Revista Cuaderno 76

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Stella Díaz Varín

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Í NDICE 04

Stella Díaz Varín. Por Elvira Hernández

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Personaje / Escritora. Por Claudia Apablaza

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Geografía de una voz. Por Soledad Fariña

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Poeta-Madre. Por Astrid Fugellie

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La Colorina. Por Michelle Villarroel

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Gloria Dünkler Premio Pablo Neruda de Poesía Joven

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Leonard Cohen

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Cuaderno de Composición: POETAS DE LA FRONTERA

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Un país con destino. Agustín Squella

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Inmigración. Antonio Gil

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Tzvetan Todorov

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Perfiles: Entrevistas

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LEA! (recomendaciones de libros)

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* Director: Fernando Sáez Editor General: Tamym Maulén Diseño y diagramación: Maximiliano Andrade / Felipe Orellana Colaboradores: Elvira Hernández / Claudia Apablaza / Soledad Fariña / Astrid Fugellie Michelle Villarroel / Agustín Squella / Antonio Gil / Wenuan Escalona / Ángel Valdebenito / Gerardo Quezada Roxana Miranda Rupailaf / Rodolfo Hlousek / Ernesto González Barnert / Dafne Meezs / Obras de Pablo Nuñez Fundación Pablo Neruda / Fernando Márquez de la Plata 0192, Providencia, Santiago de Chile / www.fundacionneruda.org / Teléfono (56-2) 2777 87 41 Derechos reservados © Impreso en Valparaíso por Impresos Libra, que actúa solo como impresor / Representante legal: Raúl Bulnes Calderón Abril 2017


DOSSIER

STELLA DÍAZ VARÍN STELLA DÍAZ VARÍN. Por Elvira Hernández PERSONAJE / ESCRITORA. Por Claudia Apablaza GEOGRAFÍA DE UNA VOZ. Por Soledad Fariña POETA-MADRE. Por Astrid Fugellie LA COLORINA. Por Michelle Villarroel


DÍAZ VARÍN por

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ntensa de sentimientos, apasionada de ideas, rotunda y magnética en las acciones, iba con paso de bailarina a sus performances. Sin concederse nada en sus exploraciones del mundo del que se sentía parte, ni en las búsquedas de sí misma, donde la palabra musa tuvo siempre mínimo peso frente a la imagen de mujer desasosegada que había encontrado la palabra y había hecho pacto con ella. Se descubrió habitante de un género humano que la negaba y no hizo ni la señal de la cruz ni la genuflexión proclamando entonces su estirpe matrilineal. Buscó aproximarse al amor como única vía de posibilidades humanas aun cuando la palabra amor ya era risible y se avanzaba a prisa hasta los tiempos del desamor donde los versos de Tristán e Isolda hacían agua. Se descubrió hija de un país estrecho y mezquino no sólo en su geografía sino también de entendederas, de corazón, y de un modo de vivir que le legaba y del que por añadidura, la hacía prisionera. Se rebeló frente a tantas arraigadas injusticias y contra altares construidos para el sufrimiento; batalló en lo que estuvo a su alcance en pos de hacer de su tierra un lugar para enorgullecerse. Vivió la ilusión mayoritaria de los cambios sociales y la pesadilla posterior del golpe militar con la consecuente dictadura de la sociedad más retrógrada, aquélla que subrayaba con precisión que había que perder toda esperanza. Sostuvo esa derrota con dignidad. Su actitud poética transitaba incontenible desde la desazón a la iracundia. Utopista convencida, nunca llegó a encontrarse con el optimismo de la nueva ola hedonista que llegaba, quizá porque presintió antes que muchos que se comenzaba a vivir “el tiempo del asco”.

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Stella Díaz Varín

Elvira Hernández

No era fácil ubicar la postura que adoptaban sus versos por la resistencia que estos le oponían a las corrientes poéticas dominantes y que hacían escuela. No era la suya una escritura automática perdiendo la chaveta de las palabras ni se dejaba conducir por la atinada lógica. Intuía que se vivían tiempos en que las palabras no podían proferirse con total naturalidad así que se lanzó a la tarea de arrancar de cuajo la imagen que se tenía de las cosas, a triturar la familiaridad. En su poesía se fusionaba la sombra autorreferente como lo observó Lihn y también el fulgor de un retenido timbre lírico como arbitraria forma que evitara el deslizamiento adocenado del lenguaje. Subsistía en la poética del canto, no como ornamentación sino como tentativa de otro entendimiento poético, una manera de experimentar la libertad como poeta que como mujer frente a la realidad, carecía. Iba quedando de esa manera fuera de lugar, no atendida y entendida, y por esa dificultad, la crítica tomó el camino corto de omitirla. Nada la hizo perder el humor que derrochaba. Era incisiva con la palabra en todo ámbito. Así como muchos poetas escriben sus Diarios literarios, ella vertía sus opiniones en los espacios de conversación a los que se consagraba, o de viva voz y si fuere el caso, con reconocible mutismo, ante quienes no querían escucharla. Cuando los lentes fotográficos comenzaron a buscarla ELLA ya había dado consigo misma y en soledad resistía: Para existir después de tanta primavera, ella debió tener un silencio estatuario en su única arruga frontal.


Stella Díaz Varín

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PERSONAJ

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i bien el recurso biográfico puede ser una buena herramienta a la hora de analizar una obra literaria, lo es en la medida que la obra se lea a la luz de esa biografía y no cuando se interpretan los textos de un autor sin leerlos siquiera, manifestando un saber de los mismos sólo a partir de la supuesta vida de quien los escribe. Es lo que ha pasado con el trabajo de la escritora Stella Díaz Varín (La Serena, 1926 – Santiago, 2006), descrita en varios medios, películas y prólogos, como la poeta punk de Chile, la poeta rupturista y marginal, comparándola con Bukowski y Ginsberg, comparación que no va en relación a las estéticas de trabajo de la escritora, sino que en relación a haber vivido una vida intensa, plagada de alcohol, puñetazos y otros encuentros violentos. Leer Obra reunida de Stella Díaz Varín, publicada por Editorial Cuarto Propio el año 2011, es fundamental para entender a esta autora y hacer de una vez la separación de “Stella personaje” y “Stella escritora”, por mucho que Enrique Lihn haya dicho en el prólogo de Los dones previsibles (1992) que para referirse a la Stella escritora y a la Stella personaje… “haré las dos cosas en una, ante la imposibilidad de separarlas… “. Porque creo, a diferencia de Lihn, que la escritura de Stella dista mucho de ese personaje punk y violento que nos han presentado siempre, siendo más bien una autora que tiene como principales

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Stella Díaz Varín

SCRITORA por

Claudia Apablaza

herramientas de trabajo lo espiritual y lo metafísico, con alusiones constantes a la vida y la muerte, todo cubierto de sentimientos melancólicos y trágicos, donde se nota el vacío existencial que aqueja constantemente a la autora, la angustia reiterada y las respuestas filosóficas ante ese vacío, tan representativas de la generación del 50, generación a la que pertenece Díaz Varín junto a escritores como Claudio Giaconi, Enrique Lihn, Enrique Lafourcade y otros. Pensar en la escritura punk es pensar en una escritura cargada de malestar político e ideológico, con un mensaje de crítica social y una ruptura frente a modelos culturales establecidos. La escritura punk se caracteriza por ser una escritura con mensaje social, que acarrea un descontento con las instituciones que lideran el mundo. “El corazón de la filosofía punk es un repudio casi innato a cualquier forma de autoridad, jerarquía u opresión”, nos dice Fausto Alzati en Revista Replicante. Nada de esto está presente en la escritura de Díaz Varín, a diferencia de esto, nos encontramos con un imaginario plagado de angustias e incertidumbres. En todos los textos publicados Razón de mi ser (1949), Sinfonía del hombre fósil (1953), Tiempo, medida imaginaria (1959), La Arenera (1987) y Los dones previsibles (1992) leeremos a esa Stella existencialista y filosófica: “Cómo saber de sí, después de la respuesta. / De todas las respuestas


que abarcan el sentido, / cómo es posible entonces el sonido del alba… “(Razón de mi ser). O en Sinfonía del hombre fósil (1963): “La amargura se echaba a mis pies como un perro / y era la angustia, como un hueso marino sobre un pequeño laúd… “. O también en el mismo libro: “¿Cómo es el amor? ¿Quién lo pretende?”. Angustias ligadas tanto a lo amoroso como a la muerte. “Ocurrió/ Que cerró las pupilas ante la luz / y no estuvo más allá…” (Los dones previsibles). Por un lado, encontraremos que la mayoría de las respuestas a esas angustias y preguntas existenciales son imágenes míticas y bíblicas, imágenes que son respuesta al vacío existencial que vive el sujeto moderno, respuestas que parten de un imaginario cristiano, pero que posteriormente se desacralizan: “El Alfarero vino, tomó un trozo de fuego / y modeló mi entraña…“ (Razón de mi ser, 1949). O “Un ángel besa tu frente / Arrodillado/ con un arco iris por pupila/ enriqueces el misterio…” (Tiempo, medida imaginaria). O esta imagen que aparece al definir a un poeta: “Un hombre caminando sobre el mar/ Sobre su corazón/ camina cielo adentro…” (Los dones previsi-

bles). “Crujiente, errante en medio del camino,/ con la cruz abatida de mis brazos /caídos del altar de mi costado. / Sola y herida en medio del camino…. “ (Razón de mi ser). Y por otro, también están presentes las respuestas donde el yo se antepone a todo, como referente y productor: Pero yo fui la savia/ Que lo nutrió en su adolescencia… Yo/ Edifiqué los aires/ para verificar la voz de la zampoña (Los dones previsibles). Y en Sinfonía del hombre fósil: Vengo en creerme un eslabón y un símbolo / y una predilección y un desafío/ vengo en creerme la soñada boca/ y un huésped prometido y la palabra cierta…”. Así, en estos breves ejemplos de la obra de Díaz Varín vemos el mal favor se le ha hecho a la autora, sepultando su obra al rincón del personaje, tal como le suele suceder a las mujeres escritoras, pero que en menor medida les sucede a los hombres, donde sí sale a luz el trabajo literario por sobre el personaje, o ¿quién sabe acaso que el filósofo Louis Althusser asesinó en su momento a su mujer Helene, o William Borroughs a Jane, su esposa?

Stella Díaz Varín Obra Reunida. Poesía. (Editorial Cuarto Propio, Santiago de Chile, 2011)

Stella Díaz Varín

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DE UNA VOZ por

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onocí a Stella en 1986 cuando preparábamos el Congreso de Literatura Femenina. Le entregué mi único libro publicado, El Primer Libro, ella me prestó tres de sus libros y así nació una entrañable amistad desde la poesía y el afecto. En 1991 nos pidió a Elvira Hernández y a mí que presentáramos su libro “Los dones previsibles”. Por ese entonces, cuando mi énfasis poético era buscar “la palabra en su diferencia”, me detuve en su poema “La palabra”, al igual que lo había hecho en el poema “Una palabra”, de Gabriela Mistral. En el poema de Stella, hay una palabra escondida. Alguien, (¿ella misma?) la escondió al terminar su infancia, y ahora, sin decirnos por qué, la busca con vehemencia. Encontrarla es el desafío, el sentido de su vida. El poema de Mistral, en cambio, habla de una palabra que ella sí conoce, pero está guardada, o más bien atascada en su garganta y no puede o no quiere pronunciarla, Yo tengo una palabra en la garganta y no la suelto, y no me libro de ella aunque me empuja su empellón de sangre. Si la soltase, quema el pasto vivo, sangra al cordero, hace caer al pájaro. La palabra de Stella tampoco ha sido pronunciada y por eso, tal vez, no hay memoria de ella 8

Stella Díaz Varín

Soledad Fariña

Debes recordar dónde la guardaste Debiste pronunciarla siquiera una vez... Ya la habría encontrado Pero tienes razón ese era el pacto. Ha sido esta palabra objeto de un pacto de silencio, ¿con quién fue el pacto y por qué? Su huerto, sus frutos (su obra), sus libros están hojeados, deshilachados y su casa desarmada por la búsqueda inclemente de esa palabra que al final quedó sin encontrar. El olvido y la furia nos escondieron “la palabra”, sin embargo, las poetas nos dejaron la vehemencia de la búsqueda, de la contención. Nosotras, -sucesoras de la búsqueda, del atascoleemos entre líneas, intuimos, imaginamos esa palabra… y escribimos, así nuestros poemas tal vez están respondiendo a la antigua y tan actual inquietud del “vidente” ¡Existirán tales poetas! Cuando se rompa la infinita servidumbre de la mujer, cuando viva por ella y para ella, cuando el hombre, — hasta ahora abominable, — le haya dado la remisión, ¡también ella será poeta! ¡La mujer hará sus hallazgos en lo desconocido! ¿Serán sus mundos de ideas distintos de los nuestros? — Descubrirá cosas extrañas, insondables, repulsivas, deliciosas; nosotros las recogeremos, las comprenderemos. A. Rimbaud


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POETA por

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e conmemoran diez años de la muerte de Stella, acaso, la primera poeta punk chilena. Sin embargo, en lo que a mi concierne, la obra de esta extraordinaria poeta está íntimamente relacionada con su vida. En su poética, Stella, se narra, se cuenta, se relata, se refiere, se explica, se expone, se desnuda, se dice, desde una particular forma de ser y estar en el mundo. Desde su propio cuerpo. También, desde la articulación de una trinchera veraz y admirable, esa especie de reflejo condicionado, maravillosamente intrincado en un estado de crisis hecho lenguaje, para ella, para el mundo y, para quienes tuvimos la fortuna de conocerla, de compartirla, ser discípula y amiga. La escritura de Stela Díaz Varín es sin duda, autobiográfica, vale decir, adentrada en un mundo interior que constituye descarnada vivencia, dolor, y por qué no decirlo ( antes lo dijo Enrique Lihn), su propia y asertiva locura. En su poemario Los dones previsibles, publicado en 1992 por Editorial Cuarto Propio, Díaz Varín registra los años 80, oscuros y lutos años de dictadura militar, en el que el cuerpo social se desintegra por ilícitas y malsanas cúpulas, trasgrediendo todo orden institucional:...Es así / Que estoy viva / Y en cada vida / Se me va la muerte… Saber entonces que se vive muriendo es un continuo en Stella, cumpliéndose a cabalidad en su escritura, este circuito rampante que es la vida y es la muerte. 10

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Astrid Fugellie

Vida y muerte entonces, en la existencia de la poeta, hito misterioso y permanentemente vívido: Me han quitado la sombra / El canto de los pájaros / La bienamada sombra de las alas / Tutela dulce / A mi dolida resistencia… Otro ejemplo del dolor señalado:…Tú llevas una bandera me han dicho. / Sí / Tú llevas una bandera / Yo sé / Que la bandera es de un rojo profundo / Toda Bandera es un río de sangre. La poeta mira, vive y se relata en su propia gesta. Lo cotidiano entonces, permea toda construcción de su yo poético. Lo que leemos en Stella Díaz Varín, es el des vive, es el desangre de una estética única, irrepetible e intransferible, llevada a su inconmensurable creación poética: Palomas cautivas del aire / Ala y congoja / Palomas / Qué hacer ahora… / Palomas / Esqueletitos y yo sin voces…, otra cita:…para eso pago cada gota de sangre/ que se derrama en el infierno… Condición esencial de Díaz Varín fue vivir y entender su propia epopeya desde aquella valentía de decirse en el acogimiento de un destino derruido que se alza en un cúmulo de escombros:…No quiero / Que mis muertos descansen en paz / También la obligación / De estar presentes / Vivientes en cada flor que me robo / A escondidas / Al filo de la medianoche / Cuando los vivos al borde del insomnio / Juegan a los dados / Y enhebran su amargura…


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LA COLORINA por

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a primera vez que encontré a Stella Díaz, solo me detuve en su cabellera que colgó del documental hasta mi ropa. La segunda, leí sus rincones entre archivos en Pdf y reliquias prestadas. Luego, bastó un breve período para verla emerger sinfín entre copas de vino y cunetas por Santiago, llevarla a desmontar la política opresiva, las lecturas hipócritas y la falta de ideales. Porque no basta solo verla o leerla, es necesario retener su voz e instalarse en su memoria: rondando el Ex-Pedagógico, haciendo frente a la juventud. Pues, quién es si no La colorina, una poeta que bien podría ser maldita, que empuñó firme y se engarzó en promesas de muerte con las dictaduras. Que recuperó a los clásicos, para instalarse en una escritura fresca que evadió con éxito lo rimbombante y mal copiado. Que se auto-determinó siendo madre y no dudó en pelear a combos su posición. Emana con sus dones previsibles o como describía Enrique Lihn en la década de los 80´: “Así pues Stella era, es, una tenebrosa cantante desconsolada y también frenética, orgullosa de sus imágenes y negligente en relación al sentido de su canto” Frenética Stella, en la cofradía de recitar 12

Stella Díaz Varín

Michelle Villarroel

la existencia, de renombrar y restaurar el oficio a través de la voz, deviene mujer siendo poeta, como escribe en Edades principios y finales ; Fuera del margen de lo permitido, para muchos es la primera poeta punk. “Y no se me invitaba a mí a ninguna cosa. Decían, ah, no, momento, la Stella Díaz Varín, no, momento, por favor (...) Era como una especie de demonio, aparte del hecho de que soy mujer”, anunciaba en 1992, en una entrevista. Sin embargo, ¿cómo hacerse cargo de la sombra que difama la figura de ser mujer inabarcable y par entre hombres? La colorina establece alianza con los grandes de la década del 50’, pero resuenan más algunos monstruosos escritores, según se recoge de entrevistas y documentos: Enrique Lihn, Jorge Teillier y Enrique Lafourcade. De ahí la promesa mítica de asesinar a Gabriel González Videla por la llamada Ley Maldita, victoriosa en sí, por el coraje vertido y el signo tatuado de una calavera, promesa de muerte que alimenta anécdotas y referencias literarias. Víctima de menciones basadas en sus relaciones amorosas, la bella, convulsiva y firme Stella Díaz Varín se resuelve a los


ojos conservadores como “la amante de los poetas”, parecido al infortunio que precede a Simone de Beauvoir y su rol de “esposa de Jean Paul Sartre” o como la gran mayoría de mujeres que se han visibilizado fuera de los cánones clásicos que definen un ser mujer: la puta, la ama de casa, la sumisa, la débil, la indefensa. Es por esto que Stella ilumina nuestros pasos firmes. Debido a las pocas lecturas que se llevan a cabo de su obra, de la ausencia de su imagen como lectura obligatoria

en talleres de formación y en las escuelas, como traición literaria a las mujeres escritoras, es que proliferan las habladurías que no trascienden el estadio de lo vulgar. Como si beber alcohol, hablar fuerte o hacer política fuese un inconveniente a la hora de escribir. Pareciera ser que el oficio de leernos y escribirnos, de ser poeta en Chile, se remitiera a la complacencia masculina, cuando lo que vemos de esto, no es más que una tradición decadente.

Stella Díaz Varín

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GLORIA DÜNKLER premio pablo neruda de poesía joven

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Stella Díaz Varín

2016


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o fuimos descendientes de reyes ni licenciados

y mi abuelo recogía la nieve amontonada en las calles de Hamburgo. Lo único que trajimos fue coraje, el buche y los sueños en las maletas. Aferrados al mástil del buque taconeado de niños enfermos de vivir con la peste y el hambre, de mujeres que parían en la cubierta y otros que dormitaban en los pasillos o de a tres en los camarotes. La maldición de errar por los mares había terminado.

a

*

QUÍ NADIE SE CONOCE

ni sabe uno si la familia del vecino vale un cobre. Aquí podemos inventarnos una sangre, un escudo, una leyenda, una muerte gloriosa, podemos ser, si se nos place, una estirpe ungida por el rayo.

de Füchse Von Llafenko (2009)

Gloria Dünkler

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Stella Díaz Varín


LEONARD 1934 - 2016

M ientras hacía el equipaje, cogí mi guitarra. Tengo una guitarra Conde que está hecha en el gran taller de la calle Gravina, 7, en Espa-

ña. Es un instrumento que adquirí hace más de 40 años. La saqué de la caja, la alcé, y era como si estuviera llena de helio, era muy ligera. Y me la acerqué a la cara, miré de cerca el rosetón, tan bellamente diseñado, y aspiré la fragancia de la madera viva. Ya saben que la madera nunca llega a morir. Y olí la fragancia del cedro, tan fresco como si fuera el primer día, cuando la compré. Y una voz parecía decirme: «Eres un hombre viejo y no has dado las gracias, no has devuelto tu gratitud a la tierra de donde surgió esta fragancia». Así que vengo hoy, aquí, esta noche, a agradecer a la tierra y al alma de este pueblo que me ha dado tanto. Porque sé que un hombre no es un carnet de identidad y un país no es solo la calificación de su deuda. Discurso Premio Príncipe de Asturias 2011 (Fragmento)

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DE COMPOSICIÓN Poetas de la Frontera

EFrontera”, n la poesía chilena ocupa un lugar central la que surge desde “La zona territorial chilena que se ubica entre el río Biobío y el río Toltén. Entre sus voces más destacadas está Pablo Neruda, pero acompañado de poetas como Jorge Teillier, Juvencio Valle, Teófilo Cid, Miguel Arteche o los creadores de origen mapuche como Elicura Chihuailaf, Leonel Lienlaf, Jaime Luis Huenún, Maribel Mora Curriao, Graciela Huinao, etc. Por otra parte, acaba de recibir el Premio Pablo Neruda de Poesía Joven 2016, la poeta Gloria Dunkler. Compartimos con ustedes algunas de las voces jóvenes más interesantes y sorprendentes aparecidas en el último tiempo en el Sur de Chile, muchos de los cuáles en la Frontera, trabajan con la memoria cultural en su rica diversidad.

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Calle las quilas Nota de voz 00 No celebro a la memoria ni a la certidumbre del pasado, pues todo cachivache del afecto, todo laurel, columna y familia, se contrae y despedaza a cada instante, como la esquirla de un planeta fallecido. Acá estoy, en calle Las Quilas, caricio la raíz quemada del manzano, viendo los restos de la que fuera mi casa. Acá estoy. Por ello, esta costumbre de observar, de buscarme en los fenómenos y artificios: arriba, tras el ala de un palomo, sobre el cable del tendido eléctrico, en la faena de mis órganos. Y siempre en estas cosas veo un punto, un punto magnético, diría, como el ojo de una belleza que palpita en los puentes que miro, donde soy abuelo, padre e hijo, donde soy el verdugo y el salvador de mí mismo. Todo depende del uso del suelo. Todo depende de la fuerza del sonido.

Wenuan Escalona (Temuco, 1977)


Patria Patria mía dilecta y bien montada, yo soy ese utilero que durmió en tus pastos, ardiente el corazón. Uno que usó tu uniforme en paz y lo devolvió a las bodegas como si nada. En todo caso verás dilecta patria mía que no he sido de esos otros, yo no he sido un cero a la izquierda, un malhablado vendedor de tus terrenos. Tú y yo compartimos esta fascinación por las escenas campestres que aplaudimos con algarabía; orgullo de pertenecer al kilómetro 15, al 100 o al 727. Antes merodeaba los sembrados en dirección a otras barracas, vivir sentado, si pudiera vivir sentado; he ahí el gran proyecto de un hombre, pero esa suerte de artificio ya no es mi parte de tierra, mi lugar en esta casa. Recuerda el sueño reclutón de aplanar casuchas, en vano esperarías de mi cuerpo un gesto más que este voltearse solo, a un grito, a un solo grito de distancia de la realidad.

Ángel Valdebenito (Freire, 1978)


What do you Want ? No eres William Blake fumándote en lengua muerta alguna que otra oscuridad What do you want ? no podemos saltar en los jardines de lo sublime no podemos regocijarnos con las líneas del lirismo o larismo en un apacible pueblo o en la isla del individuo What do you want? Cuando quieres exhalar la respiración de una prostituta cansada What do you want ? Cuando quieres bailar con el sudor de los suicidas What do you want? Tú saltando en los jardines de lo sublime

tu catarsis en off In the learning dream What are your honesty ¡Sleepwalkers in Paris Sleep your honesty in your dream Don’t Worry Duerme en Sopor un agotado sueño Don’t Worry Keep falling In The garden of the universe

Gerardo Quezada Richard (Temuco, 1979)


Villanas Pude ser la chica de los calendarios de Capel que mi tío regalaba a mi papá en los ochenta. La misma del taller de bicicleta del abuelo la novia imaginaria de mi hermano esa que mi prima dibujaba. El vecino de la casa #640 me lo dijo él me vio crecer desde la edad que tienen sus dos hijas ahora (de vez en cuando juego con ellas). En la villa nos encuentran ricas a todas. ¿Será por el uso de material ligero formando pliegues en casas y faldas? ¿será que su metáfora no es el caviar sino la Fanta con tacos de mortadela? Qué calendario ni qué vecino. Con mis hermanas a esas desnutridas les declaramos lenta guerra. Borrando sus dientes con lápiz pasta poniendo bigotes y juntando cejas porque mi madre rellenita cocinaba frente a ese muro. A fines de diciembre el calendario daba risa y pena. Sin embargo cada enero, con enemigo renovado cargaríamos nuestros lápices para la próxima contienda.

Marcela Parra (Temuco, 1981)


Retruco de un Gaucho -Crianzero soy, camino hasta hacerme viento mi chango qué cobachas detrás de tus ojos invernados qué hacés por estos pagos esta veranada?... Yo me aterré sin saber qué me decían sus ojos hondos y secretos de la roja pampa -Te asustás conmigo vestido de fantasma no te hagas el pato criollo mirá que de vaqueanos sé -también de chorros modernosEl viento es viejo pero igual corre así que decime qué dicen esas cartas insistió arreglándose la boina -Esta herencia que traigo es sabiduría de paisano antiguo… Soy bruto como un arao cuando digo una verdad naides se crea capaz de hacer callar mi garganta soy un sureño que canta y aunque no soy el mejor en la mano tengo flor el truco ni me hace falta.

Rodolfo Hlousek (1977, Chillán)


Bástenos escribir, los caprichos de una obra menor, este joderse al servicio de lo inútil. Demasiada luz ha golpeado en el agua liosa y la noche arrecia. Bástenos escribir, echar de ver: Nadie aprendió de nuestros errores. Vivir es otra lengua. *

Nuestra mirada más dura

es también una mirada cansada de pelear. Pero que peleará si hostigas, acorralas con tu mayoría necia. Mientras llueve y siento como reman, caminan pesadamente hombres, niños de un país a otro.

Ernesto González Barnert (Temuco, 1978)


Si caminaras por este paisaje alterno haríase un paréntesis temporal de trópico en la selva fría. Si pisaras adivinando los lugares donde el calor del subsuelo emerge quedarían marcadas las venas en su cuerpo transparente Si te fueras deteniendo quedarían señalados como puntos radiantes el nacimiento de las corrientes. Si lamieras el agua que escurre las piedras Y con un chasquido de tu lengua paladearas en el aire la sal y en las algas el sabor de todas las bestias que aquí son una intentando distintas formas de respirar. Si te deslizaras vertiéndote en sus pozos, en la medida de su tiempo lento, contado con la acción de toneladas de élitros desprendidos una misma noche de una miríada de cigarras. Si bebieras de esta agua en la acción delicada de tragar y respirar sin equivocarte Si chuparas su agua y se la devolvieras, se preñaría para ti de todos los enigmas quedarías para siempre en la memoria de esta isla como un paréntesis temporal de trópico en la selva fría.

Dafne Meezs (Temuco, 1979)


Pablo Núñez Gutiérrez

(San Fernando, Chile. 1966) Vive en Santiago de Chile. Su obra trabaja con objetos que dicen cosas sin decirlas. Ropa, sillones, mesas, armarios, lámparas, sillas, que muestran y hablan de la vida privada y la vida pública, de una existencia que se ve tocada por el tránsito y la transformación. Así, jugando con los espacios, los objetos y las pieles, el artista plantea problemas contemporáneos como la gentrificación. Es Licenciado en Comunicación Social de la Universidad de Chile; Master of Design en la Domus Academy Milán, Italia y Magíster en Filosofía de la Universidad de Chile, casa de estudios en la que hoy es Docente. Imágenes de sus obras acompañan el presente dossier de Revista Cuaderno dedicado al tema de la Inmigración.

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Gloria Dunklër


INMIGRA CION

Agustin Squella · Antonio Gil · Tzvetan Todorov · Perfiles · Ilustraciones: Obras de Pablo Nuñez


UN

CON DESTINO por

¿P

or qué se mueven las personas? ¿Por qué salen de pronto de sus países para asentarse en otros? ¿Por qué emigran? ¿Por qué dejan atrás su terruño, su cultura, a veces incluso a sus familias, para partir hacia un destino lejano que les parece más promisorio que aquel que viven en sus lugares de origen? Los motivos son múltiples, diversos, pero la mayor parte de las veces tienen que ver con conflictos armados, persecución política o étnica, o bien con condiciones de vida que no condicen con la dignidad de la persona humana. Cuando es por persecución política lo que tenemos es exilio, es decir, una emigración forzada, tal como ocurrió con los pasajeros del Winnipeg que Neruda embarcó hacia Chile el año 1939. Pasajeros republicanos, anarquistas, comunistas, qué más da si todos eran perseguidos por el régimen de Francisco Franco sin haber cometido otra falta que la defensa de la república. La globalización permite el libre tránsito de los productos y los todavía más libres flujos del dinero, especialmente cuando se trata de eludir el pago de impuestos allí donde el contribuyente ha producido su fortuna. Para eso fueron creados los paraísos fiscales, aunque también para ocultar dineros mal habidos, mientras los trabajadores de aquellos que llevan su riqueza a ellos, y que ayudaron a producirla, tributan en sus propios países y mediante descuentos que se les efectúan por planilla en sus remuneraciones mensuales. 28

Inmigración

Agustín Squella

Elusión para los empleadores y pago automático para los empleados. Lo peor ocurre cuando empleadores que defraudan fiscalmente a sus países hacen grandes declaraciones de amor a su patria y reclaman contra la incertidumbre que les produce cualquier cambio en la legislación tributaria o laboral que pueda afectar sus ganancias y beneficiar a los trabajadores. La globalización ha sido mucho menos generosa con las personas que tratan de pasar de una a otra frontera. Mucho menos generosa de lo que ha sido con los productos y con el dinero. La libertad para aquellos y este va de la mano con severas restricciones para los individuos. Pasan los bienes, pasan los capitales financieros, pero no pasan las personas. Restricciones porque a los migrantes no se los quiere recibir, porque si son pobres se los teme, porque van a aumentar aquella parte no deseable de la población a la que se pide identificación a cada paso o se la detiene simplemente por sospecha. Restricciones porque los migrantes no conocen nuestra cultura, si bien la de ellos nos importa un comino. Restricciones porque van ocupar los puestos de trabajo que interesan ya muy poco a nuestros connacionales. También va siendo hora de entender que la migración no es solo asunto del derecho interno de cada país. Se trata de un fenómeno de interés internacional y de regulación por normas de ese mismo carácter. En Chile tenemos una ley anacrónica sobre la materia Obra de Pablo Nuñez.


y vamos a discutir próximamente su reemplazo. Pero la nueva legislación interna que adoptemos tendrá que adecuarse a los tratados y pactos que en materia migratoria Chile ha suscrito tanto en el ámbito mundial como americano de los derechos humanos. Por lo mismo, los inmigrantes que llegan a nuestro país no están solos y únicamente a la espera de que actualicemos nuestra legislación sobre ellos: están ya protegidos por normas del derecho internacional, de manera que la comunidad internacional, así como las organizaciones de derechos humanos tanto de Chile como de América y el mundo,

van a tener la vista puesta en esa nueva legislación. Las migraciones no son ya únicamente un asunto interno de cada Estado ni tampoco un tema que se pueda resolver bilateralmente entre dos estados. Es una materia de interés internacional, y si Chile se ha vuelto crecientemente un país de destino para migrantes, tiene que ser porque se le ve como un país con destino. Y la nueva legislación que adoptemos sobre migraciones tendrá que estar a la altura de un país con destino.

Inmigración

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por

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l nebuloso puente de hielo de Beringia, hizo posible a los primeros habitantes de este nuestro Continente cruzar a pie las vastedades siguiendo las esquivas cazas de nuevas fuentes proteicas. No había más muro entonces que el frío y la desolación, una inmensa muralla de amenazas y de incertidumbres que fue desafiada y derrotada por la necesidad y el coraje de esos viejos abuelos de nuestros actuales pobladores, desde los extremos septentrionales hasta lo más hondo del sur. Los empujaba el hambre y la atávica obligación de alimentar a sus familias. La “mancha lumbar” de nacimiento, rasgo en común entre nativos de América y pueblos de origen mongol , la llamado kallana en nuestro país, (nombre tomado de una vasija usada para tostar cereales) junto con los cabellos negros y lacios, los pómulos destacados y los dientes en forma de “pala” son una prueba de esa inmigración sin papeles ni visas, ni timbrado de permisos de residencia. Si vemos la similitud de algunos nombres como: apache, mapuche, comanche, tehuelche, encontramos también en sus idiomas similitudes donde el “che” adquiere sentido de pista lingüística . Cruzaron, avanzaron, habitaron, y crearon con esta inmigración un conjunto de culturas vivas, a la vez tan diversas como similares. No es, por cierto, el único camino tomado por los antepasados de los pueblos de América. Es bien 30

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Antonio Gil

atendible la teoría que postula que una parte de estos pueblos llegó por el Pacífico desde la Polinesia. Pruebas de esto son los restos de gallinas maoríes encontradas en el yacimiento arqueológico de Monte Verde, cerca de Puerto Montt. Algunos cientos de siglos más tarde la Gran Hambruna de Irlanda, de los años 1846-50 costó cerca de un millón de vidas. Y que una avalancha de irlandeses desnutridos y atiborrados de papas cocidas se espació por un mundo, sin muros, en busca de sustento. Entre esos hambrientos venían los abuelos del actual presidente Donald Trump, quienes sin cortapisas, murallas ni frenos mayores, pudieron buscar en la pujante América del poeta Walt Whitman un lugar donde luchar por una comida caliente y una cama limpia. La extensión de esta página no nos permite abundar en las formas en que se poblaron los países de Europa donde los flujos migratorios fueron constantes y fluidos, pero si nos alcanza la plana para expresar nuestra extrañeza ante el hecho que el presidente de un país donde, a partir de 1880, cinco millones de irlandeses pudieron libremente habitar, trabajar y prosperar, sin tener más barrera que los muros franqueables de la necesidad y del hambre, pretenda hoy con criterios medievales amurallar su frontera Sur. No lo vamos a calificar. Frente a un paredón sobran las palabras.

Obra de Pablo Nuñez.


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Por como percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilizacion

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ntes de la época contemporánea, el mundo jamás había sido escenario de una circulación tan intensa de los pueblos que lo habitan, ni de tantos encuentros entre ciudadanos de países diferentes. Las razones de tales movimientos de pueblos e individuos son múltiples. La celeridad de las comunicaciones incrementa el prestigio de los artistas y de los sabios, de los deportistas y de los militantes por la paz y la justicia, poniéndolos al alcance de los hombres de todos los continentes. La actual rapidez y facilidad de los viajes invita hoy a los habitantes de los países ricos a practicar un turismo de masas. La globalización de la economía, por su parte, obliga a sus elites a estar presentes en todos los rincones del planeta y a los obreros a desplazarse allá donde puedan encontrar trabajo. La población de los países pobres intenta por todos los medios acceder a lo que considera el paraíso de los países industrializados, en busca de unas condiciones de vida dignas. Otros huyen de la violencia que asola sus países: guerras, dictaduras, persecuciones, actos terroristas. A todas esas razones que motivan los desplazamientos de las poblaciones se 32

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han sumado, desde hace algunos años, los efectos del calentamiento climático, de las sequías y de los ciclones que este conlleva. Según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los refugiados, por cada centímetro de elevación del nivel de los océanos, habrá un millón de desplazados en el mundo. El siglo XXI se presenta como aquel en el que numerosos hombres y mujeres deberán abandonar su país de origen y adoptar, provisional o permanentemente, el estatus de extranjero. Todos los países establecen diferencias entre sus ciudadanos y aquellos que no lo son, es decir, justamente, los extranjeros. No gozan de los mismos derechos, ni tienen los mismos deberes. Los extranjeros tienen el deber de someterse a las leyes del país en el que viven, aunque no participen en la gestión del mismo. Las leyes, por otra parte, no lo dicen todo: en el marco que definen, caben los miles de actos y gestos cotidianos que determinan el sabor que va a tener la existencia. Los habitantes de un país siempre tratarán a sus allegados con más atención y amor que a los desconocidos. Sin embargo, estos no dejan de ser hombres y mujeres como los demás. Obra de Pablo Nuñez.


Les alientan las mismas ambiciones y padecen las mismas carencias; sólo que, en mayor medida que los primeros, son presa del desamparo y nos lanzan llamadas de auxilio. Esto nos atañe a todos, porque el extranjero no sólo es el otro, nosotros mismos lo fuimos o lo seremos, ayer o mañana, al albur de un destino incierto: cada uno de nosotros es un extranjero en potencia. Por cómo percibimos y acogemos a los otros, a los diferentes, se puede medir nuestro grado de barbarie o de civilización. Los bárbaros son los que consideran que los otros, porque no se parecen a ellos, pertenecen a una humanidad inferior y merecen ser tratados con desprecio o condescendencia. Ser civilizado no significa haber cursado estudios superiores o haber leído muchos libros, o poseer una gran sabiduría:

todos sabemos que ciertos individuos de esas características fueron capaces de cometer actos de absoluta perfecta barbarie. Ser civilizado significa ser capaz de reconocer plenamente la humanidad de los otros, aunque tengan rostros y hábitos distintos a los nuestros; saber ponerse en su lugar y mirarnos a nosotros mismos como desde fuera. Nadie es definitivamente bárbaro o civilizado y cada cual es responsable de sus actos. Pero nosotros, que hoy recibimos este gran honor, tenemos la responsabilidad de dar un paso hacia un poco más de civilización.

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FELIX MENDOZA, 29 AÑOS, VENEZOLANO

“Nunca pensé que sería un inmigrante” Felix es enfermero venezolano con residencia en Chile desde

2015. Sin embargo, no lo vemos precisamente en una Clínica u hospital. Desde su llegada, Felix trabaja de garzón en un restaurante en el barrio de Bellavista. “Nunca pensé que yo sería un inmigrante”, nos dice. De Chile solo sabía que era un país sísmico antes de tomar la decisión de venirse en busca de una mejor vida, ya que la situación política y social de su país era insostenible. Pese a no desempeñarse en su profesión, “acá tengo un sueldo y no me cortan el agua y la luz todos los días”, nos cuenta con una mezcla de nostalgia y resignación. Considera que los chilenos somos bipolares, al estilo “un día te saludo bien y al otro día no te saludo”. Decidió venir a Chile porque era el país más fácil para sacar la Visa de residencia, mucho más económico y cercano que emigrar a Europa. “Nunca me he sentido discriminado ni he tenido ningún tipo de inconvenientes. Me gustaría poder ejercer mi profesión y quedarme a vivir en Chile. Convalidar mis estudios y dedicarme a lo mío, instalar algún negocio. Pero me quiero quedar en Chile, pese al frío. Y a lo clasista”. Porque lo clasista de nuestra sociedad lo nota constantemente, al interactuar con sus clientes: “Me miran con indiferencia porque soy garzón, hasta que les digo que soy enfermero profesional: entonces les cambia la cara y comienzan a interesarse en mí”.

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LINA ZAPATA, 32 AÑOS, COLOMBIANA.

“En Chile veo un país lleno de sueños” De Chile sabía algo de su geografía, de sus escritores, artistas

musicales, algo de su política, y de su particular acento español– chileno. Sin conocer mucho más, Lina Zapata, joven psicóloga colombiana de 32 años, decidió venir al país motivada por sus ansias de aprender y explorar nuevos horizontes. “Como dice Cortázar, andábamos sin buscarnos, pero sabiendo que andábamos para encontrarnos. Postulé a un voluntariado en Chile y mi perfil encajaba para un proyecto en Hualpén, Concepción. Tomé la decisión de venirme, sin saber si me quedaría o no, y de eso ya tres años”, nos cuenta. En su nueva vida por este rincón del sur, y ya instalada en Santiago, ha aprendido a conocer mucho a los chilenos. Nuestro modo de hablar, sin darnos cuenta, nos delata: “Hay algo en las expresiones verbales que están teñidas de algo negativo, iniciando con un “me carga” y otras más… La televisión nacional y los medios de comunicación, por su parte, parecieran acallar los sueños de las personas que veo en la calle, enajenado a la gente con sus programas y acallando sus voces”. Pero es optimista con Chile y piensa que, como todos los países, estamos en constante búsqueda de nuestra identidad, y ese es un proceso que requiere tiempo. “Nuestros países sudamericanos comparten luchas, derrotas y triunfos, muchos tenemos algo de clasistas, tal vez yo misma lo sea sin darme cuenta, no es algo propio de los chilenos, es algo que está en el mundo y que todos deberíamos cambiar”. 36

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SEGUNDO ÁVILA, 38 AÑOS, PERUANO.

“Chile es clasista porque se compara al resto” En una larga y tediosa fila del Registro Civil de la calle Huér-

fanos, presto a sacar el primer “carnet de identidad chileno” de su hijo que acaba de cumplir 12 años, está Segundo Ávila, peruano de nacimiento y actual procurador judicial con oficina en Santiago centro. Salió del Perú hace 20 años, con la intención de llegar a Argentina, pero hizo una parada en Chile y no salió más del país. “El tiempo que pasé en Chile me gustó y luego se me quitó la idea de irme a Argentina, porque acá tenía un buen trabajo y más posibilidades de salir adelante que en ninguna otra parte”, nos cuenta. Segundo es de aquellos extranjeros radicados y ha sido testigo de las transformaciones del país. De un Chile donde la cantidad de inmigrantes era muy poca hasta el Chile actual, cuya cifra no deja de aumentar. “Antes los chilenos eran muy distintos que los de ahora, no se creían superiores al resto, y eso los hacía más amables y solidarios”, dice. Sin embargo, en su experiencia le ha tocado convivir con chilenos que considera sus amigos, y que dice no son como la mayoría del resto: “Chile es un país clasista que le gusta compararse con los demás países. Estoy seguro que cuando deje esa manía podrá mirarse mejor a sí mismo y perder ese contradictorio complejo de inferioridad”, concluye.

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a debilidad que conserva vale más que la fuerza que destruye.” Apunta Joubert en 1821. Un aforismo clave para ilustrar esa condición sine qua non de la poesía, sobre todo de la que los hermanos Teillier Sandoval, Jorge e Iván, asumieron a cabalidad en sus respectivas escrituras, aunadas por Jorge bajo el marco conceptual del lar, lo lárico. Más allá del logrado lirismo, fuerza y gracia de Jorge Teillier, Iván –el hermano menor-, logra dar con una precisión tímida, no exenta de encanto, invernal, de corte grácil, amoroso y sereno, escueta, con acento juvenil neo-romántico. Sin duda, Poemas, libro compuesto por Una rama verde (1965) y El orden de los factores (1981) es constatar que más allá de ser la reunión de 2 plaquettes, al alero de su pasión como cuentista y novelista-, es el feliz hallazgo y puesta en escena de un poeta menor de factura notable, lleno de poemas escritos con cuidado y pulcritud. Además se agradece la edición limpia, sencilla, sin esa glosa torpe y academicista que poco o nada aporta a la sobria belleza de estos poemas. Volumen imprescindible en toda biblioteca de poesía chilena que se precie de tal, para los fan de Jorge Teillier. E.G. B Ivan Teillier

Poemas (Lectura Ediciones, Santiago de CHile, 2016).

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o cabe duda de que la novela negra y el policial son de lo más leído en nuestro país. Alimentados por autores norteamericanos, ingleses, franceses, nórdicos y también por sus cultores latinoamericanos y locales, hemos hecho de este tipo de literatura una de nuestras favoritas. Pero así como con la ciencia ficción, su carácter masivo lo ha mantenido siempre al margen de la academia. En Reconstitución de escena, como forma de ajusticiamiento, el historiador Manuel Vicuña nos entrega un conjunto de ensayos que van desde los comienzos del género, su culto y masificación en Chile, así como su constante hibridación con la realidad, siempre escritos con una prosa astuta e incisiva, como el hablar de esos detectives cínicos y pesimistas a los que no tiene acostumbrado el género. Un libro para fanáticos y novatos. F.O.B. ManueL Vicuña

Reconstitución de Escena (Hueders. Santiago de Chile, 2016).


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a lectura de estos 43 relatos de Lucía Berlin, (Alaska, 1936), es una invitación al vértigo y al asombro. Cada historia retrata con crudeza, a veces de manera quirúrgica, anécdotas, situaciones, espacios, mínimos detalles con un lenguaje descarnado y de una fuerza notable. Los protagonistas, no necesariamente resuelven las historias. Abundan los finales abiertos, a veces frases que se quedan dando vueltas en la cabeza llenándonos de preguntas. Lucía, Lucy, Lou, vive en cada cuento -aunque no sean en su totalidad autobiográficos-, y lo hace a través de sus múltiples recreaciones de la vida cotidiana en una sala de urgencias, en una oficina telefónica, una lavandería o una escuela. Una prosa sorprendente en imágenes inesperadas, muchas, de una belleza superior y notas de profundo humor. C. R. Lucía Berlín

Manual para mujeres de la limpiez (Alfaguara, 2016)

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unque el empleo del recurso de sesiones psiquiátricas para contar la vida en primera persona de John Lennon no convenza y ni siquiera en muchos capítulos (sesiones) se dé el trabajo de simularlo, la eficacia del relato de Foenkinos es en varios momentos hipnotizante. Sin duda, el personaje biografiado resulta atractivo para todos y la curiosidad por conocerlo enorme, pero las habilidades del escritor van más allá de los hechos, anécdotas y fechas, consiguiendo hacernos creer que es el mismísimo Lennon quién relata, dejándonos envueltos y convencidos de haber conseguido estar en la piel de las famas y frustraciones de John y los Beatles. F. S. G. David Foenkinos

Lennon (Alfaguara . Buenos Aires, 2016)

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l Primer Libro y otros poemas no es el libro de una poeta en ciernes, dándose a conocer sino la de una poeta que encontró su estilo, situada y madura a temprana edad que logró plasmar un volumen acorde a las problemáticas del arte como de la realidad política nacional, desde su primer poemario. Y que como otros lo hizo con gran factura, eludiendo de manera oblicua la censura y represión en Dictadura, criticando el status quo con arte en su más alto nivel de crítica y duda, de forma combativa, inteligente, sin perder del todo cierto grado de experimentación lúdica. La poesía de Soledad Fariña está marcada por el silencio, ese silencio que cargan sus metáforas pictóricas y contorsiones escriturales en el fraseo, decodificaciones sensoriales de la “realidad” y de los tópicos propios de la poesía de nuestro tiempo así como de su propia búsqueda espiritual o interior, cuyos ecos son de cierto matriz latinoamericano macerado con cierta sequedad en su tratativa y tejido visual.Este volumen más que recuperar, dignifica una obra poética sostenida e intensa desde el principio. E. G. B. Soledad Fariña

El Primer Libro y otros poemas (Ediciones Universidad Diego Portales, Santiago de CHile 2016).

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l fracaso y la ternura se entretejen en los cuentos de Mi vida junto a Sasha Grey, título del último relato que da nombre a la más reciente publicación de la editorial Abducción. Este es el segundo libro del joven narrador Christopher Rosales, autor de Canciones espectrales, La muerte de los Monroy’s Destruction, quien ahora se interna en relatos breves, llenos de personajes marginales, en el más amplio sentido. Perdedores, frustrados, desgraciados en entornos de absoluta carencia. Desde ese lugar toma posición Rosales, proponiéndonos una mirada aguda en ocho cuentos repletos de referencias pop contrastadas con la más cruda realidad. Mi vida junto a Sasha Grey, al igual que Canciones Espectrales, nos sitúa en lugares extraños, nos hace sentir como completos outsiders, nos golpea en la boca del estómago. M.A.V. Christopher Rosales

Mi vida junto a Sasha Grey (Editorial Abducción. Santiago, 2017).


Stella Díaz Varín Fue una poeta chilena, también conocida como La Colorina,. Nació en La Serena, el 11 de agosto de 1926 y falleció en Santiago, el 13 de junio de 2006. Perteneció a la Generación del 50. En 1947 llegó a Santiago para estudiar medicina, con el firme propósito de especializarse en psiquiatría, carrera que no concluyó. En cambio se integró activamente a la Alianza de Intelectuales de Chile y a los círculos culturales de la época, sobretodo a la mítica bohemia de El Bosco, donde cultivó amistad con destacados creadores nacionales como Alejandro Jodorowsky, Enrique Lihn, Ricardo Latcham, Mariano Latorre, Luis Oyarzún, Jorge Teillier, José Donoso, entre muchos otros. Su estilo profundo y filosófico sin precedentes, así como su personalidad polémica, marcaron un antes y un después en la poesía chilena. Obras publicadas Razón de mi ser (1949) Sinfonía del hombre fósil (1953) Tiempo, medida imaginaria (1959) Los dones previsibles (1992) La Arenera (1993) Stella Díaz Varín:Poesía (1994) De cuerpo presente (1999) Obra reunida (2011) Obra inédita Crónicas y fábulas Decálogo para desacralizar a Parra Stella Extragaláctica

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ELVIRA HERNÁNDEZ Poeta, ensayista y crítica literaria chilena. Nació en Lebu el 2 de julio de 1951. Su obra destaca por su carácter experimental, razón por la que su trabajo ha sido clasificado dentro de la neo-vanguardia. Entre sus publicaciones destacan: La bandera de Chile (1981), ¡Arre! Halley ¡Arre! (1986), Santiago Waria (1992) y Actas urbe (2013) CLAUDIA APABLAZA Escritora chilena. Nació en Rancagua el 20 de octubre de 1978. Ganó el Premio ALBA de Novela el año 2012 y es coordinadora de la editorial Los Libros de La Mujer Rota. Entre sus obras destacan: Diario de las especies (2008), Siempre te creíste la Virginia Woolf (2011) y Goo y el amor (2012). SOLEDAD FARIÑA Escritora, profesora y poetisa chilena. Nació en Antofagasta el año 1943. Entre 2002 y 2012, estuvo a cargo del taller de poesía de la Escuela de Literatura Creativa de la Universidad Diego Portales. Es autora de, entre otros, El primer libro (1985), Otro cuento de pájaros (1999), La vocal de la tierra (1999), Narciso y los árboles (2001), Yllu (2015). ASTRID FUGELLIE Es una escritora y poeta chilena de origen croata. Nació en Punta Arenas en 1949. Entre sus libros destacan: Poemas (1966), Siete poemas (1969), Los círculos (1988) y ¿Existe una mala muerte? (2015) AGUSTÍN SQUELLA Jurista y periodista chileno, Premio nacional de humanidad y ciencias sociales de Chile 2009. Nació en Santiago de Chile en 1944 y se ha desempeñado como columnista del diario El mercurio. Entre numerosos libros destacan: ¿Cree usted en Dios? Yo no, pero…(2011); Deudas intelectuales (2013) y Soy de Wanderers (y de Valparaíso) (2014).

Gloria Dünkler Poeta y narradora chilena que se ha desempeñado como profesora de lenguaje y técnico en bibliotecas. Nació en Pucón, en 1977. Su obra se compone de los libros Quilaco (2003), Füchse von llafenko (2009), Spandau (2012), Yatagán (2015) Michelle Villarroel Poetas chilena. Nació en Santiago en 1992. Estudió Filosofía en la Universidad Metropolitana de las Ciencias de la Educación. Participó del Taller de poesía de la Fundación Pablo Neruda. ANTONIO GIL Escritor, académico, publicista y periodista chileno. Nació en Santiago el 9 de junio de 1954. Entre sus obras destacan los libros de poesía: Los lugares habitados (1982); Cancha rayada (1985); Mocha Dick (2006) y las novelas: Hijo de mí (1994); Mezquina memoria (1999); Circo de pulgas (2003); Carne y Jacintos (2010) y Apache (2014). Tzvetan Tódorov Fue un lingüista, filósofo, historiador, crítico y teórico literario de expresión y nacionalidad francesa. Nació en Bulgaria, el 1 de marzo de 1939 y falleció en París el 7 de febrero del 2017. Publicó más de 40 libros, traducidos a 25 idiomas. Algunos de ellos fundamentales, como Teoría de la literatura de los formalistas rusos. En 2008 obtuvo el premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. Pablo Núñez Gutiérrez Artista Visual chileno. Nació en San Fernando en 1966. Vive y trabaja en Santiago de Chile. Es Licenciado en Comunicación Social, Universidad de Chile; Master of Design, Domus Academy Milán, Italia y Magíster en Filosofía (c) mención Metafísica, Universidad de Chile.


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