. No era el olor de granjita quemada —ésta no era la primera vez que ocurría el accidente—. Una humedad premonitoria mojó su labio superior. No sabía qué pensar. Halló uno de los cerditos; agachóse a tocarlo, en busca de un poco de vida: se le quemaron los dedos y, para aliviar el ardor, los llevó a su boca; un poco de la piel del cerdo se había pegado a las yemas. Agrega Lamb: “Y por vez primera en su vida (y en la vida del mundo, pues antes de él no había un hombre que lo conociera) Bo-bo probó ¡piel hecha chicharrón!” Volvió a tocarlo, volvió a quemarse, volvió a probar. La verdad fue

abriéndose a su lento entendimiento: era el cerdo el que emitía ese olor. Y era delicioso. Bo-bo se rindió al recién nacido placer: se tiró al suelo, devorando bestialmente aquellos cochinillos. Entonces volvió su padre y después de maldecir la torpeza de su hijo probó la piel de los animales. Etcétera. De Quincey le sigue la broma a Lamb en Dinner Real and Reputed (Blackwood’s Edinburgh Magazine, 1839). Sólo altera algunos nombres de la leyenda y comenta: “Los resultados fueron memorables para la futura China y para toda la futura civilización. Ching Ping (Bo-bo) hizo las paces con su padre a cambio de un trozo (la tradición dice una pata) del nuevo plato. El padre quedó tan maravillado con el descubrimiento que una vez al año quemaba su casa para hacer un banquete anual de lechón asado. Un personaje inquisitivo, un tal Chang Pang, lo supo y también quemó su casa con un cerdo en ella. El secreto se ocultó mal, el descubrimiento se divulgó, se mantuvieron muchas conversaciones importantes y las casas empezaron a arder en todos los rincones del Imperio Celes-

“El DF, como China y tal

vez el resto del mundo, vive un enamoramiento de permanencia voluntaria con el lechón rostizado.”


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El rincón de BURGERMAN @burgermanmex restaurante semioaxaqueño también respingadísimo. Hay un estupendo bloquecito de lechón crujiente en Oli (Querétaro 225, Roma), mojado con una salsa de naranja y clavo. Hay un “cochinillo de tres semanas” de Astrid & Gastón (Tennyson 117, Polanco; T 5282 2666), viene con una reducción de sus jugos con cacao y una especie de tacu tacu de frijoles. Y hay un lechón asado con “mole rosa” en Rosetta (Colima 166, Roma; T 5533 7804) en el que participan flor de jamaica, hoja santa y hierbabuena…

~ De todas las delicias de este enorme mundo comestible —dice Lamb en su disertación— sostengo que el cerdo rostizado es la más delicada. No el crecido porcato, entre un lechón y un puerco hecho y derecho; sino el tiernísimo cerdito mamón, más joven que una luna, inocente de pocilga, no manchado aún por el amor de la inmundicia, que es el pecado original de su más antiguo ancestro; el puerco de voz no rota, apenas un gritito infantil, tenue preludio de un gruñido. Y debe ser rostizado: que tial. Las oficinas de seguro tomaron cartas en el asunto”. Un no se sacrifique su exterior tegumento. No hay un sabor tal Chong Pong fue aprehendido cuando le prendió fuego a comparable al del cochinillo rostizado, al de su piel bien una habitación (tras encerrar en ella a un lechón) y llevado cuidada, crocante, leonada, no sobreasada. Los dientes ante un juez por el delito de incendio provocado. “El juez invitados a vencer su resistencia tímida, quebradiza, con de Pequín pidió se le diera una pieza de lechón rostizado, el su oleosa sustancia —¡no la llamen grasa!; no es grasa: corpus delicti, y la pura curiosidad lo hizo probarlo. Dos días es el anticipo de una grasa, es la flor tierna, el capullo después la casa de Su Señoría también había sido incen- de una grasa; la resistencia de la piel del marranito de diada… En pocas palabras, toda China se convirtió a la tres semanas, que llega en el plato como en una segunda nueva fe; y no fue hasta que hubieron pasado algunos siglos, cuna, con esa ternura y esa esperanza… un hombre de genio prodigioso estableció la segunda era en la historia del lechón asado, al demostrar que se podía conseguir el mismo efecto sin tener que quemar casas.”

~ El DF, como China y tal vez el resto del mundo, vive un enamoramiento de permanencia voluntaria con el lechón rostizado. En La Buena Barra (Aristóteles 124, Polanco; T 5280 6699), restaurante llegado de Monterrey a la ciudad, lo asan al ataúd: en caja de madera y fierro, con el carbón encima. (El ataúd también se llama “caja china”.) En Torre de Castilla (Esopo 31, Polanco; T 5281 0906), Casa de Castilla (Revolución 1465, Campestre; T 5661 0772) y el Centro Castellano (Uruguay 16, Centro) se asa en horno de leña, lo que le da un olor precario, antiguo, en todo similar al que olió Bo-bo en la vieja leyenda; en el Casino Español (Isabel la Católica 29, Centro; T 5510 2967) lo hornean “al estilo Segovia”, alto en romero, lo mismo que en La Rúa de la Criolla (Julio Verne 90, Polanco; T 5280 2386), salvo que en éste lo hacen para el fin de semana, completo (a 1,200 pesos hasta parece barato); en Casa Portuguesa (Emilio Castelar 111-A, Polanco; T 5281 0075) hornean el lechón o leitão “al estilo bairrada”, es decir con un unto de manteca y ajo después de, idealmente, haber rellenado la bestiecilla con una salsa de perejil. El cochinillo asado de Zeru (Avenida de la Paz 37-B, San Ángel; T 5550 9544) es uno de los mejores platos de ese restaurante, a su vez uno de los mejores restaurantes del sur de la ciudad. Hay tacos de lechón al horno en Porfirio’s (Masaryk 214, Polanco; T 5280 1494), cantina respingada, y en Chapulín (Campos Elíseos 218, Polanco, T 5327 7700),

Partners & Brothers. Colonia Roma

D

ebí suponerlo desde el nombre: demasiado parecido al de, por lo menos, otro par de restaurantes de hamburguesas. Pero la verdad es porque soy débil. Facilote. Debí de haberlo anticipado una vez sentado en el lugar, ante su decoración y ambiente, igual a mil otros. Pero es que ya había estado en muchos lugares muy parecidos donde, curiosamente, lo genérico no afectaba a la comida (basta ver la reseña de B-Town). Eso me pasó con Partners & Brothers, de muy reciente apertura, en la zona más de onda de la colonia Roma, justo en donde hay una oferta culinaria importante. Ahí faltaba una hamburguesería hecha y derecha. Suspiré cuando un amigo, ocasional acompañante de búsqueda, me sugirió este lugar. Así que finalmente fui. Oaxaca 79, colonia Roma - @partnersbr_roma), Hay dos caminos: una carta con nueve hamburguesas —de las cuales, curiosamente, sólo cuatro son de carne de res— y la posibilidad de armar uno su propia burger con una amplia gama de ingredientes. Hasta ahí bien la cosa. Decidí hacer una yo con las siguientes especificaciones: 200 g de carne angus, pan de la casa, tocino, lechuga, tomate, pepinillos y queso cheddar, la “Burgerman Special”. Además de la carne de la hamburguesa, este lugar ofrece una variante donde se le puede poner una segunda carne, no de hamburguesa, como de complemento. No sé si es buena idea, pero existe: puedes pedir que se le añada picaña o carne hecha en un cilindro peruano. Variaciones que pretenden hacer crecer el sabor. Tardó un poco en llegar mi “Burgerman Special”, aun cuando el restaurante estaba bastante tranquilo. De mi mesa se veía el equipo del BurgerLab trabajando. Me pregunto si tendrán algo que ver con el food truck BurgerLab del que ya hablé alguna vez. Finalmente llegó y lucía bien. Prometedor. Pan suavecito y con buen nivel de humedad. Te sugieren una serie de salsas especiales, por si se te antoja. No gracias, yo directo. Primera mordida y nada. Segunda mordida y nada. Resignado, me la acabé y tengo que decir que pasó sin pena ni gloria. La carne muy pastosa. Faltaba consistencia, sabor y onda. Por primera vez, ni el tocino, aunque cocido bien, predominaba. El pan bien, aguantando los embates de la grasa, pero nada. ¿Dónde quedó el sabor? Quién sabe. La hamburguesa de mi fiel escudero, el famoso @majestadeltaco, sonaba prometedora y se quebró al primer embate. El escogió una Louisiana: 210 g de carne angus rellena de queso cheddar, con una rebanada de picaña. Creo que la insistencia de las salsas, de tener otras carnes, o de plano hacer sándwiches con carne que no es de res, es el meollo del asunto. Se concentran en todo menos en el corazón de la hamburguesa. Es increíble que las alitas boneless que pedimos de entrada estuvieran mucho mejor que lo que se supone es la especialidad de la casa. Lástima. Prueba no superada. Trataré de regresar pronto a probar alguna de las especialidades, pero temo que será básicamente lo mismo. Hay que seguir buscando. El cáliz aparecerá algún día. Puede ser que no estén de acuerdo conmigo. Para eso, sus comentarios y sugerencias siempre son bienvenidos en @burgermanmex; en Instagram también como “burgermanmex”; en el blog: burguerman.blogspot.com y en la página de Facebook: www.facebook.com/burgerman.mex. Se agradecen todos sus likes y retuits.

Dissertation upon Roast Pig


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Pesca del día panorámicas del antojo

E

n su texto “Hotcakes at the Trail’s End Restaurant”, Andy Grundberg se detiene a reflexionar sobre los individuos dedicados a fotografiar comida. ¿Quiénes son las personas capaces de detenerse para captar la imagen de una langosta Thermidor? Hay algo antinatural en la pausa que suspende el hambre para buscar el mejor encuadre de una torre de hot cakes. Durante la era pre-Kodachrome, antes del Photoshop, los fotógrafos de comida debían acudir a toda suerte de trucos y plastificaciones para darle lustre a sus imágenes. El reto no era menor: ¿cómo hacer que un tazón de granola luzca apetitoso? La obsesión por retratar la frescura de un filete llevó a los editores a suplir la carne por polímeros plásticos; así hasta que la ley llegó con sus prohibiciones. Las siguientes imágenes (del libro Yours in Food, de John Baldessari), aunque activen nuestras papilas gustativas, deleitan la vista; pertenecen a una categoría definida por el escritor francés Honoré de Balzac: la gastronomía del ojo.

guarniciones

Dos recomendaciones para la sobremesa YOURS IN FOOD | JOHN BALDESSARI Princeton Architectural Press Este libro es un muestrario selecto de ejercicios que divagan en torno a la comida. El autor, artista gráfico de amplísima trayectoria, tuvo el tino de disponer un menú que incluye trabajos ensayísticos, ficción breve, meditaciones filosóficas y una obrita dramática en cuatro actos; cada bloque de escritura está acompañado por su respectiva guarnición de fotografías (algunas intervenidas por Baldessari). En estas páginas David Byrne teoriza sobre la costumbre americana de comer escondiendo una mano bajo la mesa (resabios de la paranoia a ser acuchillado durante los banquetes del Wild West); Dave Eggers presenta una diatriba contra la necesidad de alimentarnos; y Andy Grudberg reflexiona sobre la práctica de fotografiar alimentos. Un banquete visual y narrativo donde podrán encontrar sazonadas meditaciones sobre el gusto como elemento civilizatorio y —de paso— redescubrir el arte de comer alcachofas. Hemingway & Bailey’s Bartending Guide to Great American Writers Algonquin Books of Chapel Hill El ilustrador Edward Hemingway y el escritor Mark Bailey se aliaron para la publicación de este combinado de alta graduación alcohólica. A manera de tributo hacia la era dorada de la coctelería y a la relación casi proverbial que enlaza al trago con la escritura, este libro es un destilado de 43 autores norteamericanos célebres, no sólo a causa de su talento para manejar la pluma, sino también por su devoción a la bebida. Aparecen extractos de obras de Raymond Chandler, Scott Fitzgerald, Charles Bukowski, Truman Capote, Raymond Carver, Jack Kerouac y Sinclair Lewis, entre muchos otros; cada autor está vinculado a la receta de un coctel y a una reflexión alusiva a la relación específica que cada uno de ellos tuvo con la embriaguez. Un libro que se disfruta a sorbos, engancha rápido e invita a adentrarse en la coctelería a través del abundante y morboso anecdotario de la literatura norteamericana.



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D debutantes

La Zaranda Miravalle Plaza Villa de Madrid 17, Roma Norte. Glorieta de la Cibeles. Domingo a miércoles, de 13 a 19 horas. Jueves a sábado: se apaga el carbón a las 19 horas, pero los antojitos se sirven hasta las 23 horas. T. 55 6726 40 77

Grupo Archipiélago agregó a su familia restaurantera un miembro tropical; remplazó el Club Montés por un lugar donde la tarde se pasa rápido entre mezcales y mariscos a las brasas.

La Zaranda Miravalle “¿

Por qué no vine crudo?”, se pregunta uno de los comensales después de probar los camarones a la diabla. Apenas es viernes y la cruda llegará tarde o temprano, si el cielo no se despeja y la tarde se alarga con los mezcales. Como si fuera insuficiente la oferta marisquera de la glorieta de la Cibeles, el Club Montés sufrió una metamorfosis total y dejó en su lugar a La Zaranda Miravalle: el integrante tropical de la familia Archipiélago, un lugar que se presta para largas sobremesas, música sabrosa y técnicas culinarias prehispánicas. Si debiéramos describir la sensación del espacio en términos de diseño, la palabra sería “cálido”. Barra de madera, muros azules, vajilla de barro y peltre, cucharitas y guajes en las paredes. El nombre fue elegido en honor a la técnica del zarandeo, manjar náhuatl proveniente de Mexcaltitán, una pequeña pero histórica isla nayarita, una Venecia mexicana (con todas las proporciones guardadas) que se inunda cada temporada de lluvias; la antigua Aztlán, de donde los mexicas se embarcaron para llegar a estos lares, donde se tienden camarones y pescados en las baquetas, donde se domina la zarandeada. La segunda parte del nombre hace referencia a la Plaza Miravalle, así se llamaba antes la glorieta. Zarandear, según la definición formal es agitar, sacudir, menear, mover, traquetear. En la cocina nayarita es poner el pescado marinado con salsa de limón, soya y chile en una rejilla de madera de mangle, y en conjugaciones inventadas es sentarse a ver llover frente a la glorieta y pedir varios platillos al centro con su respectivo coctel. El Negrito, elaborado con zapote, mezcal, jugo de naranja y tónica; El Mulato, de tamarindo mezcal, jengibre, jugo de naranja y soda; El Chaparro, hecho de vodka, licor de cassis y grosellas negras; o El Fresco, whisky mezclado con menta y té de limón. “Zarandeamos a las brasas de carbón para que la comida sea natural, hecha a mano y con mucho sabor”, dice la leyenda del menú que advierte que las porciones son para compartir.

Tostadas y salsas es lo que llega primero. El mesero explica cada una: la de Pico de Pastor lleva chipotle y piña; la Sureña, habanero y mango; la Roja, chipotle y piloncillo; la Verde, serrano y limón. Nomás no se llenen de tostadas y esperen unos minutos a que lleguen los tentempiés. En esta sección del menú hay varias entradas imprescindibles: “alitas” de pulpo con salsa picante, apio y dip; ceviche de pescado curado en limón con jengibre, habanero, camote, elote y aguacate; aguachile de camarón, cecina o mixto; o el queso fresco zarandeado en hoja santa con frijoles negros. También hay tacos de setas pibil, barbacoa, frijol con queso, camarón Rosarito y maciza de marlín con chicharrón. Las tortillas llegan crujientes y con marcas de la parrilla. El que quería venir crudo ya está haciendo puntos para cumplir su deseo. El pulque ayuda al noble propósito de perder la cabeza, hay que preguntar los sabores del día y pedir un trío variopinto en vasos de veladoras. Las micheladas también hacen su chamba. Prueba la de aguachile preparada con cebolla morada, cilantro, chile, pepino y escarchada con sal de apio o la de mango con jengibre y chile ancho. Ahora sigue la parte que requiere más apetito: lo zarandeado. Esto también se pide al centro y se acompaña de guarniciones: guacamole, cebollitas, nopales, ensalada tropical o arroz con plátano macho y frijoles. Del mar, que es lo que hay que pedir, hay camarones, pescados y pulpo con tres tipos de mojo: el colorado, el jalapeño y el de chile de árbol. De la tierra, hay rib eye zarandeado a las hierbas o con estilo norteño. Después hay que pedir un postre y un café, una tregua al hígado. Lo más recomendable es pedir varios al centro y seguir compartiendo. Hay plátano macho tatemado con crema y azúcar; arroz con leche quemada con costra de caramelo; y el ganador por su originalidad, textura y sabor, el mousse de chocolate abuelita con pretzel y sal de mar. Si te quedaste toda la tarde no esperes una cuenta flaca, el ticket puede llegar con varios centímetros de longitud, pero entre las opciones marisqueras de la zona los precios son amigables. —Mariana Coppel


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | debutantes | frente | 59

Jaguar Ceviche Spoon Bar & Latam Grill Jaguar Ceviche Spoon Bar & Latam Grill Park Plaza Javier Barros Sierra 540, Santa Fe T. 5292 6499

La espina dorsal de Jaguar, un restaurante recién llegado a Park Plaza en Santa Fe, es ésta: existe una cosa que podemos llamar cocina latinoamericana. ¿Cómo es esta cocina, cómo podemos saber que es ella y no otra? La pregunta no es demasiado ociosa.

H

ay algunos elementos comunes al territorio latinoamericano: el maíz, el frijol, el aguacate. Hay preparaciones casi primigenias que se repiten, con variaciones: la gordita, la pupusa, la arepa, la empanada. Hay tamales. Hay chengas y tortillas de maíz y de harina. Hay, también, una inclinación del paladar hacia lo ácido combinado o no con lo picante. El trabajo del restaurante Jaguar, en Park Plaza Santa Fe, es combinar en una carta suficien-

temente amplia esos elementos, preparaciones e inclinaciones y entregar aun una cocina reconocible y acaso propia. (Entre paréntesis: la gordita, la pupusa, la arepa, la empanada y el tamal son en realidad parte de una “cosa” más grande, mundial y hasta donde sabemos universal. Piensen en esta definición de dumpling de Wikipedia: “El dumpling es un tipo de alimento que consiste en pequeñas piezas de masa, cocidas solas o

Barrio Alameda Después de dos años de remodelación, se abrieron las puertas de un centro comercial con esencia de barrio en una zona concurrida del Centro Histórico.

A

l oeste del primer parque de América, la Alameda Central, y oculto en el número 9 del discreto corredor peatonal Dr. Mora, se encuentra desde hace algunas semanas Barrio Alameda. El edificio, remodelado por cuatro jóvenes amantes del Centro Histórico, se construyó en 1920 en un predio ubicado en la antigua calle de San Diego. Sus primeros usos fueron despachos y consultorios. Unos años después, el dueño, un médico de ascendencia alemana, decidió convertir el tercer nivel en viviendas, las familias que lo habitaron compartieron el espacio con doctores, abogados, periodistas y fotógrafos; barberías, salones de belleza, misceláneas, expendios de lotería y una tienda de aparatos especiales para sordera. La calle Dr. Mora se vio azotada por eventos que la fueron deteriorando: temblores, crecimiento urbano, ambulantaje. Sin embargo, el edificio había llamado la atención de Andrea Vázquez Bracho, Leonardo González Ortega, Rodrigo Hassey y Luis Gerardo Musi, quienes

durante dos años se encargaron de rehabilitar el lugar y hacerle adecuaciones sin perder el estilo arquitectónico característico de la zona. Querían que siguiera teniendo una atmósfera de “barrio”. No se trata de una plaza comercial como tal, o al menos no del todo. La idea es que los habitantes y dueños de los 35 locales coexistan de tal forma que, lejos de competir, se complementen y formen parte de un proyecto conjunto. El resultado es una pléyade de locales. El área gastronómica incluye la pizzería Cancino, la mezcalería Mundana, hamburguesas Butcher and Sons, una sucursal de Helados Glace y Joselo Café. Está también la tienda de arte contemporáneo Domi, la estética Loredana, la chocolatería gourmet Art Cakau, la tienda de patinetas y ropa urbana Navaja, la joyería Sin Título, la barbería Barachiel y dos galerías: Breve y The Neon Rex Proyect. Pero no todo es gastar y comer, además de la oferta de tiendas y restaurantes, hay una sección donde se imparten

con un relleno. Puede estar basado en harina, papa o pan, puede incluir carne, pescado, vegetales, dulces. Puede ser hervido, cocido al vapor, frito, horneado. Puede tener relleno –repite– o puede tener otros ingredientes mezclados con la masa. El dumpling puede ser dulce o salado; puede ser comido por su parte o en sopas, estofados, con salsa o de cualquier otra forma”. El pobre editor de ese artículo se metió en un espinoso problema ontológico: casi todo es un dumpling. Una flauta, una quesadilla, un raviol, una gyoza, una samosa, un taco, un chochoyote son dumplings. Todo cocinero en el mundo, felizmente, tiende a preparar dumplings. Curiosos, busquen en internet el ensayo Food and Consequences: Everything is a Dumpling.) ¿Cómo combina Jaguar todos esos elementos? Tiene varias estrategias. La primera es recurrir al ceviche, que apela a nuestro paladar ácido y picoso. El mejor es el que llaman Punta Mita, de pescado blanco acelerado con salsa bruja –esa mezcla playera de laurel, romero, ajo, chiles, vinagre y sal–, acidulado con limón y cebolla, encabritado con chile serrano, redondeado con aguacate. También el peruano “clásico” es atendible. Su corvina se cuece en una leche de tigre de limón, ajo, cebolla morada, ají amarillo y perejil; el choclo le da un respiro de dulzura. Otra estrategia, casi literal, es dedicar un día de la semana a un plato de una región, un país, de Latinoamérica. Hay, por ejemplo,

un asado negro venezolano: res horneada en una salsa agridulce de papelón (azúcar), vino tinto, cebolla, pimiento, jitomates, servida con arroz y plátano macho; o un patacón pisao de Colombia; o un chile ancho relleno de cochinita pibil relativamente mexicano; un chupe de camarón con choclo y ají amarillo que saluda al Perú; una vaca frita con naranja agria y tostones de plátano que mira hacia Cuba. (¿La cocina caribeña es también cocina latinoamericana?) Una estrategia más: el desmadre o el juego de la alusión. Una sopa de elote con cangrejo acentuada de chile guajillo que a su vez tiene una especie de hermana en los crab & corn cakes (pastelitos de cangrejo y elote servidos con ají panca, ají amarillo y salsa criolla); en el brunch, los huevos “benedictinos” que vienen sobre una arepa tostada con jamón y frijoles encima, salsa verde y papas. ¿Se entiende el juego de referencias? Es un desmadre bienvenido, tal vez un saldo espiritual de Miami, la ciudad natal de Jaguar. Posdata. Ahora que lo pienso, decir cocina latinoamericana no es menos arbitrario que decir cocina mexicana o incluso cocina oaxaqueña. Son cocinas de división política compuestas a su vez por otras cocinas de división hidrográfica, orográfica, etnográfica, y atravesadas por unos cuantos elementos en común. También la expresión cocina china tiene esta característica arbitraria de atajo mental. Todo es un dumpling.

talleres. Entre ellos están Yoga Espacio y una escuela de fotografía. En la última planta, donde antes hubo viviendas, se instaló el hotel boutique Chaya Bed & Breakfast con un par de suites de lujo con vista a la Alameda. Más adelante se planea construir un mirador para que los visitantes puedan disfrutar la espléndida vista que rodea al lugar.

Se avecina una tienda de viniles y música, una mueblería con showroom, una escuela de idiomas, una repostería y un estudio de tatuajes. En los locales que quedan disponibles hace falta, según Luis Gerardo Musi, algo relacionado con servicios de turismo, ¿algún interesado?

—Alonso Ruvalcaba

— Jesús García

Barrio Alameda Dr. Mora 9, Alameda Central, Centro Histórico Fb: Barrio Alameda


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D detrás

Charlyfornication: Biopic de un rockstar de la literatura mexicana | por Carlos Velázquez Me against un gol por la educación No me acusen de misógino, lo escuché en una cantina. Según un beodo las mujeres más putas son, en riguroso orden: las sirvientas, las secretarias, las enfermeras y las maestras. Putas maestras, las sigo detestando. Fue lo que más detesté de mi etapa de estudiante. No me tocó ni una como la del video Mind Mischief de Tame Impala. Cuando era niño la tarea la hacían los niños. Hoy en día los padres son sus perpetradores. Encargan cada mamada que una niña de ocho años es incapaz de hacer. No puedes evidenciar iniciativa porque te jodiste. Hace unos días a mi hija le pidieron que escogiera un animal y realizara un listado con sus hábitos y alimentación. A mi nena se le ocurrió crear su propio animal (no, no yo, yo ya he sido creado) con la ayuda del Animalario de Javier Sáez Castán. Al día siguiente, mi hija llegó de la escuela con la noticia de que la pinche hija de Elba Esther le había calificado como si no hubiera hecho la tarea. No me la andaba acabando. Me parece insólito que se repruebe así la originalidad y la imaginación. Qué le pasa a la gente en este puto país. No digamos a la educación. Cómo puedes ser tan puto cuadrado. Seas profesor o no. Y no sucedió en una escuela pública. Fue en un colegio privado estilo Montessori. Que si no metimos a mi hija a un Montessori en regla es porque de ahí salió Alex Rodríguez Santibáñez, una pésima referencia de ese congal. No quiero que mi hija acabe como él. Un mirreysori mantenido y dizque crítico de cine. No existe colegio perfecto, como tampoco padres perfectos. Ni pedo, vamos a terminar con los nazis del Alemán. Me resistía porque

mi ex esposa es descendiente de alemanes. Y ya no quería nada con ellos. Pero para qué me hago pendejo, mi equipo de fut es la selección alemana y como me la paso oyendo música norteña, los tengo en la cabeza. Nos trajeron el acordeón. Gracias, pinches antisemitas. Esta columna ya parece charla de señora gorda. Pero la neta no existe nada que me empute más que la puta escuela. Cuando alguien felicita a su profe en el día del maestro me dan ganas de acribillarlo con un cuerno de chivo. Los maestros no existen. Los únicos de carne y hueso son los maistros. La única enseñanza que uno saca de esta puta vida es cagándola y volviéndola a defecar. La tícher de mi hija me odia. Y hemos entablado una guerra. Le mando recados con mi hija. Insultos. El mundo está plagado de enemigos. Y el primer enemigo que le lega la vida a uno es el o la idiota que te ponen enfrente en la primaria. Yo entré a la escuela con la misión de hacerle la vida imposible a todos los profesores que tuviera. Sólo me llevé bien con uno: el de Filosofía de la prepa. Porque me dejaba ausentarme de su clase y no armaba jelengue ni me reprobaba. Porque mis compañeros eran todos una bola de pendejos. Yo ya había descubierto que padezco de temperamento melancólico. Había leído La caída y descubierto que es más chingona que La náusea. Camus rifa, pinche Sartre era un ñoño. Me vale madre que se vea como un mal ejemplo hacia mi hija. Que aprenda a no respetar a la autoridad. Tanto pinche gol por la educación en los partidos del América para qué.

Mi veldá | por WARpig Los listillos de siempre Se dice en todos los medios que “ahora sí, el ine será infalible. Cumplirá con su deber”. Y en cada contienda electoral vemos cómo falla, cómo “perdona”, cómo no aplica la ley o si la aplica, lo hace tarde. Como casi todo en México, hay cómo darle la vuelta y evitar sanción. Ejemplos hay muchos en la onda “ahí le doy pa’l chesco, poli”, “no me tardo, ahí se lo encargo tantito, poli”. Después de muchos días (eternos) de publicidad de partidos políticos en radio y televisión (sin propuestas y con un alarmante grado de falta de creatividad, de mentiras y de simple y llana estupidez) llegamos al fin a la llamada “veda electoral”. Se acabaron los asfixiantes anuncios de los partidos aunque quedaron los anuncios del ine. Y entonces, unos nos recordaron que México está lleno de listillos. De esas personas que ven cómo le hacen, pero no pagan pasaje ni impuestos, se estacionan en tu entrada, se cuelgan de las líneas eléctricas para no pagar, se pasan los altos, invaden carriles, se estacionan en donde hay rampas para discapacitados. De esos listillos que rompen la ley y no les pasa nada.

Acné | por Gibrán Michel @gibran.michel

Ahora ésos fueron del gremio de la farándula televisiva. Esa fauna tan dañina. Comenzaron a enviar tuits apoyando a un partido político. Sí, había veda electoral y argumentaron “no somos políticos ”. Ése fue su “no me pasé el alto, poli… estaba la preventiva”, porque son listillos. Además, ante el reclamo de muchos de sus desafortunados seguidores, trataron de escudarse “astutamente” en la libertad de expresión. “Es libertad de expresión, yo puedo tuitear lo que me salga de los huevos”, teclearía un ser odioso que habla de bodas, embarazos y telenovelas pero que, justo el día de las votaciones, le dio por recomendar un partido. Y al técnico (es un decir) de la selección mexicana de futbol le pasó lo mismo: de repente, en un gesto ciudadano y nacionalista, recomendó votar por el mismo partido político. El jefe de muchos de ellos también se escudó en la libertad de expresión creyendo que TODOS tenemos el mismo nivel intelectual de los que ven sus canales televisivos. Listillos por todos lados vendiendo patria sin consecuencia, impunemente. Como casi todo en nuestro país. Y pronto pedirán dinero para el teletón.



Escalera al cielo. (Av. Aztecas, Ajusco Coyoacรกn). | Enrique Arriaga | soundcloud.com/insectontos

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G

grรกfica





del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | índice | frente | 3

Índice #161

IMAGEN de portada turco

7 AGENDA

Música, Cine, Arte y Escena

12 CONTRALORÍA

Tras por Abraham Cruzvillegas Obra negra por Julio Trujillo Hoja de observación por Verónica Gerber Bicecci Postales del subsuelo por Luigi Amara Monorama por BEF

14 CRÓNICA

La tinta que nos acompaña por Fausto Alzati Fernández

46 LETRAS

17 VERSUS

Tatiana Bilbao por Cris Winters

Francisco Goldman: “La muerte cambió mi escritura” por Fernando Hernández Urías Las enseñanzas de Sensei por Felipe Rosete Novedades editoriales por Fernando Hernández Urias

20 EN PORTADA

50 ESCENA

¿De qué se ríen los mexicanos? (o la explosión cámbrica del stand-up en México) por Mariana Carrascoza

28 MÚSICA

La desinhibición como una forma de locura por Mayté Valencia Escenas de una vida en pareja por Alejandro Velázquez Mutis por Mayté Valencia

¿Se cumplirá la promesa de Reyno? por Rulo Los Planetas sobreviven incluso a sí mismos por Humberto Morales Cruz El sonido anterior por Emilio Rivaud Nuevos discos, nuevas drogas por Carlos Velázquez Arriba/Abajo por Toni François + Reseñas discos, Flamante y La vara

54 COMIDA

34 CINE

La Zaranda Miravalle Jaguar Ceviche Spoon Bar Latam Grill Barrio Alameda

Otro rojo amanecer por Hugo Lara Chávez Nostalgia jurásica por Gonzalo Lira + Estrenos

38 ARTE

¿Para qué infierno si tenemos la patria? por Santiago Robles y Gabriela Jauregui El golem de la Bienal (Todos los futuros del mundo – el estado actual de las cosas) por Marilú Acosta La Materia escrita, de Gabriel Orozco

42 DISEÑO

Lo emocional según la arquitectura por Cris Winters Perfil: Trista por Cris Winters

Otra disertación sobre el cochinillo asado por Alonso Ruvalcaba Guarniciones Pesca del día El rincón de Burgerman por Burgerman

58 debutantes 60 DETRÁS

Charlyfornication por Carlos Velázquez Mi veldá por WARpig Acné por Gibrán Michel

62 gráfica

Escalera al cielo. Av. Aztecas, Ajusco Coyoacán por Enrique Arriaga

64 maldad ilustrada Se compraaan por Eduardo Salles


4 | frente | índice | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Editorial por felipe soto viterbo Dirección general Gustavo Guzmán

Dirección editorial Raúl David Vázquez | ruleiro@frente.com.mx

editor GENERAL Felipe Soto Viterbo| fsoto@frente.com.mx

editora PRINT Lorena Villa Parkman | lorena@frente.com.mx

EDITORA web Abril Mulato | amulato@frente.com.mx

Editores Agenda Mariana Coppel | mcoppel@frente.com.mx agenda@frente.com.mx

Música Cristina Pérez | cperez@frente.com.mx Humberto Morales | hmorales@frente.com.mx

Cine Roberto Garza | roberto@frente.com.mx

Comida Alonso Ruvalcaba | aruvalcaba@frente.com.mx

Arte Gabriela Jauregui

Letras Diego Rabasa | diego@frente.com.mx

El nombre de la risa

#161

H

ace unos días, el filósofo italiano Umberto Eco dijo en una conferencia de prensa que las redes sociales están dando derecho de palabra a legiones de imbéciles. En cuanto lo dijo, las legiones de imbéciles lo ignoraron (básicamente no saben ni que él existe). En 1980, Eco publicó su primera novela de ficción luego de haber publicado más de una veintena de libros sobre semiótica y estética. El nombre de la rosa —un thriller policial ambientada en el medioevo— tomaba como pretexto un libro perdido: el tomo segundo de La poética, de Aristóteles. Se sabe que el tratado existió y que versaba sobre el arte de la comedia. La novela refiere la desaparición del último ejemplar de esa obra aristotélica y la razón para desaparecerlo: la risa es peligrosa. Fanáticos musulmanes asesinan a quienes dibujaron de modo humillante al profeta Mahoma, y el mundo occidental —mayormente cristiano— se consterna por tanta intolerancia; pero salvo unos cuantos memes con un Yisus buena onda, las religiones occidentales tampoco suelen mostrar, sin temor a la blasfemia, a un Jesucristo carcajeante. Por eso la diplomacia es solemne. Por eso los discursos políticos son una hueva. Por eso las religiones no ríen. A la risa la tenemos relegada tanto como al sexo: ambos descontrolan. Por eso el sexo y sus avatares nos dan risa. Y los pedos. Y las pedas. El mundo cultural, sobre todo en México, también está tieso de solemnidad. Si no es solemne, no le creemos. No hay escritores, hay hescritores. No hay intelectuales, hay hintelectuales (pronúnciese con afectación la letra hache). Pero esos mismos hintelectuales se ponen tremenda guarapeta cada fin de semana con otros hescritores y alegremente ponen la hache al final: escritoresh, intelectualesh. Así es la cultura: solemne y apretada. El artículo de portada de hoy reflexiona sobre la risa a partir de sujetos que a pura prueba y bochornoso error quieren provocar carcajadas. (Y tal como puede el lector imaginar a partir de la imagen de portada de este ejemplar, eso de la risa es un asunto bastante triste.)

En este número

ESCENA Mayté Valencia Salinas| mayte@frente.com.mx

DIRECción DE ARTE Astrid Stoopen | astrid@frente.com.mx

diseño editorial Claudia Cedeño | claudia@frente.com.mx

Mariana Carrascoza Hickman

Periodista de estilo de vida y cultura. Le gusta escribir de gastronomía, tragos, viajes y cualquier cosa que le parezca curiosa o interesante. Ha escrito para Travesías, Gatopardo, Chilango, Must y ahora, Frente. En sus tiempos libres, le gusta viajar, comer, ver series y videos de gatos.

COORDINACIÓN de fotografía Victoria Garza Levy | vicky@frente.com.mx

corrección Paula Bouchot

relaciones públicas Benjamín Ocaranza | benjamin@frente.com.mx

Hugo Lara

Crítico de cine e investigador. Autor de los libros Una ciudad inventada por el cine (2006), Cine antropológico mexicano (2009), Ciudad de cine (2010) y Luces, cámara acción (2011). Fundador del proyecto CorreCamara.com.

Distribución Arturo Hiriart | ahiriart@frente.com.mx Más por más | Presidente Masaryk 169, Col. Chapultepec Morales, Mexico, DF. CP. 11570.

oficina frente Yoali Maya Guzmán | yoali@frente.com.mx

Colaboradores Abraham Cruzvillegas, Julio Trujillo, Verónica Gerber Bicecci, Luigi Amara, BEF, Fausto Alzati Fernández, Ramón Ruiz Sampaio, Mariana Carrascoza, Humberto Morales Cruz, Cucho, Emilio Rivaud, Toni François, Hugo Lara Chávez, Gonzalo Lira, Santiago Robles, Marilú Acosta, Cris Winters, Fernando Hernández Urias, Felipe Rosete, José Velasco, Burgerman, Jesús García, Carlos Velázquez, WARpig, Gibrán Michel, Enrique Arriaga, Eduardo Salles

CONSEJO ADMINISTRATIVO Gustavo Guzmán, Alejandro Romero, Rodrigo González, Miguel Heredia, Jorge Obregón, José Jorge David Vázquez, Raúl David Vázquez, Luis Enrique Wah y Rodrigo Velázquez.

Santiago Robles

Estudió Diseño y Comunicación Visual en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ahora Facultad de Artes y Diseño), de la unam, en la Art Students League de Nueva York y en las Clínicas para la Especialización en Arte Contemporáneo en Oaxaca, UABJO-La Curtiduría. Es socio fundador de Malpaís Ediciones. Es jurado del Programa de Estímulo a la Creación y al Desarrollo Artístico (pecda) y cursa la maestría en Artes Visuales con orientación en Arte y Entorno.

LA ciudad DE FRENTE. Periódico de distribución gratuita; de publicación catorcenal. Publicado por La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V. Editor responsable: Felipe de Jesús Soto Viterbo. Número de certificado de reserva de derechos al uso exclusivo otorgado por el Instituto Nacional del Derecho de Autor 04-2015-011512301400-101. Certificado de Licitud de Título y Contenido: 16454. Domicilio de la publicación: Av. Presidente Masarik No. 169 planta alta, col. Chapultepec Morales. Del. Miguel Hidalgo. México, D.F., C.P. 11570. T 5914 0335. Impreso por: SPI Servicios Profesionales del Impresión. Mimosas 31, col. Santa María Insurgentes. Del. Cuauhtémoc. C.P. 06430. T. 51170100. Los artículos de los autores colaboradores de esta publicación reflejan únicamente la opinión de los mismos y no necesariamente coinciden con la de este editor. D.R. ©La Ciudad de Frente a sus Contenidos, S.A. de C.V., México, 2015. www.frente.com.mx Se prohíbe la reproducción parcial o total de las obras y demás contenidos de esta publicación sin previa autorización por escrito del editor.



6 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

A agenda

TAGDF Del 30 de junio al 2 de julio AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec LUNARIO y CAMPO MARTE Av. Paseo de la Reforma esq. Auditorio Nacional s/n Programa completo: http://www.arca-lab.com Boletos: 5325 9000

Flaming Lips,

invitados de lujo Por Mariana Coppel

El último fin de semana de junio se llevará a cabo el Festival tagdf, evento en el que se reunirán, entre muchos otros, los directores Spike Jonze y Bennett Miller, algunos de los creadores y personajes de la serie Mad Men y The Flaming Lips, quienes ofrecerán un concierto y una charla con su vocalista, Wayne Coyne.

TAGDF

es un festival que conecta la tecnología con la creatividad, el entretenimiento, el arte digital, la música, el cine, la arquitectura, el periodismo, el diseño y la moda. Es un encuentro de buenas ideas que busca sumar adeptos a las industrias creativas, y así convertirse en un laboratorio de proyectos donde la creatividad y la tecnología coman en la misma mesa. Desde que a ARCA, una plataforma dedicada a apoyar y difundir proyectos culturales, se le ocurrió hacer la primera edición del festival, el evento se ha convertido en un referente importante en Latinoamérica. Ha destacado por sus invitados, por la fusión de disciplinas, por la forma de abordar el tema de la tecnología y por un formato que permite involucrarse con personajes que ya llevan un camino tra-

zado en el largo camino al éxito, sobre todo, en la industria del entretenimiento. “El nombre no tiene ninguna razón especial, nos gustó como sonaba y como se veía”, dice Pepe Casanova, uno de los organizadores del festival. “Éste es el tercer año que lo organizamos. tagdf, en términos generales, busca hacer vínculos entre jóvenes universitarios, talentos consolidados y personas que inspiren y que mueven a la industria creativa. El formato de las conferencias no es el típico, pensamos que una conferencia se puede googlear y escuchar por internet. Invitamos a uno o varios personajes para que el escenario sea un lugar de discusión donde se cuentan historias y se comparten anécdotas relacionadas con sus proyectos.” Las conferencias fueron sustituidas por un concepto llamado Encuentros Geniales.

Lo imperdible en esta edición es la charla de los directores Spike Jonze (Being John Malkovich, Where the Wild Things Are, Her) y Bennett Miller (Capote, Moneyball, Foxcatcher). “Irrumpiendo una industria: los rebeldes de Hollywood” es el nombre de este encuentro donde los realizadores discutirán sobre la ruptura de los esquemas narrativos tradicionales del cine y la experiencia que tuvieron trazando su estilo como directores independientes. Otra plática interesante será con el extravagante vocalista de The Flaming Lips, Wayne Coyne, quien se sentará a contestar algunas preguntas: ¿cómo le fue en el Liverpool Sound City de este año?, ¿qué onda con el tatuaje que se hizo con Miley Cyrus?, ¿tras 30 años de carrera, le inspiran las mismas cosas?, ¿qué piensa de los servicios de streaming? Después de la charla, Coyne y su banda darán un concierto donde seguramente habrá disfraces, brillantina, globos, videos y un espectáculo de luces y psicodelia. “From Madison Avenue a Avenida Reforma” es el nombre del evento donde se presentarán Matthew Weiner, creador de la serie Mad Men; Elisabeth Moss, a quien conocemos por su personaje de Peggy Olson; y John Slattery, o el cínico y encantador Roger Sterling. Ellos hablarán sobre el desarrollo de la serie, el extremo cuidado que tuvieron para mantener el espíritu de una época y sobre la experiencia en la caracterización de los personajes. Además de los platos fuertes, tagdf ofrece talleres, mesas redondas y encuentros con creativos mexicanos, por ejemplo: Eduardo Salles, Gabriel Nuncio, Mauricio Rocha, Eugenio Caballero y Reclu, entre otros. “La parte de la feria, que decidimos hacer en el Campo Marte para facilitar el tema del transporte, es una gran oportunidad para conocer lo que está sucediendo en México a nivel creativo”, agrega Casanova. “Hay mesas de discusión sobre periodismo, arquitectura y festivales de música. La idea es que se expongan ideas y dudas a los expertos. Habrá también una sección de diseño mexicano, desfile de modas y una sección donde se repasará la historia de la comedia en México.” La inauguración del festival será a las siete de la mañana. No es un horario cómodo, pero la idea es que la gente vaya ahí a empezar su día y pase las primeras horas de la mañana rodeado de instructores de yoga y nutriólogos; consumiendo café, frutas y comida saludable. Además, Los Amigos Invisibles tocarán para ambientar a los madrugadores.


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 7

Lo mejor de la quincena del 18 de junio al 1 de julio

1 | Maldita Vecindad

2 | Terapia

3 | Fotosíntesis: la gran catástrofe del oxígeno

4 | An Danzas

Mándanos tu evento. agenda@frente.com.mx

1 | MÚSICA

2 | escena

3 | ARTE

4 | danza

MALDITA VECINDAD Después de que la banda reapareció en la fiesta del XV aniversario del Festival Vive Latino, empezó una gira para celebrar tres décadas de historia. Aunque los años de éxito rotundo han quedado atrás, la banda formada por Roco Pachukote, Pato, Aldo y Sax sigue representando al rock mestizo y al ska nacional, y para suerte de todos los pachucos y escatos ya no tan jóvenes que algún día los siguieron, el concierto promete mucho baile y una buena dosis de nostalgia. PALACIO DE LOS DEPORTES Av. Río Churubusco y Añil s/n, Granjas México Sábado 27 de junio, 20 horas De $315-$527

TERAPIA El miércoles 24 de junio se presenta por única ocasión esta obra dirigida por Hugo Villalvazo. Cuenta la historia, o la histeria, de un hombre que llega al consultorio de un psicoanalista con el pretexto de que su madre, que es invisible, se está volviendo loca. Poco a poco, el doctor va descubriendo el hilo negro del drama del personaje: su esposa falleció y atraviesa una profunda negación ante la pérdida. La obra original es de Martín Giner y el elenco está formado por Héctor Berzunza, Roberto Beck, Carlos Medina y Erick Ripoll. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa Miércoles 24 de junio, 20:30 horas $200

FOTOSÍNTESIS: LA GRAN CATÁSTROFE DEL OXÍGENO En la exposición se puede apreciar el trabajo menos conocido del artista Eduardo Abaroa. Incluye videos y esculturas en diferentes técnicas y materiales como oro, palma, cera y algas vivas. El autor muestra relaciones intrincadas entre la industria humana, los vegetales, animales y minerales. La narrativa de la exhibición se compone también de fragmentos líricos, datos científicos y reconfiguraciones de textos. Es el resultado del Programa de residencia artística Casa del Lago y Fundación FLORA ars+natura. CASA DEL LAGO Bosque de Chapultepec. Primera sección Del 20 de junio al 20 de septiembre Miércoles a domingo, de 11 a 17:30 horas Inauguración, 13 horas

AN DANZAS La compañía Danza para Grupos con Habilidades Mixtas, bajo la dirección de Leticia Peñaloza, presenta un proyecto que abraza la diversidad e incluye bailarines con y sin discapacidades. El montaje coreográfico es un viaje dancístico hacia ninguna parte y hacia todos lados. Es un encuentro de mundos diferenciados que coexisten en armonía, y universos que coinciden en el escenario expresando las posibilidades que hay en los verbos ver, oír, pensar, sentir y bailar. TEATRO DE LA CIUDAD ESPERANZA IRIS Donceles 36, Centro Del 17 al 25 de junio Miércoles, jueves y viernes, 20:30 horas | $132


8 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Agenda. Lo mejor de la semana del 18 al 24 de junio Jueves 18

Viernes 19

Sábado 20

Domingo 21

ARTE CUESTIÓN DE LÍNEAS Ilustraciones de Bryan Gallardo. Para el artista, la naturaleza y todo lo que encontramos en ella es una cuestión de líneas. Sus piezas son interpretaciones personales de la anatomía de diferentes especies.

MÚSICA MANZANA JAZZ BAND Esta banda nació entre pláticas de bohemios. Su idea original era juntarse a tocar la música de sus compositores preferidos. Los conciertos pueden describirse como un juego, como una reunión de melómanos que además de saber de música se divierten tocando.

MÚSICA NATALIA LAFOURCADE La cantante veracruzana presenta su sexta producción discográfica Hasta la raíz. Los 12 temas están inspirados en la lírica y la onda romántica de Agustín Lara, a quien homenajeó en un trabajo anterior.

ARTE CUERPOS SUBVERSIVOS PERFORMANCE Y LA OBRA TEMPRANA DE ALEXANDER CALDER Como parte de la exposición Los derechos de la danza, de Alexander Calder, Alex J Taylor, investigador de Arte Norteamericano en Tate Modern, hablará sobre la relación entre el artista y el performance.

TEATRO METROPÓLITAN Av. Independencia 90, Centro 20 horas | $250-$890

MUSEO JUMEX Miguel de Cervantes Saavedra 303, Ampliación Granada 13 horas | Entrada libre

MÚSICA REBEL CATS La banda de rockabilly chilango celebra 10 años de carrera. Durante este tiempo han producido cinco discos, donde además de este ritmo de los años 50 han sonado a hillbilly, rock, doo woop, woogie boogie y R&B.

MÚSICA BERSUIT VERGARABAT Este proyecto del under porteño acaba de cumplir 25 años. Nació a finales de los 80, pero alcanzó popularidad 10 años después cuando lanzaron Libertinaje. Para festejar realizan una gira por Latinoamérica y pisan la ciudad para presentar su más reciente disco.

LA CASA DEL CINE República de Uruguay 52, 2º piso, Centro Martes a domingo, de 12 a 21 horas Entrada libre

CINE JAUJA (Lisandro Alonso, Argentina-Dinamarca-Francia-México, 2014) Jauja es, según los antiguos, una tierra mitológica donde es posible la felicidad. El filme narra la búsqueda de esta utopía y la única certeza en torno a ella: quien trataba de llegar se perdía en el camino.

ZINCO JAZZ Motolinía 20, Centro 21 horas | $60

ARTE MONOMITO La exposición del Dr. Lakra está compuesta por piezas en las que juega con los conceptos del rito y del mito, transformando ídolos a formas herejes y a los paganos en santos.

FILM CLUB CAFÉ Blv. Manuel Ávila Camacho 1695, La Florida 20:30 horas | $35

GALERÍA KURIMANZUTTO Gobernador Rafael Rebollar 94, San Miguel Chapultepec Martes a jueves, de 11 a 18 horas; viernes y sábados, de 11 a 16 horas Entrada libre

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 20 horas | $200

ESCENA UN PROPÓSITO CLARO Idiotas Teatro, bajo la dirección de Jesús Díaz, lleva al escenario la historia de tres marineros embarcados en un viaje para descubrir nuevos territorios. Es una obra que retrata una búsqueda sobre el origen de la desolación.

CINE LA NARANJA MECÁNICA (Stanley Kubrick, Reino Unido-Estados Unidos, 1971) El Film Club Café está homenajeando a Stanley Kubrick. Se trata de una retrospectiva que repasa cronológicamente un total de 13 películas.

MÚSICA SALSERO “Sólo pégate y a moverse” dicta la leyenda promocional de esta fiesta. A la primera edición asistieron más de tres mil amantes de la salsa, y se movieron como si el futuro del país dependiera de los movimientos de su cadera. Tocan Oscar D’León y Rey Ruiz.

TEATRO EL GALEÓN Paseo de la Reforma y Campo Marte s/n, Miguel Hidalgo 20 horas | $30

FILM CLUB CAFÈ Blv. Manuel Ávila Camacho 1695, La Florida Lunes, 20:30 horas; miércoles y viernes, 18 horas | Entrada libre

PALACIO DE LOS DEPORTES Av. Viaducto Río de la Piedad y Río Churubusco s/n 21 horas | $1124

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 19:30 horas | $300-$400

CINE EL OCASO DE UNA VIDA (Billy Wilder, Estados Unidos, 1950) El filme es una reflexión sobre los estragos del tiempo en la alienada industria del cine. Cuenta la historia de Joe Gillis, un guionista desconocido de Hollywood que llega a la casa de una actriz olvidada de cine mudo. CINETECA NACIONAL Av. México Coyoacán 389, Xoco 18 horas | $40


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 9

Lunes 22

Martes 23

Miércoles 24

CINE VALS CON BASHIR (Ari Folman, Israel, 2008) El ciclo Amnestesia de Cineclub Condesa presenta esta cinta donde un hombre tiene una pesadilla recurrente. Con ánimos de recuperar la memoria investiga lo que pasó en cierta etapa de su vida. Las respuestas llegan en forma de imágenes surrealistas.

TALLER MUSEOGRAFÍA, CURADURÍA Y PROCESOS ARTÍSTICOS Para los interesados en conocer los procesos museológicos implícitos en una exposición y los procesos artísticos contemporáneos. Organizado por el Centro Cultural Universitario Tlatelolco y el Museo Tamayo. Inscripciones: publicos.tlatelolco@gmail.com.

MÚSICA BUIKA Originaria de Palma de Mallorca, Buika ha experimentado con el jazz, la copla, el flamenco y la música electrónica. En su última producción La noche más larga hace versiones de temas clásicos de Billie Holiday, Abbey Lincoln y Dino Ramos, entre otros.

CCU TLATELOLCO Av. Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco 16 horas | Entrada libre

EL PLAZA CONDESA Juan Escutia 4, Condesa 21 horas | $600-$1200

ESCENA IRIS HACE SALA Traducida y dirigida por Violeta Sarmiento, la obra es un viaje interior que lleva al espectador a conectarse con su infancia. Cuenta la historia de la relación de una niña con su entorno, y explora temas como el amor y la muerte.

ARTE UN VIAJE POR EL RÍO AMAZONAS Exposición fotográfica de Gory Peralta. Un viaje gráfico por los paisajes de una selva brava y un río que fluye por lugares insospechados. La aventura comienza en el puerto de Benjamín Constant.

ARTE NOCHE DE MUSEOS Como parte de las actividades de La Noche de Museos habrá visitas guiadas en el Panteón de San Fernando: un recinto de arte funerario y de arquitectura de estilo romántico. Se presenta además el corto Oblicua realidad y la banda Rock a la Mole.

FORO LA GRUTA Av. Revolución 1500, Guadalupe Inn 20:30 horas $200

CENTRO CULTURAL BRASIL MÉXICO San Francisco 1220, Del Valle Lunes a sábado, de 9 a 18 horas | Entrada libre

MUSEO PANTEÓN DE SAN FERNANDO Plaza San Bernardo 17, Guerrero 19 horas | Entrada libre

MÚSICA HOMENAJE A DJANGO REINHARDT Era gitano, adicto a la música y a pesar de tener problemas en el cuarto y quinto dedo de la mano izquierda, consecuencia de un incendio, inventó un sistema de digitación. El grupo de jazz Los Erráticos hace un homenaje a su música.

ARTE CRAFT THOUGHTS, WOOD SONGS Una exposición del artista francés Theo Mercier, un coleccionista consumado que se llena de objetos provenientes del diseño preindustrial para después clasificarlos y unirlos en collages tridimensionales.

ESCENA ROMEOS El director Fernando Ortiz presenta esta obra escrita por David Gaytán. Narra un secuestro que se convierte en un romance entre la secuestradora y su víctima, situación conocida como el síndrome de Estocolmo. Es una reflexión sobre la capacidad de los humanos de rebasar cualquier límite.

BIBLIOTECA DE LAS ARTES CENART Río Churubusco 79, Coyoacán 17 horas | Entrada libre

CASA MAAUAD Altamirano 20, San Rafael Lunes a sábado, de 10 a 16:30 horas Entrada libre con previa cita

HOTEL CONDESA DF Veracruz 102, Condesa 20 horas | Entrada libre

FORO DE LAS ARTES Río Churubusco 79, Coyoacán 20 horas | $150


10 | frente | AGENDA | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

Agenda. Lo mejor de la semana del 25 de junio al 1 de julio Jueves 25

Viernes 26

Sábado 27

Domingo 28

MÚSICA SOFÍA REI Su música es una fusión de folklore latino, jazz y sonidos electrónicos. Ha colaborado con músicos como John Zorn y Bobby McFerrin, y presentará un repertorio variado en compañía de Hernan Hecht (batería) y Pablo Reyes (guitarra).

ARTE LA INTUICIÓN DE LA LIBERTAD Una retrospectiva de la obra de Lucinda Urrusti, pintora de origen español que formó parte de la Generación de la Ruptura. La exhibición incluye naturaleza muerta, desnudos, objetos cotidianos, óleos, litografías, cerámica y dibujos.

ESCENA EL REFUGIO La obra escrita por Mario Rendón y dirigida por Enrique Aguilar se sitúa en un futuro no tan lejano donde los embarazos están prohibidos y los rayos del sol son dañinos para los habitantes. Una reflexión sobre lo terrible que puede ser el humano en condiciones de supervivencia.

MÚSICA KUMBIA ALL STARZ La banda texana especialista en cumbia promete ritmos candentes. La agrupación es liderada por A.B Quintanilla, quien mostraba los primeros atisbos de talento en las rolas de su hermana Selena.

ZINCO JAZZ Motolinía 20, Centro 21 horas | $200

MUSEO DE LA CIUDAD DE MÉXICO Pino Suárez 30, Centro Martes a domingo, de 10 a 18 horas | $28

CINE ESTOCOLMO (Rodrigo Sorogoyen, España, 2014) Narra la historia de dos jóvenes que se topan en una noche de fiesta. Las horas siguientes a su encuentro serán decisivas en el futuro de ambos. La noche transcurre entre confesiones, pláticas y juegos sexuales, pero la atmósfera se llena de misterios.

CINE LA SAL DE LA TIERRA Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado se aventuran en un extraordinario documental sobre la obra fotográfica del brasileño Sebastião Salgado. El filme es un viaje por los más bajos instintos de las sociedades y por las bellezas naturales de la Tierra.

CINE TONALÁ Tonalá 261, Roma 19:30 horas | $50

CINE TONALÁ Tonalá 261, Roma 16 horas | $50

FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 19 horas | $200

AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 18 horas | $220 - $1120

MÚSICA PROMETEO La Orquesta Filarmónica de la Ciudad de México presenta este poema sinfónico compuesto por Franz Liszt en 1850. Consta de una obertura y ocho coros con orquesta de acompañamiento. La dirección artística está a cargo de José Areán y en el piano Gonzalo Gutiérrez.

CINE LA DULCE VIDA (Federico Fellini, Italia-Francia, 1960) Marcello es un escritor que se ha tomado un tiempo, y mientras retoma su carrera se deja seducir por las mieles de la burguesía romana. El protagonista va perdiendo piso entre episodios trágicos y fantasiosos.

AUDITORIO BLAS GALINDO Río Churubusco 79, Coyoacán 18 horas | $100

CINETECA NACIONAL Av. México Coyoacán 389, Xoco 18 horas | $40

ARTE HOTEL JUÁREZ Una villa de casas del Infonavit sirvió de escenario para esta pieza de Francis Alÿs. Se trata de un juego de espejos que el artista utiliza para hablar de las situaciones de extrema violencia que se viven en el norte del país.

MÚSICA CHLOE Una noche de música electrónica traída desde Francia. Se presenta Chloe, productora y DJ con un estilo que se mueve en los terrenos de lo sensual y lo oscuro. Su música puede clasificarse como house, y la fiesta pinta para ponerse intensa.

MÚSICA JULIA VARI La cantante de jazz y pianista, reconocida por su calidad interpretativa, presentará en el Lunario una nueva producción discográfica llamada Adoro. En el concierto, que promete canciones cursis y románticas, la acompañará Armando Manzanero.

PASEO RECORRIDO POR EL BARRIO El Centro Cultural Tlatelolco invita a un recorrido por el barrio. Los guías conducirán a los asistentes por las esquinas del lugar que albergó una tragedia. La idea es compartir la riqueza y la historia que guarda el lugar entre sus construcciones.

SALA DE ARTE PÚBLICO SIQUEIROS Calle Tres Picos 29, Polanco Martes a domingo, de 10 a 18 horas | $14

EL IMPERIAL Álvaro Obregón 293, Roma 22 horas | $150

LUNARIO Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 21 horas | $180-$390

CCU TLATELOLCO Av. Ricardo Flores Magón 1, Tlatelolco 11 horas | Entrada libre


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | AGENDA | frente | 11

Lunes 29

Martes 30

Miércoles 1

CINE MEMENTO (Christopher Nolan, EUA, 2000) Un investigador de seguros con la memoria dañada desea investigar el asesinato de su esposa, pero los hechos cotidianos desaparecen de su mente en minutos. Para resolver el caso recurre a las notas tatuadas en su cuerpo.

CONFERENCIA REFLEXIONES SOBRE LA ESCENA CONTEMPORÁNEA Impartida por el investigador Rubén Ortiz, la charla toma como base ejemplos de piezas escénicas montadas por grupos hispanoamericanos, para hablar de las genealogías del teatro político y del lugar del espectador en la escena contemporánea.

ESCENA ALGO DE UN TAL SHAKESPEARE Adrián Vázquez dirige y actúa esta obra compartiendo escenario con Sara Pinet. Se trata de una invitación a ser irreverente, de un divertimento creado a partir de la improvisación de algunas de las obras más importantes del dramaturgo británico.

CENTRO CULTURAL DEL BOSQUE Paseo de la Reforma y Campo Marte, Chapultepec Polanco 19 horas | Entrada libre

FORO LUCERNA Lucerna 64, esq. Milán, Juárez 20:45 horas | $250

ESCENA OJALÁ EL AMOR BASTARA Escrita y dirigida por Marisa Gómez. Lisette Cuevas, Pablo Cruz Guerrero y Alejandra Toussaint narran anécdotas de una relación de pareja contemporánea. Es el viaje de una pareja en auto que va recorriendo el camino de su relación.

MÚSICA WEST SIDE STORY La directora mexicana Alondra de la Parra dirigirá a la Orquesta Filarmónica de las Américas durante un concierto sinfónico visual en el que se proyectará la película West Side Story, dirigida por Robert Wise y Jerome Robbins.

FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 20:30 horas | $250

AUDITORIO NACIONAL Paseo de la Reforma 50, Bosque de Chapultepec 20:30 horas | $350-$1600

ARTE FELICIANO BÉJAR Componentes esenciales del cosmos como la luz, la transparencia y el reflejo han sido fuente de inspiración para sus creaciones, logrando plasmar en sus piezas escultóricas universos infinitos.

ARTE HEREROS, PASTORES ANCESTRALES DE ANGOLA Una exposición de 62 fotografías que muestran la vida íntima y las costumbres de uno de los grupos de pastores más antiguos de África: los hereros, una población nómada que sobrevivió intacta después de la colonización.

HOTEL CONDESA DF Veracruz 102, Condesa 20 horas | Entrada libre

ARTE DALI DE CADAQUÉS Colección de imágenes del francés Descharnes. Las fotografías muestran la intimidad del artista: en su estudio de trabajo, en un día de campo, leyendo o descansando en su patio. HOTEL INTERCONTINENTAL Campos Elíseos 218, Chapultepec Polanco Lunes a domingo, de 12 a 23:59 horas | Entrada libre

ESCENA LO QUE QUEDA DEL CIELO La obra escrita por Camila Villegas cuenta la historia de una quinceañera que no llega a su fiesta y la búsqueda que emprende Tony, su enamorado, con la ayuda de un tipo que le dará pistas para encontrar a la culpable de la desaparición. FORO SHAKESPEARE Zamora 7, Condesa 20:45 horas | $180

CENTRO CULTURAL ISIDRO FABELA Calle San Jacinto 5, San Ángel Martes a domingo, de 10 a 17 horas | Entrada libre

PALACIO DE MINERÍA Tacuba 7, Centro Martes a domingo, de 10 a 18 horas | Entrada libre


12 | frente | contraloría | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

C contraloría

Abraham Cruzvillegas | Tras $$$ Hace unos 30 días, cuando iba a comenzar la presentación de la ópera “Mefistófeles” de Arrigo Boito, basada en la célebre Fausto de Goethe, algunos trabajadores del Instituto Nacional de Bellas Artes irrumpieron en el escenario del Palacio de las Bellas Artes, protestando por la reducción al presupuesto de la dependencia donde laboran y portando una pancarta que rezaba: “Expresamos nuestra total inconformidad a los recortes presupuestales que afectan toda actividad artística”. La reacción obedece a que el Presidente de la República ha propuesto un recorte de cuatro mil millones de pesos —unos doscientos cincuenta millones de dólares— al rubro de cultura en la partida presupuestal del gobierno federal, que afectaría no solamente los programas de las principales oficinas culturales del país —el Instituto susodicho y el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes— y otras dependencias, como escuelas, librerías, museos, centros culturales, así como los apoyos a creadores, publicaciones, festivales, talleres, sino tam-

bién a los trabajadores que toda la estructura representa. Por otro lado, y de acuerdo con el reporte de Jesús Esquivel publicado en Proceso, las adquisiciones en equipo, tecnología y adiestramiento militar realizadas en un lapso menor a un año —del 21 de abril del 2014 al 17 de marzo del año corriente— por parte del gobierno actual al Pentágono, alcanzan la cifra de mil trescientos cuarenta y seis millones de dólares (más o menos veintiún mil millones de pesos), por lo que han sido calificadas como un hito histórico, al menos por parte de las autoridades a cargo de esas ventas del gobierno de los Estados Unidos, y claro que lo es, pues, al menos desde la firma de la iniciativa Mérida, que representa el financiamiento de estas operaciones a México, las cantidades se han potenciado brutalmente en los últimos meses. Y no sorprende ni es novedad alguna el intervencionismo y la sumisión, ni los acuerdos ni los gastos en plan de seguridad, sobre todo durante los años en que se estableció una guerra contra el narcotráfico y el crimen organizado —cuantimás en

este gobierno en el que tal conflicto bélico no es “oficial”, como lo fue en el sexenio pasado—, lo que sigue siendo apabullante es el deliberado desinterés en la cultura por parte de los gobernantes, no importa del partido que sean. Si la educación no es un derecho primordial, la producción cultural seguirá siendo cosmética y superficial a los ojos de los administradores, aunque claro que, en términos de la imagen pública del país en el extranjero, siempre se utiliza la creación nacional como estandarte y escudo que “equilibra” el panorama mexicano de violencia, corrupción, autoritarismo y complicidad que cotidianamente se describe en los medios internacionales. ¿Seguirá siendo usado nuestro dinero para comprar armas y entrenar personal que al final terminará trabajando para el que mejor pague? ¿Qué habla mejor del país: sinfonías, poemas, coreografías, novelas, esculturas y ensayos, o cuerpos sin cabezas colgando de puentes? ¿Será que el asesor de las autoridades responsables del presupuesto público es Mefistófeles?

avenida en llamas. Un ir desesperado, un poco suicida y un mucho asesino. Hay que moverse rápido y con extraordinarios reflejos y recursos de sobrevivencia. Con frecuencia para avanzar hay que abrir camino, quitar de en medio cualquier obstáculo, así sea un semejante alelado, un coche cuyos motores padecen un ataque de tos, un zombi desorientado, lo que sea: o tú o yo, y se avanza. Lo mismo en Viaducto Tlalpan. Pesadilla de aprendices, infierno de conductores claustrofóbicos, el Viaducto es la avenida que los habitantes de esta megalópolis nos hemos regalado a nosotros mismos: urgente y candente, exigente y fea, peligrosa y estimulante. Como una droga. Los bólidos se rozan a cien kilómetros por hora, quieren sacar chispas, hay milímetros para maniobrar y poco oxígeno, y aun así se desarrolla una fascinante dinámica en esos tres carriles, como un Tetris histérico de acomodos inverosímiles, casi una danza hiperurbanita en que miles de psicópa-

tas potenciales —nosotros—, con las pupilas dilatadas y los músculos tensos, enchufados al radio y al iPhone, en metamorfosis de cyborgs, programados genéticamente no tanto para odiar al otro como para trascenderlo a como dé lugar, avanzamos. Siempre hay una urgencia atrás, una adelante, una a la izquierda y una a la derecha: en medio queda la ínfima cuadrícula de nuestra convivencia, la tenue red de la movilidad que, por pura necesidad y evolución darwinista, hemos aprendido a navegar como los más fuertes. En la más pura tensión entre el caos y la funcionalidad nos aferramos a nuestros volantes como los Max Rockatanskis e Imperator Furiosas que estamos a punto de ser. Entender esta extraordinaria película que sólo es superficialmente de acción en clave ciudadana puede ser pertinente para aprender a cultivar, además de nuestra furia (que sus buenas cosas tiene), nuestras pausas. Sí, nuestras pausas.

Julio Trujillo | Obra negra Mad Max: Viaducto Road Mad Max: Fury Road, la mejor superproducción del año hasta ahora, ha sido analizada en clave política, sociológica, bíblica, poética, antiutópica, feminista y revolucionaria. Yo quiero hacer una aportación modesta y analizarla en clave chilanga. Me interesa el ritmo trepidante que propone el director y guionista George Miller: se trata, sencillamente, de una persecución perpetua, de una huida en loop. No hay respiro. En la película tuve tiempo de parpadear dos veces y, de haber volteado ligeramente para beber mi frappé de Lechera (sobredosis de glucosa planeada, ahora sé que innecesariamente, para sobreestimular la furia visual) me hubiera perdido un eslabón crucial de esa cadena de acción al rojo vivo. Se huye, en Mad Max, no tanto porque se haya cometido tal o cual osadía, sino por logística: quien se detiene, muere arrollado. La noción de orillarse y dejar pasar el vendaval es risible porque lo que se propone, lo que hay, es un concepto sin orillas: una pura


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | contraloría | frente | 13

Verónica Gerber Bicecci | Hoja de observación

Luigi Amara | Postales del subsuelo

La mirada es un malentendido

Los conspiradores de la mierda

LOCALIZACIÓN: gabinete de gráfica y papel FECHA: hasta el 2 de agosto HORA LOCAL: no aplica CONSTELACIÓN: Museo de Arte Carrillo Gil EQUIPO: imagen tomada de la página web del Museo Carrillo Gil

El mundo que salta por los aires ha terminado por ser un fenómeno estético: las esquirlas y montañas de escombros, el fuego y los cuerpos reducidos a rompecabezas inarmables son el deleite de los medios masivos, que los reproducen hasta la náusea y sin el menor recato, quizá porque de esa manera los desgastan, los neutralizan, los vuelven espectáculo. La explosión es el pretexto ideal para su explotación mediática. Transfigurados en sucesos pop, las urnas incendiadas y los autobuses humeantes se ofrecen una y otra vez a la retina hasta normalizarse, hasta confundirse con el paisaje. La estrategia de Molotov se ha vuelto un sinsentido no porque el espíritu que la anima sea obsoleto o porque haya que intensificar la intensidad de las detonaciones, sino porque promueve la intransigencia del sistema. Más represión, más arbitrariedad y más vigilancia; alicientes preciosos para la policía. Si cada bloqueo callejero convoca un destacamento de granaderos, cada bomba casera justifica un operativo militar. La red de medidas profilácticas, persecutorias, abusivas, bajo el lema: “Es por tu seguridad”, no tarda en hacer de la vida cotidiana algo parecido a un picnic sobre el mantel del estado de excepción. Pero es sobre todo la parálisis creativa de la insurgencia lo que contribuye a su fracaso, y no únicamente porque el consabido entusiasmo pirotécnico de los llamados “anarcos” redunde en el fortalecimiento del uso “legítimo” de la fuerza. La bomba perfecta es la que menos lo parece. La bomba latente, sorpresiva, diseminada en cualquier parte. Las cosas de todos los días —la risa, el baile, el bostezo— pueden estar cargadas de

NOTAS: Hace unos días se inauguró Driving Forces, una instalación de Ernesto Walker (Monterrey, 1982). En la sala hay tres telescopios computarizados alrededor de una mesa. Un mecanismo de engranes, poleas y bandas conecta a los telescopios entre sí y, a su vez, con un armonógrafo (aparato que genera dibujos geométricos a partir de péndulos y movimiento), que está ubicado exactamente al centro, sobre la mesa. Lo más importante: los telescopios apuntan a las paredes y techos del espacio. Uno está programado para observar el sol (cuya extrema luminosidad dificultaría visualizarlo de todos modos), otro está programado para observar la Luna (uno de los objetos en órbita mejor conocidos, por lo que un amateur no podría agregar mucho a su investigación), y el último está programado para observar un agujero negro (que, en realidad, dada su naturaleza opaca, resultaría imposible de distinguir a través de la mirilla). Estas condiciones adversas de observación explican el hecho de que las paredes que obstaculizan a las lentes sea por completo indiferente. Al procesar las coordenadas de observación, los telescopios se mueven para compensar el movimiento de la Tierra y

BEF | Monorama

“mantener visible” su objetivo. Son estos movimientos los que —muy lentamente y a través de las poleas— hacen que el armonógrafo se deslice. El armonógrafo va registrando la actividad de los telescopios con tinta roja sobre una hoja de observación astronómica —que tiene un diagrama general de la bóveda celeste—. El dibujo simula una dimensión distinta del análisis visual, pues es producto del itinerario de los cuerpos que observan, en lugar de un registro de lo que “debería” ser visto. La mirada es un malentendido: suele confundirse de un espectador a otro. La imagen es otro malentendido: suele señalar algo que no está, o que sigue ahí, pero que ya no podemos ver de la misma forma. Los dos diagramas sobrepuestos conforman un mapa enrarecido que reproduce, precisamente, ese complejo y fascinante equívoco: somos incapaces de ver lo que vemos.

dinamita; los actos cotidianos, el arte, hacer cola, incluso la mierda, sobre todo la mierda, rebosan de materia ígnea. Basta encontrar la punta de su mecha para que estallen en la cara de quienes nunca lo esperaron. Basta encontrar esa mecha. Y encenderla. Los dinamiteros de nuestro tiempo no han sabido hallar en la mierda la clave que les permita elevar su indignación a una forma de arte. Después de todo, un proyectil excrementicio deja cicatrices que difícilmente se cierran, y sus efectos son tan plásticos y fotogénicos como los del fuego, la sangre y los hierros retorcidos. En vez de ganarse el repudio unánime por los destrozos cometidos, los anarquistas de hoy podrían desatar un alegre ataque pestilente y nauseabundo, al que de inmediato se le encontrarían un sinfín de connotaciones simbólicas. Estallidos de mierda, cataratas de orina, bombas fétidas con las reservas de nuestra mala digestión, francotiradores de mocos… Se trataría de un estallido quizá infantil, pero imaginativo y contagioso, que además dejaría un saldo blanco en el número de víctimas (aunque no precisamente impoluto…). ¿Quién no festejaría que nuestros gobernantes más impresentables cayeran en trampas de mierda parda y líquida? ¿Quién podría reprimir una sonrisita al enterarse de que los baños de la Secretaría de Gobernación se han convertido en auténticas fuentes brotantes? Pese a que el pudor y el estreñimiento crónico se hayan confabulado hasta hoy en contra de las bodas de la revuelta y la escatología, quizá ha llegado el momento de que, frente al guano en que retoza la clase política, respondamos con cucharadas de su propio chocolate.


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C crónica

La tinta que nos acompaña Por Fausto Alzati Fernández

Hasta hace algunos años, todavía existía la idea (con estigma de por medio) de que quienes más se tatuaban era marineros, putas y criminales. ¿Por qué? Para matar el tiempo, quizá por lo volátil que es la identidad, o tan sólo porque les dio su pinche gana. Fausto Alzati, poeta, escritor y desde hace unos años, tatuador, compara el gusto de marcar la piel con el de externar en cicatrices los símbolos que marcan nuestra psique.

Tengo

preferencias por distintos soundtracks para cada actividad. Como cualquier ser humano moderadamente melómano. Si bien me gusta jalar pesas oyendo rap, escribir escuchando ambient, coger con un poco de cumbia sonidera de fondo, a la hora de tatuar, me regreso al grunge. Y ya no me da pena. Purple, de los Stone Temple Pilots, es mi disco favorito para tatuar. Quizá porque es un álbum que envejece con dignidad, como un buen tatuaje. Pero también porque es un disco que me remonta a los años noventa y, sobre todo, a mi adolescencia. No sólo me recuerda la primera vez que pasé una aguja en mi brazo o la primera vez que le metí la verga a alguien, y las tantas otras primeras veces. Ante todo me revierte al espíritu de mi adolescencia. O, para sonar menos rollero, a mi sensación de estar en el mundo en aquel entonces, durante ese proceso de ortopedia emocional llamado pubertad. Trae a la memoria, y su enredo en el sistema nervioso, aquel vértigo de la melancolía y el efecto psicosomático de creerme incomprendido. Al oír el disco, saboreo esa mezcla de angustia y calentura producto del oleaje hormonal que me habitaba

en ese tiempo. Pero, sobre todo, me remite a ese abierto desafío ante el mundo en el que vivía. Cuando era puber no había celulares, redes sociales y todo ese desmadre. Topabas a quien topabas y cuando salías de casa no estabas perpetuamente localizable. Tampoco exhibíamos en una pantallita cada momento de nuestra experiencia buscando aprobación. Suena a que estoy envejeciendo al remontarme a “aquellos ayeres”, pero va sin amargura, porque así fue. Tal cual. Fue una gran época para ser puber. Para sentirse solo e incomprendido. Fueron buenos tiempos para revolcarse en slams, en conciertos de bandas que ni conocías, para pintar estupideces en alguna pared, para ir a raves, para no llegar a casa en tres días, para vagar por la ciudad, para fajar en los andenes del metro tras fumar un porro a sabiendas de que aún no era ni medio legal, para pintarle dedo a los polis y decirles que sólo muerto te llevaban con ellos, para pasar tardes enteras mirando el techo, para tocar la guitarra, para odiar usar suéteres, para pintarse el pelo de colores y aun ser visto gacho, para discutir trágicamente con tus padres y hacer desmedido uso de la frase “es mi vida”, y para que me corrieran de su casa un miér-

coles por la tarde por llegar tatuado. Eran los noventa. Tenía 15 años. Pero empecé a tatuar mucho después. Tardé. A mitad de mis 30 y ya en una época donde se ha ganado mucho terreno contra el estigma de la tinta. En la prehistoria (antes de que YouTube fuese el eje del mundo y de que la ironía fuese el modo retórico omnipresente), no había tatuadores como tal. Había tipos con algún oficio (zapateros, barberos, etc.), que por las tardes tatuaban a quien se animara en sus casas o en una trastienda. Hablo de los años setenta y ochenta en México. Tampoco era sencillo conseguir una máquina para tatuar, había, prácticamente, que inventarlas. Sin embargo, a la banda le ha gustado llevar tinta en la piel desde que los humanos andamos en dos patas y ninguna complicación ha bastado para impedirlo. En aquellos días, sí, quienes más se tatuaban eran marineros, putas y criminales. Quizá para matar el tiempo, quizá porque no concebían sus cuerpos como castillos de pureza, quizá por lo volátil que es la identidad, quizá porque les dio su pinche gana y ya. Razones para rayarse sobran, tanto como las explicaciones psicosociológicas de por qué lo hacemos. Pero indagar los motivos


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de un rayón resulta tan estúpido como preguntar “¿qué significa tu tatuaje?”. En México empezó a haber tatuadores, como tal, más hacia la década de los ochenta. Pero tampoco les era sencillo rayar. Tatuaban en mercados o en locales que a menudo se veían visitados por policías que, además, les daba por fichar a los clientes. Pero es justo a esa tropa a la que debemos el avance en ese terreno y la oportunidad que tenemos hoy de tatuar o ser tatuados con la misma facilidad de quien va al salón a pintarse las uñas. Vienen a la mente gente de fuera como Le Skuse y toda la banda del Bristol Tattoo Society; pienso en Doc Forest, en Suecia, armando su primera máquina con motores; Horiyoshi III y su esfuerzo por darle un lugar de mayor apreciación al tatuaje en el mundo; y pienso, acá en corto, en el Chino en Tepito, Terror en Tacubaya o la banda que primero abrió Dermafilia, por mencionar algunos nomás. El punto es que se ha ganado terreno, y esta apertura ha permitido un boom del tattoo, y con ello su desarrollo artístico por rutas que antes no consideraba. Por un lado, creo que en 20 años casi todo mundo en las grandes urbes estará tatuado. Por ello decidí enseñarle a mi hija mayor a tatuar, como un oficio. Por eso, y porque se ve genial con guantes rosas de látex. Por otro lado, esta apertura ha permitido a diseñadores y dibujantes de muchas líneas estéticas distintas aportarle ideas a la aguja. Lo que ahora es posible llevar en la piel, antes no era siquiera concebible. Comoquiera, en mi caso el virtuosismo no me llama la atención. Digo, escucho a los Stone Temple Pilots y no a Dream Theater. El virtuosismo, con sus indudables méritos y toda la dedicación y determinación que implica, me llega a parecer una apología más para la neurosis obsesiva. Repetición y refinamiento. Repetición y refinamiento. Y está muy bien, pero tiendo a interesarme más por el trasfondo expresivo de algo, lo que transmite en cuanto a vitalidad, apertura a la experiencia y placer. Cuando empieza a sonar la guitarra que arranca el disco con “Meatplow”, oigo zumbar la máquina en mi mano. Así la afino. La escucho, la vibro con la guitarra, y dejo que ese sonido se convierta en el ancla de mi atención. El ruido en mi cabeza, eso que solemos llamar “pensamiento”, pierde la batalla en el crossfade con las guitarras y la máquina. Sigo la aguja, sus trazos sobre la piel. Y conozco bien la sensación de estar del otro lado de la aguja, quieto, preguntándote por qué chingados estás ahí, otra vez dejando que un imbécil ponga una estupidez en tu dermis de por vida, doliéndote, en vez de ir a dar el rol o pasarla bonito. No sé si sea necesario un grado de sadismo para tatuar, lo que sí sé es que el dolor y el arrepentimiento son partes fundamentales de un buen tatuaje. (Por ello, en segundo lugar de música favorita para tatuar mantengo un empate entre los Stone Roses y Social Distortion.) Pero conozco muchos tatuadores, muy hábiles algunos, que son unos retrasados emocionales. Como la mayoría de las personas

solemos ser. De ésos que en los mecanismos de su psique habita un miedo a que se les caigan sus webitos si resulta que nos llegamos todos a enterar que la vida los vulnera. Yo también soy un tarado emocional, en más de 100 maneras, pero la empatía no me da frío. Cuando el dolor de la aguja, y toda la situación de estar siendo marcado, obliga a la apertura de alguien, ni los guantes de látex me impiden algo de curiosidad sobre su perra existencia en este mundo. Menos cuando veo algunas de las muecas que llegan a hacer. De tal suerte, una cocinera me contó, mientras le marcaba un conejo en el antebrazo, cuán feliz estaba de poder al fin dormir con quien amaba, pues llevaba años teniendo citas con hombres casados que luego le decían “buenas noches” y se marchaban. Vislumbré una tormenta entera recorrer las pupilas de una chica mientras le rayaba unas flores con las que soñó tras la muerte de su madre. No lloraba por la aguja, eso me queda claro. Un celópata me confesó cómo espiaba a su novia y todo su proceso de recuperación. Un gángster sudamericano me amenazó de muerte si le salía mal el tatuaje, me contó su paso por la cárcel. Al terminar me ofreció una onza de coca (que decliné), y protección ante cualquier ofensa de quien fuese. También recuerdo tatuar a un sujeto risueño que tenía toda la piel cicatrizada. A los ocho años le había caído una olla con caldo hirviendo. No lo vi siquiera parpadear cuando la aguja recorría su piel, o los extraños contornos de los injertos. Me gusta mi trabajo. Me gusta marcar la piel. Escribir en ella. Me gusta externar

“Razones para rayarse sobran, tanto como las

explicaciones psicosociológicas de por qué lo hacemos. Pero indagar los motivos de un rayón resulta tan estúpido como preguntar ‘¿qué significa tu tatuaje?”. en cicatrices los símbolos que marcan nuestra psique. Tantas veces en mi vida sólo tatuándome he logrado procesar vivencias que por mucho hablar nomás no se movían. Por otra parte, en mi propia piel no tengo un solo tatuaje del que no me haya arrepentido después. Cada uno me ha llegado a parecer tonto, obsceno y sobrado. Y revivo esa sensación de avergonzarme por mi vitalidad. Pero es sólo la parte final de la cicatrización del tatuaje. Se pasa pronto, porque te chingas, ahí se queda (salvo que quieras ir a quemarte con láser y quedarte con una cicatriz igual de tonta, obscena y sobrada). Es igual que esas partes de tu pasado que te apenan e imaginas que podrías prescindir de ellas y al fin ser bien pinche feliz e íntegro, etc. Pero te chingas y lo asumes como asumes tus errores, tus tropiezos y levantas la cabeza. Ser ridículo no implica perdida alguna para la dignidad. No tiene ningún chiste sobrevivir a los monstruos que te atormentan, si no te puedes ornamentar con ellos. “Kitchenware & Candybars” sigue siendo mi pista favorita de ese disco. Sería perfecta si no tuviese esa rola secreta medio jazzy rara después. Eso sí era pésimo en los noventa (eso y la preocupación por la autenticidad). F

Fausto Alzati Fernández Nació en la Ciudad de México. Tiene más tinta aún en sus cuadernos que en los brazos. Escribe a mano. Es autor de Poemas perrones pa’ la raza (Mono, 2012) y Buda, drogas y pop (Textofilia, 2013). En sus ratos libres tatúa e intenta meditar.



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v versus

“Entiendo la arquitectura como un agente de cambio, ya que puedo afectar la calidad de vida de alguien a través de ella. No es tan claro y directo como un doctor que literalmente te puede matar, pero si exageramos, yo también podría hacerlo si uso materiales tóxicos. Cuando hablo de mejorar la calidad de vida de la gente me refiero a algo más complejo, a la funcionalidad de los espacios, la iluminación, la sustentabilidad.”

Tatiana Bilbao Arquitecta

Como parte de una de las generaciones de arquitectos más prolíficas del país, Tatiana Bilbao ha destacado gracias a su visión socialmente responsable. Sin querer, su figura se ha convertido en la voz de las mujeres en la arquitectura mexicana. Su visión se ha proyectado a nivel internacional en forma de construcciones en China y cátedras en la Universidad de Yale, por mencionar algunos ejemplos. Actualmente, trabaja en un proyecto de casas de interés social, ya que para Bilbao, la arquitectura es una necesidad social, no un lujo. Entrevista: Cris Winters | fotografía: Ramón Ruiz Sampaio


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Hay antecedentes de arquitectos en tu familia. ¿Cómo influyó esto en tu elección de ser arquitecto? ¿Cómo fue tu niñez?

Mi abuelo fue arquitecto. Sin embargo, yo no lo conocí, pues murió mucho antes de que yo naciera. Él era vasco. Por el lado de mi madre tengo familia alemana. Es una combinación explosiva. Ni mi papá ni mi mamá son arquitectos, así que la influencia no es directa, aunque es verdad que tengo tíos y primos arquitectos. Por parte de mis padres nunca sentí presión por dedicarme a algo. Me dejaban ser muy libre. Lo que más me marcó de mi abuelo fue su sentido social, ya que él estaba involucrado en muchas causas. De hecho, llegó a México como exiliado por sus posturas políticas. Crecí escuchando sus historias y esa parte sí tuvo influencia en mí. Mi familia materna también llegó a México por una guerra, entonces puedo decir que le debo mi vida a la guerra. Para los que las viven es difícil verlo, pero la realidad es que hasta las guerras tienen cosas positivas. En cuanto a mi niñez, antes no lo notaba, pero ahora con el paso del tiempo sí puedo ver que mi vocación ya estaba presente aunque no de forma consciente. No es que haya crecido diciendo: “Voy a ser arquitecto”. Lo que sí es que me encantaba hacer casas para mis muñecas y crear estructuras con objetos que había en mi entorno. Luego ya que tenía la casa hecha no me interesaba jugar, lo que quería era construir.

No conociste a tu abuelo, sin embargo, ¿reconoces algo de esa herencia alemana y vasca en tu estética?

Sí. Me considero más mexicana que el mole. Siempre he vivido en la misma zona de la ciudad. Amo Paseo de la Reforma y por eso tengo mi despacho aquí. Crecí a unas cuadras. En cuanto a los recuerdos familiares, la herencia extranjera está marcada en la comida, en las recetas que preparaban en mi casa en el día a día. Otra cosa es que aunque soy muy mexicana, cuando fui, por ejemplo, al País Vasco, entendí muchas cosas de por qué soy como soy. Soy de México, pero al estar allá también tuve un sentido de pertenencia y de sentir que también era de allá. Quizá del lado alemán venga la disciplina. Siempre he creído que hay que hacer las cosas de la mejor manera en que se pueden hacer.

Perteneces a una generación de arquitectos mexicanos particularmente exitosos en el extranjero, como Fernando Romero, Michel Rojkind y Derek Dellekamp. ¿Te ves a ti misma como parte de esta generación?

Por supuesto que me siento parte de una generación. La verdad es un orgullo. Además de colegas somos amigos, somos cercanos. Pienso que todo se lo debemos al contexto. Evidentemente hay mucho talento y disciplina, pero quizá también lo hay en otras generaciones. Lo que sucede es que nosotros nos graduamos de la Ibero en los noventa. Antes de eso, México había tenido una economía muy volátil. Después de esa década hubo una estabilidad económica que no había existido antes, lo cual permitió que se invirtiera mucho en construcción.

Además, en esos años la industria inmobiliaria se puso de moda en el mundo y, por lo tanto, también en México. No me encanta esa parte, pero es una realidad que si algo se pone de moda, la gente lo hace porque “está en tendencia”. Lo copiamos en México porque es lo que vemos. Lo positivo de esto es que la gente estaba dispuesta a invertir en arquitectura. En ese aspecto mis colegas y yo somos afortunados de habernos titulado en ese contexto, pues pudimos subirnos a una ola y proyectar nuestras carreras.

Dentro de ese grupo, eres la única mujer. Eres quizá la arquitecta más exitosa del país. ¿Cómo vives esta experiencia?

Voy a ser honesta. Al principio de mi carrera odiaba que en conferencias, seminarios o entrevistas, siempre surgía la pregunta sobre mi visión como mujer. Me parecía hasta retrógrada, pues sentía que mi sexo era irrelevante en mi profesión. Me daba rabia. Lo detestaba porque en mi opinión tenía y tengo los mismos retos que mis colegas. Igual diseño, boceto, voy a la construcción. ¿Sabes? Finalmente, luego de que siempre me quejaba, mis amigos hablaron conmigo. Me dijeron: “Mira, es una realidad. Eres mujer. Esto te hace diferente por el simple hecho de que hay pocas mujeres que se dedican a esta disciplina. Eres una excepción”. Entonces lo comprendí. Si bien ésa no es mi bandera y no me siento una activista del feminismo, ahora lo vivo de otra manera. He comprendido mi papel. También me he dado cuenta de que la escasez de mujeres en la arquitectura no es exclusiva de México, sino de todo el mundo. Somos pocas las que nos dedicamos a esto. Lo que me sorprende es que aún en mi círculo, que es de gente privilegiada, con acceso a educación, viajes, etcétera, aún hay quien ve mal lo que hago. Hay mujeres que me juzgan por “abandonar” a mis dos hijas (la mayor tiene tres años) o por no dedicarles todo mi tiempo.

Hiciste una mueca al mencionar a las mujeres que te juzgan. ¿Crees que es cierto que la mujer es su peor enemigo?

Tristemente hay algo de cierto en eso. Creo que tiene que ver con que muchas fueron educadas a no cuestionarse y les da pavor salir de su zona de confort. Otras ni siquiera se plantean la posibilidad de hacerlo. Yo nunca he sido del tipo de persona que se autolimita o tiene miedo a hacer las cosas. Sin embargo, estoy contenta con mis decisiones. Tengo gente que me ayuda y me organizo para poder estar con mis hijas a partir de las tres de la tarde. Es cuestión de organizarse. También tengo la suerte de tener un esposo que no se siente intimidado por mi éxito y que me apoya en todo. Es un superpapá. Tal vez la vida de mis hijas no es normal en tanto que no es rutinaria, o que su mamá tiene que contestar llamadas de pronto, pero creo que son unas cosas por otras, tienen el privilegio de viajar por todo el mundo, por ejemplo. El otro día, mi hija que tiene sólo tres años me dijo: “Mamá,

hace mucho que no vamos a París”. Escucharla me dio un ataque de risa. No por presumir, pero es muy simpático ver cómo para ella es normal viajar y no dimensiona que vamos por mi trabajo.

De vuelta a la arquitectura, específicamente al tema de la construcción. ¿A qué crees que se deba que permanezca como una disciplina masculina?

Definitivamente a la obra (de construcción). Es un tema biológico. Nunca seremos igual de fuertes que los hombres, de la misma manera que ellos no pueden dar a luz. Cada quien tiene lo suyo. Pero vaya, son más fuertes. Por algo en los Juegos Olímpicos las competencias no son mixtas, no sería justo. Además, la obra intimida a las mujeres, a mí no. Me alegro cada que llego a una construcción y la plomera o alguien más es mujer. Cada vez hay más, pero seguimos siendo minoría, incluso en las aulas de las universidades.

Tu arquitectura se distingue por su carácter social. ¿Cuál es tu filosofía?

Actualmente, la arquitectura responde a un mundo muy complejo. Cuando construyes en medio de la nada tienes la ventaja de que en cierta manera conquistas el lugar. Lo que hagas estará bien. Ahí la dificultad está en conseguir los materiales o en hacer que sea algo sustentable y adaptado al entorno. En las grandes ciudades donde hay un exceso de todo el reto es distinto: ¿cómo destacas?, ¿cómo te adaptas?, ¿qué aportas a la sociedad? Entiendo la arquitectura como un agente de cambio, ya que puedo afectar la calidad de vida de alguien a través de ella. No es tan claro y directo como un doctor que literalmente te puede matar, pero si exageramos, yo también podría hacerlo si uso materiales tóxicos. Cuando hablo de mejorar la calidad de vida de la gente me refiero a algo más complejo, a la funcionalidad de los espacios, la iluminación, la sustentabilidad.

¿En dónde queda la parte estética?

No estoy en contra de construir cosas bellas, al contrario. Creo que la estética también enaltece la vida. Hay estudios al respecto. Es un elemento importantísimo. Funcionalidad, sustentabilidad y estética deben ir de la mano.

¿Cómo funciona tu proceso creativo y cómo cambia cuando colaboras con alguien?

Mi proceso creativo cambia. No tengo ningún ritual de poner música y sentarme a bocetar ni nada por el estilo. La constante es la investigación. Es importante conocer el contexto. Hago proyectos a la medida, no me gusta imponer que las cosas se adapten a mí. Los materiales que utilizo dependen del entorno. Hago mucha investigación para resolver las distintas problemáticas. Hay veces que aún con eso no sé cómo solucionar algo y otras que el proceso es más intuitivo y que aún antes de investigar ya sé cómo hacerlo y sólo hago el marco teórico para corroborar. En cuanto a colaborar me encanta y lo hago todo el tiempo. En realidad me parece absurdo no entender la arquitectura como algo colaborativo. Se necesitan

muchas mentes. Ésa es su esencia. La idea del arquitecto como un todo poderoso es errónea y en el caso de mi despacho es imposible que sea así, ya que hacemos muchos proyectos muy distintos entre sí.

Has trabajado en distintos países. ¿Cuáles han sido las diferencias o áreas de oportunidad que has encontrado en cada lugar?

Es difícil generalizar porque cada proyecto es distinto. Todo mundo dice que construir en Estados Unidos es muy difícil por todas las reglas, yo ahí no he construido pero casi podría asegurar que España es peor. Hay muchísimas restricciones. En Francia las limitaciones van más por el tema de historia o patrimonio de la humanidad. En China lo más retador fue el idioma, pero fuera de eso me pareció muy similar a México. ¿Planos en una obra? Qué es eso. No es broma, son idénticos que aquí en cuanto a esa informalidad. Yo intento tomar el aprendizaje de cada proyecto e incorporarlo a mis trabajos siguientes.

Ya que tocas el tema de China, ¿cómo fue la experiencia de trabajar con Ai Weiwei?

Fue un honor que me eligiera para colaborar con él en la Sala de Exposiciones en Jinhua. Más allá de la proyección que le dio a mi carrera lo que más me gustó de ese proyecto fue conocerlo. Es todo un personaje. Como un niño que se la pasa divirtiéndose. No he conocido a alguien igual. Su lado humano fue lo que más me interesó.

La docencia también te ha llevado a otros países. ¿Qué papel tiene en tu vida?

Me dedico a la docencia por necesidad, quizá no una económica. Es un verdadero reto compaginar mis horarios por el tema de los viajes, pero lo hago porque me da un enorme placer. Aprendo muchísimo de mis alumnos. El último fin de semestre en la Universidad Iberoamericana le decía al rector: “Espero que mis alumnos hayan aprendido tanto como yo”. Es que doy clases a gente de maestría, entonces son personas que ya tienen ciertos conocimientos y experiencia. Termina siendo enriquecedor, es un trabajo en equipo. El verano pasado di clases en la Universidad de Yale y también fue algo muy grato.

¿Cuál es el proyecto de tus sueños o el que te falta por hacer?

Ahorita estoy trabajando en un proyecto que siempre había querido hacer: casas de interés social. Lo deseaba mucho. Son viviendas de bajo costo en zonas rurales. Hemos hecho mucha investigación al respecto: más de dos mil entrevistas para conocer las necesidades de la gente. Una de las cosas que encontramos es que no quieren que sus casas se vean como que no están acabadas. Cuando les decimos que si ahorran más hay posibilidad de hacer un segundo piso a mediano plazo dicen que sí siempre y cuando su casa no se vea como que sigue en construcción. Es una cuestión de dignidad. La investigación ha sido clave. También es importante que nos incluyan como arquitectos en este tipo de proyectos. La arquitectura es una necesidad social, no un lujo.


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La finalidad de los estandoperos es hacer reír… Que lo logren es otra cosa. Algo pasa que pocas veces asoma la carcajada y más bien cunde la pena ajena, las ganas de salir corriendo. Aun así, los comediantes del micrófono persisten. ¿Son malos sus chistes o los mexicanos sólo llegamos a la risa ante ese humor ramplón que durante décadas nos han inoculado las televisoras? ¿Ganarán el pastelazo y el albur, o el humor fino? Eso es lo que trataremos de responder en este texto. Que lo logremos es otra cosa.


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n tu muro del feis tu amigo de toda la vida confiesa a sus seguidores lo que tú siempre sospechaste: que es comediante. Anuncia que dará un show de stand-up. La consternación se hace notar enseguida. Sobre todo entre la familia. Alguno recomienda una clínica donde curan esa desviación. Otro habla de la degradación de las costumbres. Con más solidaridad que ánimo, decides ir a verlo a ese bar de la Roma-Condesa sin saber muy bien qué esperar. Lo difícil es predecir cómo saldrás de su gran debut: si secándote las lágrimas de reír tanto (poco probable) o con la manga de la camisa hecha bola de aguantar tanta pena ajena (casi seguro). Te preparas para lo peor. La faena es temeraria: hacer reír a la gente. Si se piensa, es uno de los logros más difíciles de obtener si se intenta voluntariamente (porque todos somos comediantes involuntarios más seguido que no) (a menos que de verdad uno sea insufrible) (muy probablemente tu amigo sea insufrible). Sales del lugar a tomar un poco de aire y agradeces que nunca te haya pasado algo semejante. Piensas que a juzgar por la cantidad de tus amigos que, de ser personas decentes, con un futuro estable, deciden ser estandoperos, te das cuenta de que algo está sucediendo, que hay gente pagando por un boleto, y que nadie está tomando medidas al respecto. Te guste o no, el stand-up mexicano ya está aquí, y es difícil pronunciarlo: estándop.

Es la moda

Héctor García Fue uno de los primeros en practicar stand-up en México. Empezó haciendo risoterapia y tiene formación de clown. Autodeclarado nerd y geek. Tiene 36 años y vive con sus papás. Habla de dinosaurios, cómics y caricaturas, y de lo mal que le iba ligando a chavas en la prepa. | @hectorgsaurio

“Ahora todos quieren ser comediantes.” “Hoy en día cualquiera se sube a un escenario.” “Ser estandopero está de moda.” “Como cuando antes todos querían ser DJ, ahora todo mundo quiere hacer stand-up.” Todas las personas que entrevistamos estuvieron de acuerdo en esto: el stand-up está “de moda”. Usaban esa expresión. Lo que hace seis años era un puñado de soñadores con un micrófono, hoy es un movimiento que, si bien no alcanza el nivel de popularidad que tienen los escándalos de alcoholismo de algunos de los cómicos inflados por los medios masivos de comunicación, ya tiene un número considerable de fans, y sigue un patrón alarmante de contagio. Más inquietante aún: hay amateurs y gente con intenciones de profesionalizar este tipo de comedia. Pero ¿qué es el stand-up? “Es comedia de autor”, dice Héctor García, veterano del stand-up mexicano, si eso existe. Héctor es delgado, alto y de voz modulada. Lleva aproximadamente seis años perfeccionando su show, y aproximadamente el mismo tiempo cultivando un público fiel. Es un tipo que da confianza: un nerd que cae bien al instante. “Creo que ésa es una definición muy puntual [él habla de la comedia de autor, no a definirlo como nerd], porque a diferencia de un monólogo que puede interpretarlo mucha gente, o una obra de teatro, el stand-up viene muy de adentro y de la manera particular de ver la vida. La rutina personal no sería jamás lo mismo si la hace otra persona. Es lucrar con la tragedia de uno.” Básicamente: un tipo (o chica) (o tu amigo) se sube a un escenario, cuenta chistes (llamados beats), uno tras otro, y, si es bueno, parece que los está inventando en el momento y te hace reír. “El stand-up, el mejor stand-up, está cien por ciento escrito. Los mejores estandoperos hacen parecer que lo están creando ahí mismo, tienen esa frescura, pero está escrito”, dice Piolo Juvera, mejor conocido por hacer improvisación teatral —“impro”, que le llaman— y presentarse seguido en bares de la delegación Cuauhtémoc. Piolo estudió improvisación en Second City, la famosa escuela de Chicago de la que salió Tina

Fey. Pero, aclaremos: Piolo no es estandopero. Él no está muy de acuerdo con soltar beats al hilo ante un reflector y con un micrófono, delante de una pared de ladrillos, como reza el cliché neoyorkino. “El stand-up muchas veces es matemático para que funcione” dice “cambiar una frase por otra, probar ritmos y entonaciones. Así de obsesivo es [el cómico neoyorkino Jerry] Seinfeld: en qué entonación lo dice, cómo, cuándo.” La diferencia básica con un cuentachistes tradicional mexicano (llamémosle Polo Polo) es que los chistes son escritos por el comediante mismo, no refritos o reinterpretaciones y, por lo general, surgen de experiencias o vivencias. Son hombres y mujeres que dicen ser tímidos hasta el punto de la parálisis, pero que aun así se juegan la dignidad al subirse a un escenario a contar sus tragedias u opiniones y esperar que alguien las encuentre chistosas. Hay un especial de HBO básico para quien quiera entender un poco más de comedia y de stand-up específicamente, Talking Funny (2011). Se trata de una hora de ver a cuatro de los exponentes más importantes de este rubro discutir y hablar de comedia: Ricky Gervais, Jerry Seinfeld, Chris Rock y Louis C.K. El cuarteto platica sobre las diferentes maneras que tiene cada uno para escribir sus shows, de lo que se permiten y de lo que no, sobre qué consideran cruzar una línea y qué los hace reír. A pesar de ser casi una disertación sobre comedia —hacer reír como algo serio—, es una hora de ver a cuatro de los hombres más chistosos del planeta juntos. Así que aburrido no es. En este especial, Louis C.K. —cuyos shows suelen ser tan políticamente incorrectos hasta el punto que uno llega a sentir culpa de lo mucho que lo hacen reír—, explica: “Yo lo hago parecer como si sólo me estuviera expresando, sacando lo que traigo dentro. Pero en realidad me sé todos los movimientos”. ¿Cuánto se tarda uno en tener un show de una hora? “Un año, aproximadamente”, dice Sofía Niño de Rivera. Sofía luce bien producida. Entre las mujeres comediantes de la escena mexicana, es de las más notables (entre algunas otras exponentes del género se encuentran Alexis de Anda —quien estuvo una temporada en Fashion Police México— y otra que se hace llamar Manchita). Ha tenido shows fuera de México, ha salido en televisión, y pronto aparecerá en una serie de Netflix. “Probar material y ver qué sirve en shows de quince minutos, y así armas un espectáculo más largo”. El riesgo es que si vas a ver a un comediante, te gusta y regresas, te puedes topar con el mismo chiste. —Si vas a ver a Prince, quieres escuchar sus éxitos, no su nuevo álbum —dice Ricky Gervais en el documental de marras. —No necesariamente —interrumpe Chris Rock—. Hubo una época de unos veinte años, que yo sólo quería escuchar lo nuevo de Prince, no sus éxitos. Ahora quiero escuchar las dos cosas. Como audiencia, la única manera de saber si algo te gusta o no, es: probando una y otra vez. Que, es ralmente como el comediante sabe si funciona o no.

A mí me gustaba hacer comedia antes de que estuviera de moda Hoy en día es normal escuchar que alguien es estandopero o que hace comedia, que alguien ha tomado cursos de clown, impro, risoterapia o incluso stand-up. Que tal o tal salen en la tele o van a salir en una película. Hoy en día ser estandopero es cool. Pero hace seis años no lo era. O no en México, por lo menos. Algo pasó en el 2008 que un pequeño puñado de


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“Si tienes un monopolio en medios de comunicación siempre va a ser más barato tener un comediante que cinco comediantes.”

desconocidos (entre ellos y para el público) decidió en ese entonces súbitamente que querían estar parados frente a una audiencia mientras hacían comedia, o por lo menos intentarlo. “Trabajaba en publicidad y era miserable”, dice Sofía Niño de Rivera. “Tomé un curso de clown en el Foro Shakespeare y me enamoré de hacer reír a la gente. Y luego fui a Nueva York y ahí vi un show de comedia de Colin Kane. Nos hicimos amigos y le dije: ‘Quiero hacer eso’. ‘Pues hazlo’, me contestó.” Sofía regresó a México, renunció a su trabajo, vendió su coche y se puso a perseguir su sueño, haciendo al principio un pequeño show en el Foro Shakespeare robándose, por unos minutos, la audiencia de las obras de teatro. Eventualmente, organizó una presentación de stand-up con el propio Kane en el Voilà, y ella fue su telonera. Había empezado. Paralelamente, en otros rincones de la ciudad, experiencias similares sucedían a otros. Juan Carlos Escalante, un tipo agradable y simpático, con voz de locutor de radio juvenil, había estudiado Diseño Gráfico. Y decidió no practicarlo. “Pensé: ‘¿qué tengo que hacer para ser diseñador gráfico?’ No, pues tengo que ganar cero dinero, gastar yo, de hecho, aguantar abusos, explotación, humillaciones.” Escalante, quien forma parte del colectivo de comedia Siete Machos, se reunió con algunos amigos comediantes-en-ciernes y comenzó a presentar un show gratuito en una cafetería de Regina, en el Centro de la ciudad. Luego rentó un teatro, también en el Centro, llamado El Quinto Piso. “Me dije muy chicho: ‘Voy a hacer mi hora’. Sabíamos que había que hacer shows malos para hacer shows buenos. De ahí me jalaron para [el canal de TV] Comedy Central.” Historias similares se repiten constantemente al hablar con estandoperos que comenzaron más o menos al mismo tiempo. Alex Marín y Kall, alias “Esewey” —así, todo junto—, comenzó teloneando el show de cabaret del grupo que se llama Las Reinas Chulas, de quien es parte Marisol Gasé, conductora de El Weso. Gasé y Marín se conocieron en el programa de W Radio, donde él también trabajaba. Héctor García, otro de la misma tribu, también tomó un curso de risoterapia, un curso de impro, uno de comedia y se clavó en el stand-up. Historias así se repiten, así como expresiones de superación personal: “Vi un show y pensé que lo podía hacer”, “me subí a probar, sin saber muy bien qué estaba haciendo.” En el 2015, el stand-up mexicano respira con shows casi semanales, que si bien siguen siendo muy locales o para un nicho muy específico (los mismos comediantes), es innegable el crecimiento de su popularidad. “Yo atribuyo ese crecimiento, en gran parte, a lo que hicimos nosotros”, dice Marín. Marín es grande y malhablado, tiene una voz profunda y anda medio desaliñado. “Porque cuando empecé no había comedy clubs. No es como en Nueva York o Londres. Así que hicimos un micrófono abierto, que es clave en el desarrollo de la disciplina.” Cuando el Ese Wey, o el Esewey, o como sea, habla en primera persona en plural, se está refiriendo a él y a su esposa Leah,

quien también hace stand-up. Continúa: “Empezamos en un bar en Florencia que se llamaba El Rebel. Hacer un micrófono abierto u open mic es abrir una lista y que cualquiera se pueda subir durante cinco minutos. El orden es según vayan llegando. Han llegado amas de casa, oficinistas, comediantes profesionales, lo que quieras. El Rebel era un sótano mojado, húmedo, terrible. Luego mi esposa y yo nos fuimos a hacer stand-up a Londres, a tomar cursos, ver cómo funcionaba. Cuando regresamos habían clausurado El Rebel, y el open mic lo pasaron al Beer Hall. Ahí ya se empezó a volver un desmadre, la gente no tiene orden, güey. Nos lo llevamos al Woko (en la Condesa), donde ahora se hace el open mic más famoso de la ciudad todos los martes. A probar material nuevo”.

El open mic Sentarse en un bar, en medio de comediantes donde los únicos que no lo son están sentados en tu mesa —y es evidente— es una experiencia rarísima. No es lo mismo que pagar por un espectáculo y formar parte de una multitud cómplice de quien esté en el escenario (siempre y cuando éste cumpla con su promesa de sacarte un par de carcajadas). Es más bien como colarte en una fiesta donde no conoces a nadie y no terminas de entender qué pasa. Como llegar antes a la reunión familiar de tu novio sin que nadie te presente. El open mic es el espacio donde los estandoperos van a probar su material nuevo. Como explica Esewey, cada uno tiene cinco minutos para demostrar sus habilidades histriónicas. Crear una historia semicircular o probar una recién creada. “El open mic para comediantes es genial porque vas a ver mucho feedback, pero el público va a ver chistes que se están probando. Te puede tocar lo que sea”, dice García. Es una forma amable de ponerlo. La otra es: “Prefiero ir al dentista que ir a un open mic”, es la opinión de Piolo Juvera. Es importante repetir (por si hiciera falta) que Piolo no hace stand-up. La comedia que él hace es improvisación, lo que quiere decir que, a diferencia del stand-up, no tiene guion, todo se crea en el momento. Que en realidad no quiere decir nada, sólo que es un tipo de comedia diferente. “Los open mic me dan mil ansiedad”, dice Piolo. “Pero es que no hay otra forma de empezar. Los primeros shows de impro los hice en baby showers. Los open mic son un buen lugar para fracasar. Es mucho mejor que anuncien que es open mic, que llegar a muchos shows anunciados por ahí que son igual de amateurs y no te lo dijeron. Y ya pagaste mucho dinero que hubiera estado mucho mejor invertido en una fogata”. El open mic sí es una forma de darse una pequeña embarrada de lo que es el stand-up en México, aunque probablemente no sea la mejor. Nuestra mesa de no comediantes pasó en una noche de las risas ligeras, a carcajadas, a una incomodidad tan profunda que nos sacó del lugar. Pero hay que entender: sí es un sitio que es una prueba. Y para los estandoperos en ciernes no hay dónde más ensayar. Si se va a ir, hay que acudir

Juan Carlos Escalante Fue uno de los primeros en dedicarse al stand-up. Estudió Diseño Gráfico. Comenzó haciendo un pequeño show gratuito en un café de la calle de Regina y luego rentó un teatrito en el Centro. De ahí dio el salto a Comedy Central. Juan Carlos es originario de Acapulco, y muchos de sus chistes hablan de eso. Aunque está intentando hablar más de sí mismo. | @juanescaliente_


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con esa mentalidad. “Estás viendo a 20 comediantes, no todos pueden ser buenos. Se vuelve un show increíble porque ves de todo”, dice Esewey. “Si fueras a ver a 20 comediantes increíbles, entonces cobraríamos carísimo.”

La cara seria de la comedia “Yo creo que los comediantes están siendo muy impacientes en cuanto al trayecto que tenemos que tener todos”, dice Sofía Niño de Rivera. Ella, a pesar de ser de las pioneras del standup mexicano, lleva relativamente poco si se compara con los grandes nombres de la comedia internacional, personajes que llevan más de tres décadas perfeccionando su show. Esto como respuesta a por qué, si se tienen tantas ganas de hacer bien las cosas, el stand-up mexicano (la comedia mexicana en general, en realidad) tiene tan mala fama. Juvera tiene una teoría que sigue un camino similar, si bien no el mismo: “Louis C.K.,

que es el estandopero que todo mundo ama, lleva 30 años haciendo stand-up. Es un tipo muy talentoso, inteligente y honesto. Cuando empezó tenía sólo veinte años e iba a los clubes de comedia y rogaba para que lo dejaran subirse al escenario. Y había güeyes que ya estaban muy cañones en ese entonces. Así que ya había muchos jueces. Imagínate el entrenamiento que tiene este tipo. En México llevamos cinco años de hacer stand-up. Así que falta mucho para tener un buen nivel, pero es algo completamente entendible y normal, nos falta muchísimo. Sí, creo que la gran mayoría del stand-up en México no es divertido y no es de calidad, pero eso es porque falta muchísimo tiempo”. Ésta es una opinión que se comparte por la mayoría de los estandoperos: si bien muchos de ellos han buscado entrenamiento por otro lado, sobre todo los que son considerados como los primeros en abrir este mundo a los mexicanos, se entiende que cinco años para construir una industria como la de la comedia —una industria que en otros sitios, Estados Unidos o Inglaterra, lleva lustros— es muy poco. “Esto es un proceso que toma décadas. Somos inmensamente afortunados los estandoperos mexicanos, porque mucha gente que llevaba seis meses apenas en su escenario ya hizo Comedy Central, porque no hay más gente”, dice Marín. “En Estados Unidos tardan 10 o 15 años, primero se chingan, tienen que hacer 3 o 4 años de open mic, y te vas ganando un lugar. Luego le abres a alguien que ya tiene un show, y después otros tres años donde preparas dónde presentarte y que vaya gente. Y de ahí empiezas a hacer un nombre. Yo aquí a los dos años de hacerlo ya estaba en televisión. No estaba para eso, pero el canal tampoco.” ¿Por qué sólo seis años? ¿Cuál fue el fenómeno que sacudió la comedia mexicana que nos dejó en abandono de improvisación y stand-up? ¿Por qué, si el mexicano absorbe como esponja todo lo que le avienta su vecino del norte, la comedia del tipo Seinfeld no fue una de esas cosas que recibimos? Si vemos estos programas, ¿por qué nunca los imitamos?, ¿qué pasó? Dice Sofía Niño de Rivera: “Sería un estudio antropológico muy interesante. Puedo tratar de adivinar, y creo que es 100% cultural y tiene que ver con el nivel de educación de cada país. En Estados Unidos y Europa tienen un nivel más alto, leen mucho más, tienen más acceso a la información, porque al final somos un país tercermundista. ¿Por qué en México no hay una serie buena? ¿Por qué los mexicanos se tienen que ir a otro país para prepararse? ¿Por qué es difícil hacer cine bueno en México? Yo creo que es cultural y del nivel educativo”. Algo similar propone Juan Carlos Escalante, pero con un enfoque un poco más político: “Mi teoría es que México es una economía centralista y apunta al monopolio. Así que tenemos servicios chafas en muchos rubros. El entretenimiento es sólo uno de ellos. Si tienes un monopolio en medios de comunicación siempre va a ser más barato tener un comediante que cinco. Si la comedia se trata de competir y ver quién es más chistoso, pero ya desde la entrada una corporación selecciona uno o dos, no es terreno fértil para la comedia, sino para gene-

“Como productor te vas a lo seguro: hay que hacer otra empleada doméstica de la cual nos podamos mofar sin darnos cuenta del gravísimo daño social que estamos haciendo, o vamos a hacer otro tipo al que la gente horrible se refiera a él con este término espantoso que es naco. Y la gente se va a reír, porque es como si estuviera entrenada para hacerlo.”

Piolo Juvera Piolo no hace stand-up. Hace improvisación teatral “o impro”. Lleva más de 10 años practicando impro. Estudió en Second City, en Chicago, una de las escuelas más importantes a nivel mundial en este rubro, y fue alumno de iO, escuela de long form. Se presenta seguido en Cine Tonalá. | @piolojuvera


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rar 35 episodios con este comediante y te los chutas. Y que hayan salido cosas buenas de ese sistema es milagroso, lo cual no significa que sea inherente al mexicano, sino que es algo de la política de Estado en México”. ¡Ah!, el gran villano. Quizá no exista un ciudadano de este país que no lo haya pensado alguna vez, independientemente o no, si después se haya encontrado a sí mismo consumiendo un producto de, trabajando para, absorbiendo su programación. Ése-que-no-debe-ser-nombrado. El dinosaurio de las telecomunicaciones. “Los proyectos que he visto de comedia aquí, incluso los intentos de comedia revolucionaria —dice Piolo—, siempre acaban siendo como ‘ay, sí está bien, pero le falta algo, ¿y si le metemos unas viejas en pelotas?’, o ‘pero ella es muy cagada’, ‘sí, pero no está buena, y a él hay que ponerle un bigotote’, y le acaban dando en la madre. Pero justo son también esos dinosaurios de los medios, en general, como México ha producido su tipo de televisión que le ha vendido a todo mundo y no se atreven a arriesgarse porque saben que las primeras veces no serán tan exitosas. Como público y como productor te vas a lo seguro: hay que hacer otra empleada doméstica de la cual nos podamos mofar sin darnos cuenta del gravísimo daño social que estamos haciendo, o vamos a hacer otro tipo al que la gente horrible se refiera a él con este término espantoso que es naco. Y la gente se va a reír, porque es como si estuviera entrenada para hacerlo”. Como Esewey es uno de los estandoperos más políticos actualmente, es de esperarse que su opinión sobre el tema de los emporios televisivos y su bloqueo a la comedia mexicana sea extenso. Y extenso es. “Están todos los ejecutivos, Azcárraga, Bastón, todos esos güeyes que tienen un gusto de la chingada… Ellos no saben, no tienen ese feeling, tienen un gran negocio que tienen que cuidar. Esos güeyes primero se van a ver el box a Las Vegas que ver buena comedia. Y el pedo es que todos son ejecutivos que tienen mal gusto. Pregúntame qué oirá Azcárraga de música, lo que hay a la mano. No es un güey que digas, es un millonario que se la vive viajando a ver qué trae a México y qué propone. Él tiene que mantener un pinche sistema. Tú quieres hacer comedia y stand-up, y te das cuenta de que en la televisión va a estar cabrón que logres algo. Y tienes que lograr la televisión. Y todas esas limitantes de cómo funciona el círculo de la televisión mexicana también son obstáculos. En Estados Unidos casi no producen, compran contenido de productores. Acá tienes que pasar unos filtros enormes para que te dejen generar un contenido. Primero te dan un empleo y vas a hacer lo que yo te diga y a ver si puedes presentar lo que traes en la cabeza, pero seguro te mueres antes de eso.” Hace 20 o 30 años, incluso más, mientras en Estados Unidos y otros países —como Argentina, que es un gran expositor del stand-up— se desarrollaba un género de comedia inteligente, mientras se creaban escuelas como Second City para improvisación, y nacían íconos como Jerry Seinfeld, Richard Pryor y Louis C.K, en México se veían —se continúa viendo— cuentachistes tradicionales muy al estilo de Polo Polo, comediantes que se subían a un escenario a hablar de sexo, viejas y cómo burlarnos de los menos afortunados. Que esto no quiere decir que se haya dejado de hacer. Más bien, era lo único que se hacía. “Había en México, antes de los estandoperos, esta idea de que para hacer comedia tenías que usar pelucas, hacer voces y ser gritón, hacer personajes de estratos sociales totalmente distintos al tuyo, y mofarte del que ya se mofa de la vida. Y no ser nada honesto”, dice Juvera. “La mejor comedia gringa se burla de los poderosos, no de los que están en una situación vulnerable, como en México pasa

“Hay risas fáciles, y

en mi taller (de comedia) eso es imperdonable. No puedes caer en ese lugar común. La risa fácil es lo que te hace un comediante mediocre.”

mucho. Un tipo que hace de mircobusero o bolero, cuando en su vida se ha subido a un camión: una, no se vale, y dos, no es chistoso. Si pongo un programa de comedia en la tele nacional, ya sé cómo va a acabar ese chiste. O sea, usa mucho el albur, que es un lugar común y si lo desmenuzas es ‘yo tengo poder sobre ti siempre y cuando te domine sexualmente’. O sea: ‘yo te cojo’. No sé por qué sería gracioso. La sorpresa es un elemento importante para mí en la comedia. Y la otra es la honestidad.” Por otro lado, está el gran tema de la censura. O de la autocensura, depende de dónde te pares. Si bien hay grandes comediantes, como Las Reinas Chulas, que hacen cabaret con denuncia política, o las rutinas de Alex Marín, quien habla muchísimo sobre política, hay algo de seguridad en burlarte de una figura de poder desde el anonimato de un pequeño teatro o bar. Supongo que es normal. No asumamos que es fácil ponerse en una situación de vulnerabilidad en un país donde decir las cosas incorrectas en público, en un papel, te puede costar la vida. “Estuve seleccionado para el primer equipo de Saturday Night Live, cuando HBO lo quería traer a México. Luego dijeron que se iba a ir al Canal 2. Yo no veo cómo puede haber un snl en Canal 2 y hacer burlas del presidente. No lo veo ni posible ni factible, ni hoy ni en cien años”, dice Juvera. “Ojalá me equivoque, y ojalá se pueda, pero, por otro lado, no conozco en México a alguien como Jon Stewart (The Daily Show), que es muy chistoso, pero además es superinteligente, superculto y que se le pone al tú por tú a cualquier persona poderosa. Pero también el primer mundo es muy diferente al tercer mundo, y aquí es lógico que a uno le dé miedito, te pueden callar muy rápido.”

Sofía Niño de Rivera Empezó haciendo publicidad. Se enamoró del stand-up en una clase de clown. Trajo a un cómico a México y le abrió como uno de sus primeros shows de verdad. Vendió su coche y decidió dedicar su vida al stand-up. Sofía es una de las estandoperas que llevan más tiempo en el medio. Suele tener un show en Cine Tonalá y en el Bataclán. | @sofffiaaa


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Marín opina: “Aquí no nomás es la televisión, sino las autoridades de cultura quienes se ponen necias de que la cultura es sagrada, ‘sólo nosotros podemos hacer cultura, teatro, cine’. Y es una pendejada. La cultura del mexicano es López-Dóriga y las telenovelas. ¿Por qué hay unos güeyes que quieren hacer una microélite refinada del teatro y hay otros güeyes que hacen entretenimiento y no los quieren mezclar? Si son lo mismo. Ahorita la televisión y las telenovelas deberían estar llenas de actores de teatro, pero nunca los van a mezclar. Tendría realmente que haber una simbiosis entre las escuelas de teatro y los profesionales de la escena y la televisión.” ¿Quién tiene la culpa? Es un eterno ellos contra nosotros. La televisión no abre nuevos espacios, pero el contenido teatral es demasiado refinado para salir en este canal de televisión.

Central de comedia La comedia mexicana, no únicamente el stand-up, sino todos los tipos de comedia mexicana, la han tenido difícil. Sin embargo, en el 2012 de repente se empezó a escuchar por todos lados sobre el stand-up. ¿Qué pasó? Comedy Central pasó. El canal de televisión, que ya existía en Estados Unidos, llegó a México ávido de contenido bueno y, sobre todo, nuevo. Muchos de los comediantes que habían estado haciendo stand-up en pequeños teatros y bares de pronto tuvieron ofertas para hacer sus rutinas en televisión por cable. “Llegó VH1

“Somos

inmensamente afortunados los estandoperos mexicanos, porque mucha gente que llevaba seis meses apenas en su escenario ya hizo Comedy Central, porque no hay más gente…” foto: jorge a. lópez mendicidad @La Caja

Alex Marín y Kall Alías “Esewey”. Habla de política y de las situaciones sociales del país. Comenzó trabajando en El Weso, donde escribía guiones y sketches. Cada martes lo pueden encontrar en el Woko, donde organiza junto con su esposa una noche de micrófono abierto para quien quiera ir a probar que lo que él hace es muy fácil de hacer. | @esewey

y luego se convirtió en Comedy Central. Hubo la necesidad de hacer el stand-up más profesional”, dice Marín. “Comedy Central abrió un espacio y nos puso ahí en la pantalla. A raíz de eso, en un canal que se llama Classico TV —que era de Televisa— dijeron, no mames. Convirtieron Clásico TV en Distrito Comedia y lo llenaron de todos los refritos que ha hecho Televisa a lo largo de la historia. Y Adal Ramones hizo un programa que se llama Stand Parados. Eso nos ayudó a explotar y a que nos vieran donde nunca nos iban a ver. Gracias a Adal Ramones y a Comedy Central se dio una explosión importante.” Lo que sucedió después es que el stand-up no sólo se volvió popular, sino medianamente redituable. Y las posibilidades de salir en televisión se volvieron mucho más grandes. El fenómeno de Comedy Central es un arma de doble filo, porque no todo el mundo que sale en la televisión diciendo chistes por 15 minutos tiene algo real que decir. Si bien existen los comediantes profesionales, que escriben, ensayan, depuran y vuelven a escribir, también están los que no. ¿Cómo quitarse el estigma de la mala comedia mexicana si uno prende la televisión y ve a un tipo insufrible diciendo chistes? Si salir en televisión es una validación de que tu trabajo es bueno —para muchos—, y lo que se ve es malo, entonces es hasta cierto punto comprensible que muchas personas aún piensen que la comedia mexicana, el stand-up mexicano, es malo. ¿Cómo saber que esos 30 malos tienen seis meses haciendo comedia? ¿Cómo puede uno enterarse que hay otros seis, diez, que llevan seis años trabajando por ser mejores, si son los menos? ¿Es culpa del espectador? ¿Es culpa de la televisión? ¿Es culpa del estandopero en ciernes? ¿O es un círculo vicioso difícil de escapar? Acaso la necesidad de contenido rápido y casi gratuito abarata y demerita el trabajo de una generación que ha luchado por hacer comedia de calidad. Acaso el brillo que genera en nuestros ojos el prospecto de fama y tener una cámara al frente, a pesar de todo lo que decimos, será nuestro acabose una y otra vez, en éste y en otros ámbitos. “Hay canales de televisión por cable que hicieron programas de stand-up, pero sin ningún tipo de filtro”, dice Piolo. “Algo así como ‘Niños que les urge salir en la televisión, no les voy a pagar nada pero súbanse a hacer stand-up’. Y todos: ‘¡Sí, vamos!’. Sin un ligero control de calidad. Para ellos es material gratis y para los otros, sin experiencia, es salir en la tele, y lo más probable es que el resultado sea deleznable, y lo es. Entonces, la gente que ve el stand-up en la tele dice: ‘Wow, ¿ése es el stand-up? Está horrible’. Y es como ‘No, aguanten, ténganle paciencia, se va a ir decantando, mejorando solito’. Yo creo que se irán quedando los mejores. O los más populares, que no siempre es lo mismo.” Sofía Niño de Rivera —una de las comediantes que se encontraron, de repente, frente a esa cámara de televisión que súbitamente abría nuevas oportunidades— cuenta su experiencia: “Comedy Centeral nos ayudó muchísimo. Sobre todo cuando salió, hace dos años, el primer especial de stand-up, que fue cuando todos se quisieron volver comediantes. Y por ambición y hambre de contenido dijeron: ‘Ya súbanse todos’. Y comenzaron a poner a 40 comediantes el año pasado, y son un chingo. Y se perdió. Sí empezó muy bien, y luego se paró”. Héctor García, quien de los entrevistados es el que casi siempre tiene un ángulo optimista, opina que “por un lado, le dan otra opción al público de ver stand-up, que está muy bien. Pero por otro lado, si la gente si ve algo malo, dice: ‘¿Esto es stand-up? ¡No quiero ver un show de stand-up si


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es eso!’ Pero creo que como buena coladera la gente que no la arme se irá saliendo por su propio peso. Y quedarán los que sí amamos hacer stand-up.”

En México, ¿qué nos hace reír? ¿Cuál es la respuesta, entonces? Hacer buena comedia. Todos los estandoperos entrevistados mencionan, una y otra vez, la honestidad. Ser honesto contigo, con la audiencia, con la historia que estás contando. No contar refritos. No volverte el cuentachistes. Evitar los lugares comunes. “Hay risas fáciles, y en mi taller eso es imperdonable. No puedes caer en ese lugar común. La risa fácil es lo que te hace un comediante mediocre”, dice Sofía Niño de Rivera. “Si me dices un cliché es probable que no me ría —dice Juan Carlos Escalante— porque además consumo demasiada comedia y quisiera que fuera distinto. El público puede ser demasiado o poco exigente y fosilizado en lugares comunes, y el comediante puede aprovecharse de la risa fácil.” Sofía continúa: “La cosa es que como estás muy vulnerable arriba de un escenario y el comediante vive emocionalmente del público, cuando te está yendo mal, te vas por la risa fácil. Me ha pasado: cuando me pongo muy nerviosa empiezo a decir muchas groserías, porque es una especie de escudo contra cualquier inseguridad que estés sintiendo. El chiste es no caer en eso.” En México, ¿qué nos da risa? Siendo realistas, quienes tienen la oportunidad de ir a ver un show de stand-up, de teatro, de improvisación, son la minoría. La aplastante mayoría de habitantes de este país prenden la televisión —no por cable— al llegar a su casa después del trabajo y absorben, casi sin pensar, lo que esté en la programación de ese momento. ¿Está programada la audiencia a no entender los chistes nofáciles, complejos, pensados y estudiados de esta nueva generación de comediantes mexicanos? Las opiniones son radicalmente distintas. Para Sofía Niño de Rivera, si no te da risa, no es culpa tuya, sino de la persona intentando hacerte reír. “No hay nada peor que subestimar al público. He tenido público de todo tipo de niveles socioeconómicos, y yo solita luego me cacho pensando que no lo van a entender porque está medio intelectual, y al contrario. Es más bien culpa del creador, no del que recibe el chiste.” Está la otra cara de la moneda. Quien sí piensa que estamos tan desentendidos con lo que pasa a nuestro alrededor, que para el comediante es difícil ofrecer contenido distinto y que sea aceptado por el público adormecido por el mismo chiste de siempre. “¿Qué es buen contenido y para quién es bueno?”, se pregunta Esewey. “Tienes una masa de consumidores que son los que generan los números que vende Televisa, y tienen un gusto de la chingada. A lo mejor tú traes el nuevo Monty Python y está superincreíble, y la gente no quiere verlo, no le entiende. Y a todos nos ha pasado eso: que quieres hacer chistes un poquito más sustanciosos, y a lo mejor funcionan aquí, pero te vas a otro lado y no. Estás tan acostumbrado al Pepito y al borrachito, que tardan en entender que traes un contenido que tiene mucho valor. Tardan. O sea, no digo que no vaya a pasar, pero se va a tardar un ratote.” “Eso me molesta muchísimo”, dice Juvera. “Hay un discurso de hacer comedia inteligente y no es cierto. La comedia no tiene que ser inteligente ni formadora de una sociedad, a

ti te puede gustar cualquier tipo de comedia. Lo único es que si como audiencia hay una parte de no abrirse a otras cosas, se vuelve un círculo vicioso, porque te abres y vas a un show aquí en la esquina y te tocan tres malísimos, entonces vas a preferir seguir viendo los chistes de Pepito y periquitos borrachos. Estamos en esa época de aprender a andar en bici, en la que te vas a caer y tu papá no te va a querer enseñar. Hasta que haya dos o tres que aprendan y veas cómo se ve andar en bici”. Más allá de una moda, parecería que el stand-up, el cabaret, la improvisación responden a un hambre de reírse de forma distinta del público mexicano. Sí, puede ser que se esté limitando a un área muy específica de la ciudad (aunque muchos se refieren a La Caja Popular, en Querétaro —ciudad, no calle— como uno de los mejores clubes de comedia del país), pero es que también puede que sea el público que tiene los medios para gastarse dinero en un show de comedia y los tragos que vienen implicados. “Sí empezó en la Roma-Condesa, era una onda muy de nicho al principio”, dice Héctor. “Pero ha ido creciendo. Al público mexicano le gusta consumir stand-up, ya saben qué es. Ya estamos en los días en los que el stand-up ya es parte del vocabulario básico del mexicano.” “Tengo mucho optimismo, y no creo que sea iluso”, dice Escalante. “La gente siempre va a querer consumir comedia si es honesta. La chamba de una industria es crear su mercado. Aunque también, tienes un hipster que ha ido a Nueva York y a lo mejor ha visto a Louis C.K. en vivo, y qué bueno que tengan su gusto, pero que también tengan un poco más de inteligencia. Porque este stand-up mexicano y la industria de la comedia mexicana son de todos nosotros. Es una industria que si se dejan va a abarcar a toda la creatividad, a escritores y a quienes deseen entrarle. Mi visión es de algo que va a crecer en grupo.” “La neta, constantemente no me siento optimista (sobre la industria de la comedia mexicana). Es la verdad”, dice Piolo. “Pero me encantaría estar equivocado. Tampoco soy el tipo que destaza a todo el stand-up a priori porque vi uno de esos programas horribles. Es como ‘Aguanten vara, somos muy nuevos. No está podrido para siempre”. “Lo que va a pasar es que se van a dividir los villamelones de los que se quieren dedicar a esto. Creo que el público mexicano está muy receptivo del nuevo tipo de comedia, porque a México le urgía una evolución de comedia. Porque también culturalmente está cambiando el país, y la comedia, al ser una observación cotidiana, a fuerza tiene que ir evolucionando con todo lo demás”, dice Sofía. “Además, yo hablo de cosas que, por lo general, en este país una mujer no dice: no creo en el matrimonio, no quiero tener hijos y hay muchas mujeres que piensan así y no lo dicen porque no pueden. Pero cuando van a mi show ven que hay alguien más que piensa así.” Héctor, el eterno optimista, es… no-pesimista: “Creo que va por muy buenos pasos, estamos en una muy buena época del stand-up en México. Un compañero me dijo que estamos en la explosión cámbrica (que fue la aparición repentina de organismos multicelulares más complejos a principios del periodo Cámbrico), que a mí como nerd me enamoró esa descripción. Porque hay tantas especies ahorita que lo lógico es que se extingan algunas y sobrevivan otras”. Terminas de leer este texto y ese gusanito que te ha acompañado toda tu vida vuelve a molestarte. Te miras al espejo y te imaginas con un micrófono frente a un público alcoholizado. Les cuentas cómo fue la primera vez que tuviste sexo y ellos se desternillan de la risa. Te das cuenta de que es hora de salir del clóset y confesárselo a tus amigos del feis: carajo, también eres comediante.

e d n ó D verlos Cine Tonalá Tonalá 261, Roma. cinetonala.com Bataclán Amsterdam 10, Condesa labodega.com.mx Foro Shakespeare Zamora 7, Condesa foroshakespeare.com Woko Taberna Nuevo León 139, Condesa woko.com.mx Beer Hall Puebla 372, Roma Comedy Central comedycentral.la

Stand Parados esmas.com/standparados


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M música

¿Se cumplirá la promesa de Reyno? Por rulo En el incierto mundo del rock nacional, hace rato que no surge una banda capaz de equilibrar solidez artística con potencial comercial. Podría ser Reyno, que cada vez muestra más posibilidades de convertirse en una banda importante. Su segundo disco, Dualidad, a publicarse en septiembre, es la llave que puede abrirle todas las puertas.

Su

reino es un estudio de grabación en la colonia Roma Sur. Ahí grabaron su segundo disco. Ahí citan a los amigos y a los medios para que lo escuchen antes de que salga a la venta. Ahí también nos reunimos para hacer esta entrevista, un martes en la mañana. Reyno es, nominalmente, un dueto. Christian Jean es el vocalista y guitarrista. Pablo Cantú es el baterista. Dos tipos jóvenes, bien parecidos, carismáticos, articulados, con ganas de romperla, tras muchos años de estar dando batalla dentro del rock nacional. Se formaron como trío, en el 2012. Sebastián Franco (a quien conocimos en Bengala) tocaba el bajo pero se salió hace algunos meses. Ya hablaremos de eso más adelante. De momento, en su lugar está Juan Adolfo Moreno en rol de músico invitado. Se conocieron jóvenes, cuando tenían unos 16 años. Cantú tocaba en Electric Co., un grupo que ganó un concurso importante pero con el cual no pasó nada, y Jean era baterista de Bill, otra banda que sonó pero no repercutió mucho. Se topaban, iban a las mismas fiestas, pero

sin ser particularmente cercanos. Jean se salió de Bill y entró a LeBaron, que ensayaba en el mismo estudio (propiedad de Cantú) en el que estamos charlando. Al mismo tiempo, empezaba a probar suerte como solista, con un proyecto llamado The Abstract Ceremony, en el que él se hacía cargo de componer, cantar y tocar prácticamente todos los instrumentos. Ahí, frecuentándose, se comenzó a armar la sociedad. Así lo explica el baterista: “Había una especie de admiración entre nosotros que a esa edad se expresaba en competencia. Íbamos a los shows del otro y cuando Christian me enseñó esas primeras maquetas de lo que se iba a convertir en Reyno, no dudé en dejar el ego de lado y decirle: ‘Vamos a hacer que tus rolas sucedan porque hay un potencial brutal’. En todo el tiempo que yo llevo con bandas nunca había tenido tantas ganas de participar en algo”.

Más atrás Aunque jóvenes —andan por los veintitantos— los músicos de Reyno son más o menos veteranos. Dice Pablo: “Mi primer show oficial/profesional fue en el Bulldog (el legendario antro de la Ciudad de México) con Ximena Sariñana, cuando tenía 15 años, tras la premier de Amarte duele. Se rompió el baquetón y tuve que tocar todo sin bombo. Ximena me volteaba a ver muy feo, como si lo hubiera hecho a propósito. Lo peor es que eso está documentado en el DVD. Bueno, ésa fue mi primera experiencia, pero siempre estudié música clásica desde que era muy chiquito. A los seis años empecé a tocar el piano y pasé luego por muchos instrumentos. Después tuve un montón de bandas, como seis o siete, hasta que llegué a Electric Co.”. Curiosamente, cuando Cantú dejó la batería de esa banda, su reemplazo fue Jean: Pablo Cantú: No dio el ancho (risas). Christian Jean: Me cansaba (carcajadas). Pablo Cantú: No aguantaba el “tu-pa-tu-pa-tu-pa”.

De regreso a Reyno Poco a poco, el grupo fue encontrando su propia voz. Lo cuenta Cantú: “Pasamos por varios sonidos, intentamos varias cosas. Incluso hubo un


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momento en que yo tocaba el piano y hasta el bajo, como buscando la identidad sonora”. Al final, volvió a su instrumento de siempre, la batería: “Decidimos que lo más importante era ser nosotros mismos y fue lo que definió el sonido”. La formación en trío no fue la primera idea que les pasó por la cabeza, según Jean: “Al principio íbamos a ser más, incluso era como más folk, tenía una ondita más acústica y más vaquera. Íbamos a ser cinco, pero uno de los que habíamos invitado se fue a Europa y otro cuate como que no aportaba mucho. Por eso decidimos quedarnos como power trío”.

El camino al éxito Reyno, desde su aparición, ha dado la impresión de ser un grupo serio, más profesional que prácticamente cualquier otra banda nueva. Pareciera que cada paso esta fríamente calculado, que sus canciones están diseñadas para ser macanazos. En pocas palabras, pareciera que sus integrantes tienen una clara vocación triunfadora. ¿Siempre fueron y han sido ambiciosos? Responde Cantú: “La ambición existía en cuanto a la forma de trabajo, en cuanto a la forma de entregarle todo lo que estaba en nosotros. Es mucha eficiencia y mucho profesionalismo, se trata de no tener esas discusiones de bandas que todos hemos tenido en proyectos que nada más acaban truncando sus propios esfuerzos por falta de claridad. Como que se delegaron bien las responsabilidades y se hizo lo mejor que se pudo”. En cuanto a las perspectivas de éxito de su banda, admite que era algo que intuía que podría a suceder: “Claro que sabíamos que… yo sobre todo, por la parte vocal, sabía que iba a haber éxito. Yo sé que no hay cantantes de este nivel en nuestra escena y de nuestra edad, y yo sabía que era algo que iba a enganchar a la gente con relativa facilidad y creo que así fue”. Se les pregunta si ven a Reyno como su última gran oportunidad para triunfar dentro de la música. Por única ocasión durante la charla titubean al responder. Christian Jean: Híjole, yo sí eh. Sí fue como “tiene que ser esto ya”. Pablo Cantú: No, yo no. Siempre he sido muy necio y en todos los proyectos en los que he estado me he comprometido aunque haya habido muchas deficiencias. Yo creo que ésa es una parte fundamental del éxito: no tirar la toalla. ¿Fue duro estar en bandas que no lograron trascender? ¿Haber hecho grandes esfuerzos sin conseguir mucho?

Pablo Cantú: Fueron logros en su proporción. Cuando teníamos esas bandas pasabas de ensayar en casa de tu cuate y no entender absolutamente nada, a ir a tocar al Bull. Todos esos fueron éxitos en su momento. Por eso creo que la cosa es no dejar de aspirar y de empujar hacia adelante. Eso lo aplico en todo y ojalá nosotros podamos seguir muchos años como banda, pero sólo será posible mientras sigamos sumando. Yo veo a Christian y creo que lo que nos unió es que estamos profundamente locos por la música. Él dice que Reyno iba a ser su última oportunidad, pero seguro lo mismo pensó de LeBaron en su momento y aquí está, intentándolo de nuevo.

Entre bateristas El baterista suele ser el integrante menos respetado de cualquier banda de rock, salvo algunas excepciones notables. Chistes de bateristas sobran. Reyno, curiosamente, está formado por dos músicos que iniciaron ocupando esa posición. Lo de Christian es particularmente sobresaliente, pues en Reyno no sólo es delantero, sino que además se hace cargo de un porcentaje muy importante de las composiciones. No es un paso que dé cualquiera y así explica su afortunada transformación: “Desde chiquito como que le daba más o menos a la cantada pero no así, no me lo tomaba en serio”. ¿Se sorprendió a sí mismo al descubrir su solvencia como cantante?: “De alguna manera sí. Fue algo muy nuevo porque

sí estaba muy acostumbrado a la batería, toda mi vida ése fue mi rol en las bandas”.

Apuntes líricos

Reyno pertenece a una camada de bandas de rock mexicano (y mundial) que han elegido utilizar su lírica para hablar de relaciones y sensaciones personales. A lo social, lo que pasa en Sus nuevos roles ¿Cómo definen Jean y Cantú su relación laboral? ¿Qué pone las calles, en su país o en el mundo, difícilmente se le alude cada quien en Reyno? Dice Cantú: “Creo que Christian pone en sus letras y cuando lo hacen es de manera muy velada, emociones e inquietudes crudas y yo me encargo de ador- prácticamente imperceptible. Les pedimos que nos hablen narlas. Me gusta vestir las canciones y tratar de enfatizar los de las letras más significativas de Dualidad. El encargado de sentimientos. Me es fácil sentir empatía por temas que yo no hacerlo es su autor, Christian Jean: “ ‘Pacífico’, la canción con he vivido y que me platica Chris. Siempre es a partir de algo la que abre el disco, habla del viaje de San José del Pacífico, que él trae. En lo lírico hay que respetar al autor para que se de los hongos y eso. Es una canción que no habla de algo tan mantenga auténtico en su interpretación y yo en lo musical personal, sino de una experiencia de los sentidos y de lo que tengo otras inquietudes que Christian también respeta. Cada es ir a hacer eso a ese lugar, de la consciencia. ‘Blanco y negro’ vez colaboramos más y aprendemos a confiar más en el otro y habla del lado bueno y del lado malo del amor y de las relacioa no meternos en su rollo. Siempre hay más peso suyo en las nes. ‘Fluye’ es sobre el final de algo que es el principio de otra cosa, de cerrar ciclos y de buena onda. ‘Control’ es una rola letras y más peso mío como productor”. como de YOLO: haz lo que quieras, di lo que quieras, libertad Cerca de Zoé de expresión y de acción absoluta. En general, creo que todas Es muy difícil pensar en Reyno sin pensar en Zoé. No sólo las canciones hablan de experiencias y emociones, de cosas abrieron la gira de León Larregui como solista y, posterior- muy humanas”. mente, una de la banda que los llevó a recorrer todo el país Por lo pronto, un adelanto del disco —el tema que le dio su (38 fechas), sino que además son parte del elenco del subsello nombre al larga duración— ya está sonando en la plataformas que Zoé tiene en sociedad con Universal Music, Discos Pano- de streaming y en algunas estaciones de radio. A éste le van a ram. La alianza surgió de manera casual. Un día Jean comía seguir una canción nueva cada 15 días, hasta que aparezca el en un restaurante de mariscos de la colonia Condesa donde disco, en el mes de septiembre. Al menos ésos son los planes también estaba Larregui, que comentó sobre un concierto que de su disquera. iba a ofrecer en el Plaza Condesa. Jean le dijo que quería ser Luego vendrá una gira. Cuenta Jean: “En agosto vamos a telonero, que ya tenía algunas canciones listas. Larregui las regresar a tocar, sobre todo, a los lugares en donde sabemos escuchó, las aprobó y le brindó la oportunidad, no sólo en que tenemos público y nos ha ido bien”. Continúa Cantú: “Tamese concierto, sino durante toda la gira. Luego vino la invita- bién hemos pensado en hacer una gira con un espíritu más ción para firmar el contrato que los convertiría en la primera guerrero: tocar en lugares inusuales en los que quizá no haya banda de Panoram, que editó su primer larga duración, Viaje foros perfectos, pero queremos salirnos de lo común y vivir esa por lo eterno. experiencia de la gira. Yo sí quiero difundir, para obligarme a hacerlo, que va haber una gira grande por lugares chiquitos”. Sobre Dualidad ¿Podrán alcanzar todas las metas que se han puesto? Eso La primera novedad de este nuevo disco, el segundo de su parece, aunque éste es un negocio en el que las predicciocarrera, es la salida de Sebastián Franco: “Fue una cuestión nes no siempre se cumplen, de imponderables, en el que el de vocación —dice Jean—, le interesa estar del otro lado del público tiene la última palabra. Lo interesante es que la banda escenario. Le gusta ayudar a las bandas en su gestión y su se encuentra en un momento clave con un disco de muy buena administración”. Y continúa: “Creo que Pablo y yo ya tenía- factura en las manos. Ya veremos hasta dónde llegan. mos una conexión musical muy fuerte para este segundo disco y por lo mismo ya era muy difícil que alguien más nos aportara algo grande. Ya teníamos todo aterrizado y para Sebas era ya un poco difícil agarrarnos el ritmo en ese tema. Así hicimos el disco; lo bueno fue que se salió en la etapa en la que apenas estábamos seleccionando las rolas y empezando a montarlas”. En lo musical también apuntan contrastes entre sus dos discos. Así lo explica Cantú: “Éste es muchísimo más ambicioso. Son diferentes; no creo que haya discos mejores o peores, eso depende del contexto, de tu estado de ánimo y de un montón de cosas…”. ¿A qué se refiere exactamente?: “Lo que se nota en la producción. Queremos que siempre parezca que nos estamos saliendo de nuestra zona de comodidad y que no estamos intentando hacer un segundo ‘Dos mundos’ [el gran hit de su primer álbum]. La cosa es seguir explorando horizontes y ver qué te dan; eso se nota en este disco porque es mucho más atmosférico que el primero y es menos rock”.


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lo que pensamos y a lo que sentimos. Ésa es la razón por la que nuestra música ha crecido en esa dirección.

El arte de este nuevo disco está hecho a la manera de los cómics, ¿cuál es su relación con este género?

Desde siempre hemos sido lectores ávidos de DC, Marvel y de otras cosas. Esta portada nos ha parecido muy entrañable porque es algo que hace referencia a nuestros gustos.

¿Por qué han terminado siendo sólo cuatro canciones en este EP? ¿Había más?

Los Planetas sobreviven incluso a sí mismos Por Humberto Morales Cruz A Juan Ramón Rodríguez Cervilla todo mundo Han pasado cinco años desde su último lanzamiento, ¿por qué han decidido esperar este tiempo? lo conoce como Jota. Es líder de una banda de Bueno, ha coincidido que algunos miembros del grupo hemos leyenda llamada Los Planetas y autor de algunas iniciado otros proyectos paralelos y eso ha hecho que nuestro de las mejores canciones de rock en español. Nos esfuerzo y tiempo se parta. Desde luego, hemos tenido que tomó la llamada para platicar sobre su nuevo disco dedicarnos a esos proyectos y no habíamos podido concenDobles fatigas y la nueva etapa de la banda. trarnos en Los Planetas para poder armar un disco. Por otra

C

inco años han pasado desde que Los Planetas sacaron su último álbum. Esto es una espera particularmente larga tratándose de una banda que solía sacar un disco (aunque fuera un sencillo) más o menos cada dos años, de manera disciplinada. En el 2012, la agrupación terminó su contrato con Sony Music y a esta separación siguieron declaraciones de Jota pronosticando que no habría grabaciones en los planes de los próximos años. Los Planetas en este último tiempo parecieron disgregarse en otros proyectos musicales como Los Evangelistas, grupo de homenaje a Enrique Morente formado por algunos de los miembros de la banda, y Grupo de Expertos Solynieve, una propuesta de Jota en la que abraza con mayor firmeza sus raíces granadinas. Finalmente, han sacado un nuevo material compuesto por cuatro canciones forjadas en el crisol especial de Los Planetas, ahí donde el rock y el punk se funden con el flamenco y los romances.

parte, también es verdad que, por nuestra historia, hacer un álbum de Los Planetas implica un nivel más alto de exigencia. Hacer este material ha requerido un trabajo intenso y eso, inevitablemente, exige trabajo que no se puede comprimir en pocos meses y, en este caso, ni siquiera en un año o dos.

¿Qué condiciones han sido las que han permitido que al fin este año se concretara la grabación de este EP?

En realidad este EP está compuesto por canciones que hemos grabado en el último par de años o algo así. Son canciones que hemos ido componiendo de manera muy orgánica, canciones que al principio no tenían la ambición de formar un álbum. Luego hemos decidido juntarlas y hacer este EP. Cuando tomamos esa decisión tuvimos que retrabajarlas hasta que quedó el resultado final.

No están más con Sony. ¿Qué cosas buenas y qué cosas malas ha significado dejar a esta disquera?

Terminamos nuestro contrato con Sony y tuvimos una oferta de su parte para renovar esa relación, pero no era ya del toda satisfactoria para nosotros. Otra vez nos convertimos en una banda que estaba por su cuenta. Nos hemos asociado con el sello El Segell del Primavera y ellos se han encargado de toda la parte logística del lanzamiento. Es un sello independiente que nos gusta y por eso hemos decidido que era un buen socio para este EP. Definitivamente tenemos más libertad.

Desde el 2007, con La leyenda del espacio, han apostado por un rock con sabor flamenco. ¿Cómo fue que esa propuesta tomó cuerpo?

Simplemente es el resultado de nuestra indagación de la raíz musical de nuestra tierra. Eso nos ha llevado a investigar a antiguos cantaores flamencos y a escuchar lo que hacían. Nosotros pensamos que incorporar música y sabores de nuestra tierra nos da una compenetración más profunda con lo que hacemos. Esa combinación hace que nuestras canciones sean mucho más personales y que respondan a

Claro, hay varias otras canciones grabadas y muchas otras más que se han quedado sin terminar. Muchas de ellas no están en el disco porque no hemos encontrado la forma de acoplarlas. Así funcionamos nosotros: siempre estamos grabando cosas, las almacenamos y luego pensamos cómo acomodarlas para que formen álbumes. Muchas canciones se quedaron fuera de este EP, pero quizá más adelante salgan en otro proyecto.

¿Dirían que hay un hilo conductor entre los temas del EP?

Pienso que son canciones que abarcan y tienen sentido en referencia a un corto periodo y a las inquietudes y reflexiones que hemos experimentado en ese momento. Fuera de eso, creo que no es un disco clásico porque no tiene un objeto definitivo alrededor del cual orbiten todas las canciones.

Las dos primeras canciones parecieran más cercanas al primer estilo de Los Planetas, más punk, y las otras dos suenan más a flamenco. ¿Hubo una intención, una especie de búsqueda del equilibrio?

En realidad la forma en que absorbimos la influencia de la música tradicional de nuestra región fue bastante progresiva y es un proceso que no ha terminado. En nosotros esa música y nuestra vieja escuela no son una mezcla homogénea y a veces una sobresale más que otra. Todos los días se suman cosas nuevas y creo que eso enriquece de forma bárbara lo que hacemos.

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Canción por canción

Motores de combustión

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Es una mezcla de pop clásico con capas de feedback y de ruido. Es una especie de homenaje a nuestros grupos favoritos. Creo que es una canción bonita y emocionante.

El duendecillo verde En ésta definitivamente hay algo más punk, es más agresiva y directa; menos sutil y más a la cara. Es una canción enojada como las que hacíamos antes, aunque el objeto del enojo esta vez no es una ex novia malvada.

Estadística Es una canción que tiene una letra muy especial porque está compuesta por algunos pedazos de canciones tradicionales españolas y también tiene una parte de una canción mexicana: “Cielito lindo”. Creo que esa combinación tiene sentido en la canción y se traduce en un tema muy pasional que cuadra bien con el sabor flamenco.

Heroína (Bulerías del Torta) Ésta sí es una bulería. Es un homenaje explícito a Juan Moneo Lara “el Torta”, un cantaor de flamenco muy bueno que desafortunadamente falleció hace un año o algo así. Ésta es nuestra versión de una de sus bulerías.

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Cuatro canciones de otros músicos indispensables para Los Planetas

1. “Strawberry Fields Forever” - The Beatles 2. “Ceremony” - New Order 3. “Good Vibrations” - The Beach Boys 4. “Wish You Were Here” - Pink Floyd

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Nuevos discos, nuevas drogas El sonido anterior Por Emilio Rivaud Treinta segundos o menos

D

urante buena parte del siglo XX, las canciones que se vendían como sencillos duraron alrededor de tres minutos, porque ésa era la capacidad de los discos de gramófono. Ciertos avances técnicos en la masterización de las grabaciones y en la impresión de los discos de vinilo permitieron aumentar su capacidad, pero la duración se mantuvo más o menos sin cambios. Con la llegada del CD, aumentó a unos cuatro minutos. Ahí se ha conservado hasta ahora, aunque ya no hay restricciones técnicas que la limiten, porque a las disqueras, a las estaciones de radio, a quienes venden música y a quienes la escuchan les parece que es una duración justa, que no cansa ni se queda corta. En tres o cuatro minutos caben bien una introducción con un gancho pegajoso, un verso, un coro, otro verso, dos vueltas más de coro. Un tema pop no necesita mucho más. Desde luego, no se trata de una regla inquebrantable: muchos sencillos exitosos han excedido esta media. Pero puede decirse que las características técnicas del disco de gramófono, que imponían una clara restricción creativa, ayudaron a definir la forma de las canciones pop. Es muy posible que el streaming sea el modo en que escuchemos música en el futuro cercano. Servicios como Spotify o YouTube no fijan límites para la duración de las canciones. Pero para que el músico reciba una compensación monetaria por parte de estos servicios, un escucha hipotético deberá oír treinta segundos de la canción. Si oye menos la reproducción no cuenta, pero si oye la canción completa la remuneración no crece. Si este músico quiere hacer un buen negocio en esta plataforma, lo óptimo será que componga canciones de medio minuto. Hay quienes predicen que en un mercado musical

regido por estos servicios, el sencillo de treinta segundos sería la norma. Una canción muy ágil, que en ese breve tiempo atrape la curiosidad, encienda el ánimo y deje sembrado el deseo de escucharla de nuevo. Es cierto que cualquier hit –y en realidad cualquier tema pop– puede resumirse en unos pocos segundos. Una muestra de esto la dan los megamixes, esos collages sonoros compuestos por pedazos de los temas más populares. El megamix debe avanzar con rapidez, pero la rapidez no debe impedir que el escucha identifique la canción que está oyendo. Y para eso, basta una línea del coro o una vuelta del estribillo. Aunque el propósito central de este tipo de mezclas es animar una fiesta, también se les puede ver como eficaces resúmenes de las tendencias musicales de un determinado momento. Y podrán ser detestables, pero brindan valiosas técnicas de edición. No cualquier sencillo es susceptible de compresión. Tomemos como ejemplo “Bohemian Rhapsody”, que es un éxito atípico por dos razones: porque dura casi seis minutos y porque no tiene una estructura repetitiva ni un coro identificable. ¿Podría Queen haber resumido “Bohemian Rhapsody” en treinta segundos? Seguramente no: la visión de Freddie Mercury era la de un tema largo, con muchas partes y algo parecido a una trama. Pero alguien avezado en el arte de la mezcla podría hacer una versión breve que funcione. Para componer una canción –o para escribir un texto, editar una película y, en general, crear cualquier cosa– hay que ser capaz de separar lo prescindible de lo necesario. La definición de lo que cae en una categoría o en otra varía en función de los cánones de una época y de un tipo de música. Tal vez el futuro nos depara canciones que sean el equivalente sonoro de un tuit, mucho más emparentadas al ringtone que a la sonata. ¿Habrá tiempo para canciones de mayor envergadura? ¿Hay espacio en un minuto para crear una obra compleja que además sea memorable? Los músicos que se enfrenten al nuevo formato y sus restricciones deberán encontrar la manera de hacerlo.

Por Carlos Velázquez ZII E ZIE (Transrock 3)

L

a evolución de la Banda Cê propició una nueva estética dentro del transrock: la transamba. El deseo de Caetano Veloso de sacar un disco de puras sambas compuestas por él mismo cristalizó en Zii e Zie. Un entrecruzamiento entre el sonido protorock de la Banda Cê y la samba. Con la guitarra de Pedro Sá en primer plano y la voz dulce de Caetano como contrapunto. Zii e Zie (tías y tíos en italiano) es probablemente el producto más elaborado del transrock propuesto por Moreno Veloso (quien vuelve a figurar como productor). Aquí se afirma, en lo ideológico, la posición izquierdista que había esbozado Caetano en Cê con la pieza “O herói”, con “A base de Guantánamo”. Canción dedicada a la prisión estadounidense. Conforme el sonido de Caetano se radicaliza, su postura política se vuelve más visible. Lo rabioso y rockero de Cê se trasladó en Zii e Zie al exponer problemáticas del mundo contemporáneo. Compone “Lapa” a la vida brasileña. “Falso Leblón” trata sobre un drogadicto. Y “Perdeu”, la pieza que inaugura el disco, narra la historia de un niño de una favela condenado a prisión por narcotráfico. Un lamento de casi siete minutos de psicodélica guitarra pedrosáiana. Sin concesiones, uno es introducido al álbum a base de una fuerte carga temática y un riff hipnótico. El diálogo generacional entre Caetano y la Banda Cê se intensifica a través de cierta militancia política. La brecha que existe entre él y sus músicos es superada por lo musical, pero también por lo ideológico. Y la samba, que es el elemento conservador, se ve violentado por el protorock. En “Diferentemente” Caetano afirma: “Diferentemente de Osama (Bin Laden) y Condoleezza (Rice), yo no creo en Dios”. La complicidad entre el pensamiento y la música dota a Zii e Zie de un aura de producto transpolítico. Sin caer nunca en lo apocalíptico. El coqueteo con el rock por parte de Caetano se había producido desde los setenta. Pero nunca se había relacionado con él como lo hizo en A Foreign Sound con el cover a “Come as You Are”. El génesis que desataría el transrock. Que si bien no se había diseñado el concepto, la actitud del transrock está implícita. El empleo del piano Rhodes se intensificó en Zii e Zie. El instrumento refuerza esa atmósfera de psicodelia sesentera que imprime la guitarra de Pedro Sá. La batería marcial al inicio de “Sem cais” al igual que la guitarra de “Lobao tem razao”, uno de los mejores temas del disco, que cuenta con un pasaje de guitarra pesadísima, le otorgan al álbum cierto carácter de marcha. Los temas más que sucederse van marchando. Quizá en alusión al contenido político del disco. Por momentos pareciera que más que a Caetano Veloso estamos escuchado a The War on Drugs en sus lapsos más ácidos. Zii e Zie compite por situarse como uno de los mejores trabajos en la carrera de Caetano. A sus sesenta años ha resultado más transgresor y experimental que en su juventud.


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RO M

S •L

A• R

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ECORD

Los 10 vinilos más vendidos de JUNIO en La Roma Records:

1 Björk Vespertine xx 2 Jamie In Colour & The Machine 3 Florence How Big, How Blue, 4 5 6 7 8 9 10

How Beautiful Las Robertas Days Unmade Alabama Shakes Sound & Colour Delinquent Habits Delinquent Habits Jim O'Rourke Simple Songs Placebo Placebo Björk Vulnicura Poolside Pacific Standar Time

Álvaro Obregón 200 Bis 1, Roma T. 52642140

La vara

Reseñas At.long.last.A$AP A$AP Rocky RCA Records, 2015

Before the World Was Big Girlpool Wichita, 2015 ¿Quién no ha deseado volver al tiempo en que las cosas eran fáciles? Este álbum es un viaje a ese momento de transición entre la infancia y la adultez en el que uno se da cuenta del mundo. “I thought I’d found myself today” es la línea que abre el disco y que escuchamos decir, aparentemente, a dos niñas de seis años. En realidad, son Cleo Tucker y Harmony Tividad y, aunque no son niñas pequeñas, sí son un par de adolescentes (tienen 18 y 19 años) de L.A. Por eso no sorprende que el tema del álbum sea el paso de la infancia a la vida adulta, como el nombre y la portada anuncian. La música lo confirma: se sumerge en una atmósfera de caja de música, con voces infantiles que se hacen preguntas y recuerdan. Con pocos recursos, el dúo logra dar a su primer LP una gran fuerza emocional. Tiene reminiscencias de punk (Marine Girls), una dosis de grunge de niñas (Veruca Salt) y mucho de canción de cuna. Quizá su fuerza sentimental radica en su sencillez técnica: guitarra, bajo y dos voces, más algún teclado o xilófono ocasional. Música y letras reflejan una visión inocente anuque desilusionada del mundo. La nostalgia de un pasado simple inunda las canciones del disco, en Before the World Was Big las voces claman extrañar la sensación de pararse una al lado de otra con vestidos iguales, mucho antes de que el mundo fuera grande. Antes de Before the World Was Big —lanzado con la disquera Wichita Records y Kyle Gilbride, productor notable dentro de la escena hazlo-tú-mismo de Filadelfia—, Girlpool ya había lanzado un EP homónimo, cuyas canciones también son un reflejo de la adolescencia, pero de una manera más cruda y directa. Igualmente construido con elementos mínimos, aquel EP es más oscuro, más punk, más chillante. Esta vez sus voces se suavizan. Si Girlpool fue una queja, Before the World Was Big es una pregunta inocente que cuestiona la vida de los mayores.

Estamos ante el segundo lanzamiento discográfico de Rakim Mayers, aka A$AP Rocky (ícono del colectivo de hip hop originario del Harlem A$AP Mob). Para este álbum, el antiguo telonero de Drake se alió con el productor Danger Mouse e invitó a colaborar a figurones como M.I.A., Kanye West, Juicy J, James Fauntleroy, Mark Ronson y Rod Stewart. El resultado: una bomba heterogénea con rolas que coquetean con el jazz, el soul, la psicodelia e incluso el folk. SPIN, Pitchfork y The New York Times coinciden al considerarlo un disco desigual. A diferencia de la acogida casi enteramente favorable que tuvo su primer disco Long.Live.A$AP (Polo/ Grounds, RCA 2013), el At.long.last.A$AP ha sufrido golpeteos de la crítica especializada, la cual resume su comentario con un “todo buena vibra, pero poca sustancia”. Aparentemente creen que su eclecticismo se le fue de las manos, aunque hay quienes consideramos la gran virtud de un artista valiente, que no se conforma con seguir los cánones del Top 40 actual. La segunda producción de A$AP, el fashionista con cara de bebé del Harlem, trae un jugoso par de historias detrás. Primero, la muerte por sobredosis de A$AP Yams (ex integrante de A$AP Mob y carnal de A$AP Rocky), que rapea en “Back Home”. La segunda historia es la de Joe Fox, un guitarrista vagabundo a quien A$AP Rocky conoció en Londres e invitó a colaborar. Estas anécdotas se entrelazan para darle vida a rolas donde Rakim Mayers se reconoce como sobreviviente de la violencia, las drogas y el abandono. El álbum alcanza sus mejores momentos en rolas como “L$D”, “Holy Ghost”, “Fine Wine” y “Jukebox Joints”. La abundancia de pasajes tripeados, atmósferas pachecas, sonidos tribales y coros intercalados con la voz down-tempo de un barítono resultan un viaje musical inusual que comparte el poder y la vibra de algunas grabaciones clásicas de Wu-Tang Clan y Gang Starr.

—Cristina Pérez

—José Manuel Velasco

Les Butcherettes: se visten de gala El nuevo material de este conjunto mexicano, llamado Raw Youth contará con un par de invitados de lujo: el gran Iggy Pop y John Frusciante, que, podemos suponer, no tiene mucho que hacer salvo aparecer como invitado en discos ajenos. Produce Omar Rodríguez y se publica el 18 de septiembre.

Duran Duran: hay novedades Después de cinco años de silencio, Duran Duran regresa en septiembre con un nuevo LP, llamado Paper Dolls, en el que contará con la ayuda de Janelle Monáe, John Frusciante y Kiesza. La producción la compartirán Mark Ronson, Mr Hudson y Nile Rodgers. ¿Recuperarán la gloria de antaño?

George Michael: se rehabilita Algunos periódicos europeos han reportado que el cantante se internó en una clínica suiza con el propósito de finalizar su adicción a sustancias químicas. Se dice que el tratamiento tiene un costo de poco más de cien mil dólares. Ojalá le funcione.

Disclosure vs. SBTRKT Cuando Disclosure anunció el título y el arte de su segundo LP, Aaron Jerome, conocido como SBTRKT, hizo pública su molestia con el dueto inglés, señalando las similitudes entre sus portadas y las de ellos, así como las coincidencias en los nombres de algunas canciones. ¿Tendrá razón? Está por verse.

Slayer: rudeza innecesaria En una entrevista ofrecida recientemente al semanario neoyorkino The Village Voice, el guitarrista de Slayer dijo que él no siente que el espíritu del cofundador de la banda, Jeff Hanneman, fallecido hace dos años, esté guiando a la banda: “Jeff es comida de gusanos”, dijo King.


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | mĂşsica | frente | 33

Moderatto Auditorio Nacional 7 de junio de 2015

abajo

ARRIBA

Por Toni François www.tono.tv


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C cine

Otro rojo amanecer Por Hugo Lara Chávez

El viernes 19 de junio se estrena en un puñado de salas culturales de la Ciudad de México el documental de denuncia Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado, realizado por el veterano Xavier Robles, guionista de películas como Rojo amanecer, Las Poquianchis y Los motivos de Luz.

El

documental Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado resulta una obra necesaria y oportuna sobre los sucesos ocurridos en la noche del 26 y la madrugada del 27 de septiembre del 2014 en el estado de Guerrero. La represión policiaca que esa noche sufrieron decenas de estudiantes y que al final resultó en la desaparición forzada de 43 de ellos, fueron hechos que sacudieron —y lo siguen haciendo— a México, y que suscitaron manifestaciones y protestas que se han multiplicado por todo el país. Esta película, dirigida por el escritor y cineasta Xavier Robles, escudriña en los antecedentes, los hechos mismos y las consecuencias inmediatas del sangriento capítulo de la llamada “guerra sucia” en México, una guerra que por décadas ha lacerado poblaciones del país —como Aguas Blancas, también en Guerrero, en 1995, o Acteal, Chiapas, en 1997—, especialmente, aquellas donde las escuelas normales rurales han jugado un papel de revulsivo social y, por lo mismo, han sido blanco de reprimendas del gobierno y el ejército, como en Madera, Chihuahua, en 1965. Éste es el caso de la Escuela Normal de Ayotzinapa y su grupo de estudiantes, masacrado pero oficialmente no encontrado. Para abordar los hechos de Ayotzinapa, Robles se aproxima con su mirada de fuerte compromiso social a una amalgama compleja de corrupción, abuso de poder, miseria, explotación y resistencia social. De esta forma construye, mediante los testimonios de analistas, periodistas, testigos, familiares de las víctimas y estudiantes sobrevivientes de la tragedia, una crónica que transmite con autenticidad el dolor y el trauma que entraña para la sociedad mexicana esa noche.

Robles tiene una trayectoria apegada a los ideales de la izquierda, como lo constata su extensa filmografía como guionista, donde figuran cintas como Las Poquianchis (Cazals, 1976), narración oscura sobre los crímenes de unos proxenetas; Bajo la metralla (Cazals, 1983), historia sobre una guerrilla urbana en el ámbito de la guerra sucia en México; Los motivos de Luz (Cazals, 1986), drama sobre una mujer acusada de asesinar a sus hijos en el entorno de la pobreza citadina; y Rojo amanecer (Jorge Fons, 1988), legendario relato de ficción sobre la matanza de estudiantes en Tlatelolco en 1968. El director, en suma, es un idealista que plasma en Ayotzinapa una larga lucha personal: evidenciar los instrumentos institucionales de la represión y la antidemocracia. Estamos frente a una película que asume una posición política clara: la del lado de las víctimas. Las voces que se recogen —del periodista Luis Armando Navarro, del activista Jorge Gálvez, de los estudiantes José y Omar, entre otros— no aspiran a brindar un retrato equilibrado en las opiniones de las partes, sino a remarcar la injusticia y violencia por el lado de las autoridades, el grupo que ejerce el poder, representado por el gobierno municipal de Iguala –los infames José Luis Abarca Velázquez, su esposa María de los Ángeles Pineda, el grupo criminal Guerreros Unidos, la policía municipal y el ejército mexicano— quienes fraguaron esta historia de terror. Pero por encima de esa carga y esa postura ideológica evidente, lo más valioso del documental es que se alza como un filme que sensibiliza sobre el duelo colectivo que supone la desaparición forzada de esos 43 jóvenes. No hay manera de no conmocionarse y solidarizarse


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estrenos

“… construye, mediante los testimonios de

analistas, periodistas, testigos, familiares de las víctimas y estudiantes sobrevivientes de la tragedia, una crónica que transmite con autenticidad el dolor y el trauma que entraña para la sociedad mexicana esa triste noche.

ECO DE LA MONTAÑA Dir. Nicolás Echevarría. Realizado por Nicolás Echevarría, este documental sintetiza un psicoviaje por la ruta del peyote de la mano del maestro Santos de la Torre, artista huichol muy valorado en otras latitudes (expone un mural de chaquira en el complejo del Museo del Louvre, en París) y poco conocido en México. Echevarría (Cabeza de Vaca) retrata, más que al artista, al hombre de conocimiento que viaja por los lugares sagrados de la cosmogonía de los huicholes, como Wirikuta. En otras palabras, Echevarría retrata y viaja con un tlahcuilo. Un trabajo notable sobre un personaje fascinante.

HAGEN Y YO Dir. Kornél Mundruczó. Con: Zsófia Psotta, Sándor Zsótér, Lili Horváth, Szabolcs Thuróczy.

con los padres, las familias y los amigos que sufrieron la pérdida de esas muertes. El significado del rebuscamiento oficial por declararlos desaparecidos, el profundo dolor, para un país cada vez más decepcionado de su gobierno y su clase política, aberrante, codiciosa, cínica. Robles arma su relato con un formato clásico en términos cinematográficos: testimonios a cuadro; aspectos de la Escuela Normal Rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa; escenas de la localidad durante el duelo; breves secuencias tomadas con teléfonos celulares; imágenes de las protestas multitudinarias en la Ciudad de México. Esto consigue articular una descripción veraz de la zozobra y descomposición social, así como del gran descontento ciudadano, como lo reafirman las declaraciones de miembros de la policía comunitaria de Tixtla. Vale la pena decir que estos grupos conforman un fenómeno que se ha extendido por varias regiones de México a raíz de la inseguridad, de la situación de guerra que protagonizan los grupos del narcotráfico y el ejército, de la sospechosa ineficiencia del gobierno federal que encabeza el presidente Enrique Peña Nieto —y sus antecesores— para contener la violencia, la desigualdad y la injusticia. Es cierto que a este documental le podría faltar la contraparte, la visión oficial: ver a Joaquín López-Dóriga o a Carlos Loret de Mola escondiendo el horror o lucrando con

el morbo y el circo alrededor de Abarca Velázquez y esposa; las vergonzosas posiciones oficialistas; el titubeante discurso del presidente o del procurador, etc., pero Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado es una película imprescindible. Por eso, con toda seguridad, no es una cinta definitiva sobre este tema, al que aún le faltan varios capítulos que los mexicanos vamos a enfrentar, a pesar del esfuerzo institucional y corporativo para que se olvide rápido, para que se le dé vuelta a la página. Ayotzinapa es un expediente abierto que sigue doliendo a México y cuyo significado no ha terminado de definirse. Se verá su efecto verdadero en los años siguientes, como pasó con el 68. Desde el poder, desde los grupos conservadores y hostiles a la acción social, hay muchos que apuestan por el desgaste, por la indiferencia, por dejar que las movilizaciones se agoten a sí mismas, pensando que los marchistas se van a cansar un día. Pero lo cierto es que esto genera una transformación social —nuevos líderes, nuevos activistas, ideales renovados— que no se puede medir en lo inmediato. Xavier Robles y su productora Guadalupe Ortega son cineastas y activistas que pertenecen a una generación mayor —la suya es aquella del 68—, pero capaces de conectar con este documental con un auditorio joven. Esto es un valor que le da más realce a Ayotzinapa. Crónica de un crimen de Estado.

En una lectura superficial, ésta es una película conmovedora sobre la relación del hombre con el reino animal. Pero en una lectura de fondo, si le escarbamos un poco, veremos que el húngaro Kornél Mundruczó crea una impresionante alegoría sobre la intolerancia racial en nuestros días. La historia: una nueva ley da preferencia a los perros de raza e impone un impuesto a los dueños de razas cruzadas. En consecuencia, los refugios caninos se llenan de perros abandonados. Lili, de 13 años, lucha por proteger a su perro, Hagen, pero su padre lo suelta en la calle. Éste es el inicio de una revolución canina contra los seres humanos.

LOS INVENCIBLES Dir. Frédéric Berthe. Con: Gérard Depardieu, Atmen Kelif, Virginie Efira, Daniel Prévost. Ésta es una comedia francesa bastante simplona que narra la siguiente historia: el anuncio de un torneo internacional de petanca (juego en el que la meta es lanzar bolas metálicas tan cerca como sea posible de una pequeña bola de madera) organizado por Darcy transforma la vida de Momo, quien siempre ha soñado en convertirse en campeón de este peculiar deporte.


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Nostalgia jurásica Por Gonzalo Lira

Emanada del imaginario cinematográfico de Steven Spielberg, la franquicia Parque Jurásico representa, además de miles de millones de dólares en producción y mercadotecnia, un cañonazo en taquilla a escala mundial. Ahora se exhibe la más reciente: Jurassic World.

P

arece que fue ayer. La fila del cine Pecime llegaba a la esquina y era de noche. Poco se sabía de lo que estaban a punto de proyectar en pantalla porque, a diferencia de ahora, era complicado enterarse de todos los detalles de alguna película antes de su estreno. Eran otros tiempos. Las luces se apagaron y un silencio inmenso antecedió la primera escena en la que apareció Isla Nublar, 120 millas al oeste de Costa Rica, locación de aquel lugar en el que el Dr. Hammond (Richard Attenborough) recibió a los visitantes con la incomparable música de John Williams, antecedida de la legendaria frase: “Welcome to Jurassic Park!”. Inspirada en la novela de Michael Crichton, de la que los productores adquirieron los derechos incluso antes de que ésta se publicara, Parque Jurásico se convirtió no sólo en la película más taquillera de la historia (título que mantuvo hasta que Titanic se lo arrebató en 1997), sino que permanece indeleble en el imaginario colectivo. Seguida de dos desechables secuelas, la historia ( y la mercadotecnia) se encargó de reconocer aquel legendario filme original de Spielberg como uno de los máximos representantes del cine de acción, al mismo tiempo que como un hito en la tecnología detrás de eso que ahora conocemos como cgi (imágenes generadas por computadora). Tomando esto en cuenta, la sola especulación alrededor de revivir la franquicia llevaba más de una década coqueteando con el término “en producción”. No fue sino hasta que Spielberg abandonó la silla de director y se dio el anuncio de que el poco experimentado Colin Trevorrow entraría al quite, que Jurassic World comenzó a ver las luces verdes que tantos fanáticos ansiaban y temían a la vez. La duda principal era ¿se logrará introducir a nuevas y cada vez menos impresionables generaciones a algo tan preciado para tantos sin echarlo todo a perder en el intento? Afortunadamente sí.

Es justo a través de este discurso, el de impresionar y atraer nuevas generaciones al consumo, que Jurassic World se desarrolla en el marco de una época en la que, 22 años después de los eventos de la primera (las secuelas son ignoradas, lo cual se agradece y permite a la historia fluir sin complicaciones), las personas involucradas en el manejo del parque intentan una vez más “ser Dios” a través de la manipulación genética. Esta vez con la intención de reproducir dinosaurios híbridos con tres objetivos principales: deben ser más grandes, más aterradores y hacer que el público corra a llenar el parque para verlos. Pero antes de hablar de los dinosaurios, vale la pena revisar a los personajes humanos, entre los que naturalmente destaca Chris Pratt como Owen, un agridulce empleado del parque que bien podría ser catalogado como un “encantador” de dinosaurios, con un vínculo muy especial entre él y un cuarteto de velocirraptores. Demostrando por qué se está convirtiendo en el rey de Hollywood y en el estandarte del cine familiar de acción y entretenimiento, el Owen de Pratt funciona perfecto como un cínico héroe cuyo conocimiento y valentía solamente son equiparables con su ácido humor y su arrogante exceso de confianza, haciéndolo el perfecto candidato para (se rumora por ahí) tomar las riendas de otra saga conocida como Indiana Jones. ¿Será? Junto con Owen (Pratt) conocemos a Claire (Bryce Dallas Howard), una de las principales encargadas del funcionamiento del parque (que entendemos lleva ya una década operando sin contratiempos) y cuya atención está en todos los aspectos operativos, distrayéndola de la reciente visita de sus sobrinos Zach (Nick Robinson) y Gray (Ty Simpkins), así como de los oscuros intereses que Hoskins (un Vincent D’Onofrio efectivo aunque desaprovechado) y un grupo de villanescos personajes tienen detrás de la ya mencionada manipulación genética de los dinosaurios, aunque con fines militares. Sí, sí, sí, la premisa de Jurassic World poco tiene que ofrecer en el departamento de verosimilitud u originalidad e incluso raya en el ridículo pero, cuando el caos reina, la cosa se pone emocionante. Es precisamente durante el fin de semana que los sobrinos de Claire visitan el parque cuando un descuido, detonado por la creciente inteligencia de un nuevo y peligroso dinosaurio

híbrido de nombre Indominus Rex, pone en peligro la seguridad del parque y de sus visitantes. Es imposible no rendirse a los encantos de Jurassic World. Trevorrow y compañía (aconsejados por Spielberg, que aún opera en el área de producción) logran conquistarnos con personajes que, aun llenos de clichés, son interpretados con convicción por los protagonistas mientras que, en cuanto a la acción se refiere, podemos estar tranquilos: esta nueva entrega sabe mantenernos al borde del asiento apenas escuchamos la legendaria música de Williams, reinterpretada por Michael Giacchino. Si a esto le sumamos un muy tradicional y bien logrado trabajo en el área de diseño y efectos especiales, Jurassic World se convierte en la más efectiva de las tres secuelas que la primera película originó. Un crowd pleaser innegable. Llena de guiños y homenajes no sólo a la película de 1993, sino también a gran parte de la filmografía de quien concibió la saga inicial (se dice que el tiburón devorado por el mesosaurio en la ya famosa secuencia que vimos desde el tráiler es una reproducción de la setentera criatura de Spielberg), Jurassic World también tiene mucho que ofrecerle a nuestra nostalgia. Sin dejar de lado la moraleja de no meterse con la naturaleza, que prevalece desde la primera película, este nuevo capítulo no muestra timidez respecto a los sangrientos y horribles resultados que, en el hipotético caso de ocurrir, tendría un lugar con las características del Parque Jurásico del título. Al mismo tiempo hace un comentario discreto ( y algo cínico pero ¿qué más da?) sobre el capitalismo y los intereses empresariales detrás de la ciencia y el entretenimiento. Ante la imparable ola de refritos que invaden como epidemia las salas, al menos se agradece que la gente detrás de Jurassic World haya decidido imprimir trabajo y cariño en llevar al espectador de vuelta a ese lugar al que tantos ansiaban volver.



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A

FOTOS CORTESÍA: KURIMANZUTTO

arte

Mauricio Marcin Serie hidrocarburos, 2007

¿Para qué infierno si tenemos la patria? Por Santiago Robles y Gabriela Jauregui En fechas electorales, y también a la luz de que, a nivel internacional en las artes, la Bienal de Venecia se ha llamado la bienal “más política” al día, conversamos con Minerva Cuevas (Ciudad de México, 1975) una artista que cuestiona los sistemas de poder económico y político, en México y a nivel global.

A

través de la ironía y la parodia, Minerva Cuevas pone el dedo en la llaga de diversas problemáticas sociales. Su práctica navega entre intervenciones, acciones, performance, diseño, video, fotografía, pintura, entre otros formatos, para señalar la voracidad del capitalismo o la impunidad e indiferencia del sistema político. La investigación constante acerca del panorama social es parte fundamental de su trabajo, para la cual muchas veces utiliza como fuente primaria el acercamiento directo con los ciudadanos de a pie. En esta entrevista nos habla acerca de qué es lo que detona la orientación de su obra, así como casos específicos de distintas piezas, sus implicaciones y cómo pueden incidir en cambios sociales positivos. Gabriela Jauregui: ¿Qué sientes cuando la gente etiqueta tu obra como arte activista o arte político?

Ha sido muy común desde los noventa intentar generar categorías para este tipo de proyectos. Siento que no es necesario crear una distinción o una categoría aparte para proyectos que entran en la producción del arte contemporáneo y arte conceptual. Generalmente, hacer curadurías con pro-

yectos que tengan que ver con referencias sociales o políticas a modo de generar un conjunto creo que se vuelve problemático a la hora de leer esas referencias sociales o políticas. No porque haya una referencia a lo político una obra es compatible con una muestra que pretende relacionarlo con lo social. Sí hay casos de exhibiciones exitosas, me acuerdo de una que estuvo en el Palais de Tokyo que se llamó Hardcore (2003). Para ésa hice la acción de Ronald McDonald en París, y se dio de un modo bastante lógico según las circunstancias y el contexto. Pero después de eso siento que hubo una serie de intentos de reunir obra con referencias de trabajo político que no siempre tiene que ver. Por ejemplo, poner obra que usa la imagen de Bush junto con un proyecto que tiene que ver con un sentido comunitario, mezcla lo político mediático con cosas que están relacionadas con un pacto social, y según yo no es tan compatible.

Santiago Robles: ¿Nos podrías hablar de tu proyecto Donald McRonald?

La primera vez que sucedió fue en París, en esa exposición del Palais de Tokyo, que fue cuando también presenté el mural de Del Monte. Tenía la intención de hacer algo fuera del museo y había pensado en la pieza

de Ronald hacía tiempo. Cuando la propuse, nada más me preguntaron cómo quería el traje, no hubo ningún cuestionamiento en términos de peligros de usar al personaje de la compañía. Encontraron un actor muy bueno que se aprendió los datos que yo le di sobre McDonald’s, todas las prácticas corporativas que tenían que ver con derechos laborales, el tipo de químicos que se usa en la comida, sus relaciones con la milicia, con los bienes raíces... es de las compañías que más propiedades tiene a nivel mundial.

SR: En general, no permite que sus trabajadores se sindicalicen...

En Francia sí, pero finalmente son condiciones laborales muy malas. La parte más terrible es la que tiene que ver con la explotación de los recursos naturales; el Amazonas se está destruyendo, en parte, por las necesidades de materia prima de McDonald’s. En lugar de hacer una protesta o manifestación, el actor lo presumía e invitaba a la gente a entrar al restaurante a darle su dinero.

SR: Todo era hablado, no había volantes. E incluso lo hacía dentro del restaurante...

Sí, entró y habló con uno de los gerentes que se le acercó pero no le dijeron nada. Se formó para comprar una hamburguesa, platicó un poco con la cajera, salió y siguió hablando e invitando a la gente a que entrara. Era un shock para la gente que lo estaba escuchando. El traje del actor estaba alterado, pero era evidente de qué personaje se trataba.

GJ: Marginalizar o encasillar a todos los artistas políticos en una sola exposición o en una sola bienal, como ahora en Venecia, es una manera también de sentir que la institución ya cumplió con su función o cuota de temas políticos.

Sí. Lo político o activista termina convirtiéndose en una categoría que curiosamente surge en el ámbito del arte, pero no


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | ARTE | frente | 39 precio del cacao con el precio del petróleo: son indicadores económicos reales, como el del precio de la Big Mac. Creo que toda la industria que tiene que ver con la alimentación es lo más político o politizado actualmente porque, a final de cuentas, la materia prima de producción viene de los recursos naturales.

SR: ¿Cómo surgió tu interés de trabajar con el chocolate?

Horizon, 2010

GJ: ¿Por qué te decidiste por hacer arte y no enfocaste la acción desde otra disciplina?

en otras profesiones como en la medicina. Si eres médico y tu trabajo tiene que ver con lo social, con clínicas comunitarias, no se te califica como doctor activista. Es un médico con un campo de trabajo y ya. Creo que en el arte cuesta un poco más. Incluso, en una reciente presentación en la que participé en Nottingham, donde se reunió gente que trabaja temas ecológicos, mencionamos que lo que estorba en general es la palabra activismo. Cada quien tiene que tener una practica social según lo que haga. Cada quien tiene sus herramientas y su conexión con lo social. Ahora hay un interés en el cambio climático y ecológico, pero creo que ya es hora de que sea rebasado el término de activismo.

SR: ¿Para ti qué significa intervenir?, ¿por qué intervenir?, ¿qué es una intervención?

Para mí intervenir es prestar atención y reaccionar al contexto político. A lo largo del tiempo, y haciendo proyectos que ni siquiera pretendía que fueran artísticos, supongo que el ejercicio de intervenir como obra artística parte de esa reacción al contexto, de ese prestar atención. Una reacción que involucra después una provocación, ya sea visual, personal, a modo de alterar o llamar la atención a partir de archivos de imágenes o de situaciones inesperadas.

Desde el arte se pueden conjuntar muchas maneras de trabajar de varias disciplinas con formas distintas de aproximarse más libremente al tema que en otros campos. Si eres médico tienes que seguir ciertas reglas, si eres sociólogo, igual, pero en el arte puedes echar mano de muchas otras disciplinas sin seguir sus reglas necesariamente.

SR: ¿Y por qué no solamente hacer piezas visuales? ¿Qué es lo que te interesa de las dinámicas sociales?

Este tipo de intervención o reacción no surge a partir de una necesidad de producción artística convencional. Creo que se liga más a un tipo de estrategia. Algunas de las obras pueden leerse incluso como sabotaje o simplemente como una alteración visual. Siento que eso es parte del motivo original, que es provocar y reaccionar, y entonces evaluar cuál es la estrategia más adecuada. Pero si hay algún mecanismo o práctica burocrática, institucional o corporativa que me interesa subvertir, entonces utilizo la intervención, como lo fue Mejor Vida Corp., con las credenciales o los códigos de barras. Ahí lo indispensable era subvertir, hacer una especie de hackeo.

GJ: Hablando de cómo transformas tus preocupaciones con nuestro entorno histórico, político, social y, recientemente, también ambiental, ¿en qué enfocas tu mirada ahora?

Sigo trabajando con referencias a recursos naturales en relación con lo social, político y corporativo, pero muy en concreto con el chocolate, con la producción de cacao. De algún modo, lo conecto con la serie que hice que tiene que ver con la industria del petróleo: pinturas con chapopote y piezas que usan el chapopote como material (Hidrocarburos 2014). Pero la referencia a esa industria a nivel nacional y la conexión con la industria del cacao está relacionada con el área de cultivo del cacao: Chiapas y, sobre todo, Tabasco que sufrió la influencia de la industria del petróleo y todo mundo se dedicó a trabajar en esa industria y dejó de cultivar cacao. Eso, más los intereses de corporaciones para obtener esas tierras y hacer otro tipo de cultivos, ha ido acentuando la crisis. En la zona hay desde problemas ecológicos hasta narcotráfico. Para mí era importante crear esa conexión de una zona donde la industria del petróleo tuvo tanto impacto, y de allí a evaluar cómo una semilla también puede ser un indicador económico: el precio del cacao en el mercado tiene que ver con intereses corporativos como los de Nestlé. Eso es lo que me tiene más entretenida. Desde aprender cómo funciona el cultivo original, cómo una planta finalmente concentra su sabor a partir de la vegetación que tiene alrededor, hasta los rituales que puede haber en ciertas zonas mayas… de eso a lo que te decía de las corporaciones, cuáles son los agentes principales en ese tipo de negocios. Lo que hago es trabajar también con la producción de cacao nacional que creo que es el más caro a nivel mundial y el más difícil de conseguir. El chocolate que se consume en México no es interno, es de importación, es cacao africano, que es el más barato, mientras que el cacao mexicano es del más caro en el mundo, lo exportan a Bélgica y a Suiza. Por allí encontré una tabla que compara el

Comencé a trabajar con el tema de monedas primitivas. Estuve revisando una colección del museo de etnografía en Frankfurt. Tienen muchos objetos, entre ellos, hay monedas diversas, desde cinturones de plumas de Oceanía hasta la moneda mexicana, y así llegué al cacao, que se utilizaba como moneda. Pero también me interesa la producción agrícola del cacao y que, en general, la agricultura en México es de las cosas más castigadas. En la investigación de la colección etnográfica también terminé interesándome en el canibalismo, específicamente en el cultural, a partir de la situación de por qué coleccionar tantos objetos de culturas distintas, si es para entender al otro o para digerirlo. Así llegué a la idea de hacer una oreja de chocolate; ya tengo un prototipo, pero ahora lo que quiero hacer es un mural, tomar las marcas más conocidas y a partir de eso crear algo visual en torno a la historia de la industria del cacao.

GJ: Cada uno de tus proyectos tiene una estrategia similar: echas mano de un montón de material de investigación, viajas a lugares, utilizas distintas fuentes y disciplinas, pero luego cada proyecto se convierte en una obra con distintas manifestaciones…

Algo que caracteriza mi obra es el tipo de investigación. Mi trabajo en sí puede ser esa investigación y ya la solución formal se puede entender como una traducción visual, que es muy importante, pero que tiene sentido a partir de una posición política que también está presente en la obra. De algún modo lo político es la parte personal y que no niego.

SR: ¿Y cuál es tu postura respecto a lo que está pasando ahora en México?

Lo que está sucediendo en México no es un caso aislado, es una situación histórica que viene de la represión de cualquier sentido de comunidad, en específico, en los pueblos indígenas. En México es básica la defensa de los pueblos indígenas en todos los niveles, desde la agricultura y la educación hasta los derechos humanos y la defensa de las lenguas, pero es algo que se nos ha arrebatado por la televisión y la educación manipulada. Ha habido tantos muertos y desaparecidos, que lo de Ayotzinapa fue como la gota que derramó el vaso debido al momento histórico; el regreso del pri, el tipo de mediatización política electoral. Es una lucha histórica que no me sorprende. Lo único que hay que hacer es seguir luchando por cualquier situación que sea pro cambio social positivo, ya que no son acciones aisladas o instantáneas las que van a cambiar la realidad, sino toda una postura ética y de lucha que tiene que ser permanente. […] Sólo se puede resolver generando acciones que representen la resistencia, que contribuyan al sentido de comunidad.


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El golem de la Bienal (Todos los futuros del mundo – el estado actual de las cosas) Por Marilú Acosta

Deep Sewer, Mexico City, late 1960s, 20th century, The so called “Plano de Cortés”, Mexico Tenochtitlán, 1524 and Venice Map, Joan Blaeu 1704.

M

aravillados, saturados o de llegada reciente, los visitantes de la Bienal se topan con una obra que se esconde frente a sus ojos, donde el olor de las aguas y el sonido de ellas corriendo es más imponente que la propia construcción del Arsenale. “Possessing Nature” es algo que se experimenta con la piel, con los oídos, con el olfato, con ese sentido animal de encontrar agua y con los ojos que ven imágenes proyectadas en agua en movimiento, pero que tardan en decodificarlas en la mente.

* Desde el manantial, el agua corre cristalina, tiene un movimiento que la oxigena, está llena de minerales y microorganismos, es un agua

que da vida. Baja hasta los asentamientos humanos, se transforma y se utiliza en todas las formas imaginables. Recoge los desechos, se aleja de las personas, se vuelve turbia, llena de microorganismos, un agua que da muerte. Esto, sólo es un fragmento del viaje de esta fuerza elemental, porque el planeta tiene macro y micromecanismos que reciben el agua, la limpian, la transportan y la restauran a su origen. Pero algo que parece tan sencillo y cotidiano para la naturaleza, tiene en el mundo de los humanos una licenciatura y distintos posgrados que buscan entender la ingeniería hidráulica de la Tierra.

todos los universos son paralelos y todas las posibilidades están presentes. El Pabellón de México está considerado, según el periódico Corriere della sera, como uno de los diez mejores de esta Bienal, porque rompe con las estructuras tradicionales al recrear la simpleza de la naturaleza con un mecanismo complejo. Utiliza las características de Venecia para transportar la Ciudad de México a la Bienal. Artísticamente expone lo que se quiere ocultar: el drenaje de las aguas de desecho. Los sistemas de drenaje son obras de ingeniería que deberían de mostrarse con orgullo y, sin embargo, sucede lo mismo que con un golem: son tan monstruosos que sus creadores los esconden lejos de las ciudades, por debajo de las avenidas, detrás de falsos plafones. Visitar la Bienal de Arte de Venecia es una decisión personal. Otro tipo de decisión personal es utilizar el propio drenaje interno que poseemos todos. Puede ser una urgencia que postergamos por cuestiones sociales, como cuando estamos en una comida de la cual no nos queremos perder detalle. También puede ser una opción que simplemente dejamos pasar, porque no es el momento adecuado. Sin embargo, la creación de Tania Candiani y Luis Felipe Ortega es tan intrínsecamente natural, que aunque no vayamos nunca a ninguna Bienal, cada que la naturaleza nos llame a desechar nuestras propias aguas, estaremos emulando “Possessing Nature”, bombeando agua desde nuestro corazón, pasándola por los riñones, proyectándose en nuestra vejiga para finalmente soltarlo todo y regresarlo a su origen. Los visitantes reales o virtuales también somos un golem que anda suelto en la Tierra, experimentando el estado actual de las cosas y construyendo todos los futuros del mundo con nuestros desechos. Formamos parte de mecanismos naturales que han sido creados por alguien que nos imagina en su universo. Bien podríamos existir dentro de la mente de Tania y Luis Felipe, o ser parte de uno de los Pabellones de la Bienal de Venecia.

* Partiendo de la idea de que la Ciudad de México y Venecia son ciudades anfibias, Tania Candiani y Luis Felipe Ortega crearon “Possessing Nature” para el Pabellón de México de la Bienal de Venecia 2015, curado por Karla Jasso. Después de meses de análisis, planeación y estructuración, los artistas mexicanos diseñaron una maqueta —mapa que dirige a todas aquellas personas involucradas en la toma de fotografías y sonidos, cálculo de los

foto: Andrea Martínez Y Luis Felipe Ortega

Lanzarse a la aventura de experimentar los pabellones de la Bienal de Venecia es una forma de locura en sí misma. Es ver de una pasada todos los futuros del mundo, a partir del estado actual de las cosas.

mecanismos, construcción y ensamblaje de la pieza final. Ése fue el comienzo, y también lo fue un mapa que traza las andanzas del Pabellón de México en la Bienal: de un palacio aristocrático pasó a ser la casa de un mercader, después a una iglesia, para finalmente acabar en un espacio militar (el famoso arsenal) y así permanecer los siguientes años. La historia de la transformación de la casa es similar a la historia del cambiante mapa de la gran Tenochtitlán, antaño una ciudad con amplias calzadas llenas de agua, pirámides aristocráticas, mercados de trueque y cacao como moneda de cambio, hasta la llegada de los representantes de la Iglesia que logran convertir a los mexicanos en guadalupanos, más que en católicos, para después ser gobernados por variados regímenes militares. El soplo divino que inunda o infunde vida a “Possessing Nature” proviene de nosotros, es decir, de los visitantes a la Bienal; ahí toma vida la obra escultórica, la proyección de imágenes y sonido. En ese momento la obra deja de pertenecerles a Tania y a Luis Felipe, e incluso a Karla Jasso, la curadora del proyecto. En ese momento, el golem se hace presente en la Sala de Armas del Arsenal, entrela-zando la ciudad de Venecia con la Ciudad de México a través de su corazónbomba hidráulica, sus venas-canales, o quizá por las ganas de poseer la naturaleza representadas por la figura misma del golem. La pieza cobra vida de manera intensa y completamente inesperada. El ruido de las bombas hace las veces de corazón que late por sí solo. Las tuberías lloran cuando se saturan las bombas. Y cada instante es distinto, porque el agua de Venecia cambia en todo momento de color, olor y textura. La obra es un golem que marcha y va madurando por segundos. No hay dos proyecciones de imágenes que se vean iguales. De los más de 370 000 asistentes que tiene la Bienal, ninguno lo verá igual, ni poseerá la naturaleza o el arte de la misma manera. Aquí

Possessing Nature, 2015


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La Materia escrita, de Gabriel Orozco

En este número poselectoral, exploramos el lado político del arte sin dejar de lado su capacidad poética. Por eso presentamos, en exclusiva, un extracto de Materia escrita, de Gabriel Orozco, una selección de textos e imágenes de sus cuadernos de trabajo desde los noventa hasta hoy, publicado por Ediciones Era (2014).


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D diseño

Torres crónicas

Lo emocional según la arquitectura Por Cris Winters

El retorno de la serpiente promete ser una exposición nunca antes vista en México de la obra del arquitecto, escultor y pintor, Mathias Goeritz. Su obra arquitectónica se abordará desde la perspectiva de la confrontación. Además, la exhibición abarca su diálogo con otros artistas e incluye obras de Alexander Calder, Joan Miró, Yves Klein, Kati Horna y Germán Cueto.

En

1949, después de una estancia en España, Mathias Goeritz llegó a México. Ahora, 66 años después, el arquitecto, pintor y escultor alemán vuelve a nuestro país por la misma vía. Luego de que alrededor de 130 000 visitantes disfrutaran su legado en el Museo Reina Sofía, en Madrid, la muestra El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional llega al Palacio de Cultura Banamex. “La exposición original surgió por invitación del Museo Reina Sofía. Fue una iniciativa con un tema específico”, explica el curador Francisco Reyes Palma. “Querían una muestra sobre Mathias Goeritz cuyo eje fuera el concepto artístico de la arquitectura emocional (que buscaba crear espacios, obras y objetos que apelaran a la máxima emoción en el espectador). De forma paralela, la Fundación Cultural Banamex quería editar un libro y montar una exhibición. Ambas cosas fueron al margen, pero cuando un asesor se enteró de la exposición en Madrid se decidió a comprar los derechos”, explica Reyes Palma, quien curó El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional con la asesoría de Cristina Gálvez Guzzy. Según él, la muestra —que reúne aproximadamente 500 piezas en diferentes formatos, como pintura, escultura, fotografía, maquetas, dibujos, así como material biográfico y documental— tiene una visión poco explorada, no porque no se haya montado alguna sobre la arquitectura emocional, concepto postulado

por Goeritz en 1954, sino por la forma en que se aborda: desde la perspectiva de la confrontación y la Guerra Fría. “Algo que cubre esta exposición es el concepto de arquitectura emocional como estandarte de guerra”, dice Reyes Palma. “Aunque la arquitectura emocional no siempre se reduce a arquitectura sí fue un edificio la que la disparó: la construcción del Museo Experimental El Eco. Ahí se experimentó con escultura y poesía visual. Hubo formas de expresión novedosas y otras tradicionales como el mural. Sin embargo, estos artistas encabezados por Goeritz estaban en pugna con los pilares del muralismo mexicano. Orozco ya había muerto, pero se mantuvo conflicto con Rivera y Siqueiros, quien siempre fue el más beligerante”, añade. Para lograr la exhibición se hizo un arduo trabajo de investigación, que se apoyó en los archivos de la familia, los cuales contienen, además de la colección familiar, algunos documentos, apuntes y maquetas. La otra fuente fueron los archivos del Hospicio Cabañas en Guadalajara. Sin embargo, esto no agota la información que hay sobre Goeritz, pues Reyes Palma asegura que hay una cantidad enorme de correspondencia suya desperdigada por el mundo. “Cada semana escribía pilas de cartas. Mathias tenía contacto con todas las avanzadas artísticas del mundo”, agrega.


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“Goeritz estaba al tanto de todas las vanguardias. Por ejemplo, escribió ‘El arte plegaria contra el arte mierda’ que era una respuesta a las latas de ‘Mierda de artista’, de Piero Manzoni. Luego cuando Manzoni firmó unos huevos y los presentó como su obra, Goeritz respondió presentando a Inocencia, la ‘verdadera autora de la obra’ que era nada más y nada menos que una gallina.”

Las piezas de El retorno de la serpiente provienen de alrededor de 50 colecciones de distintos países, como España, Inglaterra y Estados Unidos. También incluye elementos sobre su poesía concreta y su poesía visual. “Sucede que su obra grande —como las Torres de Satélite o el Animal del Pedregal— llama más la atención por su carácter monumental. La gente suele olvidarse de su trabajo pequeño que muchas veces circulaba por la vía postal”, dice Reyes Palma, quien explica que en sus agendas Goeritz trabajaba con tachaduras. Cubría de tinta las tareas que ya había realizado y de esas formas de la tinta luego surgían esculturas o grabados. En el caso de la versión mexicana de la exposición, se presenta por primera vez una de sus bitácoras de trabajo. “Este objeto cubre el periodo en que Mathias estuvo en el norte de África en un consulado alemán en Marruecos. De ahí se fue a España. Todo esto fue previo a México. Es un documento muy rico porque incluye fotos de contacto, estas imágenes en cuadritos pequeños que forman un diario de trabajo y se convierten en la construcción que él hacía de sí mismo.” El rescate de apuntes permitió al curador mostrar la creatividad del artista en términos de los vínculos entre la arquitectura y el diseño. “Al hacerlo resulta un creador muy cercano a los artistas actuales que desde la arquitectura se acercan a la producción artística con un lenguaje mucho más complejo que el de la pintura”, comenta Reyes Palma. “Goeritz y su arquitectura emocional son importantes porque han influido en distintos personajes de la arquitectura mexicana. Hay que recordar que después de la Revolución la arquitectura quedó en segundo plano con un grupo muy conservador. Con Mathias la arquitectura se perfila. Tenía una forma de trabajo distinta a la del artista encerrado en su taller”, añade.

Formas negras divididas por una línea roja

Debido a que la exposición recoge la producción total de Goeritz, su horizonte cultural es muy extenso. De ahí la decisión de que la curaduría siguiera un orden cronológico. Además de cruzar la obra de Goeritz con la Guerra Fría y ejemplificar su fuerte confrontación con los muralistas, la muestra habla del panorama cultural mexicano con una visión de guerra a través de las obras y la difusión de las mismas. También abarca su diálogo con artistas en el resto del mundo por lo que la exposición incluye obras de Alexander Calder, Joan Miró, Lucio Fontana, Yves Klein, Kati Horna y Germán Cueto. “Goeritz estaba al tanto de todas las vanguardias. Por ejemplo, escribió ‘El arte plegaria contra el arte mierda’ que era una respuesta a las latas de ‘Mierda de artista’, de Piero Manzoni. Luego cuando Manzoni firmó unos huevos y los presentó como su obra, Goeritz respondió presentando a Inocencia, la ‘verdadera autora de la obra’ que era nada más y nada menos que una gallina. A Goeritz le gustaba el diálogo a través de situaciones chuscas. Sin embargo, es poco claro si el vínculo con las vanguardias europeas era de amor o de odio, pues luego de investigar me parece que estos ‘conflictos’ no eran más que estrategias de promoción, ya que muchas veces las disputas eran entre amigos o artistas representados por la misma galería”, explica el curador. Ya sea que los conflictos fueran un ardid publicitario o un pretexto para hacer más interesante el diálogo, lo que es un hecho es que Goeritz fue un importante promotor cultural que además de inspirar, se dejó influir por otros artistas. Para muestra, el mural que el Instituto Goethe prestó para la exhibición. En él, Goeritz se aleja de sus característicos tonos dorados y oxidados. Otro ejemplo son los vitrales que colocó en la catedral Metropolitana, los cuales tienen influencia de Grupo Zero, el conjunto alemán de artistas que trabajaban con el arte cinético. La exhibición de Goeritz permanecerá en la Ciudad de México hasta septiembre, pues en octubre de este mismo año será trasladada al Museo Amparo en Puebla. Mientras esto sucede, los asistentes capitalinos podrán gozar de la obra multifacética y experimental del artista, y comprender su mensaje emocional y el impacto que tuvo en los espacios públicos del país.

Mathias Goeritz con vía láctea

El retorno de la serpiente. Mathias Goeritz: invención de la arquitectura emocional Palacio de cultura Banamex (Palacio de Iturbide) Madero 17, Centro Histórico Hasta septiembre


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perfil Trista

Diseño de moda Por cris winters

Trista es un nombre recurrente en las semanas de la moda mexicanas. La firma ha colaborado con marcas como Davidoff, y sus diseños han llegado a países, como Colombia, Brasil, España y Japón. Con una línea premium y una de vestidos de novia bajo el brazo, ahora la marca incursiona en el mercado masculino a través de Trista Homme. ¿Cómo surge la marca? ¿Quiénes lo conforman?

La marca la conforma un gran equipo. Somos muchas cabezas en áreas distintas que creen en el proyecto. Yo, José Alfredo Silva, soy el director creativo. El otro diseñador es Giovanni Estrada y juntos creamos Trista. Surgió hace ocho años como una inquietud por desarrollar un proyecto de moda que tuviera una propuesta sólida y una calidad envidiable. Poco a poco, el proyecto se fue gestando, consolidando y ha ido diversificándose. Desde hace casi tres años contamos también con una línea llamada Simple by Trista, así como un área de proyectos especiales. Nuestro proyecto más reciente es Trista Homme. La idea de lanzar una línea masculina fue muy orgánica. Recibimos el año pasado la invitación de una feria en París para participar con ellos y decidimos que era el momento de atacar el mercado masculino. Nos gustó la idea, la analizamos, la estudiamos y definimos el proyecto en todos sus ámbitos (conceptuales, estéticos, comerciales, productivos, etc.). La idea tardó unos seis meses en desarrollarse. Aunque esta línea va dirigida a otro mercado (hombres) el proceso es exactamente el mismo. Sin duda, cada línea tiene sus características en cuanto a mercado, proveeduría, desarrollo, comercialización, comunicación muy particulares, pero la lógica y el sistema de trabajo es igual. Ambas líneas tienen el ADN de la marca y buscan procesos similares de trabajo con materiales de la más alta calidad.

¿Cuál es la filosofía principal detrás de su práctica?

Ser honestos y valorar el trabajo de todas las personas involucradas en él.

¿Cuáles son los principales retos o áreas de oportunidad en la práctica profesional del diseño contemporáneo?

Existen muchos retos. Evidentemente, para un diseñador en vías de crecimiento el principal es mantener el negocio siendo fiel a su filosofía de trabajo, pero existen muchos retos alternos que atañen al mundo actual: la sustentabilidad, la responsabilidad social, el interés por desarrollar la industria local, el compromiso con el cliente, entre otros.

¿Cuál es el principal vicio o desventaja del panorama nacional en cuanto a diseño se refiere?

Existen muchos vicios en el panorama de la moda nacional. Hablar de moda implica la planeación, insumos, desarrollo, producción, comercialización, distribución, comunicación, educación, prensa y un gran etcétera. En todas y cada una de estas áreas existen vicios. Algunos comunes en todo el mundo, otros particulares de la zona; algunos evitan el crecimiento de la industria y otros son fácilmente corregibles. El problema principal, desde mi perspectiva, no son los vicios, sino la falta de planeación conjunta que permita exigirnos, evaluarnos, mejorarnos constantemente y entendernos como una unidad.

¿Cómo describirías el proceso de diseño de la marca, los elementos esenciales de su propia metodología?

¿Quiénes tienen una práctica de diseño –en todas sus variantes– en México que merecen ser reconocidos por el público en general?

Sin duda, el proceso de diseño de Trista se basa en la investigación y en la experimentación continua sobre materiales de altísima calidad. Hay un fuerte trabajo artesanal en cada pieza y, por lo general, cada textil se estudia para transformarse en algo diferente. Nos gusta la delicadeza del detalle.

Soy de la idea de que toda marca o diseñador fiel a su visión, a sus valores, a su filosofía de trabajo, que ama y respeta su profesión y a su gente, merece ser reconocido. Hay tantos proyectos y diseñadores que sólo son juzgados por su resultado estético, mientras que olvidamos a la gente detrás de él.

¿Cuáles son los proyectos por los que es más reconocida la marca/el diseñador?

¿Cuál es un edificio o espacio que cualquier persona en la Ciudad de México debe visitar?

Hemos realizado infinidad de proyectos como una carpeta de investigación de tendencias aplicadas a productos, tendencias de color, desarrollo de exposiciones y hasta vestuario para obras. Sinceramente, no sabría decir cuál es de todos estos proyectos el que más reconoce la gente.

¡Existen muchísimos! El quiosco morisco en Santa María la Ribera, por ejemplo.

¿Cuál sería un proyecto que te gustaría hacer?

Nos encantaría hacer el vestuario para una gran película o una ópera. Todo con el concepto de la marca.



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L letras

Francisco Goldman:

“La muerte cambió mi escritura” Por Fernando Hernández Urias

Luego del éxito obtenido por la novela Di su nombre, el escritor norteamericano Francisco Goldman regresa a las librerías de nuestro país con El circuito interior: el relato de su esfuerzo por retomar el control de su vida y una crónica de algunos de los momentos clave en la historia actual de la Ciudad de México.

I.

Francisco Goldman nació en Boston, en 1954. Su madre era una mujer guatemalteca, católica y de clase media; su padre, un hombre judío, mayor que ella. Pasó gran parte de su infancia como un chico inocente en los suburbios norteamericanos que escribía historias de amor situadas en Nueva York, hasta que viajó a Guatemala, a los veintitantos años. Estudió Periodismo en el Hobart College y en la Universidad de Míchigan. Ha colaborado en diversos medios como The New Yorker, The New York Times, Harper’s, Salon, The Believer, Gatopardo, Etiqueta Negra y The Guardian, entre muchos otros. Además, es profesor de Escritura Creativa en el Trinity College. En 1992 publicó La larga noche de los pollos blancos, por la cual obtuvo el Premio Sue Kaufman a la primera novela de ficción. Le siguieron las novelas Marinero raso, en 1997, y El esposo divino, en el 2004. Las tres editadas por Anagrama, sello que también publicó, en el 2014, el libro de no-ficción El arte del asesinato político. Su obra ha sido traducida a 15 idiomas y, entre otros reconocimientos, ha sido finalista del Premio PEN/Faulkner de Ficción y becario de la Fundación Guggenheim, del Cullman Center y de la Academia Americana en Berlín. Durante la década de los ochenta, Goldman trabajó en Centroamérica como periodista freelance para diversos medios norteamericanos. Por aquella época también realizó sus primeros viajes a la Ciudad de México, un lugar que se volvería determinante en su vida. Ahí pasó mucho tiempo con su ex mujer, la joven escritora Aura Estrada, quien murió en un accidente mientras nadaba en una playa de Oaxaca, justo 26 días antes de su segundo aniversario de bodas. La novela Di su nombre (Sexto Piso, 2012) es resultado de esta experiencia. Se trata de un conmovedor testimonio sobre el amor, la pérdida, el vacío y la lucha que supone encontrarle un nuevo sentido a la vida todos los días. Un viaje hacia lo más profundo de un hombre al que se le pierde el corazón. Ahora, la editorial Turner publica el libro más reciente de Goldman: El circuito interior. La historia inicia en el verano del 2012, cinco años después de la muerte de Aura, cuando el escritor idea un excéntrico plan para superar su duelo y recuperar el control de su vida: aprender a manejar en las calles del Distrito Federal. Para hacerlo más divertido, Goldman dejaba caer su dedo al azar sobre las páginas de una Guía Roji y se imponía la meta de llegar hasta ese lugar manejando. Pero el libro es mucho más que eso. En él, se mezclan algunos de los recuerdos más íntimos de Goldman, varias palabras de cariño para sus amigos, reflexiones en torno a la clase política del Distrito Federal, el retrato de una sociedad joven inconforme (el movimiento #YoSoy132), un recuento exhaustivo de los peligros que enfrentan los capitalinos todos los días, y bastantes instantáneas de una ciudad cruel, caótica y violenta que nunca pierde la esperanza. Un verdadero viaje, ameno y divertido, por la historia reciente de la capital de nuestro país.

II

El circuito interior es un libro difícil de clasificar. En parte, una historia de amor que duele, una colección de recuerdos del DF, una serie de

crónicas sobre la política y otros horrores capitalinos… ¿Cómo surgió el proyecto? ¿Cuáles eran tus intenciones al escribirlo?

Surgió de una manera bastante orgánica. Nunca fue concebido como libro. Eso es lo que me gusta de él, que se fue caminando solo pero no al azar. Siempre estuve muy consciente de seguir un estilo y una estructura desde los primeros pasos. En un inicio iba a ser una crónica para el New Yorker. Un texto sobre aprender a manejar en la Ciudad de México. Ese verano del 2012 era crítico en mi vida. Muchas cosas cambiaron. Yo sólo puedo decirte que estaba trabajando al principio con la idea de que iba a hacer esta crónica sólo para la revista, pero fue creciendo. Me gustaba el ritmo y yo tenía mucha energía; yo quería escribir, quería estar trabajando en mi novela. Así que de manera muy terca aproveché para canalizar toda esa energía en ese proyecto.

¿Por qué elegiste adoptar (o trabajar) el duelo como proyecto literario? ¿Había algún propósito detrás de ello?

Yo no veía nada más en mi vida. Hubiera sido imposible escribir sobre otra cosa. Cuando empecé El circuito interior yo ya estaba trabajando en una novela que no tenía que ver con el duelo, pero sentí que tenía que hacer otro libro sobre eso. Di su nombre lo escribí cuando el proceso estaba todavía muy reciente y después me di cuenta de que ya habían pasado cinco años y había cosas que quería contar.

¿Qué consecuencias ha tenido en tu obra y en tu pensamiento la utilización de la escritura como herramienta para elaborar un duelo tan complejo como el tuyo?

Esto suena muy paradójico, pero siento que estos libros (Di su nombre y El circuito interior), como obras literarias, no tienen nada que ver con trabajar el duelo. El duelo es algo que hice con mi terapeuta en mi vida personal. Lo otro es escritura. Para mí, lo más significativo es que trabajé muy duro en la primera novela para lograr un nuevo tipo de estilo, distinto al que había usado en libros anteriores. Más


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íntimo, más transparente, un poco menos vanidoso, texto más personal, en el que te expones, que en uno quizá. Nunca trabajo el duelo con la escritura. Escribo de algo que podría resultarte más distante? Di su nombre es novela porque yo no hice todo lo que sobre las cosas que me suceden, pero no es para descubrir algo sobre mí. Yo no creo que la escritura tenga una tiene que hacer un periodista, ser fiel a cada dato para función terapéutica. Incluso Di su nombre no me ayudó poder llamarlo no-ficción. No me interesaba nada. nada a salir del duelo. Lo empeoró, yo creo. Por ejemplo, si tenía que cambiar una fecha porque le ¿Cuánto te expones cuando escribes y cuánto guardas daba mayor resonancia emotiva, si tenía que mentir, para ti mismo? nunca sobre Aura, pero sobre mí o algo que hice, para Todos guardamos algo, pero no tengo ningún miedo de darle mayor efecto, lo hacía. El circuito interior fue un exponerme. Como le gustaba decir a Bolaño, hay que experimento. Busqué ser muy fiel a la verdad, primero tirarse al abismo, nunca protegerte de ti mismo. Tamporque empezó como crónica. Mientras que Di su nombre bién creo que mi escritura sería muy hipócrita si buscara empezó como ficción. En las primeras páginas, que protegerme. Nunca lo busco, no tengo vergüenza escriya no existen, yo estaba narrando desde la cárcel. Yo biendo. Pero hay secretos que guardo: cosas que sólo son estaba muy enfermo en esos meses e imaginaba que mías y que no hay razón para escribirlas. habían logrado meterme a prisión y estaba narrando ¿Qué descubriste de ti y del DF al escribir este libro? desde ahí. Nada mientras escribía. Cuando viví todas estas expe- En otras entrevistas has dicho que antes tenías la amriencias fue cuando descubrí cosas. Descubrí que puedo bición de escribir novelas muy elaboradas, pero ahora manejar, descubrí risas y carcajadas profundas. Me quieres hablar de las emociones. ¿Qué es lo que más te interesa de ellas? ¿Por qué el puse el reto de entender qué era cambio? lo que hacía tan especial esta ciuEscribo sobre las cosas que Sí. Me interesa crear una forma más dad para mí, por qué me gustaba tanto. Tuve que autoeducarme íntima. Mis primeras novelas estaba me suceden, pero no es para en la política de la ciudad. No se pensando: “¡Ah, qué chingona es descubrir algo sobre mí. Yo no la figura de José Martí! Cómo nos me había ocurrido que la política era un tema tan importante para ver verdades muy distintas creo que la escritura tenga una permite la gente del DF. Me di cuenta de de Latinoamérica y Nueva York. función terapéutica. Y quiero explorar esa contradicción que es parte de la identidad del que tiene parte de mi vida en esta defeño. Que ésta es la ciudad de la novela que va a tener toda esa visión”. Y ahora no hay oposición, que es la ciudad que resiste. Mi ciudad natal, nada de eso. Estoy feliz de haberlo hecho, pero ya no. Boston, tiene un poco de esto. Hay escritores que utilizan la escritura como catarsis, Ahora estoy interesado en tratar de entender qué ha sido para sacar de su sistema alguna inquietud o malestar. de mi vida, porque me siento un poco mal de no haberla En tu caso pareciera que tanto El circuito interior como explotado como debería. He vivido muchísimas cosas y Di su nombre son esfuerzos por no olvidar. ¿Es así o te no lo he tocado. Y algunas cosas son muy difíciles y me sucede al contrario? Si sí, ¿por qué es importante para gustaría tratarlo de una forma más íntima.

ti tener tan presente este suceso doloroso?

¿Cuáles son los aspectos que más te fascinan del DF

No son catárticos. No me imagino a un psicólogo dicién- y cuáles los que más te desagradan? ¿En el tiempo dole a su paciente que haga esas cosas. Yo escribí en ese que has vivido aquí, cuál ha sido la transformación más momento porque no escribir era caer en el abismo. Uno evidente que has presenciado? Todo está en el libro. Primero mis amistades. Es mi vida escribe de lo que está moviéndote en ese momento. No y es la vida que he hecho. Me gusta mucho. Lo hice antes pude haberme concentrado en otra cosa. ¿Cómo hacer para convertir algo tan personal en algo de Aura, con Aura, después de Aura, y ahora con Jovi. universal y atractivo para los demás donde otros se Aquí tengo los mejores amigos del mundo. Los amo. puedan reflejar? Nueva York es una ciudad en la que para tener dignidad No sé. No hay receta. Una buena escritura, ojalá. En tienes que ser rico. Casi tienes que ser blanco-blanco o Aura yo tuve un gran sujeto. Era extraordinaria. Una judío-judío. No me gusta la cultura ahí. Desde que llegué. Y no soy el único que se siente así. Estaba leyendo cosa muy importante en Di su nombre es que nunca me un ensayo biográfico sobre Saul Bellow, quizá mi escridejé llevar por una escala. Yo no estaba tratando de hacer tor gringo favorito, y dice que nunca sintió cariño por una versión positiva de Aura. Yo sabía que ella, con toda Nueva York, que le gustaba Chicago. A mí me gustan su complejidad, era el ser más atractivo que he conocido las ciudades más abiertas, con energía menos definida. en mi vida, entonces compartir eso, me imagino que para Nueva York está tan definido, todo es tan dinero, poder, un lector es interesante. Nunca se me ocurrió esconder éxito, etnia. Tú me dices tu etnia y yo te digo quién eres; partes de su personalidad. Yo quería hacer el retrato más así piensan los neoyorquinos. Para alguien tan mezhonesto, fiel, que se pudiera hacer. Y ahora en este libro clado como yo eso no es muy ameno. Aquí es mucho igual. Si caigo mal, caigo mal. ¿Qué es lo que te parecía más importante de contar más abierto. La vida es mucho más abierta. Hay una esta historia? energía increíble aquí y mucha creatividad. Varias cosas. Yo no puedo separar el contenido de la ¿Qué tanto has cambiado, como escritor, desde la puforma. Para mí la forma en que está escrito es lo más blicación de tu primera novela hasta ahora y qué es lo importante. Y ojalá la forma en que está escrito comu- más importante que has aprendido? nique una experiencia, una manera de ver la Ciudad de Lo más importante que he aprendido es la muerte. México y una manera muy mía de vivir aquí en plenitud. Cuando murió Aura cambió todo. Siempre uno cree ¿La imaginación no se convierte en un lastre que te que conoce la pérdida. Porque tu papá murió o algo así. hace extrañar a Aura aún más? (Lo que hubiera sido…) Mi papá no era el centro de mi vida y tenía 94 años. Yo Sí. Es horrible imaginar qué hubiera sido la vida. Y ahora vi mucha muerte en Centroamérica, pero no era gente tengo el deber y la felicidad de poder imaginar otra vida, que fuera el centro de mi vida. Fue hasta que vi mi vida porque me casé de nuevo. destruida por una pérdida, cuando luché durante tanto Has publicado novelas, textos de no-ficción y ahora este tiempo para aprender a amar y perder a esa persona que par de libros mucho más personales, autobiográficos me había enseñado a amar. Eso cambió mi escritura. Y casi. ¿Cuál es la principal diferencia al trabajar en un ahora sí sé amar.

Novedades editoriales Por Fernando Hernández Urias

Un paraguas. Will Self. Siruela. Madrid, 2015. 328 páginas. 562 pesos. En 1971, el psiquiatra Zachary Busner, empleado del Friern Hospital, se topa con un caso extraordinario que atrapa su atención: Audrey Dearth, una mujer inglesa de clase trabajadora, lleva desde 1918 sumida en un coma profundo. Para despertarla (junto con otros pacientes que comparten los mismos síntomas), Busner recurre a un tratamiento experimental a través de una droga nueva y poderosa. Al mismo tiempo, Will Self nos lleva al pasado para narrar la historia de la familia Dearth, a finales del siglo XIX, antes de la primera gran guerra que conmocionó al mundo entero. Y también viajamos al futuro, hasta el año 2010, cuando Busner ya es un viejo que está a punto de perder la memoria y que recorre Londres en busca de las claves que le ayuden a comprender el caso más significativo de su carrera. La novela, celebrada por la crítica internacional, fue una de las finalistas del prestigioso Premio Booker en el 2012.

Maldita. Chuck Palahniuk. Literatura Random House. México, 2015. 336 páginas. 289 pesos. Tras ocho meses en el infierno, Madison Spencer, la pequeña de 13 años con sobrepeso que protagonizó la novela Condenada, aprovecha el día de Halloween para viajar al mundo de los vivos con algunas travesuras en mente. Pero lo que comienza como una gran aventura, se convierte en una pesadilla cuando la adolescente no consigue regresar a tiempo al inframundo a bordo de su Lincoln Town Car y se convierte en un fantasma, obligada a vagar por la Tierra. A través de un blog, Madison relata las infidelidades de su padre y las complicaciones que supone ser un fantasma, porque atravesar paredes y puertas no es tan fácil como los vivos creemos. Pronto, la pequeña descubre que Satanás está detrás de todo y que tiene un plan que la incluye a ella y a sus padres para “desencadenar el final de los tiempos”. Maldita supone el esperado regreso de un Palahniuk ácido, oscuro, adictivo y divertido.

Jaguar negro. Lucrecia Zappi. Pollo Blanco. México, 2014. 250 páginas. 150 pesos. Beatriz tiene 19 años y estudia Botánica. Por fin, tras varios meses de planeación, decide dejarlo todo atrás (la escuela, sus amigos, su ciudad, su familia) para viajar de São Paulo a Chapada Diamantina, una espectacular región brasileña llena de ríos y vegetación exuberante. A pesar de todos los riesgos que esta aventura supone, la protagonista tiene un objetivo firme: va en busca de su padre, un hombre del que sólo conoce su nombre, José Guerra. Entre varios recuerdos de su infancia y una serie de reflexiones en torno a distintos temas, la protagonista va descubriendo al hombre que le dio la vida y a su familia. Pero además, el viaje le permite descubrir quién es, quién quiere ser, cuáles son las cosas importantes de la vida y que nuestra existencia está llena de riesgos que vale la pena correr. El libro se puede adquirir a través de la tienda virtual de la editorial.


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Las enseñanzas de Sensei Por Felipe Rosete En Kokoro, el escritor japonés Natsume Sōseki explora las heridas que dejan la inquietud moral y el amor. La melancolía de Sensei, uno de los personajes principales de esta obra publicada en 1914, es análoga a la que vivimos todos los hombres contemporáneos. Y tiene ver con todo aquello que hemos perdido en un mundo que ha derribado los antiguos valores a favor del interés egoísta.

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okoro, el título de la última novela escrita por el japonés El narrador lee el resto de la carta Natsume Sōseki en 1914, es un término que en japonés en el tren que lo llevará a la capital. De puede significar “corazón, mente, alma, sentimientos”. él no se sabe más en la novela, que en La compleja relación entre todos estos elementos que nos este momento se transforma en el tesconstituyen como humanos es precisamente el núcleo de esta timonio y las enseñanzas de Sensei. Su fascinante historia, considerada una de las más grandes obras vida está marcada por una doble traide la literatura japonesa, llena de contrastes, tensión, ritmo y ción, familiar la primera, amistosa la segunda. En ambas impera la ambición: profundas reflexiones. El narrador es un joven originario de un pueblo rural cer- en la primera por el dinero, en la cano a Tokio, ciudad a la que recientemente ha emigrado para segunda por la posesión del objeto del realizar sus estudios profesionales en la Universidad Imperial. deseo: una hermosa mujer. Si en la priEn uno de sus periodos vacacionales conoce a Sensei, un tipo mera él es la víctima, en la segunda es misterioso y taciturno con quien el narrador entabla amistad el victimario. En todo caso, las huellas de ambas serán cada vez más profuny quien se convertirá en su maestro. Como joven que es, el narrador quiere conocer el mundo, das. Su peso irá creciendo más y más descifrar los caminos para adentrarse en él, y sabe que para ello hasta convertirse en algo insoportable. la universidad no es suficiente. En las pláticas con Sensei, en La desconfianza inicial hacia la especie sus caminatas por una ciudad que aún mezcla lo urbano con humana terminará por convertirse en lo rural, en la contemplación de los paisajes y la belleza de la asco, primero respecto a los demás, naturaleza, y sobre todo en las confesiones de su nuevo maestro después hacia él mismo. La paranoia de ver en el otro a un posible traidor habrá de encontrar esa guía. Pero algo extraño le ocurre a Sensei: no trabaja, no tiene un se convierte en una angustia creciente oficio. Pocas veces sonríe. Es una persona aislada del mundo, que se va alimentando de sus incesanque sólo mantiene contacto con su esposa y con el narrador, tes pensamientos. La conciencia de ser y que no sale de su casa, excepto para ir al panteón una vez al él mismo un traidor deviene en una mes a visitar la tumba de un amigo. Ni siquiera los libros lo culpa lapidaria y tiránica. Los secretos consuelan. Tiene asco hacia la humanidad y hacia una sociedad terminan por desvelarse. El destino se japonesa, la del Imperio Meiji, que está en proceso de occiden- consuma según lo ya escrito. talización y en la que el dinero se empieza a imponer como El testimonio de Sensei es el de principio rector de la vida. toda una época. “El dinero lo estropea Esta misma transición es experimentada en carne propia todo. El más moral de los hombres se por el narrador, escindido entre el calor del hogar familiar y convierte en un villano bajo el poder del su solitaria aunque independiente existencia en una de las dinero”, le dice en una de sus charlas a su discípulo. Estropea primeras y más importantes ciudades su vida porque le impide volver a confiar en nadie más. Y esa desconfianza modernas del continente asiático. Muy lo va a hacer ocultar sus sentimientos a su pesar, tras graduarse en la univerSi es una novela sidad, regresa a su pueblo a cuidar de hacia la mujer amada. Lo que a la larga su padre, que padece una enfermedad fundamental de la literatura lo conducirá a un hundimiento mayor mortal, aunque su estado no es del todo japonesa es porque refleja el y, en última instancia, a quedar “enterrado en vida”. Atrapados entre el pasado grave. Por el contrario, parece estar muy y el futuro, los “nuevos hombres”, como animado y enérgico con la presencia de impacto de la occidentalización Sensei, terminan por sucumbir ante la su hijo. La muerte del emperador Meiji de su país en la vida de sus confusión de un mundo que ha derribado y el casi inmediato harakiri del general los antiguos valores a favor del interés Nogi para seguirlo al más allá afectan pobladores, proceso que, antes egoísta. Por eso también en él las muerterriblemente al padre del narrador, o después, fue replicado en tes del emperador y su general tienen un al grado de que a partir de entonces él fuerte impacto. Marcan el fin de la traditambién parece entregarse a la muerte. prácticamente todo el mundo. ción. La melancolía de Sensei, la oscura Su salud se deteriora terriblemente. Sin embargo, el narrador decide regresar a Tokio en ese momento. sombra que se postra sobre él, es análoga a la que vivimos los Ha recibido una larga carta de Sensei en la que se lee: “En una hombres contemporáneos. Y tiene que ver con todo aquello ocasión me preguntaste por mi pasado y no tuve el valor de que hemos perdido: la solidaridad, la amistad, el sentido de responderte. Sin embargo, creo que ahora he alcanzado la liber- lo colectivo, la moral, el honor, la lealtad, el valor de la palabra tad necesaria para hacerlo con toda claridad. Esta libertad, no dada, la honestidad, la confianza en el otro. Su testimonio es el obstante, es circunstancial y podría perderla si espero a que de un ser con los nervios destrozados, carcomido por la duda, regreses a Tokio”. poseído por una fuerza oculta e indomeñable a la que hoy lla-

Kokoro

mamos inconsciente, y a la que, como él, gritamos: “¿Por qué me atormentas? ¿Por qué?”. Como muchos de nosotros a cien años de distancia, Sensei se siente prisionero de sí mismo, de sus demonios, de sus pensamientos. Y no encuentra la salida. Ni el amor logra redimirlo. Si Kokoro es una novela fundamental de la literatura japonesa es porque refleja el impacto de la occidentalización de su país en la vida de sus pobladores, proceso que, antes o después, fue replicado en prácticamente todo el mundo. Por ello, las enseñanzas de Sensei rebasan las fronteras del país del sol naciente; están destinadas a todo aquel que sepa escucharlas. Son una advertencia contra los nuevos principios rectores, viejos ya para nosotros, cuyas consecuencias hoy son más visibles que nunca. Si no queremos acabar como él, hay que intentar, como individuos y como sociedad, seguir un camino distinto. No existe un camino correcto y único, pero hay que aprender de los ya transitados tanto por nosotros mismos como por otros hombres, sociedades y épocas. Quizá un buen comienzo es reconciliarnos con el mundo, aprender nuevamente a mirarlo y contemplarlo, y en su belleza vernos reflejados. Extender, como hace el narrador, nuestras alas imaginarias para volar y deleitarnos con la visión que podamos tener desde las alturas.



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E escena

La desinhibición como una forma de locura Por Mayté Valencia

¿Qué significa la locura?, ¿cuál es la diferencia entre las personas internadas en un psiquiátrico y las que están fuera de él?, ¿no es el teatro un espacio ficcional donde también se despiertan los impulsos, obsesiones y libertades más alucinantes? Reincidentes, de Alonso Ruizpalacios y David Gaitán, explora el tema.

El

público se coloca en un círculo. Son pocos, apenas cuarenta, y entre ellos también están los actores. La disposición recuerda a una terapia grupal donde hay una aparente equidad: todos pueden escuchar y observar a todos. La terapia va dirigida a personas que padecen el síndrome Tourette, aunque en este caso, no se trata de verdaderos enfermos, sino de personas que simulan tener este síndrome para así acceder a todo lo que no pueden o no se atreven a decir. El grupo estancado entre la incomunicación y la indiferencia se convierte entonces en la entrada de una nueva forma de libertad social en la que cada uno de los espectadores está inmerso. “Una de las búsquedas principales es borrar la frontera entre el público y los actores; confrontar los prejuicios en torno a la enfer-

medad mental”, explica en entrevista Alonso Ruizpalacios, quien tras el éxito de su película Güeros, regresa a su disciplina cardinal: el teatro. “Como compañía es algo que hemos hecho bastante y con este montaje lo que buscamos es generar un momento de convivencia íntima con el espectador, por eso hacemos obras donde quepa poca gente. Tampoco es un teatro donde obligamos al público a hacer algo, porque los montajes así, donde te hacen participar a huevo, tampoco me gustan.” Como en su primer montaje, El beso de Antón Chéjov, en Reincidentes, la compañía Todas las fiestas de mañana genera una propuesta en la que el espectador se vuelve un cómplice más. En este caso, con la disposición del espacio, ya hay una participación implícita del público: son pacientes


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“No quisimos hacer un teatro escapista […] el mismo texto plantea ese

cuestionamiento: ¿qué valor tiene hoy hacer ficción de cara a lo que está atravesando al país?, ¿qué puede aportar y qué sentido tiene hacer cosas que podrían parecer divertimentos pequeñoburgueses?”

y se hallan en una terapia, ¿qué los diferencia entonces del otro, del enfermo? “Una de las reflexiones que va ocurriendo es cuestionarse sobre qué es la normalidad y qué es la locura”, explica Ruizpalacios. “Lo interesante es que logramos insertar este pensamiento dentro de un marco político. No quisimos hacer un teatro escapista, o hacer una ficción y desatender lo que está ocurriendo en México hoy en día. Incluso el mismo texto plantea ese cuestionamiento: ¿qué valor tiene hoy hacer ficción de cara a lo que está atravesando al país?, ¿qué puede aportar y qué sentido tiene hacer cosas que podrían parecer divertimentos pequeñoburgueses?”. En este punto, el director cuenta una anécdota en la que el ministro británico Winston Churchill respondió –cuando le pidieron que recortara el presupuesto de la cultura durante la Segunda Guerra Mundial–: “¿Entonces para qué estamos peleando?”. “Estoy muy de acuerdo con eso”, explica Ruizpalacios. “En estos tiempos de emergencia cobra mucho más sentido la continuación de la cultura y de la poesía. Y no nada más me refiero a piezas que estén politizado, sino a todas las manifestaciones culturales. Tiene sentido seguir haciendo lo que hacemos porque que ayuda a sensibilizar a la gente, es un espacio para reflexionar y sentir; y a veces eso es lo que más se necesita en estos momentos.” Reincidentes es una experiencia escénica que surge a partir de los relatos clínicos de Oliver Sacks, neurólogo británico que ha escrito y estudiado diversos trastornos psicológicos. De los libros de Sacks han surgido películas, documentales y óperas, también teatro. La agrupación mexicana parte en específico del síndrome de Tourette, ¿cuál fue el interés de hacerlo? “Es un síndrome muy teatral, hay una especie de posesión en la gente que lo padece”, refiere el director, que escribió la puesta en escena junto con David Gaitán, director y dramaturgo mexicano cuyo trabajo es de los más sobresalientes de la cartelera teatral actual. Una posesión –abandono– tal como la que experimentan los actores al encarnar a ciertos personajes. Tourette es un trastorno neurológico caracterizado por movimientos repetitivos, estereotipados e involuntarios, así como tics vocales o motores, donde algunos de los más graves son golpearse la cara, la coprolalia (decir obscenidades) o ecolalia (imitar lo que dicen otras personas). “Básicamente es una profusión de dopamina en el cerebro y se traduce en un exceso de energía nerviosa. Lo usamos porque fue una manera de adentrarnos en el tema de la enfermedad, los padecimientos mentales y los prejuicios que hay en torno a ellos.” En uno de sus relatos, Sacks describe al Tourette como el síndrome de la desinhibición,

ya que los pacientes poseen personalidades muy frontales: dicen lo que piensan, sin un filtro, en cierta forma, son libres en su propia realidad. “Me pareció que es una metáfora del teatro, que es un espacio de libertad acotado, un lugar donde puedes decir y hacer lo que quieras, comportarte de una forma antisocial o políticamente incorrecta. Asimismo, el síndrome tiene mucho que aportar a la comprensión del comportamiento humano y a esta cuestión de vivir bajo reglas de la sociedad”, explica Ruizpalacios. El espectáculo es azaroso, no lineal, lúdico. Dentro del círculo, por encima de la cabeza de los espectadores se perciben imágenes y destellos vívidos. La búsqueda estética pretende emular, mediante la disposición espacial, musical y el videoarte, el cerebro humano: la cabeza de un touréttico con todas sus interrupciones y excesos de impulsos eléctricos. El escenario, conforme avanza la pieza, poco a poco se va llenando de la basura mental y deshechos inconscientes que los actores arrojan en un desenfadado gesto de libertad y desinhibición. La dirección de los intérpretes (Sophie Alexander Katz, Esmirna Barrios, Raúl Briones Carmona, Francia Castañeda, Pablo Chemor y Leonardo Ortizgris) se inclina por una actoralidad natural y orgánica que, además, implica un gran esfuerzo físico y mental. El elenco corresponde adecuadamente a las exigencias al encarnar las compulsiones, espasmos y contracciones de los pacientes. La musicalización en vivo es otro elemento en el montaje. De acuerdo con Oliver Sacks, las percusiones son el único instrumento que logra calmar a los enfermos. En la puesta en escena, éstas corren a cargo de Diego Espinoza, quien ha tocado con músicos de la talla de Pierre Boulez. La música se convierte en un elemento fundamental para generar una atmósfera onírica y desequilibrada. En cuanto al proceso creativo, Ruizpalacios explica que se trató de un verdadero laboratorio escénico, con cambios y reescrituras a la marcha, dramaturgia corporal, juegos y experimentaciones. Asimismo asistieron al Instituto de Neurología, donde tuvieron contacto directo con algunos pacientes que sufren este trastorno. “Me interesa jugar con la forma, con la metaficción y usarlo como una herramienta para entender mejor la realidad actual, hacerse preguntas”, refiere el director de este montaje en el que vivir y acercarse a la experiencia es esencial. Un teatro que habla sobre sí mismo y cuestiona su pertinencia en el contexto sociopolítico actual; que exalta una libertad utópica en donde todos pueden decir y hacer lo que quieran sin importar la normatividad moral y ética de la sociedad, sin la censura —y autocensura— a la que se vive sometido.

mutis Creadores de la maquinaria escénica Por Mayté Valencia

Félix Arroyo

E

gresado de la Escuela Nacional de Arte Teatral, Félix Arroyo es uno de los iluminadores más jóvenes y activos de la cartelera teatral mexicana. Su carrera profesional inició con el pie derecho: como asistente de Alejandro Luna en un montaje de la Compañía Nacional de Teatro. Desde entonces ha trabajado con directores y escenógrafos, como Matías Gorlero, Alejandro Ricaño, Martín Acosta y Mauricio Jiménez.

Has trabajado con personas muy destacadas dentro del diseño escénico como Alejandro Luna. ¿Cuál ha sido el aprendizaje y, a partir de ello, cómo inicias tu propia búsqueda? Con el maestro Luna prácticamente conocí lo que nunca había aprendido en la escuela, ya que nos enseñaban algo más viejo y él desarrolló un método propio y nuevo. Después, Matías Gorlero también me contrató como asistente y su método es completamente distinto a lo de Luna, él es más empírico y Alejandro más teórico. Para mí tener esos dos métodos fue como una maestría en iluminación porque son de los escenógrafos más activos y, en el caso de Luna, es el más importante.

¿Cómo defines la iluminación teatral? Me ha quedado claro que la luz es todo en el teatro. Puede haber teatro de calle, con la luz natural, pero en la oscuridad ya es otra cosa: si no hay luz, no hay nada. Cuando se concibe el diseño escénico —escenografía, multimedia, vestuario, etc.—, se tiene que pensar forzosamente en la luz y así llegar a un punto donde todos los diseños tengan una armonía. La luz te puede tirar una obra, te lleva a un tono, te puede hacer algo aburrido: es el elemento que genera la atmósfera que entra por el ojo del espectador, más allá del texto. La luz es lo que el público decodifica sin escuchar nada, de ésta depende si se entienden o no las escenas donde hay puras acciones.

¿Cómo es tu proceso para crear la luz en una obra? La luz es en lo último en lo que pienso. Primero pienso en el texto, en el tono, en si la obra está bien concebida o no, si el director tiene la misma visión que yo. Casi siempre hago escenografía e iluminación juntas, entonces primero parto del espacio y de la interacción de los actores/personajes con éste. Paralelamente imagino las posibles atmósferas, sin embargo, lo técnico lo resuelvo hasta el final.

¿Cuáles son los retos que tiene el diseño escénico en México? Cuando estudié teníamos un plan de estudios antiguo, ahora ya lo renovaron y entraron nuevas especialidades. Hace poco me invitaron a una plática con los egresados de mi generación y yo dije que estaba a favor de la especialización, pero en contra de la reducción del tiempo de ésta; es decir, creo que una persona que se quiere dedicar a la iluminación teatral debe cursar una carrera de teatro. La especialización debe ir mucho más allá de las herramientas técnicas, ya que eso se aprende con la práctica. Además, la tecnología siempre nos rebasa. Sin embargo, entender el teatro, la dramaturgia, los métodos actorales y las propuestas de dirección sólo se puede hacer en una escuela de teatro. Dice Matías que los que hacemos luz no somos artistas, sino artesanos; y un artesano justo aprende las cosas de la herencia familiar, de la oralidad, porque también la luz es algo muy abstracto y justo esa cualidad es la que obliga a que uno aprenda a dialogar con el texto, con el director y los actores. Si no se aprende eso, no se puede iluminar seriamente.


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Escenas de una vida en pareja Por Alejandro Velázquez

fotos: emilia duclaud

Las preocupaciones de los jóvenes actuales son distintas a las que tuvieron las generaciones anteriores. El futuro pinta un panorama incierto y decadente; parece que el goce personal es más importante que cualquier otra cosa; entonces, ¿para qué tener un hijo? Ésta es la pregunta que, de forma cómica, se lanza al aire en Pulmones.

U

na conversación acalorada en un Office Depot atrae de pronto la mirada de los consumidores; la mayoría de las palabras en este disturbio son muchos “pinches” y unos cuantos “no mames, no aquí”. Triste y paradójicamente risible, en este jaloneo verbal no se escucha a un matrimonio mayor, al contrario, proviene de una pareja muy joven que debate una pregunta que a generaciones enteras parece pesarles: ¿Y si tenemos un hijo? Lungs es una obra de teatro del dramaturgo y director británico, Duncan MacMillan, uno de los escritores ingleses recientes más premiados de la última década. Ha sido reconocido no sólo por su estilo ágil, sino

Pulmones

Foro Lucerna Lucerna 64, esq. Milán, Juárez Lunes y martes, 20:45 horas Entrada: 300 pesos Adolescentes y adultos

también por la variedad de temas que toca, así como la mezcla de géneros que ha procurado abarcar, en los que se aprecia un interés por recorrer distintas épocas, incluyendo un futuro probable. Roberto Cavazos, actor de la recién integrada compañía de teatro La Chinchilla, tradujo esta obra al español mexicano y la bautizó con la traducción literal de la original: Pulmones. La comedia con tintes dramáticos sitúa al espectador en la neurosis de una pareja de adultos jóvenes bien acomodados: una estudiante de doctorado y un muchacho que toca en una banda por las noches. Imaginar tener un hijo provoca preguntas sobre las consecuencias de criarlo, así como los motivos para no hacerlo. Si bien es cierto que la pieza resulta cómica por las incesantes preguntas del personaje femenino y las contrariedades en las que se envuelve la pareja, en ellos se reflejan las preocupaciones de generaciones actuales que se enfrentan ante la incertidumbre de lo que acontecerá en el futuro. La proeza de Pulmones radica en llevar estas preocupaciones al grado de la ridiculez para hacer reír al espectador e invertir la situación paulatinamente conforme las inquietudes y los miedos de los personajes se transforman en tensiones. Para esta puesta en escena Alberto Lomnitz, uno de los directores más importantes para el teatro mexicano actual, propone una estética ágil y minimalista. A partir del uso de dos bancos, dibuja en la mente del público ciertos escenarios ficticios e incorpora un ritmo rápido en las transiciones y el traslado de los personajes por todo el escenario. El director trabajó en colaboración con La Chinchilla y, en entrevista, menciona que fue muy rápida la manera de guiar al grupo, ya que fueron tres semanas de trabajo intensivo

“La proeza de Pulmones radica

en llevar estas preocupaciones al grado de la ridiculez para hacer reír al espectador e invertir la situación paulatinamente conforme las inquietudes y los miedos de los personajes se transforman en tensiones.”

en la Ciudad de México y una semana en la que los actores trabajaron en el extranjero por su cuenta. De acuerdo con Lomnitz, “la obra expresa preocupaciones generacionales que en mi juventud no existían, como la incertidumbre ante un futuro casi apocalíptico. Y estos síntomas los he observado en otros trabajos mexicanos, como el de la compañía Lagartijas Tiradas al Sol”. En el trabajo actoral, Ana González Bello, quien interpreta a Ella, explica que su personaje “está escudado detrás de su inteligencia, pero en realidad es una niña muy sensible, con muchos miedos”; también menciona que es un reto para ella “pasar por una montaña rusa de emocines sin cortes.” El actor Roberto Cavazos, por su parte, desarrolla a Él, otorgándole una personalidad sencilla, la cual contrasta con la complejidad de su compañera. ¿Qué se acabará primero, el mundo o la pareja en turno? Cualquiera que se sienta sofocado por una relación o por el estado de las cosas, en esta obra encontrará un respiro de alivio: sabrá que no está solo. Vale la pena hacer una pausa y respirar hondo.



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C comida

Otra disertación sobre el cochinillo asado Por Alonso Ruvalcaba

El ensayista Charles Lamb, escribió que de todas las delicias de este vasto mundo comestible, el cochinillo rostizado es la más delicada. ¿Cómo descubrió la humanidad este portentoso plato?

¿Un

plato se crea o se descubre? Hay platos que parecen naturales, casi inevitables. Otros parecen haber sido descubiertos por accidente, como las palomitas de maíz, las papas fritas o el lechón asado. La humanidad, dice la divertida Dissertation upon Roast Pig (1823) de Charles Lamb, que dice un manuscrito chino, que durante los primeros setenta mil evos el ser humano comía la carne cruda, arrancándola con los dientes o las uñas del animal aún con vida, “tal como lo hacen en Abisinia en nuestros tiempos”. El manuscrito dice también que el arte del rostizado, “o más bien del asado, su hermano mayor”, fue descubierto de la siguiente manera. Ho-ti, criador de cerdos, salió una mañana al bosque a conseguir bellotas y otros frutos para sus bestias. Bo-bo, el mayor de sus hijos, el más grande de tamaño pero también el más torpe, quedó encargado de la granja; aficionado a andar jugando con fuego (as younkers of his age commonly are, dice Lamb), encendió sin querer un montoncito de paja y esto creó un incendio que pronto se extendió a todas partes de aquella pobre mansión, hasta que la redujo a cenizas. Más triste que la demolición de la granjita, que el padre podría relevantar rápidamente, fue la pérdida de una camada de

nueve cerditos recién nacidos. “Los cerdos de China han sido tenidos en alta estima, como un gran lujo, desde los tiempos más remotos”, anota Lamb, como una invitación al gastroturismo. Mientras el inocente Bo-bo ponderaba con enorme consternación los hechos, sacudiendo las manos entre el humo emitido por aquellos tristes animales, un aroma le asaltó las narices. Un aroma distinto a todos los perfumes que había percibido antes: no se parecía a ninguna hierba buena o mala, a flor alguna. No era el olor de granjita quemada —ésta no era la primera vez que ocurría el accidente—. Una humedad premonitoria mojó su labio superior. No sabía qué pensar. Halló uno de los cerditos; agachóse a tocarlo, en busca de un poco de vida: se le quemaron los dedos y, para aliviar el ardor, los llevó a su boca; un poco de la piel del cerdo se había pegado a las yemas. Agrega Lamb: “Y por vez primera en su vida (y en la vida del mundo, pues antes de él no había un hombre que lo conociera) Bo-bo probó ¡piel hecha chicharrón!” Volvió a tocarlo, volvió a quemarse, volvió a probar. La verdad fue

abriéndose a su lento entendimiento: era el cerdo el que emitía ese olor. Y era delicioso. Bo-bo se rindió al recién nacido placer: se tiró al suelo, devorando bestialmente aquellos cochinillos. Entonces volvió su padre y después de maldecir la torpeza de su hijo probó la piel de los animales. Etcétera. De Quincey le sigue la broma a Lamb en Dinner Real and Reputed (Blackwood’s Edinburgh Magazine, 1839). Sólo altera algunos nombres de la leyenda y comenta: “Los resultados fueron memorables para la futura China y para toda la futura civilización. Ching Ping (Bo-bo) hizo las paces con su padre a cambio de un trozo (la tradición dice una pata) del nuevo plato. El padre quedó tan maravillado con el descubrimiento que una vez al año quemaba su casa para hacer un banquete anual de lechón asado. Un personaje inquisitivo, un tal Chang Pang, lo supo y también quemó su casa con un cerdo en ella. El secreto se ocultó mal, el descubrimiento se divulgó, se mantuvieron muchas conversaciones importantes y las casas empezaron a arder en todos los rincones del Imperio Celes-

“El DF, como China y tal

vez el resto del mundo, vive un enamoramiento de permanencia voluntaria con el lechón rostizado.”


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El rincón de BURGERMAN @burgermanmex restaurante semioaxaqueño también respingadísimo. Hay un estupendo bloquecito de lechón crujiente en Oli (Querétaro 225, Roma), mojado con una salsa de naranja y clavo. Hay un “cochinillo de tres semanas” de Astrid & Gastón (Tennyson 117, Polanco; T 5282 2666), viene con una reducción de sus jugos con cacao y una especie de tacu tacu de frijoles. Y hay un lechón asado con “mole rosa” en Rosetta (Colima 166, Roma; T 5533 7804) en el que participan flor de jamaica, hoja santa y hierbabuena…

~ De todas las delicias de este enorme mundo comestible —dice Lamb en su disertación— sostengo que el cerdo rostizado es la más delicada. No el crecido porcato, entre un lechón y un puerco hecho y derecho; sino el tiernísimo cerdito mamón, más joven que una luna, inocente de pocilga, no manchado aún por el amor de la inmundicia, que es el pecado original de su más antiguo ancestro; el puerco de voz no rota, apenas un gritito infantil, tenue preludio de un gruñido. Y debe ser rostizado: que tial. Las oficinas de seguro tomaron cartas en el asunto”. Un no se sacrifique su exterior tegumento. No hay un sabor tal Chong Pong fue aprehendido cuando le prendió fuego a comparable al del cochinillo rostizado, al de su piel bien una habitación (tras encerrar en ella a un lechón) y llevado cuidada, crocante, leonada, no sobreasada. Los dientes ante un juez por el delito de incendio provocado. “El juez invitados a vencer su resistencia tímida, quebradiza, con de Pequín pidió se le diera una pieza de lechón rostizado, el su oleosa sustancia —¡no la llamen grasa!; no es grasa: corpus delicti, y la pura curiosidad lo hizo probarlo. Dos días es el anticipo de una grasa, es la flor tierna, el capullo después la casa de Su Señoría también había sido incen- de una grasa; la resistencia de la piel del marranito de diada… En pocas palabras, toda China se convirtió a la tres semanas, que llega en el plato como en una segunda nueva fe; y no fue hasta que hubieron pasado algunos siglos, cuna, con esa ternura y esa esperanza… un hombre de genio prodigioso estableció la segunda era en la historia del lechón asado, al demostrar que se podía conseguir el mismo efecto sin tener que quemar casas.”

~ El DF, como China y tal vez el resto del mundo, vive un enamoramiento de permanencia voluntaria con el lechón rostizado. En La Buena Barra (Aristóteles 124, Polanco; T 5280 6699), restaurante llegado de Monterrey a la ciudad, lo asan al ataúd: en caja de madera y fierro, con el carbón encima. (El ataúd también se llama “caja china”.) En Torre de Castilla (Esopo 31, Polanco; T 5281 0906), Casa de Castilla (Revolución 1465, Campestre; T 5661 0772) y el Centro Castellano (Uruguay 16, Centro) se asa en horno de leña, lo que le da un olor precario, antiguo, en todo similar al que olió Bo-bo en la vieja leyenda; en el Casino Español (Isabel la Católica 29, Centro; T 5510 2967) lo hornean “al estilo Segovia”, alto en romero, lo mismo que en La Rúa de la Criolla (Julio Verne 90, Polanco; T 5280 2386), salvo que en éste lo hacen para el fin de semana, completo (a 1,200 pesos hasta parece barato); en Casa Portuguesa (Emilio Castelar 111-A, Polanco; T 5281 0075) hornean el lechón o leitão “al estilo bairrada”, es decir con un unto de manteca y ajo después de, idealmente, haber rellenado la bestiecilla con una salsa de perejil. El cochinillo asado de Zeru (Avenida de la Paz 37-B, San Ángel; T 5550 9544) es uno de los mejores platos de ese restaurante, a su vez uno de los mejores restaurantes del sur de la ciudad. Hay tacos de lechón al horno en Porfirio’s (Masaryk 214, Polanco; T 5280 1494), cantina respingada, y en Chapulín (Campos Elíseos 218, Polanco, T 5327 7700),

Partners & Brothers. Colonia Roma

D

ebí suponerlo desde el nombre: demasiado parecido al de, por lo menos, otro par de restaurantes de hamburguesas. Pero la verdad es porque soy débil. Facilote. Debí de haberlo anticipado una vez sentado en el lugar, ante su decoración y ambiente, igual a mil otros. Pero es que ya había estado en muchos lugares muy parecidos donde, curiosamente, lo genérico no afectaba a la comida (basta ver la reseña de B-Town). Eso me pasó con Partners & Brothers, de muy reciente apertura, en la zona más de onda de la colonia Roma, justo en donde hay una oferta culinaria importante. Ahí faltaba una hamburguesería hecha y derecha. Suspiré cuando un amigo, ocasional acompañante de búsqueda, me sugirió este lugar. Así que finalmente fui. Oaxaca 79, colonia Roma - @partnersbr_roma), Hay dos caminos: una carta con nueve hamburguesas —de las cuales, curiosamente, sólo cuatro son de carne de res— y la posibilidad de armar uno su propia burger con una amplia gama de ingredientes. Hasta ahí bien la cosa. Decidí hacer una yo con las siguientes especificaciones: 200 g de carne angus, pan de la casa, tocino, lechuga, tomate, pepinillos y queso cheddar, la “Burgerman Special”. Además de la carne de la hamburguesa, este lugar ofrece una variante donde se le puede poner una segunda carne, no de hamburguesa, como de complemento. No sé si es buena idea, pero existe: puedes pedir que se le añada picaña o carne hecha en un cilindro peruano. Variaciones que pretenden hacer crecer el sabor. Tardó un poco en llegar mi “Burgerman Special”, aun cuando el restaurante estaba bastante tranquilo. De mi mesa se veía el equipo del BurgerLab trabajando. Me pregunto si tendrán algo que ver con el food truck BurgerLab del que ya hablé alguna vez. Finalmente llegó y lucía bien. Prometedor. Pan suavecito y con buen nivel de humedad. Te sugieren una serie de salsas especiales, por si se te antoja. No gracias, yo directo. Primera mordida y nada. Segunda mordida y nada. Resignado, me la acabé y tengo que decir que pasó sin pena ni gloria. La carne muy pastosa. Faltaba consistencia, sabor y onda. Por primera vez, ni el tocino, aunque cocido bien, predominaba. El pan bien, aguantando los embates de la grasa, pero nada. ¿Dónde quedó el sabor? Quién sabe. La hamburguesa de mi fiel escudero, el famoso @majestadeltaco, sonaba prometedora y se quebró al primer embate. El escogió una Louisiana: 210 g de carne angus rellena de queso cheddar, con una rebanada de picaña. Creo que la insistencia de las salsas, de tener otras carnes, o de plano hacer sándwiches con carne que no es de res, es el meollo del asunto. Se concentran en todo menos en el corazón de la hamburguesa. Es increíble que las alitas boneless que pedimos de entrada estuvieran mucho mejor que lo que se supone es la especialidad de la casa. Lástima. Prueba no superada. Trataré de regresar pronto a probar alguna de las especialidades, pero temo que será básicamente lo mismo. Hay que seguir buscando. El cáliz aparecerá algún día. Puede ser que no estén de acuerdo conmigo. Para eso, sus comentarios y sugerencias siempre son bienvenidos en @burgermanmex; en Instagram también como “burgermanmex”; en el blog: burguerman.blogspot.com y en la página de Facebook: www.facebook.com/burgerman.mex. Se agradecen todos sus likes y retuits.

Dissertation upon Roast Pig


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Pesca del día panorámicas del antojo

E

n su texto “Hotcakes at the Trail’s End Restaurant”, Andy Grundberg se detiene a reflexionar sobre los individuos dedicados a fotografiar comida. ¿Quiénes son las personas capaces de detenerse para captar la imagen de una langosta Thermidor? Hay algo antinatural en la pausa que suspende el hambre para buscar el mejor encuadre de una torre de hot cakes. Durante la era pre-Kodachrome, antes del Photoshop, los fotógrafos de comida debían acudir a toda suerte de trucos y plastificaciones para darle lustre a sus imágenes. El reto no era menor: ¿cómo hacer que un tazón de granola luzca apetitoso? La obsesión por retratar la frescura de un filete llevó a los editores a suplir la carne por polímeros plásticos; así hasta que la ley llegó con sus prohibiciones. Las siguientes imágenes (del libro Yours in Food, de John Baldessari), aunque activen nuestras papilas gustativas, deleitan la vista; pertenecen a una categoría definida por el escritor francés Honoré de Balzac: la gastronomía del ojo.

guarniciones

Dos recomendaciones para la sobremesa YOURS IN FOOD | JOHN BALDESSARI Princeton Architectural Press Este libro es un muestrario selecto de ejercicios que divagan en torno a la comida. El autor, artista gráfico de amplísima trayectoria, tuvo el tino de disponer un menú que incluye trabajos ensayísticos, ficción breve, meditaciones filosóficas y una obrita dramática en cuatro actos; cada bloque de escritura está acompañado por su respectiva guarnición de fotografías (algunas intervenidas por Baldessari). En estas páginas David Byrne teoriza sobre la costumbre americana de comer escondiendo una mano bajo la mesa (resabios de la paranoia a ser acuchillado durante los banquetes del Wild West); Dave Eggers presenta una diatriba contra la necesidad de alimentarnos; y Andy Grudberg reflexiona sobre la práctica de fotografiar alimentos. Un banquete visual y narrativo donde podrán encontrar sazonadas meditaciones sobre el gusto como elemento civilizatorio y —de paso— redescubrir el arte de comer alcachofas. Hemingway & Bailey’s Bartending Guide to Great American Writers Algonquin Books of Chapel Hill El ilustrador Edward Hemingway y el escritor Mark Bailey se aliaron para la publicación de este combinado de alta graduación alcohólica. A manera de tributo hacia la era dorada de la coctelería y a la relación casi proverbial que enlaza al trago con la escritura, este libro es un destilado de 43 autores norteamericanos célebres, no sólo a causa de su talento para manejar la pluma, sino también por su devoción a la bebida. Aparecen extractos de obras de Raymond Chandler, Scott Fitzgerald, Charles Bukowski, Truman Capote, Raymond Carver, Jack Kerouac y Sinclair Lewis, entre muchos otros; cada autor está vinculado a la receta de un coctel y a una reflexión alusiva a la relación específica que cada uno de ellos tuvo con la embriaguez. Un libro que se disfruta a sorbos, engancha rápido e invita a adentrarse en la coctelería a través del abundante y morboso anecdotario de la literatura norteamericana.



58 | frente | debutantes | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

D debutantes

La Zaranda Miravalle Plaza Villa de Madrid 17, Roma Norte. Glorieta de la Cibeles. Domingo a miércoles, de 13 a 19 horas. Jueves a sábado: se apaga el carbón a las 19 horas, pero los antojitos se sirven hasta las 23 horas. T. 55 6726 40 77

Grupo Archipiélago agregó a su familia restaurantera un miembro tropical; remplazó el Club Montés por un lugar donde la tarde se pasa rápido entre mezcales y mariscos a las brasas.

La Zaranda Miravalle “¿

Por qué no vine crudo?”, se pregunta uno de los comensales después de probar los camarones a la diabla. Apenas es viernes y la cruda llegará tarde o temprano, si el cielo no se despeja y la tarde se alarga con los mezcales. Como si fuera insuficiente la oferta marisquera de la glorieta de la Cibeles, el Club Montés sufrió una metamorfosis total y dejó en su lugar a La Zaranda Miravalle: el integrante tropical de la familia Archipiélago, un lugar que se presta para largas sobremesas, música sabrosa y técnicas culinarias prehispánicas. Si debiéramos describir la sensación del espacio en términos de diseño, la palabra sería “cálido”. Barra de madera, muros azules, vajilla de barro y peltre, cucharitas y guajes en las paredes. El nombre fue elegido en honor a la técnica del zarandeo, manjar náhuatl proveniente de Mexcaltitán, una pequeña pero histórica isla nayarita, una Venecia mexicana (con todas las proporciones guardadas) que se inunda cada temporada de lluvias; la antigua Aztlán, de donde los mexicas se embarcaron para llegar a estos lares, donde se tienden camarones y pescados en las baquetas, donde se domina la zarandeada. La segunda parte del nombre hace referencia a la Plaza Miravalle, así se llamaba antes la glorieta. Zarandear, según la definición formal es agitar, sacudir, menear, mover, traquetear. En la cocina nayarita es poner el pescado marinado con salsa de limón, soya y chile en una rejilla de madera de mangle, y en conjugaciones inventadas es sentarse a ver llover frente a la glorieta y pedir varios platillos al centro con su respectivo coctel. El Negrito, elaborado con zapote, mezcal, jugo de naranja y tónica; El Mulato, de tamarindo mezcal, jengibre, jugo de naranja y soda; El Chaparro, hecho de vodka, licor de cassis y grosellas negras; o El Fresco, whisky mezclado con menta y té de limón. “Zarandeamos a las brasas de carbón para que la comida sea natural, hecha a mano y con mucho sabor”, dice la leyenda del menú que advierte que las porciones son para compartir.

Tostadas y salsas es lo que llega primero. El mesero explica cada una: la de Pico de Pastor lleva chipotle y piña; la Sureña, habanero y mango; la Roja, chipotle y piloncillo; la Verde, serrano y limón. Nomás no se llenen de tostadas y esperen unos minutos a que lleguen los tentempiés. En esta sección del menú hay varias entradas imprescindibles: “alitas” de pulpo con salsa picante, apio y dip; ceviche de pescado curado en limón con jengibre, habanero, camote, elote y aguacate; aguachile de camarón, cecina o mixto; o el queso fresco zarandeado en hoja santa con frijoles negros. También hay tacos de setas pibil, barbacoa, frijol con queso, camarón Rosarito y maciza de marlín con chicharrón. Las tortillas llegan crujientes y con marcas de la parrilla. El que quería venir crudo ya está haciendo puntos para cumplir su deseo. El pulque ayuda al noble propósito de perder la cabeza, hay que preguntar los sabores del día y pedir un trío variopinto en vasos de veladoras. Las micheladas también hacen su chamba. Prueba la de aguachile preparada con cebolla morada, cilantro, chile, pepino y escarchada con sal de apio o la de mango con jengibre y chile ancho. Ahora sigue la parte que requiere más apetito: lo zarandeado. Esto también se pide al centro y se acompaña de guarniciones: guacamole, cebollitas, nopales, ensalada tropical o arroz con plátano macho y frijoles. Del mar, que es lo que hay que pedir, hay camarones, pescados y pulpo con tres tipos de mojo: el colorado, el jalapeño y el de chile de árbol. De la tierra, hay rib eye zarandeado a las hierbas o con estilo norteño. Después hay que pedir un postre y un café, una tregua al hígado. Lo más recomendable es pedir varios al centro y seguir compartiendo. Hay plátano macho tatemado con crema y azúcar; arroz con leche quemada con costra de caramelo; y el ganador por su originalidad, textura y sabor, el mousse de chocolate abuelita con pretzel y sal de mar. Si te quedaste toda la tarde no esperes una cuenta flaca, el ticket puede llegar con varios centímetros de longitud, pero entre las opciones marisqueras de la zona los precios son amigables. —Mariana Coppel


del 18 de junio al 1 de julio de 2015 | debutantes | frente | 59

Jaguar Ceviche Spoon Bar & Latam Grill Jaguar Ceviche Spoon Bar & Latam Grill Park Plaza Javier Barros Sierra 540, Santa Fe T. 5292 6499

La espina dorsal de Jaguar, un restaurante recién llegado a Park Plaza en Santa Fe, es ésta: existe una cosa que podemos llamar cocina latinoamericana. ¿Cómo es esta cocina, cómo podemos saber que es ella y no otra? La pregunta no es demasiado ociosa.

H

ay algunos elementos comunes al territorio latinoamericano: el maíz, el frijol, el aguacate. Hay preparaciones casi primigenias que se repiten, con variaciones: la gordita, la pupusa, la arepa, la empanada. Hay tamales. Hay chengas y tortillas de maíz y de harina. Hay, también, una inclinación del paladar hacia lo ácido combinado o no con lo picante. El trabajo del restaurante Jaguar, en Park Plaza Santa Fe, es combinar en una carta suficien-

temente amplia esos elementos, preparaciones e inclinaciones y entregar aun una cocina reconocible y acaso propia. (Entre paréntesis: la gordita, la pupusa, la arepa, la empanada y el tamal son en realidad parte de una “cosa” más grande, mundial y hasta donde sabemos universal. Piensen en esta definición de dumpling de Wikipedia: “El dumpling es un tipo de alimento que consiste en pequeñas piezas de masa, cocidas solas o

Barrio Alameda Después de dos años de remodelación, se abrieron las puertas de un centro comercial con esencia de barrio en una zona concurrida del Centro Histórico.

A

l oeste del primer parque de América, la Alameda Central, y oculto en el número 9 del discreto corredor peatonal Dr. Mora, se encuentra desde hace algunas semanas Barrio Alameda. El edificio, remodelado por cuatro jóvenes amantes del Centro Histórico, se construyó en 1920 en un predio ubicado en la antigua calle de San Diego. Sus primeros usos fueron despachos y consultorios. Unos años después, el dueño, un médico de ascendencia alemana, decidió convertir el tercer nivel en viviendas, las familias que lo habitaron compartieron el espacio con doctores, abogados, periodistas y fotógrafos; barberías, salones de belleza, misceláneas, expendios de lotería y una tienda de aparatos especiales para sordera. La calle Dr. Mora se vio azotada por eventos que la fueron deteriorando: temblores, crecimiento urbano, ambulantaje. Sin embargo, el edificio había llamado la atención de Andrea Vázquez Bracho, Leonardo González Ortega, Rodrigo Hassey y Luis Gerardo Musi, quienes

durante dos años se encargaron de rehabilitar el lugar y hacerle adecuaciones sin perder el estilo arquitectónico característico de la zona. Querían que siguiera teniendo una atmósfera de “barrio”. No se trata de una plaza comercial como tal, o al menos no del todo. La idea es que los habitantes y dueños de los 35 locales coexistan de tal forma que, lejos de competir, se complementen y formen parte de un proyecto conjunto. El resultado es una pléyade de locales. El área gastronómica incluye la pizzería Cancino, la mezcalería Mundana, hamburguesas Butcher and Sons, una sucursal de Helados Glace y Joselo Café. Está también la tienda de arte contemporáneo Domi, la estética Loredana, la chocolatería gourmet Art Cakau, la tienda de patinetas y ropa urbana Navaja, la joyería Sin Título, la barbería Barachiel y dos galerías: Breve y The Neon Rex Proyect. Pero no todo es gastar y comer, además de la oferta de tiendas y restaurantes, hay una sección donde se imparten

con un relleno. Puede estar basado en harina, papa o pan, puede incluir carne, pescado, vegetales, dulces. Puede ser hervido, cocido al vapor, frito, horneado. Puede tener relleno –repite– o puede tener otros ingredientes mezclados con la masa. El dumpling puede ser dulce o salado; puede ser comido por su parte o en sopas, estofados, con salsa o de cualquier otra forma”. El pobre editor de ese artículo se metió en un espinoso problema ontológico: casi todo es un dumpling. Una flauta, una quesadilla, un raviol, una gyoza, una samosa, un taco, un chochoyote son dumplings. Todo cocinero en el mundo, felizmente, tiende a preparar dumplings. Curiosos, busquen en internet el ensayo Food and Consequences: Everything is a Dumpling.) ¿Cómo combina Jaguar todos esos elementos? Tiene varias estrategias. La primera es recurrir al ceviche, que apela a nuestro paladar ácido y picoso. El mejor es el que llaman Punta Mita, de pescado blanco acelerado con salsa bruja –esa mezcla playera de laurel, romero, ajo, chiles, vinagre y sal–, acidulado con limón y cebolla, encabritado con chile serrano, redondeado con aguacate. También el peruano “clásico” es atendible. Su corvina se cuece en una leche de tigre de limón, ajo, cebolla morada, ají amarillo y perejil; el choclo le da un respiro de dulzura. Otra estrategia, casi literal, es dedicar un día de la semana a un plato de una región, un país, de Latinoamérica. Hay, por ejemplo,

un asado negro venezolano: res horneada en una salsa agridulce de papelón (azúcar), vino tinto, cebolla, pimiento, jitomates, servida con arroz y plátano macho; o un patacón pisao de Colombia; o un chile ancho relleno de cochinita pibil relativamente mexicano; un chupe de camarón con choclo y ají amarillo que saluda al Perú; una vaca frita con naranja agria y tostones de plátano que mira hacia Cuba. (¿La cocina caribeña es también cocina latinoamericana?) Una estrategia más: el desmadre o el juego de la alusión. Una sopa de elote con cangrejo acentuada de chile guajillo que a su vez tiene una especie de hermana en los crab & corn cakes (pastelitos de cangrejo y elote servidos con ají panca, ají amarillo y salsa criolla); en el brunch, los huevos “benedictinos” que vienen sobre una arepa tostada con jamón y frijoles encima, salsa verde y papas. ¿Se entiende el juego de referencias? Es un desmadre bienvenido, tal vez un saldo espiritual de Miami, la ciudad natal de Jaguar. Posdata. Ahora que lo pienso, decir cocina latinoamericana no es menos arbitrario que decir cocina mexicana o incluso cocina oaxaqueña. Son cocinas de división política compuestas a su vez por otras cocinas de división hidrográfica, orográfica, etnográfica, y atravesadas por unos cuantos elementos en común. También la expresión cocina china tiene esta característica arbitraria de atajo mental. Todo es un dumpling.

talleres. Entre ellos están Yoga Espacio y una escuela de fotografía. En la última planta, donde antes hubo viviendas, se instaló el hotel boutique Chaya Bed & Breakfast con un par de suites de lujo con vista a la Alameda. Más adelante se planea construir un mirador para que los visitantes puedan disfrutar la espléndida vista que rodea al lugar.

Se avecina una tienda de viniles y música, una mueblería con showroom, una escuela de idiomas, una repostería y un estudio de tatuajes. En los locales que quedan disponibles hace falta, según Luis Gerardo Musi, algo relacionado con servicios de turismo, ¿algún interesado?

—Alonso Ruvalcaba

— Jesús García

Barrio Alameda Dr. Mora 9, Alameda Central, Centro Histórico Fb: Barrio Alameda


60 | frente | DETRÁS | del 18 de junio al 1 de julio de 2015

D detrás

Charlyfornication: Biopic de un rockstar de la literatura mexicana | por Carlos Velázquez Me against un gol por la educación No me acusen de misógino, lo escuché en una cantina. Según un beodo las mujeres más putas son, en riguroso orden: las sirvientas, las secretarias, las enfermeras y las maestras. Putas maestras, las sigo detestando. Fue lo que más detesté de mi etapa de estudiante. No me tocó ni una como la del video Mind Mischief de Tame Impala. Cuando era niño la tarea la hacían los niños. Hoy en día los padres son sus perpetradores. Encargan cada mamada que una niña de ocho años es incapaz de hacer. No puedes evidenciar iniciativa porque te jodiste. Hace unos días a mi hija le pidieron que escogiera un animal y realizara un listado con sus hábitos y alimentación. A mi nena se le ocurrió crear su propio animal (no, no yo, yo ya he sido creado) con la ayuda del Animalario de Javier Sáez Castán. Al día siguiente, mi hija llegó de la escuela con la noticia de que la pinche hija de Elba Esther le había calificado como si no hubiera hecho la tarea. No me la andaba acabando. Me parece insólito que se repruebe así la originalidad y la imaginación. Qué le pasa a la gente en este puto país. No digamos a la educación. Cómo puedes ser tan puto cuadrado. Seas profesor o no. Y no sucedió en una escuela pública. Fue en un colegio privado estilo Montessori. Que si no metimos a mi hija a un Montessori en regla es porque de ahí salió Alex Rodríguez Santibáñez, una pésima referencia de ese congal. No quiero que mi hija acabe como él. Un mirreysori mantenido y dizque crítico de cine. No existe colegio perfecto, como tampoco padres perfectos. Ni pedo, vamos a terminar con los nazis del Alemán. Me resistía porque

mi ex esposa es descendiente de alemanes. Y ya no quería nada con ellos. Pero para qué me hago pendejo, mi equipo de fut es la selección alemana y como me la paso oyendo música norteña, los tengo en la cabeza. Nos trajeron el acordeón. Gracias, pinches antisemitas. Esta columna ya parece charla de señora gorda. Pero la neta no existe nada que me empute más que la puta escuela. Cuando alguien felicita a su profe en el día del maestro me dan ganas de acribillarlo con un cuerno de chivo. Los maestros no existen. Los únicos de carne y hueso son los maistros. La única enseñanza que uno saca de esta puta vida es cagándola y volviéndola a defecar. La tícher de mi hija me odia. Y hemos entablado una guerra. Le mando recados con mi hija. Insultos. El mundo está plagado de enemigos. Y el primer enemigo que le lega la vida a uno es el o la idiota que te ponen enfrente en la primaria. Yo entré a la escuela con la misión de hacerle la vida imposible a todos los profesores que tuviera. Sólo me llevé bien con uno: el de Filosofía de la prepa. Porque me dejaba ausentarme de su clase y no armaba jelengue ni me reprobaba. Porque mis compañeros eran todos una bola de pendejos. Yo ya había descubierto que padezco de temperamento melancólico. Había leído La caída y descubierto que es más chingona que La náusea. Camus rifa, pinche Sartre era un ñoño. Me vale madre que se vea como un mal ejemplo hacia mi hija. Que aprenda a no respetar a la autoridad. Tanto pinche gol por la educación en los partidos del América para qué.

Mi veldá | por WARpig Los listillos de siempre Se dice en todos los medios que “ahora sí, el ine será infalible. Cumplirá con su deber”. Y en cada contienda electoral vemos cómo falla, cómo “perdona”, cómo no aplica la ley o si la aplica, lo hace tarde. Como casi todo en México, hay cómo darle la vuelta y evitar sanción. Ejemplos hay muchos en la onda “ahí le doy pa’l chesco, poli”, “no me tardo, ahí se lo encargo tantito, poli”. Después de muchos días (eternos) de publicidad de partidos políticos en radio y televisión (sin propuestas y con un alarmante grado de falta de creatividad, de mentiras y de simple y llana estupidez) llegamos al fin a la llamada “veda electoral”. Se acabaron los asfixiantes anuncios de los partidos aunque quedaron los anuncios del ine. Y entonces, unos nos recordaron que México está lleno de listillos. De esas personas que ven cómo le hacen, pero no pagan pasaje ni impuestos, se estacionan en tu entrada, se cuelgan de las líneas eléctricas para no pagar, se pasan los altos, invaden carriles, se estacionan en donde hay rampas para discapacitados. De esos listillos que rompen la ley y no les pasa nada.

Acné | por Gibrán Michel @gibran.michel

Ahora ésos fueron del gremio de la farándula televisiva. Esa fauna tan dañina. Comenzaron a enviar tuits apoyando a un partido político. Sí, había veda electoral y argumentaron “no somos políticos ”. Ése fue su “no me pasé el alto, poli… estaba la preventiva”, porque son listillos. Además, ante el reclamo de muchos de sus desafortunados seguidores, trataron de escudarse “astutamente” en la libertad de expresión. “Es libertad de expresión, yo puedo tuitear lo que me salga de los huevos”, teclearía un ser odioso que habla de bodas, embarazos y telenovelas pero que, justo el día de las votaciones, le dio por recomendar un partido. Y al técnico (es un decir) de la selección mexicana de futbol le pasó lo mismo: de repente, en un gesto ciudadano y nacionalista, recomendó votar por el mismo partido político. El jefe de muchos de ellos también se escudó en la libertad de expresión creyendo que TODOS tenemos el mismo nivel intelectual de los que ven sus canales televisivos. Listillos por todos lados vendiendo patria sin consecuencia, impunemente. Como casi todo en nuestro país. Y pronto pedirán dinero para el teletón.



Escalera al cielo. (Av. Aztecas, Ajusco Coyoacรกn). | Enrique Arriaga | soundcloud.com/insectontos

62 | frente | grรกfica | del 4 al 17 de junio de 2015

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grรกfica




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