III BLOQUE
Trabalenguas
Actividades 1. Coloca un lápiz entre tus dientes y lee los siguientes trabalenguas . Retira el lápiz y léelos de nuevo observa como mejora tu dicción.
2. Subraya las silabas iguales de las siguientes palabras. Guerra
Clara
Loco
coco
Poco
Come
Compadre, cómpreme un coco. Compadre, coco no compro, que el que poco coco come, poco coco compra. Yo, como poco coco como, poco coco compro.
El cloro no aclara la cara de Clara, y Clara declara que así deja su cara.
Nadie silba como Silvia, porque si alguien silba como Silvia, es porque Silvia le enseñó a silbar.
Chiqui era una chica chiquitita, chiquitita era la chaqueta de Chiqui. Porque si Chiqui tenía una chica chaqueta, chiquitita sería la chaqueta de chiqui.
Lado, ledo, lido , lodo ,ludo decirlo al revés lo dudo. Ludo ,lodo, lido , ledo , lado ¡Que trabajo me ha costado!
A cuesta le cuesta subir la cuesta, y en medio de la cuesta va y se acuesta.
Capas
El que compra pocas capas, pocas capas paga, como yo compré pocas capas, pocas capas pago.
Hipopótamo Hipo . El hipopótamo Hipo está con hipo, ¿quién le quita el hipo al hipopótamo Hipo?
Parábolas
Parábola Una parábola es: - Un relato sencillo de un hecho real o imaginario. - Tiene la función de comparar una realidad conocida con otra desconocida.
¿Qué es lo importante de una parábola?
Es, ante todo la enseñanza que transmite. Su finalidad principal es hacer reflexionar al que la escucha sobre su modo de vida y de actuar.
Parábola de la oveja perdida
Todos los cobradores de impuestos y pecadores se acercaban a Jesús para escucharlo. Los fariseos y los escribas comenzaron a murmurar, y decían: Éste recibe a los pecadores, y come con ellos.
Entonces Jesús les contó esta parábola: ¿Quién de ustedes, si tiene cien ovejas y pierde una de ellas, no deja las noventa y nueve en el desierto, y va tras la que se perdió, hasta encontrarla?
Y cuando la encuentra, gozoso la pone sobre sus hombros, y al llegar a su casa reúne a sus amigos y vecinos, y les dice:
¡Alégrense conmigo, porque he encontrado la oveja que se me había perdido!
Les digo que así también será en el cielo: habrá más gozo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan arrepentirse.
Parábola del buen samaritano
Y he aquí un intérprete de la ley se levantó y dijo, para probarle: Maestro, ¿haciendo qué cosa heredaré la vida eterna? Él le dijo: ¿Qué está escrito en la ley? ¿Cómo lees? Aquel, respondiendo, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con todas tus fuerzas, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo. Y le dijo: Bien has respondido; haz esto, y vivirás.
Dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó en manos de ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto.
Aconteció que descendió un sacerdote por aquel camino, y viéndole, pasó de largo.
Asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de largo.
Pero un samaritano, que iba de camino, vino cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia;
y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole en su cabalgadura, lo llevó al mesón, y cuidó de él.
Otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al mesonero, y le dijo:
Cuídamele; y todo lo que gastes de más, yo te lo pagaré cuando regrese. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo del que cayó en manos de los ladrones?
Él dijo: El que usó de misericordia con él. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.
Chistes
Dos ovejas juegan al fútbol, una de ellas lanza muy lejos el balón y la otra oveja le dice: – Veeeeeee Y la otra contesta: – Veeeeeee tú.
La maestra: - Jaimito, si en esta mano tengo 8 naranjas y en esta otra 6 naranjas ¿Qué tengo? - Unas manos enormes, señorita
Un niño llega al parque, se le acerca un amigo y le dice: – ¡¡Tienes puesto un zapato marrón y otro negro!! Y el niño le contesta: – Y eso no es nada, en mi casa tengo otro par igualito.
¡Mamá, mamá! ¿Qué tienes en la barriga? – Un bebé – ¿Y lo quieres? – ¡Claro que si Jaimito! – Entonces, ¿por qué te lo comiste
A Pepito le regalaron una bicicleta y salió a probarla: – ¡Mira mamá! ¡Sin una mano! Después de unos minutos: – ¡Mira mamá! ¡Sin ambas manos! Cuando pasó de nuevo junto a su madre exclama: – ¡Mira mamá! Sin dientes