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EL FUTURO DE LOS ALIMENTOS PROVENIENTES DEL MAR, EXPLICADO

Traducción adaptada del artículo de Max MosslerSustainable Fisheries UW - 14 de septiembre de 2020

En el año 2050, la Tierra tendrá prácticamente unos 10 mil millones de humanos que comerán más de 500 mil millones de kilogramos de carne; lo que supone 2 mil millones de personas más y 177 mil millones de kilogramos más de carne de los que actualmente hay en la Tierra. Dado que la carne de origen terrestre está plagada de impactos climáticos y ambientales, ¿cuánta proteína animal puede ser suministrada de manera sostenible por el océano?. Un nuevo artículo publicado en Nature titulado “El futuro de los alimentos del mar” (Costello y col., 2020) respondió a esa pregunta con una hoja de ruta científica y económica para la producción sostenible de alimentos provenientes del océano.

Los autores del artículo concluyen que para 2050, los océanos podrían proporcionar de forma sostenible entre 80 y 103 mil millones de kilogramos de alimentos, un aumento del 36 al 74% en comparación con la producción actual de 59 mil millones de kilogramos. Fundamentalmente, las cifras de 2050 no fueron un simple cálculo de la capacidad de carga de la producción de alimentos, sino que reflejaron las realidades económicas del cultivo y la recolección (captura) de alimentos provenientes de los océanos. Los autores identificaron cuatro pasos clave en dirección a unos océanos más abundantes:

1. Mejorar la gestión pesquera,

2. Implementar reformas políticas para abordar la acuicultura en los espacios marinos abiertos (maricultura),

3. Avanzar en las tecnologías de alimentación para suplir de alimentos esos cultivos marinos (maricultura alimentada), y

4. Modificar la demanda de los consumidores.

En esta publicación, se explican las cifras detrás de la producción potencial de alimentos en el océano y cómo podría ser el proceso de políticas y gobernanza en el futuro.

Una granja de mejillones desde abajo frente a la costa de Galicia, España Shutterstock | David Villegas Ríos

¿POR QUÉ OBTENER ALIMENTOS DEL MAR EN LUGAR DE LA TIERRA?

Aumentar la producción de alimentos en la tierra es difícil, debido a la disminución de las tasas de rendimiento y a la escasez general de tierra y agua dulce. Más de la mitad de toda la tierra cultivable y más del 90% del agua dulce ya se utilizan en la producción de alimentos. La escorrentía de las granjas es una fuente importante de contaminación y eutrofización del agua.

De todos los alimentos que los humanos necesitan, la proteína es el macronutriente de mayor impacto que se puede producir. No sólo tiene una huella de carbono desproporcionada, sino que la producción ganadera es el mayor impulsor de la deforestación y la pérdida de biodiversidad en todo el mundo. La mayor parte de los aumentos en la producción terrestre de alimentos provienen de la sustitución de bosques tropicales por granjas.

El aumento de la producción de proteínas del mar debería ser parte de la solución. Tiene una huella de carbono mucho menor y muchos menos impactos sobre la biodiversidad. Maximizar los productos pesqueros sostenibles hará que sea mucho más fácil alcanzar los objetivos climáticos y de biodiversidad para 2050.

Los productos marinos también son más saludables que el ganado, al provenir de carnes más magras y que contiene varios micronutrientes que son difíciles de obtener de los alimentos terrestres.

Sin embargo, la acuicultura en espacios terrestres tiene problemas similares a los de otras producciones de carne terrestres; especialmente con agua dulce. Aunque las granjas acuícolas con recirculación son cada vez más comunes, las aguas residuales de la acuicultura no tratadas son altamente contaminantes. Aunque la acuicultura se refiere coloquialmente a cualquier pez de piscifactoría, en este artículo el término “acuicultura” se referirá específicamente a las especies acuáticas cultivadas en espacios terrestres; mientras que para las especies cultivadas propiamente en el mar se utilizará el término “maricultura”.

Pesca

Ahora que se ha establecido por qué la comida del mar es una idea buena y necesaria, entremos en la ciencia detrás del artículo. Actualmente, la pesca silvestre representa el 83,5% en peso (49.300 millones de kg) de la proteína proveniente del mar; mientras que la maricultura de moluscos bivalvos y la maricultura de peces son fuentes mucho menores. En peso, el 78,7% de las pesquerías supervisadas son actualmente sostenibles; sin embargo, la sobrepesca reduce el suministro de alimentos a largo plazo, al agotar las poblaciones de manera insostenible. Mejorar la gestión, para que todos se pesquen de forma sostenible al máximo, aumentaría los rendimientos en un 16%, hasta 57.400 millones de kg de alimentos. El autor principal del artículo en Nature, el Dr. Christopher Costello, dijo: “Hemos tenido un historial de sobreexplotación de muchas pesquerías, pero estamos viendo que los gobiernos comienzan a implementar mejores políticas de gestión pesquera. Y cuando se reconstruye la pesca, se restaura la salud del océano y eso permite tener más alimentos”.

Pero existen desafíos para lograr que todas las pesquerías sean sostenibles. Aunque la ciencia y la gestión pesquera han mejorado significativamente en las últimas décadas (existe la tecnología para gestionar la pesca de forma sostenible), falta nivelar estas capacidades en todo el mundo. Los países con los medios financieros y científicos para gestionar sus pesquerías y hacer cumplir las regulaciones tienen en su mayoría poblaciones de peces sanas o en recuperación; mientras que los países sin esas capacidades generalmente no las tienen. El aumento del rendimiento pesquero requerirá que los países en desarrollo inviertan en su capacidad de gestión pesquera.

La maricultura tiene mucho más potencial de expansión y será de donde provendrán la mayor parte de los beneficios en la producción de alimentos.

Maricultura

Mientras que la pesca se ve obstaculizada por problemas de capacidad, la maricultura se ve limitada por regulaciones que son demasiado laxas, lo que provoca daños ambientales, o son "demasiado restrictivas, complicadas y mal definidas". La variación en la política de maricultura desde demasiado laxa hasta demasiado restrictiva depende principalmente del tipo de maricultura, ya sea adicionándole alimento (alimentada) o no (no alimentada).

La maricultura no alimentada implica animales que filtran el agua de mar para obtener alimento; generalmente moluscos bivalvos como mejillones, almejas, ostras y vieiras. Los bivalvos cultivados son quizás el alimento de menor impacto del planeta, con una huella de carbono baja y requieren muy pocos insumos; los acuicultores simplemente colocan a las crías de bivalvos en cuerdas o en cestas y las dejan crecer de forma natural. Los autores del artículo en Nature estiman que, a los precios actuales, la maricultura de bivalvos podría producir de forma económicamente racional unos 80.500 millones de kilogramos de alimentos; aunque la demanda no será lo suficientemente alta como para hacerlo viable. Apenas existen desventajas en la maricultura no alimentada, pero las regulaciones han sido en su mayoría restrictivas en lugar de favorables; actualmente sólo se producen 2.900 millones de kg cada año.

Las ostras son un gran ejemplo de maricultura no alimentada. Shutterstock | perro buceador

Otras especies, distintas a los bivalvos, como el salmón del Atlántico y el camarón de piscifactoría se consideran maricultura alimentada ya que requieren alimento y/u otros insumos. El impacto ambiental de esos insumos es el componente más importante de la sostenibilidad de la misma. Actualmente, el 75% de la maricultura alimentada requiere algún tipo de insumo derivado de la pesca silvestre (harina o aceite de pescado). Dado que los peces silvestres tienen límites ecológicos, la maricultura alimentada también los tiene... a menos que las granjas desarrollen nuevas formas de alimentar a sus especies con menos insumos de peces silvestres. "La adopción más rápida de piensos alternativos y las mejoras en la eficiencia en la acuicultura serán clave para ampliar la producción marina sostenible", dijo la Dra. Halley Froehlich, una de las coautoras. En el artículo de Nature se señala que “Se están desarrollando rápidamente ingredientes alternativos para piensos, incluidas proteínas de origen vegetal o animal terrestre, desechos del procesamiento de productos del mar, ingredientes microbianos, insectos, algas y plantas modificadas genéticamente, y se utilizan cada vez más en piensos para maricultura” (Costello y col., 2020).

Una granja de salmón frente a la costa de Hordaland, Noruega. Shutterstock | Marius Dobilas
  • Piensos = alimento mezcla de materias primas y balanceado para alimentar cada tipo de animales

El desarrollo de tecnología para reemplazar la harina y el aceite de pescado es la variable más importante en la cantidad de alimentos que se pueden producir a partir del océano. Los investigadores ejecutaron escenarios que reducían las necesidades de harina y aceite de pescado en un 50% o un 95% con respecto a los niveles actuales; esos avances tecnológicos aumentarían el suministro de alimentos en 17,2 mil millones de kg y 174,5 mil millones de kg respectivamente. La maricultura alimentada produce actualmente 6.800 millones de kg de alimentos al año.

La economía de los alimentos del mar: oferta y demanda

Las condiciones ecológicas como la temperatura del agua y la productividad determinan la idoneidad para la maricultura; sin embargo, los investigadores agregaron variables económicas (es decir, costos de capital de los equipos, costos operativos, etc.) para evaluar la viabilidad. Esencialmente determinaron si un área del océano era ecológicamente viable, según las condiciones ambientales, y económicamente viable para la maricultura, según el precio de venta de la especie y el costo del alimento. Al hacerlo, los investigadores pudieron construir curvas de oferta global para cada uno de los tres tipos de proteína oceánica. La oferta de la pesca silvestre depende de una reforma de la gestión, la oferta de la maricultura alimentada depende principalmente de la innovación tecnológica en materia de piensos, y la oferta de la maricultura no alimentada depende en gran medida de la reforma de las políticas.

En el artículo de Nature se señala que la “curvas de oferta sugieren que los tres sectores de producción de alimentos oceánicos son capaces de producir de manera sostenible muchos más alimentos que en la actualidad. La cantidad demandada de productos del mar también responderá al precio” (Costello y col., 2020).

Curvas de oferta sostenible estimadas para la pesca silvestre, la maricultura de peces y la maricultura de bivalvos (modificado de Costello y col., 2020).

En el gráfico a la izquierda se muestra la producción actual y el precio promedio en cada sector: pesquerías marinas silvestres (a, izquierda), maricultura de peces (b, centro) y maricultura de bivalvos (c, derecha). En las pesquerías silvestres (a), las curvas de oferta para la producción anual de comestibles en estado estacionario se muestran bajo tres escenarios de gestión diferentes: producción en 2050 bajo el esfuerzo pesquero actual, asumiendo que la pesca solo ocurre en pesquerías que son rentables (F actual); la curva de oferta económicamente racional destinada a maximizar la rentabilidad (reforma racional); y una política de reforma destinada a maximizar la producción de alimentos, independientemente de las consideraciones económicas (Rendimiento Máximo Sostenible o RMS). En la maricultura (alimentada) de peces (b), las curvas de oferta muestran: producción futura en estado estacionario bajo los supuestos de alimentación actuales y la reforma de políticas (reforma de políticas); producción sostenible suponiendo una reforma de políticas y una reducción del 50% en las necesidades de piensos de harina y aceite de pescado (innovación tecnológica); y producción sostenible suponiendo una reforma de políticas y una reducción del 95% en las necesidades de piensos de harina y aceite de pescado (innovación tecnológica (ambiciosa)). La maricultura de bivalvos (c) muestra una producción actual y un aumento basado simplemente en la reforma de políticas. En todos los casos, los ingredientes de los piensos proceden de la reforma económicamente racional de la pesca silvestre.

Una vez establecidas las curvas de oferta, los investigadores agregaron curvas de demanda para ver cómo interactuaría el precio con la disponibilidad. En la figura de la izquierda se muestran múltiples escenarios de las curvas de oferta y demanda para la pesca marina silvestre (a), la maricultura de peces (b) y la maricultura de bivalvos (c).

Curvas de oferta y demanda para la pesca marina silvestre, la maricultura de peces y la maricultura de bivalvos (Modificado de Costello y col., 2020).

En cada panel, la línea negra continua es la curva de oferta de la figura anterior. Para la pesca silvestre, se muestra el escenario de reforma racional, y para la maricultura de peces, se muestra el escenario (ambicioso) de innovación tecnológica. La primera curva (verde), demanda actual, muestra si la demanda sigue siendo la misma que hoy; esto es poco probable a medida que la población comienza a crecer. La segunda (púrpura), demanda futura, se refiere a la demanda estimada en 2050, teniendo en cuenta el crecimiento de la población y los ingresos; pero supone que el sentimiento de los consumidores hacia los productos del mar sigue siendo el mismo. La tercera (rojo), demanda extrema, representa una duplicación de la demanda estimada en 2050 y muestra un escenario de mayor demanda en el que también aumenta la confianza del consumidor hacia los productos del mar. Las intersecciones de la curva de demanda y oferta sostenible (indicadas con cruces) proporcionan una estimación de los futuros alimentos procedentes del mar.

Producción potencial de alimentos del mar en 2050 por sector y bajo diferentes escenarios de demanda (a partir de datos de Costello y col., 2020).

La figura de la derecha muestra las fuentes potenciales de producción de alimento provenientes del mar en 2050. Con la demanda actual, los alimentos del mar suministrarían sólo 62 mil millones de kg de alimentos por año en 2050. Un escenario de demanda normal estima 80 mil millones de kg, mientras que un escenario de demanda más alta estima 103 mil millones de kg.

EL CAMINO HACIA LA ALIMENTACIÓN SOSTENIBLE PROCEDENTE DEL MAR

Con base en los límites ecológicos y económicos de la producción de alimentos en el océano, los autores del artículo de Nature identificaron cuatro pasos para aumentar de manera sostenible los alimentos provenientes del mar:

1. Mejorar la gestión pesquera

La mejora de la gestión pesquera maximizará la cantidad de alimentos silvestres disponibles para los humanos y para los alimentos balanceados (piensos) para la acuicultura y maricultura. Las regulaciones han mejorado dramáticamente en las últimas décadas, pero todavía hay margen de mejora. Se debería prestar mayor atención a los países en desarrollo que no tienen la capacidad de gestionar y hacer cumplir las regulaciones.

2. Implementar reformas políticas para abordar la maricultura

¿Por qué el océano no está lleno de bivalvos cultivados? ¡Son uno de los alimentos de menor impacto del planeta!. Las regulaciones deben fomentar una mayor maricultura de bivalvos y no alimentados. Por otro lado, es necesario endurecer algunas regulaciones de maricultura en el sector alimentario para limitar los impactos; sin embargo, como ocurre con toda la producción de alimentos, habrá compensaciones ambientales (énfasis añadido).

Foto de corrales de maricultura frente a la costa de Grecia. Shutterstock | Dimitrina Lavchieva

En el artículo de Nature se señala específicamente que “el aumento de la producción marícola requerirá prácticas y políticas de gestión que permitan una expansión ambientalmente sostenible, equilibrando al mismo tiempo las compensaciones asociadas en la mayor medida posible; este principio sustenta todo el análisis. Consideramos que una expansión sustancial es realista, dados los costos de producción y el probable aumento futuro de la demanda” (Costello y col., 2020).

3. Tecnologías avanzadas de alimentación para la maricultura alimentada

La maricultura de peces (y la acuicultura) tiene el mayor potencial de expansión. En este momento, está limitada por los alimentos derivados de la pesca silvestre. La mejora de la tecnología de los piensos es la variable más importante de la producción futura de alimentos, pero también podría conllevar contrapartidas.

En el artículo de Nature se resalta que “Una ambiciosa innovación técnica (es decir, la sustitución de ingredientes marinos por proteínas de origen terrestre) puede ayudar a desvincular la maricultura alimentada de la pesca silvestre, pero probablemente reorientará cierta presión sobre los ecosistemas terrestres” (Costello y col., 2020).

4. Modificar la demanda de los consumidores

La economía orientada en aumentar el suministro de alimentos provenientes de los océanos sólo tiene sentido si la gente quiere comerlos. En un escenario de demanda normal, los alimentos provenientes del mar representarán sólo el 12% del aumento necesario de proteína animal en el planeta (en comparación con el 17% de las cantidades actuales) y en un escenario de mayor demanda representaría el 25% del aumento necesario. Cuantos más alimentos del océano, mejor, ya que preserva más biodiversidad y tiene un impacto climático menor que las alternativas; sin embargo, existen varias barreras al aumento de la demanda de los consumidores.

La gente de los países desarrollados (que consumen la mayor cantidad de productos del mar) está menos acostumbrada a cocinar pescado en casa; mientras que por otro lado, los alimentos de origen marino tienen la mayor proporción consumida en los restaurantes de todas las carnes. Cambiar la dieta casera para incluir más productos marinos requerirá más recetas e instrucciones. Los gobiernos también pueden intervenir aquí; por ejemplo, el Reino Unido financia Seafish, una organización destinada a alentar a sus ciudadanos a consumir productos del mar locales.

Contribución de los alimentos acuáticos al suministro de proteínas de origen animal per cápita, media del período 2017-19 (FAO, 2022)

Otro problema desde la perspectiva del consumidor es que los productos del mar tienen una mala reputación en materia de sostenibilidad.

En el artículo de Nature se indica que “Informes ampliamente publicitados sobre el cambio climático, la sobrepesca, la contaminación y la maricultura insostenible dan la impresión de que aumentar de forma sostenible el suministro de alimentos del mar es imposible”.

Aunque esta era una reputación justificada en la década de 1980, el sector ha logrado enormes avances desde entonces. La mayoría de las poblaciones de peces monitoreadas están sanas o en recuperación, siendo que el 78,7% del pescado (en peso) proviene de una poblaciones biológicamente sostenibles.

Las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) ambientalistas tienen un papel importante que desempeñar en esta parte de la modificación de la demanda de productos marinos. Aunque en su mayoría han sido críticos con el sector pesquero, el fomento de la producción sostenible de alimentos procedentes del mar beneficiaría la biodiversidad global; ya que las compensaciones alimentarias de la producción en tierra suelen ser más costosas que las compensaciones de la producción en el océano. En lugar de luchar contra la pesca y la maricultura, más ONG ambientalistas deberían fomentar su desarrollo sostenible.

La percepción pública sobre la conservación de los océanos no coincide con la ciencia. Como institución más orientada al público, las ONG ambientalistas deberían tomar la iniciativa para cambiar las percepciones e inspirar aumentos en la demanda.

Alimentar de manera sostenible a 10 mil millones de personas es la principal cuestión climática y de conservación del siglo XXI. La sociedad necesita poner fin al hambre y la desnutrición, así como al mismo tiempo proteger la mayor cantidad posible de espacios naturales y biodiversidad. El océano puede y debe desempeñar un papel fundamental. El Dr. Costello lo resumió muy bien cuando sentencia que "Si se hace de manera sostenible, se podría aumentar la producción de alimentos provenientes del mar, y en una proporción enorme en relación con la expansión de los alimentos de origen terrestre, y se podría hacer de una manera que sea mucho más ambientalmente respetuosa con el clima, la biodiversidad y otros servicios ecosistémicos que la producción de alimentos en la tierra”.

Articulo fuente:

Mossler Max (2020). “The future of food from the sea, explained”. Sustainable Fisheries UW. Disponible en: https://sustainablefisheries-uw.org/food-from-the-ocean-2050/ (versión en inglés) - https://sustainablefisheries-uw.org/el-futuro-de-los-alimentos-provenientes-del-mar-explicado/ (versión en español)

Fuentes de Información Recomendadas:

Costello C., L. Cao, S. Gelcich, M. Á. Cisneros-Mata, C. M. Free, H. E. Froehlich, C. D. Golden, G. Ishimura, J. Maier, I. Macadam-Somer, T. Mangin, M. C. Melnychuk, M. Miyahara, C. L. de Moor, R. Naylor, L. Nøstbakken, E. Ojea, E. O’Reilly, A. M. Parma, A. J. Plantinga, S. H. Thilsted & J. Lubchenco (2020). “El futuro de los alimentos del mar”. Nature 588, 95–100. Disponible en: https://doi.org/10.1038/s41586-020-2616-y

FAO (2022). “El estado mundial de la pesca y la acuicultura 2022. Hacia la transformación azul”. Roma, FAO. XXVII+257 pág. Disponible en https://doi.org/10.4060/cc0461es

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