NIDO
CECILIA ROMERO
Cecilia Romero Nido. Frey Chinelli ediciones. Colecciรณn del ya, 6. Abril, 2020.
Nido
a mi bisabuela a mi abuela a mi madre a mi hija a todas las mujeres que se sientan nido y a la Dra. EstĂŠs, por su acompaĂąamiento ĂĄlmico
la necesidad del poema la culpa de la maternidad el รกrbol no resuelto voy hacia mis lugares menos explorados con manos infantiles
vine a recolectar mi cuerpo como si fueran hojas 9
mi estadĂa errante en el bosque de mi propio cuerpo mi bĂşsqueda sin fin 13
observo a la que calla ¿duerme? ¿se olvidó? la observo frente al espejo 14
a veces mi cuerpo se envuelve dentro de mĂ mi mujer animal duerme sus inviernos acurrucada mientras que a mi piel invisible cualquier abrigo le parece viento 15
son dĂas feroces nada de gris ni lluvia. nada suave. es el tiempo de las bestias. no hay alimento, ni nada de quĂŠ morir adentro es afuera no tengo amuletos. estoy en mĂ. cubierta de abrigos de viento afuera las bestias: lo que excede a mi cuerpo: incapacidad de morir 16
un montón de cosas tengo un montón de cosas que se juntan en lugares donde casi no aparezco hay días en que intento arreglarme tomo la escoba y barro una montaña de cosas como un gran adiós abro la puerta y el viento entra a tirarlo todo otra vez un montón de basura tengo un montón de adiós afuera el viento 17
si mi vida quedara como ese objeto al borde de la foto ‒el que no fue iluminado‒ si fuera eso que nunca sabremos a ciencia cierta qué era qué aspecto color forma tenía si mi vida la foto de un objeto aparece a medias 18
las frutillas se echaron a perder rรกpido esta vez estamos en octubre es fรกcil cรณmo pueden lastimarme las cosas cuando olvido que todo lo que vive tiene un fin 19
Me acerqué a tus manos Hecha de viento No me quedé en ningún rincón Vine hasta acá para amarte Y me voy sin nada Mi regreso hacia mí. Intacta. 20
voy a esperar de pie voy a esperar flores
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es hipรณcrita cerrar las cortinas si siento cรณmo la tormenta come la casa que me encierra temer no es ninguna soluciรณn si un rayo aniquila un รกrbol y la lluvia alimenta el pasto puedo entender de una muerte un renacer 24
un jardín aparece dormido voy a llegar con mis manos las sombras caminan bajo sus árboles y en el pasto el agua está viva una desnudez como de sol como cuando mi desnudez es belleza y vos sos todo ojos voy a llegar con mis manos, otra vez dentro mío podés encontrarte en tantas partes la luna de pájaros el viento de pájaros tu pelo largo de pájaros caernos de la forma ser dos extraños dentro de dos extraños todo lo que se parece a la ternura todo lo que tiene sol y noche y agua y monte un jardín que parecía dormido 25
debajo de toda noche pisando mis miedos mis pies serena el agua que asciende del pasto al cielo desprenderme desde la cabeza 26
amanece en tus manos cuando las traĂŠs hasta mĂ como abrir flores como reĂr de noche 27
para reconocer la propia sed para reconocerse en algo mรกs que el simple amor para escribir la palabra desconocida para nombrar la carne del poema hay que aullar 28
de esto se trata el fuego amar debemos
por completo arder
hasta la ceniza 29
casi muero de hambre y traĂa toda esta carne puesta
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Es ésta mi búsqueda Voy a meter el dedo la mano el brazo hasta el codo hasta el cuello a tocar el fondo Cuando sube el barro Cuando el agua se mueve Se que el río está vivo Me muestra de qué estamos hechas 31
mi pelo aparece como una nube en el cielo de mi hija lo que está más arriba o desde antes ¿qué árbol? ¿dónde el norte? 34
pienso en las otras vidas posibles las que no tomĂŠ o que se fueron pienso de ojos abiertos a la noche y se hace inmensa hasta que siento la presiĂłn en mi brazo bajo el hueso de tu cadera tu cadera tus huesos tu cuerpo que ilumina toda la cama entonces comprendo por primera vez eso que nombran aquĂ, ahora 35
trae el puño apretado no se si juntó piedras o flores mira su mano cerrada y sonríe mientras camina tras mi andar tal vez sea algo que vaya a darme tal vez encontró algo que quiso guardar me gusta mirarla observar su mano disfrutando algo que sólo ella sabe yo también guardé en mi puño un secreto una promesa piedras que nadie me vio juntar una flor aplastada y seguí andando detrás de los pasos de mi madre 36
octubre, 2017.
[ frey chinelli ediciones ]