especial educación
FUCSIA
Regreso a clases
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Tras las vacaciones, los alumnos, sus maestros y padres retornan al conocimiento y al aprendizaje. Conozca de cerca la pedagogía intuitiva, la importancia de la alimentación en el rendimiento escolar, la influencia de los dispositivos tecnológicos y cómo comportarse ante el autismo.
Pedagogía intuitiva
Primer taller de pedagogía intuitiva en Ecuador.
Como enseñanza alternativa, la pedagogía Waldorf tiene una notable acogida en el país. Por Paulina Terán
fotoS: Cortesía de Comunidad Educativa Nina Pacha. ingimage.
E
l creciente interés por esta opción educativa se tradujo en la realización del primer taller de pedagogía intuitiva (que se deriva de la pedagogía Waldorf) a cargo del maestro sueco Pär Ahlbom, quien organizó la escuela Waldorf Nina Pacha. Esta pedagogía fue creada por Rudolf Steiner en 1919. A diferencia de la tradicional, no se enfoca en el conocimiento como tal, sino en el desarrollo del ser humano en los aspectos físico, mental, emocional y también espiritual. Pär tiene 81 años pero salta, corre y bromea como un chiquillo. “Un maestro que no está abierto al cambio y a aprender de los niños no es un buen maestro”, comenta este docente, músico y fundador de la escuela Solvik de Suecia, que funciona hace unos cincuenta años. Un día decidió cambiar radicalmente su método de enseñanza a partir del estudio de la pedagogía Waldorf y de la antroposofía, y cristalizó su inquietud cuando concluyó con sus colegas que sus infancias no habían sido felices, a pesar de haber cumplido con estándares que, se suponía, garantizaban el éxito y la satisfacción. Esa misma motivación llevó a un grupo de padres de familia en Ecuador a orga-
Pär Ahlbom
nizarse y a crear la escuela Nina Pacha, bajo la guía de Moisés Arcos, máster en Educación y actual director. Igualmente, a celebrar el primer taller de pedagogía intuitiva que convocó a unas cuarenta personas (entre padres y maestros) de todo el país. Al aprender a desarrollar la intuición, tanto padres como maestros cuentan con herramientas para resolver cualquier situación, ante los niños, con seguridad, conciencia y solvencia. “A veces los maestros se ven enfrentados a situaciones sorpresivas y para manejarlas necesitan intuición”, explica Pär.
Pero este tipo de educación va más allá de la capacidad para lidiar con lo inesperado y Pär asegura haber observado un alto grado de satisfacción general en las personas educadas bajo este método, que no solo busca el conocimiento o el mero progreso intelectual del niño, sino alcanzar el desarrollo integral del ser humano, lo cual implica estimular no solo su mente, sino también su cuerpo, sus emociones y su espíritu, a través de diversas actividades. En cuanto a la disciplina, se enseña al niño a distinguir lo correcto de lo incorrecto, sin recurrir a la persecución moral ni al castigo, sino al desarrollo de la conciencia individual y a la observación del otro. Se fortalecen sus destrezas y capacidades para mantener un estado de satisfacción personal que incluye la autoestima, la autoconfianza y el autoconocimiento. Paralelamente, padres y maestros aprenden a vivir en el presente y establecer una mejor comunicación y un vínculo más sólido con sus niños. Por eso, durante el taller, se realizaron muchas actividades lúdicas, ya que como explica Pär, “cuando juegas estás presente y entonces puedes entender mejor cómo se siente un niño”.