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LOS PRECIOS DEL PESCADO EN LA CIUDAD DE CARACAS
from COFA mes de Septiembre 2018
by FUNDATUN
Neira Soto y Abelardo A. Riera F.- FUNDATUN (22 de Septiembre 2018)
El resultado de la información recopilada nos indica que entre los productos que se ofrecieron con mayor precio reaparece el mero junto con el pulpo y los camarones; cuyos precios promedios se ubican entre BsS. 350 y BsS. 345 por kilo. En cuanto a los productos que se mercadearon a menor precio promedio se observan: (1) la sardina, que retorna con un precio promedio cercano a los BsS. 24 por kilo y, (2) raya, lisa y cojinua en un rango superior a los BsS. 77 e inferior a los BsS. 85 por kilo; que superan por más de tres veces ese valor de la sardina.
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Se debe recordar que, entre los recientes anuncios de medidas económicas por parte del Ejecutivo Venezolano, quedó establecido en la Gaceta Oficial Nº 41.465 de fecha 22 de agosto de 2018 y por parte de la Vicepresidencia Sectorial de Economía (que corrige los errores de la Gaceta Oficial Nº 6.397 Extraordinaria del 21 de agosto de 2018), los precios del Atún Enlatado de 140 gramos en BsS. 72,00, de la Sardina en Lata de 170 gramos en BsS 24,00 y de la Sardina Fresca en 17,50 Bs/Kg; quedando a la espera de la repercusión que tendrá en los otros rubros y en los precios fuera de los operativos de venta del gobierno (que es donde se podrán conseguir estos precios).
Se observa que 14 rubros evaluados, que muestran precios “estables” o “cero variación”, tienen una “ausencia de variación” del precio promedio que está asociada directamente a su ausencia en la oferta de productos al consumidor; más no porque estén presentes y hayan verdaderamente mantenido su cotización con respecto al mes inmediato anterior. Por primera vez, en muchos meses, disminuyó el número de rubros ausentes en la oferta; pasando de 20 a 14, poco más del 45% de la lista evaluada al momento de la visita. Debe recordarse que es poco lo que los actuales puestos en la lista pueden estar indicando; dado que cuando reaparecen los mismos regresan con fuertes ajustes de precio y saltan puestos por encima de rubros ausentes de mayor valor.
La lista de rubros evaluados se amplía con la reincorporación del Mero; el cual estuvo ausente de la oferta desde hace mas de un año (agosto 2017). La lista de rubros con disponibilidad al consumidor durante la evaluación se incrementa de poco más del 33% (10 de 30 rubros de la lista) a mas del 45% (17 de 31 rubros de la lista); de ellos 9 reaparecen en la oferta y 8 permanecen desde la evaluación del mes inmediato anterior; lo cual mantiene mas de un 50% de renovación de la lista de productos ofertados al consumidor.
Entre los rubros que retornan a la oferta, ausentes al menos en la evaluación del mes inmediato anterior, y que regresan con alzas se observan: a) el mero, ausente por más de doce meses en la oferta, que reaparece con un alza superior al 225.720%; b) la raya, ausente desde julio de 2017, que retorna con un alza superior al 126.457% con respecto a esa última cotización promedio registrada; c) el pulpo, ausente desde inicio de año, retorna con un alza ligeramente inferior al 12.138%; d) el pargo, ausente desde febrero, reaparecen con un alza superior al 5.188%.; e) el corocoro, ausente en dos evaluaciones anteriores, regresa con un incremento de superior al 241%; y de los que solo estuvieron ausentes en la evaluación pasada regresan: f) la sardina, con un incremento superior al 216; g) el bagre, con un alza cercana al 156%; h) la merluza e i) la aguja con alzas ligeramente inferiores al 119%.
Entre los rubros presentes que presentan incrementos en su cotización promedio aparecen: a) los camarones, que registran un aumento de 590%; b) la lisa*, que aumenta más del 293%; c) el cazón, que incrementa más de 126%, d) el dorado, con un incremento del 125%; e) el roncador, que sube en un 90%; f) la cojinúa, con un aumento de casi 89%; g) el atún, con un aumento de más del 86%; y h) la sierra, con un aumento cercano al 86%.
La brecha de precios promedios, entre el rubro disponible de mayor y de menor valor, se situó en 14,74 veces el de menor valor promedio registrado; la menor registrada en más de un año de evaluación. Ésta diferencia queda instaurada, por los momentos, en BsS. 326,25 por kilo; con lo cual retorna el ritmo creciente de aumento de la brecha, haciéndola crecer en un 196,59% por el incremento del rubro del mayor valor disponible y el regreso de la sardina como el rubro de menor cotización disponible. La variación del precio promedio del rubro disponible de menor valor, con respecto al considerado para el mes inmediato anterior, fue cercana al 10%; mientras que para el de mayor valor la variación fue superior al 133%. El mero y el pulpo ahora son el rubro de referencia para el mayor valor promedio; sin embargo, en el caso del rubro de menor valor, paso de ser la lisa* para ser la sardina.
El seguimiento mensual de los rubros indica un aumento en la oferta de productos; sin embargo, se mantiene la tendencia de la variabilidad en los rubros ofertados al consumidor, adicional a las rápidas y elevadas variaciones de los precios. La situación ha sido advertida reiteradamente en esta misma sección desde boletines previos y debería ser motivo de atención a todos los niveles. Se debería trabajar en corrección de las causas de la desaparición de rubros en la oferta al consumidor y en soluciones para atenuar las consecutivas alzas. Variadas son las causas, explicaciones y justificaciones (sean valederas o no), pero las mismas no son motivo de análisis del presente artículo.
NOTA DE ATENCIÓN
Sin duda la pesca es un tema de seguridad alimentaria y parte importante en la economía de un país; ya que, en lo social, constituye una fuente importante de empleos en las zonas más deprimidas económicamente y, en lo económico, aportan fuentes de ingreso económico a la sociedad y divisas a la nación por la exportación de sus productos. Sin embargo, el consumidor poco conoce la complejidad de la actividad pesquera; la cual se realiza en diferentes hábitats, con diversas artes de pesca, diversas especies, teniendo éstas diversos ciclos de vida y una posición en la cadena trófica.
Los pescadores, en general, salen en busca de una captura objetivo (una o varias especies comerciales de relevancia económica), pero también incurren en la llamada captura incidental; es decir, aquellas especies que quedan capturadas en las artes de pesca que no es la especie objeto de la pesquería o del interés comercial. Adicional a que ello ocurre en la pesca realizada tanto por la flota industria como por la flota artesanal.
Debido a que la actividad de pesca tiene como base el aprovechamiento de recursos naturales, y algunos de éstos presentan síntomas de agotamiento, durante los últimos años, a nivel internacional, se ha trabajado principalmente en la regulación de las actividades pesqueras y ya no en las acciones de fomento para su captura; ya que de acuerdo al Código de Conducta para la Pesca Responsable, es indispensable aplicar políticas y estrategias respetuosas del ecosistema basadas en estudios de la Biología de las especies, para la elaboración de los planes de manejo pesqueros y su aplicación al sector pesquero.
Algunas normas básicas regulan los meses del año que una pesquería se cierra “para proteger el período reproductivo”, o la talla mínima de captura que permita que alcancen madurez sexual y se reproduzcan; otras más complejas pueden especificar el arte de pesca (tamaño de anzuelos, diámetro de la luz de malla de la red, etc) o su funcionamiento. Estas reglas no todos los pescadores las respetan, pues proporcionan el producto en la medida en que el comercio lo solicita, porque el consumidor quiere comerlo o, en la mayoría de los casos, no las conoce o hace caso omiso (al igual que algunas autoridades).
Todos somos parte de los eslabones de la cadena de valor de la pesca y nos convertimos en ilegales si no respetamos las normas para su captura, comercio y consumo responsables.