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Inundaciones, Democracia, Viejo fraude
INUNDACIONES, DEMOCRACIA, VIEJO FRAUDE
Inundaciones
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Las inundaciones en diversas partes de la República han sido una calamidad que, aparte de los graves daños producidos a los directamente afectados por ellas, han tenido otras considerables consecuencias.
En la economía general del País, desde luego, se resentirá la pérdida de numerosas cosechas. En la dirección general de la economía mexicana, habrá un nuevo pretexto –nacionalmente lamentable; pero que ya se preparan a explotar los bajos intereses políticos–, para no enfrentarse a la cruda verdad de nuestros problemas y a las causas reales de la situación. En la política nacional, las inundaciones han establecido una quietud superficial de pantano, tras de la cual siguen fermentando las numerosas fuerzas contradictorias en qué la clase gobernante se fracciona y subdivide.
Democracia
La visita del doctor Grau San Martín, realmente electo Presidente por el pueblo de Cuba y su toma de posesión, han dado ocasión para diversos comentarios.
* Revista La Nación. Año IV No. 158. 21 de octubre de 1944. Pág. 2. Firmado como Manuel Castillo.
1944
Durante la visita del doctor Grau, a la que en alguna forma se restó una participación popular encendida, el Presidente de la República hizo un saludo, “no sólo al hombre de grandes merecimientos, sino al gobernante realmente ungido por el voto de su pueblo”. Y ¿Qué se hace para que al devolver la cortesía en Cuba, allá por septiembre de 46, el Presidente cubano pueda saludar lo mismo a quién aparezca como Presidente electo en México?
En la toma de posesión del Doctor Grau, nuestro Canciller reverdeció sus lauros retóricos continentales. No pide mucho el Continente según parece para otorgar esos lauros. Y habló don Ezequiel de democracia. No le ardieron los labios. Y otra vez a punto el tema de la preferencia que debe tener la “democracia económica” sobre la democracia política. El viejo tema aquel de los “ciertos escrúpulos”. Como si estuvieran reunidas o fueran contradictorias las dos ideas. Como si la razón y la experiencia no comprobaron que, por el contrario, democracia política y democracia económica son forzosamente complementarias y dependen una de la otra. El pueblo de México, hundido en la más injusta e innecesaria miseria económica, y simultáneamente privado por la violencia o por el fraude, de la más elemental democracia política, no oyó las palabras del Canciller. Hoyo el clamor jubiloso del pueblo de Cuba diciendo con una sola y clara voz “cuando el pueblo quiere y quiere de verdad, puede más que los pistoleros y que los farsantes”.
Viejo fraude
En muchas ocasiones ya, las columnas de La Nación han denunciado, comprobándolo, el fraude que la clase gobernante de México viene cometiendo desde hace mucho tiempo, en constante contubernio con las gentes de una prensa tranquera más inescrupulosa o aliada con el mal que falta de información.
El fraude consiste en desfigurar sistemáticamente a México, en presentar esa imagen distorsionada a la opinión pública extranjera y en buscar así fuera
MÉXICO EN LA OPINIÓN DE MANUEL GÓMEZ MORIN 1940 - 1945. ARTÍCULOS
de la Patria los apoyos que aquí no se trabaja ni se merecen con servicio real al Bien Común.
De este fraude ha habido dos prominentes manifestaciones últimas. Una fue un cable enviado de México a la prensa norteamericana pretendiendo dar valor a la tonta maniobra con la que Lombardo y las fuerzas de izquierda trataron, sin lograrlo, de restar importancia a la Asamblea que Acción Nacional celebró recientemente, alzando un varonil y resuelto concepto de reforma social. Otra fue la nota publicada en la revista norteamericana Newsweek con motivo de la misma Asamblea de Acción Nacional, hablando de que el partido tiene aproximadamente dos mil miembros y declarando que aún cuando “nunca ha presentado un programa definitivamente fascista y se ha limitado a denunciar las tendencias mexicanas y a exigir la reforma social y la renovación política”, su actitud puede considerarse como fascista y así lo comprueba el hecho de que La Nación haya dicho que “los argentinos consideran como verdadera serenidad la actitud del Secretario de Estado Hull”. Los dos mil miembros de Acción Nacional, según esta nota, se pasan la vida quietamente “tomando té”.