punto. ARQUITECTURA Y
DOCE Agosto 2012
Atelier CARTÚ
punto. DOCE
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Editorial Lente del Mes
Atelier CARTÚ
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Atelier CARTÚ Doppelganger C.A.R.T.U.
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Cerrando Filas
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Pa´Que Te Cultives
participa y aporta editorial@fugarquitectura.com
Arquitectura y PUNTO. Año 1. Número 12. México. Agosto 2012. fugarquitectura.com Editor en Jefe.
Gonzalo Mendoza Consejo Editorial.
Pablo Goldin ; Juan Luis Rivera ; Andrés Salinas Asistencia Editorial. Luis Campos; Diego Hernández; Bruno Rodríguez FUGA Arquitectura Diego Escamilla; Diego Rodríguez; Andrés Soliz // Alberto Bravo; Tomás González; Andrés Michel.
fuga
Arquitectura y PUNTO. FUGA Arquitectura. Facultad de Arquitectura UNAM. Circuito Escolar s/n CU Coyoacán DF México 04510 contacto@fugarquitectura.com
PUNTO es una publicación con sede en la Ciudad Universitaria de México DF. Es independiente y editada por estudiantes de la Facultad de Arquitectura UNAM, México. El objetivo es el intercambio de críticas, opiniones y puntos de vista por medio de aportaciones voluntarias. Las opiniones aquí publicadas son exclusivas del autor y no representa necesariamente aquella de Arquitectura y PUNTO, su Consejo Editorial o FUGA Arquitectura. Este número se terminó en Julio de 2012. Tiraje 1000 ejemplares. IMPRESO EN MÉXICO. © FUGA Arquitectura - Derechos Reservados. Prohibida la reproducción del material aquí publicado sin previa autorización del Consejo Editorial.
Agradecemos el apoyo para la impresión de este ejemplar a:
© Alonso Carrillo
Editorial
Más Allá
Gonzalo Mendoza
¿Cuantas veces no hemos escuchado decir que la Arquitectura es lanzar líneas sobre un lienzo en blanco o poner marcas en un plano? o a quienes aseguran que la labor arquitectónica es sólo cuestión de construir y de decidir aleatoriamente la posición de elementos que al final den como resultado una cocina, un baño o una habitación. Ojalá fuera así de ´simple´, y es que como sabemos, la Arquitectura va más allá, es una actividad multidisciplinaria: científica y artística, siendo ambas, partes fundamentales. Alonso Carrillo, estudiante de arquitectura, es quizá uno de los pocos más artísticos en la Facultad de Arquitectura de la UNAM; dibujante, escultor y fotógrafo son algunos de sus nombres; su obra, la cual al igual que la arquitectura, está carente de aleatoriedad y azar, es generada como si fuese una pieza de arquitectura misma, pensadas, analizadas y con una firme intención de provocar una reacción en aquel ser que las observa, que la degusta. En este celebrado número 12, no veremos obras arquitectónicas como tal, será expuesto ese otro lado que pocos exploran y que pocos impulsan. El PUNTO de este mes es conocer eso que siempre hemos tenido cerca, pero que casi nunca miramos, y así darnos cuenta, por medio del trabajo de Atelier CARTÚ, que la Arquitectura va más allá de tirar líneas y de decisiones aleatorias; y que es en realidad la más jugosa de las disciplinas, que permite desvíos experimentales y retornos enriquecedores, y que tal vez sea eso lo que la hace sencillamente maravillosa.
Š Alonso Carrillo
Atelier CARTÚ POR. Sofia Ghigliazza Lieberman
Todo es parte de mis recuerdos afirma el artista plástico creador de CARTÚ Alonso Carrillo. La inspiración para CARTÚ nace a partir de la observación de las formas básicas de la naturaleza y su relación con el Ser. La deformación del espíritu humano juega un papel clave en la producción de dibujos y esculturas. La intención: retornar al estado más puro a partir del manejo de materiales cómo la cerámica y el bronce así como mostrar las vicisitudes humanas dentro de un contexto artístico que amalgama la escultura, las artes gráficas y la arquitectura. En un encuentro sensorial se presenta la producción del artista que mostrando su desarrollo y evolución intenta liberar la mente del espectador de todos los sentidos que la esclavizan. Logra el objetivo creando un posible neo-surrealismo a través de figuras zoomorfas que convergen en planos tridimensionales, sin embargo, no deja de abstraer la realidad entregándoles comportamientos humanos obligando así a quien observa sus creaciones a cuestionar su propia realidad. Como una fábula de Esopo trasladada a la modernidad nos presenta los dibujos realizados en tinta china, que unidos a la ya mencionada influencia surrealista se liberan del control de cualquier tipo de razón. Los vasos canopos, antiguos artefactos egipcios usados para contener las viseras de los difuntos, representan
la división del ser, que sin embargo trasciende después de la muerte. Logra a través de estos conceptos recuperar elementos de la antigüedad y transformarlos para poder adaptarlos a un arte vivo y contemporáneo. Un fenómeno trivial que le otorga la particularidad a su obra es el juego entre superficialidad y profundidad, en especial en el dibujo, donde interpone diversos planos creando una ilusión óptica en la cual el espectador pertenece a la obra. La cerámica esmaltada que se usa para elaborar las esculturas pierde su condición de objeto en el momento en el que el artista le imprime su huella, le da vida. Se convierte en un juego de luz y sombras en el cual las reglas las crea el escultor. Él es dios creador y destructor, decide que pieza pasa a la posteridad y cual carece de importancia artística. Las obras hablan por sí solas, forman un lenguaje propio entre la unión de dos ideologías, la del autor y la del espectador, creando un canal de comunicación único que sólo se logra a través del contacto directo. La obra en conjunto revela la verdadera visión del autor: Mí mundo interior es real, es el miedo a mostrarlo que me lleva a presentarlo como una fantasía.
Doppelganger POR. Sergio Beltrán
Alonso Carrillo, vestido de camisa elegante a rayas, sonrisa perfecta que contrastan con zapatos de negra piel lustre, se levanta del restirador de arquitecto, camina sonoramente mientras se dirige al sótano, donde huele a humedad y los muros están sin repellar. Enciende una solitaria lámpara de halógeno frío y se sienta frente al labor. Quien lo conoce, aquí lo desconoce. Dentro de la labor, sus herramientas ya no buscan arrastrarse con raciocinio prudente sobre papel pulcro. El lápiz se abandona y ahora son las manos de Cartú, aquel doppelganger del arquitecto, quienes toman el barro y forman, deforman, forman, deforman, forman. Eventualmente, la luz se extingue, se escuchan zapatos alejarse y en el taller quedan atrás objetos pequeños, frágiles, que en silencio lamentan. ¿De qué están hechas las fibras de aquellas cadenas que obligan mutar mi esencia de un momento a otro? Aquél esquivo material me ha robado el contorno que me separa de aquello a lo que ya no soy. Es cómodo ser definido. Me evito ser material vulnerable a la mano del gran alquimista. Cambio mi cabeza, mi rostro, mi olfato y lenguaje por el de otro. Extiendo mi cuerpo reventado de debilidades a través del abuso de la prótesis. Delato en su maquinaria quimérica el cómo ya he dejado mis cortas y torpes piernas detrás. Me cuelgo joyas que sirven de argollas para atarme a otros como yo, para que en un enredado acto de balance - tensión observada de reojo - sienta el control que tengo sobre la seguridad de los prójimos (y sufrir el miedo de saber que ellos poseen el mismo poder sobre mi). Ahora tú me ves. Me escrutinas y me cateas. Observas como mis ojos ya han dejado de ser ventanas al alma; pues carezco de ojos y en vez de ojos no hay más que un hueco que revela que soy contenedor vacío y que soy eslabón de símbolos y que en tu juego de identidades mis partes no dejarán de ser intercambiables y que me enredo en tus mensajes y que tus manos cada vez desnudan más este tejido y que, y que, y que, hasta que... Hasta que en un accidente, te veo sorprendido, la mano del creador suelta al objeto porque se machucó un dedo. Has abierto la caja de Pandora. Ahora soy peligro. Te saludo con la seducción desafiante e inmóvil que me has concedido. Ahora yo te delato a ti, gran alquimista. Mírame. Soy el Mesías de los paquidermos, y tu sangre en la punta de mi unicornio es el precio de tu penitencia. Que viva el rock. Cerámica, Níquel, Tinta y Fibra. Encadenado e inerte, reconociéndome como tu Cordero, me declaro víctima: criatura violada por la imaginación del linaje de Shelley.
C.A.R.T.Ú. POR. Biophillick
La obra de Cartú nos transporta a mundos de organismos-trapecistas, mismos que buscan sistemas de apoyo, vencen la gravedad, se articulan y mecanizan las piezas, se fusionan los organismos zoomorfos y los artefactos para dar vida a seres que vinculan el plano terrestre con el espacio aéreo. Juegan con el equilibrio, lo retan, en una lucha desconcertante al mismo tiempo que añaden inquietantes sensaciones al espectador. Escenarios donde el individuo forma parte de un todo. Donde el micro y macro cosmos convergen. Pausa y expansión: “ El organismo es frágil, nace del humo, de lo inconsistente, de lo fugaz y efímero. ¡Pero se detiene!. Hace pausas, se congela y enfatiza así la permanencia, la antimateria toma forma; para pertenecer al aquí y el ahora, ¡cobra vida! Y se hace fuerte. El autor se minimiza ante el mundo que ha creado. Le sobrepasa. Anclas sujetas a líquidos, mareas estables casi petrificadas, televisores con frecuencias muertas, esqueletos de peces mecanizados, fuerzas, sujeciones, conexiones, sistemas de cargas, transferencias rizomáticas, nudos, ascensiones, elefantes barritan audios a punto de sucumbir y entonces; ¡ se congela el tiempo ! Se trabaja con instantes, la balanza es incierta, nada sucede y todo transcurre dinámico al unísono. Ráfagas de peces y manadas de cuadrúpedos, burbujas e infantiles criaturas naturales festejan la
diversión. El caos creativo invade el espacio. Cajas que ocultan y desbordan su contenido cuando se abren. La expulsión pirotécnica surge y se hace visible lo invisible. El obelisco. Las manos. El retorno. La sorpresa y el sobresalto. Aves contemplan estáticas la escena; esperando, se apropian del momento y otras se liberan de sus jaulas, para emprender el vuelo. La conexión con la tierra se hace presente, como un patrón, nunca se fuga el organismo. Al contrario, se le retiene, atrapa y amarra. Se ancla. Se censura la vista, se extraen los ojos y se atan. Se observa así al mundo y a sí mismo, desde afuera. Metahumanos viajeros con artefactos voladores, aterrizan del cielo. El Microcosmos toma forma de humano y el Macrocosmos mental se materializa con la cabeza de un elefante. El comienzo y el final se vinculan y el ancla surge nuevamente. Lo divino ha llegado a la creatura y el unicornio aparece. ¡Los personajes cobran vida! Pasan del papel al horno; la masa toma forma, se gestan en fuego y adhieren pigmentos. Los caracoles transitan lento, pero seguros. Y los peces levitan como zepelines, se suspende el organismo….” Organismos-trapecistas; provenientes de una imaginación dinámica y sutil, tan ligera como una cuerda de pesca, tan fuerte como el ancla, de un espíritu viajero como los barcos de papel, que transportan a la infancia, a la inocencia y a lo más ancestral del hombre, el juego.
Cerrando Filas POR. Pablo Goldin
En el arte hay fe y hay viseras, hay un espacio para lo irracional; hay una intervención al mundo real y un medio para calmar el descontento humano con el mundo circundante. Es una rebelión contra el mundo en lo que éste tiene de fugitivo y de inacabado como decía Albert Camus. Los museos predeterminan a las personas a definir los “bueno” y lo “malo”, nos saturan de obras y terminan por banalizarlas en un juego de masas. Nos hacen pensar que el arte solo se encuentra en esos almacenes y por lo tanto no habría que buscarlo fuera de ellos, nos ciegan finalmente. Los museos nos obligan a adoptar una actitud en particular, deambulando en silencio de una obra a otra como si peregrináramos entre capillas siguiendo las obediencias de un culto que todos deberíamos preguntarnos quién estableció, y si realmente profesarlo bajo esas reglas nos deja algo. Basta con plantearse el porqué las personas son tan desproporcionalmente felices en las tiendas de los museos tocando cosas en un ambiente tranquilo que frente a cuadros que muchas veces les resultan ajenos.
Desde mi punto de vista, la esencia valuable del arte recae en la relación que entablas con algo que el algo por si mismo. Esta relación debe trascender los museos y encontrarse nuevamente entre la fauna cotidiana para ser un actor mas del circo que habitamos. La obra debe volverse autónoma y valerse por si misma sin un creador que la encamine y menos aun museos, mercados y críticos o precedentes culturales que la enjaulen. El amor sincero emana de nuestras personas y apreciarlo como tal nos permitirá conciliarnos Alonso Carrillo Ituarte me demostró que el arte sigue entre nosotros y no murió con los museos. Que las obras se hacen con las manos y con fe. No hay mas magia ni especulación que la de un hombre luchando contra sus propios fantasmas pero también demuestra que con eso es suficiente. Su obra me llamaría la atención donde sea que la encuentre, simplemente me conmueve porque hay en ella una substancia con la que concuerdo. Su imaginario comparte cromosomas con el mío,
le da vida material a cosas que todos queríamos ver. Me es visceralmente amiga. No necesito entenderla y quizá no quiera hacerlo para disfrutarla. Me gusta cruzarme con ella de maneras diversas, verla en una bitácora o por las redes sociales, porque el medio por el que se presente no le resta valor. Hay en ella como en esos cuadros u objetos que nos marcan algo que trasciende su naturaleza material, algo inexplicable pero real que surge de la aportación de un hombre obedeciendo a su propio genio; de un acto de fe por excelencia retomando las palabras de Emerson.
empatan con nuestras exigencias, que no necesita de discursos o precios para ser apreciada. Cartú desde mi punto de vista debe verse como el universo de un creador que cada objeto que pasa por sus manos cobra vida en un mundo distinto como sucedía en las manos de Dalí o Walt disney. Es una fuerza generadora que debemos apreciar en su totalidad como una ventana hacia una posibilidad estética distinta. Cartú es un universo cuya existencia sin duda alguna enriquece el nuestro.
Cartú nos demostró que no hace falta ser Cartier para hacer joyas, ni Ariel Rojo para hacer cerámicas. Con su obra mato esa burbuja que distancia a las personas de lo que desean, y que galerías, críticos, industrias y museos han inflado a su conveniencia. Es una obra que pertenece a su época y que sabe vivir en ella. Que puede nadar de un medio a otro sin disolverse porque a diferencia de muchos otros hay una substancia que prevalece. Un carácter y una proporción que CartúAtelier Architecture CARTÚ | PUNTO. doce
Pa Que Te Culti Ves.
Libro.
Capillas BNKR
De. Bunker Arquitectura Arquine. 2012
La Capilla del Atardecer en Acapulco y la Capilla de La Estancia en Cuernavaca son dos proyectos significativos del joven despacho de arquitectura BNKR, encabezado por Esteban y Sebastián Suárez. Capillas reúne fotografías y planos de estas dos obras definidas por una materialidad monolítica en concreto y una transparencia que enfatiza la iluminación natural para integrar el contexto circundante.
Libro.
Arquitech
De. Juan José Sánchez Aedo Arquine. 2012
12 espacios públicos que trascienden el ámbito comercial sitúan la arquitectura de Juan José Sánchez Aedo y Arquitech como un traslape o intersección entre dos frentes que se relacionan entre sí. Este libro resume la obra del despacho y sintetiza las prácticas comerciales mexicanas como resultado de las presiones del mercado global; la esencia del centro comercial en el contexto típico de la ciudad mexicana contemporánea; y el local comercial dentro del espacio preciso y delimitado de la plaza.
Libro.
Exposición.
50 Bauhaus icons
Jorge Alba: LA SELVA SINTÉTICA
YOU SHOULD KNOW De. Josef StraBer // PRESTEL
EES MUAC CU DF MX Hasta Septiembre 23, 2012.
Congreso
DUETOS - Arquine ITESM - Campus Querétaro QRO MX Septiembre 13 - 14, 2012.
Exposición. Libro.
Deseando lo Real
Sculpture Today
AUSTRIA CONTEMPORÁNEA MUAC CU DF MX
De. Judith Collins / PHAIDON
Hasta Septiembre 02, 2012.
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DISEÑO: Alonso Carrillo - Atelier CARTÚ