2 minute read
Expertos Audiología
Catherine Fletcher dos veces medallista de los Juegos para sordos y siete veces campeona en Reino Unido, ha sido entrenadora del equipo británica de tenis en las últimas Sordolimpiadas. Jaime Martínez Morga, deportista español medalla de bronce en «800 metros» en las Sordolimpiadas de 2017.
Advertisement
libre y lucha grecorromana. Para la de invierno se reserva el hockey-hielo, el esquí alpino, el esquí de fondo, el snowboarding y el curling.
Como requisito para poder participar en estos «Juegos silenciosos», los deportistas deben presentar una pérdida de audición de al menos 55 dB en su «mejor oído». Se prohíbe, además, el uso de prótesis auditivas o de cualquier otro tipo de dispositivo que mejore la audición, como los implantes cocleares, con el fin de garantizar la igualdad de condiciones para competir.
Todas las disciplinas deportivas de las «Sordolimpiadas» se rigen por señales visuales. Así, para dar la salida en atletismo se utiliza una luz en lugar del sonido de un disparo, o en el caso de los árbitros de fútbol, señalizan con una bandera en vez de utilizar el silbato. Y como no, el público debe estar a la altura: no aplaude con palmadas sonoras, sino que agita eufóricamente sus manos.
Aunque las Sordolimpiadas se instauraron muchos años antes que los Juegos Paralímpicos, apenas se conocen y no cuentan con la promoción y la visibilidad que se da a estos últimos. Esto ha generado cierto malestar y ha provocado que muchos atletas con discapacidad auditiva se muestren a favor de competir en las Paralimpiadas junto a deportistas con otras discapacidades.
Desde hace tiempo se habla de la posibilidad de fusionar las Sordolimpiadas y los Juegos Paralímpicos. En la década de los 80, el Comité Olímpico Internacional ya lo intentó sin éxito, puesto que no se llegó finalmente a un acuerdo entre los organizadores, y a día de hoy, siguen caminos independientes.
Una historia de límites superados
Jaime Martínez Morga, es uno de los nombres propios que compiten en las Sordolimpiadas en representación de España. En 2017, se alzó con la medalla de bronce en «800 metros».
Comenzó a entrenar desde muy pequeño en una escuela de atletismo para niños normoyentes y allí pudo desarrollar su verdadera vocación. Martínez Morga ha demostrado que la sordera no supone ningún impedimento a la hora de practicar deporte.
Javier Soto, otro de los deportistas más representativos de este colectivo, ha publicado un interesante libro bajo el título Sordo ¡Y qué!, en el que pone de manifiesto que entre el deporte de élite y las personas sordas no existen barreras ni límites.