Comer bien para aprender
mejor
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Proteínas y carbohidratos son los principales alimentos que potencian el desarrollo cerebral para un buen aprendizaje. Por Ángela Meléndez Sánchez
P
ara que el conocimiento sea efectivo hay que alimentar el cerebro, así de sencillo. Es decir, la intención es lograr que las neuronas se comuniquen mejor y para ello se necesitan alimentos que las ayuden. Los niños requieren alimentos ricos en proteínas y carbohidratos para elaborar sustancias neurotransmisoras que interconecten las neuronas y pongan en funcionamiento las asociaciones necesarias para el aprendizaje, la memoria y la imaginación. Es indispensable entonces priorizar ciertos alimentos en la dieta infantil. La nutricionista Cristina Ontaneda explica que “las proteínas dan energía y ayudan en el aprendizaje del niño”, y recomienda incluir lácteos —leche, yogur y queso—, y granos como las habas que nuestras abuelas recomendaban para la memoria y que, efectivamente, tienen un efecto positivo en el cerebro. Dentro de las proteínas se puede incluir algún tipo de carne animal como pollo, res o pescado. “Eso les va a ayudar a que presenten períodos de alerta y tengan mayor retentiva durante las horas de escuela”, comenta Ontaneda. Los carbohidratos, en cambio, aportan glucosa a las neuronas, lo que facilita un
mejor trabajo mental. Se recomiendan los integrales (pan o galletas integrales) por su alto contenido de fibra y por la sensación de saciedad que producen. Ontaneda hace una sugerencia más: incluir cereales como el amaranto y la quinua, que son granos andinos de alta calidad nutritiva. Al respecto ofrece algunas ideas: tomar un par de cucharaditas del cereal y licuarlas junto con el batido de leche con fruta que se prepara para el desayuno o como parte de la lonchera. Otro grupo importante de alimentos son los que contienen omega 3 y 6, porque ayudan al desarrollo cognitivo. Incluso, desde la gestación fortalecen el sistema neurológico. En este grupo están los aceites de maíz, soya y canola, también pescados como el atún, la trucha, el salmón y la tilapia. Es mejor consumir los pescados de agua azul, que poseen mayor contenido de grasa poliinsaturada y, por lo tanto, omega 3 y 6. ¿Qué se debe evitar? Ontaneda explica que para que el aprendizaje sea efectivo se debe evitar la ingesta de hidratos y azúcares simples. Es decir, no consumir pan blanco,
dulces en exceso, bebidas carbonatadas, chiles y otros. ¿La razón? Provocan que los niños tengan demasiada glucosa y aceleran un poco el ritmo cerebral, lo que impide que atiendan en clase o presten total atención. Acerca de las frutas, la sugerencia es consumirlas todas en general y en varias gamas de colores: blancas, naranjas, rojas, verdes, amarillas…, ya que todas aportan de alguna manera al desarrollo mental y a la evolución del aprendizaje.
Lonchera ideal 4Un cereal integral. 4Una bebida: agua, hidratante o jugo natural. 4Una fruta. Sugerencia nutritiva: chochos con tostado. Contienen abundante calcio si se comen con cáscara. La combinación de chochos con tostado (maíz) complementa los aminoácidos y constituye una proteína completa.