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OLMEDO COMO PARROQUIA. LOS AÑOS DORADOS
• En lo concerniente a la salud, Olmedo fue azotado por un sin número de enfermedades, como la fiebre amarilla, tos hipadora, paludismo, tétano y peste bubónica. Además, las picaduras de serpientes eran un mal que aquejaba a gran parte de la población. Por muchos años, estas y otras dolencias fueron atendidas por el Señor
Víctor Trujillo, quien, de manera intuitiva, ayudó a decenas de familias olmedenses. En lo relativo a la obstetricia, las señoras Matilde Rivera, Victoria Álava y Mariana Macías ejercieron de “comadronas”.
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• Este escenario cambia con el Programa Integral de Salud Manabí (PISMA), un puesto rural de salud, que ofrecía a la ciudadanía un servicio gratuito de salud y medicina. Este espacio estuvo regentado por el Doctor Tomás Calero, el primer médico que ejercicio profesionalmente en Olmedo. Junto a él, colaboraban estudiantes de medicina recién graduados, en el ejercicio de su práctica rural. Un personaje que siempre viene a la mente al hablar del PISMA, es “la niña María”, como le decían, de cariño, a María Germania Moreira, la primera enfermera del cantón, muy querida por todos, por la gran ayuda que brindó a la población de Olmedo.